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ACTIVIDAD GRUPAL N°1

ASIGNATURA: Terapia Psicomotriz

DOCENTES A CARGOS:
 PROF. NILDA PALLAS
 PROF. AYELEN ARANDA

INTEGRANTES:
 Abasto, Claudia Micaela ( abasto.mikaela@gmail.com )
 Feixes Campero, María Mercedes ( mercedesfeixesc@gmail.com )
 Frías, Miriam Viviana ( friasmiriamviviana@gmail.com )
 Lofler, María Gabriela ( 1582gam@gmail.com )
 Ramírez, Analia ( ramirezanalia310@gmail.com )
 Salini, Flavia (Flavia.salini@gmail.com )
Actividad
1_ Elija uno de los dos puntos propuestos:
a) Arme una línea cronológica de “La historia de la psicomotricidad”, utilizando los textos propuestos y
aquello que pueda recabar de otros espacios. Ubique un apartado para la psicomotricidad Argentina.
b) Arme un cuadro donde pueda caracterizar las diferentes perspectivas de intervención y las
concepciones de cuerpo.
2_ A partir de la viñeta de práctica propuesta. ¿Cuáles son las diferentes perspectivas de cuerpo que
pueden pensar en los diferentes actores de la misma? Discútanlo en grupo e identifíquenlos.

Contexto de la Viñeta: El niño vive con su madre, dado que sus padres se divorciaron cuando él tenía 3
años. La familia del niño llega al equipo interdisciplinario compuesto por Terapista Ocupacional,
Psicomotricista, Psicóloga y Psicopedagoga en busca de un tratamiento para su hijo, quien ha sido
diagnosticado con TEL (Trastorno Específico del Lenguaje). P comenzó este año en primer grado, en una
escolaridad de nivel, gestión privada. Los informes de la docente y los del área de Psicopedagogía dan
cuenta de que P no mantiene una prensión del lápiz estable, que sus trazos son débiles, que no copia figuras
ni construye letras y no construye la figura humana. Por esta razón, solicitan una maestra de apoyo a la
inclusión (MAI) para que realice las adaptaciones pedagógicas necesarias. Sus padres manifiestan
preocupación por la “incapacidad” del niño para la escritura. La madre, es docente de Educación Especial y
trabaja en una escuela de sordos. Expresa que su hijo “es manipulador, caprichoso y que no les pone
voluntad a las cosas”. Comenzó a balbucear al año y medio, sus primeras palabras fueron a los 2 años y
medio, “tarde”, según su decir. El padre, lo define (diciéndole a la psicomotricista): “vos sabes cómo es”, “es
así como lo ves acá”. En relación al lenguaje expresa que, hasta los 3 años, aproximadamente, el niño se
comunicaba con su madre de manera gestual. Hablaba poco con los otros; para pedir algo lo hacía
señalando o llorando, según él, sólo lo entendía Frente a la preocupación por la escritura de P, el equipo
interdisciplinario decide ubicarla como pedido, priorizándola como objetivo del tratamiento. A partir de esta
situación se reúne el equipo para pensar estrategias de abordaje, teniendo en cuenta que la prioridad es
“rehabilitar la mano que no escribe”. En la misma, están presentes las profesionales que trabajan con P;
cada profesional relata lo que observa como “dificultad” en el niño, haciendo foco en el disfuncionamiento
de sus miembros superiores. La Terapista Ocupacional informa que comenzará a emplear Tapping, con el
objetivo de reforzar la propiocepción neuromuscular para lograr la escritura. A partir de su observación, la
Psicomotricista caracteriza el funcionamiento psicomotor del niño, poniendo énfasis en el eje tónico postural
que tiende hacia la hipotonía e inestabilidad, resaltando su relación a lo vincular y lo emocional. Desde el
equipo indican que las intervenciones de la psicomotricista deben dirigirse a “elevar el tono de la mano y
corregir la postura, ya que no son los adecuados para una correcta escritura”. Ante la consulta de qué
“ejercicios” implementará para lograr dicho objetivo, la profesional explica que desde su práctica no
interviene con ejercicios, y que utilizará como recurso el juego corporal principalmente; frente a esto, el
miembro del equipo que la cuestiona responde que “Entonces vas a seguir trabajando con el tono bajo” A
partir de esta reunión, y específicamente luego del pedido hacia la psicomotricista, registra en ella enojo y
angustia ante los diversos discursos en torno al niño (familia, escuela y profesionales), e incertidumbre por
cómo continuar el tratamiento y sostener la interdisciplina en el equipo. La mirada y las intervenciones del
mismo están orientadas a resultados inmediatos y focalizados sobre la función. Desde su mirada, no se
interrogan sobre lo que le sucede de P más allá de la mano “que no funciona”, sobre sus vínculos familiares
y la particular forma de comunicación entre el niño y su madre. Tampoco dan lugar a lo observado por la
psicomotricista en relación a ésos aspectos. Por otro lado, la psicomotricista se pregunta por qué la
integración de P será en una escuela de sordos, cuando él no presenta esta dificultad y hasta qué punto es
adecuado para P que su madre y su MAI estuvieran en estrecha relación.
3_ realizar el resumen de uno de los textos de la unidad.
Desarrollo

