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Practica No.1 - 30.5.2023
Practica No.1 - 30.5.2023
En el sentido más amplio la responsabilidad civil debe concebirse como la figura jurídica que
funge como una de las bases de la vida en sociedad pues garantiza que el ciudadano se cuide
de afectar los derechos de otras personas mediante establecer un vínculo entre el responsable
del daño y la victima el cual genera una reposición que debe ser directamente proporcional
al daño ocurrido.
Este daño tal como lo establece el propio artículo 1383 del CC pudiera ser ocasionado tanto
por acción como por omisión, para lo cual en ambos casos se prohíbe causar el daño a otra
persona.
En síntesis, la responsabilidad civil tal como la describe el magistrado Jorge A. Subero Isa
“es una vigilante permanente de nuestro comportamiento, encargándose de ponerle precio
a la convivencia en sociedad cuando a consecuencia de ella se causa un daño a otro”. (Isa,
2019)
¿La pregunta en este punto es, como saber cuáles son los hechos que originarían la
responsabilidad civil de un sujeto?
a) Todo aquel que resulta ser responsable del daño causado está obligado a repararlo
b) Cualquier daño causado no permitido por la Constitución o las leyes, o por el contrato
en la medida en que este sea válido, debe repararse.
Del punto (b) podemos inferir claramente que la responsabilidad civil solo puede ser
invocada cuando los daños han sido causados contrariando el derecho, lo que representaría
que el autor del hecho rebasa sus límites de derecho para penetrar los derechos de otro.
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Dichos derechos se encuentran contenidos en nuestra constitución y en las leyes supletorias
las cuales fijan los límites del accionar de la vida en sociedad de los sujetos. Cuando el titular
de un derecho subjetivo se excede en el ejercicio de ese derecho y ocasiona un perjuicio, es
en ese momento en que compromete su responsabilidad civil.
Al referirse a las teorías sobre el fundamento de la responsabilidad civil según vemos se trata
de las bases teóricas filosóficas que dieron inicio a la concepción de este instituto jurídico y
que establece las razones por las cuales se obliga al quien origina el daño a repararlo.
Para ello es válido mencionar las tres reglas de convivencia que tenían los romanos y que
fungían como base del derecho: “HONESTE VIVERE, ALTERUM NON LAEDERE,
SUUM CUIQUE TRIBUERE” (vivir honestamente, no dañar a otro, dar a cada uno lo suyo).
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Estos principios, principalmente el de “no dañar a otro” dan paso las tres teorías básicas sobre
el fundamento de la responsabilidad civil:
Teoría de la falta
Esta teoría establece que la persona solo está obligada a responder de un daño solo si se le
prueba que ha cometido la falta y que esa falta a su vez es la causante del daño. Según esta
teoría, la falta es el fundamento de la responsabilidad civil, sin falta no hay responsabilidad.
Teoría de la garantía
La teoría de la garantía consiste en una propuesta para la cual, la responsabilidad civil tiene
dos fundamentos. En uno, la responsabilidad civil es subjetiva, responsabilidad con falta
probada, y en otro, la responsabilidad civil es objetiva, responsabilidad sin falta. Se está ante
una doctrina de carácter mixto que se coloca entre la teoría de la falta y la teoría del riesgo
creado.
Tanto la responsabilidad civil como la penal se originan de un hecho que perturba el orden
social y que pueden afectar intereses particulares o colectivos (a la sociedad en general). Y
es allí donde radica una de las principales diferencias pues cuando el daño es ocasionado a la
sociedad se castiga mediante las reglas de la responsabilidad penal, mientras que cuando se
trata de daño a una persona o un grupo particular se compromete la responsabilidad civil de
quien genera el daño.
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Otra diferencia importante es que en el caso de la responsabilidad penal esta se origina de
una falta cometida la cual obedece a una conducta previamente tipificada en nuestro código
penal y otras leyes especiales, teniendo como resultado un castigo equivalente a la gravedad
de la falta, entendiendo que dicho castigo busca como objetivo principal además de castigar
al infractor, modificar su conducta y reformarlo para evitar que la falta vuelva a ser cometida
nuevamente. Mientras que por su parte en el caso de la responsabilidad civil no es necesario
que la conducta de quien ocasiona el daño que encuentre tipificada o que el daño que pudiera
cometerse se encuentre necesariamente contemplado de manera taxativa en una ley o un
contrato, se trata mas bien de acciones que persiguen reparar el daño y se rige por el código
de procedimiento civil.
Existen también hechos perjudiciales para la sociedad pero que a su vez afectan a un
particular en los cuales su autor además de su responsabilidad penal a su vez compromete su
responsabilidad civil, como sucede en “el caso del autor de un homicidio a quien la ley lo
castiga con una pena criminal pero que también la ley civil le obliga a reparar el perjuicio
causado”. (Isa, 2019, pág. 83)
Lo que cambia y que se consolida como una diferencia entre ambos tipos de responsabilidad
es la fuente desde donde se determina el daño, pues por un lado en el caso de la
responsabilidad civil contractual la cual se ve comprometida a consecuencia del
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incumplimiento de una obligación nacida en un contrato y que le genera un daño al o los
emás contratantes vinculados por el contrato.
Mientras que por su parte la responsabilidad delictual o cuasidelictual nace de un delito civil
al ocasionar un daño a una persona sin la intención de causarlo.
Con esto nuestra SCJ establece el criterio de que en síntesis la responsabilidad delictual se
origina entre sujetos jurídicamente desconocidos, o, dicho en otras palabras, que no estén
ligados por un acuerdo previo, mientras que en la responsabilidad contractual lo que se
incumple es una obligación previamente acordada mediante contrato y si son personas
jurídicamente conocidas y ligadas por un elemento en común.
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Bibliografía
Isa, J. A. (2019). Tratado Practico de Responsabilidad Civil Dominicana. En J. A. Isa,
Tratado Practico de Responsabilidad Civil Dominicana (pág. 83). Santo Domingo.
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