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Introducción
Este artículo abordará la guerra civil ocurrida tras la muerte de Nerón en el imperio
romano, ya que, tras el derrocamiento de este como emperador, y al no haber sucesores
directos que pudieran tomar el cargo, comenzó una guerra civil entre cuatro personajes
por hacerse con el cargo de emperador.
El reinado de Galba
Luego de la muerte de Nerón, el 9 de junio del 68 d. C. Lucio Sulpicio Galba, quien fuera
gobernador de Hispania hacía siete años, con sus setenta y tres años, contaba con gran
experiencia militar y administrativa, además de gozar de un gran prestigio en el senado, lo
que le permitió no solo disponer del apoyo del ejército, sino también con amistades
políticas con prácticamente todos los personajes importantes del Senado, además de
tener el apoyo de M. Salvio Otón, gobernador de Lusitania, quien se mostró favorable a la
destitución de Nerón como emperador.1
De Galba se decía que tenía fama de avaricioso y cruel, algo que quedo demostrado en el
momento de su llegada a Roma, hacia mitad de octubre, ya que se negó a pagar el
donativo prometido a los soldados por brindarle su apoyo, alegando que no quería
comprar soldados que no fueran realmente leales a él, además de ordenar la ejecución de
soldados y colaboradores que fueron leales a Nerón, lo que provocó que pronto tanto el
pueblo como el senado miraran con malos ojos su gobierno.2
La gota que colmaría el vaso llegaría por parte de legiones de la Alta Germania, quienes
habían sido privados de las recompensas prometidas por sus campañas contra los galos
1
Joël Le Gall, Marcel Le Glay. «El Imperio Romano.» En el año de los cuatro emperadores (junio del 68 -
Diciembre del 69), de Marcel Le Glay Joël Le Gall, 295. Madrid - España: Ediciones Akal, S. A., 1995.
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y contra Vindex,3 por lo que fueron las primeras tropas en jurar lealtad únicamente al
senado, alentando también a otras legiones a hacer una elección respecto a quien debían
obedecer realmente. Ante esta situación, Galba supuso que la motivación derivaba de una
falta de heredero que sucediera su puesto, por lo que proclamo a Lucio Calpurnio Pisón
Liciniano como su sucesor ante el senado y el ejército; esta decisión resultaría en el
despecho de Otón por considerarse merecedor de dicho puesto tras el apoyo que brindo a
Galba para asegurar su puesto como emperador, por lo que, contando con el apoyo del
ejército, encabezó una rebelión contra Galba que termino con el degollamiento de este y
Otón siendo nombrado Augusto4 por las tropas que había dirigido.5
El gobierno de Otón
Marco Salvio Otón, había sido antiguamente gran amigo del emperador Nerón, sin
embargo, esta situación cambió drásticamente al enamorarse de una de las amantes del
emperador, lo que ocasiono que fuera enviado a Hispania como gobernador de Lusitania,
donde administraría la provincia durante diez años hasta que, con la empresa de Galba
obtendría la oportunidad de vengarse, por lo que la apoyo con sumo interés. Sin embargo,
es importante resaltar que Otón había acumulado gran cantidad de deudas, por lo que
esperaba la sucesión con impaciencia, de ahí que el nombramiento de Pisón le causara
escozor, lo que terminaría en un golpe de estado, alcanzando entonces la categoría de
emperador.6
3
Desde su puesto se rebeló contra Nerón, contando con el apoyo de Galba. El emperador envió a Virginio
Rufo para acabar con la revuelta y Vindex intentó negociar con él para contar con su apoyo. Ante la negativa
de Virginio y lo inminente de su derrota, Vindex acabó con su vida. “Cayo Julio Vindex”, Artehistoria, acceso
el 2 de noviembre de 2022, https://www.artehistoria.com/es/personaje/julio-vindex-cayo. Cayo Julio Vindex
ostentaba el mando de las legiones romanas destacadas en las Galias.
4
Augusto (latín: Augustus; plural: augusti) es un título que llevaron los emperadores del Imperio romano.
Augusto (título), ACADEMIC, acceso el 22 de septiembre de 2022,
https://es-academic.com/dic.nsf/eswiki/122463.
