LA ESTRUCTURA D ELAS VIVENCIAS

- Las vivencias humanas están formadas por la interacción dialéctica de tres modos de generar
vivencia:
1- Modo depresivo
2- Modo esquizo paranoide
3- Modo autista contiguo
- Cada uno de estos modos se caracteriza por su propia forma de simbolización, método de
defensa, cualidad de relación objetal y grado de subjetividad
- Los modos mantienen una relación dialéctica entre sí

Vivencias en el modo depresivo

- Proceso a través del cual a la percepción se le atribuye un significado de manera especial
- el modo de simbolización denominado la formación del símbolo propiamente dicho (Segal,
1957) es un modo en el que el símbolo representa a lo simbolizado y es vivido como una forma
distinta de ello.
- Podría decirse que en el espacio existente entre el símbolo y lo simbolizado es donde aparece un
sujeto interpretador.
- La adquisición de la propia formación simbólica nos permite vivirnos a nosotros mismos como
personas que piensan sus propios pensamientos y que sienten sus propios sentimientos. 
desarrollamos un sentido de responsabilidad ante nuestros actos psicológicos
- Este es el mundo de las relaciones objetales totales en el que el individuo sigue siendo más o
menos la misma persona con el paso del tiempo en relación a otras personas que también
continúan siendo los mismos a pesar de los intensos cambios afectivos y las mezclas de afectos.
 La continuidad de la vivencia del self y de otros mediante los estados de sentimientos de amor
y de odio, es el contexto para el desarrollo de la capacidad de ambivalencia.
- La historicidad se origina en el modo depresivo cuando el individuo renuncia a su confianza en
las defensas omnipotentes. Esta vivencia de discontinuidad del self y del objeto con el tiempo
impide la creación de historicidad. En su lugar, se produce una refundición defensiva y continua
del pasado. En el modo depresivo, la persona echa raíces en una historia que ella crea mediante
la interpretación de su propio pasado.
- el pasado se entiende como algo inmutable. Este conocimiento trae consigo la tristeza de que
nuestro pasado nunca será como deseábamos. Nuestra relación con la historia que hemos creado
de forma interpretativa es una dimensión importante de la subjetividad, sin la cual nuestra
vivencia de "Yoidad" se siente como algo arbitrario, voluble e irreal.
- Personas como sujetos, solamente en el contexto de la vivencia de los otros subjetivos la
vivencia de culpa se convierte en una vivencia humana potencial.
- La culpa no tiene sentido sin la capacidad de preocuparse por los demás como sujetos. La culpa
es un tipo especial de dolor que se soporta con el paso del tiempo en respuesta a un daño real o
imaginario que uno ha hecho a alguien por quien se preocupa. Una vez que se vive al otro como

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 sujeto además de como objeto, el individuo reconoce la vida del otro fuera del área de su propia
omnipotencia.
- en el modo depresivo, la transferencia representa un intento inconsciente de volver a capturar
algo de la propia vivencia con un objeto más primario en la relación actual. Esta última forma de
transferencia se fundamenta en el contexto de la tristeza de saber que la relación con el objeto
original forma parte del pasado que uno nunca volverá a tener.
- temores tales como la ansiedad inconsciente de que ciertos aspectos de la propia persona son
tan privados y esenciales en un amenazado sentido de estar vivo, que el mero hecho de la
comunicación hará peligrar la integridad del self.
- El analista y la persona en análisis tratan de comprender la "frontera principal de ansiedad"
que constituye la causa de la interrupción del discurso intersubjetivo en un momento dado. En el
modo depresivo, la ansiedad está siempre relacionada con el objeto, ya que las razones
inconscientes del sentimiento de temor, culpa, vergüenza y otras cosas semejantes se deben a
fantasías inconscientes y determinadas en exceso que afectan a objetos internos y externos. Los
derivados de estas fantasías inconscientes relacionadas con el objeto constituyen el contenido
de la vivencia analítica transferencial-contratransferencial.
- El analista no tiene forma de comprender al paciente si no es a través de sus percepciones
coloreadas emocionalmente y de sus respuestas. De estas percepciones y respuestas, sólo una
pequeña proporción son conscientes y, por tanto, es primordial que el analista aprenda a detectar,
leer y hacer uso de su propio estado inconsciente cambiante cuando éste se descubra en el
discurso analítico.
- empleo de la resonancia intersubjetiva de los procesos inconscientes que tienen lugar en
individuos que se viven uno a otro como sujetos es paradigmático del nivel inconsciente
preconsciente de empatía en el modo depresivo. Se puede considerar a este proceso como una
proyección inconsciente del analista de sí mismo en la vivencia inconsciente que el paciente
tiene de sí mismo y de sus objetos internos; la identificación inconsciente del analista con la
vivencia inconsciente que el paciente tiene de sí mismo y de sus objetos internos; y la creación
de un tercero inconsciente e intersubjetivo ("el Otro" [Lacan, 1953]) entre el paciente y el
analista.
- se trata de un proceso en el que el analista pone a disposición del paciente su propia cadena
inconsciente de significados simbólicos a través de la cual trata de vivir algo similar a la vivencia
inconsciente del paciente, pero de un modo menos intenso, menos conflictivo y no tan
poderosamente reprimido o escindido.

Las vivencias en el modo esquizo paranoide

- El modo esquizo-paranoide de generar vivencias se basa principalmente en la escisión como
defensa y como una forma de organizar las vivencias. está dividido más equitativamente entre
los esfuerzos por manejar el dolor psíquico y los esfuerzos por evacuar el dolor mediante el
empleo defensivo del pensamiento omnipotente, la negación y la creación de
discontinuidades en las vivencias.

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 - En un modo esquizo-paranoide, la vivencia de amar y odiar al mismo objeto genera una
ansiedad intolerable que constituye el dilema psicológico principal con el que uno se encuentra.
- La escisión defensiva deja a la vivencia relacionada con el objeto de una valencia emocional
dada (por ejemplo, la relación entre un self que ama y un objeto amado) separada de la vivencia
de otras valencias relacionadas con el objeto (por ejemplo, la relación entre un self que odia y un
objeto odiado).
- Cada vez que un objeto bueno resulta decepcionante, ya no se le vive como un objeto bueno sino
como el descubrimiento de un objeto malo que se había enmascarado como objeto bueno. En
lugar de la vivencia de ambivalencia, se da la vivencia de desenmascaramiento de la
verdad.
- El uso defensivo de la discontinuidad de las vivencias (escisión) se encuentra habitualmente al
trabajar con pacientes que sufren trastornos fronterizos y esquizofrénicos.
- El volver a escribir la historia conduce a una susceptibilidad e inestabilidad de las relaciones
objetales que están en un continuo estado de cambio. No hay una vivencia compartida y estable
de la historia de la relación entre el paciente y el analista que pueda formar un marco y un
continente para la vivencia presente.
- En el modo esquizo-paranoide, no existe virtualmente espacio entre el símbolo y lo simbolizado;
los dos son equivalentes desde el punto de vista emocional. Este modo de simbolización,
denominado ecuación simbólica (Segal, 1957), genera una forma de vivencia de dos
dimensiones en la que todo es lo que es.
- El paciente que funcione en un modo predominantemente esquizo-paranoide quizá diga: "Usted
no puede decirme que no veo lo que veo". En este modo, los pensamientos y sentimientos no se
viven como creaciones personales, sino como hechos, cosas en sí mismas, que simplemente
existen.
- La transferencia en el modo esquizo-paranoide se ha denominado transferencia "delirante"
(Little, 1958) o "psicótica".El analista no se vive como similar al objeto original de la infancia, él
es el objeto original.
- En ausencia de la capacidad de mediar entre uno mismo y la propia vivencia, se produce una
forma de subjetividad muy limitada. En el modo esquizo-paranoide, el self es,
predominantemente, un self como objeto, un self a quien golpean los pensamientos, los
sentimientos y las percepciones como si fuesen fuerzas externas u objetos físicos que le
invadieran o le bombardeasen.
- Relación Analista: Cuando se trabaja con pacientes que generan vivencias en un modo
predominantemente esquizoparanoide, se deben expresar las intervenciones en un lenguaje que
refleje la concreción de la vivencia del paciente; de lo contrario, el paciente y el analista tienen la
vivencia de hablar de tal forma que, en palabras de uno de estos pacientes, "se pierden el uno al
otro por completo". Se habla sobre la convicción por parte del paciente de que el terapeuta —si
quiere servir de algo al paciente- debe pensar los pensamientos del paciente y sentir los
sentimientos del paciente.

