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Este documento discute la pedagogía como ciencia. Argumenta que la pedagogía ha pasado por tres etapas evolutivas para establecerse como disciplina científica autónoma: 1) pre-científica, 2) científico-natural, y 3) científico-espiritual. Afirma que la pedagogía puede considerarse una ciencia positiva en un sentido amplio, ya que es capaz de obtener conocimiento sobre su objeto de estudio, la educación, a través de métodos como la observación y la experimentación.
Este documento discute la pedagogía como ciencia. Argumenta que la pedagogía ha pasado por tres etapas evolutivas para establecerse como disciplina científica autónoma: 1) pre-científica, 2) científico-natural, y 3) científico-espiritual. Afirma que la pedagogía puede considerarse una ciencia positiva en un sentido amplio, ya que es capaz de obtener conocimiento sobre su objeto de estudio, la educación, a través de métodos como la observación y la experimentación.
Este documento discute la pedagogía como ciencia. Argumenta que la pedagogía ha pasado por tres etapas evolutivas para establecerse como disciplina científica autónoma: 1) pre-científica, 2) científico-natural, y 3) científico-espiritual. Afirma que la pedagogía puede considerarse una ciencia positiva en un sentido amplio, ya que es capaz de obtener conocimiento sobre su objeto de estudio, la educación, a través de métodos como la observación y la experimentación.
La definición de la pedagogía como técnica o, si se quiere,
como tecnología de la educación, es válida siempre y cuando no se haga de ella la única, ni se la utilice como argumento para negar el valor y las posibilidades teórico-científicas de nuestra disciplina, posibilidades que no pueden discutirse y que están incluso reconocidas por el concepto más común de la pedagogía. La conciencia de esos límites no puede obtenerse más que por la investigación del alcance que la pedagogía tiene como cien cia de la educación. Como en el caso del arte educativo y de la técnica pedagógica, también aquí debemos partir de una idea general para determinar de qué manera la pedagogía pertenece a ella. Conceptos de ciencia De la ciencia hay, en verdad, dos ideas: una que la define como conocimiento positivo de determinados hechos; otra que la presenta como reflexión problematizadora ansiosa de apresar la totalidad de lo real. La primera idea toma cuerpo en las ciencias naturales y espirituales (o culturales o humanas) que se limitan a describir los hechos y fenómenos y a buscar sus relaciones legales; la segunda se refiere a la ciencia como es peculación sobre las causas últimas, sobre los fundamentos de la realidad, esto es, a Ja filosofía, Ambas representan, a Su ma nera, un saber desinteresado que no aspira más que a reflejar su objeto, parcialmente en un caso, totalmente, en el otro. Por eso en ambas concepciones la ciencia es teoría (damos a esta palabra su significa do etimológico: del griego teóreim = con templación) que, a la vez, puede ser científica, en sentido estric to (conocimiento de hechos por medio de la observación o de la experiencia) o filosófica. En este punto nos ocuparemos de la ciencia en sentido estricto, dejando para el siguiente la pre sentación de Ja pedagogía como teoría filosófica, Pues bien, de la ciencia positiva también hay dos concep tos: uno amplio y otro restringido. Según el criterio restrin gido, la ciencia persigue la formulación de leyes (relaciones ne cesarias entre fenómenos) expresables en términos matemáticos. Ciencia dice. Alejandro Korn- es _la maternatización de la - realidad", Este concepto ya había sido expuesto por Aristótote les al no aceptar más ciencia que la de lo general, es decir uni versal, más de tres siglos antes de Jesucristo, y alcanzó incon movible validez con la concepción mecánico-matemática del mundo del siglo XVII, y con la filosofía de Kant en el siglo XVIII. El criterio amplio, en- cambio, no exige la matematización; le basta con la presencia de métodos, de un objeto y de un siste ma propios. Con este criterio ha dicho Erich Becher que la "ciencia es un conjunto de conocimientos verdaderos y proba bles, metódicamente fundados y sistemáticamente dispuestos según los grupos naturales de los objetos'" . Este es un concepto más moderno hijo de la necesidad de dar validez a las ciencias no-naturales, es decir a las "ciencias humanas". El significado restringido de la ciencia tiene el valor de hacer de ésta un conocimiento exacto de la realidad, y de ser vir al