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Universidad de Panamá

Centro Regional Universitario de Bocas del Toro

Facultad de Ciencias de la Educación

Escuela de Formación Pedagógica

Carrera de Docencia Pre-Media o Media

Investigación en el Aula y en el Centro

(EVIN 504)

Proyecto:

“Acciones en el aula frente al COVID-19”

Elaborado por:

Yasbeth Hooker

Profesora:

Maritza Gamarra

Fecha de Entrega:

Changuinola, 24 de julio de 2020


Título del Proyecto:

“Acciones en el aula frente al COVID-19”

Mantén la calma, actúa con responsabilidad y previene. Lava


tus manos como si de ti dependiera la transmisión del virus.
Formulación del Problema

En el contexto mundial, la pandemia de Covid-19 ha creado una crisis en los


sistemas educativos de América Latina y el Caribe (ALC), como nunca antes se
había visto. En Panamá, los centros educativos tanto públicos como privados se
han cerrado desde el 12 de marzo de 2020 (o el inicio del año escolar se ha
retrasado), por lo que la mayoría de los estudiantes no asisten a clases
presenciales, como parte de las acciones para contener la propagación del virus y
aplanar la curva de contagio para no colapsar los sistemas de salud. Esta
situación de estrés educativo generalizado ha tenido un impacto inmediato sobre
la comunidad educativa panameña en dos vías: la provisión de apoyos sociales y
extraescolares a través de la escuela y la continuidad de los servicios educativos y
los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Una discontinuidad prolongada en los procesos de enseñanza y aprendizaje


tendrá repercusiones negativas sobre los aprendizajes, la escolarización a tiempo,
la deserción y la promoción. La evidencia apunta a que esta situación afectará aún
más a aquellos estudiantes pobres, pobres extremos y de clase media vulnerable,
así como a los estudiantes indígenas, migrantes y con necesidades especiales.
Pone en riesgo, particularmente, a los estudiantes repitentes crónicos y que están
en sobreedad. Por último, corren riesgo de salir del sistema aquellos que están en
los grados críticos de transición de uno a otro nivel (6º, 7º, 9º, 10º y 12do).

Por tal motivo, no podemos obviar la posibilidad de volver a las clases


presenciales en tiempos de COVID-19, claro está, cuando la situación se torne
positiva. Las decisiones sobre por qué, cuándo y cómo reabrir las escuelas deben
tener en cuenta lo siguiente:

 Las situaciones de movimiento y transporte: las restricciones actuales de


movimiento y la capacidad de los niños para viajar hacia y desde el centro
educativo de manera segura.
 La tendencia en los casos de COVID-19 en el área (en aumento o en
disminución).
 El nivel de colaboración y coordinación entre el centro educativo y las
autoridades locales de salud pública.
 Personal y niños en riesgo de enfermedad grave (personal de edad
avanzada y/o con afecciones médicas subyacentes).
Justificación para la elaboración del Proyecto

Debido a que aún no se tiene una vacuna y parece que el COVID-19 seguirá
presente por un largo periodo, los centros educativos tienen que tomar en cuenta
todos los factores a la hora de pensar abrir sus puertas y, sobre todo, cómo lo
harán. Es fundamental cuidar la salud y bienestar no solo de los estudiantes sino
también del profesorado y personal. Plantear soluciones y alternativas para
aquellos docentes que temen enfermarse o contagiar a sus familiares y cuidar
especialmente a aquellos que son vulnerables al momento de planear el siguiente
ciclo escolar y el enfoque que tendrá.

La reapertura de centros educativos de manera segura frente al COVID-19 supone


los siguientes beneficios:

1. Logros escolares:

 El cierre prolongado de los centros educativos puede dar lugar a una


reversión en los logros educativos y socio-económicos.
 La asistencia de los niños a la escuela permite que los padres trabajen.

2. Seguridad y Protección:

 Muchos niños dependen de la escuela para su nutrición, apoyo de salud


(por ejemplo, vacunación) y seguridad (apoyo de bienestar infantil).

