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PAPEL DE TRABAJO
1
¿TRIANGULACIÓN DE PARADIGMAS?
Paradigmas de Investigación:
Concepciones básicas
“... Nos hallamos en los preliminares de la construcción de
un paradigma de complejidad, que es necesario en sí mismo para la constitución de
una paradigmatología, y no se trata de la tarea individual de un pensador, sino de
la obra histórica de una convergencia de pensamientos...”
1. CONCEPTUALIZACIÓN DE PARADIGMA
En el presente siglo se evidencia una aguda crisis en la educación en todos los niveles y
fundamentalmente en la educación superior; la crisis de la educación superior es, entonces, una
crisis de cambio, de revisión a fondo de sus propósitos, de sus misiones, de su quehacer, de su
organización y métodos de trabajo. Al respecto, Rivas B. (1998) expresa que estamos en medio
de un gran cambio de paradigma; parece ser que el paradigma tradicional que ha dominado en los
últimos años la teoría y la praxis educativa ha agotado su potencia y necesita de una nueva
concepción.
El concepto de paradigma según Kuhn (1962) en su célebre obra, “The estructure of scientific
revolutions” admite pluralidad de significados y diferentes usos: “Es una red de creencias
teóricas y metodológicas, valores, ideas, técnicas y procedimientos compartidos por una
comunidad científica para solucionar problemas”.
Par evitar confusiones, partiremos de la idea más general de paradigma, y más concretamente
“paradigma de investigación”, como el conjunto de normas y creencias básicas que sirven de guía
a la investigación.
Por su parte Guba (1990) plantea que los paradigmas son sistemas de creencias básicas de
acuerdo a una postura ontológica, su enfoque epistemológico y su estrategia metodológica. Según
este esquema, podemos hablar de creencias básicas de tres paradigmas: positivista, interpretativo
y socio-crítico.
Ante la posición del positivismo, surge otro paradigma alterno, el denominado también
paradigma cualitativo, fenomenológico, naturalista, humanista o etnográfico, que según Guba
(1990) es una versión modificada del positivismo. Estos nuevos planteamientos proceden
fundamentalmente de la antropología, la etnografía, el interaccionismo simbólico entre otros. El
paradigma interpretativo sostiene una postura ontológica más flexible al aceptar que la
imperfección de los sensorios y el intelecto humano no permiten percibir y conocer el mundo y
sus causas tal como están ahí afuera Rivas B. (1998). La realidad existe, pero no puede ser
totalmente conocida, esta es manejada por leyes universales que no pueden ser totalmente
aprehendidas. Para este paradigma, la realidad es holística, global y polifacética, nunca es estática
ni tampoco es una realidad que nos viene dada, sino que se crea. Kemmis (1988).
La metodología puede mejorarse realizando los estudios en sus contextos y sitios originales,
introduciendo métodos cualitativos, y manejando estilos de derivación de teoría subyacente y por
descubrimiento.
En este sentido, Martínez (1999) afirma que la elección que se haga de un enfoque
epistemológico y metodológico, muy especialmente en los problemas humanos, determina
también los tipos de situaciones problemáticas que se desea explorar, las técnicas que se usarán
en la investigación, las teorías que se construyan y los resultados que permitan la calidad de vida
de las personas.
PONENCIA UPEL-IPC
Resumen
1. Generalidades
Si bien es cierto que una de las corrientes epistemológicas más fuertes durante el siglo
veinte sobre la cual se sustentó la producción de conocimientos no sólo en el sector educativo
sino empresarial fue el positivismo y el neopositivismo, sustentado entre otras cosas en una visión
parcelada de la realidad y en la utilización de una metodología única e imparcial, mediada por la
utilización de instrumentos de alta precisión para la medición causal de variables y la recolección
de datos sobre fenómenos observables y la posibilidad de generalizar los resultados por la
representatividad de la muestra; estas posiciones han encontrado su contraparte en la aparición de
nuevos paradigmas que conciben a la realidad desde una perspectiva distinta y asignan al
investigador, los métodos de recolección de datos y la construcción teórica nuevas alternativas
para su conceptualización y desarrollo.
Un aspecto importante que debe destacarse, es la finalidad que pretende lograrse con los
resultados de la investigación, es decir, la utilidad que se espera dar a sus resultados, pues esta
constituye a su vez un elemento determinante en la selección de una metodología particular. En
los actuales momentos es frecuente observar, como diversos autores hablan de forma
indiscriminada sobre la fusión de paradigmas epistemológicos, mediante la utilización de
En los actuales momentos es frecuente observar, como diversos autores hablan de forma
indiscriminada sobre la fusión de paradigmas epistemológicos, mediante la utilización de
enfoques cualitativos y cuantitativos simultáneos para el abordaje de una misma realidad. En este
sentido debe tenerse claro que la fusión de dichos paradigmas desde el punto de vista teórico es
imposible sin que estos se desvirtúen por la pérdida de su naturaleza propia y sus elementos
definitorios. En todo caso lo que puede hacerse, es hablar de abordajes mediante metodologías
diferenciales de una misma realidad, lo que no significa hablar de la eclecticidad de los
paradigmas.
4. A manera de conclusión
Aunque en el devenir del quehacer investigativo del hombre se han generado diferentes
posiciones epistemológicas destinadas a justificar la aplicación de diversas metodologías para el
abordaje de la realidad y la producción de conocimientos, en los actuales momentos, muchas de
esta posiciones que a mediados e incluso finales del siglo pasado, ocupaban un lugar de honor
como es el caso del positivismo y el neopositivismo como corrientes epistemológicas para generar
conocimientos; se han visto desplazadas por la aparición de nuevos paradigmas dirigidos a
favorecer la producción de un conocimiento más humanizado y adaptado, a las exigencias sociales
y valorativas inherentes al hombre y para el hombre, capaz de contribuir de una manera real y
efectiva al mejoramiento de su calidad de vida mediante la satisfacción de sus necesidades
básicas. Tal situación no justifica la eliminación de metodologías de corte positivista, pues las
mismas continúan igualmente vigentes, sólo que su utilización dependerá, en todo caso, del objeto
de estudio y de la finalidad que se pretenda dar a los resultados que se obtengan. Es por ello que
como corolario de la presente reflexión debe tenerse en cuenta que no existen posiciones
epistemológicas mejores o peores, sino que, en todo caso, su calificación vendrá dada por el
problema que pretenda abordarse y la utilización que de los resultados se haga y por su puesto de
la utilización de la metodología que realice el investigador.