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 - Significado psicológico de la escisión: La defensa psicológica en el modo esquizo-paranoide se
basa, en gran parte, en el principio de que uno se garantiza la seguridad separando lo que está en
peligro de aquello que lo amenaza
- la proyección es un intento de sacar fuera del self un aspecto amenazante (o amenazado) del self
o del objeto mientras se retiene dentro el aspecto amenazado (o amenazante) del self o del
objeto.
- El modo esquizo-paranoide se caracteriza por la forma de pensar omnipotente a través de la
cual las complejidades emocionales del acto de amar y de odiar se "resuelven" de un modo
mágico, o -más exactamente- se excluyen de la realidad psíquica. En este modo, la culpa (tal
como existe en el modo depresivo), simplemente no aparece
- En el modo esquizo-paranoide, lo que podría llegar a ser un sentimiento de culpa, se disipa
mediante, por ejemplo, el uso de fantasías reparadoras omnipotentes. El perjuicio causado al
objeto se niega mediante el empleo de un remedio mágico con el que se pretende borrar de la
historia el daño que se ha cometido.
- Este intento de hacer uso de las defensas esquizo-paranoides (reparación mágica, negación y
volver a escribir la historia) con el propósito de evitar la ansiedad depresiva (la culpa y el temor a
perder al objeto debido a la destructividad propia) constituye una defensa maníaca.
- Negación: en el modo esquizo-paranoide no se añora a un objeto perdido o ausente; se niega la
pérdida, se hace caso omiso del sentimiento de tristeza, y se sustituye al objeto (la persona) por
otra persona o por uno mismo.
- La relación objetal en el modo esquizo-paranoide se presenta predominantemente en forma de
identificación proyectiva
- En la identificación proyectiva, el proyector -por medio de interacciones interpersonales reales
con el "receptor"- provoca inconscientemente estados de sentimiento en el receptor que son
coherentes con los sentimientos "expulsados". Además de servir a sus propósitos defensivos, esto
constituye una forma fundamental de comunicación y de relación objetal.
- La identificación proyectiva es una "comunicación directa" (Winnicott, 1971c), ya que no
intervienen en ella sujetos interpretadores; es, predominantemente, una comunicación entre el
inconsciente de una persona y el inconsciente de otra.
- El "procesamiento" de una identificación proyectiva por parte del receptor no consiste
simplemente en devolver al proyector el contenido psicológico modificado. Más bien consiste en
alterar el modo intersubjetivo de contención producido por la pareja que actúa recíprocamente,
dando lugar así a una nueva forma de vivir los antiguos contenidos psicológicos. No se trata de
modificar los contenidos psicológicos; lo que se modifica es el contexto intersubjetivo de dichos
contenidos.
- La fantasía inconsciente es atemporal y no se destruye nunca (Freud, 1911a). Por tanto, resulta
engañoso hablar de la erradicación de una fantasía inconsciente, puesto que esto supone que la
antigua fantasía se destruye o se sustituye por una nueva. No es la fantasía inconsciente la que se
destruye o sustituye; lo que sucede es que la fantasía se vive de forma distinta debido a un
cambio en la matriz psicológica dentro de la cual existe. no es sólo el contenido, sino también el
contexto lo que cambia en el crecimiento psicológico
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 - Los sentimientos edipicos y las fantasías, algunas facetas importantes de este conflicto
inconsciente y su sintomatología resultante (ataques de ansiedad, por ejemplo) se viven
intensamente en el modo esquizo-paranoide.
- El modo esquizo-paranoide proporciona la necesaria escisión de los vínculos y la apertura de los
encerramientos de la posición depresiva, restableciendo así la posibilidad de nuevos vínculos y
nuevos pensamientos.
- El empuje integrador del modo depresivo proporciona, a su vez, la antítesis necesaria para que el
modo esquizo-paranoide limite el caos producido por la fragmentación del pensamiento, la
discontinuidad de las vivencias, y la escisión del self y del objeto.

