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Teniendo en cuenta el grado de estacionalidad sexual que tienen las diferentes razas
ovinas presentes en el país, lo que está ligada principalmente a su origen, se deben
considerar los siguientes factores antes de determinar la fecha correcta para el
servicio:
En términos generales, para las razas de origen mediterráneo, que son las que tienen
una estación de cría más prolongada, podemos tener 2 épocas de servicio: primavera
y otoño.
Para las razas británicas, que cuentan con una estación de cría mucho más corta el
servicio sería conveniente hacerlo en otoño.
Tener en cuenta:
-Fecha de esquila
EDAD AL SERVICIO:
El peso conveniente para lograr una buena fertilidad en borregas “primerizas”, según
diferentes razas es el siguiente:
Corriedale 36 a 38 kg;
Pampinta 39 Kgs.;
Ideal 33 a 35 kg.
Es muy importante contar con una balanza para registrar pesos, en caso contrario,
buena herramienta que se utiliza como “indicador” del estado nutricional del animal, es
la medición de la Condición Corporal (C.C.), medida a través de una “escala”del 1 al 5.
Al momento de dar servicio deberíamos manejarnos con una C.C. grado 3 a 3,5 así
estaríamos asegurándonos el peso mínimo adecuado para lograr una buena fertilidad,
tanto en ovejas como en borregas siempre y cuando la sanidad de la majada sea la
adecuada.
Debe ser corto y realizado en la época más favorable, con el propósito de asegurar
una parición uniforme y concentrada para un mejor manejo tanto de las hembras
preñadas como de los corderos recién nacidos.
En el caso de las ovejas adultas será de 45 días y para las “primerizas” o borregas: 60
días. En caso de manejar una sola majada con ovejas y borregas juntas y servicio
tradicional “a campo”, será aconsejable asegurar un período mínimo de dos meses.
Debemos considerar que los corderos deben nacer cuando la oveja tenga pasto,
suficiente para asegurar una abundante lactación y rápido crecimiento durante los 4
meses de crianza. En condiciones óptimas la ganancia de peso diaria de la cría, es
casi el doble de la del cordero nacido a destiempo.
Podemos afirmar que hay dos momentos óptimos para las pariciones: el otoño o la
primavera si tenemos en cuenta que el pastizal natural es el recurso forrajero más
utilizado en la producción ovina extensiva.
Pariciones en otoño: si las ovejas van a parir en otoño quiere decir que el
servicio fue en verano; lo produce menos corderos y la mayor parte de la
lactación en un momento de escasa disponibilidad de pasto como el invierno y
de no contar con un verdeo para esa época, habrá baja ganancia de peso
diaria en los corderos. Constituye una ventaja comparativa, la buena nutrición
de las madres en el último tercio de preñez, que se traduce en buen peso de
los corderos al nacer. Atendiendo los requerimientos nutricionales, se llega con
corderos grandes a la esquila de noviembre, pudiendo ser destetados y
vendidos temprano, o para las fiestas de Navidad y fin de año.
1. DETECCIÓN.
2. CORTEJO: el macho reúne una o varias hembras en celo sobre las que ejerce su
dominio, conformando un "harem". En este momento es frecuente observar
fenómenos de dominancia y subordinación entre los machos que están en servicio.
Los carneros manifiestan competencia hasta una distancia de 300 metros y muchas
veces esto es negativo para el servicio de la majada, puesto que el macho dominante
no necesariamente es el más fértil.
Los carneros pueden montar entre 15 y 20 veces al día, aunque los saltos con
eyaculación por lo general no superan los cinco, siendo frecuentes las invaginaciones
sin eyaculación.
Un carnero con buena condición corporal (C. C.: grado 3 ½ a 4) con buena libido,
vigoroso y sano a campo, puede cubrir hasta 100 ovejas en 30 días. Si las condiciones
son normales, teniendo en cuenta el clima, tipo de terreno y tamaño del potrero, se
puede utilizar un 2 ó 3% de carneros con ovejas experimentadas y un 3% (con repaso
de 1% más) en las borregas primerizas, incorporando ese refuerzo a los 15 días de
iniciado el servicio.
Las borregas “primerizas” van más lento, por su inexperiencia; aunque este
comportamiento que cambia favorablemente en la segunda quincena de marzo,
principio de abril, cuando sus celos se vuelven más intensos y duraderos.
Incorporarles un 10% de ovejas adultas da buen resultado, cuya experiencia
estimulará a las primerizas, aceptando al carnero en menor tiempo.
Entre los machos suele haber algún carnero “muy dominante”, agresivo o peleador el
que se sugiere retirar del servicio, debido a que molesta a los otros y no permite
realizar bien su trabajo “Los machos de fuerte libido no suelen ser agresivos y en
algunos casos no ser los más fértiles”.
No mover la majada en momentos de mucho calor (+ de 32º C); proveer agua limpia y
fresca en cantidad suficiente y si es posible disponer de potrero con acceso a sombra
natural (árboles) o artificial (media sobra, etc). Se debe evitar toda elevación brusca de
la temperatura corporal, para minimizar las pérdidas embrionarias y conservar la
calidad del semen. Mantener los perros alejados para evitar estrés que estos generan
con ladridos y movimientos.
El cuidador debe prestar especial atención durante las 3 (tres) primeras semanas de
servicio en ovejas adultas y todo el primer mes en borregas. Los celos masivos
pueden agotar a algunos carneros o lesionarse y deben reemplazarse de inmediato.
Es importante mantener reproductores de reserva ya evaluados y con serología para
brucelosis realizada, para asegurarse de que siempre haya carneros fértiles
trabajando
Cumplidos los plazos de la primera etapa del servicio, se puede reducir la dotación de
carneros a la mitad, para que completen el servicio los más fuertes. Prestar especial
atención a las borregas para asegurarnos que hayan sido servidas.
BIBLIOGRAFÍA: