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DERECHO ROMANO I
Facilitador: Participantes:
bog. MSc. Gerardo Lavandeia B. Rondón José Elías C.I. 11.753.007
El derecho Romano tiene tres objetos de estudios principales de donde surgen todos los
temas, estos dones de las personas, las acciones y las cosas. En este trabajo el tema de
investigación son las cosas, que no es más que uno de los elementos más importantes para el
derecho ya que en esa época para ser reconocido social, política o religiosamente todo iba
arraigado a las pertenencias de las familias. Una de las características impresionante es como
clasificaban las cosas en cuanto a la cantidad y calidad para poder categorizarlas en cuanto
al valor de cada una y el uso que se le debe dar en cada situación.
Los romanos no pudieron darle una definición exacta a la palabra cosa y por eso
desarrollaron diferentes definiciones y muchas de ellas aún se conservan. Conoceremos la
aplicación de la palabra Res (cosa) que como veremos en este trabajo todo significaba objeto
de derecho, pero, así como existían estos, también había cosas que no podían ser objetivas
del Res y que no podían pertenecer al patrimonio privado del hombre.
Se conocerán algunos ejemplos básicos para el entendimiento del tema como se sabe las
cosas han llegado a ser un gran pilar en la parte del comercio tanto privado como público que
permite divisar y separar estas mismas haciéndolas llegar a un bien común para la sociedad
desde tiempos inmemorables.
LAS COSAS CONCEPTO, ETIMOLOGÍA.
Los objetos del derecho, comúnmente suelen estar formados por los seres impersonales
o cosas; por esta razón el término cosa, es sinónimo de objeto de derecho.
En sentido jurídico, se entiende por cosa todo lo que puede ser objeto de derechos
patrimoniales y que es permutable, o sea que representa una utilidad estimable en dinero, en
forma directa o indirecta. Estos rasgos característicos permiten deducir que las cosas como
objetos de derecho no son solamente forman parte del mundo exterior y sensible, que ocupan
un espacio, sino también los entes también los antes insustanciales, no apreciables por los
sentidos, siempre y cuando puedan producir una utilidad económica.
Según Bonfante, cosa o “res”, en sentido correcto y especifico, es decir, desde el punto
de vista de los derechos reales, es una parte limitada del mundo exterior, que en la conciencia
social está aislada y concebida como una unidad económica independiente.
En el lenguaje ordinario, las cosas representan todo objeto extraño al hombre que ocupa
un lugar en el espacio; o sea, que sentido general, cosa viene a ser todo lo que realmente
existe, los seres animados y objetos inanimados; y también las concepciones de nuestra
inteligencia, que constituyen lo que se llamarían cosas de nuestra inteligencia, que
constituyen lo que se llamarían cosas incorporales; y en sentido restringido, cosa es todo lo
que procura utilidad al hombre y es susceptible de propiedad privada, siendo en este sentido
la palabra cosa sinónima de la palabra bien.
CLASIFICACIÓN DE LA COSA.
La doctrina romana divide las cosas en “res extra commercium” y “res in commercium”.
Las primeras no pueden ser objeto de propiedad privada en tanto que las segundas si pueden
serlo.
Res Divini Iuris: Se subdividen en res sacrae, res religiosae y res santae.
Res Sacrae: Son cosas sagradas las consagradas al culto de los dioses, superiores, tales
eran los templos, las estatuas de los dioses, los bosques sagrados, entre otros.
Estas cosas adquirían su carácter de sagradas mediante una ceremonia pública que se
llamaba la “consagratio”, en la cual intervenían el magistrado y los pontífices, y se requerían
una declaración legal para tal fin. Cuando era necesario desafectar una cosa sagrada con el
propósito de reintegrarla al comercio, se realizaba una ceremonia opuesta que se denominaba
la “profanatio”.
Res Religiosae: Se consideraban como tales durante las etapas primitivas, las cosas
consagradas a los dioses manes, o sea al culto de los antepasados. El derecho Justiniano
concedió el inhumado el cuerpo o las cenizas de una persona, aun cuando éste fuera un
esclavo.
Res Santae: Las cosas santas, son aquellas que no siendo ni sagradas ni religiosas,
estaban protegidas por una sanción penal, aplicable a todo aquel que incurriera en violación.
Eran casas santas: los muros y las puertas de las ciudades, los límites de los campos, entre
otros. Estas cosas estaban bajo la protección de la divinidad en general y todo ataque
cometido contra ellos, era severamente castigado.
RES IN COMMERCIUM.
“Res in commercium” o “in patrimonium”: Eran aquellas cosas que estaban en el
patrimonio de un particular, eran estas las cosas mancipi y las nec mancipi, las cosas
corporales y las cosas incorporales, los muebles y los inmuebles, los fundos itálicos y los
fundos provinciales.
Res Mancipi Y Res Nec Mancipi: No se puede dar una definición precisa sobre la res
mancipi y sobre la res nec mancipi. Todo lo que de precio puede decirse es que las cosas
mancipi eran las que los romanos primitivos consideraban como las cosas más preciosas,
mientras que las cosas nec mancipi eran las más preciosas, mientras que las cosas nec mancipi
eran las cosas de menos valor. A falta de criterio diferencial, había que proceder por la vía
enumeración. Eran consideradas cosas mancipi.
1. Los fundos itálicos, esa los fundos situados en Roma y en la provincia de Italia.
2. Los esclavos que, en ocasiones, eran llamados mancipia.
3. Los animales que se domaban por el cuello y por el lomo, es decir, las bestias de carga
y de tiro.
4. Las servidumbres rurales sobre fundos itálicos.
Todas las demás cosas eran cosas nec mancipi.
Las cosas mancipi eran las cosas más preciosas para los romanos primitivos, pues siento
un pueblo esencialmente agrícola, consideraba que la tierra y todo lo indispensable para su
explotación ocupaba uno de los primeros lugares en la escala de los valores.
Esta distinción ofrecía interés practico desde tres puntos de vista:
a) La mancipatio era un modo de mejorar y de adquirir que no se aplicaba más que a la
res mancipi.
b) La tradición no se aplicaba más que a la res nec mancipi.
c) Las mujeres bajo tutela perpetua no podían disponer de sus res mancipi, más que con
la auctoritas del tutor, mientras que podían enajenar libremente la res nec mancipi.
Esta distribución entre cosas mancipi y nec mancipi persistió durante toda la duración de
la historia del derecho romano y quedo tal como se había establecido al principio, sin que se
hubiera hecho ninguna modificación ni ninguna adicción a la clasificación de las cosas
preciosas, aun cuando el valor respectivo de los elementos del patrimonio se modificó
profundamente con el trascurso del tiempo; y no vino a desaparecer esta distribución, sino en
la época de Justiniano.
Cosas Corporales Y Cosas Incorporales: Cosas corporales es la que se aprecia por los
sentidos, que se puede tocar. Cosas incorporales es la que no cae bajo el dominio de los
sentidos, es una simple concepción del espíritu.
El derecho de propiedad era considerado como una corporal, porque por tener un carácter
absoluto, se confundía con la cosa misma sobre la cual recaía; por lo contrario, todos los
demás derechos, se trataban como cosas incorporales, tales eran: el derecho de usufructo, las
servidumbres reales, los derechos de crédito entre otros.
El interés practico de esta distinción, radicaba en lo que respecta a la posesión, puesto
que la posesión eran un poder físico sobre una cosa; las cosas incorporales no eran
susceptibles de posesión, puesto que no se podía tener un poder físico sobre una cosa
inmaterial.
Consecuencias prácticas de esta distribución es que no podía aplicarse a las cosas
incorporales ninguno de los modos de adquirir la propiedad, o0 de constitución de derechos
reales, que reposaran en la posesión, tales eran: la tradición, la ocupación y la usucapión.
Esta distribución no era más que una subdivisión de las cosas corporales. Esta distinción
nunca se aplicó en Roma a las cosas incorporales como en la actualidad.
Se consideraban muebles las cosas que no podían desplazarse como los esclavos, los
animales, las monedas, o que podían ser desplazadas, como los muebles de una habitación.
Los intereses eran los fundos, las plantaciones, las construcciones.
Las cosas muebles que pueden moverse por sí mismas en las llamadas también
semovientes.
En un principio, esta distinción no tuvo en Roma gran impotencia; primeramente, todos
se absorbía por la distinción de la cosa mancipi y nec mancipi; pero a medida que esta última
clasificación tendría a borrarse, porque no estaba ya de acuerdo con el nuevo estado
económico, se vio el interés en distinguir entre muebles e inmuebles.
Pueden señalar las siguientes diferencias entre estas dos categorías de bienes.
1. El termino para la usurpación de las cosas muebles era de un año, en cambio para la
de dos inmuebles era de dos años; bajo Justiniano, fueron tres años para las cosas muebles y
diez o veinte años para los inmuebles.
2. Los interdictos posesorios no eran los mismos; para los inmuebles era el interdicto
“uti possidetis”, en el que triunfaba el poseedor actual; mientras que el procedente para los
muebles, era el interdicto “utrubi”, respecto al cual triunfaba el que hubiera poseído por más
tiempo durante el año anterior.
3. El robo o “furtum” no era posible más que para los muebles, para los inmuebles no.
4. El oratio Severi, del año 195, que limitaba las facultades del tutor, no se refería más
que a los inmuebles; no fue sino más tarde, cuando Constantino lo extendió a los muebles
preciosos.
5. La protección de la dote contra dilapidaciones del marido, bien bajo Augusto, en
virtud de la Lex Iulia, o bien bajo Justiniano, no concernía más al fondo dotal y no a los
muebles dotales de la mujer.
PATRIMONIO.
La palabra “patrimonio” deriva del vocablo latino “patrimonium”, el cual se refiere a los
bienes que el hijo tiene heredados de su padre o abuela. En un sentido restringido, patrimonio
equivale al conjunto de bienes de familia que se obtienen por herencia; y en sentido jurídico
amplio, el termino patrimonio designa los derechos y las cargas que tiene un individuo.
Es de recordar la advertencia de que los derechos reales y los derechos personales sean
constitutivos del patrimonio de personas; y de ese supuesto deriva la definición de patrimonio
propio de algunos tratadistas del derecho romano, quienes lo conciben, como “la
universalidad jurídica de los derechos reales y personales de un individuo bajo la relación de
un valor pecuniario y económico”.
De esta definición se deduce.
1. Que el patrimonio forma una totalidad jurídica de derechos la cual permite división
en partes alícuotas y nunca una fragmentación entre partes determinadas por si misma o
susceptibles de ser determinados separadamente.
2. El concepto de patrimonio contiene, dentro de sí, a los derechos reales y a los
personales; estos últimos a su vez, comprenden el activo o los créditos y el pasivo o las
deudas.
3. Los derechos reales y los personales, por ser patrimoniales, son apreciables
económicamente.
4. El concepto de patrimonio excluye los derechos extramatrimoniales, no apreciables
en valor económico, o sea, los que reconocen su origen en el matrimonio o la filiación, tales
como el derecho a la patria potestad, la autoridad material, entre otros.
5. El patrimonio se concibe como un artículo innato de la personalidad, intrínseco a la
esencia misma de la persona, por lo que se extingue al ella dejar de existir.
6. Que, como corolario de anterior, no puede concebirse a una persona sin patrimonio,
por cuanto toda persona por el hecho de serlo es un ente capaz de adquirir derechos y de
contraer obligaciones, es decir, que poseo un patrimonio.
7. Que por lo consiguiente no existe patrimonio sin una zona que sea titular de él.
8. El patrimonio puede ser positivo, cuando el activo es mayor que el positivo; y
negativo, cuando es positivo es mayor que el activo, ya que las deudas son constitutivas del
patrimonio y subsisten, a pesar de no existir bienes presentes.
9. La transmisión del patrimonio solo es susceptible por causa de muerte y en ese caso
el heredero continúa la personalidad del patrimonio del causante con el del heredero.
En la concepción moderna del patrimonio responde al desenvolvimiento de los principios
romanos. Surgió en la época clásica con la utilización del término patrimonio, que ha sido
recogido por la doctrina moderna, señalando como tal la universalidad jurídica integrada por
los derechos susceptibles de apreciación valorativa, de los cuales puede ser titular una
persona, así como carga y obligaciones que la gravan.
DERECHOS REALES CONCEPTO.
La definición clásica concibe el derecho real cono aquel que crea una relación inmediata
y directa entre una persona y una cosa, o sea que el derecho real viene a ser la relación directa
de una persona con una cosa determinada, de la cual aquella obtiene un beneficio.
Esta definición ha sido criticada por los comentaristas modernos, quienes consideran
imposible establecer una relación jurídica entre una persona y una cosa, pues ésta, aun cuando
exista, es un ser inanimado; y, por consiguiente, no puede establecer sujeto pasivo de la
relación.
Por esta razón, Planiol, fundamentándose en ese argumento, formulo su teoría
denominada de la “Obligación Pasiva Universal”, donde plantea que la relación se establece
entre la persona y la sociedad, la colectividad, la cual sería, según él, sujeto pasivo, quien
tiene la obligación de respetarlo y de no impedir su ejercicio.
Las críticas que se han hecho a la concepción de Planiol, has provocado que muchos
civilistas modernos, desarrollaran y perpetuaran la definición clásica citada anteriormente.
La definición anterior, permite deducir que en el derecho real no existe entre el titulas y la
cosa ningún intermediario; que por ser derechos sobre la cosa confieren a su titular un poder
directo sobre ella sobre la cosa confieren a su titular un poder directo sobre ella sin que
interfiera ninguna persona entre el titular y el objeto.
El sujeto pasivo en el derecho real es general, está constituido por la sociedad total, la
cual sobre respetar el ejercicio del derecho; sin embargo, la sociedad no solo queda obligada
a respetar el derecho real, sino también todo derecho, ya personal, ya extra patrimonial; y en
casa de infracción de cualquier derecho por tercero el poder coactivo de la sociedad actúa en
defensa de su titular.
PROPIEDAD.
