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EN EL CAMPO DE LA OBSTETRICIA
ÁREA DE DERECHO
LISTADO DE ABREVIATURAS 4
INTRODUCCIÓN 5
I. Historia de la salud femenina 6
1.1. Origen de la Obstetricia 8
1.2. Edad Media y Renacimiento 9
1.3. Siglo XVIII: Medicalización de la maternidad 11
II. Negligencias médicas: Aspectos generales 14
2.1. Perspectiva legal 14
2.2. Responsabilidad Patrimonial de la Administración 16
2.3. Teoría de la Pérdida de Oportunidad 18
III. Negligencias obstétricas 20
3.1. Concepto de violencia obstétrica 21
3.2. Violencia Obstétrica y Derechos Humanos 23
3.2.1. Derecho a la Integridad Personal 25
3.2.2. Derecho a la Vida Privada 27
3.2.3. Derecho a la Información 29
3.3. Reconocimiento Legal de la Violencia Obstétrica 30
3.4. Perspectiva legal en España 32
3.4.1. Ley General de Sanidad 35
3.4.2. Ley Reguladora de la Autonomía del Paciente 36
3.4.3. Código de Deontología Médica 39
IV. Negligencias Obstétricas en la Sanidad Pública 40
V. Recomendaciones 45
VI. Activismo 48
CONCLUSIONES 49
BIBLIOGRAFÍA 52
3
LISTADO DE ABREVIATURAS
4
INTRODUCCIÓN
Este trabajo es fruto de la investigación final que requiere la obtención del título
en Derecho. La elección del tema se justifica por la inquietud personal sobre la materia,
como consecuencia de la recepción de experiencias negativas provenientes de amigos y
familiares. El hecho de que determinadas mujeres, que no tuvieron la oportunidad de dar
a luz en los hospitales, presenten experiencias de parto más positivas, que aquellas que
acudieron a los mismos, supone un sin sentido. Tras una búsqueda inicial sobre
negligencias en el ámbito de la Obstetricia, me topé con un concepto, hasta entonces
desconocido, que pretende visibilizar una realidad tan oculta como frustrante. Desde hace
no mucho tiempo, el concepto de Violencia Obstétrica salió a la luz como un remedio que
intentaban curar las secuelas que madres y niños sufrían, como consecuencia del trato
deshumanizado y la intervención médica excesiva. Si bien, es posible encontrar estudios
desde una perspectiva antropológica, sociológica, científico-médica, etnológica y
psicológica, siendo escasos los estudios desde la perspectiva jurídico-legal. Pues aún
siendo una realidad que acontecen numerosas sociedades, no existe un concepto
instaurado en sus ordenamientos jurídicos, por lo menos, no en el nuestro.
Esta investigación, tiene como objetivo principal, determinar las vías legales que
posibilitan la efectiva protección de los derechos de madres y recién nacidos durante el
proceso de nacimiento, en relación a la atención médica prestada. También, se pretende
visibilizar la cotidianidad con que determinadas formas de proceder, constituyen
situaciones abusivas, que lejos de la moralidad, colisionan con un vacío legal, ético y
deontológico. La finalidad de este trabajo nunca será desacreditar la buena praxis
sanitaria, tampoco la reputación del personal médico. Así mismo, se procura incentivar
la sensibilidad que merece este fenómeno, desde el punto de vista jurídico y social. Para
ello, se realizará una primera línea de investigación sobre el recorrido histórico de la salud
femenina, y su relación con el sistema biomédico actual. En segundo lugar, se
investigarán los aspectos jurídicos que engloban las negligencias médicas en nuestro país,
especialmente aquellas que surgen en el ámbito público, por concebirse como un foco de
mayor vulnerabilidad. En tercer lugar, se profundizará en el estudio legal de las
negligencias médicas en el ámbito de la Obstetricia, comparando la situación de las
mismas en distintos países, y ofreciendo una visión global de la materia. En quinto lugar,
se analizará la situación concreta de las negligencias obstétricas en nuestro ordenamiento
jurídico, así como las alternativas legales de las que disponemos para afrontarlas. Por
último, se explicarán las iniciativas que, organizaciones supranacionales y asociaciones
sin ánimo de lucro, llevan a cabo con el objetivo de combatir esta realidad.
1
MOLINA, MARÍA E., “Transformaciones Histórico Culturales del Concepto de Maternidad y sus
Repercusiones en la Identidad de la Mujer”, Ed. de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe,
España y Portugal, 717-297, 2006, pág. 93. Disponible en web:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96715209 (última consulta el 10/03/18)
2
CONDE FERNÁNDEZ, F., “Parteras, Comadres, Matronas. Evolución de la profesión desde el saber
popular al conocimiento científico”, Discurso Académico, 2011, pág. 8. Disponible en web:
http://www.academiadelanzarote.es/Discursos/Discurso%2049.pdf (última consulta el 10/03/18)
3
MANRIQUE, J., FERNÁNDEZ, ANA.I., ECHEVARRÍA, P., FIGUEROL, M.I., TEIXIDÓ, J.,
BARRANCO, M.P., “Historia de la profesión de matrona”, Colegio oficial de enfermeros y enfermeras
de Lleida, 2014, pág. 26. Disponible en página web:
https://www.agoradenfermeria.eu/magazine/articles/037_coill_es.pdf (última consulta el 10/03/18)
6
Se entiende que en épocas primitivas, la mujer se asistía a sí misma. Los
nacimientos ocurrían en soledad, puesto que la propia peligrosidad del entorno obligaba
a las madres a buscar un espacio alejado del grupo, que las permitiese crear un ambiente
de intimidad y protección4. El desarrollo de la racionalidad humana y la empatía, hizo
que las mujeres se buscaran unas a otras para auxiliarse5. Así, de la experiencia fue
surgiendo un modo de proceder, impregnado de instinto y sensibilidad, que tenía como
finalidad ayudar a la madre durante el proceso de gestación, parto y puerperio. Se trataba
de una habilidad fundamentada en la experiencia empírica y en la observación, y
transmitida de manera informal de las más expertas a las más jóvenes. La especialización
femenina en torno al embarazo y al parto, supuso la concepción de esta asistencia como
un oficio, y quienes lo desempeñaban recibían el nombre de parteras, comadronas o
matronas. La primera referencia histórica en la que se evidencia la existencia de esta
figura, la encontramos en el Antiguo Testamento, en el que se narran los acontecimientos
ocurridos durante dos partos: uno el de Raquel6, y otro el de Tamar7. También, se
menciona el nombre de dos parteras y el importante papel que estas desempeñaron ante
los crueles requerimientos del rey de Egipto8.
4
SEDANO, M., “Reseña Histórica e Hitos de la Obstetricia”, Revista Médica Clínica Condes, 866-873,
2014, pág. 867. Disponible en página web: http://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-
condes-202-articulo-resena-historica-e-hitos-obstetricia-S0716864014706327 (última consulta el
15/04/19)
5
MASCARÓ, J.M., “La asistencia al parto y al embarazo a través de los tiempos”, Anales de Medicina y
Cirugía, Discurso Reglamentario, Real Academia de Medicina de Barcelona, 1947, pág. 147. Disponible
en página web: http://ramc.cat/wp-content/uploads/2017/02/Josep-M-Mascaro-i-Porcar.pdf (última
consulta el 15/04/19)
6
“Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este
hijo” (Gen. 35:17 Reina Valera 1960)
7
“Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de
grana, diciendo: Este salió primero” (Gen. 38:27 Reina Valera 1960)
8
“Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y
les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija,
entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que
preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis
hecho, que habéis preservado la vida de los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las
mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes de que la partera venga a
ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por
haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias” (Ex. 1:15-21 Reina Valera 1960)
7
2.1.Origen y desarrollo de la Obstetricia
9
El término obstetrix está compuesto por el prefijo ob- (“en frente”), la raíz del verbo sto, stare
(“estar/permanecer de pie”), y el sufijo -trix, que implica un agente femenino.
10
SEDANO, M., “Reseña Histórica e Hitos de la Obstetricia”…, op. cit., pág. 868. Disponible en web:
http://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-resena-historica-e-hitos-
obstetricia-S0716864014706327 (última consulta el 10/03/18)
11
MANRIQUE, J., FERNÁNDEZ, ANA.I., ECHEVARRÍA, P., FIGUEROL, M.I., TEIXIDÓ, J.,
BARRANCO, M.P., “Historia de la profesión de matrona”…, op. cit., pág. 26. Disponible en página web:
https://www.agoradenfermeria.eu/magazine/articles/037_coill_es.pdf (última consulta el 15/04/19)
12
Parto prematuro: Dicho de un niño que nace antes del término de la gestación. Real Academia
Española. Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en
página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 10/03/18)
13
SEDANO, M., “Reseña Histórica e Hitos de la Obstetricia”…, op. cit., pág. 868. Disponible en web:
http://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-resena-historica-e-hitos-
obstetricia-S0716864014706327 (última consulta el 15/04/19)
Prolapso: caída, descenso o salida de un órgano o de una estructura anatómica. Real Academia Española.
Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 17/03/18)
14
MANRIQUE, J., FERNÁNDEZ, ANA.I., ECHEVARRÍA, P., FIGUEROL, M.I., TEIXIDÓ, J.,
BARRANCO, M.P., “Historia de la profesión de matrona”…, op. cit., pág. 26. Disponible en página web:
https://www.agoradenfermeria.eu/magazine/articles/037_coill_es.pdf ((última consulta el 17/03/18)
8
anatomía femenina y su funcionalidad, los nacimientos y directrices para asistirlos, las
enfermedades más habituales en la mujer, etc. Aunque hubo médicos varones que se
interesaran por esta materia, el momento del parto seguía asistido únicamente por
mujeres. Las comadronas gozaban de prestigio social, y eran seleccionadas según su
maestría y habilidad técnica15. La indudable destreza de algunas supuso el avance en esta
materia, siendo las primeras en practicar cesáreas y mutilaciones fetales16.