Los centros educativos brindan más que estudios académicos a sus estudiantes,
además de lectura, escritura y matemáticas, los estudiantes aprenden habilidades
sociales y emocionales, hacen ejercicio y tienen acceso a servicios de ayuda para
la salud mental y otras cosas que no se pueden ofrecer por medio del aprendizaje
en internet.

De presentarse un plan de retorno a clases, ese requiere garantizar a su vez, que


el personal ha sido debidamente capacitado para mantener este comportamiento. .
Además, un proceso de regreso a la enseñanza presencial gradual debiese contar
con la participación activa de las comunidades escolares.
Objetivos del Proyecto

Objetivo General:

 Proporcionar a la población estudiantil, docente, administrativa y de


servicios los lineamientos y medidas específicas que se deben seguir ante
el riesgo de infección por COVID-19, a fin de evitar el contagio, así como el
establecimiento de mecanismos de respuesta inmediata al existir alerta de
un posible caso a lo interno de la institución.

Objetivos Específicos:

 Dar a conocer medidas de prevención, control y propagación del COVID-19


para promover el autocuidado y proteger la salud.
 Desarrollar medidas necesarias para que los estudiantes y docentes
cuenten en su centro educativo con las condiciones de salubridad
necesarias, con base en los protocolos del Ministerio de Salud en la fase
posCOVID-19.
 Organizar y reforzar las medidas higiénicas que se toman en el centro
educativo para evitar la transmisión del virus entre las personas integrantes
de la comunidad escolar a la vez que se garantiza el acceso a la educación
presencial.
Actividades a realizar (Plan de Acción)

Cualquier emergencia se caracteriza por cinco fases o etapas que responden sólo
a momentos distintos, cada una de ellas se caracteriza por contener acciones y
propuestas diferentes.

Prevención

Recuperación Mitigación

Respuesta Preparación

Fuente: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia-UNICEF. (2020)

De esta manera, la primera fase de cualquier emergencia es la prevención, en la


que, tiempo antes de que se pueda producir una crisis, se van planificando las
acciones y medidas encaminadas a la reducción del impacto de la emergencia en
caso de que se produjera. Las siguientes fases, avanzan en la respuesta de la
emergencia cuando se produce y evoluciona, llegando al final del ciclo a la
recuperación, que pone el énfasis en las acciones encaminadas a la vuelta a la
normalidad. La experiencia en emergencias de todo tipo (no sólo epidemias, como
el ébola o el cólera, sino también catástrofes como terremotos o crisis producidas
por conflictos armados) nos dice que se cometería un grave error si, en la fase de
recuperación, no se tiene en cuenta la prevención ante nuevos riesgos.
Para garantizar que el aprendizaje no se detenga es fundamental focalizar las
actuaciones en la actual fase de la emergencia educativa: la preparación.

Para que un centro educativo pueda abrir, es necesario que lo hagan en


condiciones de funcionamiento seguro. Esto supone un esfuerzo de recursos,
dedicación y tiempo que implica a toda la comunidad educativa y que requiere del
apoyo de las autoridades.

Garantizar el funcionamiento seguro de la escuela mientras existe el riesgo de


expansión del coronavirus puede alterar muchas de las rutinas diarias, desde los
horarios, al tamaño de los grupos, pasando por las metodologías de aprendizaje o
la selección de contenidos didácticos. Cada equipo directivo, en coordinación con
las autoridades educativas y de salud y contando con la participación de la
comunidad debe planificar cuidadosamente la implementación y comunicación de
las medidas de seguridad e higiene.
Las medidas de seguridad no son cómodas ni populares, pero sí necesarias, por
eso es importante comunicarlas y hacer participar a todos los afectados por ellas.
La protección de la salud de toda la comunidad está en juego, así como la
sostenibilidad del proyecto educativo.