1b_

CORTES 1- REEDUCACIÓN 2- TERAPIA 3-CLÍNICA


EPISTEMOLÓGICOS PSICOMOTRIZ PSICOMOTRIZ PSICOMOTRIZ

INFLUENCIAS neuropsiquiatría psicología genética Psicoanálisis

REFERENTES 1909- DUPRE WALLON- PIAGET BERGES- FREUD-


LAPIERRE-LACAN
1935- GUILMAIN

TEORÍA CUERPO: MOTOR, CUERPO EN CUERPO REAL-


INSTRUMENTAL, MOVIMIENTO (cuerpo IMAGINARIO Y
MÁQUINA como constructor de la SIMBÓLICO (sujeto
inteligencia) escindido)
Paralelismo, cuerpo-
Mente Enfoque global del cuerpo Sujeto con un cuerpo en
movimiento
Prácticas Reeducativas tres dimensiones
(Instrumental, cognitiva y Sujeto deseante
tónico-emocional)

⬇ Cuerpo - emoción
Singularidad

inclusión del ICC


relevancia a la expresión,
Déficit Psicomotor
emoción y afectividad


⬇ Síntoma

Trastorno Psicomotor

2_
3_ HISTORIA DE LA PSICOMOTRICIDAD

En el devenir histórico, diferentes sucesos van modificando y haciendo más compleja una práctica
que tiene como eje central el movimiento y el cuerpo de un sujeto deseante.
En Argentina, la influencia francesa fue delineando una práctica en la que la utilización de los gestos, los
movimientos y el cuerpo, no solo en el ámbito clínico sino también en el campo educativo, fue conquistando
numerosos adeptos.
El término de psicomotricidad aparece a fines del siglo XIX por medio de la neurología para poder nombrar
las zonas de la corteza cerebral situadas más allá de las regiones motoras.
Si bien la psicomotricidad se desarrolla en siglo xx como una práctica independiente tiene su nacimiento allí
donde el cuerpo deja de ser pura carne para transformarse en un cuerpo hablado.
En el siglo XVll Rene Descartes establece “principios fundamentales” a partir de los cuales se acentúa la
dicotomía entre el cuerpo y el alma, el cual marca por un lado, la separación, pero al mismo tiempo y
contradictoriamente, su unión.
En el siglo XIX con los descubrimientos de la neurofisiología comienza a constatarse que hay disfunciones
graves sin que el cerebro se encuentre lesionado, es la necesidad médica de encontrar un área que explique
ciertos fenómenos clínicos la que nombra por primera vez la palabra psicomotricidad, en el año 1870.
Dupré en 1909 es quien describe el síndrome de debilidad motriz, compuesto de sincinesias, paratonias e
inhabilidades, sin que sean atribuibles a un daño a una lesión extrapiramidal.
Henry Wallon, en 1925, se ocupa del movimiento humano y le da una categoría fundante como instrumento
en la construcción del psiquismo, es quien estudia la relación entre la motricidad y el carácter, a diferencia
de Dupré, que relaciona la motricidad con la inteligencia. Estas diferencias le permiten a Wallon relacionar
el movimiento con lo afectivo, lo emocional, el medio ambiente y los hábitos del niño. Así para este autor, el
conocimiento, la conciencia y el desarrollo general de la personalidad no deben ser aislados de las
emociones.
Estas primeras emociones de similitudes y diferencias entre la debilidad motriz y la debilidad mental, más el
aporte de Wallon en tanto la acción recíproca entre movimiento, emoción, individuo y medio ambiente,
delinean un primer momento del campo psicomotor: el paralelismo.
La práctica psicomotriz empieza con Edouard Guilmain en 1935, quien establece un examen psicomotor, el
mismo no tiene un simple estatuto de instrumento de medida, sino también de medio de diagnóstico,
indicación terapéutica y pronóstico.
Guilmain determina un nuevo método de trabajo: la reeducación psicomotriz, que establece por medio de
distintas técnicas un modelo de ejercitaciones, para reeducar la actividad tónica, la actividad de relación y el
control motor.
Este primer acercamiento “práctico” fue utilizado como modelo en Argentina por Dalila Molina de Costallat.
En 1947-1948 Julián de Ajuriaguerra redefine el concepto de debilidad psicomotriz y la considera como un
síndrome con sus propias particularidades.
Es Ajuriaguerra quien en su manual de psiquiatría infantil delimita con claridad los trastornos psicomotores
“que oscilan entre lo neurológico y lo psiquiátrico”.
El objetivo de una terapéutica psicomotriz será no solo modificar el fondo tónico e influir en la habilidad, la
posición y la rapidez, sino sobre la organización del sistema corporal, modificando su cuerpo en conjunto, el
modo de percibir y de aprehender las aferencias emocionales.
Con estos nuevos aportes, la psicomotricidad se diferencia de otras disciplinas, y adquiere su propia
especificidad y autonomía.
Se perfecciona el balance o el exámen psicomotor y se establece un método y un diagnóstico destinados a
delimitar el trastorno psicomotor y sus características, y a orientar las modalidades de intervención del
terapéuta.
En la década del 70 diferentes autores definen la psicomotricidad “como una motricidad en relación “.
Comienza a delimitarse una diferencia entre una postura reeducativa y una terapéutica que, al
despreocuparse de la técnica instrumentalista y al ocuparse del cuerpo en su “globalidad” va dando
progresivamente mayor importancia a la relación, la afectividad, lo emocional.
Varios autores del psicoanálisis comienzan a ser citados, Freud, Melanie Klein, d. Winnicott, entre otros.
Sami Ali (1977), propone un esbozo de una teoría psicoanalítica de la psicomotricidad, es alli que, a partir
de estos aportes surgen diferentes conceptos (lo inconsciente, la transferencia, la imagen corporal, etc)
conceptos que marcan un viraje en las perspectivas clínicos-teóricos del campo psicomotor.
Los orígenes de la psicomotricidad en Argentina se relacionan estrechamente con la creación de los
primeros institutos de reeducación para deficientes mentales de diversos grados, uno de ellos fundado en
1946/47 por la doctora Tobar Garcia. En 1949 se crean tres escuelas diferenciales donde se plantean la
generación de área de psicomotricidad, siendo ésta, la primera vez que en la Argentina se reglamente y se
registre el quehacer psicomotor dentro un ámbito particular de la enseñanza especializada .
En 1970 la psicomotricidad clínica va a registrar sus comienzos fuera del campo educativo, donde las
respuestas técnicas se basan en ejercicios programados y en evaluaciones muy bien estructuradas y
definidas, las cuales son las que marcan el verdadero origen de la terapia psicomotriz en la Argentina.
Durante los años 70 se crea en Córdoba el profesorado Doctor Domingo Cabred otorgándo el título de
profesor psicomotriz.
Aproximadamente en 1975, Lydia F. de Coriat, plantea la necesidad de la existencia de la carrera de
psicomotricidad en Bs. As.
En el año 1977 se crea la Asociación Argentina de Psicomotricidad y a partir de 1980 la difusión y extensión
de la psicomotricidad en la Argentina.

