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Nombre

Marileydy Miguelina Urbaez Reyes

Asignatura

Introducción a la educación

Tema

Conceptualización

Matrícula

2020-3300369

Maestro

Bárbara Dicent de Trinidad

Sección 04

Fecha 26/06/2021
¿CUÁLES SON LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN?
Los cuatro pilares de la educación son los cuatro fundamentos que sostienen el acto
educativo como uno de los más importantes de la sociedad. Fueron establecidos por Jacques
Delors (1925-) en un informe presentado ante la Unesco. Este político francés encabezó la
delegación europea en la segunda Comisión Internacional sobre la Educación, convocada por
Unesco para 1991.
Aprender a conocer este principio establece que la educación no debería contentarse con
transmitir a las nuevas generaciones los contenidos o conocimientos desarrollados por
terceros, como si con memorizar fuera suficiente, sino que debe enseñar a aprender. Esto
significa enseñar a construir el conocimiento para que se pueda seguir aprendiendo toda la
vida, se pueda adquirir una postura crítica respecto al saber y se pueda orientar el
pensamiento hacia los valores trascendentes. Dicho en términos más simples, se trata de
enseñar a pensar. Aprender a hacer pilares de la educación aprender a hacer las generaciones
venideras podrán desarrollar sus propias técnicas y prácticas. Sin embargo, los
conocimientos teóricos no bastan para hacer la vida de la humanidad mejor y más
productiva, así que se hace también indispensable ponerlos en práctica. A esto se refiere
aprender a hacer: enseñar las técnicas, pero también su sentido ético y práctico, de modo que
las generaciones venideras puedan construir las propias y desarrollar nuevas prácticas. Este
pilar se relaciona con el trabajo, con el compromiso con el mejoramiento de la sociedad y
con la dignidad de los seres humanos en relación con sus actividades de subsistencia.
Aprender a ser dado que en la educación y la formación integral del individuo no se
transmiten únicamente saberes, sino también valores y perspectivas, la educación debe
también enseñar a ser, o sea, debe fraguar la identidad en base a los valores deseados, para
así garantizar mejores generaciones y más comprometidas con las virtudes de la cultura. De
ese modo, se debe trascender el mero sentido utilitario de la educación, para pasar a formar
individuos e individualidades, dotados de un sentido de pertenencia, de justicia, de
trascendencia y de verdad. Aprender a vivir con los demás pilares de la educación aprender a
vivir con los demás La educación debe implicar un profundo sentido de comunidad.
Finalmente, la educación debe enseñar a convivir, o sea, debe enfrentar las dificultades que
como sociedad global se le plantean a la humanidad en el siglo XXI. Nos referimos a la
violencia, la discriminación, la desigualdad y la injusticia, problemas que parecen muy
difíciles de resolver, pero que aun así deben comenzar a pensarse desde temprana edad. La
formación social, moral y ética de las nuevas generaciones no depende sino de su educación
a manos de las anteriores. Por eso se hace indispensable educar en función de la armonía en
el descubrimiento del otro, y en un sentido profundo de comunidad que permita resolver las
diferencias habidas o por haber de una manera civilizada, responsable y sobre todo ética.