el psicoanálisis es un proceso dirigido a ayudar al paciente a cambiar el equilibrio de la interacción

dialéctica entre diferentes modos de generar vivencias en relación a contenidos inconscientes
específicos. Lo que debe ocurrir en el análisis no es un simple traslado de los contenidos psicológicos de
un modo a otro. El proceso terapéutico tal y como yo lo entiendo supone el establecimiento,
restablecimiento o expansión de una relación dialéctica entre diferentes modos de vivencia.

El modo autista contiguo de generar vivencias

- modo incluso más primitivo, presimbólico y dominado por los sentidos al que me voy a referir
con el nombre de "modo autista-contiguo".
- La posición autista-contigua es una organización psicológica primitiva que funciona desde el
momento de nacer y que genera las formas más elementales de vivencia humana. Se trata de un
modo dominado por los sentidos en el que el sentido más rudimentario del self se construye al
ritmo de las sensaciones (Tustin, 1984), especialmente las de la superficie de la piel.
- El modo autista-contiguo de vivir es un modo presimbólico y sensorial
- Tanto el ritmo como las vivencias de contigüidad de la superficie son fundamentales en las
primeras relaciones de la persona con los objetos: la vivencia del bebé de tomar el pecho y de ser
abrazado y mecido; de que le hablen y le canten en brazos de su madre. Estas vivencias están
"relacionadas con el objeto"
- La relación con el objeto trata de una relación de amoldamiento ante la sensación de
enclaustramiento, de marcar el compás ante la sensación de ritmo, de insensibilidad ante la
sensación de limitamiento
- La vivencia del self en este punto es simplemente la de un estado no reflector del "continuar
existiendo" sensorial (Winnicott, 1956, p.303) derivado de las "necesidades corporales" que sólo
"gradualmente se convierten en necesidades del Yo cuando aparece gradualmente una psicología
a partir de la elaboración imaginativa [por parte de la madre-bebé] de una experiencia física" (p.
304) .
- Las primeras vivencias de contigüidad sensorial definen una superficie (el comienzo de la cual se
convertirá en un sentido de lugar) en la que se crean y organizan las vivencias. Estas vivencias
sensoriales con "objetos" (que sólo un observador exterior reconocería como tales) son los

