Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los primeros años de vida son los más importantes en el desarrollo del niño, durante este
periodo comienzan a establecerse pautas de aprendizaje, actitudes y cierto sentido de sí mismo
como ser.
El proceso ideal de la expresión plástica es que todo niño esté ansioso por crear, que desee
explorar, experimentar e inventar.
Elemento clave del sistema es el profesor, no en el papel de “enseñador”, sino de coordinador y
facilitador de tareas, acompañando a sus alumnos en el camino.
En la educación infantil, la expresión plástica se convierte en una de las actividades más
enriquecedoras al integrar entorno a ella procesos perceptivos, creativos, motrices y de
atención que sirvan como soporte de importantes aprendizajes futuros.
“Aquello que enriquece al niño en su capacidad creativa no es la obra creadora, sino su proceso creador;
es decir, ese suceder continuo de decisiones, de toma de postura ante un diálogo abierto con aquello
que se está creando.
Entre los 2 - 3 años, a veces más tarde (este período es muy variable, pues está condicionado
por la educación y las aptitudes), el niño descubre de repente que existe una relación entre el
gesto que efectúa y la marca que queda en el papel.
Entre los 3 - 4 años, nos encontramos con que, al dibujar, va poniendo nombre a los garabatos.
Hacia los 4 - 5 años, el niño comienza a realizar en tres dimensiones algo equivalente al
garabato gráfico. Por lo que se refiere al modelado, amasa, golpea, trocea el material, sin un
orden determinado, simplemente manipulándolo, experimentando, jugando con él.
Las técnicas grafo plásticas son importantes porque permiten que el niño alcance los
siguientes logros: