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INSTITUTO NACIONAL DE ESTUDIOS SINDICALES Y ADMINISTRACIÓN

PÚBLICA DE LA FSTSE

NOMBRE DE LA LICENCIATURA: LICENCIATURA EN DERECHO

BUROCRATICO

NOMBRE DE LA MATERIA: DERECHO ROMANO I

CUATRIMESTRE: PRIMERO

GRUPO: TRES

NOMBRE DEL PROFESOR: LIC. LINO JORGE GÁMEZ CHAVEZ.

NOMBRE DEL ALUMNO: JOSÉ RAÚL GARCÍA MEJÍA

TITULO DEL TEMA: TEMA V DERECHO PROCESAL CIVIL


AUTOEVALUACION
TEMA IV

1.- ¿Cuáles fueron las fases históricas del sistema procesal Romano?
R: Este Sistema ha pasado por tres fases: La de la legis actiones, la del proceso
formulario y la del proceso extra ordinem. En las dos primeras fases, que unimos
bajo el término del ordo Iudiciorum, encontramos una peculiar separación del
proceso en dos instancias. La primera se desarrollaba ante un magistrado y se
llamaba in-iure; la segunda ante un tribunal de ciudadanos seleccionados o ante
un juez privado y se llamaba in-iudicio o mejor, apud iudicem (delante del juez).
En la primera instancia, se determinaba la constelación jurídica del caso; en la
segunda, se ofrecían, admitían y desahogaban las pruebas, después de lo cual,
las partes presentaban sus alegatos y el juez dictaba sentencia.
2.- Explique el orden Iudiciorum Privatorum (Legis Actiones y sistema
formulario.
R: En este periodo del ordo Iudiciorum encontramos una transición entre la justicia
privada y la pública. La intervención de la autoridad pública se limitaba a ejercer
presión para que el demandado aceptara el arbitraje de un iudex privatus y en el
periodo formulario, a vigilar que se planteara correctamente el problema jurídico
ante este árbitro, imponiéndole cierto programa de actuación y prescribiendo la
sentencia que debería dictar, según el resultado de su investigación de los
hechos. Además, siempre que el vencedor lo solicitaba, el Estado intervenía para
dar eficacia a la sentencia, si el vencido no obedecía voluntariamente. Ya no se
está en la fase de justicia por propia mano. Ya interviene la autoridad pública en la
persona del magistrado, pero el papel de éste se limita originalmente a “asegurar
que las partes recurran al arbitraje y que la cuestión a resolver por el juez privado
sea planteada correctamente”.
3.- ¿Qué es el Proceso Extra Ordinem?
R: Se llama procedimiento extra ordinem o procedimiento por cognición al que no
deja margen a un judicium, ni, por tanto, a una Litis Contestatio, ni a una sentencia
como el procedimiento ordinario. Toda la tramitación del procedimiento extra
ordinem se desarrolla ante el magistrado (in iure) y termina con una decisión
imperativa del mismo (decretum, interdictum), basada en su apreciación de los
hechos del caso (causae cognitio). Este procedimiento extra ordinem (per
cognitionem y no per formulam) discurre bajo la dirección y poder soberanos del
magistrado (bajo su imperium) y adopta las formas propias de la jurisdicción
administrativa; a diferencia del proceso ordinario (dividido fundamentalmente
en ius y judicium, que reúne las características del genuino procedimiento judicial).
Mientras que en éste, el magistrado, con sus poderes coactivos, ocupa, por lo
general, lugar secundario, y el proceso acaba con una sentencia del juez,
sentencia que se limita a definir los derechos del demandante, dándoles autoridad
de cosa juzgada y contenido pecuniario, y siendo necesario para asegurarles
efectividad una segunda acción (la actio judicati), el procedimiento extra
ordinem gira todo él, del principio al fin, sobre el imperium del magistrado y el
carácter ejecutivo y autoritario de sus órdenes, complementadas directamente
mediante multas, pignoris capiones, missiones in possessionem, intervención
armada de los funcionarios subalternos (manu militari), etc. El procedimiento
ordinario se basa en la autoridad objetiva del Derecho; el procedimiento extra
ordinem, en el imperio soberano del magistrado.

Las decisiones que el magistrado adopta, en el procedimiento extra ordinem, se


llaman decretos e interdictos. El procedimiento interdictal fue primeramente,
sinónimo de procedimiento administrativo, equivaliendo el "interdicto" a la decisión
directa del magistrado.

4.- ¿Qué es Legis Actiones?


R: Llamado Sistemas de acciones de ley, probablemente se inició durante la
Monarquía, pero no quedo consagrado definitivamente sino hasta la Republica,
por la Ley de las XII Tablas. Arangio Ruiz la define como declaraciones solemnes
acompañadas de gestos rituales, que el particular pronunciaba, generalmente ante
el magistrado, (afirmación que sufre una excepción, tratándose de la pignoris
capio, como veremos), con el fin de proclamar un derecho que se le discutía (en
caso de las tres legis actiones referentes a la determinación de los derechos) o de
realizar un derecho previamente reconocido (tratándos de las dos legis actiones
referente a la ejecución). Sabemos que hubo cinco legis actiones. También
sabemos que eran excesivamente formalistas: un pequeño error, una tentativa de
adaptar mejor la fórmula tradicional al caso concreto, y el proceso ya estaba
perdido. En el proceso de la legis actiones, cada parte tenía que recitar una
letanía, rigurosamente prefijada.

5.- ¿Qué es la Legis Actiones declarativas y ejecutivas?


R: Tenemos 5 acciones de ley: tres declarativas y dos ejecutivas. En todas ellas el
particular acudía al magistrado para pedir justicia, salvo en una de las ejecutivas,
en donde este trámite no era necesario. Las acciones declarativas son: la acción
de ley por apuesta (sacramentum); la acción de ley por petición de un juez o de un
árbitro (postulatio Iudicis) y la acción de ley por requerimiento (condictio). Las
acciones ejecutivas: la de aprehensión corporal (manusiniectio) y la de toma de
prenda o embargo (pignoris capio).

A. Acción de la ley por apuesta (sacramentum). Servía para pedir el


reconocimiento tanto de un derecho real como de uno personal y era aplicable en
cualquier caso. Las partes primero debían acudir a los pontífices, quienes les
indicaban la declaración que habrían de repetir; después. El actor debía hacerse
acompañar por el demandado y, ya ante el magistrado, recitaba la fórmula verbal
de carácter solemne. Si la acción era real, como pedir el reconocimiento del
derecho de propiedad, el demandado afirmaba también ser propietario del objeto
litigioso. A continuación se simulaba una lucha entre ambos y era en este
momento cuando el magistrado intervenía indicándoles que hicieran una apuesta,
cuya cantidad debería quedar depositada hasta que el juez decidiera quién era el
ganador. Su decisión recaía en primer lugar sobre la apuesta, pero indirectamente
solucionaba la cuestión de fondo. El importe de tal apuesta sacramental era de
500 .ases si el valor del litigio era superior a 1000, y de 50 si era inferior. Si la
acción era personal y el actor pedía que le pagaran algo que le debían, el
demandado en este caso no opondría una pretensión paralela, sino que solamente
negaría lo pretendido por aquél. Por lo demás, el trámite era el mismo los litigantes
simulaban un pleito, y se efectuaba la apuesta sobre la cual más tarde decidiría el
juez. Una vez realizado lo anterior, el magistrado citaba a las partes para que
comparecieran ante el tribunal treinta días después, momento en el cual se
designaría al juez y quedaría terminada la primera fase del proceso; es decir, la
fase in iure. A esta última comparecencia ante el magistrado se le dio el nombre
de Litis Contestatio; marcaba, como ya dijimos, la última actuación ante el
magistrado, y en ella quedaban ya fijados de forma definitiva los términos del
proceso. La fase apud iudicem se desarrollaba ante el juez. Quien para dictar
sentencia debía basarse en lo ocurrido en la fase anterior; además, examinaría las
pruebas aportadas por los litigantes, oiría sus alegatos y pondría fin al proceso al
decidir quién ganaba o perdía la apuesta, decidiendo a la vez sobre el problema
que diera origen a la controversia. La cantidad depositada era recuperada por el
ganador y se perdía para el vencido, quien debía entregar su apuesta en favor del
templo. En épocas posteriores se entregó al fisco.

B. Acción de la ley por petición de un juez o de un árbitro /postulatio Iudicis)


Mientras la acción de la ley por apuesta es una acción general, esto es, aplicable
en cualquier caso, la acción de la ley por petición de un juez o de un árbitro es una
acción especial, ya que sólo procede en dos casos; En el caso de las acciones
divisorias, para pedir la división de la herencia indivisa, o de la cosa común en la
copropiedad o el deslinde de terrenos. Se trata de llevar a cabo la partición de
forma tal que cada uno reciba lo que le corresponde. En realidad, no existe una
verdadera controversia; la persona que resuelve el litigio recibe el nombre de
árbitro. En caso de créditos resultantes de una estipulación que es un contrato
verbal, solemne, en virtud del cual una persona se podía obligar a cualquier
prestación como, por ejemplo, a pagar una cantidad de dinero o a transferir la
propiedad de una cosa. La acción sirve para verificar la celebración del contrato y,
en caso afirmativo, para saber en qué términos. Tanto en la fase in iure como en la
apud iudicem el procedimiento es el mismo que en la actio legis sacramentum,
sólo que aquí no encontramos apuesta.

C. Acción de la ley por requerimiento (condictio). Fue creada para la recuperación


de aquellos créditos referentes a una determinada suma de dinero o una cosa
determinada, o sea una cosa individualmente designada; por ejemplo, el esclavo
Pánfilo, o cierta cantidad de cosas fungibles; por ejemplo, treinta medidas de trigo
egipcio de primera calidad. El procedimiento es similar al de las dos anteriores
acciones; si el deudor negaba la deuda, el actor lo requería a comparecer al
nombramiento de juez. Este requerimiento da nombre a todo el procedimiento.

D. Acción de la ley de aprehensión corporal (manus ínieetio) Esta es una acción


ejecutiva y el procedimiento que da nombre a dicha acción tiene las características
de la defensa privada. En él, el acreedor prende a su deudor y si éste no satisface
su obligación en un cierto plazo. El primero podía venderlo como esclavo en el
extranjero (trans Tiberim), o matarlo; lo cual constituye una especie de venganza.
Cuando la justicia privada constituía el único medio de que disponía el acreedor,
era suficiente la existencia de una deuda cualquiera para aplicar la manus iniectio;
su acción no estaba sujeta más que al control de la opinión pública. Cuando el
Estado asume la administración de justicia, se conserva la manus iniectio, aunque
rodeada de múltiples garantías: Primera: el acreedor deberla llevar al deudor
moroso ante el magistrado. Y recitar una fórmula determinada y, poniendo su
mano sobre él –manus iniectio-, dar a conocer el título sobre el que apoyaba su
pretensión y la cuantía de su crédito. Después repetía el gesto de aprehender al
deudor por el cuello. Si las palabras y gestos del actor se ajustaban al texto
prescrito por los pontífices, el magistrado autorizaba al acreedor a llevarse al
deudor a su casa y retenerlo allí durante sesenta días. En este lapso debería
exhibirlo por tres veces en el mercado, para ver si alguien se compadecía y lo
liberaba pagando por él; si esto no sucedía podía venderlo o matarlo. Segunda: la
Ley de las XII Tablas fijó los plazos que debían mediar entre la aprehensión
corporal y la ejecución de la venganza, para que el deudor pudiera pagar. Tercera:
la ley sólo permitía la manus iniectio cuando una deuda había sido reconocida
judicialmente en un proceso, o cuando el deudor la reconocía. A partir del
pronunciamiento de la sentencia, el deudor tendría treinta días de gracia antes de
la aprehensión. Cuarta: cualquier tercero -vindex- o el propio deudor podían
oponerse a la manus iniectio, si no estuviera justificada, como cuando no se
siguieran las reglas del procedimiento. En cuyo caso el magistrado suspendía el
proceso y nombraba a un juez que debía establecer si existía o no el título
invocado. Si el uindex perdía el proceso, la manus iniectio se dirigía en su contra y
por el doble del valor.

E. Acción de la ley de toma de prenda o embargo Pignoris espío). Esta acción


ejecutiva servía para ciertos acreedores que, al no obtener lo debido, podían
tomar alguna cosa perteneciente a su deudor (una prenda o pignus). Se Derecho
procesal aplicaba en caso de deudas de carácter sagrado, militar o fiscal; como si
alguien vendía un animal para un sacrificio y el comprador no le pagaba; en contra
del ciudadano que tiene la obligación de colaborar con los gastos del ejército y,
finalmente, en contra del contribuyente incumplido. La acción se desarrollaba fuera
del tribunal, frente a testigos, y no se requería la presencia del adversario. Por
todo lo anterior, es evidente que el procedimiento de acciones de la ley basado en
las exigencias de un pueblo primitivo no podía subsistir cuando la conciencia
jurídica de los romanos se desarrolló, ya que adolecía de graves defectos:
• No era fácil aprender de memoria el texto de las declaraciones solemnes.
• Si se cometía un error en la declaración, el actor perdía el caso y no podía litigar
otra vez sobre el mismo asunto.
• La memoria de los testigos, tanto como su buena fe, podía fallar al repetir frente
al juez lo ocurrido en la fase in iure.
• En algún momento los ciudadanos desconfiaron de las palabras solemnes a las
que un mundo primitivo atribuyó un significado religioso y casi mágico. Tales
palabras solemnes eran además monopolio de los pontífices, miembros de la
clase detentadora del poder. Cuando estas palabras fueron puestas al alcance del
público por Cneo Flavio, perdieron su carácter sagrado y se llegó a la conclusión
de que no tenía objeto obligar a los litigantes a aprenderlas de memoria, y a los
testigos a retenerlas para rendir su testimonio, y que sería más eficaz construir el
proceso sobre la base de un documento escrito.
• Por último, hay que agregar que el procedimiento de acciones de la ley sólo
podía ser utilizado por los ciudadanos romanos. Fue por esta razón que el pretor
peregrino, al iniciar sus funciones en el año de 242 a.C., se vio en la necesidad de
crear un nuevo sistema de procedimiento, que fue el procedimiento formulario.

6.- Explique la decadencia de las Legis Actiones.


R: Desde el momento en que la Lex Aebutia (de 150-130 a de J.C.) permitió a los
romanos optar entre las legis actiones y el sistema formulario, más elástico y
equitativo, aquellas se utilizaron menos. Ya a fines de la época republicana, los
romanos, generalmente tan aficionados a la tradición, se atrevían a confesar
públicamente que encontraban el formalismo de las legis actiones un poco
ridículo. Este espíritu moderno era más fuerte que el amor romano a la tradición, y,
después de un siglo de coexistencia de ambos sistemas, dos Leges Iuliae,
referentes al sistema procesal, de 17 a. de J.C., suprimieron las legis actiones,
salvo en algunos caso, como en los litigios tramitados ante los centumuiri. En
realidad, el procedimiento de las legis actiones no era rápido. Por una parte, el
hecho de ser orales y el contacto directo entre el juez y las partes debían haber
sido factores favorables para la celeridad; por otra, a causa de los diversos plazos,
tenían que sufrir retrasos, quizá con la expresa intención de que el deudor tuviera
más tiempo para tratar de cumplir sus obligaciones.

7.- Explique qué es el sistema formulario.


R: Este procedimiento, que caracterizaba la segunda fase del desarrollo procesal
en Roma, encuentra su origen probablemente fuera de Roma y fue adoptado por
el pretor peregrino, quien, administraba justicia en litigios entre romanos y
extranjeros y pleitos de externos entre sí. Al principio solo lo usaron los
extranjeros; más tarde, también los ciudadanos, y finalmente sustituyó al sistema
de acciones de ley. Aunque nace desde la época Republicana, cobró más
importancia en el Principado y corresponde al Derecho Clásico. Lo característico
del nuevo procedimiento puede resumirse en los siguientes rasgos: 1.- Las partes
exponían sus pretensiones per verba conceptia, o sea, en palabras de su propia
elección. Por este motivo, disminuía la dependencia de la administración de
justicia respecto del Ius Civile.
2.- El pretor deja de ser un espectador del proceso, o mejor dicho, una autoridad
cuyo papel se limitaba a vigilar si las partes recitan correctamente sus papeles. Se
convierte en un organizador que determina discrecionalmente cual era el
programa procesal de cada litigio individual, señalando a cada parte sus derechos
y deberes procesales. 3.- El proceso conservaba su división en una instancia In
Iure y otra In Iudicio; pero, como eslabón entre ambas fases, encontramos ahora
la formula con las tres funciones.

8.- ¿Cuáles son los elementos principales de la formula?


R: Como la fórmula era el centro del procedimiento formulario debemos analizar
sus elementos. I.- Como primer elemento encontramos la Institutio Iudicis, o sea,
el nombramiento del Iudex, elemento indispensable en toda fórmula, tan obvio y
natural que Gayo se olvidó de mencionarlo en su Instituta. II.- El segundo
elemento era la Demostratio, breve indicación de la causa del pleito. Este era
necesaria, únicamente, cuando sin ella el juez no habría sabido cómo delimitar el
campo probatorio. De allí que no se necesitase en las acciones reales, ya que en
estas la indicación de la cosa, objeto del pleito, individualizada en la Intentio, hacía
suficientemente concreto el campo de la investigación jurídica. III.- El tercer
elemento de la fórmula era el Intentio, elemento medular que nunca podía faltar.
Su importancia era tal que las fuentes utilizan, a veces, la palabra Intentio, en vez
de actio o de “fórmula”. La Intentio contenía la pretensión del actor, de manera que
el juez debía investigar siempre si estaba fundada o no. Tenía la forma gramatical
de una frase condicional (“si resulta que…”) y se ligaba con el siguiente elemento,
la condemnatio (“si resulta que…entonces condena…”). Debemos establecer las
siguientes divisiones, dentro del concepto de la Intentio: a).- Intentio in ius, Intentio
in factum, Intentio ficticia. El primer caso, el juez debía examinar si el actor tenía el
derecho subjetivo que pretendía tener. En el segundo caso, el pretor se apartaba
del Ius civile; quería dar eficacia a una situación sólo reconocida por el Ius
Honorarium. En el tercer, a veces el pretor no creaba ex novo cierta institución de
derecho honorario, sino que extendía una institución del Ius Civile a nuevos
campos. En tal caso, podía servirse de una Intentio combinada con ficción. b).-
Intentio in rem; Intentio in personam.- En el primer caso, la acción era real, servía
para dar eficacia a un derecho real; como tal derecho era correlativo a un deber
universal de abstención, en la Intentio no figuraba el nombre del demandado, sino
que allí únicamente se determinaba de qué cosa (res) exactamente se trataba. El
segundo caso se refería a una acción personal, que daba eficacia a la facultad de
exigir a determinaba persona cierto comportamiento. En este caso, en la Intentio si
figuraba el nombre del demandado. c).- Intentio certa; Intentio increta. El objeto
reclamado en la Intentio podía ser un objeto determinado o una cantidad
determinada de dinero o de otros bienes genéricos. En tales casos, la Intentio era
certa. Pero también podía ser una prestación de valor indeterminado, como
cuando se demandaba a un pintor por incumplimiento de su obligación de pintar
un fresco, o en caso de una reclamación por daños y prejuicios. Entonces la
Intentio era increta. IV.- Como último elemento de la fórmula, encontramos la
Adjuticatio o condemnatio. 1.- La Adjuticatio era la autorización que daba el
magistrado al juez para que atribuyese derechos de propiedad e impusiese
obligaciones a las partes. 2.- La condemnatio era la autorización que daba el
magistrado al juez para condenar al demandado, en caso de verificarse la
hipótesis mencionada en la Intentio, sin que se verificase la hipótesis de la
exceptio. Respecto de la condemnatio, debemos hacer las siguientes divisiones:
a).- Condemnatio certa; condemnatio increta. b).- Condena con cláusula arbitraria
o sin tal cláusula. c).- Condena con o sin transposición de personas. d).- Condena
con beneficio de competencia o sin él.

9.- ¿Cuáles son los elementos accesorios de la formula?


R: a).- Exceptio, replicatio, duplicatio, etc. A veces, la actitud del demandado no
consistía en negar los hechos alegados por el actor, sino en decir que, aunque
estos fuesen ciertos, existían otros, omitidos por el actor, que destruían el efecto
de los alegados en la demanda. Era precisamente en esta amplia facultad de
admitir o de negar la incorporación de nuevos elementos a la formula, donde el
magistrado encontraba un arma magnifica para proteger esta primera fase del
proceso contra la mala fe o temeridad de las partes. b).- Praescriptiones. En estas
distinguimos los dos grupos siguientes: 1.- Praescriptiones pro actore. Eran
advertencias de diversa índole, que se referían, por ejemplo, al alcance del efecto
novatorio de la Litis Contestatio. Así, en caso de un pleito sobre algunas
anualidades vencidas de una pensión vitalicia, se debía indicar claramente que la
“novación necesaria” se refería únicamente a las anualidades vencidas, a fin de
que el derecho a las prestaciones futuras no quedase consumido por el efecto
novatorio de la Litis Contestatio. 2.- Praescriptiones pro reo. Eran advertencias
previas, añadidas a la formula, a petición del demandado.

10.- ¿Qué es procedimiento In Iure?


R: La notificación (in ius vocatio) era, en el sistema formulario, un acto privado a
cargo del actor; este debía invitar al demandado a que le acompañara ante el
magistrado. Aquel podía obedecer inmediatamente o pedir que se pospusiera la
comparecencia algunos días, en cuyo caso debía dar un fiador (uindex) para
garantizar su puntual asistencia el día convenido. En caso de negarse a estas dos
posibilidades, el demandado se exponía a que el actor llamase testigos y le llevara
por la fuerza ante el pretor. Si la persona a quien se quería demandar se escondía
o salía de Roma, se podía pedir al pretor la missio in possessionem bonorum
(embargo) respecto de sus bienes que se encontraban en Roma, figura que
imponía al embargante la obligación de notificar al demandado, en cuanto fuera
posible. Una vez ante el pretor, en presencia del demandado, el actor exponía sus
pretensiones en la editio actionis; luego, el demandado podía hacer una de estas
cuatro cosas: a).- Accipere actionem, negando los hechos alegados por el actor;
en cuyo caso, éste se encontraba en la necesidad de reunir pruebas para
comprobar, más tarde, apud iudicem, la veracidad de los hechos en que fundaba
su acción. b).- Alegar otros hechos que destruyeron el fundamento de la acción y
pedir su inserción en la fórmula, como exceptio, después de lo cual el actor podía,
a su vez, pedir la incorporación de una replicatio, etc. c).- Cumplir, durante la fase
in iure, con la obligación reclamada, en cuyo caso no había necesidad de expedir
una formula. d).- Reconocer la existencia del deber reclamado, en cuyo caso la
confesión equivalía a una sentencia condenatoria, teniendo los mismos efectos
ejecutivos. También el silencio del demandado, si estaba presente, se consideró
como tácito reconocimiento de las pretensiones del actor, lo que producía al
demandado la pérdida del proceso.

11.- ¿Qué es Litis Contestatio?


R: La aceptación de la fórmula por el actor y el demandado era la Litis Contestatio,
que tenía los siguientes efectos:
1.- El momento de la Litis Contestatio determinaba el valor de las prestaciones
reclamadas, valor que podía cambiar cada día, como en el caso de un litigio sobre
un rebaño. Sin embargo, si la formula rezaba excepcionalmente quanti ea res erit,
tantam pecuniam condemnato (condena por la cantidad de dinero que
corresponda al valor de la cosa), entonces el momento de la condemnatio sería el
que determinara lo que el demandado tenía que pagar.
2.- También convertía en permanente una acción temporal. Es decir, cuando el
derecho preveía un plazo determinado para el ejercicio de una acción, esto
implicaba que la Litis Contestatio debía realizarse dentro de este plazo.
3.- Hacía transmisibles por herencia las acciones personalísimas, como la actio
iniuriarum, acción por lesiones al honor.
4.- El poseedor de buena fe no tenía derecho ya a los frutos, desde la Litis
Contestatio.
5.- El poseedor de mala fe respondía, desde este momento, del caso fortuito.
6.- En muchos casos, desde la Litis Contestatio, el demandado corría el riesgo de
una condena por el doble del valor del objeto del pleito.
7.- La Litis Contestatio convierte el objeto material del litigio en una res tiligiosa,
respecto de cuya enajenación existen ciertas reglas restrictivas.
8.- La Litis Contestatio tenía un efecto novatorio. En el momento de declararse
conforme con la fórmula, el actor perdía el derecho sustantivo que reclamaba,
canjeándolo por el derecho a una justicia y el cumplimiento de la misma.
Este efecto novatorio tenía importantes consecuencias, en caso de un error en la
demanda. Tal error podía consistir en una minus petitio o en una plus petitio; y, en
éste último caso, en el cual, por lo tanto, el actor comete una exageración,
debemos distinguir lo siguiente: a).-Plus-petitio re (el deudor debía cuatro mil y el
acreedor demandaba cinco mil). b).-Plus-petitio tempore (la deuda vencería
mañana y el acreedor demandaba hoy). c).- Plus-petitio causa (el deudor podía
entregar, a su elección A o B, y el acreedor demandaba el valor de A, haciendo
indebidamente la elección que correspondía a la parte contraria). d).- Plus-petitio
loco (el deudor debía entregar trigo en Siria y el acreedor reclamaba su entrega en
Roma). En estos casos el acreedor pedía algo que no le correspondía, y, por
tanto, perdía el juicio. A causa del principio de la congruencia entre sentencia y
demanda, aplicado rigurosamente, el juez no podía dictar una sentencia por algo
distinto de lo que había reclamado el actor.
Era el acto por el cual se invitaba a los testigos presentes a que fijaran bien en su
memoria los detalles de lo que había sucedido in iure. Estos tests eran necesarios,
por tratarse de un procedimiento oral, en el que no utilizaban escritos para hacer
constar los detalles del proceso.