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 medios a través de los cuales se crean las formas más primarias de vivencia organizada y
organizadora.
- La contigüidad de superficies (p. ej.: superficies de piel "moldeada", sonidos armónicos, el
mecer o mamar rítmico, las formas simétricas) generan la vivencia de una superficie sensorial
más que un sentimiento de dos superficies que se acercan ya sea en una oposición de mutua
diferenciación, o en una fusión.
- La posición autista-contigua se concibe como una organización psicológica en la que los
modos sensoriales de generar vivencias se organizan en procesos defensivos a la vista del
peligro percibido. En circunstancias de extrema y prolongada ansiedad, estas defensas se
atrofian y se hacen rígidas, llegando a constituir una estructura psicológica patológicamente
autista. El desarrollo de una organización autista-contigua normal puede suceder sólo dentro de
la relación que se establece con la madre como entorno y la madre como objeto (véase
Winnicott, 1963a).
- el modo autista-contiguo "toma prestado" (interpenetra en) del modo esquizo-paranoide en la
creación de representaciones de fantasía para vivencias dominadas por los sentidos, y toma,
además, rasgos del modo depresivo, incluyendo elementos de subjetividad, historicidad y
simbolización propia.
- Los rudimentos de la vivencia sensorial del self en el modo autista-contiguo nada tienen que ver
con la representación de los estados afectivos, ni ideográfica ni totalmente simbólica. La
vivencia sensorial es el bebé en este modo, y la interrupción abrupta de la forma, simetría, ritmo,
amoldamiento de la piel, etc., marca el final del bebé.
- La vivencia de una forma autista es el sentimiento de suavidad que muy posteriormente
asociamos con ideas como la seguridad, la confianza, la relajación, el calor y el afecto. Las
palabras que, a mi parecer, se acercan más al nivel sensorial de la vivencia son las palabras
tranquilizador y confortante.
- Bick (1968, 1986) describe un tipo de defensa al que ella denomina "formación de una segunda
piel". Se trata de un esfuerzo autoprotector de resucitar un sentimiento de la continuidad e
integridad de la superficie de uno mismo
- empleo defensivo de objetos y formas autistas frente a la amenaza de disrupción de la
continuidad sensorial del self. Las formas y objetos autistas ofrecen un medio de auto-
tranquilización que es tan "perfecto" como ningún ser humano posiblemente pueda serlo.
- El individuo tiene un absoluto control sobre la actividad autista; sin embargo, al mismo tiempo,
la actividad autista puede tiranizar al individuo (Tustin, 1984). El poder tiránico de la actividad
se deriva del hecho de que un individuo que confía en un modo autista de defensa depende por
completo de la capacidad de la recreación perfecta de la vivencia sensorial para protegerse contra
el terror insoportable ("el terror sin forma")
- Muy a menudo la vivencia contratransferencial se relaciona con sensaciones en la piel tales
como sentir calor o frío (véase el caso de la señora L. comentado anteriormente en este capítulo)
así como hormigueo, entumecimiento y una sensibilidad exagerada a las impresiones de la piel,
como por ejemplo a la opresión de la corbata o de los zapatos

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 - Desde la perspectiva desarrollada en este capítulo, puede considerarse que el modo autista-
contiguo, en circunstancias normales, proporciona la "base" limitada sensorial de la
vivencia (Grotstein, 1987). Ofrece un encerramiento sensorial que existe en tensión dialéctica
con el potencial de fragmentación del modo esquizo-paranoide.

MODO DEPRESIVO MODO ESQUIZO PARANOIDE

FORMA DE -Formación simbólica: modo en el que el
SIMBOLIZACIÓN símbolo representa a lo simbolizado y es
vivido como una forma distinta de ello.
Permite considerarnos como personas que
piensan sus propios pensamientos y que
sienten sus propios sentimientos
METODO DE -Reparación (sentimiento de culpa por haber
DEFENSA pasado por el proceso de escisión)
CUALIDAD DE -Continuidad de las vivencias del self. El
RELACIÓN individuo sigue siendo más o menos la
OBJETAL misma persona con el paso del tiempo en
relación con otras personas que también
continúan siendo los mismos a pesar de los
intensos cambios afectivos y las mezclas de
afectos.
-En un estado psicológico en el que se vive a
las demás personas como sujetos y no
meramente como objetos, es posible
preocuparse por ellos y no simplemente
valorarlos como se valoraría un objeto
preciado.
-Solamente en el contexto de la vivencia de
los otros subjetivos la vivencia de culpa se
convierte en una vivencia humana potencial
-Ecuación simbólica: genera una forma de vivencia
dos dimensiones en la que todo es lo que es. l
pensamientos y sentimientos no se viven com
creaciones personales, sino como hechos, cosas en
mismas, que simplemente existen.
-No existe una capacidad de simbolizar
-Escisión:(discontinuidad de las vivencias) vivencia
la ambivalencia
-Identificación proyectiva
-Introyección
-Negación, en el modo esquizo-paranoide no se añora
un objeto perdido o ausente; se niega la pérdida,
hace caso omiso del sentimiento de tristeza, y
sustituye al objeto (la persona) por otra persona o p
uno mismo.
-Idealización
-Identificación proyectiva: es una "comunicació
directa" (Winnicott, 1971c), ya que no intervienen
ella sujetos interpretadores; es, predominantement
una comunicación entre el inconsciente de una perso
y el inconsciente de otra.

