Está en la página 1de 9

Supermemoria

Lectura Efectiva
Enrique Ortega Salinas

Adaptación Realizada para


Metropolitan International University ®
2020
Sobre el Autor

Enrique Ortega Salinas, investigador de Técnicas Para el


Desarrollo de la Inteligencia, nació en Uruguay, pero vive de
país en país.
Estableció dos marcas mundiales tras memorizar un
número de 320 cifras de un vistazo y un mazo de naipes
en 49 segundos. Fue finalista del programa
SUPERCEREBROS al superar el desafío del
canal NAT GEO de memorizar una
cronología de seis siglos de Historia.
Autor de 10 libros y conferencista en las
principales universidades de América.
Analista político en varios medios y
promotor de una verdadera revolución
educativa. Entre sus obras, destacamos los
Bestsellers “Cómo Lograr que los Demás se
Salgan con la Nuestra” y “Supercerebros: el
Secreto de los Genios”.
Leer Bien para Comprender Bien
El 90 por ciento de los alumnos de Secundaria en Sudamérica no sabe leer correctamente en voz
alta. Lamentablemente, al no leer de manera adecuada, la capacidad de razonamiento se limita, cuando
no se anula por completo.

Tras pruebas realizadas con un millar de alumnos de los últimos años de


Secundaria, pudimos establecer una relación directa entre la claridad con que se
efectuaba la lectura y la facilidad de captación de conceptos contenidos en las
lecciones elegidas. Otros estudios, realizados con 20.000 alumnos de países
europeos y americanos, nos dieron la certeza de que la mujer posee un
rendimiento académico superior al del varón, a la vez que las niñas
comienzan a leer a una edad más temprana y lo hacen mucho
mejor.

La conclusión es sencilla: leen mejor, comprenden


mejor. Aprenden más fácilmente porque leen de la
manera adecuada. Los varones llegaban a destacarse
un poco más en aquellas materias que no requerían
tanta lectura, sino seguir las indicaciones de un
instructor, como en la electricidad o mecánica, donde
si bien hay que leer, la función del profesor es
fundamental.

Para que nuestro cerebro capte claramente los


conceptos que se intentan introducir en sus
archivos, la lectura debe ser clara.

Al leer debemos tener en cuenta


que nuestro cerebro es una persona ajena
a nosotros, sentada a nuestro lado, y a la cual
debemos hablarle como si fuera un chico de 9 o 10
años.
He aquí una serie de sugerencias para leer correctamente.
1) Articula bien . Abre la boca para leer en voz alta, si no lo haces, tus palabras
parecerán rumoreadas y carecerán de la fuerza necesaria para mantener tu
entusiasmo por el tema.
2) Cuidado con la X, la S y la D. Cuando una persona lee en público, de
acuerdo a la forma en que lo haga, la gente se formará una idea de su nivel
cultural. Si quien lo hace dice esagerar en lugar de exagerar, esepción por
excepción o esactitud por exactitud, causará una deplorable impresión. Te
sugerimos detenerte una milésima de segundo antes de decir una
palabra que contenga una X, o leerla lentamente pare asegurar
una correcta pronunciación. En cuanto a la S, es mucha la gente
que dice ‘’Buenos día” en lugar de “Buenos días”, u omite
las eses cuando están al final de las palabras. La mejor
manera de solucionarlo es practicar exagerando la S. Por
ejemplo: “buenos díassss... estamossss... jugamossss”.
Tómate tu tiempo con este tipo de palabras; pronúncialas con lentitud.
3) Lee con ritmo sereno. Si lees demasiado rápido no le darás tiempo
suficiente al cerebro para asimilar las ideas.
4) Dramatiza la lectura , haz gestos o ademanes, da emoción a tus palabras.
Eso logrará mantener el interés sobre el tema y afirmará la comprensión.
5) Varía el tono de voz. Elevando y bajando el volumen cada tanto, evitarás
el tedio que provoca una voz monocorde.
6) Respeta las pausas gramaticales. Detente frente a una coma, punto y
coma o punto; es la única manera de asimilar correctamente los conceptos.
Repite las oraciones poco claras para asegurar la comprensión.
7) Jamás pierdas la oportunidad de leer en público. La única
manera de aprender a nadar es tirándose al agua; la única manera
de aprender a leer es leyendo.
8) Ten siempre a mano un diccionario. Esto te permitirá
enriquecer tu vocabulario y comprender oraciones que se tornan
difíciles por la utilización de términos desconocidos.
9) “Mastica” la información. Lee desmenuzando las oraciones;
asegurándote la comprensión, absorbiendo su contenido. No leas
como si fuera un autómata, sino como alguien que busca absorber hasta
la última gota de conocimiento.
Detalles a tener en cuenta
El hecho de recordar satisfactoriamente una lección depende en gran medida de estos factores:

• El interés • La concentración • La comprensión • La visualización • La asociación


Vemos ahora cómo aumentar nuestra concentración y razonamiento, así como aplicar la visualización
y asociación de ideas a diferentes textos.

Compenetración y reiteración creativa


Cuando estamos leyendo podemos tener la
mente en cualquiera de estos tres estados:
distracción (es cuando “leemos sin leer”),
atención (sin perjuicio de la cual sólo
recordamos un 40 por ciento de lo leído) o
compenetración (actitud ideal del lector).

Leer compenetrándose es ir más


allá de las palabras del autor, analizando
de manera crítica lo que leemos, buscando
ejemplos, discrepando o apoyando a quien
escribió el libro.
Lo que se critica se recuerda. No hay
que leer de manera pasiva, sino participativa.
Luego de leer un párrafo, en lugar de reiterar la
lectura. procura repetir el concepto con tus
propias palabras; a esto le llamaremos reiteración
creativa , por cuanto intentarás variar el modo en que
dicho concepto ha sido expresado. A efectos de la
memoria, rinde mucho más intentar recordar y
repetir lo leído que volver a leer de manera
automatizada.

En muchos programas de televisión me han dado


un periódico para que lo lea una sola vez y repita página
por página, titular por titular. Más allá de la rapidez con
que lo leo, es imprescindible, para que la prueba sea un
éxito, mi compenetración; es decir, me intereso realmente en lo que estoy leyendo.
Resumen y resaltado
Sé de alumnos que pierden entre tres y cuatro horas diarias efectuando resúmenes para recién
después disponerse a estudiar. Si me dieran una de esas horas, una sola, bien podría estudiar todo lo
que tienen para aprender y sacar la máxima nota. El resumen agota, satura, hace perder tiempo y
voluntad, por lo que conviene sustituirlo por un resaltado con marcadores fluorescentes eliminando las
oraciones o partes de oraciones que sean reiterativas, protocolares o de relleno. Nuestros sistemas de
estudio se basan en la Ley del Mínimo Esfuerzo: estos sólo se aplican a las oraciones que quedan en pie
luego de la clasificación de ideas.
Personalmente utilizo los resaltadores de la siguiente manera:

Amarillo : conocimiento esencial.


Rojo: discrepancias o incomprensiones.
Naranja: ejemplos.
Celeste: citas o frases célebres.

No es lo mismo resaltar que subrayar con lápiz o bolígrafo. Con estos últimos elementos las oraciones
parecen comprimirse unas contra otras generando un efecto óptico que desestimula la lectura y afea los
libros. El resaltado, en cambio, parece embellecer las páginas e invita a leerlas.

Clasificadas de esta manera las oraciones que


realmente necesitamos aprender, le aplicamos
cualquiera de los sistemas mencionados en este
curso y las aprendemos una por una. ¿Qué sentido
tiene memorizar las oraciones o párrafos reiterativos
o protocolares? Ninguno.
Sólo hay que asegurarse que
lo que se deja de lado no es
importante.

Lee por el placer de aprender; no por la obligación de aprender.

También podría gustarte