A principios de la Edad Media, las artes y las ciencias cayeron en regresión y los
avances de la medicina griega se convirtieron en un leve recuerdo. Tras la caída del
Imperio Romano, la entrada del cristianismo produjo el abandono de la ciencia empírica,
que fue sustituida por el raciocinio teológico17. La figura de las comadronas se
desprestigió y el oficio descendió drásticamente. A pesar de ello, las mujeres siguieron
ostentando el monopolio de la Obstetricia. Matronas pertenecientes a un estatus social
muy humilde, cuyos servicios, apenas remunerados, eran tachados de brujería18. Las
comadronas ya no eran seleccionadas según su instrucción y destreza, sino según sus
cualidades morales19. Por lo general, las técnicas de asistencia, pésimas en cuanto a
15
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica como violencia de género. Tesis doctoral.
Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, 2018, pág. 72. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 26/03/19)
16
MASCARÓ, M.J., “La asistencia al parto y al embarazo…, op. cit., pág. 27. Disponible en página web:
http://ramc.cat/wp-content/uploads/2017/02/Josep-M-Mascaro-i-Porcar.pdf ((última consulta el
17/03/18)
17
HERNÁNDEZ GARRE, J., Historia de las Matronas. Evolución de la ciencia y el arte de la partería,
Ed.DM, Murcia 2012, pág. 19. Disponible en página web:
https://www.researchgate.net/profile/Jose_Manuel_Garre/publication/318585148_Historia_de_las_matro
nas_Evolucion_de_la_ciencia_y_el_arte_de_la_parteria/links/5aa2db56aca272d448b5a59e/Historia-de-
las-matronas-Evolucion-de-la-ciencia-y-el-arte-de-la-parteria.pdf (última consulta el 17/03/18)
18
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 79. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 17/03/18)
19
MARGARITA GARCÍA, Eva. Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 76. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 15/04/19)
9
higiene, estaban influidas por factores místicos y religiosos20. Así, el alumbramiento se
concebía como consecuencia del pecado original21. Las mujeres embarazadas carecían
de asistencia especializada. Pues por un lado, los médicos, autorizados y preparados para
atender los partos, se negaban a asistirlos por considerarlos indignos de su nivel
profesional22. Por otro lado, los prejuicios morales, hacían que las propias madres no
gustasen de ser atendidas por varones, prefiriendo la asistencia de otras mujeres, aún
cuando careciesen de conocimientos mínimos sobre Obstetricia. El hecho de que no
pudiesen ser atendidas por médicos, retrasó, indudablemente, la debida atención que
requerían y supuso la involución de esta disciplina.
A partir del siglo XVI, las artes y las ciencias renacen, dejando atrás la oscura
época medieval. Médicos y cirujanos comienzan a interesarse de nuevo por las
enfermedades de la mujer. De esta manera, empezaron asistiendo los partos de la nobleza,
más tarde, pasaron a ocuparse de los partos de la burguesía, y por último, de los partos
del resto de la población. Se entiende que el verdadero progreso comienza cuando
Ambroise PARÉ (1510-1590), notorio cirujano francés interesado por la Obstetricia,
reinstauró la “versión podálica”, operación ya empleada por los griegos, que consistía en
traer al niño por los pies cuando se encontraba en posición anormal dentro del útero
materno23. En el año 1513, el médico germano Eucharius RÖSSLIN DER ÄLTEREL,
publicó Der Rosengarten (“El jardín rosa”), que se convirtió en el tratado estándar de la
Obstetricia24. En cuanto a las matronas, los avances científicos, solo al alcance de los
varones, y la intervención activa de los mismos en los partos, produjo el desplazamiento
20
MASCARÓ, M.J., “La asistencia al parto y al embarazo…, op. cit., pág. 148. Disponible en página
web: http://ramc.cat/wp-content/uploads/2017/02/Josep-M-Mascaro-i-Porcar.pdf (última consulta el
16/04/19)
21
(Gen. 3:16 Reina Valero 1960)
22
MASCARÓ, M.J., “La asistencia al parto y al embarazo…, op. cit., pág. 148. Disponible en página
web: http://ramc.cat/wp-content/uploads/2017/02/Josep-M-Mascaro-i-Porcar.pdf (última consulta el
15/04/19)
23
MARÍAS, J., ALVAR, M., Nueva Enciclopedia Universal, Universidad de Alcalá, Ed. Durván, S.A.,
Tomo 20, Vizcaya, 1978, pág. 7831.
24
USUNÁRIZ, J.M, “Modelos de vida y cultura en la Navarra de la modernidad temprana”, Universidad
de Navarra, Ed: Ignacio Arellano, 2016, págs. 329-330. Disponible en página web:
http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/39977/1/Batihoja21_h_Usunariz_3.pdf (última consulta el
15/04/19)
10
de su oficio25. La sabiduría popular adquirida a lo largo de los años, es subordinada a los
nuevos conocimientos médicos, considerándose inadecuados e inapropiados ciertos
remedios, protocolos o actuaciones, que se habían realizado hasta entonces26. Los partos
pasaron de las comadronas a los médicos obstetras, y a finales del siglo XVI, apenas se
les permitía a las mujeres practicar la Obstetricia.
Entre los escasos tratados escritos por matronas, destaca el de la partera real
Louise BOURGEOIS, publicado en 1609 y denominado: Diverses sur la sterilité, perté
de fruict, foecondité, accouchements, et maladies des femmes, & enfants nouveaux naiz
(“Observaciones diversas sobre la esterilidad, el aborto, la fertilidad, el parto, y
enfermedades de la mujer y los recién nacidos”). BORGEOUS combinó experiencia e
innovación, y reivindicó el papel de la mujer en la Obstetricia27. Difundido por todo
Europa, se convirtió en el tratado de referencia de matronas y obstetras28.
En Europa, a finales del siglo XVIII, las mujeres que integraban las familias más
pudientes, tenían la oportunidad de dar a luz en los hospitales, pues en ellos, se habían
empezado a incorporar departamentos especializados en Ginecología y Obstetricia. Sin
embargo, el desconocimiento de medidas de higiene básicas y la carencia de instalaciones
adecuadas, e instrumentos esterilizados con los que tratar a las parturientas, produjo un
alarmante incremento de la mortalidad materna. Como consecuencia, Joseph BOLIVAR
25
GARCÍA GALÁN, S., MEDINA QUINTANA, S., SUÁRAEZ SUÁRAEZ, C., Nacimientos bajo
control. El parto en las edades Moderna y Contemporánea, Ed. Trea, S.L., España 2014, pág. 13.
Disponible en página web:
https://www.trea.es/system/books/enlace2s/000/003/986/original/PrefNacimientos.pdf?1429546668
(última consulta el 17/03/18)
26
HERNÁNDEZ GARRE, J., Historia de las Matronas…, op. cit., pág. 51. Disponible en página web:
https://www.researchgate.net/profile/Jose_Manuel_Garre/publication/318585148_Historia_de_las_matro
nas_Evolucion_de_la_ciencia_y_el_arte_de_la_parteria/links/5aa2db56aca272d448b5a59e/Historia-de-
las-matronas-Evolucion-de-la-ciencia-y-el-arte-de-la-parteria.pdf (última consulta el 17/03/18)
27
MARGARITA GARCÍA, Eva. Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 80. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 17/03/18)
28
FERRER, S., “La partera real, Louise Bourgeois (1563-1636)”, Blog: Mujeres en la historia, 10 de julio
de 2016, Página web: https://tribunafeminista.elplural.com/2016/07/la-partera-real-louise-bourgeois-
1563-1636/ (última consulta el 17/03/18)
11
DELEE, padre de la Obstetricia moderna, introduce el denominado “parto activo”. A raíz
de esta nueva concepción, el parto se entiende, no tanto como un proceso fisiológico que
pueda suscitar complicaciones, sino como una patología en sí mismo29. Esta
consideración supuso que determinadas actuaciones preventivas, se convirtieran en el
protocolo general a seguir en toda clase de partos, actuaciones que hasta entonces, se
llevaban a cabo solo en los casos que entrañaban riesgo para la madre o para el bebé (uso
de fórceps30, realización de episiotomías31, etc.). A pesar de ello, el parto seguía siendo
la primera causa de muerte para la mujer. En consecuencia, la salvación de la madre se
convirtió en el objetivo prioritario de los médicos obstetras32.
De manera progresiva, los partos estaban pasando del hogar a los hospitales. La
realidad obstétrica trascendió de la intimidad familiar a las instituciones públicas,
suscitando un interés estatal por la regulación de la materia. En España, el Real Colegio
de Cirugía de San Carlos, inauguró, el 19 de abril de 1790, el primer curso para matronas.
Desde entonces, toda la formación se impartía a través de las universidades. El primer
título universitario al que tuvieron acceso las mujeres fue este. Así, María Isidra
QUINTANA DE GUZMÁN obtuvo la primera titulación de matrona. Sin embargo, como
se ha recogido en párrafos anteriores, desde el siglo XVI, la atención al parto había sido
acaparada exclusivamente por los médicos y cirujanos varones. Las mujeres, a pesar de
acceder a titulaciones universitarias, seguían desempeñando su cargo en segundo plano
con respecto a los médicos. La definitiva institucionalización del parto alcanzó su culmen
a partir del año 1970, cuando incluso los partos normales se convirtieron en partos
29
WALZER LEAVITT, J., “Joseph B. DeLee and the Practice of Prevention Obstetrics”, American
Journal of Public Health Then and Now, Vol.78, Núm.10, 1968, pág. 1354. Disponible en página web:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1349440/pdf/amjph00249-0095.pdf (última consulta el
17/03/18)
30
Instrumento en forma de tenaza, que se usa para extraer a la criatura en los partos difíciles. Real
Academia Española. Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014.
Disponible en página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 17/03/18)
31
Incisión quirúrgica en la vulva, que se practica en ciertos partos para facilitar la salida del feto. Real
Academia Española. Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014.
Disponible en página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 17/03/18)
32
CABRERO, L., SALDÍVAR, D., CABRILLO, E., Obstetricia y Medicina Materno-Filial, Ed. Médica
Panamericana, S.A., Madrid 2007, pág. XXVII. Disponible en página web:
https://books.google.es/books?id=AGh8rK1MmOsC&printsec=frontcover&dq=obstetricia+y+medicina+
materno+filial+libro&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjhjpyTpZjhAhX16OAKHairDfkQ6AEIKTAA#v=on
epage&q&f=false (última consulta el 17/03/18)
12
medicalizados. Los médicos olvidaron la dimensión emocional y psicológica que sí
compartían las matronas, y se centraron únicamente en los factores fisiológicos33. Las
parturientas se convirtieron en sujetos pasivos de un proceso que ya no les pertenecía. Se
empezaron a implantar prácticas regulares como la inducción del parto mediante
oxitocina34, la rotura sistemática de la bolsa de aguas, o el parto en posición decúbito
supino, también llamada posición de litotomía35. Se modificó modificando
completamente la naturaleza del parto, haciéndolos incluso más dolorosos. Tal y como
expone José Manuel HERNÁNDEZ GARRE en su libro Historia de las Matronas:
“Prácticas en sí mismas neutras, si se aplican cuando son oportunas, pero que pueden
adquirir una cualidad negativa y violenta si se aplican de forma protocolaria y sistemática
a la totalidad de las mujeres”36.
33
HERNÁNDEZ GARRE, J., Historia de las Matronas…, op. cit., pág. 107. Disponible en página web:
https://www.researchgate.net/profile/Jose_Manuel_Garre/publication/318585148_Historia_de_las_matro
nas_Evolucion_de_la_ciencia_y_el_arte_de_la_parteria/links/5aa2db56aca272d448b5a59e/Historia-de-
las-matronas-Evolucion-de-la-ciencia-y-el-arte-de-la-parteria.pdf (última consulta el 11/04/19)
34
Hormona producida por la hipófisis, que estimula la contracción uterina. Real Academia Española.
Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 17/03/18)
35
Cuando el cuerpo descansa sobre la espalda. Real Academia Española. Diccionario de la lengua
española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 17/03/18)
36
“… dar a luz ya no fue algo que hacían las mujeres, sino algo que los médicos les hacían a las
mujeres”. HERNÁNDEZ GARRE, J., Historia de las Matronas…, op. cit., págs. 107-108. Disponible en
página web:
https://www.researchgate.net/profile/Jose_Manuel_Garre/publication/318585148_Historia_de_las_matro
nas_Evolucion_de_la_ciencia_y_el_arte_de_la_parteria/links/5aa2db56aca272d448b5a59e/Historia-de-
las-matronas-Evolucion-de-la-ciencia-y-el-arte-de-la-parteria.pdf (última consulta el 17/03/18)
37
Informe presentado por el Grupo Técnico de Trabajo del Departamento de Investigación y salud
Reproductiva, “Cuidados en el parto normal: Una guía práctica”, Organización Mundial de la Salud,
Ginebra 1996, pág. 6. Disponible en página web:
https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/recursos/documents/oms_cuidados_parto_normal_guia
_practica_1996.pdf (última consulta el 24/03/18)
13
II. Negligencias médicas: Aspectos generales
3.1.Perspectiva legal
14
que el daño aparece definido en toda su extensión, y son conocidas todas las
consecuencias y secuelas38.
Y en tercer lugar, la última vía legal para reclamar una mala praxis sanitaria sería
la vía penal. Este procedimiento, a diferencia del civil y del administrativo, no busca
resarcir el daño causado, sino castigar al facultativo médico que actúo negligentemente.
Es por esto, que esta vía solo se permite en aquellos casos en los que la negligencia es
claramente acreditada. Por otro lado, además de ser una vía desaconsejable, las
situaciones que abarca esta responsabilidad son muy limitadas, así, podemos encontrar,
por ejemplo, el delito de homicidio o el delito de lesiones por imprudencia profesional.
Se cita como imprudencia, porque parece difícil entender cómo un médico facultativo
puede atentar dolosamente contra la salud del paciente, si bien es cierto, que no hay delito
sin dolo o imprudencia, valdrían por tanto, cualquiera de los dos. Un ejemplo de delito
doloso, sería el delito de omisión del deber de socorro por el que el médico niega
asistencia médica al paciente. Como consecuencia de la dureza de esta vía, a menudo el
personal sanitario práctica la conocida “medicina defensiva”, que supone el desarrollo,
en exceso, de protocolos médicos para protegerse de este tipo de reclamaciones39.
38
Sentencia del TS, de 24 de abril de 2012 (Sala tercera de lo Contencioso-Administrativo), Recurso de
Casación núm. 1896/2011. Disponible en página web: https://app.vlex.com/#vid/377815522 (última
consulta el 24/03/18)
39
GALÁN CÁCERES, J., C., “El nuevo escenario legal y jurisprudencial en la imprudencia sanitaria”,
Ponencia del Fiscal Jefe de la Fiscalía Provincial de Badajoz, 2015, pág. 5. Disponible en página web:
https://www.fiscal.es/fiscal/PA_WebApp_SGNTJ_NFIS/descarga/Ponencia%20Galán%20Cáceres,%20J
uan%20Calixto.pdf?idFile=abf6430b-5bbf-4e00-8053-5abe8014d0b9 (última consulta el 24/03/18)
15
3.2.Responsabilidad patrimonial de la Administración
16
se hace referencia a que todo daño, incluso los daños morales, deben ser evaluables
conforme a baremos y criterios de referencia. En tercer lugar, el daño debe ser
individualizable, recayendo sobre ciertas personas (ya sea a título individual o a título
colectivo). Y en cuarto y último lugar, el daño debe ser antijurídico, es decir, que se trate
de un daño que el particular no tiene el deber de soportar. Se considerará jurídico el daño
que sufran los particulares como consecuencia de las obligaciones impuestas por la ley,
o aquellos que, tras un proceso de discrecionalidad administrativa, son impuestos
conforme a los principios de razonabilidad, proporcionalidad y confianza legítima. Sin
embargo, la concurrencia de estos requisitos no es suficiente, pues la actuación debe ser
imputable a la Administración en cuestión. Por eso, es necesario que exista una relación
de causalidad entre el daño o lesión sufridos por el particular, y la actuación
administrativa. Ante esta relación de causalidad, la doctrina desarrolla distintas teorías.
La primera de ellas es la teoría de la causalidad exclusiva, por la que la Administración
solo responderá cuando el nexo causal sea directo. La segunda es la teoría de la
equivalencia de las condiciones, mediante la cual, todas las causas del daño tienen la
misma importancia. Y la tercera y última, es la teoría de la causalidad adecuada, un
intermedio de las dos anteriores, mediante la cual, será necesario determinar la causa más
idónea para producir el daño atendiendo a la experiencia.
17
3.3. Teoría de la Pérdida de Oportunidad
40
Sentencia del TS, de 24 de noviembre de 2009 (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 4ª),
Recurso de Casación núm. 1593/2008.
41
Instrumento con forma de tenaza, que se usa para extraer a la criatura en los partos difíciles. Real
Academia Española. Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014.
Disponible en página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 24/03/18)
42
Cuando el ritmo cardíaco es más lento del normal. Real Academia Española. Diccionario de la lengua
española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 24/03/18)
43
Cuando con la expulsión de la cabeza los hombros no se introducen en el canal del parto (JJ.Santonja
Lucas, 2006).
44
El cordón umbilical se enrolla alrededor del cuello fetal una o más vueltas. RAMOS-RINCÓN, A.,
CRUZ-UTRILLA, A., Manejo de las circulares de cordón en el expulsivo, Ed: Mayo, S.A., 2015, pág.
103. Disponible en página web: https://www.federacion-matronas.org/wp-
content/uploads/2018/01/revbiblio-circulares-de-cordon.pdf (última consulta el 24/03/18)
18
posteriores. El Tribunal Supremo consideró el presente caso como un pérdida de
oportunidad debido a que, la no presencia de un ginecólogo durante el parto, impidió una
valoración completa de la mujer, así como la decisión de realizar o no una cesárea, en un
parto calificado de alto riesgo. Como vemos, a diferencia de la lex artis, en la que el daño
corresponde al hecho negligente, la pérdida de oportunidad supone la incertidumbre de
que las circunstancias hubiesen sido resueltas de otra manera, evitándose el mal estado
actual del paciente.
A menudo, se recurre a esta teoría en aquellos casos en los que los médicos niegan
información a la mujer gestante, en relación a posibles malformaciones o enfermedades
graves del feto, con la finalidad de que estas no tenga la capacidad de interrumpir
voluntariamente el embarazo. Independientemente de su fundamento moral, en España
se permite la interrupción voluntaria del embarazo siempre y cuando se respeten los
requisitos que delimita el marco legal. No otorgar esta información a la madre, atenta
gravemente contra su derecho a decidir sobre su salud sexual y reproductiva, así como su
derecho a recibir la información necesaria y adecuada. Divinia CADENAS OSUNA,
doctora en Derecho, estudia el tratamiento jurisprudencial sobre el daño resarcible en
aquellos casos denominados “wrongful birth” (“nacimiento erróneo o nacimiento
injusto”)45. Se trata de reclamaciones ejercidas por los padres contra los profesionales
sanitarios por el nacimiento de un hijo con malformaciones detectables, que de haberlas
sabido, se hubiese decidido si seguir o no con el embarazo. Aplicar la Teoría de la Pérdida
de Oportunidad en estos casos, supone partir de la hipótesis de que la gestante hubiese
sido informada de manera oportuna sobre las malformaciones del feto, y replantear otra
segunda hipótesis sobre cuál hubiese sido la decisión de esta, para demostrar que,
efectivamente, de haber otorgado la información exigida, se hubiese evitado el daño
producido46. En estos casos, aplicar esta teoría supone realizar dos juicio hipotético, uno
dentro del otro47. Ante la inexistencia de certidumbre causal, se aplica esta doctrina como
45
CADENAS OSUNA, D., “El daño indemnizable en los supuestos de “wrongful birth”. Análisis crítico
de la doctrina jurisprudencia”, Revista de Derecho Patrimonial, núm. 48/2019.
