Está en la página 1de 3

1.1 ¿Qué es el aprendizaje?

A lo largo del ciclo vital y en forma permanente necesitamos satisfacer necesidades,


adquirir herramientas prácticas, de conocimiento, de comunicación y de acción para
la interacción social y adecuarnos a las circunstancias cambiantes, individuales y del
contexto social. El aprendizaje es indisoluble de la necesidad de adaptación, ajuste e
intercambios con el mundo. Pero esta adaptación no es pasiva sino activa. Las
personas necesitamos aprender para incorporarnos y participar en la vida
social; realizándolo de manera creativa,
incluyendo y expresando características y modalidades personales,
afectivas, cognitivas y de acción. Se entiende por aprendizaje a un proceso
psicológico complejo que involucra las siguientes dimensiones cognitiva,
subjetiva, psicosocial entre otras del sujeto humano. Desde el punto de vista
cognitivo, el aprendizaje consiste en un proceso de cambio en nuestros conocimientos
más que de la adquisición de conocimientos totalmente nuevos. El cambio en los
conocimientos se produce paulatinamente y en forma solo parcialmente consciente. Para
que se active el proceso cognitivo, el aprendizaje requiere de una disposición
emocional relacionada con los sentimientos y emociones que cada situación
de aprendizaje despierta en la persona. En un lenguaje muy sencillo podríamos decir
que, para poder aprender, tenemos que sentir confianza y seguridad, y estar a gusto “en
situación de aprendizaje”

El proceso cognitivo y la disposición emocional depende tanto de factores


internos como del contexto en que ocurre el aprendizaje. Para poder aprender y
establecer una relación positiva con el objeto de conocimiento, las personas necesitamos
que el ambiente sea emocionalmente confiable y cognitivamente estimulante. Esto
significa considerar el contexto como una variable interna del proceso de aprendizaje: las
estrategias didácticas, el clima del aula, las normas de la escuela, las relaciones
interpersonales, el curriculum oculto, entre otros factores, pasan a ser considerados no
como aspectos externos, sino como dimensiones que intervienen positiva o
negativamente en el aprendizaje.

El aprendizaje se mueve en un continuo entre los procesos individuales y sociales; aunque


implica un resultado individual, su desarrollo requiere siempre de una mediación social
activa, sea de la influencia del adulto, de un profesor, de la interacción con otros, o en el
intercambio social y con las herramientas culturales. La mediación social y cultural es,
entonces, una condición crítica para facilitar el aprendizaje individual.

La reflexión acerca del aprendizaje es necesaria para quienes busquen orientar y


conducir los procesos de enseñanza, de modo de poder potenciarlo o facilitarlo
1.2 El aprendizaje requiere esfuerzo, niveles y tiempo de aprendizaje.

Una tendencia muy marcada en la literatura pedagógica -que debiera ser revisada-
presenta el aprendizaje como un proceso feliz. Tal vez con la saludable intención de
mejorar la enseñanza, de fortalecer las relaciones positivas entre quienes enseñan y
quienes aprenden, así como de desterrar los vínculos autoritarios en ciertos contextos, se
ha enfatizado la concepción del aprendizaje como un proceso agradable y hasta una visión
casi idílica del acto de aprender.

Sin duda, el aprendizaje permite y facilita el desarrollo personal a lo largo de la vida, la


integración al medio y la mejora social.

Pero es importante reconocer que aprender no es una tarea fácil,


requiere de ciertos esfuerzos y que muchas veces implica
abandonar comportamientos previos (la tranquilidad y la satisfacción con lo
conocido) para quienes aprenden. Aprender significa beneficiarse o ganar algo pero,
también, representa un trabajo y, en cierta forma, perder algo.

Comprender esta realidad puede ayudar a entender las denominadas "resistencias" a


aprender, que muchas veces son enunciadas por quienes enseñan.

1.2.1 Niveles intensidad y complejidad de aprendizaje.

El abanico de aprendizajes es sumamente amplio, desde la formación de hábitos y


adquisición de conocimientos y habilidades simples, hasta aprendizajes para resolver
problemas complejos, entre otros.

• Aprendizajes de baja intensidad, en los que no se requiere mayor comprensión, como


la adquisición de hábitos y rutinas,
los aprendizajes por ensayo y error asistemático (por azar), la adquisición de
conocimientos o habilidades apoyados en la memoria o por la ejercitación simple, sin que
medie la reflexión sobre lo que se aprende. Quienes aprenden acoplan sus
comportamientos a las prácticas del grupo o a las expectativas de quien enseña, con escaso
esfuerzo intelectual.

• Aprendizajes de intensidad media, en los que se requiere la comprensión de


significados que se aprenden y el desarrollo de habilidades para aplicarlos en distintas
situaciones dentro del ambiente de aprendizaje (por ejemplo, ejercicios en el aula),
sin necesariamente justificar su valor. Estos aprendizajes requieren mayor esfuerzo
cognitivo que los anteriores, pero sus logros contribuyen a desarrollar mayor autoestima
personal y reconocimiento en el grupo.
• Aprendizajes de alta intensidad, en los que se requiere el análisis reflexivo, la
generación de hipótesis, la identificación de distinta y alternativas de acción posibles, la
toma de decisión o la elaboración de soluciones, incluyendo cuestiones de valoración o
compromiso ético. Estos aprendizajes implican el mayor esfuerzo, no sólo intelectual sino
también por enfrentar dilemas

1.3 Teorías de aprendizaje

Una teoría del aprendizaje es un constructo que explica y predice como aprende el ser
humano, sintetizando el conocimiento elaborado por diferentes autores. Es así como todas
las teorías, desde una perspectiva general, contribuyen al conocimiento y proporcionan
fundamentos explicativos desde diferentes enfoques, y en distintos aspectos. Sin embargo
es necesario hacer la distinción entre teorías del aprendizaje y teorías de la didáctica, de
la educación. Hay autores que han incursionado en ambos terrenos,

Se podría considerar que no existe una teoría que contenga todo el conocimiento
acumulado para explicar el aprendizaje. Todas consisten en aproximaciones incompletas,
limitadas, de representaciones de los fenómenos. Con ello es posible entender que
analizando el escenario educativo se puede accionar aplicando conceptos de una y de
otra teoría dependiendo de las situaciones y los propósitos perseguidos.

Conocer las interpretaciones del aprendizaje es el centro de motivación de la presente


cátedra. Más adelante quedará demostrado que no existe un único concepto de
aprendizaje. Cada teoría, cada autor, considera al aprendizaje de diferente forma y lo
explica con diferentes conceptos. Para unos será un cambio de conducta o de
comportamiento; para otros será una nueva forma de adaptarse; otros, en fin, lo explican
como una vivencia personal, interna.

También podría gustarte