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INSTITUTO PARA EL FOMENTO

CIENTIFICO DE MONTERREY

MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA EDUCATIVA


MODALIDAD: PRESENCIAL

MATERIA: TEORÍA Y MANEJO DE LA EDUCACIÓN


ESPECIAL

Docente: Lina Herminia Gregoria Duran Ramos


Alumna: Nanci Beatriz Reyes Reyes

Matrícula: 5020

24 de Marzo de 2023
INDICE

Introducción……………………………………………………………………. 2

Desarrollo..…………………………………………………………………….. 3

Conclusión..……………………………………………………………………. 7

Bibliografía…..…………………………………………………….…………… 9

1
El juego en el niño Autista.

Introducción.

Los trastornos del espectro autista (TEA) en niños hoy en día son muy
recurrentes y muchas veces las personas no los llegamos a comprender estas son
discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con
TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y
conductas o intereses restrictivos o repetitivos, también podrían tener maneras distintas
de aprender, moverse o prestar atención.

Aunque con el tiempo los avances en medicina han sido muy notorios en este
campo aun es difícil para las personas y hasta los médicos el comprenderlos en su
totalidad ya que es tanto el área de estudio que ofrecen que es difícil catalogar este
trastorno en específico o conocer las causas y síntomas que lo identifican siendo este el
mayor problema para diagnosticarlos.

La mayoría de las personas con TEA tienen otras características relacionadas


con dicho trastorno. Estas podrían incluir:

Retraso en las destrezas del lenguaje, de movimiento, cognitivas o de


aprendizaje, conducta hiperactiva, impulsiva o distraída, epilepsia o trastornos
convulsivos, hábitos de alimentación y del sueño inusuales, problemas
gastrointestinales, estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales, ansiedad,
estrés o preocupación excesiva, no tener miedo o temer más de lo normal.

En el presente trabajo se abordara el tema de la manera en que impacta el juego


en los niños con el Trastorno del Espectro Autista así como las pautas a seguir para
poder implementarlo con los alumnos.

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Desarrollo.

El juego es una actividad fundamental para el desarrollo y aprendizaje de los


niños, ya que les permite potenciar su imaginación, explorar el medio ambiente en el
que se desenvuelven, expresar su visión particular del mundo, manifestándola mediante
su creatividad a través del lenguaje oral y corporal, y el desarrollo de habilidades
socioemocionales y psicomotoras que se materializan de su relación entre pares y
adultos.

En los más pequeños, el aprendizaje se estimula mejor mediante las actividades


lúdicas. Esto les permite adquirir habilidades que fortalecen el trabajo en equipo y
fomentan la creatividad y la innovación. Jugar ayuda a nuestros pequeños a crear
vínculos afectivos que generan en ellos seguridad y estabilidad, lo cual los protege
contra el estrés y los ayuda a generar resiliencia emocional.

Algunas contribuciones del juego en los niños, que podemos referir, son las
siguientes:

Contribuciones físicas Posibilita diferentes movimientos que ejercitan a los


niños, mejorando su coordinación psicomotriz. Esto les permite dormir mejor durante la
noche y tiende a disminuir el riesgo de sobrepeso y obesidad.

Desarrollo sensorial y mental Les permite aprender a discriminar formas,


tamaños colores, olores y texturas.

Contribuciones afectivas Les permite experimentar y reconocer diversas


emociones, como sorpresa, alegría, tristeza, asombro, miedo, entre otras.

Creatividad e imaginación Elementos innatos del juego que propician la


interacción con pares y adultos. Por ende, el juego repercute en el establecimiento de
vínculos afectivos que propician la cooperación, la empatía y la seguridad de los niños.

Mientras que los niños con TEA con frecuencia tienen problemas con la
comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos
que pueden parecer inusuales.

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Estas conductas o intereses distinguen a los TEA de las afecciones que solo se
definen por problemas con la comunicación y la interacción sociales.

