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Actividad n°3: “TOMEMOS DECISIONES SOBRE NUESTRA

SEXUALIDAD”
COMPETENCIA: CONSTRUYE SU IDENTIDAD
NORMAS:
-Respeta las opiniones del profesor y compañeros.
-Levanta la mano para opinar
-Participa activamente en la actividad
PROPÓSITO: “Aprendemos y tomamos decisiones sobre nuestra sexualidad realizando un afiche creativo”
Criterios de evaluación:
-Identificar la importancia de una decisión correcta entre pareja o amigos.
-Reconocer algunas pautas para tomar buenas decisiones a través de un afiche creativo.
-Demostrar acciones y dar buenas opiniones en la que puedas mejorar la toma de decisiones.
RETO –MOTIVACIÓN – LUEGO PEGAS ESTÁ PARTE DE LA COPIA CORRESPONDIENTE.

PREGUNTAS:
-¿Qué está sucediendo en los diversos casos?
-¿Qué decisiones referidas a su vida sexual tienen que tomar Claudia, Andrés y Elena?
-¿Qué necesitan hacer Claudia, Andrés y Elena para tomar buenas decisiones?
-¿Crees tú que los (las) adolescentes son suficientemente maduros para tomar decisiones sobre cómo vivir su
sexualidad?
-¿Cómo describirías la forma en usualmente los (las) adolescentes toman sus decisiones sobre su sexualidad?
Luego se pega las otras copias.
1. APRENDER A ELEGIR POR NOSOTROS(AS) MISMO(AS)
Los seres humanos tenemos la posibilidad de elegir; frente a una determinada situación o problema existen muchas
maneras de responder; entonces, nos vemos obligados a tomar una opción. Las personas tenemos la libertad de decir
“sí” o “no”, “lo hago” o “no lo hago”. Cuando seleccionamos una opción estamos decidiendo, que es lo opuesto a
dejarse llevar por lo que otros dicen.
Para no dejarte llevar por los demás, tienes que preguntarte: ¿Por qué hago? ¿Por qué me lo mandan, por temor al
castigo, por quedar bien, porque todos lo hacen, por pena o porque me da la gana? Como ves, pueden haber muchas
razones detrás de nuestra elección; sin embargo, es importante que examinemos más a fondo nuestras decisiones y nos
preguntemos nuevamente. ¿Por qué tengo que hacer lo que me mandan? ¿Porque quiero quedar bien, porque tengo que
hacer lo que todos hacen? Debes tener en cuenta que es importante examinar más a fondo lo que haces y por qué lo
haces, sobre la base de tu propio razonamiento. Cuando eras niño(a) generalmente los adultos, como tus padres o las
personas que te cuidaron, fueron quienes tomaron decisiones por ti, pero ahora que eres adolescente tienes que tomar
las decisiones por ti mismo(a). En esta etapa de la adolescencia, entre las opiniones de los amigos(as), maestros, los
caprichos, las costumbres, tendremos que aprenderá elegir por nosotros mismos. No habrá más remedio que ser
varones y mujeres y no ovejitas que hacen lo que otros le dicen.
2. LOS ADOLESCENTES PUEDEN TOMAR SUS PROPIAS DECISIONES SOBRE SU SEXUALIDAD
Algunas personas piensan que los (las) adolescentes no son suficientemente maduros para tomar sus propias
decisiones. Esto no es así, muchos de los (las) adolescentes tienen la suficiente capacidad para tomar decisiones y
hacerse cargo, de manera responsable, de su vida sexual.
Algunos investigadores como Mann Baron y sus colaboradores realizaron una investigación para saber si la capacidad
de juicio de los (las) adolescentes al tomar decisiones es la misma que la de los adultos en situaciones hipotéticas,
referidas al embarazo, al consumo de drogas, a solicitar tratamiento médico, etc. Estos psicólogos encontraron que los
(las) adolescentes tienen la suficiente capacidad para evaluar riesgos, anticipar consecuencias y proporcionar
justificaciones razonables de sus decisiones tanto o más que los adultos. Esto quiere decir que si los (las) adolescentes
aprenden el proceso de tomar decisiones, podrán hacer elecciones reflexivas que contribuyan a su desarrollo.
2.1. ALGUNAS PAUTAS PARA TOMAR BUENAS DECIONES
Existen varios aspectos que debemos considerar en la toma de decisiones.
En primer lugar, tenemos que definir cuál es el problema. Es muy importante poder reconocer con claridad cuál es el
problema que tenemos que enfrentar. En la primera viñeta, que presenta la situación “Claudia no sabe si terminar con
él o perdonarlo”, ¿Cuál es el problema de fondo?
En segundo lugar, es necesario analizar el problema. Tenemos que examinar la situación a fondo, buscar información
autorizada; podemos consultar a personas amigas o consultar alguna literatura seria y confiable. Por ejemplo, Kike y
Elena, para tomar sus respectivas decisiones sobre el inicio sexual, tienen que reflexionar sobre las implicancias de
este hecho en sus vidas, tienen que informarse sobre cómo prevenir un embarazo y cómo evitar adquirir una infección
de transmisión sexual como el VIH/SIDA. En este caso lo mejor sería informarse con un profesional de la salud.
En tercer lugar, debemos hacer una evaluación de todas las alternativas de solución que tenemos.
Debemos hacer una lista de las ventajas y desventajas que tiene cada una de las opciones.
Por ejemplo: Frente al pedido de Kike de tener relaciones sexuales ¿Qué alternativas tenemos? ¿Cuáles son las
