Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cada uno de nosotros piensa diferente al otro y, a veces, creemos que "nuestra
opinión" impera sobre la de nuestro compañero, sin embargo ¿cómo podemos
llegar a un equilibrio? Precisamente allí es que está la clave del éxito, en saber
1
cómo desenvolvernos con un grupo de personas cuyas habilidades, formas de
pensar y disposición para trabajar, en algunas ocasiones, difieren de las nuestras.
El miembro del equipo de trabajo debe producir para obtener mejores resultados,
centrarse en los procesos para alcanzar metas, integrarse con sus compañeros,
ser creativo a la hora de solucionar problemas, ser tolerante con los demás, tomar
en cuenta a sus colegas y aceptar sus diferencias, obviar aquellas discusiones
que dividan al grupo y ser eficiente, más que eficaz.
2
Construir un equipo de trabajo es una experiencia que implica reconocer y valorar
el aporte que realizan los demás en los éxitos que alcanzamos en nuestra vida
profesional. Cuando nos vinculamos a una empresa nos encontramos con las
personas que serán nuestros compañeros de viaje en la gran aventura de la
gestión laboral. Poco a poco vamos generando sinergias, espacios de
conversación y estrechando lazos de colaboración y cooperación que nos permite
considerar estos nuevos lugares como amigables y seguros.
Los vínculos que vamos creando con esas personas, desconocidas hasta hace
poco, nos permiten creer que hemos sido acogidos en un sitio que nos ofrece la
posibilidad de contribuir positivamente en los resultados de la organización. Nos
comenzamos a mostrar ante los demás, dejando a un lado las timideces y
prevenciones naturales que nos asaltan cuando estamos en ambientes nuevos y
desconocidos. Lentamente vamos dándonos a conocer y conociendo las personas
que ya llevan algún tiempo en esta cultura empresarial que nos recibe como uno
más de su equipo.
El desarrollo del trabajo que nos han encomendado debe realizarse, seguramente,
con la colaboración y apoyo de otros que quizá no pertenecen a nuestra propia
área, es el momento en que comenzamos a establecer vínculos y relaciones que
podrían llevarnos al conflicto o por lo menos a situaciones poco cómodas, sobre
3
todo si requerimos que la otra persona o área se convierta en nuestro proveedor
de información o servicios para poder avanzar en la gestión que nos han
encomendado.
4
Pilar Jericó, en sus reflexiones sobre el compromiso organizacional (y en el cual
se inspira este texto), nos invita a profundizar sobre los aspectos que nos llevan a
los resultados empresariales, se trata de comprender que todos debemos
escuchar cuidadosamente la música que suena y que debemos bailar
armónicamente para que resulte una buena danza. Bailar juntos significa que
estamos escuchando lo mismo y nos acomodamos para no chocar, no entrar en
contradicción y no arruinar el baile al cual hemos sido invitados después de un
proceso de selección que quizá representó una gran inversión de recursos a la
empresa.
Bailando juntos significa que estamos alineados con la estrategia y con los
objetivos propuestos para hacerla realidad; nada peor que escuchar
conversaciones donde los funcionarios de una misma empresa dan explicaciones
distintas a un mismo cliente, o cuando los agentes de ventas de una misma
empresa visitan a un mismo cliente para ofrecer el mismo portafolio de productos,
o cuando no hay unidad de criterio frente a los precios de venta o los tiempos de
entrega de los productos o servicios adquiridos, o a la solución de un reclamo,
etc…
El camino recorrido, por los miembros del equipo de trabajo, suele ser diversa y se
enriquece con la experiencia que traen los nuevos que llegan a la organización,
sin embargo es frecuente encontrar que quienes llevan más tiempo en la empresa
se aferran a los paradigmas de éxito o fracaso que han vivido y suelen cerrar las
puertas para nuevas ideas e iniciativas que implican arriesgar el statu quo y la
zona de confort en la cual sentimos la seguridad de una semana más con trabajo
(aunque el cliente se vaya).
5
Alinear la empresa, es entender que aunque puedan haber muchos grupos de
trabajo siempre será un solo equipo el que sale todos los días a la cancha del
mercado a jugar el partido más importante de su vida: el de mantenerse
competitivo frente a los nuevos jugadores que llegan todos los días con nuevas
maneras de hacer las cosas, con equipos que tienen visiones que van más allá de
los triunfos parciales y buscan las cumbres más altas.
Bailando juntos significa también que podemos descubrir el poder que tiene el
talento en nuestras empresas, el reto que significa generar espacios de
comunicación que valoren la individualidad y al mismo tiempo descubra, como
diría Mcclelland, la importancia de convertir a la empresa y al equipo de trabajo en
un referente motivacional orientado a producir desempeños sobresalientes.