5
Suetonio, «Los 12 césares». Galba, 16-20
6
Suetonio, «Los 12 césares». Otón, 2-7
7
Le Gall, Le Glay. Op, cit, p. 297-299
El 2 enero, Aulo Vitelio había comenzado a acumular importantes alianzas con los
gobernadores de las provincias de las Galias, Hispania y Britania; esto fue resultado del
rápido avance territorial de su ejército, que invadió gran parte del territorio donde Otón
tenía influencia política y militar, así como el creciente número de ciudades que se
sumaron a su causa.8
Antes de disputar una guerra civil abiertamente, Otón intento negociar con Vitelio,
ofreciéndole compartir el imperio con él y proponiéndole como yerno suyo, sin embargo,
ante la negativa de Vitelio, el conflicto se hizo inevitable; Otón salió de Roma el 14 de
marzo acompañado de su ejército. La batalla tuvo lugar en Bedriacum, entre Verona y
Cremona, el 14 de abril el ejército otoniano fue derrotado y los supervivientes se unieron
al ejército de los vitelianos, por lo que, con el propósito de evitar una guerra civil a gran
escala, el 15 Otón se decanta por el suicidio.9
El gobierno de Vitelio
Aulo Vitelio, asignado por Galba al mando del ejército del Rin, 10 fue proclamado como
emperador por su ejército en 2 de enero, tomando el título de Germanicus, asegurándose
el apoyo del senado, proclamándose a sí mismo como vengador de Galba. De Vitelio se
cuenta que tenía un maravilloso talento para la adulación, consiguiendo así el favor de
distintos emperadores, no obstante, también se le consideraba como un personaje
nefasto, ya que era sospechoso de haber asesinado a su madre, su esposa Petronia y su
hijo Petroniano, además de sustraer las ofrendas y ornamentos de los templos durante su
administración en la provincia de África, sin embargo, eso no impidió que Galba le
concediera el mando de la Germania Inferior.11
El levantamiento de Vespasiano
Tito Flavio Vespasiano, contando con una larga trayectoria militar, le fue asignada la
provincia de África, ganándose el respeto de los pueblos que allí habitaban, así como de
las provincias vecinas; no obstante, su nombramiento como emperador vendría de la
mano del azar, ya que dos mil hombres destinados a socorrer a Otón se enteraron en el
camino de su derrota y muerte, aunque sin querer creerlo, continuaron avanzando hasta
Aquileya, en donde se entregaron a toda clase de excesos, por lo que, temerosos de ser
castigados a su regreso, decidieron buscar un nuevo hombre a quien nombrar emperador;
decidiéndose por Vespasiano y dedicándole grandes alabanzas; siendo el prefecto de
Egipto, Tiberio Alejandro, el primero en hacer que sus tropas le prestaran juramento a
Vespasiano,14 favoreciendo entonces una serie de circunstancias que permitieron un
levantamiento armado en contra de Vitelio.15
Vitelio pensó reforzar al ejército con tropas del Rin, sin embargo, le fue imposible, ya que
se había levantado una rebelión debido a una profetisa germánica, por lo que las tropas
enviadas a Italia del norte tenían una moral baja, sin contar que el general nombrado por
Vitelio, Aulo Cecina Alieno, dudaba en continuar con el asalto o aliarse con el ejército
enemigo. El 24 de octubre el ejército de Vespasiano resulto vencedor en la segunda
12
Suetonio, «Los 12 césares». Vitelio, 10-15
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A estas le siguieron las legiones orientales de Egipto, de Siria y de Judea. Gracias en particular a la activa
diplomacia de Tito, hijo de Vespasiano, los gobernadores de las demás provincias asiáticas y danubias,
celosas por los favores concedidos a los legionarios del Rin.
15
Suetonio, «Los 12 césares». Vespasiano, 4-7
batalla de Bedriaco, por lo que un sin número de tropas decidieron sumarse a su
campaña en dirección a Roma.16
Esta guerra civil no solo fue el inicio de una tradición que terminaría por condenar al
imperio, alertando los emperadores siguientes sobre las consecuencias de no apaciguar
lo suficiente a los ejércitos, sino que además marco un precedente; desde entonces no
fue necesario que un emperador naciera en Roma para ser reconocido por los ciudadanos
y el senado.
16
Le Gall, Le Glay. Op, cit, p. 299-302
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