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Poncio Pilato, prefecto romano de Judea en el tiempo de Jesucristo y Juan el Bautista

Prefecto de Judea del 26 al 36 d. C.

La inscripción que menciona a Poncio Pilato, prefecto romano de Judea, hallada en una
piedra encontrada en las ruinas del antiguo teatro de Cesarea.
 
En el año de 1961, excavaciones de arqueólogos italianos realizadas  en  Cesarea  (la
antigua  Torre de Estratón refundada por Herodes en la costa
mediterránea),  descubrieron  que  el  antiguo teatro de la ciudad había sido
reedificado en diversos momentos posteriores a la época herodiana. En los escombros
bajo los escalones encontraron una piedra de dos por tres pies (unos sesenta por
noventa centímetros), que llevaba inscripciones. La cara izquierda de la piedra había
sido alisada para volverla a usar pero en el otro lado había inscripciones entre la que se
destacaba el  nombre de PILATVS. Se le describe como “Prefecto”  de  Judea y  se dice
que había  levantado un santuario  en honor del emperador Tiberio. Esta piedra se
conserva en el Museo de Jerusalén y nos permite saber ahora que el título que se daba
oficialmente a los gobernadores de Judea era en realidad el de PREFECTO, y que el
término de Procurador (que el historiador Tácito da a Pilato) debió en realidad ser
usado posteriormente por sus sucesores.
Datos sobre Poncio Pilato incluidos en Antigüedades de los judíos, por Flavio
Josefo. 
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 Poncio Pilato, al igual que sus antecesores en la gobernación de Judea, era un
caballero, es decir pertenecía a la orden ecuestre (la clase media alta). Llevó a
Judea a su esposa (mencionada en  Mateo 27: 19), ya que una ley dada por
Augusto levantó la prohibición de que un gobernador pudiera llevar a su cónyuge
a una provincia no pacificada. Gobernó entre los años 26 y 36. Aparte del relato
de su gobierno por Josefo y el papel que le cupo en el proceso de Jesús
relatado en los Evangelios, es mencionado fugazmente por el historiador Tácito
(Anales XV, 44)  como  el  gobernador bajo cuyo mandato  fue crucificado Jesús;
existe  también menciones en la obra del filósofo Filón el judío: en Legatione ad
Gaium 301 se lo describe como “por naturaleza rígido y porfiadamente
duro” y “de naturaleza rencorosa y hombre excesivamente iracundo”; se habla
también de “los sobornos, los actos de soberbia, los actos de violencia, los
ultrajes, los casos de tratamiento basados en el rencor, los constantes asesinatos
sin juicio, la incesante y sumamente agravante brutalidad” de los que podían
acusarlo los judíos ante el emperador, lo que al final ocurriría. Mención aparte
merecen los numerosos “Hechos de Pilato” (Acta Pilati), libros de inspiración
cristiana que se contradicen entre sí y se consideran apócrifos. (Antigüedades de
los judíos, Libro XVIII, Capítulo III, Nota 13.)
Poncio Pilato después de la ascensión de Jesucristo
“1. Tampoco a los samaritanos les faltaron agitaciones. Los excitó un hombre que no
daba importancia ninguna a la mentira  y que nada dejaba de hacer para conquistarse
la simpatía del pueblo. Ordenó que subieran con él al monte Garizim, que para ellos es
el más célebre de todos  los montes, por morar en él la divinidad. Aseguraba que una
vez allí les mostraría los vasos sagrados que Moisés escondió y enterró. El pueblo, que
dio crédito a lo que decía, tomó las armas y se reunió en un pueblo llamado Tiratana
donde se les agregaron otros en gran número, para subir al monte. Pero Pilatos se
anticipó y ocupó el camino con soldados de caballería e infantería. Estos mataron a
algunos, a otros pusieron en fuga e hicieron muchos cautivos. Pilatos hizo matar a los
principales.
2. Apaciguada la sedición, el senado de los samaritanos se presentó ante Vitelio, varón
consular y gobernador de Siria, y acusó a Pilatos de las muertes. No se habían reunido
en Tiratana para rebelarse contra los romanos, sino para escapar a la violencia
de Pilatos. Entonces Vitelio, luego de enviar a Marcelo, su amigo, para que se
informara sobre los problemas de los judíos, ordenó a Pilatos que regresara a Roma,
para responder ante el César por los crímenes de que se lo acusaba. Así es
como Pilatos, después de pasar diez años en Judea, se dirigió a Roma, por orden
de Vitelio, a quien no podía oponerse. Antes de llegar a Roma, falleció Tiberio” 19.
(Antigüedades de los judíos, Libro XVIII, Capítulo IV.)
 
Poncio Pilato: ¿desterrado a Galia por Calígula, suicidándose, o se convirtió al
cristianismo?
 
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“Nada sabemos del resultado del juicio que se le siguió a Pilato. Según una
tradición, fue desterrado por el emperador Cayo (Calígula) a la ciudad de Viena,
en la Galia. El historiador Eusebio de Cesarea, basándose en informes de
analistas griegos de las Olimpiadas (los cuales se han perdido), completa la
historia, afirmando que el antiguo gobernador de Judea puso fin a sus días
suicidándose, lo que debió ocurrir hacia el año 39 [d. C.]. Existen también
unos libros apócrifos conocidos como Acta Pilati o “Hechos de Pilato” que
recrean la figura de un Pilato “cristiano”: según dicha versión, Pilato y su esposa
(de nombre Prócula o Claudia), al final se convirtieron al cristianismo; Pilato
figura así como un santo de la Iglesia Oriental [Iglesia Ortodoxa Griega]. La
iglesia Copta le considera mártir y celebra su festividad el 25 de
Junio.” (Antigüedades de los judíos, Libro XVIII, Capítulo IV, Nota 19.)

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