Está en la página 1de 19

Transversalizar la ESI desde los cuerpos:

revisitar experiencias de enseñanza y aprendizaje


en la escuela secundaria
Módulo 4. Tecnologías biopolíticas de los cuerpos: ¿cómo
se construyen nuestros cuerpos, sexualidades y placeres?

Introducción
Les damos la bienvenida al módulo 4.
En los encuentros anteriores estuvimos reflexionando sobre la construcción del cuerpo
moderno occidental, la invención de la diferencia sexual para organizar, esquematizar y leer
nuestras corporalidades, y nos aproximamos al proceso de descolonización de nuestras
miradas sobre el cuerpo a partir de experiencias corporales de Latinoamérica y la Argentina
contemporánea.
En esta oportunidad, la invitación será a tomar contacto con distintas tecnologías
(bio)políticas que intervienen los cuerpos: anticoncepción, hormonización, gestación y
menstruación. En este marco, profundizaremos en la sexualidad como ficción somática y nos
detendremos a pensar en cómo el placer es construido por distintos regímenes de biopoder.
Nos aproximaremos a tres de ellos en particular: heterosexismo, capacitismo y gordofobia.
Finalmente, y recorriendo las estelas que dejan estos recorridos, les proponemos, por un lado,
revisitar cómo se han abordado los contenidos cuerpos, sexualidades y placeres en la escuela,
y por otro, compartir algunos tópicos como propuesta para transversalizar estos contenidos en
el Diseño Curricular.

Objetivos
● Analizar distintas tecnologías biopolíticas de producción, regulación e intervención de
los cuerpos: anticoncepción, hormonización, gestación y menstruación.
● Reflexionar sobre regímenes de biopoder que producen el placer: heterosexismo,
capacitismo y gordofobia.
● Problematizar el cuerpo, la sexualidad y el placer en la escuela.
● Ensayar algunas líneas de trabajo para transversalizar las tecnologías (bio)políticas de
los cuerpos y los abordajes respecto a la sexualidad y al placer en la enseñanza de las
distintas áreas y disciplinas.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 1
Contenidos
● Tecnologías (bio)políticas de los cuerpos: anticoncepción, hormonización, gestación y
menstruación.
● Cruces entre cuerpo, placer, el deseo y la sexualidad: tensiones entre las perspectivas
de prevención y cuidado en la ESI.
● ESI: transversalizar “cuerpo, sexualidad y placer” en el Diseño Curricular de la
Educación Secundaria.

Estos itinerarios proponen tres recorridos posibles, para pensar y problematizar los cuerpos,
previo a la lectura del módulo. Pueden verlos en cualquier orden. Cada uno de ellos parte de
una pregunta, que sugerimos tener siempre presente (antes, durante y después del recorrido).
Registren todos los sentires y pensares que interpelen a sus cuerpos.
Invitamos a elegir su propia aventura.
¡Esperamos que lo disfruten!

Tecnologías (bio)políticas de los cuerpos: anticoncepción,


hormonización, gestación y menstruación

En el módulo 1 trabajamos sobre la categoría de biopoder a partir de los aportes de Michael


Foucault, entendiendo a esta categoría como un conjunto de tecnologías que tienen como
objeto de intervención la vida biológica de la especie humana.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 2
Pero… ¿qué entendemos por tecnología? Para pensar en este sentido, invitamos a recorrer el
siguiente material:

La tecnología desde una perspectiva foucaultiana

Profundizando en las tecnologías de poder, en sintonía con los contenidos propuestos en


este módulo, estas intervienen en la producción de los sujetos a partir de determinados
hábitos, posiciones, prohibiciones, vestiduras, gestos, tiempos. Se configuran en una
conjunción del saber y del poder sobre el cuerpo.
Estas tecnologías se ocupan de construir saberes respecto a los cuerpos que no solo buscan
comprender su funcionamiento, sino que tienen como objetivo manejarlos: “este saber y este
manejo constituyen lo que se podría llamar la tecnología política del cuerpo” (Castro, 2011,
p. 381).
A continuación les proponemos un recorrido por distintas tecnologías políticas del cuerpo
involucradas en la producción, reproducción y regulación de las corporalidades. Estas
tecnologías que conceptualizamos como (bio)políticas, se posicionan desde un discurso de la
medicalización para producir saberes/intervenciones sobre los cuerpos.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 3
Medicalización de la sexualidad y la reproducción en los cuerpos

La medicalización es el proceso por medio del cual se transforman en hechos médicos


comprendidos en términos de salud y enfermedad procesos corporales que no necesariamente
requieren de esa intervención. La orientación sexual y su patologización, la menstruación, el
parto y la gestación fueron objetos del proceso de medicalización de la reproducción y la
sexualidad.
Como señala la historiadora Cecilia Rustoyburu en sus investigaciones sobre la medicalización
de la infancia:
En los últimos años ha habido un considerable interés por los dispositivos de control social de la
medicina. El control social médico se define como las formas en que la medicina funciona
(consciente o inconscientemente) para asegurar la adherencia a las normas sociales mediante el
uso de su autoridad para minimizar, eliminar o normalizar el comportamiento desviado.
(Rustoyburu, 2019, p. 14)

Cuerpo, sexualidad y reproducción en el Diseño Curricular de la Educación


Secundaria

En los Diseños Curriculares para la Educación Secundaria (1.o, 2.o y 3.o año), aparecen
referidos para el área de Biología contenidos acerca de las discusiones públicas de la ciencia,
la tecnología y la sociedad. En primer año las y los estudiantes abordan el estudio de los
seres vivos desde una perspectiva sistémica. En segundo año, abordan la perspectiva de la
función de reproducción en los seres vivos, en particular, en el organismo humano, y los
mecanismos de la herencia. En tercer año, desde una mirada más centrada en lo fisiológico,
estudian los mecanismos de intercambio de información, regulación y control en los seres
vivos, incluyendo una introducción a las bases moleculares de la información genética.
También se trabaja desde este espacio curricular las diferentes representaciones del cuerpo
humano a lo largo de la historia. ¿Cómo podemos incorporar la perspectiva de género al
estudio de la medicalización de la sexualidad y la reproducción? ¿Cómo problematizar desde
una mirada tramada en los debates sobre ciencia, sociedad y tecnología del cuerpo
menstrual, del cuerpo gestante o del cuerpo hormonal? ¿Imaginamos estos temas desde
otros bordes disciplinares? ¿Es posible transversalizar estos contenidos en el DC de la
Educación Secundaria?

Cuerpos menstruales
Miremos este corto que fue producido por Walt Disney en el año 1946, realizado con el apoyo
de Kotex (productos para la higiene menstrual). Representa una de las hipótesis de la época
acerca la influencia de la hipófisis en el proceso menstrual.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 4
The Story of Menstruation (1946), una producción de Walt Disney para una reconocida
marca de productos de higiene menstrual.

En el corto encontramos el estereotipo de una niña que interpreta el paso del tiempo y del
ciclo menstrual y los cambios (incluyendo el de humor y de emociones).
Agustina Cepeda (2018) plantea:
… el debate científico sobre el papel de la hipófisis en la inscripción de la diferencia sexual
quedaba expuesto en esta versión del ciclo menstrual. En esos años, el modelo de dos
cuerpos con entidades químicas sexuadas y antagónicas era reemplazado por la idea de un
equilibrio entre numerosos compuestos del metabolismo único de los esteroides. Sin
embargo, a pesar de las controversias en los hallazgos experimentales con hormonoterapia
y del trabajo en los laboratorios y consultorios de endocrinología, ese nuevo modelo no se
alejaba del binarismo sexual y los estrógenos y los andrógenos continuaron siendo leídos
como sexuados. (p. 137)

Este discurso médico definió a la menstruación como parte exclusiva de un desarrollo


hormonal del cuerpo femenino, señalando como patología cualquier alteración del ciclo
menstrual. Desde los inicios del siglo XX encontramos en nuestro país extractos, productos y
medicamentos con hormonas sintéticas que tenían como objetivo “regular el ciclo”, ordenar el
cuerpo menstrual de las mujeres.
El control con hormonas de la menstruación (que vamos a desarrollar en el apartado sobre
anticoncepción hormonal) es una de las aristas del proceso de medicalización de la
menstruación (Gaudillière, 2003).
Queremos recuperar brevemente dos ejes más: en primer lugar, las metáforas sobre el cuerpo
menstrual que propone la antropóloga norteamericana Emily Martin, y en segundo lugar, los

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 5
debates sobre la higiene menstrual y el mercado, que indaga la psicóloga argentina Eugenia
Terzibachi.
Martin (1987) realizó un análisis cultural de la reproducción investigando cómo el discurso
médico representa el cuerpo de la mujer y cómo ellas mismas dialogan, resisten o negocian
con ese imaginario médico. La autora exploró los discursos sobre la menstruación, la
menopausia y el parto. Una de las hipótesis de Martin es que los profesionales médicos desde
fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX leyeron el funcionamiento del cuerpo femenino
asociado al régimen industrial capitalista. Bajo la idea de “cuerpo máquina”, Martin señala que
el cuerpo femenino es entendido como tal y tiene como función primordial producir bebés
saludables. Tanto la menopausia como la menstruación serán leídas bajo el paradigma de la
reproducción como fallas, y por lo tanto intervenidas a través de distintos dispositivos
farmacológicos y culturales. Esta mirada del cuerpo menstrual también sufrió cambios a lo
largo del tiempo: la creación de la categoría en 1931 del SPM (Síndrome Premenstrual) que
sirvió como argumento para que las mujeres fueran inhabilitadas al ejercicio de determinadas
actividades por su “debilidad corporal o su inestabilidad”. Sin embargo, en el contexto de
periodo de entreguerras durante el siglo XX, cuando la mano de obra femenina fue necesaria
para cubrir los puestos de trabajos de quienes estaban en la guerra, el SPM no fue una
dificultad para que esas corporalidades menstruales realizaran trabajos, por ejemplo, fabriles.
Todos estos discursos políticos y económicos fueron legitimados por la ciencia médica
(Rohden, 2003).
Hay un segundo aspecto que presentaremos brevemente: la historia de la femme care, la
higiene menstrual como objeto de debate. Les acercamos un ejemplo.

Entrevista a Eugenia Tarzibachi

En su libro Cosas de mujeres. Menstruación,


género y poder, Eugenia Tarzibachi (2017)
analiza los significados políticos, sociales,
históricos y económicos de la menstruación.
Historiza la constitución de una industria
dedicada a la higiene menstrual y cómo esa
industria impuso un proceso de
medicalización a los cuerpos menstruales
tanto a través de los dispositivos para su gestión y ocultamiento (toallitas/
tampones/toallas) como por la farmacología desplegada para que el cuerpo menstrual sea
un cuerpo “estable”.
Las y los invitamos a ver la siguiente entrevista a la autora.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 6
Les proponemos reflexionar en torno a estas imágenes sobre el free bleeding y la copa
menstrual.

Kiran Gandhi es una chica de 26 años que corrió su primer maratón en


el 2014 y milita por el free bleending (sangrado libre, sin dispositivos
de higiene menstrual).

Pensemos, ¿los discursos sobre la higiene menstrual son parte del


proceso de medicalización de los cuerpos de las mujeres? ¿Las
desigualdades para acceder a estos productos en lugares donde el
tema es aún tabú inhabilitan a las mujeres a disfrutar de su cuerpo y
sus derechos? ¿Las terapias alternativas, el uso de productos
ecológicos para la gestión menstrual cuestionan la medicalización
biopolítica de los cuerpos?

Copa menstrual ecológica


que cuestiona en el mercado
el femme care de las
toallitas y tampones.

Cuerpos hormonales
El determinismo tecnológico es aquel principio explicativo que deposita como motor de las
transformaciones sociales a la tecnología sin agencia de las personas. Durante mucho tiempo
hemos leído sobre “la revolución de la pastilla anticonceptiva” y cómo este dispositivo
tecnológico quebró para siempre el binomio reproducción-sexualidad. La historia de la pastilla
comienza en 1950 (con investigaciones sobre anovulatorios al menos dos décadas antes), y
será en los albores de los años sesenta que la “píldora” se convierta en una tecnología
biomédica disponible en el mercado que permita evitar el embarazo.
La ficción menstrual, la pérdida de sangre cada 20 o 28 días, forma parte de esa tecnología
que en sus primeros ensayos retiraba por completo la menstruación y ponía en cuestión el
estereotipo de corporalidad femenina que menstrúa/fecunda. Con el tiempo, el dispositivo
tecnológico ideó una menstruación ficcional para garantizar la adherencia de las mujeres al
producto. En palabras de Tania Barberousse: “La pastilla anticonceptiva es conceptualizada
como un script o guion de género, es decir, como una tecnología que materializa ciertas
representaciones, valores y prácticas…” (2014, p. 115).

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 7
En la actualidad las discusiones sobre la anticoncepción hormonal (el implante subdérmico, las
pastillas, las inyecciones o los parches) están cruzados por los mandatos de género en los
cuales se inscriben los guiones de estas tecnologías.
El debate sobre la construcción del cuerpo hormonal, la idea de cuerpos regulados por
hormonas sexuadas que sostienen el equilibrio identitario de género, comenzó en 1920,
momento en que los laboratorios no solo descubren qué es una hormona, sino cómo pueden
fabricarla para intervenir en los “desequilibrios” de los cuerpos imperfectos. Es decir, intervenir
sobre la menstruación (inhibirla, regularla, alentarla, suspenderla) y sobre la identidad de
género a través de los procesos de masculinización y feminización (Rustoyburu y Eraso, 2018).
En los módulos 1 y 2 analizamos cómo los cuestionamientos del binarismo sexual encontraron
en las terapias de reconversión una salida biomédica a esos “cuerpos desordenados”. Parte de
estas terapias eran con hormonas, definidas como sexuales, para corregir el comportamiento
corporal inadecuado.
A pesar de ser una tecnología del poder y un script de género, la hormonización fue
resignificada por el colectivo travesti y trans y utilizada en función de sus propias expectativas
corporales. Desde la sanción de la Ley de Identidad de Género (2012), el derecho al
acompañamiento profesional en los tratamientos de hormonización hace que las nuevas
generaciones tengan otro vínculo con su propio cuerpo, con lo que las hormonas producen en
ese cuerpo y con las expectativas sociales acerca del binarismo sexual.

¿Qué dicen las y los adolescentes y jóvenes sobre su cuerpo en el proceso de cambio de
identidad con hormonas? ¿Qué podemos trabajar desde el espacio de la escuela para el
acompañamiento de estos procesos? ¿Podemos discutir el modelo biologicista de la ESI en la
escuela desde los cuestionamientos al
determinismo tecnológico y desde nuevos
relatos sobre lo que la “gente puede con las
hormonas” y no lo que “las hormonas
hacen”? ¿Nos animamos a recuperar la
agencia de las personas frente a la
tecnología?
Las y los invitamos a reflexionar escuchando
las voces de algunos adolescentes trans de
Argentina en el siguiente video.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 8
Cuerpos gestantes
En este último apartado sobre el embarazo y la medicalización del cuerpo gestante
trabajaremos varias dimensiones. El cuerpo gestante es una categoría que se hace presente en
el ámbito de la salud sexual y reproductiva en nuestro país a partir de los cambios promovidos
por la Ley de Identidad de Género: cuerpos que tienen capacidad de gestar
independientemente de su expresión y de su identidad. Por ello, en los proyectos sobre
embarazo e interrupción voluntaria de la gestación, en nuestro país, la noción de cuerpos
gestantes permite problematizar la exclusividad de la mujer como cuerpo involucrado en la
gestación.
La idea del cuerpo gestante también es recuperada en las investigaciones sobre qué
representa un cuerpo embarazado. Retomamos a Elizabeth Imaz (2001) y su propuesta de
pensarlo como un cuerpo fronterizo que se transforma en una metáfora de la maternidad: la
forma en que se vive socialmente el embarazo nos habla del ejercicio que se espera de la
maternidad.
La autora propone tres metáforas sobre el cuerpo embarazado: la primera de ellas es la del
cuerpo fusión, la simbiosis madre-hijo (o gestante e hijo) donde el embrión viene a completar
el cuerpo femenino y el rol materno anclado en el instinto maternal. La segunda metáfora es la
del embarazo como invasión parasitaria, idea esbozada por Simone de Beauvoir, donde la
mujer se siente invadida por la situación del embarazo o por el peligro de poder estar o quedar
embarazada, entendiendo esta condición como la pérdida de la individualidad. La última
metáfora que aborda Imaz es el embarazo como cuerpo escindido: el feto-persona. “Se trata
de la representación del feto como individuo habitante del vientre femenino, distinto de él,
pero, a su vez, a merced del cuerpo materno” (2001, p. 108). La diferencia entre la primera y la
tercera metáfora es que en esta el cuerpo gestante es responsable del feto o del embrión, pero
no sabe qué debe hacer para cuidarle, aquí viene el poder de la tecnología de la puericultura
prenatal a entrenar al cuerpo gestante en los cuidados del “nuevo individuo”. Estas metáforas
sobre cómo es representado el cuerpo embarazado (como es visto) propone analizar las
expectativas sociales sobre la maternidad.
Una de las autoras que inició el campo de investigaciones sobre la historia de las políticas de
maternidad en Argentina fue Marcela Nari. Ella exploró con fuentes históricas médicas cómo
fue en nuestro país la medicalización del embarazo y del parto, el proceso de hospitalización de
las mujeres embarazadas, sus resistencias, los controles médicos prenatales y la puericultura
como saberes de la diferencia sexual.
En este sentido, Nari (2004) analizó cómo la Ciencia Médica, especialmente la ginecología,
construyó un discurso de la maternidad y del cuerpo materno como destino de la biología
entendiendo que la anomalía y la patología en el cuerpo de la mujer debían ser subsanadas
(corregidas) para que pudieran tener hijos o hijas. En el largo proceso de medicalización de la
gestación, Nari plantea que los saberes sobre el cuerpo que las mujeres tenían fueron
expropiados por el saber científico/médico, dejando que el embarazo se transformara en un
hecho sobre el cual “necesitaban” la intervención de expertos, sin comadres ni buenas vecinas.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 9
Imágenes de la campaña #Quenodecidanxvos del Grupo de Estudios
“Familia, Género y Subjetividades (FGS)”.
Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP).

¿Existe una resignificación del parto y del cuerpo gestante? ¿Es posible recuperar esos saberes
que fueron depositados en profesionales para autoreconocer el cuerpo embarazado, la
experiencia de la gestación y del parto?
Las y los invitamos a tomar contacto con una experiencia de parto respetado.

En la maternidad de Moreno Estela de Carlotto, ubicada en la provincia de Buenos Aires,


diseñaron todas sus intervenciones bajo la política del parto respetado. ¿Podríamos incluir
estos relatos y estas aproximaciones sobre los cuerpos gestantes, hormonales y
menstruales en nuestras clases?

En el inicio de esta clase recuperamos a Foucault para pensar las tecnologías como esos
mecanismos que producen modos de intervenir los cuerpos. Otra definición de biopolítica es la
Nikolas Rose (2012), que plantea para el siglo XXI a la molecularización del cuerpo y a la
economía de la vitalidad, como formas de gestión del control de la subjetividad y de la
corporalidad.
Ahora bien, ¿qué pasa con el deseo en estos cuerpos y subjetividades gobernados?

Este es un video realizado sobre Debates


Feministas en el año 2019 sobre Tecnologías de
reproducción asistida y debates feministas.
¿Podemos trabajar estos debates sobre el
cuerpo, la legitimidad, el parentesco y la filiación
en la escuela?

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 10
Heterosexismo, capacitismo y gordofobia: ¿qué cuerpos pueden
desear y ser deseados?
Haciéndonos eco de todo el recorrido realizado hasta el momento, podemos afirmar que en el
moderno arte de gobernar la vida, el cuerpo constituyó un eje central de intervención,
producción, dominación.
Las distintas tecnologías políticas que vimos, enmarcadas en regímenes de biopoder,
construyen saberes para comprender y manipular esos cuerpos.
Una categoría que nos convida Paul Preciado (2014) para pensar estos regímenes de biopoder
es la de sexopolítica, que refiere a la forma dominante de biopolítica que emerge con el
capitalismo disciplinario, donde el sexo, su verdad, su visibilidad, sus formas de
exteriorización, la sexualidad, los modos normales y patológicos del placer, y la raza, su
pureza o su degeneración, son potentes ficciones somáticas que intervienen en el gobierno
de nuestra sociedad, de nuestra vida.

¿Qué entendemos por ficciones somáticas?


Podemos comprender a las ficciones somáticas, en línea con lo que venimos intercambiando,
como aquellas invenciones políticas que producen y significan a los cuerpos. Recordemos el
módulo 2, donde pudimos ver cómo el sexo y su significación desde el paradigma de la
diferencia sexual produjo dos cuerpos: varón y mujer; o pensemos en el módulo 3, donde
vimos cómo la empresa colonial moderna produjo una clasificación social jerárquica de la
población mundial a partir de la categoría “raza”.

Preciado (2014) afirma que el artefacto de mayor éxito gubernamental de la sexopolítica que
se inaugura en el capitalismo disciplinario es el cuerpo heterosexual. La heterosexualidad
implica una territorialización específica de la vagina, el pene, la piel, la boca, las manos y un
régimen del deseo. Podemos comprender a la heterosexualidad como un régimen biopolítico
que establece y legitima qué cuerpos pueden ser deseables y qué cuerpos son expulsados de
la capacidad de desear, amar, erotizarse y erotizar.
En diálogo con este marco de producción biopolítica, encontramos entramado con las
operaciones mencionadas, un régimen capacitista que produce a los cuerpos con cualquier
tipo de discapacidad como indeseables, incapaces de ser amados, irreconocibles, no
sexualizables; cuerpos que “no pueden” tener acceso al ejercicio del placer.
Este régimen construye cuerpos visibles, deseables, sexualizables y dignos de habitar placer.
Mientras que a otros cuerpos, como el de personas con discapacidad, se los infantiliza,
limitando o prohibiendo el placer. También, y como recupera César Galicia, hay una creencia de
que la sexualidad de todas las personas con discapacidad se puede homologar:

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 11
No es lo mismo vivir con el dolor crónico de una discapacidad “invisible”, como la
fibromialgia, que con el de la vulvodinia; no es lo mismo depender de una silla de ruedas
por una lesión en la columna que por una enfermedad neurodegenerativa; no es lo mismo
la sexualidad de una persona con trisomía 21 al de una persona que padeció hipoxia al
momento de nacer, aunque ambas tengan discapacidad cognitiva. Es decir: todas las
personas con discapacidad tendrán necesidades particulares que deberán ser consideradas
según su individualidad y su deseo. (2020, p. 92)

Dejamos la invitación a leer el texto de César Galicia


“Instrucciones para el placer: tener un cuerpo” (2020), que
aborda la sexualidad en personas con discapacidad. Allí se
recomiendan otros artículos interesantes para pensar esta
temática y también la película Yes, we fuck! (2015) de la que fue
tomada esta imagen.

Para finalizar este breve recorrido por distintos regímenes biopolíticos de producción de
corporalidades y placeres, nos aproximaremos a la gordofobia como matriz de opresión que
involucra una multiplicidad de tecnologías biopolíticas que intervienen, modelan, regulan y
recortan nuestros cuerpos.

Les proponemos mirar la siguiente imagen. ¿Qué ven? ¿Qué imaginan que puede ser ese
aparato metálico sujeto a los dientes? ¿Con qué fines se
habrá creado?
Traducción del epígrafe:
“El ‘DentalSlim Diet
Control’ es un dispositivo
intraoral desarrollado por
investigadores de la
Universidad de Otago para
ayudar a combatir la
epidemia mundial de
obesidad”.

Este dispositivo fue creado por un grupo de investigadores de la Universidad de Otago, Nueva
Zelanda. Se coloca en los dientes y se utilizan imanes para sujetar la mandíbula, impidiendo
que las personas abran la boca más de dos centímetros. Esto produce que quienes lo usen solo

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 12
pueden consumir una dieta líquida. ¿Cuál es el objetivo? “Ayudar” a que las personas bajen
“rápidamente” de peso.
Esta es una tecnología entre tantas otras: pastillas, bypass gástrico, fajas reductoras. Se
configura todo un mercado para “combatir” la grasa en el cuerpo.
Como afirma Laura Contrera (2016) en este sistema hetero-capitalista se vive a régimen, se
quiera o no. La presencia o ausencia de grasa construye cuerpos patológicos/indeseables o
normales/deseables.
En este breve recorrido que hemos realizado por distintos regímenes de biopoder y
tecnologías (bio)políticas de construcción de los cuerpos, podemos observar las diversas
violencias que se despliegan sobre nuestros cuerpos.
Los distintos regímenes que trabajamos en los módulos anteriores y en este módulo nos
permiten observar cómo nuestros cuerpos son organizados, diferenciados, esquematizados a
partir del sexo, el género, la raza, la sexualidad, la normalidad corporal, la salud mental o física
(entre otros), produciendo vidas y corporalidades apropiadas e inapropiadas, personas con el
derecho a desear y sentir placer, y otras que no. ¿Cómo fueron excluidos de este sistema del
deseo los cuerpos gordos, negros, marrones, no binarios, discapacitados, lesbianos, gays,
pobres, travesti y trans?
En los intersticios de estos regímenes, se construyen espacios de agencia y desplazamiento,
que configuran y edifican luchas políticas que hacen tambalear los sistemas que nos oprimen.
Resistimos con el propio cuerpo, organizada y colectivamente. Nos aproximaremos a estas
resistencias desde y con el cuerpo en el próximo módulo, el 5.
Les compartimos una reflexión como antesala a lo que trabajaremos:
Nombrarse para volvernos visibles. Ocupar el espacio para volvernos visibles. Visibles,
desobedientes, disidentes de la norma que nos impone una sociedad que estandariza y
controla cuerpos y deseos, que define lo bello y lo sano.
¿Y por qué la necesidad de volvernos visibles? Porque la vista es un aparato de
producción corporal, dice valeria flores, y hay modos de mirar que fabrican cuerpos,
continúa. Y yo agrego, hay modos de mirar que fabrican deseos y modos de mirar que
fabrican bellezas. La apuesta será construir nuevos cuerpos, nuevos deseos, nuevas
bellezas. (Masson, 2016, p. 56)

Re-pensar el cuerpo, la sexualidad y el placer en la escuela


En los módulos anteriores recuperamos la expresión compartida por Graciela Morgade (2011)
respecto a que toda educación es sexual. Con esta expresión reafirmamos que enseñamos y
aprendemos con y desde nuestros cuerpos sexuados.
Nuestros vínculos y diálogos con los conocimientos son construidos desde una situacionalidad
y experiencia particular, localizada, atravesada e imbricada por distintas categorías sociales
como género, clase, raza, sexualidad, edad.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 13
Un ejercicio interesante a realizar con nuestras y nuestros estudiantes y también con nosotras
y nosotros mismos es preguntarnos respecto a qué hemos aprendido y (des)aprendido en
nuestras trayectorias escolares. Pensando en la ignorancia como un efecto de un modo de
conocer, podemos preguntarnos qué políticas de conocimiento e ignorancia hemos practicado,
impulsado, habitado desde nuestras posiciones como docentes.
Profundizando en el cuerpo, la sexualidad y el placer. ¿Qué hemos aprendido y desaprendido?
En la escuela, el significante y marco legitimado para trabajar estos contenidos ha sido
“Educación Sexual”. A continuación, invitamos a recorrer una infografía en la que encontrarán
diferentes modelos y enfoques para el abordaje de la Educación Sexual en ámbitos escolares.

Abordajes de la Educación Sexual en la escuela

Cada uno de estos modelos y enfoques, lejos de materializarse de forma fragmentada, se


entraman y conviven en los mismos espacios-tiempos. Se enmarcan en políticas de
conocimiento e ignorancia, que promueven aprendizajes y desaprendizajes sobre las
sexualidades, cuerpos, placeres.
Pensemos por ejemplo en la enseñanza de prácticas de cuidado para las relaciones
sexuales-genitales: ¿forman parte de los contenidos métodos de cuidado para relaciones
genitales no heterosexuales?, ¿se hace un abordaje de la sexualidad solo desde una mirada de
prevención de embarazos y/o enfermedades? ¿Qué lugares se destinan al conocimiento sobre
el propio cuerpo, a la reflexión sobre el propio placer no limitado a la genitalidad?

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 14
Continuando con este ejercicio de preguntas y repreguntas, les proponemos pensar en torno
a los siguientes interrogantes que nos propone val flores1:
¿Como docentes nos podemos imaginar promoviendo imágenes de cariño entre
varones, nenas con pelo corto, chicos con vestidos o paseando bebés, niñas que quieran
desarrollar la musculatura, de familias con madres lesbianas, gays o trans, por ejemplo?
¿Podemos imaginar una sala de maestrxs donde las conversaciones sobre la sexualidad
gay o la identidad trans no sean motivo de burla permanente o donde la sexualidad
lesbiana no sea un acallamiento indisoluble? ¿Sabemos que cuando hablamos de
maridos, esposas, hijos, hijas, asignaciones familiares, salidas de fin de semana en
familia, de fotos de viajes en pareja, de ropa “femenina” y “masculina”, por ejemplo,
estamos produciendo un conocimiento heterosexualizado? (2015, pp. 5-6)

En muchas experiencias de enseñanza, la cultura escolar paraliza el ejercicio de preguntar,


instalando un tratamiento de las cuestiones referidas a la sexualidad como espacios de
información unidireccional, de docentes a estudiantes, y también, de preguntas y respuestas
correctas e incorrectas. ¿Qué lugares se habilitan para hablar desde los propios cuerpos?
¿Cómo construir una pedagogía de la sexualidad que motive las preguntas? ¿Cómo
arriesgamos lo obvio? ¿Cómo ampliamos los límites de lo posiblemente trabajado?
Las formas con que hablamos sobre la sexualidad y las formas con que intentamos
producir significados a partir de los cuerpos de otrxs nos deberían estimular a realizar
nuevas preguntas: ¿qué es lo imaginado cuando el sexo es imaginado y qué lo es
imaginado cuando aquello que es eufemísticamente llamado ‘educación sexual’ es
imaginado? ¿qué significa “arriesgar lo obvio” y poner lo obvio en riesgo, cuando el
inconstante tema del sexo es tan ostensiblemente cuestionado, enmascarado,
evaluado, narrado, denegado y, tomado como sinónimo de nuestra identidad? ¿Qué
significa “arriesgar lo obvio” cuando las profesoras exploran las sexualidades como una
forma de aprender a vivir y a cuidar del propio yo y el de lxs otrxs? (Britzman, 2016, p.
79)

En la misma sintonía, bell hooks2 (1999) nos invita a repensar el cuerpo y el placer en el aula,
subvirtiendo la tradicional división mente/cuerpo que nos descoporiza y reflexionando sobre
cómo entrar en el aula “enteras, enteros”.
En este sentido, nos propone re-ubicar y re-significar el lugar del eros en el aula, ampliando su
sentido sin limitar estas categorías a términos sexuales-genitales y permitiendo que el

1
val flores escribe su nombre y apellido en minúscula como intervención lingüística de disrupción de la gramática normativa.
Este uso se inscribe en una genealogía de feministas que han llevado adelante la misma práctica política, como la autora bell
hooks, quien con el uso de las minúsculas intenta resaltar la importancia de lo que está diciendo y no el nombre propio.
2
La autora Gloria Jean Watkins adoptó el seudónimo “bell hooks” en homenaje a su bisabuela materna. Como referimos en la
nota anterior, lo escribe en minúscula como intervención política del lenguaje, reafirmando que lo importante no radica en quién
es una, sino en las palabras que le convidamos e intervenimos al mundo desde el feminismo: “(...) lo que es más importante en un
libro es “la sustancia, no quién soy yo” (hooks, 1999).

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 15
sentimiento de cuidado y el deseo de nutrir a individuos particulares en el aula se expanda y
contenga a todas y todos.
Comprender que el eros es una fuerza que intensifica nuestro esfuerzo de autorrealización, que
puede aportar una base epistemológica que nos permita explicar cómo conocemos aquello que
conocemos, posibilita que tanto profesorxs como estudiantxs usemos esa energía en el contexto
del aula de formas tales que fortalezcan el debate y estimulen la imaginación crítica. (hooks, 1999
p. 11)

ESI: transversalizar “cuerpo, sexualidad y placer” en el Diseño


Curricular de la Educación Secundaria
A partir del recorrido transitado, les proponemos algunos tópicos para pensar la
transversalización de “cuerpo, sexualidad y placer”:
● Discusiones y debates públicos sobre ciencia, tecnología y sociedad desde una perspectiva
de género: tecnologías (bio)políticas en la regulación e intervención de los cuerpos.
● Problematización de la medicalización de la sexualidad y la reproducción desde una
perspectiva de género e interseccional.
● Miradas sociohistóricas con perspectiva de género sobre la “biología” del cuerpo menstrual,
del cuerpo gestante y el cuerpo hormonal.
● La construcción del placer por los regímenes heterosexistas y capacitistas: ¿quién puede
desear? ¿Quién puede ser deseado?
● El espacio autobiográfico como una experiencia de conexión con el deseo y placer corporal.
● Problematizar la perspectiva sobre los métodos del cuidado desde una práctica no
heteronormativa.

Lecturas ampliatorias
Balaguer, A. P. & Blanch, J. S. (2011). Deconstruir la discapacidad para repensar la autonomía:
Propuesta para una pedagogía de la interdependencia. Actas de XII Congreso
Internacional de Teoría de la Educación. Disponible en:
http://www.proyectoabedul.es/opiniones-PEDAGOGIA_DE_LA_INTERDEPENDENCI
A.pdf
De María, A. (2016). Sexualidad y discapacidad no están peleadas. Salud y medicinas.
Disponible en: http://ar.globedia.com/sexualidad-discapacidad-peleadas
Díaz Villa, G. (2011). En la escuela no tenemos la confianza. En G. Morgade. (Coord.), Toda
educación es sexual (81-103). Buenos Aires: La Crujía.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 16
Entin, C. y Greco, M. B. (2008). La información no alcanza para el cuidado. Una experiencia de
Teatro-Foro en la formación docente. En G. Morgade y G. Alonso (Comps.), Cuerpos y
sexualidades en la escuela. De la “normalidad” a la disidencia. Buenos Aires: Paidós.
Felitti, K. (2015). El ciclo menstrual en el siglo XXI. Entre el mercado, la ecología y el
poder femenino. Sexualidad, Salud y Sociedad. Revista Latinoamericana, (22).

Foucault, M. (1990). Tecnologías del yo. Barcelona: Paidós.

Gravila, C. (2016). Lesbianas gordas, bellas y fuertes. En L. Contrera y N. Cuello


(Comps.) Cuerpos sin patrones. Resistencias desde las geografías desmesuradas de
la carne (pp. 69-77). Buenos Aires: Madreselva.
Jones, D. (2010). Sexualidades adolescentes. Amor, placer y control en la Argentina
contemporánea. Buenos Aires: Ciccus.
Lavigne, L. (2011). Las sexualidades juveniles en la educación sexual integral. En S.
Elizalde (Coord.), Los jóvenes en cuestión. Configuraciones de género y sexualidad en
la cultura. Buenos Aires: Biblos.
Preciado, P. B. (2002). Manifiesto contra-sexual. Prácticas subversivas de identidad
sexual. Madrid: Opera Prima.
Preciado, P. B. (2016). Me pone tu silla de ruedas. Parole de queer. Disponible en:
http://paroledequeer.blogspot.com/2015/11/me-pone-tu-silla-por-paul-b-preciado.ht
ml
UNESCO, ONUSIDA, UNFPA, UNICEF, ONU Mujeres, Organización Mundial de la
Salud. (2018). Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad:
un enfoque basado en la evidencia. Disponible en:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000265335

Barberousse, T. C. (2014). Tecnologías contraceptivas y Feminidad: la pastilla como un script


de género. Reflexiones, 93(2), 115-127.

Britzman, D. (2016). Curiosidad, sexualidad, curriculum. En D. Britzman y otros, Pedagogías


Transgresoras (pp. 66-98). Córdoba: Bocavulvaria. Disponible en:
https://bocavulvariaediciones.blogspot.com/2016/06/coleccion-pedagogias-transgres
oras.html
Castro, E. (2011). Diccionario Foucault. Temas, conceptos y autores. Buenos Aires: Siglo XXI
Editores.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 17
Cepeda, A. (2018). ¿Para qué sirven las hormonas? Los experimentos de la endocrinología
ginecológica sobre detección control del embarazo y el ciclo menstrual (Argentina
1940-1970). En C. Rustoyburu, y Y. Eraso (Dirs.) Cuerpos Hormonales. Intersecciones
entre laboratorio, clínica y sociedad. Mar del Plata: EUDEM.
Contrera, L. (2016). Cuerpos sin patrones, carne indisciplinada. Apuntes para una revuelta
gorda contra la policía de la normalidad corporal. En L. Contrera y N. Cuello (Comps.).
Cuerpos sin patrones. Resistencias desde las geografías desmesuradas de la carne
(pp. 23-37). Buenos Aires: Madreselva.

Contrera, L. y Cuello, N. (Comps.). (2016). Cuerpos sin patrones. Resistencias desde las
geografías desmesuradas de la carne. Buenos Aires: Madreselva.
flores, v. (2015). Afectos, pedagogías, infancias y heteronormatividad. Reflexiones sobre el
daño. En Poéticas de las pedagogías del Sur. Educación, emancipación e igualdad. XX
Congreso Pedagógico UTE. Disponible en:
https://educacionute.org/wp-content/uploads/2016/05/Afectos-pedagogias-infancia
s-heteronormatividad-PONENCIA-2.pdf
Galicia, C. (2020). Instrucciones para el placer: tener un cuerpo. Revista de la Universidad de
México, (10), 90-95.
Gaudillière, J.-P. (2003). La fabrique moléculaire du genre: hormones sexuelles, industrie et
médecine avant la pilule. Cahiers du Genre, 34, 57-80.

hooks, b. (1999). Eros, erotismo y proceso pedagógico. En G. Lopes Louro (Org.), O corpo
educado. Pedagogias da sexualidade. Belo Horizonte: Autentica. [Traducción de la
cátedra de la Dra. Morgade, “Seminario Educación, género y sexualidades”].
Imaz Martínez, E. (2001). Mujeres gestantes, madres en gestación. Metáforas de un cuerpo
fronterizo. Política y Sociedad, 36, 97-111.

Martin, E. (1987). The women in the body. A cultural analysis of reproduction. Boston:
Beacon Press.
Masson, L. (2016). El cuerpo como espacio de disidencia. En L. Contrera, y N. Cuello, N.
(Comps.) Cuerpos sin patrones. Resistencias desde las geografías desmesuradas de
la carne. Buenos Aires: Madreselva.
Morgade, G. (Comp.). (2011). Toda educación es sexual: hacia una educación sexuada justa.
Buenos Aires: La Crujía.
Nari, M. (2004). Políticas de maternidad y maternalismo político. Buenos Aires: Biblos.

Preciado, P. B. (2014). Testo Yonqui. Sexo, drogas y biopolítica. Buenos Aires: Paidós

Rohden, F. (2003) A construção da diferença sexual na medicina. Cadernos de Saúde


Pública, 19, 201-212.

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 18
Rose, N. (2012). Políticas de la vida. Biomedicina, poder y subjetividad en el siglo XXI. La Plata:
UNIPE Editorial Universitaria.
Rustoyburu, C. (2019). Embarazo en la adolescencia, medicalización y derechos
reproductivos en Argentina. Un análisis del Plan Nacional de Prevención de
Embarazo no Intencional en la Adolescencia. En J. Moreno y M. Martínez (Eds.),
Amores ilícitos, diversidad, desigualdad y filiación. Granada: Universidad de
Granada/Universidad Miguel Hernández de Elche.
Rustoyburu, C. y Eraso, Y. (Dirs.). (2018). Cuerpos Hormonales. Intersecciones entre
laboratorio, clínica y sociedad. Mar del Plata: EUDEM.
Tarzibachi, E. (2017). Cosas de mujeres. Menstruación, género y poder. Buenos Aires:
Editorial Sudamericana.

Videos
Old TV Time. (2017, 16 de febrero). The Story Of Menstruation (1946). Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=vG9o9m0LsbI&ab_channel=OldTVTime

Licencia Creative Commons

Autor(es): Equipo de la Dirección de Formación Docente Permanente. Dirección


Provincial de Educación Superior, DGCyE. Provincia de Buenos Aires (2022).

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons


Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0

DGCyE DFDP Transversalizar la ESI desde los cuerpos: revisitar experiencias de enseñanza y
aprendizaje en la escuela secundaria 19

También podría gustarte