Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Infanto Juvenil
CONTENIDOS DE LA UNIDAD
Lo que vamos a revisar en clases.
1. Comprensión de la historia clínica y su abordaje inicial.
2. Primeras entrevistas con el/la niño/a, joven y sus cuidadores.
3. Hipótesis clínicas individuales y relacionales.
4. Trabajo en red y consideración del contexto en la Clínica Infanto Juvenil.
5. Orientaciones técnicas y guías clínicas para la atención en salud mental de niñas, niños y
adolescentes.
Psicoterapia Infantil
Los trastornos emocionales y del comportamiento constituyen una de las principales
alteraciones en las consultas.
El trabajo con niñes tiene sus peculiaridades y exigencia se implica en el terapeuta nuevas
actitudes y aptitudes.
¿Qué es la psicoterapia? y ¿Qué se requiere para trabajar con niñes?
Definición
La psicoterapia puede ser definida como “el conjunto de conocimientos, actitudes, valores,
habilidades y recursos terapéuticos empleados de manera sistemática e intencional, en el marco
de una relación profesional de ayuda psicológica, en el tratamiento de los problemas y
trastornos de la personalidad” (Zaldívar, 2013, p.3).
Premisas
Requieren el uso de un marco teórico de comprensión .
Se debe contar con técnicas, métodos e instrumentos acordes a la psique infantil.
Se debe sentir una atracción por el mundo y lenguaje infantil.
Se debe tener interés por incluir a los padres y saber manejar la relación triangulada.
Propuesta de intervención
La utilización de técnicas creativas no verbales y cuentos terapéuticas como actividades lúdicas
constituye una excelente opción para el diseño de un programa de intervención
dirigido a pre escolares.
Técnicas creativas no verbales.
Cuentos terapéuticos.
Trabajo grupal.
Grupos de padres.
Entrevista inicial
Esta entrevista es el primer paso en el proceso de psicodiagnóstico y constituye un acercamiento
a la situación que preocupa tanto a los padres como al niño y que suele estar disfrazada o a
veces desconocida. Se distingue por lo tanto, un motivo de consulta manifiesto y otro latente.
Ambos pueden o no ir en la misma dirección, pero simbólicamente a nivel inconsciente ambos
estarían conectados (Blinder, Knobel, Siquier, 2004).
La información que se obtiene de la primera entrevista tanto con los padres como con el niño es
de incalculable valor, es por esto que se debe estar atento a la información verbal, gestual y
transferencial que se recibe durante estos primeros encuentros, ya que ésta orientará el
diagnóstico y pronóstico y observar qué tan capaces serán los padres de tolerar los cambios en
el niño y en la dinámica familiar.
En relación a los padres, algunos autores coinciden en la importancia de poner atención en los
siguientes aspectos:
Se debe atender a lo que verbalizan: qué, cómo, cuándo y con qué ritmo lo dicen, qué
contenidos eligen para comenzar a hablar del hijo o de ellos como padres, cuáles
contenidos provocan bloqueos, ansiedades u olvidos y observar si incluyen los tres
tiempos verbales en sus historias: pasado, presente y futuro (Siquier de Ocampo, 1987).
Establecer el grado de discrepancia y coherencia entre lo verbalizado y lo que se capta
a través de sus expresiones no verbales. Esto puede dar información a su vez sobre la
coherencia existente entre el motivo de consulta manifiesto y el motivo de consulta
latente (Siquier de Ocampo, 1987).
Detectar cuál es el vínculo que une a la pareja, el vínculo entre ellos y el hijo, el del hijo
con ellos y finalmente el de los padres con el psicólogo (Siquier de Ocampo, 1987).
En estos casos, el esfuerzo del psicólogo debe ser mayor en el sentido que el ejercicio de
empatía es más difícil de llevar a cabo. Sin embargo, se debe tener presente que la mayoría de
los padres realiza su mayor esfuerzo para ser los mejores padres, muchas veces estos castigos o
negligencias de los padres no tienen que ver con la falta de voluntad, sino con patrones
aprendidos.
En el caso de que el niño vaya con otro familiar es necesario saber cuál es su parentesco
con el niño y conocer las razones, justificadas o no de la ausencia de los padres.
El aspecto principal que se debe investigar es el motivo de consulta (tanto en el niño como en
los padres). Desde la perspectiva psicodinámica se distingue entre el motivo de consulta
manifiesto y el latente. El motivo de consulta manifiesto se define como el síntoma que
preocupa a quien solicita la consulta al punto de operar en él como señal de alarma.
Respecto de éste, es necesario saber si es sentido como egodistónico o egosintónico por los
padres y por el niño. También al motivo de consulta manifiesto se le denomina el síntoma, del
cual es importante considerar los aspectos fenomenológicos: su inicio, cómo se presenta, su
desarrollo, la agravación o mejoría. Cómo ha sido abordado por los padres, para quién
constituye un problema la conducta del niño y cuáles son las expectativas de los padres, del
colegio y del niño respecto a la eventual mejoría del síntoma.
Tarea
Hacer una pauta de primera entrevista para:
Psicodiagnóstico.
Psicoterapia.
Entrevista familiar.
Hipótesis clínica
Individuales y relacionales
Los motivos de consulta implican la demanda que hacen los consultantes acerca de
problemas que ellos perciben en su vida diaria.
En los procesos de psicoterapia se necesita identificar los problemas principales de un
cliente y comprender los factores predisponentes, precipitantes y mantenedores de
aquellos problemas, así como la relación que esos factores tienen en la vida del paciente
(Sim, Gwee & Bateman. 2005).
En este contexto, una formulación clínica es esencialmente una hipótesis acerca de las
causas, precipitantes e influencias mantenedoras de los problemas psicológicos,
interpersonales y conductuales de una persona (Eells. 1997).
Definición:
Individuales y relacionales
Sperry (1989) la define como un breve enunciado por escrito, que resume de forma integrativa,
y que combina significativamente los datos relevantes acerca del patrón de un individuo, en
torno a su funcionamiento actual y psicopatología. Es indispensable para la planificación del
tratamiento y la negociación de las intervenciones.
Este incluye:
1) Síntomas y problemas
2) Estresores precipitantes o eventos
3) Eventos de vida predisponentes o estresantes
4) Un mecanismo que ligue las categorías precedentes y ofrezca una explicación de los
precipitantes e influencias mantenedoras de los problemas del individuo (Eells, Kendjelic
& Lucas, 1998).
Diagnóstico Multiaxial
Esquema de formulación de un caso psiquiátrico (adaptación del modelo de Bebbington)
1. Datos demográficos:
- Sexo
- Edad
- Ocupación
- Estado civil
- Lugar de nacimiento
- Nivel educativo
3. Diagnóstico:
- Categoría diagnóstica
- Diagnóstico multiaxial DSM IV
- Diagnóstico multiaxial CIE 10 (3 ejes):
- Eje I: diagnósticos clínicos
- Eje II: incapacidades
- Eje III: situaciones psicosociales anormales
4. Diagnóstico diferencial.
5. Formulación:
- Posibles factores causales (bio-psico-social) de vulnerabilidad, precipitantes y de
mantenimiento.
- Clasificación de los precipitantes (agudos o crónicos, en qué nivel de intensidad)
Ejes I y II
El DSM IV aboga por un diagnóstico múltiple en los ejes I y II para reflejarlos trastornos clínicos y
de la personalidad.
Los diferentes diagnósticos son especificados con nombres (principal, provisional o en remisión).
Se utiliza un criterio de jerarquía para excluir unos diagnósticos psiquiátricos en beneficio de
otros.
Por lo general la prioridad de da a los trastornos más invasores sobre los menos invasores.
Eje III
Aquí se registran las enfermedades médicas actuales. Si una enfermedad médica es la causa de
un trastorno mental, se incluye en los Ejes I y III. Si hay más de una enfermedad médica, deben
registrarse todas ellas. En este eje se incluirán especialmente los problemas del embarazo y las
ITS.
Eje IV
En este eje se registran los problemas psicosociales y ambientales. Los códigos V se refieren a
problemas que el paciente puede haber tenido en relación con el grupo primario de apoyo, el
ambiente social, la enseñanza, el trabajo, la vivienda, económicos, de acceso a los servicios de
salud, relativos a la interacción con el sistema legal y otros problemas psicosociales.
Algunos códigos V:
- V61.9 Problemas relacionales relacionados con trastornos mentales - V61.20
Problemas relacionales padre-hijo
- V61.1 Problemas relacionales con la pareja
- V61.8 Problemas relacionales entre hermanos
- V61.81 Problemas relacionales no especificados
Eje V
Evaluación global del funcionamiento del paciente
Cuantifica la opinión del clínico sobre el nivel general de actividades del sujeto.
1 – 10: necesita constante supervisión durante varios días para evitar que se haga daño o le
haga daño a otras personas, o porque no haga ningún intento de higiene personal.
11 – 20: Necesita supervisión para evitar que se haga daño o se lo haga a otros, o para mantener
la higiene personal mínima (por ejemplo que pos agitación violenta maníaca, juegue con heces
fecales) o muestre grandes dificultades en comunicarse (por ejemplo, que sea muy incoherente
o permanezca mudo).
21 – 30: Incapaz de funcionar en todas o casi todas las áreas (pro ejemplo, si permanece en la
cama todo el día), si su conducta es grandemente influida por delirios o alucinaciones, tiene
serios problemas de comunicación (por ejemplo, que a veces sea incoherente, o no responda) o
que, en el área del juicio actúe en forma competamente inapropiada.
31 – 40: Perturbación en varias áreas como trabajo, juicio, razonamiento, pensamiento o estado
de ánimo (incapaz de arreglar su pieza), dificultad en la prueba de la realidad o incapacidad para
comunicarse con los demás, es decir, que su forma de hablar sea a veces incomprensible, ilógica
o irrelevante.
41 – 50: Sintomatología grave o dificultas en su funcionamiento, de tal forma que la mayoría de
los clínicos piensen que obviamente necesita tratamiento o atención; por ejemplo, excesiva
preocupación, gestos suicidas, rituales obsesivos graves, ataque o crisis de ansiedad frecuente,
conducta antisocial graves, etc.
51 – 60: Síntomas moderados, funcionamiento o comportamiento con algunas dificultades como
pocas amistades, afectividad aplanada, depresión, dudas patológicas acerca de sí mismo,
conducta eufórica, lenguaje difícil (como si estuviese bajo presión), conducta antisocial
moderadamente grave.
61 – 70: Síntoma leves, tendencia a la depresión, insomnio poco frecuente, dificultades en varias
áreas de conducta pero que, en general, funciona bien, con algunas relaciones interpersonales
importantes, se muestra como una persona de quien, los demás, nunca pensarían que se trata
de un enfermo mental.
71 – 80: algunos síntomas pueden encontrarse pero a un nivel mínimo, casi no se observan
dificultades en su funcionamiento, sólo a veces algunos problemas cotidianos, o
preocupaciones, le hacen actuar de manera inadecuada.
81 – 90: Síntomas transitorios se pueden observar en ocasiones, pero el paciente funciona de
manera adecuada en toda las áreas, interesado en muchas actividades de la vida; socialmente
afectivo, en general satisfecho con su vida, sólo en ocasiones las preocupaciones cotidianas le
conducen a comportarse en forma inadecuada.
91 – 100: ningún síntoma, funciona de una manera en extremo adecuada; participa en un gran
número de actividades, los problemas cotidianos nunca le perturban; otras personas lo buscan
porque es un individuo íntegro y afectuoso.