46
CADENAS OSUNA, D., “El daño indemnizable…, op. cit., apartado 23.
47
MEDINA ALCOZ, L., “La doctrina de la pérdida de oportunidad en los dictámenes del Consejo
Consultivo de Castilla-La Mancha. Reflexiones críticas”, Revista Jurídica de Castilla-La Mancha , 2009,
pág.114.
19
criterio de imputación del daño moral por vulnerar el derecho de autonomía de la madre
gestante. Un ejemplo de esto sería la SJCA número 1 de Santander, de 14 de noviembre
de 201248, que tras practicar una amniocentesis49 en la semana veinticinco de gestación,
se muestra la aparición de un trastorno de diferenciación sexual, también llamado
Síndrome de Morris, dicho en otras palabras, una discrepancia entre el sexo físico y el
genético del bebé. Sin embargo, este trastorno ya se había apreciado por el médico en la
semana veinte de gestación, quien sin embargo, no informó de nada a los padres. La
madre solicitó un aborto eugenésico, que fue denegado por los médicos debido al
avanzado estado de gestación. El juez consideró que el médico que práctico la ecografía
en la semana veinte actúo de manera negligente negando a los padres la información
necesaria para decidir sobre su embarazo. Haciendo que perdiesen la oportunidad de optar
por la interrupción voluntaria del mismo.
48
Sentencia del Juzgado de los Contenciosos-Administrativo núm. 1 de Santander, de 14 de noviembre,
núm. 244/2014.
49
La amniocentesis es un procedimiento que consiste en extraer una muestra del líquido amniótico del
útero, con la finalidad de diagnosticar posibles anomalías del feto. Real Academia Española. Diccionario
de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 14/04/18)
20
la dignidad y la salud de las mujeres de manera habitual y consensuada, este término
resultaría insuficiente en tanto que, a menudo, se desprenden de los propios protocolos y
de lo correctamente esperado.
La Violencia Obstétrica es aquella que ejercen los médicos sobre el cuerpo y los
procesos reproductivos de las mujeres50. Se trata de la práctica sistemática, en el ámbito
de la Obstetricia, de determinadas actuaciones o protocolos, que sin ser específicamente
necesarios, o debidamente justificados, lesionan el cuerpo de la mujer, así como el del
bebé, ocasionando secuelas físicas y/o psicológicas, pasajeras o permanentes. Estas
prácticas se expresan en un trato cruel, grotesco y deshumanizado, en un abuso de
medicalización, en la patologización de procesos que son naturales, en la falta de
información y consentimiento, libre e informado, así como en una consecuente pérdida
de autonomía y capacidad para decidir libremente sobre sus cuerpos y su salud51.
Este término aparece por primera vez en el año 1827, a raíz un artículo publicado
por la revista médica británica The Lancet52. El artículo se titulaba “Theory and Practice
of Midwifery” (“Teoría y Práctica de la Obstetricia”), y venía a criticar la crueldad con la
que los médicos británicos asistían a las embarazadas durante el parto53.
50
BELLI, L., “La violencia obstétrica: otra forma de violación a los derechos humanos”, Revista
Redbioética/UNESCO, 1(7):25-34, 2013, pág. 28. Disponible en página web:
http://www.partoacuatico.org/wp-content/uploads/2016/02/la-violencia-obstétrica-otra-forma-de-
violación-a-los-derechos-humanos.Belli_.UNESCO2013.pdf (última consulta el 14/04/18)
51
Ley 26.485, de 24 de abril de 2009, de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, Argentina,
artículo 6, apartado e). Disponible en página web:
https://www.oas.org/dil/esp/Ley_de_Proteccion_Integral_de_Mujeres_Argentina.pdf (última consulta el
14/04/18)
52
BLUNDELL, J., “Lectures on the Theory and Practice of Midwifery”, Lecture XI, The Lacet, London,
1827, pág.451.
53
“Floodings, tremendous lacerations, inversions of the uterus, like those which now stand on the
table before you, such are the effects of obstetric violence, ferocious and atrocious obstetric violence”.
21
practicar tactos vaginales injustificados y excesivos por profesionales médicos diferentes,
realizar cesáreas aún existiendo condiciones para el parto normal, alterar el proceso
natural de los partos de bajo riesgo empleando técnicas de aceleración, sin informar a la
mujer ni obtener su consentimiento, obligar a adoptar determinadas posturas sin margen
de decisión, etc.54. Con la segunda se hace referencia a: emplear vocabulario irónico,
burlón o grotesco, regañar, humillar, culpabilizar, engañar, privar de información, usar
el cuerpo de la madre y del bebé como un recurso didáctico sin consentimiento previo,
obstaculizar el apego precoz entre madre e hijo sin justificación médica, mostrar
indiferencia ante sus reclamos, privar a su pareja de acompañarla cuando no hay
complicaciones, etc.55.
54
FERNÁNDEZ GUILLÉN, F., “¿Qué es la violencia obstétrica? Algunos aspectos sociales, éticos y
jurídicos”, Revista Dilemata, núm. 18, España 2015, pág. 114.
55
VILLANUEVA-EGAN, L.A., “El maltrato en las salas de parto: reflexiones de un gineco-obstetra”,
Revista CONAMED, Vol.15, Núm. 3, 2010, pág. 148.
56
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 43. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 14/04/18)
57
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 43. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 14/04/18)
58
CASAL-MOROS, N., ALEMANY-ANCHEL, M.J, “Violencia simbólica en la atención al parto. Un
acercamiento desde la perspectiva de Bourdieu”, Artículo de la Unidad Docente de Matronas de la
Escuela de Enfermería La Fe, Valencia, 2014, pág. 61. Disponible en página web:
http://scielo.isciii.es/pdf/index/v23n1-2/teorizaciones1.pdf (última consulta el 14/04/18)
22
generaciones, sin que los más jóvenes cuestionen su validez59. Aquello que nos inculcan
queda tan grabado en nuestro subconsciente que lo consideramos como lo adecuado o
natural, y no nos planteamos que pueda ser de otra manera. BORDIEU, considera que
muchas de las situaciones que se dan en este campo de la medicina, se consideran, a
menudo, una forma de violencia simbólica60. Con esto quiere decir que se trata de una
violencia que se ejerce mediante símbolos, como gestos, posturas, o miradas, sin que
requiera, específicamente, del uso de la fuerza física, y en la que el agente dominado no
suele ser consciente de su sumisión.
59
COBO GUTIÉRREZ, C., “La Violencia Obstétrica”, Trabajo de fin de grado, Universidad de
Cantabria, 2016, pág.18. Disponible en página web:
https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/8917/Cobo%20Gutierrez%20C..pdf?sequence
=4 (última consulta el 14/04/18)
60
CASAL-MOROS, N., ALEMANY-ANCHEL, M.J, “Violencia simbólica en la atención al parto…, op.
cit., pág. 61. Disponible en página web: http://scielo.isciii.es/pdf/index/v23n1-2/teorizaciones1.pdf
(última consulta 21/04/18)
61
FERNÁNDEZ GUILLÉN, F., “¿Qué es la violencia obstétrica?..., op. cit., pág. 117.
23
del ser humano62. La violencia obstétrica puede enfocarse desde dos perspectivas: bien
como una forma de violencia contra las mujeres, bien como una forma de violencia contra
los pacientes.
62
“Declaración Universal de los Derechos Humanos”, Asamblea General de las Naciones Unidas, París,
1948, Preámbulo.
63
COBO GUTIÉRREZ, C., “La Violencia Obstétrica…, op. cit., pág. 25. Disponible en página web:
https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/8917/Cobo%20Gutierrez%20C..pdf?sequence
=4 (última consulta 21/04/18)
64
“Declaración y Programa de Acción de Viena”, Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Asamblea
General de las Naciones Unidas, Viena 1993, pág. 5.
65
“Declaración y Plataforma de Acción de Beijing”, ONU, Nueva York, 1995, pág. 62. Disponible en
página web: https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/Publicaciones/2015/9853.pdf (última consulta
21/04/18)
24
del mismo artículo66. La primera vez que se habló del concepto de salud sexual y
reproductiva fue en el año 1994, en la Conferencia Internacional sobre Población y
Desarrollo de las Naciones Unidas, entendiéndolo como el máximo bienestar, en relación
a los procesos y funciones del sistema reproductivo67. Posteriormente, las Naciones
Unidas, tras la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, aprueban la Declaración y la
Plataforma de Acción, afirmando que dentro de los derechos humanos, se encuentra el
derecho implícito de las mujeres para decidir libremente sobre su sexualidad y procesos
reproductivos68.
Del derecho a la vida y a la dignidad humana, y por ende, del derecho a la salud
sexual y reproductiva, se despliegan otra serie de derechos humanos vulnerados por la
práctica obstétrica actual. Estos derechos son los siguientes.
Este derecho se desprende del artículo 5 de la DUDH, y del artículo 3 del CEDH.
El concepto de integridad personal gira en torno a la protección de las tres dimensiones
fundamentales de la persona: la física, la psíquica y la moral. El reconocimiento de este
derecho, supone que ningún ser humano debe ser sometido a tratos crueles, inhumanos o
degradantes, o a cualquier tipo de tortura. Con esto se pretende abarcar cualquier conducta
que lesione, dañe o agreda el cuerpo de la persona, ya sea destruyéndole o causándole
dolor, físico o psicológico69.
66
“Declaración Universal de los Derechos Humanos”…, op. cit., art. 25.2.