EDUCACIÓN Y POLÍTICA
Un tema recurrente en los debates acerca de la “educación política” es el efecto que tienen
las escuelas u otras instituciones educativas a la hora de influir en la implicación política de
los alumnos.
En el caso de la educación y las ideas políticas, hay factores externos que afectan a estas dos
variables explicando parte de su correlación. Dentro de estos factores, los más relevantes
son: las capacidades cognitivas, la personalidad y el nivel socio-económico.
En el caso de las capacidades cognitivas la relación es bastante obvia. Una capacidad verbal
superior, un razonamiento abstracto, una buena memoria, junto con otras capacidades,
ayudan a progresar tanto en la educación formal como en la capacidad política. En cambio,
unas capacidades cognitivas enfrentadas de alguna manera al sistema educativo en el que se
desarrollan también es el caldo de cultivo de unas pobres ideas políticas.
Respecto a la personalidad, es importante entender que ciertas actitudes pueden afectar a la
educación y las ideas políticas. Por ejemplo, todas aquellas predisposiciones para aprender,
curiosear o investigar van a ir a favor de un mayor logro académico y mayores nociones de
política.
Otro aspecto clave es el nivel socio-económico, ya que la vida política y la educación formal
superior son dominios socialmente restringidos. Muchas personas no pueden estudiar una
carrera debido a que no tienen los recursos necesarios para ello. De la misma forma, aquellas
personas con un estatus socio-económico bajo no suelen dedicar tiempo a la vida política; ya
sea porque son expulsados de la misma directamente o porque dedican la mayor parte de su
tiempo a intentar sobrevivir en unas condiciones laborales precarias.
Los contenidos del currículo pueden tener una influencia directa en los conocimientos
políticos que adquieren los alumnos. Por razones obvias, la instrucción directa de conceptos
políticos genera futuros ciudadanos con una mayor capacidad de análisis político. Además,
la naturaleza de esos contenidos afecta en gran medida a la postura política del alumno. Es
decir, una educación política que destaca las ventajas del liberalismo probablemente
generará personas más afines a esta corriente.
La educación en valores basados en el diálogo, el debate y la visión crítica de los hechos es
esencial para generar en los alumnos una actitud política. Aquellas instituciones que se basan
en estos principios correlacionan positivamente con unos alumnos interesados por la política.
Si los individuos reciben una educación cerrada y jerarquizada, se acostumbran a los dogmas
y a la autoridad que van en contra de una actitud crítica hacia la política.

FILOSOFIA DE LA EDUCACIÓN
La Filosofía Educativa, también llamada Filosofía Pedagógica y Filosofía de la Educación se
puede describir como un campo de investigación y de enseñanza académica que limita el
alcance de este ámbito a las actividades de un pequeño grupo de profesionales que trabaja
esta área específica. Estos llamados “filósofos educativos” se encuentran en los países de
habla inglesa y, en menor grado, también en algunos países de la Europa continental, y
normalmente están relacionados con las escuelas universitarias de educación o pedagogía.
Dado que la educación es el proceso de formación del hombre en la vida social y para la vida
social, o la asimilación de las experiencias que preparan para la vida humana, se entenderá
que la Filosofía de la Educación estudia las leyes, las situaciones y los fenómenos del
mundo, del hombre, de la sociedad y de la cultura en relación con el proceso de la formación
humana a partir de las posiciones filosóficas.
A la filosofía educativa corresponden numerosas posiciones y actitudes de orden ideológico
y político que son bastante frecuentes no sólo entre las personas dedicadas a las labores
educativas formales, como son los maestros, administradores y supervisores escolares, sino
también, entre otros, como los gobernantes, políticos, empresarios, sindicalistas, obreros,
padres de familia y dirigentes juveniles. En fin, la filosofía de la educación trasciende el
plano de la formalidad institucional, abarcando las posiciones ideológicas y políticas
reveladoras de lo que hacen, sienten y piensan todos los hombres en relación con la
educación, por cuanto el hecho educativo extra-escolar, como sucede con el escolar, está
condicionado por el hecho histórico general. Si bien pocos seres humanos son filósofos de la
educación, en cambio nadie deja de incursionar, en uno u otro nivel y forma, en las esferas
del discurso filosófico-pedagógico.
Como quehacer científico, la filosofía educativa presenta diversos grados, dependiendo esto
de la mayor o menor importancia con que en ella se manejan los factores especulativos, de
teoría científica, de practicismo o de utilitarismo.
La filosofía educativa tiene sus manifestaciones en las formas y en los niveles con que los
educadores, tratadistas y demás personas interesadas en la educación, enfocan y aplican las
diversas disciplinas, siendo notorios los casos de la antropología, la psicología, la historia y
la sociología, por los altos niveles de afinidad y la interacción que presentan con importantes
aspectos de la realidad educativa.

POLITICA EDUCATIVA
Así se denomina al conjunto de las acciones del Estado que buscan optimizar las prácticas
llevadas a cabo en el ámbito de la educación.
La política educativa es una herramienta que tienen los gobiernos para involucrarse en el
modo en el cual se producen y distribuyen los conocimientos en una sociedad. Es importante
tener en cuenta que el acceso a la educación es un derecho humano que todos los Estados
deben garantizar.
Las políticas educativas deben apuntar a garantizar el acceso a la educación.
Garantizar un derecho humano
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la educación elemental debe ser
gratuita y obligatoria. Por eso la política educativa de un país siempre debe velar por este
derecho como prioridad. La educación pública además tiene que ser de calidad para que la
formación sea útil y productiva.
En España podemos establecer que hay un problema con respecto a la llamada política
educativa y es que en torno a la misma siempre hay un desacuerdo por parte de las distintas
formaciones políticas. De esta manera, lo que se produce es que cada vez que un partido
accede al Gobierno establece una ley y unas medidas sobre educación propias, que no tienen
el consenso de todos los demás. De ahí que cuando es sustituido al frente del país, el nuevo
Gobierno procede a cambiar esas para imponer las suyas.
Las políticas educativas, en definitiva, establecen pautas de actuación y crean marcos legales
en el plano de la educación. Involucran a leyes, resoluciones y reglamentos que determinan
la doctrina pedagógica de la nación y fijan sus objetivos.

EL DOCENTE Y LA POLITICA EDUCATIVA


La labor de enseñar se encuentra estrechamente vinculada con la historia de la humanidad.
Sin embargo, algunos elementos que permiten caracterizar como profesión esta actividad
sólo se encuentran a partir de la conformación de los sistemas educativos como resultado de
la estructuración de los Estados nacionales.
La llamada profesión docente constituye, sin lugar a dudas, una de las actividades que ha
invitado al estudio y a la reflexión en la historia del pensamiento occidental. No importa
cuáles sean las denominaciones con las que se ha definido esta práctica: maestro, profesor,
enseñante o docente; existe una amplia evidencia del interés por analizar dicha práctica aun
antes de que se conformara el sistema educativo del Estado nacional. Así, griegos y romanos,
o bien los padres de la Iglesia, de San Agustín a Tomás de Aquino1, dejaron diversas
reflexiones sobre el maestro. Estos dos últimos autores sostuvieron una cosmovisión de la
docencia como apostolado, proyectando una identidad profesional cercana a una tipificación
de «prototipos de hombres» —modelo ideal— que de alguna forma aún tiene cierta
repercusión en nuestros días.
Tengamos presente que la actividad docente, tal como la conocemos, sólo se conformó en
cuanto se fue estructurando el sistema educativo. Ciertamente los didactas de la Reforma y
de la Contrarreforma, fundamentalmente a partir de Comenio, establecieron una discusión
sobre la función del docente, la cual se encuentra vinculada a una ética religiosa como
orientación global de esa práctica. A la vez, con ellos se inició un modelo de actuar apoyado
en técnicas de trabajo en el aula2. Sólo la conformación de los sistemas educativos, como
resultado de la integración de los Estados nacionales, creará condiciones para la estructura de
la actividad docente que conocemos. Esto es, un sujeto que recibe un contrato para realizar la
tarea de enseñar, que recibe una preparación formal para ello.
A mediados del siglo xix se empezó a producir un tránsito de la visión religiosa a una
perspectiva profesional. La función docente que hoy conocemos, sobre todo a nivel básico,
se ha convertido en una actividad fundamental para el Estado, responsable del
funcionamiento del sistema educativo, y para un número considerable de sujetos —cerca de
25 millones en el planeta dedicados a la educación básica, de los cuales 5,1 millones se
desempeñan en América Latina3— que cuentan con un contrato laboral y obtienen una
identidad profesional, esto es, en términos genéricos, son profesores.
FINES Y OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN
La educación va más allá de adquirir o reforzar los conocimientos, puesto que también se
trata de un proceso cultural que nos permite comprender mejor nuestro contexto.
En este sentido, la educación abarca diferentes ejes transversales como la cultura, los
valores, el desarrollo cognitivo y la integración social.
El objetivo de la educación es el desarrollo general de los individuos a fin de que puedan
desenvolverse en la sociedad, generar pensamientos críticos, proponer ideas o proyectos en
función del bienestar común y de sociedades más justas y equilibradas.
 Desarrollar las habilidades cognitivas, intelectuales y físicas de las personas.
 Propiciar el pensamiento crítico.
 Evaluar la compresión de los contenidos impartidos.
 Formar seres humanos libres de pensamiento y opinión.
 Fundamentar los valores éticos, morales, intelectuales, sociales, culturales, humanos,
entre otros.
 Afianzar sociedades justas y equilibradas en las que se respeten la diversidad en
general.
 Preservar las expresiones y tradiciones culturales, así como la historia.
 Incentivar el continuo desarrollo científico- tecnológico y las investigaciones en
diversas áreas.
 Formar profesionales en diferentes áreas del desarrollo humano.

