Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CIENTIFICO DE MONTERREY
Matrícula: 5020
24 de Marzo de 2023
INDICE
Introducción……………………………………………………………………. 2
Desarrollo..…………………………………………………………………….. 3
Conclusión..……………………………………………………………………. 7
Bibliografía…..…………………………………………………….…………… 9
1
El juego en el niño Autista.
Introducción.
Los trastornos del espectro autista (TEA) en niños hoy en día son muy
recurrentes y muchas veces las personas no los llegamos a comprender estas son
discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con
TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y
conductas o intereses restrictivos o repetitivos, también podrían tener maneras distintas
de aprender, moverse o prestar atención.
Aunque con el tiempo los avances en medicina han sido muy notorios en este
campo aun es difícil para las personas y hasta los médicos el comprenderlos en su
totalidad ya que es tanto el área de estudio que ofrecen que es difícil catalogar este
trastorno en específico o conocer las causas y síntomas que lo identifican siendo este el
mayor problema para diagnosticarlos.
2
Desarrollo.
Algunas contribuciones del juego en los niños, que podemos referir, son las
siguientes:
Mientras que los niños con TEA con frecuencia tienen problemas con la
comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos
que pueden parecer inusuales.
3
Estas conductas o intereses distinguen a los TEA de las afecciones que solo se
definen por problemas con la comunicación y la interacción sociales.
Los niños pequeños con autismo tienden a tener intereses limitados. Su juego
tiende a ser repetitivo y solitario. Ellos pueden usar los juguetes de manera inapropiada,
alineando los juguetes, hacer girar las ruedas de los coches. Esto es debido a que en
muchas ocasiones hay una falta de juego imaginativo.
También tiene un deseo muy fuerte de hacer las cosas a su manera y se resistirá
a la “interferencia” de otros niños y personas en su rutina de juego.
Los niños pequeños con autismo, por lo general, tienen pocas habilidades de
imitación. Ellos no son capaces de aprender a jugar con los demás simplemente por
verlos. Tienen dificultades para comprender cómo y cuándo participar en una actividad
o juego con otros niños.
Algunas de las interacciones que se debe tener con los niños con este trastorno
antes de implicarlo en el juego interactivo con un adulto, hay que construir una relación
4
con él. Hay que conocer como juega el niño, ver lo que le motiva y le interesa, para
poder aplicarlo cuando se juegue con él, esto puede llevar un tiempo largo.
Hay que tratar de conseguir que el niño se interese en el juego uno a uno con el
adulto, imitando sus acciones. Si el niño siempre realiza las mismas acciones, cambia
las tuyas un poco y haz que parezca muy divertido. Cuando el niño se sienta cómodo
jugando contigo, se podrá intentar que juegue con otro niño, y más tarde con un grupo
pequeño de niños.
Prepara guiones sencillos de juego, paso a paso, enséñale a jugar con juguetes,
enséñale a imitar y a practicar su uso, a la vez también le vamos mostrando las
posibilidades de juego. Ya que se aprende haciendo (moldeado) y se asimila repitiendo
(rutinas).
Establece una rutina: que se consigue con confianza y seguridad, porque sabrá
qué va a pasar.
5
Habla sin alzar la voz y con calma, con palabras sencillas y concisas, con
movimientos lentos y suaves, con sonrisas y tocándole a menudo. Ponte siempre a su
nivel para hablar y busca el contacto visual.
6
Conclusión.
Está en nosotros apoyar como docentes a que la misma sociedad acepte estas
diferencias como algo que cada día es más común, que apoyen a las personas que lo
padecen tanto niños como adultos mayores que nos necesitan, nos preparemos día a
día para estar listos cuando alguien nos necesite, necesitamos como sociedad
tolerancia y respeto que hoy en día es mínimo, y nosotros como docentes tenemos una
gran tarea y una gran responsabilidad al poder formar a los niños, en nosotros está el
poder hacer un cambio, en ser empáticos, y enseñar a los niños a hacerlo de igual
manera, ya que así podremos apoyar a todas aquellas personas que padecen algún
síndrome o trastorno.
7
Se puede concluir que es necesario partir de los intereses y puntos fuertes del
niño/a. Por difícil que parezca en muchas ocasiones, siempre se encuentra algún
aspecto motivador.
8
Bibliografía: