Está en la página 1de 11

Tecnológico Nacional de México

Instituto Tecnológico de Durango


Ingeniería
Bioquímica
Microbiología

Catálogo de Bacterias

Docente:
Cervantes Cardoza Verónica
Alumna:
 Reyes Sánchez Clara Adilene – 19040103
 Rosas Meza Carlos Manuel – 20040119
Bacterias
Bacterias patógenas

Las bacterias patógenas son las bacterias que pueden causar enfermedades
infecciosas. Aunque la gran mayoría de bacterias son inofensivas o beneficiosos,
algunos son patógenos.

Entre las bacterias patógenas que pueden contaminar los alimentos y producir
una enfermedad de transmisión alimentaria (MTA).

Entre las bacterias patógenas encontramos las siguientes:

Bacillus cereus
Bacillus cereus es un agente bacteriano causa
importante de enfermedades de transmisión
alimentaria en las personas. Los alimentos
asociados a brotes de intoxicación son carnes y
vegetales estofados, cremas, sopas y brotes de vegetales crudos, y especialmente
el arroz hervido o frito y la pasta. Puede provocar un síndrome emético causada
por la toxina cereulida preformada en el alimento y relativamente termoresistente o
una toxiinfección diarreica causada por proteínas enterotóxicas.

Es un patógeno esporular ubicuitario en el medio ambiente y se encuentra en


suelos, aguas y habitualmente en una gran variedad de materias primas y
productos tanto de origen vegetal como animal.

El grupo de Bacillus cereus comprende ocho especies. Una de las


especies, Bacillus thuringiensis, se utiliza como fitosanitario de origen biológico
para el control de insectos. Los expertos de la EFSA consideran que la única
manera de identificar de forma inequívoca las cepas del grupo Bacillus cereus es
determinando la secuencia completa del genoma. Estos expertos recomiendan el
uso de técnicas de secuenciación de todo el genoma para recopilar información
relevante como prerrequisito para la posterior evaluación de riesgos. Esto
permitiría identificar las cepas utilizadas como plaguicidas biológicos y mejorar la
evaluación de su seguridad.

Los expertos también recomiendan las opciones de control para gestionar los
riesgos causados por estas bacterias. Una de las opciones más importantes es
mantener los alimentos refrigerados a una temperatura máxima de 7ºC, y
preferiblemente a 4ºC.

Campylobacter
La campilobacteriosis es una zoonosis causada por la
infección de Campylobacter. Es una enfermedad de
transmisión alimentaria que sufre el ser humano
principalmente por la manipulación y el consumo de
pollo contaminado por diferentes especies
de Campylobacter. Sin embargo, la enfermedad también se puede contraer por
contacto con mascotas y animales de granja y por el consumo de agua
contaminada o de leche cruda. En muchos casos, se contrae en viajes a zonas de
prevalencia elevada.

Campylobacter está ampliamente presente en la naturaleza; el reservorio principal


es el tubo digestivo de mamíferos y aves domésticas y salvajes. Se ha detectado
en carne de vacuno, cerdo y productos cárnicos, leche cruda y derivados de la
leche, pescado y productos de la pesca, vegetales frescos y de alimentos
envasados con atmósfera modificada, así como en comidas preparadas o
vegetales de consumo en crudo.

La campilobacteriosis está asociada a gastroenteritis aguda o dolor abdominal. La


aparición de síntomas de la enfermedad en general se produce de dos a cinco
días después de comer un alimento con estas bacterias, pero puede variar de uno
a diez días. Los síntomas son diarrea (aguada o con sangre), fiebre, malestar
general, náuseas y/o vómitos y dolor abdominal.

Las infecciones por Campylobacter son generalmente leves, pero pueden ser


graves en los niños muy pequeños, ancianos e inmunosuprimidos. En algunos
casos, se han descrito infecciones fuera del tracto intestinal, como el síndrome
meníngeo, o complicaciones como la artritis reactiva o problemas neurológicos
(síndrome de Guillain-Barré).

La campilobacteriosis, en general, produce casos esporádicos individuales, pero


también puede dar lugar a brotes, cuando dos personas o más se enferman de la
misma fuente.

Clostridium

Clostridium es un género de bacterias


anaerobias formadoras de esporas productoras de
toxinas. Están ampliamente distribuidas en la
naturaleza, y sus esporas se encuentran
habitualmente en suelos, al polvo, al medio
acuático y forman parte de la flora intestinal de animales y personas, en
consecuencia, pueden estar presente en una amplia gama de alimentos.

Alteran un amplio abanico de alimentos en el que se incluyen los productos


lácteos, los productos cárnicos y derivados de la carne de aves, la fruta y los
vegetales frescos y conservados; con la producción característica de gas y olor
pútrido.

Las buenas prácticas agrícolas (BPA) y las buenas prácticas higiénicas (BPH)
contribuyen a reducir el número de clostridios mediante la minimización de la
contaminación con suelo y de excrementos de animales.

E. coli
Algunas cepas de E. coli fabrican toxinas,
llamadas verotoxina o toxinas de tipo Shiga, que
pueden causar trastornos graves a las personas.
Estas cepas reciben nombres diferentes: E.
coli verotoxígenas (ECVT), E. coli productoras de
toxinas Shiga (STEC) o E. coli enterohemorrágicas (ECEH). Los principales
serotipos de este grupo son: O157: H7, O104: H4, O26, O103, O111 y O145.

Se llaman toxinas Shiga por su parecido con las toxinas producidas por Shigella
dysenteriae.

El E. coli O157: H7 es el serotipo de E. coli productor de toxina Shiga más
importante por su impacto en la salud pública, pero hay también otros serotipos
frecuentemente implicados en brotes y casos esporádicos como E. coli O104: H4.

Se transmite a las personas principalmente a través del consumo de agua o


alimentos contaminados -como carne picada cruda o poco cocinada o vegetales
crudos y también por el contacto directo con animales o con personas infectadas.

Aunque las personas pueden actuar como reservorio de la infección en casos


asintomáticos, los rumiantes están considerados el principal reservorio del ECTS,
y los bovinos los que más contribuyen a la enfermedad en personas.

Los alimentos se pueden contaminar por el contacto con el contenido intestinal en


el proceso de obtención de la carne en los mataderos y en el ordeño. Por otra
parte, en la producción agrícola se pueden contaminar los productos
hortofrutícolas por el contacto con el agua, el sol, las heces o los abonos
contaminados. La cocción de los alimentos a una temperatura de 70°C destruye
esta bacteria.

Salmonela
Salmonela es una bacteria bacilos gramnegativo de la
familia Enterobacteriaceae, no formadores de
esporas, que produce una de las enfermedades de
transmisión alimenticias más comunes: la
salmonelosis.

El género Salmonella actualmente se divide en dos especies: S. entérica y S.


bongori. A la vez, S. enterica se divide en seis subespecies. Los serotipos de la
subespecie I (S. enterica subespecie entérica) son los responsables de
aproximadamente el 99% de las infecciones por Salmonella en humanos. Para
simplificar la nomenclatura, a los diferentes serotipos se les llama con el nombre
del género, seguido del serotipo, de los más importantes es Salmonella
typhimurium.

La salmonelosis es una zoonosis fundamentalmente de origen alimentario. Es una


de las causas más frecuentes de brotes de toxiinfecciones alimentarias y de
alteraciones gastroentéricas en Cataluña, en España y en muchos otros países
europeos. En la mayoría de casos causa gastroenteritis y mejora sin necesidad de
tratamiento, pero puede ser grave si llega a la sangre y afecta niños, personas
mayores o personas con enfermedades crónicas.

Tradicionalmente, los ovoproductos y preparados a base de huevo han sido los


alimentos implicados más a menudo en brotes por Salmonella y los de más riesgo
sanitario, especialmente aquellos que contienen huevo crudo como la mayonesa.
Han sido implicados en casos de salmonelosis alimentos con huevo crudo como
salsas, helados, crema, masas de pastelería, leche no pasterizada, chocolate, y
brotes de semillas de soja o alfalfa y carnes insuficientemente cocinadas,
principalmente de cerdo de aves y carnes fermentadas.

Bacterias beneficiosas
Lactococcus
Una de las conocidas como bacterias del ácido láctico,
tradicionalmente utilizada en procesos de fermentación y
conservación de alimentos.
Además de su amplio empleo en la industria alimentaria, en
los últimos años se han venido investigando los usos
biotecnológicos y terapéuticos de Lactococcus y otras
bacterias ácido lácticas. Concretamente en el tratamiento de
alergias o como vehículos para la administración de vacunas: «Este enfoque es
prometedor para nuevas intervenciones terapéuticas en alergias y
enfermedades autoinmunes inducidas por antígenos». Se dan asimismo progresos en
su aplicación para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal (estudio, estudio).
Lactobacillus
Lactobacillus también se aplica en la
industria láctea para la producción de
yogures, quesos y otros productos
fermentados. Los lactobacilos son, al
igual que Lactococcus, bacterias ácido
lácticas; inhiben el crecimiento de
bacterias patógenas al producir ácido láctico a partir de azúcares (glucosa).
Estudios recientes revelan buenos resultados en el control del colesterol y en la
prevención de cálculos renales. Su administración «dio como resultado una
reducción significativa del nivel de colesterol […] que estuvo acompañado por
cambios en la microbiota intestinal […] también influyó beneficiosamente en la
regulación del metabolismo del colesterol en el hígado». Respecto al segundo de
los efectos positivos citados: la especie «L. plantarum es capaz de degradar el
oxalato intestinal y, por lo tanto, prevenir la formación de cálculos CaOx en ratas
experimentales» (estudio, estudio, estudio).

Bifidobacterium
Residen en nuestro tracto gastrointestinal. Como las
anteriores, Bifidobacterium se emplea en alimentos
como yogur y leche, o en medicamentos. Su ingesta a
través de este tipo de productos persigue la mejora de la
salud del intestino y la prevención de infecciones que
puedan derivar en enfermedades inflamatorias
intestinales.
Entre las funciones de las bifidobacterias —además de ayudar en la digestión,
inhibir bacterias patógenas y reforzar la respuesta inmune—: previenen algunas
formas de crecimiento de tumores, como cáncer de colon; atenúan las lesiones de
órganos debidas a la isquemia (reducción transitoria del suministro de sangre al
intestino); y se relacionan con una menor incidencia
de alergias (estudio, estudio, estudio, estudio).
PROKEY son bebidas probióticas a base de kéfir y té endulzado, fermentados
mediante cultivos probióticos: cepas de los géneros Lactococcus, Lactobacillus y
Bifidobacterium. Se trata de un «refresco vivo», es decir, no se pasteuriza. En el
momento del envasado contiene 100 millones de UFC por ml.

Protozoarios
Los protozoos o protozoarios son organismos de tipo microscópico, unicelular de
composición idéntica entre sí. Habitan sitios húmedos o sitios acuáticos.
Desde el punto de vista etimológico la palabra protozoo se compone de dos palabras:
“proto” que significa el primero y “zoo” que significa animal.
A este tipo de microorganismo se lo puede visualizar mediante un microscopio.
Pueden crecer hasta un milímetro. Actualmente se han hallado cerca de 50.000
especies de protozoos. Tienen como función controlar las células bacterianas.

Euglena
Euglena es un género
de protistas unicelulares perteneciente al
grupo de los Euglénidos, con
numerosos cloroplastos en forma de lente o
aplanados, cada uno con un pirenoide.
Presenta un estigma o mancha ocular con lutenina, β-caroteno y criptoxantina
localizados en varias vesículas membranosas próximas al margen del reservorio.
Poseen un flagelo largo que sobresale del reservorio con mastigonemas en una fila,
con un engrosamiento en el extremo proximal. También puede aparecer un flagelo
corto que se fusiona con la base del flagelo largo.
El núcleo es grande, siendo la división nuclear interna, sin rotura de la envoltura
nuclear (mitosis cerrada), los microtúbulos se forman dentro del núcleo, aun cuando
no se forma un típico huso acromático.
Presenta una invaginación anterior (bolsa flagelar), donde se insertan los flagelos.
Asociado al mastigonema se observa la mancha ocular que actúa como un tamiz de
la luz, antes de llegar a la protuberancia flagelar. Un gran vacuola descarga su
contenido la bolsa flagelar. La bolsa flagelar puede intervenir en la nutrición
mediante fagocitosis o pinocitosis en especies sin citostoma.
Euglena es una eucariota unicelular, con un núcleo, con cloroplastos y con movilidad.
En agua se mueve con ayuda de dos flagelos (uno de los cuales es corto e inactivo),
mientras que sobre las superficies se mueve cambiando de forma con ayuda de una
capa proteica flexible o más o menos rígida que posee por debajo de la membrana
plasmática (la película), movimiento que se llama traslación ondulante (véase vídeo).
Posee de uno a numerosos cloroplastos, que solo pueden realizar fotosíntesis si
disponen de un nutriente esencial como la vitamina B 12. Pueden perder los
cloroplastos por intoxicaciones químicas o por no estar expuestos a la luz durante
mucho tiempo, cuando esto ocurre, se alimentan de forma heterótrofa.

Colpoda
Colpodea es una clase de protistas del
filo Ciliophora comunes en agua dulce y en el
suelo. Los cilios corporales son típicamente
uniformes y están soportados por dicinetias de
estructura característica, con cilios sobre ambos
cinetosomas. La boca puede ser apical o ventral
con policinetias asociadas más o menos prominentes. Muchas especies son
asimétricas, con las células enroscadas hacia un lado, que se desenroscan
previamente a la subdivisión, que a menudo tiene lugar en quistes. Colpoda, una
especie con forma de riñón, común en ambientes ricos en materia orgánica, es
representativa del grupo.
La mayoría de los ciliophora clasificados aquí originalmente eran
considerados Trichostomatia avanzados, con la asunción de que carecían de cilios
orales verdaderos. Sin embargo Bursariomorphida, depredadores grandes cuya
cavidad bucal forma un bolsillo anterior profundo, eran
considerados Heterotrichea debido a sus prominentes policinetias orales. La clase
moderna fue definida primero Small y Lynn en 1981, basándose principalmente en la
estructura de las cinetias corporales.
Los cilios corporales son típicamente uniformes y están soportados por dicinétidas de
estructura característica, con cilios sobre ambos cinetosomas. La boca puede ser
apical o ventral con policinétidas asociadas más o menos prominentes. Muchas
especies son asimétricas, con las células enroscadas hacia un lado, que se
desenroscan previamente a la división, que a menudo tiene lugar en quistes. Colpoda,
con células de forma arriñonada y común en ambientes ricos en materia orgánica, es
representativa del grupo.

Haemosporida 
Haemosporida o hemosporidios es un orden
de protistas parásitos intraeritrocíticos del
infrafilo Apicomplexa que causan graves enfermedades
en los animales y seres humanos. El parásito siempre
tiene dos huéspedes en su ciclo vital: un artrópodo que
actúa como vector y un huésped vertebrado.
Los trofozoitos parasitan eritrocitos u otros tejidos del
hospedador vertebrado. Destaca el conocido Plasmodium, causante de la malaria.
Los hemosporidios tienen ciclos de vida complejos que alternan entre un huésped
artrópodo y un vertebrado. Los trofozoitos parasitan eritrocitos u otros tejidos del
hospedador vertebrado. Los microgametos y macrogametos siempre se encuentran
en la sangre. Los gametos son absorbidos por el insecto vector durante la ingestión
de sangre. Los microgametos migran al intestino del insecto y se fusionan con los
macrogametos. El macrogameto fertilizado se convierte ahora en un oocineto, que
penetra en el cuerpo del vector. El oocineto se transforma a continuación en
un ooquiste y se divide inicialmente por meiosis y luego por mitosis (ciclo de
vida haploide) para dar lugar a los esporozoitos. Los esporozoitos se liberan del
ooquiste y migran a las glándulas salivales del vector, desde donde se inyectan al
nuevo huésped vertebrado cuando el insecto lo pica.
El grupo comprende más de 500 especies y se organiza en cuatro
familias: Garniidae, Haemoproteidae, Leucocytozoidae y Plasmodiidae. La mayoría de
las especies forma parte de tres géneros: 
Haemoproteus, Leucocytozoon y Plasmodium.
Tanto Haemoproteidae como Plasmodiidae producen pigmentos. Por otro
lado, Haemoproteidae y Leucocytozoidae carecen de ciclo asexual en la sangre del
huésped. Garniidae produce pigmentos, pero carece de ciclo asexual en la sangre.
Ameba
Las amebas o amibas son organismos
eucariotas unicelulares que se desplazan de
forma rastrera por medio de pseudópodos
(“pies falsos”). Conforman uno de los
cuatro grupos de protozoos ameboides
(foraminíferos, heliozoos y radiolarios)
que pertenecen al Reino Protista.
Los pseudópodos son prolongaciones móviles del citoplasma de las amebas. Les
permiten desplazarse por una superficie y fagocitar (englobar) alimentos. Estas
prolongaciones pueden ser anchas y sin punta (lobopodios), delgadas con forma de
hilos (filopodios) o reticulares (rizopodios).
Las amebas también se caracterizan por tener un núcleo celular de gran tamaño y
una vacuola contráctil con la que regulan la cantidad de agua dentro de la célula (y,
por ende, la tonicidad). Sin embargo, muchas amebas marinas carecen de esta
vacuola y las de agua dulce pueden tener varias.
Estos organismos carecen de pared celular, pero pueden tener un caparazón o testa
que los envuelve. Las amebas desnudas suelen habitar en aguas saladas y dulces y
en el suelo húmedo. En cambio, las amebas con caparazón viven mayormente en el
agua dulce, en suelos húmedos y en musgos. No todas son de vida libre, ya que hay
especies que son parásitas. Incluso algunas se encuentran en el aire.
Las amebas suelen medir desde unos pocos micrómetros (μm) hasta un milímetro.
Por ejemplo, algunas amebas intestinales miden entre 9 a 15 µm, mientras que la
especie más grande Polychaos dubium (parásita del ser humano) se puede apreciar a
simple vista porque alcanza más de 1 mm de longitud.

También podría gustarte