LOS ACTORES DEL PROCESO EDUCATIVO. EDUCANDO, EDUCADORES


El acto educativo tiene dos actores:
El docente, maestro o educador, el alumno o educando. No se puede llegar a un acto
educativo si alguno de los actores antes mencionados faltara.
El profesor es el orientador de la enseñanza, a través de sus estímulos ara que el alumno
cumpla el proceso del aprendizaje; Para eso es necesario que el profesor entienda a sus
alumnos, debe estimular a sus alumnos de forma adecuada, es por eso que el profesor es
indispensable por su calidad de orientador para la formación de los alumnos.
El profesor debe contar con una vocación de enseñanza, debe poseer de capacidad psicología
y capacidad psicotécnica (destreza para una eficaz comprensión de los hechos individuales
que estudia y la capacidad de aplicación de las técnicas de enseñanza.
El profesor representa una guía o un ejemplo a seguir durante la vida escolar:
En la infancia junto con los padres es un formador
En la adolescencia será ejemplo de valores y aptitudes
Las relaciones entre profesor y alumno son muy importantes para el proceso educativo, por
eso el profesor tendrá excelentes resultados con sus alumnos que estos sabrán aprovecharlos
para su desarrollo, no así un mal profesor que puede hasta arruinar la vida de sus alumnos.
La vocación al magisterio es para aquellos que tienen un interés especial por lo intelectual y
lo social, una auténtica vocación magisterial conlleva a algunos intereses tales como:

 El deseo de encaminar las energías para el beneficio de los alumnos


 Mentalidad para el cambio y la adaptación a nuevas circunstancias
 Capacidad para las relaciones humanas
 Buscar siempre la superación constante para estar al día en los avances de la ciencia y
la técnica
 Visión positiva de la vida
 Fe en sí mismo
 Fe en el poder de la educación
 Estabilidad psicológica, capacidad de tener una aptitud entusiasta a pesar de sus
propios problemas
 Conciencia del alcance de la labor educativa así como las fallan en que puede
perjudicar a las nuevas generaciones

