Está en la página 1de 5

Recomendaciones para la lectura en voz alta.

Antes de leer:

• Establezca por lo menos un momento habitual de lectura diaria en voz alta.

• Seleccione con anticipación la lectura que le hará a sus alumnos. Recuerde que
muy pocas personas leen bien en voz alta de manera natural. Para hacerlo con
éxito y fluidez debe practicar con anticipación.

• Procure leerles libros a sus alumnos, de los que ellos tienen a su


disposición en el aula o en la biblioteca, así los invitara a leerlos.

• Varié la extensión y los temas de la lectura seleccionada, pero no se


extienda por más de 5 minutos.

• No confunda cantidad con calidad. Leerles a los alumnos durante cinco


minutos, con toda su atención y entusiasmo, puede perdurar más en la mente de
ellos que dos horas de televisión a solas.

• No lea a sus alumnos textos que usted no disfrute. Su disgusto podría ser
notorio y afectar el propósito de la lectura en voz alta.

• No use los libros o la lectura como amenaza. Cuando sus alumnos vean que
usted usa los libros o la lectura como arma, pasarán de una actitud positiva
hacia el libro y la lectura a una negativa.
• No sienta la obligación de relacionar los libros que lee a sus alumnos con el
trabajo de clase. No confine las amplias posibilidades de la literatura a los
estrechos límites de los programas de estudio.
• No abrume a sus alumnos. Al seleccionar lo que leerá en voz alta, considere la
capacidad intelectual, social, emocional de su audiencia, jamás lea algo que
supere el nivel emocional de sus oyentes. Es recomendable seleccionar los libros
que se encuentran disponibles en las aulas para el fomento de la lectura, han sido
seleccionados por expertos y docentes con experiencia y son propios para sus
alumnos.

• Ocasionalmente lea libros de un nivel intelectual más alto que el de sus


alumnos y rete sus mentes.

• Evite los pasajes con descripciones muy extensas hasta que la imaginación y la
capacidad de atención de sus alumnos estén listas para manejarlos. No está mal
que los acorte o elimine. Lea el texto previamente para ubicar esos pasajes y
señálelos con lápiz en el margen.

• Cuando seleccione novelas para leer en voz alta, evite las que contengan
muchos diálogos pues dificultan la lectura en voz alta y la escucha. Los párrafos y
las comillas se diseñaron para facilitar la lectura en silencio. El lector ve las
comillas y sabe que ahí hay una nueva voz, otra persona que habla, pero quien
escucha esa lectura no lo sabrá.

• De a sus alumnos que lo escucharán unos minutos para que se relajen y estén
en disposición mental y física de oír el texto que les leerá. Si esta leyendo una
novela pregunte qué ocurría en ella al final de la sesión anterior. El estado de
ánimo es un factor importante al escuchar. Un autoritario “¡Quietos y cálmense!
¡Siéntense derechos! ¡Pongan atención!” creará una atmósfera poco receptiva.

• Avise con anticipación a sus alumnos que una vez iniciada la lectura no la
interrumpirá, las dudas se contestarán al final.
• Antes de empezar a leer, diga siempre el título del libro y el nombre del
autor y el del ilustrador, no importa cuantas veces haya leído el libro.
• De vida al autor igual que a su obra. Consulte la contra carátula del libro.
Antes de la lectura, cuéntele a sus alumnos algo acerca del autor. Así, ellos
sabrán que los libros los escriben personas, no maquinas.

• La primera vez que lea un libro, antes de iniciar la lectura, converse sobre la
ilustración de la portada. ” ¿De qué creen que se trata esta lectura?”

• Si lee un libro con ilustraciones, asegúrese de que todos los alumnos pueden
ver las ilustraciones fácilmente. En clase, siente a los alumnos en semicírculo a
su alrededor y ubíquese ligeramente arriba de ellos para que los de la última fila
puedan ver el libro por encima de las cabezas de sus compañeros.

• Cuando lea libros sin ilustraciones, como una novela, ubíquese de tal manera
que usted y sus alumnos se sientan cómodos. En clase, puede sentarse en el
borde del escritorio o estar de pie, de forma que su cabeza sobrepase a la de sus
de sus oyentes para que su voz se difunda hasta el lado opuesto del salón. No lea
frente a ventanas que reflejen mucho brillo, pues el contraluz puede lastimar los
ojos de su audiencia.

Durante la lectura:

• Una vez iniciada la lectura, procure no interrumpirla.

• Suspenda la lectura del libro si nota que ha sido una mala elección. Admita el
error y elija otro.

• Cuando lea, sea expresivo, hágalo con énfasis y modulación, incluso se vale
dramatizar un poco la lectura, varié su tono de voz de acuerdo a los diálogos.
Por todo lo anterior, es importante que practique antes de realizar la lectura con
los alumnos.

• No se altere si sus alumnos hacen preguntas en el transcurso de la lectura, es


necesario dejar las preguntas para el final.

• Ajuste el ritmo de su lectura a la historia. Durante un pasaje de suspenso lea


muy lento y baje su voz. Un susurro en el momento justo hará que los oyentes se
inclinen hacia delante.

• Si los capítulos son largos o tienen poco tiempo para leer un capítulo
completo cada día, pare la lectura en un punto de mucho suspenso. Deje a sus
alumnos a la expectativa, esto hará que cuente los minutos hasta la próxima
lectura.

• Termine la lectura. Si comienza un libro es su responsabilidad continuar con la


lectura, a menos que considere que no es un buen libro. No puede dejar a sus
alumnos esperando entre un capítulo y otro tres o cuatro días y pretender que
mantengan el interés.

Al terminar la lectura:

• Al terminar la lectura, si ve que el grupo esta interesado o manifiesta


inquietud por lo leído abra un espacio para escucharlos.

• De tiempo para conversar la lectura una vez que haya acabado de leer. Un libro
suscita pensamientos, esperanzas, miedos y descubrimientos. Permita que
afloren y ayude a que sus alumnos los manejen a través de expresiones verbales,
escritas o artísticas, si los alumnos quieren hacerlo. No convierta estas
discusiones en exámenes ni obligue a sus alumnos a que den su propia
interpretación del texto leído.
• No imponga sus interpretaciones de la lectura a sus alumnos. Una lectura
puede ser simplemente agradable, sin que haya razón para ello, necesariamente,
y aun así dar mucho de qué hablar. Los mayores logros en lectura y escritura se
dan en alumnos que pueden discutir después de la lectura.
• En ocasiones los alumnos preguntan sobre el significado de alguna o
algunas palabras que no entienden, invítelos a que busquen el significado en el
diccionario.

También podría gustarte