consecuencias de cada alternativa? Decir no. Decir sí. Posterga para más adelante. Terminar con la relación… etc.
Cuando tenemos que tomar una decisión tan difícil como aceptar tener relaciones sexuales, muchas veces la
preocupación no nos deja pensar con tranquilidad, “con cabeza fría”. Entonces necesitamos la ayuda de otras
personas, en quienes confiamos ya además consideramos juiciosas. Debemos escuchar y analizar sus ideas o
sugerencias.
En cuarto lugar, hay que tomar en cuenta que debe existir coherencia entre nuestros valores y nuestras decisiones.
Recordemos que los valores son como una brújula que orienta nuestro comportamiento y, por tanto, nuestras
decisiones.
Por ejemplo: Si Claudia se respeta y se valora a sí misma, es probable que decida terminar con su enamorado porque
este la agrede. Pero, si para Claudia es más valioso estar con el chico más atractivo del salón, es probable que lo
perdone y continúe con él. Debemos considerar que tomar una decisión también implica aceptar algunas pérdidas. Sí
Claudia termina con su enamorado, ¿qué estaría perdiendo y qué estaría ganando?
En quinto lugar, es importante tener en cuenta que nuestras decisiones deben ser producto de nuestra
autodeterminación. No deben ser el resultado de presiones, coacciones, amenazas, sino que deben surgir de una firme
convicción esclarecida y bien pensada. A veces no podemos tomar buenas decisiones porque existen influencias
externas en el proceso de decidir. Por ejemplo, podemos sentir la presión de los amigos(as) para que aceptamos algo
de lo que no estamos totalmente convencidos. Es muy frecuente también que nos chantajeen emocionalmente, por
ejemplo: “si me dejas me mato” o “si no me das la prueba del amor, te dejo”.
Tomar decisiones sobre cómo queremos vivir nuestra sexualidad es un derecho que tenemos todas las personas
inclusive los (las) adolescentes. Los derechos sexuales y reproductivos son Derechos Humanos, internacionalmente
reconocidos, que garantizan el desarrollo libre, sano, seguro y satisfactorio de la vida sexual y reproductiva.
Tenemos derecho a tomar decisiones libres, sin que nadie nos obligue a hacer algo que no deseamos, como tener
relaciones sexuales bajo amenaza o violencia.
Estos derechos se basan en la dignidad humana, y en la libertad de las personas para decidir acerca del ejercicio de su
sexualidad y reproducción.
La forma como vivamos nuestra sexualidad depende en gran medida de las decisiones que tomemos. Como en el caso
de Elena, que tiene que decidir si acepta o no tener relaciones sexuales, si va a ceder a la presión de su enamorado o va
a actuar de acuerdo con lo que ella desea sin aceptar imposiciones. Algunos (as) adolescentes probablemente tendrán
que decidir ser fieles o no al enamorado(a), aceptar o rechazar una caricia desagradable, continuar con una relación de
pareja o terminarla, cuidar o no de su salud sexual, buscar o no ayuda profesional cuando sientan alguna molestia o
síntoma de alguna infección de transmisión sexual, etc.
Hay quienes piensan que los (las) adolescentes no son lo suficientemente maduros para tomar sus propias decisiones y
menos respecto a su sexualidad. Pero, como ya lo dijimos anteriormente, el saber tomar buenas decisiones no llega
espontáneamente con la edad.
TRABAJO INDIVIDUAL- LUEGO REALIZAR ESTA PARTE
Las personas utilizan diferentes estrategias para tomar sus decisiones tales como pensar, reflexionar, actuar
impulsivamente, intercambiar ideas con amigos, evitar tomar una decisión, dejar que otros decidan. Lee las siguientes
afirmaciones (elige 3) y crea una situación por cada una en la que se dé conocer las afirmaciones que elegiste.
(6 puntos)
1. Dejo que otros decidan por mí. 5. Hago un balance de las ventajas y desventajas en las diferentes
2. Pospongo mi decisión lo más que puedo. opciones.
3. Hago lo primero que se me pasa por la cabeza y 6. Antes de decidir, busco información; luego converso la situación con
no lo pienso mucho. varias personas para ampliar mis puntos de vista.
4. Dejo que la suerte o el destino decidan. 7. No le digo a nadie y decido solo(a).
8. Tomo en consideración los sentimientos de las personas a quienes
podría afectar mi decisión.
TRABAJO INDIVIDUAL 2
Hemos visto en el texto que las personas tenemos que tomar nuestras decisiones basándonos en nuestro propio
razonamiento y no dejándonos llevar por lo que otros dicen. (6 puntos)
Da un ejemplo de un(a) adolescente que decide sobre la base de:
-Lo que los demás dicen. -Un capricho.
-Por temor al castigo. -Porque todos lo hacen.
-Por no causarle una pena a alguien -Una reflexión personal.
EVALUEMOS Y REFLEXIONEMOS (4 puntos)
-Señala cuáles son los principales decisiones que deben tomar un (una) adolescente sobre la vivencia de su sexualidad.
-Indica los pasos que se deben seguir para tomar una buena decisión.
-Evalúa tu propio estilo de tomar decisiones y menciona dos aspectos que debes trabajar para tomar mejores
decisiones.
-Si un(a) amigo(a) te pide ayuda para tomar una decisión sobre su sexualidad. ¿Qué consejos le darías?

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