Espero que estas breves reflexiones puedan conectar con la importancia de darle
la bienvenida a los nuevos integrantes de nuestros equipos, de acogerlos y
contextualizarlos en los resultados que se espera de su gestión, de reconocer la
música que deben danzar e identificar con quienes pueden y deben apoyarse para
que no terminen por abandonar el baile antes de terminar la canción.
6
Prepararse para la vida es formarse bien (trabajo formativo) para ejercer una
profesión (trabajo productivo). La persona tiene por misión construir el mundo y
esto lo consigue trabajando. El trabajo expresa una relación de dominio frente al
mundo, distinta de la relación de coordinación o convivencia con los demás, y de
la de subordinación a su fundamento, a Dios como creador del hombre. Lo
importante es dejar claro que el trabajo exige una actitud determinante, decidida,
inteligente y activa, que compromete a la persona con lo que hace , con quienes
trabaja, y para quienes trabaja.
7
Puedo hacer mi trabajo objetivamente bien, en cuanto a lo que produzco, pero
subjetivamente mal, en cuanto a lo que me produce, por ejemplo, porque no me
permite crecer interiormente, porque no sé interiorizar ese trabajo, porque no
desarrollo virtudes en él, porque me dejo llevar por el activismo, etc.
No importa cuál sea el trabajo que una persona realiza. Por insignificante que
parezca, tiene el mismo poder realizador en la medida en que se logre
interiorizarlo, integrarlo a la vida. Todo esto depende de una actitud frente al
trabajo, del sentido que se da al trabajar, y de lo que finalmente se busca con el
esfuerzo que se hace. Trabajo, por muy importante que sea, sólo es un medio
para lograr el fin de la persona, su felicidad.
“No es el sentirse bien en el trabajo lo que nos hace buenos. Más bien es el
volvernos buenos en el trabajo lo que nos hace sentirnos bien respecto de
nosotros mismos” (R. O’Connor).
Un trabajo vivido con una actitud positiva frente a las dificultades se convierte en
tarea activa, con espíritu de iniciativa y creadora. “El trabajo creador resulta de un
equilibrio dinámico donde se combinan libertad y necesidad, riesgo y
responsabilidad, esfuerzo y satisfacción” (Donati). Este equilibrio produce
satisfacción y deseo de servir mejor.
8
tiempo. La Biblia dice: “Para cada cosa hay su momento; existe un tiempo para
todo lo que hay que hacer bajo el cielo”. El tiempo se aprovecha mejor cuando se
establece una jerarquía, un orden sistemático de tareas y necesidades que nos
dice lo que debe hacerse primero, segundo... etc.
Es decir, para poder hacer un trabajo de calidad hay que saber administrar bien el
tiempo. Si el trabajo no lleva a la persona a sentirse realizada, a sentir gusto por lo
que hace y a la armonía existencial, puede convertirse fácilmente en un “trabajo
mercancía”, en el cual se siente explotada, o se convierte en una rutina
despersonalizada o en un hacer incesante y fatigoso, que produce cansancio
físico o psicológico.
Algún autor dice que “un quehacer que no nos hace mejores, no nos hará mejorar
lo que hacemos”. La realización personal se logra en la medida en que el
ambiente de trabajo positivo es estimulante y generador de un sentido de
pertenencia a la organización. El trabajo tiene un carácter expansivo, es decir,
haciendo bien nuestro trabajo hacemos bien a los que nos rodean
Indicadores básicos
9
No dejar las cosas empezadas ni comenzar varias al tiempo.
Hacer una tras otra, salvo que haya que atender a varias a la vez.
Ser constante, sobre todo cuando llega el cansancio o cuando nos sentimos
con menos ganas de trabajar. A veces toca hacer las cosas sin ninguna
gana, por sentido de responsabilidad.
Cuando el error proviene de intentar hacer bien las cosas, se saca algo
positivo, se adquiere experiencia.
10
Si el trabajo de otros depende de nosotros, no basta con decir las cosas:
hay que hacer que se hagan. La efectividad se logra diciendo y haciendo, y
haciendo hacer.
Intensidad: No importa hacer muchas cosas sino hacer las cosas bien.
Trabajo en equipo
Hoy en día es muy difícil concebir el trabajo sin una disciplina de trabajo en
equipo. Siempre habrá talentos solitarios que en determinados ámbitos de la
creatividad, literaria por ejemplo, que producen individual y aisladamente. Cada
vez más el trabajo es participativo, no sólo por el hecho de contar con los demás,
sino porque el trabajo en equipo no anula la actuación individual , aunque la
subordina a los objetivos comunes.
