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EL SISTEMA URBANO: JERARQUÍA, FUNCIONES Y ZONAS DE INFLUENCIA

Todo sistema urbano se compone de dos elementos: las ciudades y las relaciones que se
establecen entre ellas y el entorno a través de flujos de información, de capital, de tráfico
de personas y mercancías, sociales, etc, y es el resultado de la evolución urbana desde
mediados del siglo XIX hasta la actualidad.
Las ciudades de un sistema se caracterizan por su tamaño y por las funciones que
desempeñan y de acuerdo con estas características ejercen su influencia sobre un área más o
menos amplia (local, regional, nacional o mundial) y ocupan una posición jerárquica dentro del
sistema urbano.

Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la
misma importancia ni desempeñan las mismas actividades económicas o funciones. Las
ciudades mantienen entre sí unas relaciones de interdependencia: las ciudades mayores
tienen un área de influencia mayor y prestan servicios especializados a ciudades menores.

Atendiendo a estos criterios, se puede establecer la siguiente jerarquía:


 Metrópolis nacionales. Madrid y Barcelona. Su población supera los 3 millones de
habitantes, concentran las sedes de las grandes empresas nacionales y
multinacionales, poseen industrias de alta tecnología, ofrecen servicios muy
especializados (financieros, culturales, administrativos…). Su área de influencia se
extiende por todo el ámbito nacional y mantienen estrechas relaciones con el sistema
urbano europeo y mundial. La capitalidad del Estado dota también a Madrid de una
singularidad evidente.
 Metrópolis regionales de primer orden. Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza.
Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes. Cuentan con funciones
diversificadas y ofrecen servicios especializados (administrativos y comerciales). Su
área de influencia es regional aunque mantienen intensas relaciones con las
metrópolis nacionales.
 Metrópolis regionales de segundo orden. Murcia, Alicante, Granada, Santander,
Oviedo, La Coruña y Valladolid. Tienen entre 200.000 y 500.000 habitantes y
desempeñan funciones especializadas (sanitarias, universidades…), aunque con un
área de influencia menor que las anteriores, generalmente subregional. Son fluidas sus
relaciones con las metrópolis regionales de primer orden, e incluso con las nacionales.
 Ciudades medianas. En su mayoría son capitales de provincia y su población oscila
entre los 250.000 y 50.000 habitantes (Burgos, Albacete, Almería, León…) . Destacan
por los servicios comerciales, administrativos y sanitarios que prestan a nivel
provincial.
 Ciudades pequeñas con menos de 50.000 habitantes(Plasencia, Astorga, Figueras…).,
desarrollan actividades poco especializadas y su área de influencia es comarcal.
El modelo de sistema urbano español es un modelo concentrado y polarizado, en las que las
grandes áreas metropolitanas concentran población y actividad económica.
En las ciudades se realizan actividades socioeconómicas o funciones urbanas que influyen en
un territorio o área de influencia. Las personas que viven en ellas son las que con sus
diferentes empleos, definen la función general de la ciudad. Estas funciones son las que
justifican la existencia de una ciudad en dicho emplazamiento y situación
De esta manera atendiendo a sus principales funciones, las ciudades españolas pueden
clasificarse:
 Ciudades primarias. Su principal actividad económica está basada en el sector
primario (ciudades vinculadas a la explotación agraria en Andalucía y Castilla-
La Mancha, las relacionadas con la minería, como las ciudades de la cuenca
asturleonesa)
 Ciudades secundarias. Su actividad principal es la transformación de materias
primas. Es el caso de ciudades industriales como Bilbao o Avilés.
 Ciudades terciarias. Acumulan actividades relacionadas con el sector de los
servicios. Actualmente, esta función terciaria se utiliza para medir la
importancia de una ciudad dentro de un espacio más amplio, ya sea comarcal,
regional o estatal. Entre las actividades terciarias podemos distinguir, a su vez,
diversas funciones predominantes: ciudad administrativa (Madrid, o las
capitales autonómicas, ciudad universitaria (Salamanca y Santiago de
Compostela), ciudad turística (Levante y sur peninsular, Toledo).

En general, podemos decir que cuanto mayor es el tamaño de la ciudad, mayor es el número
de funciones ejercidas en ella, por lo que se da una gran diversificación funcional en ciudades
como Barcelona, Madrid, Sevilla y todas las grandes capitales españolas.

Las distintas ciudades que componen el sistema se organizan jerárquicamente y conforman


ejes urbanos con diferente nivel de dinamismo y de integración.
La red urbana española es periférica (salvo algunos núcleos urbanos como Madrid, Zaragoza y
Valladolid, la mayoría de las ciudades grandes y medianas se localizan en las áreas costeras o
en sus cercanías) y bicéfala (sobre todo el conjunto destacan las áreas metropolitanas de
Madrid y Barcelona) y se organiza formando agrupamientos o ejes urbanos.
En la actualidad, el sistema de ciudades tiende a articularse, formando lo que se conoce como
ejes de desarrollo. Un eje de desarrollo se produce cuando las ciudades se articulan en torno
a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres, fundamentalmente carreteras, a
las que se une la concentración de actividades y de población.

De esta forma el sistema urbano se caracteriza por la localización en el centro de la mayor


aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada por ejes urbanos periféricos y por un interior
poco urbanizado, sin ejes integrados.
 Madrid, en el centro de la Península es el núcleo urbano principal de España.
Concentra empresas innovadoras y funciones terciarias avanzadas. Mantiene
relaciones con las ciudades de las provincias limítrofes y con las principales ciudades
españolas.
 Los ejes periféricos se disponen de forma semicircular en torno a la capital

1) Eje mediterráneo o levantino. Se extiende de Girona a Cartagena. Es el eje más


dinámico con una estructura económica muy diversificada (industrial, terciaria y
agrícola) y el mejor conectado con el sistema europeo.
2) Eje del Valle del Ebro. Discurre desde Bilbao hasta Tarragona. Es un eje dinámico,
con fuerte desarrollo del sector industrial y de servicios (transporte, logística,
distribución), dado que enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo.
3) Eje cantábrico. Se desarrolla desde el País Vasco a Asturias. Su alto nivel de
urbanización, heredado de las etapas anteriores (desarrollo industrial anterior a la
reconversión de los 80), convive con un declive urbano por el débil crecimiento
económico en la actualidad (declive minero industrial).
4) Eje atlántico gallego. Se extiende entre el Ferrol y Vigo y está especializado en la
industria, el comercio y el transporte.
5) El eje andaluz es doble:
El eje litoral entre Almería y Huelva es un eje dinámico especializado en el
comercio, el turismo, la industria básica y la agricultura tecnificada. Se relaciona con
el eje mediterráneo.
El eje del valle del Guadalquivir entre la costa atlántica y Jaén es menos dinámico y
está especializado en actividades agrarias y turísticas. Se relaciona con Madrid a
través de Sevilla.

 El interior peninsular carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas


ciudades especializadas en actividades tradicionales, sobre todo las capitales
provinciales.
En los archipiélagos de las islas Baleares y Canarias la formación de ejes urbanos es
difícil por la fragmentación territorial en islas. Las ciudades más destacadas son las
capitales autonómicas, especializadas en actividades turísticas

Estos ejes, heredados de la época industrial, han experimentado cambios desde la década de
1980 por la implantación del Estado de las Autonomías, la integración en la UE y la
globalización económica mundial. Todo esto ha favorecido la creación de subsistemas urbanos
regionales, que se caracterizan por el incremento del peso de las capitales autonómicas y de
las relaciones entre las ciudades de la comunidad.

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