EL EDUCADOR Y SU FORMACION. ETAPAS DE SU FORMACION


La necesidad de la formación del educador es constante. Cuando se piensa que ya no la
necesitamos, hay que pensar en la consecuencia de nuestros errores en los educandos (hijos o
alumnos). Los fracasos de los médicos están en los cementerios, los de los abogados en las
cárceles, pero los de los educadores andan sueltos por ahí.
Partiendo de su propia formación, el educador es formador de caracteres. Según los griegos,
“spermologo” sembrador de ideas. Buenas ideas: buena semilla. La Verdad que germina en
puntos buenos, obras buenas. La falsedad, mala semilla, cosecha de malas obras. En nahualt
el educador se le llama “temachtiam”, que significa formador de rostros (caracteres,
personalidad).
La acción pedagógica no es solo práctica docente sino expresión de una personalidad (la del
educador) con la cual enseña a los alumnos a humanizar su querer. Entre los factores que
influyen en el éxito de la educación, la personalidad del pedagogo ocupa en más alto
porcentaje (entre medios didácticos, edificios, libros, etc.).
La personalidad del educador cuenta en primer lugar con su propia singularidad o
peculiaridad. Su irrepetibilidad es una maravilla de la creación, ya que nadie puede hacer las
cosas a su manera y nadie puede sustituirle en su empeño para mejorarse a sí mismo.
También su propia madurez. La “persona bien educada es una persona madura”. La persona
madura tiene una constante disposición al cambio, a la superación, a la mejora. Se conoce
bien: “así soy yo”, pero a la vez se pregunta como debería ser y el resultado no lo deja al
azar, sino que se propone metas de perfección y establece las acciones (planes) necesarios
para cambiar. Como está dispuesto a su propio cambio, también estará pendiente del
progreso de sus educandos, asegurándose de que saldrán mejores (y no peores de cómo
entraron). La mejora que es el cambio de un estado a otro más perfecto se puede dar aunque
la persona no quiera o no lo sepa, porque siempre está en constante evolución en el tiempo.
El peligro está en que el cambio sea para no mejorar. Por eso hay que motivar para que la
persona con su inteligencia y su voluntad elija libremente sus propios cambios para superarse
en lo afectivo, lo intelectual, lo ético, etc. Así la persona se reorienta, se modifica y se
perfecciona.
Los docentes deben actualizar sus conocimientos y habilidades continuamente para satisfacer
sus necesidades de los alumnos. Los docentes atraviesan una etapa de preparación antes de
comenzar a dar clases en las escuelas ha este efecto se les llama “formación de futuros
docentes”. Cuando los docentes en formación comienzan a dar clase, es común que reciban
cierto apoyo ha esta etapa se les llama “inducción”. Cada uno de los docentes tienen que ser
capacitados para dar dicha informacion. Los docentes que no cuentan con la capacitacion y
deben aprender mientras enseñan en escuelas; a esta situación se le llama “capacitación en el
trabajo”. Esto es un espejo que se refleja en la vida actual del ser humano Las comunidades
de aprendizaje profesional permiten a los docentes brindar apoyo a otros colegas en el
desarrollo de su profesión.El desarrollo profesional de los educadores de docentes también es
esencial. El trabajo principal que desarrolla cada docente tiene que tener una vision diferente.
Gracias a las TICs, los alumnos a menudo se convierten en profesores, mediante procesos de
tutorías entre pares o de tutorías recíprocas.Las TICs brindan numerosas oportunidades para
que esto ocurra, aumentando de este modo la autoestima, la motivación y el compromiso de
los alumnos. Las TICs aumentan el rango de estas oportunidades y permiten acceder a una
gran variedad de materiales de apoyo.el docente también aumenta su desarrollo profesional
al tener la oportunidad de aprender del experto y esto satisface al docente ya que aprende de
sus propios alumnos. Capacitación docente en el campo de las TICs. Es ofrecer cursos
dictados por expertos, en centros regionales y nacionales, donde se puedan adquirir las
habilidades y los conocimientos. Para docentes donde se enseña a manejar ciertas
aplicaciones específicas de software o hardware, son difíciles de aplicar en la práctica ya que
todo esto es por falta de capacitacion. El desarrollo de las TICs en el ámbito educativo para
el siglo XXI. En un proyecto reciente realizado en la Universidad de Virginia, los
educadores de docentes asignaron a los futuros docentes un proyecto en el que debían hacer
un uso innovador de las TICs
2. las TICs a la educación, hicieron menos énfasis en incorporarla también a los programas
de formación docente. Los docentes en las que los alumnos brindan capacitación en TICs a
sus compañeros y profesores, y a su vez, los profesores ayudan a los alumnostutores a
desarrollar sus habilidades ya que de esta manera tiene un trabajo cooperativo. Los padres y
otros miembros de la comunidad pueden también actuar como profesores, tutores y
compañeros de clase con la auyda de cada uno de los integrantes. Formación docente a
través de las TICs Las TICs son, de hecho, una invalorable herramienta de apoyo en el
desarrollo profesional de los docentes. Un modelo de desarrollo profesional a través de
experiencias de aprendizaje activas con hablantes nativos de inglés. Cuando las TICs se
introducen por primera vez en una comunidad, es probable que persigan múltiples objetivos,
expandiendo nuestra forma de concebir la educación. La escuela es un centro para servicios
de TICs tanto en el ámbito local como mundial.A pesar de que los docentes no fueron los
líderes de esta iniciativa, aprendieron a adoptar las TICs y a incorporarlas al plan de estudios.
Reconocen el valor de la tecnología para mejorar las oportunidades laborales. La tecnología
estaba orientada principalmente al aprendizaje y la enseñanza. La situación puede mejorar
aún más,a medida que se produzcan avances en la tecnología disponible y se incrementen los
recursos de enseñanza. Los materiales necesitarían ser adaptados para cubrir las necesidades
culturales, contextuales y del sistema educativo.

EL EDUCANDO
Educando es aquel que está en proceso de educarse, entendiendo por educar, “conducir”.
Educando es el gerundio del verbo educar, y es quien gracias a una guía dada por quien tiene
mayor saber y experiencia, el educador, logra que su potencialidad creativa y sus
condiciones físicas, intelectuales y artísticas se desarrollen en la máxima expresión posible,
de acuerdo a las capacidades individuales.
La relación entre educando y educador es asimétrica (el alumno debe obedecer la autoridad
del educador y realizar las tareas asignadas) pero se retroalimenta (el educador o docente
debe respetar al alumno en su dignidad y derechos, escucharlo, motivarlo, explicarle sus
dudas) siendo el primero en la actual concepción de la educación escolar, el protagonista del
proceso educativo que necesita de estos dos sujetos, y de un contenido teórico o práctico que
constituye el objeto a aprehender.
En la enseñanza tradicional el rol del educando era receptivo y pasivo, siendo la figura
central la del educador. El rol del actual educando es activo y crítico, y el educador es el
agente exterior que le sirve de guía, modelo y consejo, para que el educando pueda integrarse
a la sociedad en que vive apropiándose de los conocimientos que forman el legado cultural
de la misma, en cuanto a su historia, su lengua, su ciencia, su arte, sus valores; y cuidando su
cuerpo mediante la práctica de la educación física.
Si bien es en los centros formales de enseñanza en cualquiera de sus niveles (inicial
primario, secundario, terciario y universitario) donde se usa preferentemente el término
educando, como sinónimo de alumno o estudiante, no estaría mal empleado para nombrar a
otros tipos de educación no formal, pues el niño que es educado por sus padres, el creyente
que es educado por su confesor, etcétera, también pueden en sentido amplio, llamarse
educandos.
Bibliografía

https://www.aciprensa.com/amp/recursos/la-formacion-del-educador-425

https://es.slideshare.net/alh86

https://www.google.com/amp/s/www.todamateria.com/que-es-educacion/amp/

https://lamenteesmaravillosa.com/que-relacion-existe-entre-la-educacion-y-las-ideas-
politicas/

https://deconceptos.com/ciencias-sociales/educando

https://concepto.de/pilares-de-la-educacion/

https://definicion.de/politica-educativa/

https://m.monografias.com/trabajos67/filosofia-educacion/filosofia-educacion2.shtml

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