El cumplimiento de una serie de principios básicos contribuirá a que estudiantes,


docentes y personal de administración y servicios estén seguros en las escuelas y
ayudará a frenar la transmisión de la enfermedad. Es importante recordar que el
esfuerzo no acaba una vez que reabre el centro, sino que es necesario mantenerlo
mientras exista el riesgo de expansión del virus.

Es clave promover que en el centro se respete el distanciamiento físico,


acorde con lo dictado por las autoridades sanitarias en cada momento y en función
de la evolución de la pandemia. Para ello se realizarán las siguientes actividades:

 Escalonando las horas del comienzo y la finalización de la jornada escolar.


 Cancelando asambleas, eventos deportivos y otros acontecimientos donde
pueda haber aglomeraciones.
 Manteniendo un espacio mínimo de al menos un metro entre las mesas de
los estudiantes.
 Promocionando pautas y ejemplos para crear un espacio personal amplio y
evitar el contacto físico innecesario.
 Estableciendo rutas escolares seguras, fomentando los desplazamientos a
pie o bicicleta o utilizando un vehículo particular, tanto para la llegada como
para la salida del centro escolar. En caso de necesitar transporte escolar,
se deben respetar las medidas de distanciamiento social e higiene.

Es imperativo fomentar el aislamiento de contagios en el centro educativo. Los


estudiantes, los docentes y otros miembros del personal que estén enfermos o
sintomáticos no deben asistir a la escuela. Es necesario facilitar la colaboración
entre administraciones para hacerlo posible. Se llevarían a cabo las siguientes
actividades:
 Elaborar planes con antelación y actualizar las listas de contacto de
emergencia en coordinación con las autoridades sanitarias locales, el
coordinador de protección y bienestar, y el personal de enfermería escolar
(en caso tal de que exista).
 Establecer procesos pautados para informar a las familias.
 Preparar los protocolos para la derivación de los estudiantes o los
miembros del personal a un centro de salud o enviarlos a casa,
dependiendo de su situación o del contexto. Estos protocolos deben haber
sido comunicados con antelación a los miembros del personal, las familias y
los estudiantes.
 Elaboración de políticas flexibles de asistencia y de permisos por
enfermedad que animen a los estudiantes y al personal a quedarse en casa
si enferman, si tienen síntomas o si tienen que cuidar de un familiar
enfermo.
 Identificar los puestos y funciones esenciales dentro del centro educativo y
planificar posibles sustituciones, ofreciendo formación interdisciplinaria al
personal.

El centro no puede abrir sin asegurar que sus instalaciones de agua, saneamiento,
ventilación y gestión de residuos están en perfecto estado y que se siguen
procedimientos de limpieza y desinfección adecuados. Se llevarán a cabo las
siguientes actividades:

 Asegurar la limpieza y desinfección, al menos una vez al día, de los


accesos y las instalaciones educativas: las clases, los comedores, los
pasillos, prestando especial atención a los lugares con instalaciones de
fontanería (baños, vestuarios, cocinas, laboratorios…) y con una limpieza
más frecuente de las superficies que la gente suele tocar (barandillas,
mesas del comedor, material deportivo, pomos de puertas y ventanas,
juguetes, materiales de enseñanza y aprendizaje, etc.).
 Revisión del correcto funcionamiento de todos los elementos de fontanería
del centro, incluidos grifos, cisternas, desagües, suministro de agua
caliente, calderas y climatización, etc.
 Uso de lejía (hipoclorito de sodio) al 0,5% para desinfectar superficies, y
alcohol etílico al 70% para desinfectar objetos pequeños.
 Provisión de equipos de protección adecuados para el personal de limpieza.
 Aumentar la ventilación y el flujo de aire.
 Asegurar la correcta eliminación de la basura cada día.
 Eliminar del aula adornos y elementos difíciles de limpiar y desinfectar
frecuentemente.