LOS CORTES EPISTEMOLÓGICOS

PRIMER CORTE EPISTEMOLÓGICO


En esta primera etapa, las prácticas reeducativas están determinadas por el concepto de paralelismo mental-
motor. La influencia de la neuropsiquiatría es determinante en una clínica que se centra en lo motor, y en un
cuerpo instrumental, herramienta de trabajo para el reeducador que se propone arreglarlo.
SEGUNDO CORTE EPISTEMOLÓGICO
Con los nuevos aportes del ámbito psicológico, en especial de la psicología genética, ubicamos un pasaje
de lo motor al cuerpo, en donde éste se transforma en un instrumento de construcción de la inteligencia
humana. El acento pasa por lo motor como productor en su acción de la vida intelectiva, es decir, la mirada
estará puesta en un cuerpo en movimiento.
Ya no se trata de una reeducación sino de una terapia psicomotriz.
El tono muscular, las posturas, el gesto, la emoción, serán producciones del cuerpo que se podrían abordar
en un encuadre terapéutico psicomotor.
Este encuadre y enfoque global del cuerpo de la persona estaría determinado por tres dimensiones en las
que el psicomotricista centrará su mirada, una dimensión instrumental, una dimensión cognitiva y otra
dimensión tónico-emocional.

TERCER CORTE EPISTEMOLÓGICO


Con el aporte de la teoría psicoanalítica, ya no se centra la mirada en un cuerpo en movimiento, sino en un
sujeto con su cuerpo en movimiento.
Ya no se tratará entonces de una globalidad, de una totalidad, sino de un sujeto dividido, escindido, con un
cuerpo real, imaginario y simbólico: Este tercer corte fundaría una clínica psicomotriz centrada en el cuerpo
de un sujeto deseante.

Estos cortes no solo responden a un devenir histórico, sino a diferentes interrogantes que la práctica clínica
nos fue generando.
La reeducación psicomotriz responde a una concepción de sujeto que trae aparejado el concepto del cuerpo
como una máquina de músculos que no funcionan y, por lo tanto, hay que reparar, y al hacerlo, mejoran
paralelamente (paralelismo mental-motor)
Por otro lado, la terapia psicomotriz, da importancia a la emoción, la expresión y la afectividad, considerando
el cuerpo, la motricidad y la emocionalidad como una globalidad y una totalidad de sí mismos.
La clínica psicomotriz es aquella donde el eje es la transferencia y, en ella el cuerpo real, imaginario y
simbólico se da a ver a la mirada del psicomotricista. El sujeto dice con su cuerpo, con su motricidad, con
sus gestos, y por lo tanto espera ser mirado y escuchado en la transferencia desde un lugar simbólico.
Podemos situar a la psicomotricidad como una praxis eminentemente clínica.

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