12.- ¿Qué son los medios de prueba?


R: En el derecho romano encontramos la regla de que el actor debía comprobar
los hechos en que fundaba su acción; y el demandado, los hechos que justificaban
su excepción, lo cual da lugar a las máximas “el actor tiene la carga de la prueba”
y “el demandado se convierte en actor por lo que se refiere a la prueba de la
excepción” (reus in exceptione actor est, o sea: el demandado ocupa en relación
con la excepción de la misma posición que el actor en relación con la acción). El
derecho romano clásico no nos presentaba un sistema de pruebas tasadas ni un
sistema libre, sino una mezcla de ambos principios. Así, vemos que la prueba
testimonial era siempre inferior a la documental pública; pero que, en la mayoría
de los casos, se dejaba el valor de las pruebas a libre apreciación del juez, sin que
este quedara obligado a observar cierta jerarquía entre ellas. Las pruebas que
conocía el derecho romano eran: 1.- Documentos públicos y privados. 2.-
Testigos. 3.- El juramento.
4.-La declaración de una parte, hasta donde coincidía con las afirmaciones de su
adversario (confessio), considerada a menudo como la “reina de la pruebas”. 5.-
Peritaje. 6.- La fama pública. 7.- Inspección judicial.8.- Presunciones humanas o
legales (que no son auténticos medios probatorios, dogmáticamente hablando).

13.- ¿Qué es la sentencia?


R: Quien la dictaba era el juez de viva voz. Por el principio de la congruencia,
debía tomar una de estas posiciones: conceder al actor exactamente lo que había
pedido o absolver al demandado. La sentencia debía ser motivada, para disminuir
el peligro de corrupción, facilitar la tarea del eventual juez de segundo instancia
(en el sistema extraordinario) y reducir las dudas respecto de la interpretación. La
sentencia otorgaba al actor triunfante una actio iudicati, para reclamar
materialmente lo que la sentencia le concedía en teoría; y al demandado
triunfante, una exceptio iudicati contra posibles reclamaciones posteriores por “lo
mismo”; es decir, pleitos futuros inter easdem personas, propter eamdem causam
y de eadem re (entre los mismos sujetos, por la misma causa, sobre el mismo
objeto).

Opinión del juez en forma oral (después de escribe) con la que resuelve el litigio.
Esta tiene la fuerza de cosa juzgada (res iudicata) lo que significa que lo que ha
sido juzgado se tiene por verdadero, por indiscutible. Cuando se dicta la sentencia,
una vez establecida se da un efecto extintivo total y absoluto, es decir, la acción
no se puede volver a intentar de ningún modo, ni siquiera la misma acción sino
que tampoco alguna acción que tenga algún objetivo similar. La sentencia está
directamente vinculada a la estructura de la formula, es decir, depende de la
intentio, o sea si la intentio era de cantidad cierta, la condena será exactamente
cierta. En cambio si el intentio es incierta o de objeto cierto, hay que determinar la
condena, para determinarla se hace un proceso de Litis estimatio, porque hay que
determinar el valor de dinero de los incierto o del objeto, esta determinación lo
puede hacer el actor. La condena puede resultar agravada, porque hay algunas
acciones que tienen un añadido, es decir algunas tienen la Litis crescencia, si el
demandado se opone y pierde la condena haciende al doble. Pero la condena
también puede ser rebajada en el caso de peculio, el padre le concedió un
pequeño patrimonio llamado peculio, el que vale 100. El hijo comenzó a
endeudarse, el demandado es el hijo pero el condenado es el padre, entonces la
condena contra el padre esta rebajada al monto del peculio.
14.- Explique cumplimiento, ejecución forzosa y recursos.
R: Cumplimiento.- En Derecho de obligaciones consiste en la realización por
el deudor de la prestación debida al acreedor, determinando la extinción de
la obligación. Puede consistir en hacer o entregar alguna cosa. Suele equipararse
al pago, pero éste en realidad sólo es una de las modalidades de cumplimiento.
Pago. Denominado también cumplimiento del débito o ejecución de la prestación,
es la forma natural de extinguirse una relación jurídica de crédito a deuda
mediante la realización de lo previsto como objeto de la prestación. El
cumplimiento obligacional consiste, pues, en realizar el programa
de prestación establecido en el vínculo obligatorio. Pago. De esta forma, se
consigue la extinción del vínculo (solutio o liberatio) y
la satisfacción del crédito (satisfactio). Aunque puede producirse esta última
sin necesidad de cumplimiento, éste es el modo normal de satisfacer
el crédito. Considerando su inclusión entre los actos jurídicos, el cumplimiento ha
sido calificado como acto debido.  

Ejecución Forzosa.- Ejecución de una obligación consiguiente a una convención, a


un fallo o a una ley, mediante el recurso o la fuerza pública (guarda de un menor)
o por medio de un embargo. La “multa civil” tiende a provocar
una ejecución puntual y en especie. Como el acreedor está impedido de
hacerse justicia por mano propia, la ley lo autoriza a emplear los medios legales a
fin de que el deudor le procure aquello a que está obligado. Claro que tales
poderes del acreedor no son absolutos y tienen cortapisas que varían según la
naturaleza de la prestación debida; ellas son las que se exponen a continuación.

1) obligaciones de dar. Solo se puede ejecutar forzadamente cuando se cumplen


tres requisitos en relación con la cosa debida: a) debe existir; b) debe estar en
el patrimonio del deudor; y c) el deudor debe tener la posesión de la cosa.

2) obligaciones de hacer. En las obligaciones de hacer el acreedor no puede


ejercer violencia contra la persona del deudor. Se trata de una derivación
necesaria de la dignidad humana que-entiéndase bien- rige en todas
las obligaciones de hacer, sean o no intuitu personae: no se puede
ejercer violencia personal ni sobre un artista, ni sobre un pintor de paredes.

3) obligaciones de no hacer. No obstante el silencio de la ley respecto de estas, se


las estima sometidas a igual impedimento que las de hacer; no cabe, pues,
obtener el cumplimiento de una obligación de no
hacer mediante violencia personal, y, de tal manera, por ej., No podría
amordazarse a quien está obligado a no divulgar secretos de fábrica.
Concretando: la ejecución forzada cabe tanto en las obligaciones de hacer como
en las de no hacer, pero los poderes del acreedor tienen una valla infranqueable
en la prohibición de violentar la persona del deudor. Si no se ejerce tal violencia,
la ejecución forzada se realiza sin inconvenientes: se puede constreñir
al deudor de un hacer mediante astreintes; es dable clausurar
un comercio instalado por el deudor, no obstante la obligación contraída de no
instalarlo; etcétera. Por lo contrario, en las obligaciones de dar, cuando
la ejecución forzada es viable por concurrir los requisitos recién expresados, no
hay impedimento en el ejercicio de violencia persona: es el caso de desalojo por
la fuerza pública del inquilino obligado a dar para restituir al dueño.

Recurso.- Denominase recurso el acto procesal en cuya virtud la parte que se


considera agraviada por una resolución judicial pide su reforma o anulación, total
o parcial, sea al mismo juez o tribunal jerárquicamente superior.
Al referirse a los medios de impugnación de las sentencias, parte de
la doctrina moderna fórmula una distinción entre remedios y recursos: mientras los
primeros tienen por objeto la reparación de errores procesales (de ahí que también
se los designe vías de reparación), y su decisión se confía al propio juez
o tribunal que incurrió en ellos, los segundos persiguen un nuevo examen por
parte de un tribunal jerárquicamente superior, llamado a ejercer un control sobre la
"justicia" de la resolución impugnada (vías de reexamen). Tal distingo,
sin embargo no se ajusta siempre a las modalidades de
los ordenamientos positivos que contemplan ciertos medios
de impugnación de instancia única, como la reposición o revocatoria, cuyo objeto
excede de la simple enmienda de errores procesales. Más correcto parece, por
ello, calificar los recursos como una especie dentro de los remedios que
la legislación en general acuerda a fin de complementar, rescindir, anular o
modificar actos jurídicos. Dentro del ámbito del proceso existen, a su
vez, remedios que no constituyen recursos en sentido estricto, como son la acción
de nulidad que se concede contra los laudos de los amigables componedores,
el proceso de conocimiento subsiguiente al de ejecución, etcétera.
Los recursos revisten dos características fundamentales que los distinguen de los
simples remedios procesales, a saber:
1) no cabe, mediante ellos, proponer al respectivo tribunal el examen y decisión de
cuestiones que no fueron sometidas al conocimiento del tribunal que dictó
la resolución impugnada;
2) los recursos, tanto ordinarios como extraordinarios, no proceden cuando
la resolución ha alcanzado autoridad de cosa juzgada o se encuentra preclusa.
Entre los remedios procesales, en cambio, es el caso de recordar
el juicio de conocimiento posterior al juicio ejecutivo, en el que cabe el
planteamiento de cuestiones ajenas a éste último, y cuya iniciación es viable no
obstante la autoridad de cosa juzgada en sentido formal alcanzada por
la sentencia de
trance y remate.

15.- Explique Cognitio Extra Ordinem y desarrollo de la Cognitio Extra


Ordinem.
R: El sistema extraordinario corresponde al Imperio Absoluto y a la fase del
derecho posclásico. El nombre de extraordinario se debe a que en un principio se
aplicó de forma excepcional, cuando el procedimiento formulario era todavía el
sistema preponderante. También se le llamo extra ordinem; esto es, fuera del
orden, por no seguir la tradicional división en dos fases de los sistemas anteriores.

La “Cognitio Extra Ordinem” o procedimiento extraordinario es en el  Derecho


Procesal Romano el broche de oro, y el que cambia definitivamente la estructura
procesal, asemejándolo a nuestro procedimiento actual. El nombre de “Cognitio
Extra Ordinem” o fuera del proceso ordinario, se debió a que en plena vigencia del
proceso formulario ordinario, fueron instaurándose otros, a partir de los albores del
imperio, en los que no se respetaba la división en dos instancias procesales (la “in
iure” instruida por el magistrado y la “apud iudicium” ante el Juez) sino que el
mismo magistrado que conocía en la primera parte, la resolvía directamente sin
dar paso a la etapa ante el Juez, para agilizar los procedimientos, sobre todo en
cuestiones de alimentos o de estado. Este modo de resolver las cuestiones
litigiosas se generalizó, y en época del emperador Diocleciano era el modo común.
La abolición definitiva del proceso formulario se produjo por una Constitución de
los emperadores de Constancio y Constante. Había magistrados inferiores, los
“iudices pedanei”, que eran jueces delegados, para cuando las causas excedían
las posibilidades de resolución de los jueces. El proceso se iniciaba, a partir de
Justiniano, con el “libellus conventionis”, que  era un escrito (similar a nuestra
demanda) firmado por el actor u otra persona a su ruego. Un funcionario público,
el “executor”, si el “libellus” no era desestimado por el Juez, por ser contrario a
derecho, y éste ordenaba el traslado, a través del “interlocutio”; se lo entregaba al
demandado. Las costas de este traslado eran a cargo del demandado y se
denominaba “sportulae”. La contestación del demandado, llamada “libellus
contradictionis” debía ser entregada al “executor” al recibir el “libellus
conventionis”. Con la demanda y su contestación, se producía la “Litis contestatio”,
que ya no producía el efecto de consumir la acción, como en los sistemas
anteriores, de las “legis actiones” o del proceso formulario.  El actor debía entregar
caución de impulsar la causa hasta la sentencia, de acuerdo a los plazos
prescriptos y de pagar las costas en caso de ser vencido. A su vez, el demandado
también debía dar fianza de que se defendería legalmente. Quedaban
exceptuados de dar caución material pudiendo reemplazarla por una simple
caución juratoria, los indigentes, las personas de renombre y los poseedores de
inmuebles. En esta etapa pierde importancia la prueba testimonial, en favor de la
documental, y también de la pericial, ya que al no ser el Juez una persona
especialmente escogida por las partes en función de su conocimiento del tema,
debía ser asesorado sobre cuestiones científicas y técnicas

16.- Diga las principales materias sobre las que se aplicó la Cognitio Extra
Ordinem en un principio.
R: El último sistema de procedimiento que reguló el Derecho romano fue el
procedimiento extraordinario, que corresponde al Imperio Absoluto y es el sistema
característico del derecho posclásico. No obstante, este sistema apareció en una
época más temprana y convivió con el procedimiento formulario, de igual manera
que éste lo había hecho, durante algún tiempo, con el procedimiento de acciones
de la ley.
Se aplicaba en casos de excepción, esto es, de forma extraordinaria, para resolver
controversias que se suscitaran en relación con instituciones de nueva creación, y
también se introdujo y fue aceptado en la práctica judicial de las provincias. En los
primeros años del Principado la administración de justicia siguió en manos de los
magistrados, pero de manera paralela apareció la justicia imperial, encargada a
jueces funcionarios, servidores del Estado y dependientes del emperador, que
poco a poco reemplazaron a los antiguos órganos jurisdiccionales. La justicia
imperial se inclinó por el sistema extraordinario, que finalmente sustituyó a las
fórmulas y con Diocleciano, a partir del siglo III, quedó como único sistema de
procedimiento, al convertirse, a pesar de su nombre, en el sistema que durante
mayor tiempo estuvo en vigor.

17.- ¿Cuáles son las características de la Cognitio Extra Ordinem?


R: A partir del siglo I algunas controversias relativas a casos especiales fueron
sometidas por iniciativa imperial a un proceso diverso del formulario, un proceso
"extraordinario" llamado Cognitio Extra Ordinem. También hemos explicado cómo
tal proceso fue ampliando paulatinamente su campo de aplicación en detrimento
del proceso formulario, que fue abolido definitivamente por una Constitución de
Constancio y Constante del año 342. Podría afirmarse que a partir de este
momento sólo queda en vigor la  Cognitio Extra Ordinem, que es el proceso de la
edad justinianeo, y que continuó llamándose extraordinario, si bien tal
denominación ya no tenía razón de ser, pues ahora era el "ordinario", el normal, al
que había de someterse toda controversia. La desaparición de la misma fórmula y
la eliminación de la bipartición en dos fases (in iure  y apud iudicem), que son
rasgos fundamentales de la Cognitio Extra Ordinem, en la que todo el proceso,
incluida la decisión final, se sustancia ante un mismo y único órgano jurisdiccional,
un magistrado-juez, que normalmente era un funcionario público. Fueron
características de este proceso, mucho menos formal y con forma
predominantemente escrita, la existencia de una sola etapa procesal, a cargo de
un Juez, que era un funcionario público o estatal, con amplias libertades de
apreciación de las pruebas, estableciéndose a partir de entonces, una serie de
funcionarios judiciales pagos, que originó una burocracia judicial. Apareció la
noción de costas judiciales, que debía abonar el que resultaba vencido en el litigio.
La posibilidad de la representación, del juicio llevado en rebeldía, y la apelación de
sentencias (hasta dos sobre un mismo asunto) fueron una posibilidad.

Estatalización del proceso en todas sus fases, desde la llamada a juicio realizada
por obra del magistrato mediante libellus conventionis hasta la emanación de la
sentencia, que es pronunciada por el mismo magistrado ante el que ha sido
instaurado el proceso.

También la ejecución deja de ser acto de parte para ser realizada por los órganos
del poder judicial o ejecutivo, en la forma de la ejecución manu militari o del pignus
del in causa iudicati captum.

De esta total estatalización del proceso, derivan a su vez algunas consideraciones


importantes desde el punto de vista estructural que caracterizan la Cognitio extra
Ordinem.

La desaparición de la Litis Contestatio, al menos en la forma de acuerdo de las


partes accipere iudicium, que constituía la base de la sentencia judicial en el ordo.

Consiguientemente decaía el principio bis de eadem re ne sit actio, con la


posibilidad de recurrir en apelación al funcionario de grado superior al que había
pronunciado la sentencia, siguiendo una escala de subordinación jerárquica que
llega hasta el emperador.

Surge un proceso contumacial, entendiendo por contumacia la ausencia voluntaria


del demandado en el juicio, posibilidad excluida en el ordo.

18.- ¿Qué es la Litis Contestatio?


R: La Litis contestatio es un negocio procesal, mediante el cual el demandante
propone y el demandado acepta la fórmula de la acción admitida por el
magistrado, sometiéndoles ambas partes a la futura sentencia del juez. La fórmula
de la acción aprobada por el magistrado contiene las alegaciones de ambas
partes. En ella figura ya el nombre del juez y la orden de juzgar dada por el
magistrado al juez privado. Era el acto por el cual se invitaba a los testigos
presentes a que fijaran bien en su memoria los detalles de lo que había sucedido
in iure. Estos testes eran necesarios, por tratarse de un procedimiento oral, en el
que no utilizaban escritos para hacer constar los detalles del proceso.

19.- ¿Qué son las pruebas, sentencia y recursos?


