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CONDONACION

EXTINCION DE LA OBLIGACION PRO CONDONACION

¿De qué modo se podría demostrar la condonación?

Ejemplos de Perjuicio a tercero por la Condonación: Ana le debe pagar. Imaginemos que los ingresos de
Antonio tan sólo le alcanzan para cubrir sus necesidades básicas, sin posibilidades de generar ahorros, y que
además tenga dos acreedores cuyos créditos han vencido y se mantienen aún impagos. En este supuesto, dado
que la única forma en que Antonio pueda honrar su deuda es cobrando la suma que Ana le adeuda, la
condonación de la deuda de Ana atentaría contra los derechos de dichos acreedores y, en este caso, Antonio
no estaría en aptitud de renunciar a intereses ajenos.
Lo mismo ocurriría en el supuesto de Pedro, viudo y padre de dos menores, único sostén del núcleo familiar.
Si Pedro estuviese atravesando por una delicada situación económica y condonara una deuda, atentaría contra
los intereses y derechos de su familia, perjudicando a terceros con su renuncia, la misma que no sería posible
por afectar los intereses colectivos. Caso distinto sería si su situación económica le permitiera disponer de tal
suma alterando insignificantemente su patrimonio.
Es conveniente precisar, aunque podría parecer evidente, que el término «deuda» en el numeral 1295 no se
circunscribe a obligaciones de dar, sino que abarca también a las obligaciones de hacer y a las de
no hacer.
Si Pablo está obligado con Rosa a realizar un trabajo de fumigación en el jardín de ésta, podría ocurrir que
Rosa, movida por un sentimiento de compasión, dada la mala salud de aquél, decidiese condonarle tal deuda.
En ese caso, ella debería informar a él sobre su decisión y recibir su conformidad. De esa manera, se
extinguiría la obligación de hacer de Pablo.

CONDONACION DE UNOS DE UNO DE LOS GARANTES


Como dijimos, la condonación es un acto bilateral, requiriéndose no sólo la manifestación de voluntad del
acreedor, sino la aceptación del deudor, hasta cuyo momento no opera el efecto extintivo de la obligación.
Queremos reiterar la importancia del asentimiento del deudor, ya que éste tiene derecho a cumplir su
obligación. En caso contrario dicho deudor podría salir perjudicado no sólo moral sino económicamente, en
particular cuando se'trata de obligaciones de hacer.
Por ejemplo, veamos el caso de Martín, cantante que se encuentra iniciando su carrera artística, quien es
contratado por la empresa productora «Estrellas» para dar una función especial, conjuntamente con tres
conocidos cantantes, en el Teatro «Ópera», acordando que su pago

Empero, el artículo 1296 contempla el supuesto de que el acreedor celebre un convenio de condonación no
con el deudor, sino con uno de sus garantes. De ser éste el caso, las consecuencias serán que la obligación del
deudor se mantendrá plenamente vigente, así como las de los
demás garantes, pero la obligación del garante sujeto de la condonación se habría extinguido, con las
limitaciones que luego analizamos. El texto del artículo 1296 es el siguiente: Artículo 1296.- «La
condonación a uno de los garantes no extingue la obligación del deudor principal, ni la de los demás
garantes. La condonación efectuada a uno de los garantes sin asentimiento de los otros aprovecha a todos,
hasta donde alcance la parte del garante en cuyo favor se realizó».
El artículo 1296 regula la situación en que exista más de un garante, ya que, si la obligación estuviera
garantizada por uno solo y esta garantía fuese condonada por el acreedor, es claro que se extinguiría la
totalidad de la garantía, subsistiendo la obligación a cargo del deudor. En cambio, la relación obligacional es
más compleja en caso de que existan varios garantes, por lo que resulta necesario establecer la situación de
quienes no fueron condonados.
Si hubiese otros garantes además de aquél cuya garantía se hubiese condonado, dicha condonación no surtirá
efectos respecto a los demás ga-rantes y, en tal virtud, seguirán garantizando el cumplimiento de la deuda. No
se extingue, en consecuencia, la obligación de los demás garantes.
En caso de existir garantía mancomunada, la responsabilidad de los garantes no abarca el íntegro de la deuda
asumida por el deudor principal, sino cada uno de ellos responderá exclusivamente por su cuota parte,
autónoma y diferente de las demás, no resultando ninguno afectado por la condonación en favor de alguno de
los otros.
Así, imaginemos que José, Martín y Pedro son garantes man-comunados del crédito que Ana tiene a su favor
contra Antonio (este último es el deudor principal). Suponiendo que la deuda asciende a 15,000 nuevos soles
y que los garantes se obligaron por partes iguales, entonces cada uno de ellos es responsable por 5,000 nuevos
soles. Si Ana liberase a José de su garantía, la situación de Martín y la de Pedro no variaría: ambos seguirían
respondiendo por sus montos originales, es decir, por 5,000 nuevos soles cada uno. Ana no podría exigir más
de esta suma a cada uno de ellos.
Vale la pena reiterar que, en ese caso, en nada se altera la obligación principal a cargo del deudor (Antonio

CONDONACION DE LA DEUDA

Para que el supuesto se configure y se le puedan aplicar las con-secuencias jurídicas propias de la
condonación, a saber, la extinción de la obligación, es indispensable que se cumplan tres condiciones:

 En primer lugar, que la entrega del documento original haya sido hecha voluntariamente.
 En segundo lugar, que la entrega haya sido hecha por el propio acreedor, pues sólo de esta forma
podría haber motivo para establecer la presunción de que trata la ley. Y,
 En tercer lugar, que la entrega haya sido realizada al mismo deudor. Si el documento fue entregado
a otra persona, no sería claro ni indubitable que la intención del acreedor fue la de liberar
gratuitamente al deudor; el documento podría haber sido entregado en calidad de depósito o para
que el tercero se encargara de cobrarlo.

NOVACION

EFECTOS DE LAS NOVACION:

NOVACION LEGAL

Por tales razones y en el entendido de que el artículo 1283 del Código Civil ha sido concebido privativamente
para la novación voluntaria, exceptuamos su aplicación a la novación legal.
Aquí deseamos dejar expresa constancia de que acogemos los mismos criterios, esto es, que las garantías se
mantienen, cuando la prestación es posible, pero ante la inejecución el acreedor opta por la vía de los daños y
perjuicios. Esta circunstancia resulta contundente para sostener que en la novación legal no opera la extinción
de las garantías. La opinión contraria resultaría arbitraria y susceptible de generar las mayores injusticias. Y
aunque la doctrina consultada no aborda el tema, nadie podría sostener razonablemente que cuando se opta
por la vía mdemnizatoria las garantías se perjudican o extinguen.
Cabe agregar que estaremos ante supuestos de novación legal sólo en aquellas hipótesis en que la sustitución
de una obligación por otra se produce en virtud de un mandato legal, aun cuando la causa fuente de la
obligación originaria fuese la voluntad humana.

Luego, no habrá novación legal cuando — ante la imposibilidad absoluta de cumplimiento de una obligación,
por haberse extinguido la prestación o por haberse declarado rescindido o resuelto él contrato — la ley
establezca determinadas consecuencias a través de la creación de nuevas obligaciones, como la de pagar una
indemnización por daños y perjuicios. Este sería el caso, por citar un solo ejemplo, del deudor que se obliga a
entregar a su acreedor un bien cierto, el cual se pierde antes de su entrega por culpa de dicho deudor. En esta
eventualidad, en virtud a lo establecido por el primer párrafo del inciso 1 del artículo 1138 del Código Civil,
la obligación del deudor queda resuelta, pero el acreedor deja de estar obligado a su contraprestación, si la
hubiere, y el deudor queda sujeto al pago de la correspondiente indemnización.
Se presentará un supuesto de novación legal cuando la obb'gación originaria no se hubiese extinguido, pero
por resultar inútil al acreedor, el deudor —por mandato de la ley— se encuentre obligado al pago de una
indemnización de daños y perjuicios en sustitución al pago de la obligación originaria. Por ejemplo, la
hipótesis del deudor en mora, cuyo incumpli-miento acarrea que el acreedor pierda interés en la prestación por
resultarle inútiL En este caso, el acreedor podría recurrir a la vía de la resolución del contrato, reclamando (en
lugar de aquella prestación que se le debía) el pago de la correspondiente indemnización de daños y
perjuicios.
Se produce novación legal, asimismo, cuando resultando aún existente y útil la prestación, el acreedor, ante el
incumplimiento del deudor, opta por el pago de la indemnización de daños y perjuicios.
Por otra parte, no estaremos ante una novación legal cuando la ley estatuye un principio supletorio de la
voluntad de los contratantes, vale decir, cuando a falta de previsión por las partes deba aplicarse una
disposición determinada. Sería el caso previsto por el artículo 1238 del Código Civil, según el cual el pago
debe efectuarse en el domicilio del deudor, salvo estipulación en contrario, o que ello resulte de la ley, de la
naturaleza de la obligación o de las circunstancias del caso.
Para estos efectos también podríamos citar lo dispuesto por el artículo 1240 del Código Civil, en el sentido de
que si no hubiese plazo designado, el acreedor puede exigir el pago inmediatamente después de contraída la
obligación, y lo prescrito por el artículo 1241 del Código Civil, que establece que los gastos ocasionados por
el pago son de cuenta del deudor, salvo pacto en contrario.
No habrá novación legal, en fin, cuando la ley prevea como opción para alguna de las partes la posibilidad de
sustituir alguno de los elementos accesorios de la obligación originaria. Sería el caso, por ejemplo, de lo
establecido por el artículo 1239 del Código Civil, al prescribir que si el deudor cambia de domicilio, habiendo
sido designado éste como lugar para el pago, el acreedor puede exigirlo en el primer domicilio o en el nuevo;
aplicándose igual regla respecto al deudor cuando el pago deba verificarse en el domicilio del acreedor

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