hombre para prever el futuro en tanto introduce una matemática uniformidad en el orden de la naturaleza. Pero es impotente para insertar, por sí sola, ese mismo orden en el campo de lo humano espiritual. De ahí que su radio de acción sea restringido nada más que a determinadas ciencias, como las matemáticas, 1la física, a química y, en gran parte, a la bio logía. No caen en su jurisdicción disciplinas como la psicología, la historia, la sociología y la pedagogia, con objetos diferentes a los de las mencionadas en primer término, Se hace, pues, im prescindible ampliar la extensión del concepto de ciencia de manera que la exigencia matematicista no sea el único canon pa ra determinar la cientificidad de un conocimiento. Puede éste no buscar la ley y tener un dominio preciso, métodos propios y capacidad para culminar en un sistema, La pedagogia sójo puede ser ciencia en un sentido amplio La pedagogia tiene por objeto a la educación. Esta se nos ha ofrecido como una tarea y como una realidad humana, in dividual y social, lo que significa que el solo esquema matemá tico no puede dar cuenta de ella. No quiere esto decir que no tenga ningún contacto con las ciencias naturales, pero en sí la pedagogía ho puede ser comprendida en el concepto restrin gido de la ciencia. Justamente la aplicación del criterio natura- lístico es una de las causas de su demora en constituirse como disciplina autónoma, y esta aplicación se ha mantenido hasta hace poco. Por eso es una ciencia reciente, aunque la educación haya nacido con el hombre. Evolución de la pedagogía como ciencia Para llegar, en nuestros días, a ser una esfera indepen- diente del saber, la pedagogía ha debido pasar por tres etapas: 1) pre-científica; 2) científico-natural ; 3) científico-espiritual. La etapa pre-científica, fue de acumulación. Puede decirse que se extiende desde los orígenes hasta el siglo XVII, En este período la pedagogía no existe como conocimiento independiente y unitario de un objeto. Había doctrinas sobre, la educación, pero integradas a la política y a la filosofía (Platón y Aristó- teles), a la tecnología (Edad Media) o a otras ciencias (Ilu- minísmo) La etapa cientifico-Natural comienza con Comenio en el si- glo XVII y culmina con Herbart y el positivismo en el siglo XIX. Fue primero una mera didáctica (metódica de la instrucción), para alcanzar su mayoría de edad como pedagogía propiamente dicha. Pero aun así sus principios seguían siendo de índole na- turalista y su pretendida independencia no pasó de ser, en la mayoría de los casos, una buena intención. La etapa cientifieo-espiritual, que hoy recorre, le da su autonomía. Se incuba en el siglo XIX (segunda mitad) gracias al especialísimo aporte de Wilhelm Dilthey que trató de fundamen- tar las ciencias del espíritu. Lo dicho no obliga a identificar la pedagogía actual con la', particular dirección que Dilthey encabeza. La denominación de "pedagogía científica-espiritual" vale como opuesta a un cri- terio predominantemente naturalista y. es, en cierta forma, co- mún a casi todas las corrientes de la pedagogía contemporánea. A la dirección científico-espiritual le debemos, sobre todo, la idea de la unidad tle la pedagogía, la que una vez constituida puede incorporar a su seno los aportes de las mismas ciencias naturales no solo valiosos, sino imprescindibles sin que corra peligro de desintegrarse o de someterse, Quizá con esa fusión "de las dos tendencias, que ya se comienza a percibir, estén dados los primeros pasos de un cuarto período en la historia de la pedagogía científicas. La pedagogía, ciencia positiva Atribuir a la pedagogía carácter de ciencia positiva no es más que reconocerle capacidad para obtener el conocimiento de un hecho que le corresponde como objeto, Para conseguirlo le es permitido usar muchos procedimientos, entre ellos, los uni- versales de la descripción, la observación y la experimentación, tanto cono apelar a otras disciplinas en busca de materiales pa- ra elaborar sus propios problemas, De esto último se tratará luego. Aquí no nos preocupa otra cosa que afirmar sus posibi- lidades de conocer positivamente un hecho (el educativo) en si génesis y evolución histórico-social (pedagogía histórica), o en+ su estado presente como realidad y como proceso (pedagogía sistemática) . Desde este punto de vista es concebible como Ciencia empírica, y queda justificado para nosotros el derecho de la ciencia a participar, junto con la técnica, en el concepto de la pedagogía como disciplinas de la educación.