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 GRADO DE Relación entre sujeto/Reconocimiento del
SUBJETIVIDAD otro como sujeto: el individuo reconoce la
vida del otro fuera del área de su propia
omnipotencia.
Nuestra relación con la historia que hemos
creado de forma interpretativa es una
dimensión importante de la subjetividad, sin
la cual nuestra vivencia de "Yoidad" se siente
como algo arbitrario, voluble e irreal.
Resonancia intersubjetiva: Se puede
considerar a este proceso como una
proyección inconsciente del analista de sí
mismo en la vivencia inconsciente que el
paciente tiene de sí mismo y de sus objetos
internos.
HISTORICIDAD -La historicidad se origina en el modo
depresivo cuando el individuo renuncia a su
confianza en las defensas omnipotentes. Esta
vivencia de discontinuidad del self y del
objeto con el tiempo impide la creación de
historicidad. En su lugar, se produce una
refundición defensiva y continua del pasado.
En el modo depresivo, la persona echa raíces
en una historia que ella crea mediante la
interpretación de su propio pasado. el pasado
se entiende como algo inmutable
TRANSFERENCIA la transferencia representa un intento
inconsciente de volver a capturar algo de la
propia vivencia con un objeto más primario
en la relación actual. Esta última forma de
transferencia se fundamenta en el contexto de
la tristeza de saber que la relación con el
objeto original forma parte del pasado que
uno nunca volverá a tener.
Relación entre objetos, En ausencia de la capacidad
mediar entre uno mismo y la propia vivencia,
produce una forma de subjetividad muy limitada. E
el modo esquizo-paranoide, el self e
predominantemente, un self como objeto, un self
quien golpean los pensamientos, los sentimientos y l
percepciones como si fuesen fuerzas externas u objet
físicos que le invadieran o le bombardeasen.
-El volver a escribir la historia conduce a u
susceptibilidad e inestabilidad de las relacion
objetales que están en un continuo estado de cambi
No hay una vivencia compartida y estable de la histor
de la relación entre el paciente y el analista que pued
formar un marco y un continente para la vivenc
presente
-Cada vez que un objeto bueno resulta decepcionan
ya no se le vive como un objeto bueno sino como
descubrimiento de un objeto malo que se hab
enmascarado como objeto bueno. En lugar de
vivencia de ambivalencia, se da la vivencia d
desenmascaramiento de la verdad.
-La transferencia en el modo esquizo-paranoide se
denominado transferencia "delirante" (Little, 195
o "psicótica".El analista no se vive como similar
objeto original de la infancia, él es el objeto original.

Info extra
Identificación proyectiva (mecanismo de defensa)
 El yo se deshase de un aspecto, lo ubica en el objeto, y se relaciona con el objeto como su fuera
el aspecto que se está deshaciendo
 Implica, escisión, negación y proyección
 Concepto clave para la teoría y clínica de la escuela kleiniana.
 Se refiere a la capacidad que tiene la mente de liberarse de una parte del self y colocarla en
otro objeto.
 El resultado es la confusión de la identidad, una pérdida de la diferencia real entre sujeto y
objeto.
 El sujeto expulsa una parte de sí mismo y al objeto se le adjudican aquellos aspectos
proyectados de los que el sujeto se ha desprendido.

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  Permite desprenderse también de aspectos positivos, por ejemplo, para preservarlos de los
aspectos malos internos.
 Su uso excesivo debilita al yo, porque queda supeditado a una dependencia extrema de las
personas en las que se proyectó lo bueno (para recuperarlo) o lo malo (para controlarlos y evitar
su amenaza).
 Por tanto, puede ser normal o patológico. Cuando se da equilibrado es la base de la empatía.

Mecanismos de defensa posición depresiva

 Elprincipal es la Reparación:
 Atender y preocuparse por el estado del objeto.
 Intenta reconstruir los aspectos dañados o perdidos de los objetos dentro del self.