En el centro educativo deben promoverse los hábitos higiénicos entre el


alumnado y el personal del centro, independientemente del nivel educativo. Esto
incluye el lavado de manos y otros hábitos de higiene para la prevención de
enfermedades infecciosas. Se deberán aplicar las siguientes actividades:

 Los baños deben disponer de suficiente agua, jabón, papel y soportes


seguros tanto para el jabón como para el papel.
 Se debe animar a los estudiantes a lavarse las manos con frecuencia y
adecuadamente (durante, al menos, 20 segundos).
 Debe haber desinfectante de manos disponibles en los aseos, las clases,
los pasillos y cerca de las salidas, en la medida de lo posible.
 Los aseos o retretes deben ser adecuados, limpios, privados, separados y
con una distancia segura entre ellos.
 El centro tiene que disponer de carteles adaptados a cada etapa educativa
que informen sobre buenas prácticas de higiene respiratoria y de manos y
de actividades educativas de apoyo que motiven a su cumplimiento.

Los centros educativos deben poder garantizar la higiene y seguridad en la


preparación de los alimentos y/o en su distribución al alumnado y personal
del centro. Para lo cual se pondrán en práctica las siguientes actividades:
 Todas las personas que manipulan o sirven alimentos para el consumo en
el centro deben lavarse las manos con frecuencia, usar equipos de
protección adecuados y conocer las normas de manipulación de alimentos.
 Los utensilios de cocina, los platos, los vasos y los cubiertos deben ser
desinfectados regularmente y su almacenamiento y distribución debe
planificarse de manera que haya la mínima manipulación posible.
 Los horarios de las comidas tienen que escalonarse para evitar las
aglomeraciones. Hay que dejar tiempo entre los distintos turnos para limpiar
y desinfectar.

Los equipos directivos del centro educativo deben recibir instrucciones para
asegurar que todo el personal comprenda la información básica sobre la
enfermedad, incluidos aspectos como los síntomas, las complicaciones, el modo
de transmisión y la forma de prevenir la transmisión. A su vez, la institución tiene
que disponer de canales para difundir dicha información a la comunidad educativa.
Es recomendable la elaboración de planes de comunicación específicos para los
centros educativos. Se llevarán a cabo las siguientes actividades:

 Distribución de información oficial disponible sobre la evolución de la


pandemia y las novedades relacionadas con el SARS-CoV-2, incluido
cualquier cambio en las medidas de prevención y control establecidas por
las autoridades para los centros educativos.
 Instrucciones para que el personal de los centros permanezca alerta para
detectar y contrarrestar la información falsa o los mitos que puedan circular
entre la comunidad educativa.
 Mantener un espacio (mural o medio digital) con información específica
para cada miembro de la comunidad escolar: es importante que la fecha de
actualización de cada contenido sea visible y que la información se adapte
al nivel de comprensión y madurez del alumnado y al nivel educativo de las
familias.

Es crítico favorecer medidas de aislamiento que eviten el contagio en los centros


pero que no impacten de manera desproporcionada sobre las tasas de absentismo
y abandono escolar ya existentes. Se deben crear cauces para que la situación no
incremente la brecha educativa de las poblaciones más vulnerables. Entre las
actividades a realizar:

 Establecimiento de un sistema de análisis de datos que permita comparar el


absentismo durante la emergencia y el absentismo habitual, haciendo
estudios que permitan evaluar si los posibles incrementos se distribuyen
equitativamente entre diferentes grupos y poblaciones o si afectan más a
colectivos especialmente propensos al absentismo escolar antes de la
crisis.
 Establecimiento de un mecanismo de coordinación de las autoridades
educativas con los servicios sanitarios para poder cuantificar aumentos
significativos del absentismo de estudiantes y docentes debido a
enfermedades respiratorias.
 Disponer de medios para asegurar el contacto con los estudiantes y familias
que no se conectan o no participan en las actividades on-line, se identifique
cuál es su situación y se garantice de que disponen de los medios
necesarios, realizando un seguimiento educativo especifico de este
alumnado.

El centro educativo va a necesitar un apoyo especial por parte de las autoridades


educativas para poder abordar las necesidades de salud mental y apoyo
psicosocial de la comunidad educativa en su conjunto.