En las etapas iniciales de la historia jurídica romana carecieron los romanos de la palabra
adecuada para expresas la idea abstracta del derecho de propiedad. Durante la época de
Cicerón se utilizó el vocablo “mancipium” a fin de designar la propiedad romana y,
posteriormente, los términos; “dominium”, “dominium legitimum” y “propietas”, fueron
usados en igual sentido. La propiedad que no era legitimada por el derecho civil, se expresaba
con el vocablo “in bonis haberes”, de ahí surgió la denominación “dominium bonitarium”
opuesta al “dominium quiritarium” que hacía referencia a la propiedad amparada por el
derecho civil.
El termino propiedad proviene del vocablo latino “propietas” que indicar la faculta que
corresponde de una cosa determinada toda la utilidad jurídica que esta cosa es susceptible de
proporcionar. Se llamada “propiedad quiritaria”, es decir de los quirites o de los romanos,
para hacer resaltar que estaba sancionada por el derecho civil romano y para oponerla a las
otras formas menos perfectas de propiedad.
POSESIÓN.
La posición es un derecho de tener una cosa corporal en su poder reteniéndola
materialmente con la voluntad de poseerla y disponer de ella como la haría su propietario.
Por reglas general la posesión acompaña a la propiedad, puesto que el propietario no
puede utilizar la cosa que le pertenece no teniéndola a su disposición, aun cuando pueden
también separarse de manera que el propietario no la posea y que el poseedor no sea
propietario, cuyo caso subsiste de la misma manera la propiedad porque es un derecho
independiente del hecho de la posesión. Además, la situación del que posee sin ser propietario
termino por ser protegida y de su posesión nacían para él ventajas ya sancionadas por el
derecho.
LA SERVIDUMBRE.
Las servidumbres son derechos reales establecidos sobre una cosa en provecho de una
persona o de un fundo perteneciente a in propietario distinto. De esta definición surge que
existen dos clases de servidumbres.
Las Servidumbres Personales: Cuando el derecho de retirar la utilidad de la cosa de
otro se ha establecido en favor de una persona y no puede durar como máximo, sino el tiempo
que esa persona viva.
La Servidumbre Real O Predial: Cuando la utilidad se establecido en favor de un
inmueble, toma el nombre de un fundo dominante, reservándose el nombre de fundo sirviente
para designar el inmueble que está gravado con la servidumbre.
Es claro que quien percibe la utilidad no es el llamado fundo dominante sino su
propietario, pero lo percibe como tal propietario y subsiste con la cosa o con el inmueble y
para el inmueble.
La servidumbre personal es una relación entre una persona y otra cosa, que desde el punto
de vista activo; es el derecho que tiene una persona de retirar una utilidad de la cosa de otro;
y de procurar utilidad a una persona distinta del propietario. La servidumbre real o predial,
es una relación entre dos fundos, que desde el punto de vista activo; es la carga impuesta a
un fundo de procurarle utilidad a otro fundo.
PRENDA.
La prenda o pignus era un contrato real por el cual un deudor, o una tercera persona en su
nombre, entrega a su acreedor una cosa para que la conservara como garantía de su deuda y
se la devolviera a la serie pagada la misma.
La persona que recia la cosa en prenda, que era al acreedor de la obligación, venía a ser
en realidad el deudor de la prenda, pero se denomina acreedor prendario; y el que cedía la
cosa en prenda, que podía ser el deudor de la obligación o una tercera persona en su nombre,
se le denomina deudor prendario.
HIPOTECA.
La hipoteca es un derecho real pretoriano establecido sobre una cosa mueble o inmueble
para garantizar el pago de una deuda.
Los inconvenientes de las anteriores garantías se hicieron sentir principalmente en las
relaciones entre arrendadores; pues para garantizar al propietario el pago del arrendamiento
el colono no tenia, generalmente, sino sus instrumentos agrícolas, de los cuales no podía
cederle al arrendador ni su propiedad ni su posesión, por ser sus instrumentos de trabajo.
CONCLUSIONES.
El tema presentado demuestra que todas las cosas tienen un valor por el simple hecho
de existir.
Todas las cosas son divisibles en la forma o en su compensación económica
Todas las cosas son parte de un patrimonio
Exciten diferentes formas de adquirir la propiedad
Para el Derecho romano, no todas las cosas podían ser susceptibles de apropiación
por el particular; éstas eran las cosas que estaban fuera del comercio. Las cosas que sí podían
ser apropiadas por los particulares eran aquellas que estaban dentro del comercio.
La diferencia entre términos como: El derecho real que presupone la existencia de
una cosa sobre la cual va a recaer la conducta autorizada al titular, y por cosa o bien todo
objeto del mundo exterior que puede producir alguna utilidad al hombre.
EJEMPLOS DE COSAS EN LA ÉPOCA ROMANA.