Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Claro, el valor del juego suena maravilloso si tu hijo tiene las habilidades para socializar y
participar, hacer amigos y comunicarse. Pero, ¿qué pasa si tu hijo no puede jugar o no juega
como lo hacen otros niños?¿Pero qué pasa si tu hijo es diferente? ¿Qué pasa si tiene autismo?
Muchos niños con autismo encuentran que el mundo es un lugar abrumador y difícil de
comprender y, en consecuencia, pueden desarrollar habilidades para organizar la
sobreestimulación de nuestro medio ambiente. Una forma de reducir los estímulos a los que
están expuestos es alejarse, por lo que suelen jugar solos, sin buscar a los demás niños.
Entonces, ¿cómo facilitar que un niño con autismo juegue con otros?
¿Cómo podemos ayudar a esos niños a usar el juego como medio para acceder al mundo, que
estimule su cerebro, refine sus habilidades motrices, mejore sus destrezas cognitivas,
potencie su interacción con el entorno, fortalezca su autoestima y desarrolle sus destrezas
sociales?
Todas esas habilidades pueden ser desarrolladas en el juego. Las habilidades del juego
pueden estar presentes espontáneamente en tu hijo, pero para un niño con autismo es otra
historia.
Acá entregamos cinco consejos para ayudar a jugar a tus hijos e hijas con un niño con
autismo:
1. Acércate con respeto y amabilidad: aunque es posible que no sean tímidos, los niños
con autismo pueden requerir una mayor cantidad de espacio personal. Encuentra la
proximidad física con la que tú y el niño se sientan cómodos, y comprende que esto
puede cambiar de un día para el otro. Puede haber momentos en los que el niño esté
buscando estimulación y desee abrazos y sentarse muy cerca tuyo, mientras que en
otras ocasiones, el niño puede estar evitando la estimulación y puede necesitar más
distancia. Puede percibir la cercanía y el contacto como amenazantes. Tómate un
Programa de Integración Escolar
Colegio Presidente Eduardo Frei Montalva
Dublé Almeyda N°4757, Ñuñoa
minuto para interpretar las acciones favoritas del niño antes de entrar a su espacio. El
niño a menudo te dará pistas, así que sé paciente y experimenta con las distancias y
espacios.
5. Cambios y transiciones pueden ser difíciles: el cambio puede ser difícil para los niños
con autismo. Sé predecible para reducir la ansiedad. Los niños con autismo son como
otros niños; les gusta divertirse y hacer cosas que los hagan sentir bien, pero pueden
necesitar más repeticiones o demostraciones de cómo participar con un juguete.
Además, al igual que cualquier otro niño, pueden encontrar formas alternativas de
jugar con un mismo juguete. Alienta sus propios métodos creativos y respeta la
individualidad. Por último, dado que el cambio puede ser difícil, el niño puede jugar
con un juguete durante un largo período de tiempo. No te apresures a cambiar las
actividades. Deja que el niño juegue con lo mismo durante más tiempo, si aún no está
listo para seguir adelante.
No tengas miedo de hacer algo malo. Estos consejos son útiles: mantén una mente abierta y
un espíritu lúdico, y podrás tener una experiencia de juego significativa, y si tienes
suerte, hasta puedes echar un vistazo al mundo del niño.