 Establecimiento de un clima de comunicación y confianza que permita que


los estudiantes, docentes y familias hagan preguntas y compartan sus
inquietudes.
 Creación o difusión de programas dirigidos específicamente a los docentes
y al personal laboral de la institución para cuidar de su propio bienestar y
que puedan ejercer de modelo y guía para alumnado y familias.
 Establecimiento de cauces por los que los profesionales de salud de
institución, los coordinadores de protección y bienestar u otros
profesionales del ámbito educativo, sanitario o de los servicios sociales,
puedan identificar y ayudar a los estudiantes y a los empleados que
muestren síntomas de estar sufriendo el impacto psicosocial de la
pandemia.
 Revisión de los protocolos de salud y seguridad laboral en el trabajo que
puedan afectar a personal docente mientras dure la crisis por COVID-19.

La prevención y lucha contra la estigmatización y la discriminación es


ineludible, en todos los niveles de decisión. Es necesario tomar medidas para
evitar los prejuicios y exclusión de quienes han estado expuestos al virus. Se
llevarán a cabo las siguientes actividades:

 Garantizar que el procedimiento para aislar a aquellos estudiantes y


personal laboral en los que se detecten síntomas o que reporten familiares
enfermos protege la privacidad de las personas afectadas y evita su
estigmatización.
 Actualizar los programas de convivencia y los protocolos de lucha contra el
acoso escolar para prevenir y frenar la discriminación por COVID-19 y
proteger a las personas que la sufren.

Promover la participación estudiantil y sus iniciativas, ya que es clave para


involucrarlos activamente en la respuesta a la pandemia y en la promoción de
actitudes responsables durante la reapertura de los centros educativos. Para lo
cual se llevarán a cabo las siguientes acciones:

 Pueden ejercer de promotores de la higiene y la salud a través de iniciativas


de mediación y de educación entre pares, ayudando además a concienciar
sobre la epidemia y las medidas de contención en el centro, familia y la
comunidad.
 Es conveniente asegurar momentos de participación estudiantil en la
elaboración de la respuesta a la emergencia educativa, involucrando a los
estudiantes en la redacción y difusión de los planes de emergencia.
Cronograma

Actividades Periodo Responsables Recursos


1
S S2 S3 S4
Fase 1:
Búsqueda y selección de la información Autor del proyecto Tecnológicos y
X
económicos
Verificación de fuentes consultadas y/o datos X Autor del proyecto Tecnológicos
Redacción de contenido X Autor del proyecto Tecnológicos
Fase 2:
Reafirmación del proyecto Autor del proyecto, Tecnológicos,
X
Dirección materiales, humanos
Reunión/organización con las autoridades Autor del proyecto, Tecnológicos,
educativas. X Dirección, representantes materiales, humanos
de padres de familia.
Fase 3:
Implementación del proyecto (adecuar Autor del proyecto, Tecnológicos,
infraestructura, mejora de la bioseguridad, Dirección, padres de familia, materiales, humanos
X X X
definición del procedimiento logístico, etc.). estudiantes, docentes, y económicos
mantenimiento.
Revisión y actualización del plan o proyecto Autor del proyecto, Tecnológicos,
X X X X Dirección humanos y
económicos

Observación:

(S)*Semana
Recursos

Entre los recursos necesarios a emplearse para la puesta en práctica del proyecto
y para que se puedan lograr con los objetivos se destacan:

 Humanos:

Se refiere a todo el personal que trabaja en el centro educativo, tales como:


personal docente, administrativo, y de apoyo (psicólogos, mantenimiento, etc.). Así
como también otros grupos de la comunidad educativa, como los estudiantes, los
acudientes y sus representantes

 Materiales:

Son aquellos bienes tangibles, propiedad de la institución y adquiridos para llevar


a cabo las actividades del proyecto, tales como: kits con insumos básicos
(termómetros, mascarillas y gel alcoholado), equipos e insumos químicos
necesarios para la realización de la desinfección diaria, disponibilidad de agua
clorificada, habilitación de infraestructura, puntos de lavado de manos, material
didáctico informativo, etc.

 Económicos:

Son los recursos, propios y ajenos, de carácter económico y monetario que la


institución requiere para el desarrollo de las actividades del proyecto, tales como:
asistencia económica educativa otorgada por el gobierno, fondo de matrículas, etc.

 Tecnológicos:

Son aquellos que sirve como herramientas e instrumentos auxiliares en la


coordinación de los otros recursos para el logro de los objetivos, entre estos están:
adquisición de tecnología y equipos informáticos, internet, plataforma educativa
para el desarrollo de clases y capacitación de los docentes.
Evaluación del Proyecto

A continuación se presenta un formato de verificación de cumplimiento con el


proyecto de “Acciones en el Aula frente al COVID-19”:

N Acción Sí No
°
¿Hay agua limpia y jabón disponible en todos los baños, al
1 alcance de los estudiantes, al inicio y durante el transcurso de
cada jornada?
2 ¿Se implementan y supervisan rutinas de lavado de manos?
¿Se limpia y desinfecta con frecuencia todas las superficies de
trabajo diario, especialmente aquellas que las personas tocan
3
frecuentemente (barandas, pomos de las puertas, juguetes,
recursos pedagógicos manipulables)?
¿Se ventile, al menos 3 veces al día, cada una de las salas de
4 clases y espacios cerrados, siempre y cuando el clima lo
permita?
¿Se colocaron en distintos espacios del establecimiento, carteles
5 respecto de las acciones y procedimientos para promover las
rutinas de prevención?
¿Se eliminan y desechan a diario la basura de todo el
6
establecimiento?
¿Se eliminan los saludos entre personas que impliquen besos,
7 abrazos y contacto físico, reemplazándolos por rutinas de saludo
a distancia?
¿Se explica, informa y reflexiona con los estudiantes, curso por
8 curso, en qué consiste el virus y cuáles son las medidas
preventivas del establecimiento educacional?
¿Informa, junto a los docentes, curso por curso, en qué consiste
9
el virus y las medidas de prevención para su contagio?
¿Los profesores reorganizan sus estrategias de enseñanza y
10 aprendizaje, promoviendo el trabajo individual, asegurando que
los estudiantes no compartan materiales ni útiles?
¿Se evitan aglomeraciones en los kioscos, pasillos, entradas y
11
salidas del establecimiento?
¿Los estudiantes colaboran limpiando sus escritorios, perillas de
12 las puertas, pantallas y otras superficies de alto contacto,
promoviendo lo mismo en sus hogares?
13 ¿Están suspendidas reuniones de todo tipo en la institución?
Bibliografía

1. Centros para el control y prevención de enfermedades. (2020).


Consideraciones para escuelas: funcionamiento de las escuelas durante la
pandemia del COVID-19. Disponible en:
https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/schools-
childcare/schools.html
2. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia-UNICEF. (2020). COVID-19:
Proteger la salud en las aulas. Principios básicos para asegurar el derecho
a la salud al reabrir los centros educativos. Disponible en:
https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/educa/unicef-educa-covid19-
apertura-centros-educativos-funcionamiento-seguro-2.pdf
3. Ministerio de Educación-Panamá. (2020). Plan de Acción de la Estrategia
de MEDUCA para enfrentar el COVID-19: «La Estrella de la Educación no
se Detiene». Disponible en:
http://www.meduca.gob.pa/sites/default/files/Plan%20de%20Accio%CC
%81n%20%20de%20la%20Estrategia%20de%20MEDUCA%20para
%20enfrentar%20el%20COVID-19-%20%C2%ABLa%20Estrella%20de
%20la%20Educacio%CC%81n%20no%20se%20Detiene%C2%BB
%20(1).pdf
4. Ministerio de Sanidad-España. COVID-19. Guía para Escuelas, Centros
educativos y Universidades. Disponible en:
https://www.uma.es/media/files/GuiaCentrosEducativosANDALUCIA.pdf.pdf

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