11
Trabajando en equipo hay mayores posibilidades de conocer la verdad y ocasión
de comparar y correlacionar las diferentes formas de ver las cosas. Por otra parte,
el trabajo en equipo nos da posibilidad de enriquecer la personalidad en el trato
con los demás, sobre todo si captamos y aprendemos de ellos sus cualidades, si
mutuamente nos ayudamos a corregir los defectos de unos y otros.
A veces el trabajo en equipo cuesta más porque pensamos que es mejor y más
rápido hacer las cosas individualmente que ayudar a hacerlas o enseñar a
hacerlas a otros. Es una concepción equivocada y corta de miras. Hay cosas que
o se hacen colectivamente o no se hacen, precisamente porque suponen
compartir objetivos, métodos y a veces las herramientas de trabajo.
12
responsabilidad, la sinceridad, la confianza, la tenacidad, la flexibilidad, el espíritu
de iniciativa y la comprensión.
La complejidad y multiplicidad de los controles a que está sometida hoy en día una
empresa en Venezuela, ha llevado a que la organización formal y estable, no
siempre sea capaz de manejarlas; eso es porque está diseñada principalmente
para manejar los procesos de negocio y no está preparada para enfrentar un gran
aparato estatal de control. Por otra parte, al ser externos a los procesos de
negocio, los controles tienden a perder eficacia y se van renovando, ya sea
modificándose o siendo reemplazados por otros, generando un estrés permanente
sobre las empresas.
Si alguien cree que es problemático que este concepto invada los predios de la
organización tradicional y la reemplace, se encontrará con que es posible que la
invada, pero no que la reemplace, por aquello de las responsabilidades
individuales (accountability) y de la toma final de decisiones.
Trabajar en equipo: es más fácil decirlo que hacerlo. No se trata del simple
13
concepto al que estamos acostumbrados, sino de lograr un entendimiento
compartido de las situaciones y de los objetivos. Con una orientación muy fuerte a
la innovación creativa.
Cuando alguien dice somos un equipo, está diciendo algo fuerte y comprometido.
Uno debería preguntarse si una orquesta es un grupo o un equipo; y no cabe duda
que en un deporte (futbol, polo o basquetbol) se trata de un equipo.
Una letra de Mario Benedetti dice, refiriéndose a una pareja, algo como “...en la
calle codo a codo, somos mucho más que dos...” En la aritmética de los equipos la
suma es multiplicativa; mientras que en los grupos tiende a solo ser suma: uno
más uno es igual a dos.
En la situación especial que vive nuestro país es más importante que nunca
“comprar” la filosofa del trabajo colaborativo; el tema de la tecnología, en nuestro
caso, es subsidiario, principalmente porque está disponible y es relativamente fácil
de implementar. Mientras que pensar como equipos no es tan sencillo de lograr.
Sugiero que los equipos que se constituyan reporten al más alto nivel de la
14
empresa y estén orientados a mantenerse un paso delante de los requerimientos
gubernamentales. Que estén conscientes del “riesgo regulatorio” y traten de
minimizar los puntos de conflicto; con énfasis en la precisión y en la negociación;
deben contar con toda la base jurídica, regulatoria y documental para de esta
manera permitir que el resto de la empresa se dedique al trabajo creativo y de
agregación de valor asegurándose que su gran preocupación sea la sostenibilidad,
económica, ambiental y social y no solo el cumplimiento de trámites que no
agregan valor y son una de las externalidades negativas más impactantes en
nuestra economía.
15
habilidad, actitud o por la suma de todos ellos, se convierten en las estrellas
alrededor de las cuales gira el trabajo de los otros, de tal manera que este
liderazgo natural es reconocido y apoyado. Estas personas sienten que cuentan
con los soportes necesarios para desarrollar con éxito la gestión. El talento
comienza entonces a evidenciarse como una expresión colectiva y no sólo
individual. Citando a Pilar Jérico, “El talento sólo es posible cuando tiene un
equipo que lo respalde” y efectivamente podemos verlo en los equipos deportivos
donde se reconocen los talentos individuales, pero siempre se concluirá que sus
resultados son obtenidos gracias a la labor conjunta de todos los integrantes.
Esto nos lleva a reflexionar entonces sobre el impacto que tiene en el equipo de
trabajo la selección de cada uno de ellos. Cuando una persona llega a un equipo
debe tener claro cuál es la contribución esperada, reconocer que su trabajo será
definitivo independientemente de que se trate de un trabajo humilde o quizá no tan
aplaudido a la hora de las celebraciones, pero con seguridad sí recordado y
reclamado si se fracasa.
Un ejemplo que suelo poner, tiene que ver con el mecánico que le cambia la rueda
trasera derecha al campeón mundial de FÓRMULA UNO cuando entra a los
garajes; por sus condiciones de seguridad, lleva casco que le protege e impide
que pueda ser reconocido, es un trabajo anónimo pero de la máxima valía, ya que
si hace mal su trabajo el campeón puede fallar en su intento de ganar la carrera o
lo que es peor, puede producir un accidente de impredecibles consecuencias. El
hecho de que al final los aplausos puedan ser para una persona es una invitación
a incluir a todos los que hicieron posible los resultados superiores obtenidos.
16
de los miembros del equipo.
Encontramos en las organizaciones personas que sienten que pueden dar mucho
más de lo que les exige su trabajo y esto hace que en ocasiones se dejen llevar
por la rutina, entre otras cosas porque su trabajo no necesariamente les
representa un reto que deban afrontar con toda su capacidad, se mecaniza su
labor y desaparece la motivación inicial llevándolos a estados de postración
anímica y en muchos casos a salir de la organización en la búsqueda de
horizontes y organizaciones que les permitan una mayor participación.
Los gerentes deben reconocer a cada una de las personas que hacen parte del
equipo, no basta sólo con seleccionarlos, es preciso que tengan claro cuál es la
meta que deben alcanzar y los recursos con los que cuentan para lograrlo. Las
organizaciones que desconocen la potencialidad de sus colaboradores están
perdiendo la oportunidad de desarrollar y generar procesos innovadores en la
gestión que realizan.
17
premia al mejor del mes, al de mejor desempeño, etc.., de tal manera que los
demás integrantes quedan excluidos del reconocimiento. Esta contradicción se
refleja en el clima organizacional y es un precio que termina por pagarse en el
desarrollo de nuevos proyectos.
Todos poseemos talentos, es indudable, la cuestión tiene que ver con la manera
como ponemos a disposición del equipo los mismos y la manera como logramos
multiplicar los efectos de estas sinergias construidas a partir del reconocimiento de
18
los otros.
El segundo, el estilo de castor, que nos invita a reconocer los límites de nuestra
gestión, a saber que no podemos hacerlo todo solos, que necesitamos de los
demás y que es preciso crear espacios donde podamos compartir, colaborar y
participar en las tareas de los demás. Cada persona del equipo debe saber no
sólo qué hace sino también para qué lo hace, como dice S. Covey “permanecer
con el fin en la mente” ayuda a que el trabajo tenga sentido.
Por último, el don del ganso, el cual es una invitación a fortalecer los vínculos
entre las personas, reconocernos en una cultura empresarial dinámica de la cual
nos sentimos parte, donde somos capaces de aplaudir y de alegrarnos con los
éxitos de otros, de apoyar y felicitar, un espacio donde no sólo encontramos
culpables de los errores y las fallas, al contrario un lugar donde se anima y motiva
a aprender cada día más.
El equipo de trabajo es el sitio donde cada día entregamos nuestra vida, donde
compartimos nuestro saber y donde nuestros esfuerzos adquieren sentido porque
establecemos vínculos y relaciones que nos permiten sentirnos reconocidos y por
lo tanto desafiados a ir más allá de la tarea y de lo esperado.
19
con una bonificación, etc.. Encontremos las causas profundas que han dado
origen a esas situaciones que hoy reconocemos como obstáculos para el buen
desarrollo de la gestión y definamos acciones contundentes capaces de resolver
estas situaciones.
Una de las tendencias actuales en el mercado laboral tiene que ver con el llamado
“teletrabajo” que ha permitido que muchos profesionales desarrollen sus tareas y
trabajos desde sus casas o por lo menos sin asistir regularmente a una oficina
donde tenga la oportunidad de encontrarse físicamente con sus compañeros de
trabajo para compartir ideas o establecer acuerdos y por tanto las reuniones son
sesiones virtuales. Considero que todo lo dicho aplica igualmente en razón de que
nuestra condición de seres gregarios nos lleva a buscar la permanente relación
con quienes reconocemos como nuestros compañeros de trabajo.
Cuando se habla del trabajo en equipo se habla de muchas cosas a la vez, hay
quien entiende de la misma manera equipo que grupo, quien cree que un conjunto
de personas ya se constituye en un equipo. Sin embargo se trata de conceptos
diferentes.
20
da el Diccionario:
De esta manera, podemos dar una definición más concreta sobre equipos de
trabajo: unidades compuestas por un número de personas indeterminado que se
organizan para la realización de una determinada tarea y que están relacionadas
entre sí, que como consecuencia de esa relación interactúan dentro del mismo
equipo para alcanzar los objetivos que se han propuesto alcanzar, reconociendo
que se necesitan las unas a las otras para dicho cumplimiento y reconociéndose
con identidad propia como equipo. Además estas exigencias hacen que los roles
de sus miembros se deban complementar.
22
o ideas que constituyen una cultura para la organización y el equipo de trabajo es
el encargado de plasmar en la organización dicha cultura.
23