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Sitges, A.-Adarme, S.-León, J.

“El método de la teología desde


la perspectiva de Bernard Lonergan”, en: AAVV.
16 INTERDISCIPLINAIUEDAD Y'lllOLOOfA
Interdisciplinariedad y teología. Pontificia Universidad
Javeriana, Bogotá 2001, p. 16-20

1.4. El método de la teología desde la perspectiva de Bemard Lonergan

Ana María Sitges


Sergio Adarme
Jesús León (Coordinador)

El conocimiento es un proceso dialéctico entre el sujeto que conoce y el


objeto que es conocido, pero por su complejidad este proceso no puede ser
comprendido a partir de la separación sujeto-objeto. Atendiendo a esta com-
plejidad, Bemard Lonergan propone que el proceso sea estudiado a partir
de la estructura dinámica de la conciencia intencional.

Desde esta perspectiva, el teólogo, como cualquier otro científico, se ve


obligado a reflex.ionar sobre los presupuestos epistemológicos que le per-
miten construir su conocimiento.

Reflex.ionar acerca de determinado método de.conocimiento es, en par-


te, alcanzar el objeto del conocimiento, pues cuando un científico, por ejem-
plo, en su laboratorio diseña un método para conocer la realidad ya está
alcanzando el objeto dé su conocimiento en lo que tiene que ver con sus
planteamientos, la formulación del problema, los objetivos, las hipótesis y
las variables a partir de las cuales construye esa realidad.

En este sentido el.teólogo debe ser consciente de que el método por medio
del cual conoce la realidad es parte de su objeto de conocimiento, pero tam-
bién debe saber que como se trata de un proceso dialéctico este objeto puede
modificar el método de conocimiento que está siendo empleado.

La conciencia iotencional es una estructura dinámica que permite alteQ-


logo contemplarse como sujeto que conoce en medio del mismo· proceso
que estudia y por medio del cual construye la realidad.

La conciencia intencional, permite establecer varios niveles en el proce-


so de conocimiento. A partir de la conciencia intencional el teólogo se per-
cata de que este sujeto que conoce también está capacitado para actuar
moralmente10 , pues ios niveles de conocimiento son: el empírico, el inte-
lectual, el racional y el responsable.

'º Cfr. WNEROAN, Bcmard. El mitodo en úologia. Salamanca: S!gucme, 1988, p. I O.

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1. INlllllDISCIPUNARIEDAD, EPISTBMOLOOIA YTEOLOOIA 17

El nivel empírico consiste en recibir los datos de los sentidos y de la


conciencia. Este nivel está referido a las sensaciones, percepciones, ideas,
sentimientos, lenguaje y movimientos. En esta fase del conocimiento el
teólogo recoge los datos que necesita para hacer teología y responde a las
cuestiones ¿qué es esto? y ¿qué significa?

El segundo nivel es el intelectual y en él se comprenden los términos,


sus relaciones y se interpreta su significado. Este nivel comprende la ex-
presión de lo entendido, es decir, la manera de interpretar una serie de datos
para comunicar significaciones vividas y transmitidas por el espíritu huma-
no. Las cuestiones a las que se responde aquí son: ¿qué? ¿cómo? ¿para
qué? y ¿con qué frecuencia?

En el tercer nivel, el nivel racional, se afirma razonablemente por qué


una cosa es así con respecto a su existencia. Igualmente se formulan juicios
sobre la verdad o la falsedad de un hecho. La pregunta relevante en este
nivel es ¿esto es así o no? Este es el nivel en que se puede alcanzar la
objetividad del conocimiento.

El cuarto nivel es el nivel responsable, en el que se reconoce el sentido de


buscar una posible deliberación orientada a tomar decisiones. Las preguntas
que se tratan aquí son: ¿qué haré? ¿es bueno?¿ vale la pena?11 • Estas cuestio-
nes no sólo sirven al sujeto para deliberar, sino para elegir cosas concretas, de
tal modo que queda habilitado para actuar correctamente.

El pensamiento de Lonergan permite abrir un espacio metodológico y


sistemático para tratar de conocer la realidad humana por medio de los acon-
·tecimientos históricos. Esto peimite hacer una hermenéutica teológica de la
realidad en que Ja historia humana es leída como historia de salvación.

Un método científico de trabajo no se agota en el orden de actividades


dispuesto por el investigador, sino abarca también la orientación teleológica
de su trabajo.

Sin embargo, dice Lonergan, una orientación adecuada en la investiga-


ción implica que el método clarifique Jos presupuestos y las características
que permitan encontrar las relaciones que hay entre el objeto sobre el cual
se investiga y el mismo proceso investigativo.

11 lbid .• p.16-17.

Copynghtcd materia
18 IN!l!RDJSCIPUNARIEDAD y TEOLOGIA

Lonergan describe el método como "un esquema normativo de opera-


ciones recurrentes y relacionadas entre sí que producen resultados
acumulativos y progresivos"12 • Según este pensador, hay método en la
medida en que se den a conocer las operaciones intencionales y conscien-
tes, es decir la conciencia intencional, que se relacionan conformando un
esquema sobre el conocimiento de Ja realidad.

Por otra parte, Lonergan señala la necesidad de un método transcendental


que permita aJ sujeto alcanzar un -grado superior de conciencia objeti vándola.
Esta objetivación puede hacerse mediante operaciones y procesos
intencionales.

Como detrás de cualquier método que se establezca para las ciencias


debe existir un método transcendental, es evidente que se abren enormes
posibilidades para la teología en lo que se refiere a la interdisciplinariedad,
pues Lonergan explica que los objetos de la teología no suelen encontrarse

por fuera del método transcendental, que es un campo de naturaleza
antropológica13 •

Este método, como conjunto de operaciones relacionadas entre sí, sus-


ceptibles de ser.reproducidas y que avanzan de manera acumulativa hacia
una meta ideal, permite también a la teología alcanzar un elevado grado de
especialización, que hace de ella "una serie de conjuntos interdependien-
tes"14 , que se pueden agrupar en dos fases.

Cada una de estas fases tiene cuatro especializaciones funcionales y cada


especialización funcional está relacionada con un nivel particular de la
conciencia intencional15, y de manera interdependiente con Jos otros tres
niveles.

Así se ilustra en el siguiente esquema.

"
"
lbid.• p. 12.
!bid., p. 30.
~
..
"
!bid., p. 124.
lbid., p. 133.
1
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J. INTERDISCIPLINARIEDAD. EPISTEMOLOGÍA Y TEOLOGÍA 19

. Figura 1: Especializaciones funcionales de un método en teología

PRIMERA fASE: ASIMILACIÓN DEL PASADO

l .INVllSTIGAC\ÓN 2. INTERPRET,\CIÓN 3. HISTORIA J. DIALÉCTICA

EXPERIMENTAR C.NTENDER JUZGAR DECIDIR

SEGUNDA FASE; AFRONTAMll!NTO DEI. FUTURO A LA LUZ DEL !'ASADO

5. EXPUCífACIÓN DE 6. 1'1.TAULl!CIMIEN10 7. SISTEMATIZACIÓN 8.COMUNICACIÓN


LOS FUNDAMENTOS DELAS DOCTRINAS
DECIDIR JUZGAR E.'flCN [)ER EXPERIMENTAR

Primera fase: A esta fase se le conoce como teología mediadora en


cuanto se asume el pasado en relación con la experiencia religiosa. En esta
fase la labor parte de la revelación de Dios en la tradición y la Escritura. En
primer lugar se encuentra la investigación de los datos necesarios para la
teología (experimentar). El segundo elemento se refiere a la interpretación
en que se busca la comprensión de la significación (entender). El tercer
momento corresponde a la historia en que se emiten los juicios y se elabo-
ran las narraciones (juzgar). El cuarto elemento es el de la dialéctica que
busca explicar los diferentes conflictos que repercuten en los valores, los
hechos, las significaciones y las experiencias (decidir)16 •

Estas cuatro primeras especializaciones funcionales se especifican des-


de una experiencia religiosa. Se trata de una primera instancia, referida al
acontecimiento religioso que todavía no es propiamente teológico. Esta
primera fase no se integra en forma explícita a la teología, sino cuando la
misma teología comienza a reflexionar sobre la primera fase y sus funda-
mentos".

Segunda fase: Esta fase, propiamente teológica, se caracteriza por ser


una fase mediada en cuanto se afronta el futuro desde la tradición, la Pala-
bra revelada y los retos que deben ser asumidos .

.. lbid .. p.1 33.


" lbid., p.1 34.

Cownghl m::ilcria
20 INTERDISCJPUNARIEDAD Y 'JCOLOGIA

Esta elaboración de una teología que actualiza el futuro y se adapta a las


diferentes épocas de la historia del hombre tiene un orden inverso con res-
pecto a los cuatro niveles de la fase anterior.

En primer lugar aparece la explicitación de los fundamentos, que busca


la objetivación de la vida cristiana a través de la conversión intelectual,
moral y religiosa para que se cié la transformación del sujeto y de su mun-
do. Esto implica la autenticidad como horizonte dentro del cual se apren-
den las doctrinas (decidir). En un segundo momento se establecen las doc-
trinas. Su definición se concibe desde la dialéctica, su dinámica desde la
historia y sus bases se especifican desde la interpretación de los datos de la
misma teología (juzgar).

El tercer elemento es la sistematización para eliminar las contradiccio-


nes que suelen aparecer en determinadas comunidades con el fin de colo-
carse a la altura de la época en que se está viviendo (entender). El cuarto
momento se explica mediante la comunicación en que se da una vincula-
ción especial entre la teología y las otras actividades de la vida. Este último
elemento se interesa por seflalar los diferentes oficios o labores que tiene el
teólogo y cómo tales labores se integran armónicamente con otros oficios o
tareas (experimentar).

La división de esta segunda fase de acuerdo con las especializaciones


funcionales permite establecer las diferentes especialidades del conocimiento
teológico: La Explicitación de los Fundamentos (Teología Fundamental),
el Establecimiento de las Doctrinas (Teología Dogmática), la Sistematiza-
ción (Teología Especulativa) y la Comunicación (Teología Pastoral).

El proceso metodológico de la teología permite la integración .e


interacción con las ciencias sociales, además posibilita al teólogo insertar-
se en un proceso continuo con su comunidad y forjar nuevos horizontes en
su historia.

Por consiguiente, podemos concluir que hay aquí un tipo de "unidad diná-
mica de la teología" 18 , que se encuentra sistemáticamente organizada en for- ·
ma interdependiente. Cada una de las ocho especializaciones funcionales del
método teológico se encuentra armónicamente articulada con las demás.

" lbid.• p.142

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