R: Pruebas: son todas las Declaración de las partes;  los Testigos: medio de
prueba típico romano, se relaciona con el oído. Hay algunos testigos que tienen
como obligación asistir al juicio. El falso testimonio (crimen falsi) era pagado en la
roca tarpeya, donde los tiraban por mentirosos, esto sucedía en la época antigua,
pero años después se hizo una ley en la que se exiliaban; socialmente era muy
mal visto mentir; las pruebas documentales: es una prueba que va adquiriendo
importancia por influencia de los griegos. Antes no se le daba tanta importancia
porque para ellos la justicia era ciega, pero luego si tomo importancia. Esta prueba
era llamada como “instrumenta”. Tipos de documentos: i).- Tablillas (tabulae): se
dejaba constancia de lo que se había dicho oralmente en el testamento. También
había otro tipo que eran las cautiones en las que se dejaban constancia de
promesas. ii).- Cartas privadas: se usaba por ejemplo para probar que alguien
era su hijo. iii).- Libros de cuentas: los comerciantes los usaban mucho, donde
iban registrando los deudores, acreedores, comisiones, etc. iv).- Quirógrafos:
redactados en primera persona como una declaración jurada. v).- Singrafos:
equivalentes a la escrituras públicas, se redactan antes notarios (anteun tabellio).
Sentencia: es la opinión que da el juez, en forma oral, en la cual se resuelve el
litigio sometido a su conocimiento. El contenido de la sentencia es el iudicatum. La
sentencia puede ser condenatoria o absolutoria, y, si es condenatoria sólo puede
serlo en dinero. La sentencia tiene fuerza de cosa juzgada, esto es, no puede
revisarse los juzgado, lo cual, por supuesto, sólo tiene efecto relativo, esto, es,
afecta sólo a los que intervinieron en el proceso. La fuerza de cosa juzgada recibe
el nombre de RES IUDICATA, (res iudicata pro veritate accipitur: Ulp.) que implica
el no poder revisar lo juzgado, lo cual deriva del iussum iudicandi y de la Litis
contestatio.
Recursos contra la sentencia: en derecho clásico no hay un sistema para revisar
la sentencia, porque no existen tribunales superiores que puedan objetar su
validez. Recordemos que el juicio es decidido por jueces particulares. A pesar de
esto, existían medios procesales que permitían atacar la sentencia cuando ella
producía graves perjuicios para las partes, o fuera contraria a la equidad. a).- Es el
caso de la actio iudicati, donde se permitía al demandado afectado por una
sentencia discutir su contenido, pero con el riesgo de que, si pierde, es condenado
en el doble. b).- También procede la restitutio in integrum, cuando se producen
irregularidades graves como la amenaza del juez, la falsificación de las pruebas, el
engaño a una de las partes. c).- Otra posibilidad indirecta de revisar la sentencia
es intentar una acción contra el juez que hubiera hecho suyo el litigio (si iudex
litem suam fecerit).
20.- Explique que son los interdictos.
R: Son la orden decretada por el pretor que vincula a personas que se hayan
sometidas a ciertos presupuesto, y tiene un carácter administrativo y pretende
garantizar la paz y la seguridad de los ciudadanos, evitar que se haga justicia por
mano propia, la auto tutela. Protege las simples apariencias jurídicas, a pesar de si
son justas o no. Protege posiciones jurídicas o no jurídicas. Le interesa en bien
común. Lo temas que protege son: lugares de uso común, protege la tutela o el
estado de libertad de las personas y el patrimonio ajeno. En cuanto a sus
características externas los interdictos se clasifican en: 1. prohibitorios, 2.
restitutorios y 3.exhibitorios.
1) Prohibitorios: se enuncia prohibiendo, el que prohíbe es el pretor. Se encuentra
en los Edictos. Prohíbe la violencia contra los acreedores.
2) Restitutorios: uno característico seria el interdicto fraudatorio que se usa para
que las cosas que el deudor regalo o vendió para que no fuera embargado se
devuelvan al patrimonio de este y así poder embargarlo.
3) Exhibitorios: se usa para exhibir. Están los Interdictos de tabulis exhibendis y
los Interdictos de liberis exhibendis. En las tabulas queda constancia de los
testamentos, sirve de medio de prueba. Ejemplo: En el caso que una persona no
quiera entregar una herencia, le pide al legatario que le muestre el interdicto
tabulis exhibendis, para que se vea que es dueño del fundo corneliano (lo más
valioso). Se hace esto para transparentar la información a la gente. El o los
destinatarios desobedece, se comienza un juicio interdictal en su contra.
Con base en el Derecho Romano los interdictos eran las decisiones efectuadas
por el presidente de una provincia o un pretor con el fin de finalizar disputas.
Entiéndase por pretor al puesto dentro del Imperio Romano que se equipara a un
magistrado, en su jerarquía se encontraba debajo de un cónsul, dependiendo si
Roma se encontraba en estado de guerra su puesto se desarrollaba como militar;
sin embargo en situación de paz su función era meramente política, figurando en
tribunales e interpretando las leyes; por otra parte también se encargaban de velar
por la armonía en las situaciones de vínculos privados, en otras palabras los
interdictos
Los interdictos son el producto de un estado de necesidad indiscutibles que se
presentaba en los casos en que el POSEEDOR de un bien que no tenía título con
que reclamar sus derechos o la protección del Estado frente a comportamientos
de extraños que perturbaban su POSESION, o lo despojaban de ella. Era
necesario un mecanismo judicial por medio del cual se ordenara el cese de la
perturbación, considerándose el perturbado amparado por la Ley o que se restituía
aquella cosa arrebatada o quitaba al legítimo poseedor. Esta protección posesoria
a través de la vía interdictal fue conocida en el antiguo Derecho Romano, bien a
través del tantas veces nombrado amparo de gracia vin fieri veto, o bien por los
interdictos reitinendae possessionis y recuperandae possessionis. Recapitulando
sobre las características de estos interdictos, señalamos que a través del interdicto
reitinendae possessionis, el presunto poseedor ante la afirmación de estar
poseyendo y ser turbado por terceros que le impedían el normal ejercicio de su
posesión, solicitaba ser mantenido en su posesión. Según la naturaleza del bien
protegido por este interdicto, se expresaban en forma distinta, así cuando el
amparo solicitado refería a un bien inmueble, se le denominaba uti possidetis con
un lapso fatal de caducidad de un año a partir del momento de la expoliación. Si
se trataba del amparo sobre un objeto mueble, se le conocía con el nombre de
interdicto uturbi. Por el interdicto recuperandae possessionis, el presunto poseedor
solicitaba la restitución por vía judicial del objeto del cual fue despojado violenta,
clandestina o precisamente, según las circunstanciasen que fuera despojado, la
protección tomaba una denominación especial. Se denominaba Interdicto de Vi,
cuando el despojo había sido realizado con violencia. Cuando el despojo se había
producido en forma clandestina, se le llamaba Interdicto de clandestina
possession, si se trataba de un despojo de quien la tenía hasta ese momento en
forma precaria, se denominaba Interdicto de precario. Conforme la doctrina de
Ihering, la protección posesoria se refería al poseedor que ejercía su derecho
conceptuarse propietario. Poseía título del dueño o se trataba de la posesión del
propietario. Cuando se arraigó la protección contra el despojador con violencia
(interdicto de Vi), se protege al poseedor por su simple relación de proximidad con
la cosa poseída. En la Edad Media, reafirmamos lo expresado en cuanto a su
relación con la problemática religiosa y a las acciones concedidas para proteger
bienes de los representantes de la iglesia o la iglesia misma (exceptio spoli actio
spoli)."

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