67
“Informe de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo”, Asamblea General de las
Naciones Unidas, A/CONF.171/13/Rev.1, Nueva York, 1995. Disponible en página web:
https://www.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/icpd_spa.pdf (ultima consulta 21/04/18)
68
“Declaración y Plataforma de Acción de Beijing”…, op. cit., pág. 64. Disponible en página web:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/Publicaciones/2015/9853.pdf (ultima consulta 21/04/18)
69
AFANADOR, M.I., “El Derecho a la Integridad Personal- Elementos para su análisis”, Red de Revistas
Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, Núm. 0124-0781, Reflexión Política, vol.
8, Colombia 2012. Disponible en página web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11000806 (ultima
consulta 21/04/18)
25
Un ejemplo de esto fue el caso de Nancy NARVÁEZ SOTELO70. El día 4 de abril
de 2011, Nancy, junto a su compañera de habitación, acudió a dar a luz al Hospital Clínico
de Barcelona. Asistida por cuatro estudiantes y una tutora, la extrajeron el bebé
empleando un fórceps “docente”71. En las Diligencias Previas, su compañera testifica que
tras tres intentos de extraer al bebé, la tutora gritó a los estudiantes: “¡así no! Que le
podéis romper la cabeza”. Efectivamente, el bebé nació con fractura craneal, hemorragia
intracraneal72, infarto crónico-subcortical73, y convulsiones74. Nancy sufrió ataques de
ansiedad. La gravedad de la situación supuso el traslado del bebé al Hospital San Juan de
Dios, donde se confirmo que, además de todo lo anterior, la pequeña también sufría
hematoma epidural neonatal75, hipotonía con escaso sostén cefálico, e infarto
isquémico76. Operada ese mismo día, la recién nacida resultó afectada por una
discapacidad motora en toda la zona derecha de su cuerpo. Creo que este es uno de los
ejemplos más claros para mostrar las consecuencias físicas y psicológicas que resultan de
vulnerar la integridad personal, como consecuencia de la falta de diligencia y mala praxis
médica en el ámbito de la Obstetricia. Y aunque en este caso pondere, inevitablemente,
70
Escrito formulando denuncia contra el Hospital clínico de Barcelona. Denunciante: Nancy Narváez
Sotelo. Procurador: María del Carmen Martínez. Letrado: Antonio Canales Santander. Barcelona, 7 de
Octubre de 2011. Disponible en página web:
https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/blog/20131030CasoNancy/nancy_narvaez_denu
ncia.pdf (última consulta 21/04/18)
71
Se utiliza la expresión “fórceps docente” para referirse a aquellos que se utilizan con la finalidad de
enseñar la técnica a los estudiantes.
72
Cuando la sangre fluye como consecuencia de la rotura de los vasos sanguíneos. Real Academia
Española. Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en
página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 05/05/18)
73
Infarto consecuente a la oclusión de las arteriolas cerebrales. GÓMEZ MARIÑO, R., UMAÑA
CABRERA, F.J., Enfermedad Cerebrovascular, Guía Neurológica, Capítulo 9, pág. 163. Disponible en la
página web: https://www.acnweb.org/guia/g8cap9.pdf (última consulta el 05/05/18)
74
Contracción involuntaria de los músculos del cuerpo. Real Academia Española. Diccionario de la
lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 05/05/18)
75
Hemorragia entre la cara interna del cráneo y la duramadre. IANNUZELLI BARROSO, C., SIRBU, I.,
COBOS COBOS, J., M., Hematoma Subdural y Epidural, Manual de Urgencias Neurológicas, Capítulo
27, pág. 303. Disponible en la página web: https://docplayer.es/71240260-Hematoma-epidural-o-
extradural-hea.html (última consulta el 07/05/18)
76
Infarto que resulta de la disminución transitoria o permanente del riego sanguíneo. Real Academia
Española. Diccionario de la lengua española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en
página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta 21/04/18)
26
la lesión a la integridad física de la persona, no por ello debe subordinarse el daño
psicológico.
77
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 435. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta 21/04/18)
78
Forzar los partos, para adelantarlos y así evitar el trabajo nocturno.
79
FERNÁNDEZ GUILLÉN, F., “¿Qué es la violencia obstétrica?..., op. cit., págs. 118-119.
80
BELLI, L., “La violencia obstétrica…, op. cit., pág. 31. Disponible en página web:
http://www.partoacuatico.org/wp-content/uploads/2016/02/la-violencia-obstétrica-otra-forma-de-
violación-a-los-derechos-humanos.Belli_.UNESCO2013.pdf (última consulta 21/04/18)
81
Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del
embarazo, B.O.E, núm. 55, de 4 de marzo de 2010, pág. 4.
27
privada e incluso familiar, que nunca puede ser objeto de injerencia por parte de personas
ajenas a la misma, mucho menos por parte de un organismo público. Pero respetar la vida
privada reconociendo la capacidad de autonomía del ser humano en torno a su sexualidad,
no es suficiente para hacer valer este derecho. Sino que su dimensión es más amplia, y
debe concebirse en toda su extensión. Tal y como reitera en numerosas ocasiones el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el concepto de vida privada también se extiende
a la integridad de la persona, en tanto, que “el cuerpo debe concebirse como el aspecto
más íntimo de la vida privada”82.
82
“Case of Konovalova v. Russia”, European Court of Human Rights, Application n. 37873/04,
Strasbourg, 2014.
83
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 158. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta 21/04/18)
28
GARCÍA84. En él, una madre explica que, aún no habiendo elaborado un Plan de Parto,
quiso preguntar sobre el mismo, a lo que el ginecólogo le respondió: “eso son
modernidades de hoy en día, en el hospital hacen lo que yo digo”.
Por la especial gravedad que revisten los hechos, es necesario resaltar en este
apartado los casos de wrongful birth mencionados anteriormente. Negar información
deliberadamente a la madre, sobre posibles malformaciones del feto, con el fin de que
84
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., págs. 177-178. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta 21/04/18)
85
“Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos”, UNESCO, Octubre de 2005.
86
TAMÉS, R., BELTRÁN, A., ESCUDERO, M., GALLAND, A., GÓMEZ, V., LUNA, K., RAMOS,
R., SORIA, R., VERA, M., “Violencia Obstétrica. Un enfoque de derechos humanos”, Grupo de
Información en Reproducción Elegida, A.C., México D.F., 2015, pág. 24. Disponible en página web:
https://gire.org.mx/wp-content/uploads/2016/07/informeviolenciaobstetrica2015.pdf (última consulta
21/04/18)
29
corra el plazo y así, evitar que pueda interrumpir voluntariamente el embarazo, constituye
una práctica que impide a los progenitores ejercer su derecho a la autodeterminación87.
Se habla de progenitores, pues aunque el titular del derecho al aborto sea la madre
gestante, en determinadas ocasiones el deber de información se amplia a quienes le
afectan, esto es, también al padre88. Vemos como este tipo de actuaciones parten del no
respeto del derecho a la información en el ámbito sanitario, que deriva en la violación del
derecho intrínseco a decidir sobre su salud sexual y reproductiva, constituyendo una
injerencia arbitraria por parte del personal sanitario en su capacidad de autonomía,
completamente ajenos a su intimidad, privacidad personal y familiar.
87
CADENAS OSUNA, D., “El daño indemnizable…, op. cit., apartado 2.
88
CADENAS OSUNA, D., “El Consentimiento Informado y la Responsabilidad Médica”, Agencia
Estatal, B.O.E, Madrid 2018, pág. 11. Disponible en página web:
https://www.boe.es/publicaciones/biblioteca_juridica/abrir_pdf.php?id=PUB-PR-2018-83 (ultima
consulta 21/04/18)
89
Ley Orgánica, de 23 de abril de 2007, sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia,
República Bolivariana de Venezuela. Disponible en página web:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6604.pdf (última consulta el 27/04/18)
90
LODMVLV, apartado 13. Disponible en página web:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6604.pdf (última consulta el 27/04/18)
30
determinar qué actuaciones se consideran constitutivas de violencia obstétrica, así,
menciona por ejemplo: no atender sus emergencias, obstaculizar el apego precoz con el
niño, acelerar el proceso natural de parto mediante técnicas de aceleración sin
consentimiento, o sin mediar causa médica justificada, realizar una cesárea cuando
existen condiciones para el parto normal, etc.91. Además, el artículo 52 hace referencia a
una de las formas más crueles que constituyen la violencia obstétrica, esta es, la
esterilización forzosa. Entendiéndola como una privación de su capacidad reproductiva y
de su derecho a la información92.
El siguiente país que sintió la necesidad de regular esta materia fue la República
de Argentina, mediante la Ley Nacional nº 25.929, de 2004, de Parto Humanizado93. En
ella se exponen los derechos de los padres e hijos durante el proceso de nacimiento94.
Especial dedicación merece esta ley, y no precisamente por su extensión, sino por la
claridad y concisión que de la misma se desprende. Así, los conceptos en torno a los
derechos que cada sujeto interviniente ostenta durante el proceso de parto, quedan
objetivamente clasificados. Por un lado, en su artículo 2 concreta los derechos de la
madre; en su artículo 3, los derechos del recién nacido; y en su artículo 4 los derechos de
ambos progenitores, en tanto que extiende al padre la legitimidad de los mismos.
Y el tercer y último país, fue México, mediante la Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género, de 1 de febrero de 200795. La ley
divide sus capítulos según los diferentes ámbitos en los que esta violencia puede ser
ejercida, así, distingue la violencia en el ámbito familiar, en el laboral, en el docente…
En este contexto, la violencia obstétrica se encajaría, por un lado, como un tipo de
Violencia Institucional, en tanto que proviene de organismos públicos; y por otro lado,
91
LODMVLV, art. 51. Disponible en página web:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6604.pdf (última consulta el 27/04/18)
92
LODMVLV, artículo 52. Disponible en página web:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6604.pdf (última consulta el 27/04/18)
93
Ley Nacional nº 25.929, de 2004, de Parto Humanizado, República Argentina. Disponible en página
web: http://www.ossyr.org.ar/PDFs/2004_Ley25929_Parto_humanizado.pdf (última consulta el 27/04/18)
94
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género, de 1 de febrero de
2007, México. Disponible en página web:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV_130418.pdf (última consulta el 27/04/18)
31
como un tipo de violencia que ocurre en el ámbito de la Secretaría de Salud, es decir, en
los hospitales. Como se puede ver, las tres regulación está enfocadas desde una
perspectiva de violencia contra las mujeres, y no como una forma de violencia contra los
pacientes.
96
Decreto 101/1995, de 18 de abril, por el que se determinan los derechos de los padres y de los niños en
el ámbito sanitario durante el proceso del nacimiento, B.O.J.A, 17 de mayo de 1995. Disponible en página
web: https://www.juntadeandalucia.es/boja/1995/72/boletin.72.pdf (última consulta el 28/04/18)
97
Ley 5/2003, de 4 de abril, de Salud de las Illes Balears, B.O.E, 18 de mayo de 2003. Disponible en
página web: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2003-9336 (última consulta el 28/04/18)
32
secuelas psicológicas, o daños morales que devienen de muchas de las prácticas
habituales como las faltas de consentimiento e información, permanecen ocultas, sin
ningún medio de freno, ni capacidad para visibilizar la falta de derechos que se asume en
este campo de la medicina.
La razón jurídica por la que surge la contradicción entre los derechos del paciente
y las prácticas obstetras actuales es, a menudo, la omisión del consentimiento. Si bien,
esta no es la única razón, pues en muchas ocasiones la negligencia médica es fruto de la
falta de cuidado o de diligencia suficiente a la hora de realizar determinadas prácticas
sanitarias. Cuando la responsabilidad se fundamenta en la omisión del consentimiento,
supone la omisión de otra acción anterior, esta es, la falta de información suficiente y
comprensible, y la falta de aceptación del tratamiento por parte del paciente, siempre y
cuando, no se trate de uno de los casos para los que la ley no requiere autorización previa.
Es así que, aún careciendo la violencia obstétrica de trasfondo legal suficiente en nuestro
ordenamiento jurídico, las negligencias en este ámbito pueden respaldarse jurídicamente
conforme a la siguiente textos legislativos.
En primer lugar, y como no podría ser de otra forma, sería conforme al artículo
43 de la Constitución Española, por el que se reconoce el derecho de todos los españoles
a la protección de su salud, y compete a los poderes públicos a garantizarlo, a través de
la prestación de los servicios públicos adecuados98. En segundo lugar, conforme a la Ley
14/1986, del 25 de abril, General de Sanidad, en la que se reconoce el derecho
fundamental del paciente a recibir la información necesaria. Información que debe ser
otorgada en términos perfectamente comprensibles para él y sus familiares, ofreciéndoles
las alternativas posibles de tratamiento99. La siguiente manera, sería a través de la Ley
41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de
derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica100. Esta ley
98
Constitución Española, B.O.E., 29 de diciembre de 1978, artículo 43. Disponible en página web:
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1978-31229 (última consulta el 28/04/18)
99
Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, B.O.E., 29 de abril de 1986, artículo 10. Disponible
en página web: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1986-10499 (última consulta el 28/04/18)
100
Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y
obligaciones en materia de información y documentación clínica, B.O.E., 15 de noviembre de 2002,
Exposición de Motivos. Disponible en página web: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2002-
22188 (última consulta el 28/04/18)
33
por su parte, dedica especial importancia a la humanización que debe caracterizar los
servicios sanitarios, así como, el deber de respeto que los profesionales sanitarios deben
cumplir conforme al derecho de información, de consentimiento informado, y de
intimida. Respetando la capacidad de decisión de los pacientes, que debe ser garantizada
en todo momento por los médicos. Y en cuarto lugar, sería a través de la Ley 44/2003, de
21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Que aún tratándose de una
ley de naturaleza predominantemente organizativa, hace especial hincapié en que el
desarrollo profesional y la praxis sanitaria deben evolucionar, con el fin de maximizar la
calidad de nuestro sistema sanitario101.
101
Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias, B.O.E., 22 de
noviembre del 2003, Exposición de Motivos. Disponible en página web:
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2003-21340 (última consulta el 28/04/18)
34
3.4.1. Ley General de Sanidad
35
poner una epidural, asientan sin tener en cuenta las contraindicaciones que la misma
puede suponer sobre la salud del feto102.
102
FERNÁNDEZ GUILLÉN, F., “¿Qué es la violencia obstétrica?..., op. cit., pág. 123.
36
La legislación es perfectamente clara en cuanto a la exigencia de otorgar la
autorización o consentimiento, que ya siendo verbal o escrito, es elemento indispensable
para proceder a la realización de cualquier intervención médica. Consentimiento que tiene
que otorgarse de manera libre y voluntaria, esto es, nunca bajo amenazas o presión.
Incongruentemente, la realidad se antepone a la ley, y a pesar de la exigencia del
consentimiento, en el ámbito de la Obstetricia, las mujeres embarazadas se mantienen al
margen de este imperativo legal. En la mayor parte de los casos, no se pide su
consentimiento para la realización de tactos, ni para la inducción mediante oxitocina, ni
para la realización de episiotomías o cesáreas103. La salud se considera un derecho
fundamental que solo puede ser sacrificado por otra persona de manera voluntaria, y que
cuenta solo, con limitadas excepciones motivadas por razones de salud pública. Pues es
obvio, que una madre en plena capacidad de sus facultades mentales, nunca se negaría a
someterse a una cesárea si realmente considera que la salud de su hijo está en peligro. Las
decisiones de los pacientes deben ser respetadas, y en ningún caso, un tratamiento médico
puede ser impuesto por la fuerza, o sin motivación científica que verdaderamente
justifique su razón.
103
FERNÁNDEZ GUILLÉN, F., “¿Qué es la violencia obstétrica?..., op. cit., pág. 122.
104
Sentencia del TS, de 2 de julio de 2010, (Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 6ª), Recurso
de Casación núm. 2985/2006.
37
de la finalización del parto, bien por cesárea, bien por vía vaginal, nunca podrá ser una
decisión que corresponda a la mujer, en tanto, que la decisión solo tiene una razón médica
que valga105. Desde una primera perspectiva, esta respuesta puede parecer completamente
racional, en tanto que se refiere a aquellas situaciones que por razones médicas, exigen
una cesárea de urgencia. Sin embargo, otorgar capacidad plena al médico, para decidir
sobre la salud de los pacientes, sin tener en cuenta su consentimiento, supone la forma
perfecta de abrir la caja de Pandora. Y es que en aquellos ámbitos en los que se otorga
más poder a una de las partes, quien en esa relación jurídica ya ostenta per se, el poder de
decidir sobre la otra, podría crear un caldo de cultivo para desarrollar actuaciones
arbitrarias, que sin justificación médica, serían perfectamente válidas ante los ojos de la
ley. Limitar este poder de actuación a quien ya posee mayor capacidad de decisión sobre
la salud de otra persona, resultaría una medida indudablemente necesaria, más en el
campo de la Obstetricia. Así, se evitarían situaciones como la de A. MD, a quien le
practicaron una cesárea motivada, no por una causa médica, sino simplemente por una
cuestión de saturación en el paritorio106. De igual manera, evitaríamos la obligación que
se impone a las madres a adoptar determinadas posturas durante el parto, posturas que
muy lejos de su propia comodidad, solo suponen una forma de mejorar el campo de
actuación de los propios médicos107. También evitaríamos el caso de Ángela, quien
habiendo solicitado que no se le indujese el parto mediante oxitocina, debido a la
intensificación del dolor que producen las contracciones tras la administración de esta
hormona, se lo indujeron igualmente, y la realizaron una episiotomía sin informarla ni
pedirle su consentimiento108.
De todo esto, podemos resumir que los médicos tienen la obligación de informar
a los pacientes sobre los procedimientos o tratamientos a realizar. Que esta información
105
STSJ de Castilla y León, de 30 de septiembre de 2010 (Sala Contencioso-Administrativo), Recurso
núm. 15/2005.
106
REQUENA AGUILAR, A., Una abogada lleva ante la ONU cuatro quejas por violencia obstétrica en
hospitales públicos españoles, 17 de diciembre de 2018. Disponible en página web:
https://www.eldiario.es/sociedad/violencia-obstetrica_0_844816181.html (última consulta el 28/04/18)
107
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 213. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 02/05/18)
108
MARGARITA GARCÍA, E., Violencia obstétrica…, op. cit., pág. 213. Disponible en web:
https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/684184/garcia_garcia_eva_margarita.pdf?sequence=1
(última consulta el 02/05/18)
38
debe suponer una comprensión mínima de la esencia de la intervención, de los riesgos y
de sus consecuencias. Y que, aún no siendo suficiente la mera puesta en conocimiento de
la información relativa a la actuación médica, el facultativo tiene la obligación de obtener
el consentimiento del mismo. Consentimiento que debe darse en un ambiente libre de
coacción o amenazas. Sin embargo, a pesar de ser el procedimiento exigido conforme al
principio de autonomía del paciente, en la práctica obstétrica actual, a menudo, se
incumple esta obligación. No requiriendo el consentimiento para la realización de
intervenciones quirúrgicas como las cesáreas o episiotomías, dando lugar a prácticas
médicas completamente alejadas de la legalidad, que constituyen intervenciones
arbitrarias en torno a la salud de los pacientes. Los datos obtenidos durante el año 2017
del Informe del Observatorio español de la violencia obstétrica determinan que: el
50,70% no fueron informadas de la intervención que se les iba a practicar, el 76,60% no
fueron informadas de las posibles alternativas que existían, al 80,04% no se les explico
las consecuencias de la intervención en cuestión, y al 50,10% no se les pidió su
consentimiento109.
109
“Informe del Observatorio de la Violencia Obstétrica”, Asociación El parto es nuestro, Madrid, 25 de
noviembre de 2016. Disponible en página web:
https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/OVO/informeovo2016.pdf (última consulta el
02/05/18)
39
En el contexto de la Obstetricia, cabe destacar los siguientes artículos. Por un lado,
en el artículo 8 y siguientes, se establecen las pautas que el médico debe respetar en
relación con su paciente. Así, se expone que el médico debe prestar atención a su actitud
y lenguaje110, y que en el ejercicio de su profesión, deberá actuar en todo momento con
delicadeza y respeto hacia la intimidad del paciente111. También establece la obligación
de respetar el derecho del paciente a decidir libremente, y el deber de otorgarle
previamente la información adecuada conforme a las alternativas clínicas disponibles,
respetando en cualquier caso la decisión del paciente a no aceptarlo112. Por otro lado, en
el artículo 21 y siguientes se establecen los principios que rigen la calidad de la tención
médica, así se hace especial hincapié al deber de prestarlos conforme a la calidad humana
y científica, y expresa en concreto, que la práctica de la denominada “medicina
defensiva”, mencionada anteriormente, supone una práctica absolutamente contraria a la
ética médica, así como, el deber de emplear aquellos procedimientos cuya eficacia haya
sido demostrada científicamente.113 Por último, también cabe mencionar el artículo 60,
en tanto a la tortura y a la vejación de la persona, estableciendo que estos profesionales
no deben nunca realizar o participar, en actos que engloben malos tratos hacia sus
pacientes.
110
Código de Deontología Médica, Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Madrid 2011, art.
8.1. Disponible en página web: https://www.cgcom.es/sites/default/files/codigo_deontologia_medica.pdf
(última consulta el 02/05/18)
111
CDM, art. 9.2. Disponible en página web:
https://www.cgcom.es/sites/default/files/codigo_deontologia_medica.pdf (última consulta el 02/05/18)
112
CDM, art. 12. Disponible en página web:
https://www.cgcom.es/sites/default/files/codigo_deontologia_medica.pdf (última consulta el 02/05/18)
113
CDM, art. 26. Disponible en página web:
https://www.cgcom.es/sites/default/files/codigo_deontologia_medica.pdf (última consulta el 02/05/18)
40
la Administración la oportunidad de resarcir el daño causado, como consecuencia del
funcionamiento, normal o anormal, de la misma.
114
Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, B.O.E., 2 de octubre de 2015,
art. 32.1. Disponible en página web: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-10566 (última
consulta el 02/05/18)
115
Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones
Públicas, B.O.E., 2 de octubre de 2015, art. 54. Disponible en página web:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/559951-l-39-2015-de-1-oct-procedimiento-
administrativo-comun-de-las-administraciones.html#a54 (última consulta el 02/05/18)
116
LPACAP, art. 21.2. Disponible en página web:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/559951-l-39-2015-de-1-oct-procedimiento-
administrativo-comun-de-las-administraciones.html#a54 (última consulta el 02/05/18)
41
meses desde su presentación, sin obtener contestación alguna, se entenderá desestimada
por silencio administrativos. Ante esta situación caben dos alternativas: una seguir
esperando hasta obtener una contestación, pues aunque esta haya sido desestimada, la
Administración siempre tiene la obligación de resolver; o bien, pasar a la vía judicial,
mediante la interposición de un recurso contencioso-administrativo. Si por otro lado, en
el plazo de seis meses, sí hemos recibido la contestación sobre nuestra reclamación, pero
esta resulta desestimatoria, tenemos dos alternativas: bien interponer un recurso
potestativo de revisión en el plazo de un mes117; o bien interponer un recurso contencioso-
administrativo. A este recurso se le denomina “potestativo”, porque precisamente, no es
necesaria su interposición para poder acceder a la vía judicial. Si bien es cierto que, si el
procedimiento concluyó en error de hecho a falta de documentación, sería posible
interponer un recurso extraordinario de revisión, cuyo plazo será de tres meses a contar
desde el conocimiento de los documentos en cuestión, o desde que la sentencia fue
firme118. Por su parte, en virtud del artículo 46 de la LRJCA, el plazo para interponer un
recurso contencioso-administrativo es de dos meses desde la notificación, o seis meses
desde el acto presunto119. El órgano judicial competente requerirá el expediente
administrativo y dará traslado del mismo, pudiendo formalizar demanda en el plazo de
veinte días.
117
LPACAP, art. 124.1. Disponible en página web:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/559951-l-39-2015-de-1-oct-procedimiento-
administrativo-comun-de-las-administraciones.html#a54 (última consulta el 02/05/18)
118
LPACAP, art. 125. Disponible en página web:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/559951-l-39-2015-de-1-oct-procedimiento-
administrativo-comun-de-las-administraciones.html#a54 (última consulta el 02/05/18)
119
LPACAP, art. 46.1. Disponible en página web: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1998-
16718 (última consulta el 02/05/18)
42
circunstancias de cada situación. Independientemente de que la lesión sea fruto del
funcionamiento normal o anormal, ésta resulta en un hecho dañoso.
Tras todo lo expuesto, se puede apreciar que aquellas actuaciones médicas que
constituyen formas de violencia obstétrica son difícilmente protegidas por la legislación
administrativa. Vemos como en la mayor parte de los casos, las reclamaciones
patrimoniales consecuencia de una negligencia médica, se fundamentan en lesiones
físicas de los recién nacidos, nunca de sus madres. Es por esto, que muchas de las
120
Sentencia del TS, de 11 de marzo de 1991 (Sala de lo Civil), Recurso núm. 1991/2209.
43
prácticas actuales que suponen una forma de violencia sobre las mujeres gestantes en el
momento del nacimiento, provienen a menudo del protocolo o de lo diligentemente
esperado. Como consecuencia, resulta imposible atacar legalmente estas conductas desde
una perspectiva de desviación del protocolo, o desde la falta de diligencia exigida. Si bien,
la única posibilidad supone fundamentarlas en la falta de consentimiento libre e
informado. Un ejemplo de ello sería la Sentencia de 20 de octubre, del Tribunal Superior
de Justicia de Madrid, por la que el juez condena a la Administración Sanitaria a
indemnizar a la demandante, quien sufrió secuelas graves como consecuencia de una
episiotomía realizada sin información ni consentimiento previo121. Además, negó la
validez del documento que la Sociedad Española de Ginecología y obstetricia entrega a
las mujeres que van a dar a luz, por entender que se trata de un documento que recoge la
información de manera tan estandarizada, que no es posible entender ni la finalidad, ni la
naturaleza de cada intervención, ni tampoco sus posibles riesgos.
121
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de 20 de Octubre (Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección 9ª), núm. 1462/2009.
122
REQUENA AGUILAR, A., Una abogada lleva ante la ONU…, op. cit. Disponible en página web:
https://www.eldiario.es/sociedad/violencia-obstetrica_0_844816181.html (última consulta el 04/05/18)
123
Lesión relativa al sistema nervioso. Real Academia Española. Diccionario de la lengua española,
Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web: https://dle.rae.es/?w=diccionario
(última consulta el 04/05/18)
44
y a la obligación de permanecer en una postura determinada sin capacidad de movilidad,
así como al uso de determinadas frases como “te has portado muy mal”, “no te mereces
a esta niña”, o “tendría que quitártela” por parte del personal que la atendía. La
episiotomía le produjo incontinencia urinaria y secuelas severas en su vida sexual. El
tercer caso trata de una mujer a la que se le administró medicación sin razón médica
justificada y sin su consentimiento. Posteriormente le realizaron nueve tactos que
desembocaron en una infección y en el ingreso del recién nacida. Además, le realizaron
una episiotomía que posteriormente le produjo hipotonía del suelo pélvico124. Por último,
el cuarto caso trata de una mujer a la que le realizaron una cesárea sin pedirle información
ni consentimiento, le negaron la compañía de un familiar, y tras el nacimiento, le
impidieron el contacto precoz con el recién nacido.
V. Recomendaciones.
124
Cuando el tono muscular es inferior al normal. Real Academia Española. Diccionario de la lengua
española, Vigesimotercera edición, España 2014. Disponible en página web:
https://dle.rae.es/?w=diccionario (última consulta el 04/05/18)
125
“Recomendaciones de la OMS para los cuidados durante el parto, para una experiencia de parto
positiva”, OMS, Ginebra 2018. Disponible en página web:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/272435/WHO-RHR-18.12-spa.pdf?ua=1 (última
consulta el 04/05/18)
126
“Recomendaciones de la OMS para los cuidados durante el parto…, op. cit., pág. 1. Disponible en
página web: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/272435/WHO-RHR-18.12-spa.pdf?ua=1
(última consulta el 04/05/18)
45
resalta la importancia de comprenderlo, tanto desde el punto de vista clínico, como desde
el punto de vista psicológico, esto es, no olvidando la dimensión emocional que del
mismo se desprende y procurando ambientes saludables para generar sensaciones
positivas. También, destaca la necesidad de que el personal sanitario desarrolle su
profesión de manera humanizada, es decir, que el parto no suponga la mera supervivencia
a las posibles complicaciones, sino que alcance el máximo bienestar psicológico de la
madre. A lo largo de estas recomendaciones, se establecen pautas a seguir conforme a
determinadas intervenciones, que más adelante serán comparadas con las estadísticas en
nuestro país. Más específicamente, la OMS publica recomendaciones con respecto a
prácticas concretas, como por ejemplo, la “Declaración sobre tasas de cesáreas”127.
