PRÁCTICA 3 – ÁLVARO MUÑOZ CRUZ

1. La contraposición entre “constructivo” y “descriptivo”.

Robles trata la diferencia entre lo constructivo y lo descriptivo. Lo descriptivo lo define como aquello que explica las
características de algo o el elemento en si mismo. Mientras que lo constructivo tiene como objetivo crear una nueva
realidad.

Al trasladar estos conceptos al mundo del derecho, Robles afirma que el derecho y las normas no son descriptivos,
sino constructivos. Defiende que las leyes no son descriptivas porque los textos no se pueden describir porque sería
simplemente la lectura de estos. Por el contrario, los textos jurídicos son constructivos porque son el punto de
partida para crear y editar lo que entendemos por derecho. Es decir, el texto jurídico construye el sistema, no lo
describe.

2. ¿Qué quiere decir que la dogmática jurídica no repite los contenidos de los preceptos que da el legislador?

Para entender esta afirmación primero tenemos que aclarar diferentes conceptos. En primer lugar, el legislador es
el que se encarga de elaborar las normas que forman parte del ordenamiento, que es un conjunto desorganizado y
sin control que recoge todas las normas escritas. Y una vez que el ordenamiento esta creado, la dogmática jurídica
se encarga de establecer un orden dentro de este ordenamiento dando lugar al sistema. Además de ordenar los
diferentes elementos del ordenamiento, el sistema y la dogmática jurídica introducen las interpretaciones
necesarias para el correcto entendimiento del sistema.

En conclusión, la dogmática jurídica no parte de la repetición de los contenidos del ordenamiento; sino que se
encarga de la interpretación de los preceptos del legislador para llegar hasta el sistema.

3. Desarrolla la idea de “lo dado de antemano”

Esta idea viene del positivismo normalista. Establece que el Derecho viene dado por los legisladores y las
autoridades, y este debe ser inamovible. Desde este punto de vista, la dogmática jurídica no debe tratar de
interpretar o entrar en valoraciones a cerca de las normas; puesto que están son creadas por los legisladores.

4. ¿Por qué toda interpretación supone una valoración?

Interpretar un texto trae consigo una valoración propia del mismo. Al tratar de interpretar un texto, nos
encontramos con la tarea de escoger las diferentes interpretaciones posibles. Aquí ya encontramos la primera razón
por la cual la valoración del legislador implica que este elija cuál de todas las interpretaciones es la más correcta
desde el punto de vista personal.

5. ¿En qué se diferencian el positivismo legalista y el normativista? Y ¿Cómo contemplan ambas corrientes la
tarea de la ciencia del Derecho?

Ambos términos tienen gran relación, ambos forman parte de la teoría positivista basadas en la descripción del
Derecho y las normas. Es decir, el legislador no debe incluir valoraciones personales sino limitarse a describir las
realidades.

No obstante, existe una sutil diferencia entre los términos relativa a los conceptos asociados al Derecho. Mientras
que el positivismo legalista identifica el derecho como ley; el positivismo normalista incluye dentro de este todas las
normas en un sentido más amplio.