Algunos ejemplos de conductas e intereses restrictivos o repetitivos relacionados


con los TEA pueden incluir:

 Poner juguetes u otros objetos en fila y molestarse cuando se cambia el


orden
 Repetir palabras o frases una y otra vez (esto se llama ecolalia)
 Jugar con juguetes de la misma manera todo el tiempo
 Enfocarse en partes de los objetos (por ejemplo, en las ruedas)
 Irritarse con cambios mínimos
 Tener intereses obsesivos
 Tener que seguir ciertas rutinas
 Aletear las manos, mecer el cuerpo o girar en círculos
 Reaccionar de manera inusual a la forma en que las cosas suenan, huelen,
saben, se ven o se sienten.

Los niños pequeños con autismo tienden a tener intereses limitados. Su juego
tiende a ser repetitivo y solitario. Ellos pueden usar los juguetes de manera inapropiada,
alineando los juguetes, hacer girar las ruedas de los coches. Esto es debido a que en
muchas ocasiones hay una falta de juego imaginativo.

También tiene un deseo muy fuerte de hacer las cosas a su manera y se resistirá
a la “interferencia” de otros niños y personas en su rutina de juego.

Los niños pequeños con autismo, por lo general, tienen pocas habilidades de
imitación. Ellos no son capaces de aprender a jugar con los demás simplemente por
verlos. Tienen dificultades para comprender cómo y cuándo participar en una actividad
o juego con otros niños.

Algunas de las interacciones que se debe tener con los niños con este trastorno
antes de implicarlo en el juego interactivo con un adulto, hay que construir una relación

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con él. Hay que conocer como juega el niño, ver lo que le motiva y le interesa, para
poder aplicarlo cuando se juegue con él, esto puede llevar un tiempo largo.

Hay que tratar de conseguir que el niño se interese en el juego uno a uno con el
adulto, imitando sus acciones. Si el niño siempre realiza las mismas acciones, cambia
las tuyas un poco y haz que parezca muy divertido. Cuando el niño se sienta cómodo
jugando contigo, se podrá intentar que juegue con otro niño, y más tarde con un grupo
pequeño de niños.

Convierte una obsesión en juego creativo. En el caso de la alineación de


juguetes, trataremos de llamar la atención de alguna característica de ese juguete.
Luego trataremos poco a poco de mover los juguetes de esa fila, siempre que el niño lo
tolere, y se hará alusión de esto.

Se debe tratar de crear juegos circulares, dándole motivos para comunicarse.


Pueden ser juego sensorio motor y de contacto corporal, siempre que sean atractivos y
motivantes para él, con la finalidad de hacer emerger el juego circular y a partir de aquí
ir ampliando hacia otros tipos de juego.

Modela y ve dotando de sentido su juego a partir de pequeñas pautas


estructuradas.

Prepara guiones sencillos de juego, paso a paso, enséñale a jugar con juguetes,
enséñale a imitar y a practicar su uso, a la vez también le vamos mostrando las
posibilidades de juego. Ya que se aprende haciendo (moldeado) y se asimila repitiendo
(rutinas).

Establece una rutina: que se consigue con confianza y seguridad, porque sabrá
qué va a pasar.

Anticipa lo que va a ocurrir se pueden utilizar apoyos visuales para la mejor


comprensión.

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Habla sin alzar la voz y con calma, con palabras sencillas y concisas, con
movimientos lentos y suaves, con sonrisas y tocándole a menudo. Ponte siempre a su
nivel para hablar y busca el contacto visual.

Presenta el juego de forma muy atractiva, divertida y motivadora. Disfruta junto a


él, para que se convierta en una experiencia positiva. No impongas una actividad si no
genera interés.

Dedícale horas y horas jugando de forma estructurada primero, para después ir


flexibilizando.

No utilices las bromas o los mensajes confusos, porque no te van a entender.

Delimita el espacio cuando interactúes en el suelo. Elimina los ruidos de fondo y


las distracciones.

Utiliza la coherencia: toda la familia lo ha de hacer igual.

Juego cooperativo en el ámbito educativo, especialmente en etapas infantiles, se


está estudiando el uso de metodologías cooperativas. Los resultados muestran que
mejora las relaciones sociales y facilita la inclusión de alumnado con TEA, despertando
en sus compañeros conductas prosociales, al tiempo que el niño con diagnóstico de
TEA nos hace participes de su entorno, mejorando la cohesión del grupo.

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Conclusión.

Como podemos darnos cuenta ofrecer a un niño la oportunidad de jugar, es una


de las mejores maneras de ayudarlo a crecer y a que pueda convertirse en un adulto
curioso, más creativo, sano y feliz. Se debe brindar la oportunidad de compartir, junto al
niño, la alegría de descubrir nuevas experiencias mientras se conectan entre sí y con el
mundo que los rodea. la intervención que realicemos como docentes, padres de familia,
terapias con personal capacitado pueden permitir al niño con TEA un desarrollo integral
y que mejor que implementando el juego como principal motor de aprendizaje.

Vivimos en un mundo donde lo que no es “normal” por lo que rige la sociedad es


catalogado como algo malo o inservible, falta empatía en nosotros mismos para poder
entender y ayudar a las personas que padecen este tipo de trastornos, cuantas veces
no hemos visto que a niños con autismo son aislados por sus compañeros o hasta
victimas de violencia verbal, psicológica y en muchos casos física, esto por la atención
que demandan, o el inmenso reto que representan siendo excluidos por personas a
quienes les falta estar informados para poder atenderlos de una manera óptima.

Está en nosotros apoyar como docentes a que la misma sociedad acepte estas
diferencias como algo que cada día es más común, que apoyen a las personas que lo
padecen tanto niños como adultos mayores que nos necesitan, nos preparemos día a
día para estar listos cuando alguien nos necesite, necesitamos como sociedad
tolerancia y respeto que hoy en día es mínimo, y nosotros como docentes tenemos una
gran tarea y una gran responsabilidad al poder formar a los niños, en nosotros está el
poder hacer un cambio, en ser empáticos, y enseñar a los niños a hacerlo de igual
manera, ya que así podremos apoyar a todas aquellas personas que padecen algún
síndrome o trastorno.

Un ambiente educativo estructurado pero cálido y afectivo en el que se usa el


juego al mismo tiempo es, sin duda, una de las mejores vías para promocionar el
aprendizaje en los niños con autismo. De esta manera, el niño empieza a desarrollar
habilidades relacionadas con la comprensión social, a reconocer las actitudes de los
otros y a desarrollar la imitación como posibilidad para el acceso a la mente del otro.

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Se puede concluir que es necesario partir de los intereses y puntos fuertes del
niño/a. Por difícil que parezca en muchas ocasiones, siempre se encuentra algún
aspecto motivador.

En niños más pequeños, utiliza la anticipación, pausa la actividad que le gusta y


espera a que solicite seguir con el juego.

Utiliza el juego para favorecer la comunicación. Pon juguetes u objetos de su


interés fuera de su alcance, y ayúdale a que lo pida.

Realiza juegos donde se precisa la interacción: cosquillas, lanzar al niño/a hacia


arriba.

La intervención clínica desde la aproximación psicológica histórico-cultural y la


teoría de la actividad tiene impacto positivo en el desarrollo psicológico del niño. Esta
intervención se propone de manera intencional y promueve el desarrollo de habilidades
de correlación social que facilitan la interacción comunicativa en el caso del autismo

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Bibliografía:

Asociación Americana de Psiquiatría (2013). DSM-5.

Cuéllar, Y., Pérez-Brunicardi, D., y De la Iglesia, M. (2015). Enseñanza cooperativa


como instrumento para la inclusión de un niño con trastorno de espectro autista
(tea) mediante juegos cooperativos en un aula de educación infantil. Revista
arbitrada del cieg, 259-271.

Belinchón M, Rivière A. El lenguaje autista desde una perspectiva correlacional


Estudios de Psicología. 2000;21:65-66. http://doi.org/cmzx.

Modificado de: Freeman S., Kasari C. (2013) Child interactions in autism:


Characteristics of play –Parent. Autism 17: 147 DOI:
10.1177/1362361312469269

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