127
“Declaración de la OMS sobre tasas de cesáreas”, OMS, Ginebra 2015. Disponible en página web:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/161444/WHO_RHR_15.02_spa.pdf?sequence=1 (última
consulta el 04/05/18)
128
“Estrategia de atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud”, Gobierno de España,
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2007. Disponible en página web:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/Version_Esquematica_EAPN.pdf
(última consulta el 04/05/18)
129
“Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio”, Ministerio de Sanidad , Servicios
Sociales e Igualdad, 2014. Disponible en página web:
http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_533_Embarazo_AETSA_compl.pdf (última consulta el 04/05/18)
130
“Maternidad y Salud. Ciencia, Conciencia y Experiencia”, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad, 2012. Disponible en página web:
https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/recursos/documents/maternidad_y_salud_cce.pdf
(última consulta el 04/05/18)
131
“Cuidados desde el nacimiento. Recomendaciones basadas en pruebas y buenas prácticas”, Ministerio
de Sanidad y Política Social, 2010. Disponible en página web:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/cuidadosDesdeNacimiento.pdf
(última consulta el 04/05/18)
132
“Informe sobre la Atención al Parto y Nacimiento en el Sistema Nacional de Salud”, Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2012. Disponible en página web:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/InformeFinalEAPN_revision8marzo201
5.pdf (última consulta el 04/05/18)
46
desfasado, evidenciando en nuestro país, una falta de transparencia en la información
relativa al ámbito obstétrico.
Se ha querido recoger un estudio sobre una pequeña parte de los procesos que
conforman la Obstetricia o atención al parto. La comparación entre las tasas
recomendadas por la OMS133 y las recogidas por el Ministerio de Sanidad134, respecto del
año 2011135, resulta en lo siguiente:
Episiotomías <15% 41 %
Cesáreas 10-15% 21 %
Maniobra de Kristeller 0 26 %
Se puede ver como en la mayor parte de los casos, las cifras en España están lejos
de cumplir las recomendaciones de la OMS. Si bien es cierto, la tasa de episiotomía
desciende al 41% con respecto a cifras que alcanzaban hasta el 92% hace 21 años136, pero
133
RECIO ALCALDE, A., “La atención al parto en España: Cifras para reflexionar sobre un problema”,
Revista Dilemata, nº 18, España 2015, pág. 23. Disponible en página web:
https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/Parto_cifras/Espanya/dialnet-
laatencionalpartoenespana-5106931.pdf (última consulta el 04/05/18)
134
“Informe sobre la Atención al Parto y Nacimiento…, op. cit. Disponible en página web:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/InformeFinalEAPN_revision8marzo201
5.pdf (última consulta el 04/05/18)
135
“Informe sobre la Atención al Parto y Nacimiento…, op. cit., pág. 3. Disponible en página web:
https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/InformeFinalEAPN_revision8marzo201
5.pdf (última consulta el 04/05/18)
136
RECIO ALCALDE, A., “La atención al parto en España…, op. cit., pág. 17. Disponible en página
web: https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/Parto_cifras/Espanya/dialnet-
laatencionalpartoenespana-5106931.pdf (última consulta el 04/05/18)
47
que sigue muy lejos de 15% recomendado. En relación a otros países, se puede ver como
las episiotomías aumentan hasta un 75% en Chipre, mientras que no alcanzan el 5% en
Dinamarca137. La obligación de permanecer en posición nde litotomía, sigue dándose en
el 87% de los casos, a pesar de que la OMS no la recomienda más que en un 30% de los
mimos. Por otro lado, maniobras como la de Kristeller, no recomendada en ningún caso
por la OMS, ni por el propio Ministerio de Sanidad, se sigue practicando en el 26% de
los casos. En cuanto a las cesáreas, se sobrepasa la recomendación, alcanzando en algunas
Comunidades Autónomas hasta el 30%, como es el caso de la Comunidad Valenciana.
VI. Activismo
Como consecuencia de esta fenómeno, la OMS y UNICEF lanzaron una iniciativa
para apostar por el parto respetado. Denominada “Iniciativa para la Humanización de la
Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN)”, fomenta que los hospitales humanicen
las técnicas de asistencia al parto. En España, 18 hospitales ya cuentan con esta
acreditación138.
Por otro lado, en nuestro país han ido surgiendo diversas asociaciones que tienen
como objetivo erradicar aquellas actuaciones médicas que constituyan una forma de
violencia obstétrica. Los principales objetivos de dichas asociaciones son: incentivar el
plan de parto, mediar entre los profesionales y los pacientes, llevar a cabo campañas de
sensibilización, ofrecer protección jurídica mediante abogados voluntarios, etc. Destaca
la asociación “El Parto es Nuestro”139, asociación sin ánimo de lucro que fue creada en el
año 2003, formada por profesionales del ámbito jurídico, psicológico, social, educativo,
etc. Tiene como finalidad, sobre todo, apoyar a las víctimas de violencia obstétrica. Por
otro lado, la Asociación “Nacer en Casa”140, creada en el año 1988, con el fin de permitir
el nacimiento en el domicilio, en lugar de acudir a los hospitales. En su mayoría, está
137
RECIO ALCALDE, A., “La atención al parto en España…, op. cit., pág. 19. Disponible en página
web: https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/Parto_cifras/Espanya/dialnet-
laatencionalpartoenespana-5106931.pdf (última consulta el 04/05/18)
138
Página web oficial de IHAN-UNICEF: http://www.ihan.es/centros-sanitarios/registro-de-hospitales/
(última consulta el 04/05/18)
139
Página web oficial de El Parto es Nuestro: https://www.elpartoesnuestro.es (última consulta el
04/05/18)
140
Página web oficial de Nacer en Casa: http://nacerencasa.org (última consulta el 04/05/18)
48
formado por profesionales sanitarios. Por último, cabe destacar la Asociación “Dona
LLum”141, asociación catalana sin ánimo de lucro, que fue creada en el año 2006, cuya
finalidad es promover la evidencia científica respecto de los procedimientos habituales
de atención al parto, a la vez que ofrece servicios de asesoría jurídica a aquellas mujeres
que han sufrido violencia obstétrica.
CONCLUSIONES
El proceso de gestación, desde su inicio hasta su fin, implica por fisiología, una
natural fragilidad. Un momento de vulnerabilidad que debe ser salvaguardado ante
cualquier injerencia o abuso que pretenda valerse de la misma.
141
Página web oficial de Dona Llum: https://www.donallum.org (última consulta el 04/05/18)
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éstas se traduzcan en una pérdida de salud del recién nacido. Es así, que todas aquellas
situaciones que implican daños psicológicos para las madres, traducidos en un trato cruel
y deshumanizado, o lesiones físicas, derivadas de procedimientos que sin ser necesarios,
se realizan de manera habitual y protocolaria, no tienen cavidad legal en nuestros
Tribunales, tampoco en ninguna otra parte. Situación curiosa es la del consentimiento,
pues aún siendo un requisito legal y deontológico, se puede ver cómo pasa desapercibido
por la disciplina Obstétrica. El problema, es que quien acude al médico entra
inconscientemente en una esfera de ingenuidad ante una ciencia que desconoce,
adquiriendo, como es obvio, una posición subordinada frente al médico facultativo que
lo atiende. Por su parte, el sistema biomédico que se erige en nuestra sociedad, nos ha
dejado innegables logros para la salud humana. Pero también ha permitido concebir los
partos de bajo riesgo como procesos patológicos que necesitan de una medicalización
constante. Se ha olvidado que el parto es un proceso fisiológico, cuya dimensión
emocional requiere de un ambiente propicio a su natural esencia; un proceso en el que la
madre no puede ser desplazada, pues por naturaleza le corresponde. Sus reclamos nunca
deben suponer la indiferencia del personal médico que la atiende. Tampoco su cuerpo
debe entenderse como un campo de trabajo en el que es posible hacer y deshacer cómo
se quiera, pues aunque el nacimiento de un bebé sano sea importante, no es lo único. Es
obvio que ninguna madre se opondría a un procedimiento si considera que la vida de su
hijo está en peligro. El hecho de que su dolor sea inevitable no conlleva la provocación
injustificada de riesgos añadidos, menos, como forma de “prevención” de posibles
complicaciones. Por suerte o por desgracia, he tenido la oportunidad de escuchar historias
de experiencias verdaderamente traumáticas, siendo posible apreciar de entre las palabras
sentimientos de vergüenza e incluso de auto-culpabilidad.
Puede que la raíz de este problema sea el sistema biomédico que erige en la
actualidad, puede que sea la concepción de la mujer como un mero medio reproductivo,
también puede que sea el abuso de superioridad; abuso que puede darse en cualquier
situación en la que una de las partes ostente el poder de decidir sobre la otra. En cualquier
caso, puede verse cómo en nuestro país, madre y niño no gozan de protección suficiente
ni adecuada durante el proceso de nacimiento. También, como en ocasiones, no se
respetan sus derechos humanos, como el derecho a la intimidad, integridad o información.
Y que a pesar del esfuerzo, e indudable astucia, de jueces y letrados, nuestro
ordenamiento no es capaz de protegerlos. Si bien, para que este problema de un vuelco,
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se necesita: primero, que se fomente la sensibilidad respecto al problema, y segundo: que
se consolide un sistema legal, fuerte y sólido, que lo fundamente. Esto bastaría con exigir
que determinadas conductas médicas, solo puedan realizarse en los casos en los que la
justificación científica se corresponda, nunca en la totalidad de los mismos, pues
aplicarlos de manera general, repercuten de manera negativa sobre la salud de las madres
y sus hijos. Supondría crear un blindaje legal que permitiese denunciar conductas, que no
simplemente se desprenden de lo que es “diligentemente correcto” o “diligentemente
esperado”. Pues un concepto tan amplio e indeterminado no puede fundamentar la base
de la que dependen las negligencias médicas en nuestro país. También, mediante el
cumplimiento deontológico, real y eficiente, de una relación médico-paciente
fundamentada en el respeto, y en una formación humana mediante la que se conciba el
cuerpo como el aspecto más íntimo de la persona, y a la persona como el reflejo de sus
tres dimensiones, esto es, la física, la psíquica, y la moral. En todas las profesiones
existirán personas amantes de su labor y de todo lo que ello conlleva, personas con las
que el Derecho siempre estará de su lado. Pues este no pretende ser obstáculo de la buena
praxis, sino el arma más noble para combatir las situaciones contrarias.
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