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LA EDUCACIÓN EN VALORES
y otras cuestiones pedagógicas
PPU
Barcelona 2005
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¿Pedagogía o Ciencias de la Educación?
Confrontación epistemológica
Introducción
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tema que hoy día empieza a buscar su identidad. Probablemente tardará en
llegar a resultados positivos, pues ocurre que los epistemólogos no conocen
la Pedagogía y que los pedagogos no se interesan por la Epistemología,
con lo cual es imposible avanzar.
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fico no se rompió cuando se lo estiró para que abarcara los problemas
sociales. Tampoco se rompe si se lo aplica a otras disciplinas, en particular
las humanísticas".
Según J. Piaget 0972: 185ss) no hay un claro deslinde entre las
ciencias de la naturaleza y las ciencias del hombre, ni por los métodos, ni
por los campos estudiados, ni por los conceptos utilizados ni, por
consiguiente, en su Epistemología. M. Foucault pone las ciencias humanas
en el cruce de los tres grupos de ciencias que considera (formales, fácticas
y filosóficas), lo cual determina la complejidad que las distingue y, por ende,
el hecho de que tienen más posibilidades y también más limitaciones que
esas otras ciencias.
Esa amplitud de miras de los epistemólogos actuales supone para la
Pedagogía (que tiene mucho de "tecnología") una mayor garantía de poder.
ocupar un Jugar dentro del panorama de las ciencias. Basta oír a I.Lakatos,
por ejemplo, enunciar el principio de la proliferación de teorías, según el
cual la tolerancia metodológica y la proliferación de teorías son el motor
central del desarrollo del conocimiento científico.
Y si se quiere argüir que la educación es un quehacer práctico y, por
consiguiente, cae fuera del terreno especulativo propio de la ciencia,
debemos responder que la praxis es posible objeto de un saber teórico y de
un conocimiento racional, es decir, científico. Afirma Mario Bunge 0976: 43)
que la ciencia aplicada (tecnología) utiliza el mismo método general que la
ciencia pura, aun cuando lo aplique a fines prácticos.
Existe, pues, una ciencia de la educación. Pero ¿es ésta la Pedagogía?
Vamos a ver varias posturas al respecto.
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dos campos científicos (sociológico, psicológico, biológico, etc.), la
Pedagogía trató de incorporarlas en su "corpus", que así se fue
enrique-ciendo y ampliando. Hasta que esas ciencias (que en un comienzo
fue-ron consideradas como auxiliares de la Pedagogía, entendiendo que le
aportaban unas bases), llegaron a crecer tanto que adquirieron cada una su
autonomía científica, dando así lugar a las Ciencias de la Educación. Lo
chocante es que han logrado un desarrollo tal que, en opinión de algunos -
como veremos-hoy día han suplantado a la Pedagogía, la cual consideran
disuelta en esas Ciencias de la Educación.
Pero esto es cosa reciente. Antes no había más que Pedagogía (y
sus "ciencias auxiliares"). Tras el filosofismo alemán vino el cientifismo
europeo, pretendiéndose que las ciencias humanas fueran elaboradas con
el método empírico propio de las ciencias naturales. Con esto surgió el
propósito de hacer una Pedagogía científica, iniciada por Binet y Simon en
Francia, Buyse en Bélgica, Lay y Meumann en Alemania y Claparede, Bovet
y Dottrens en Suiza. Todos estos autores sostienen la autonomía científica
de la Pedagogía: "el establecer el objeto, la problemática, los métodos y los
límites de la Pedagogía es algo que sólo a ella misma le corresponde"
(I.exikon der Padagogik 1951: 347).
La Pedagogía, pues, tiene un objeto peculiar que ella debe explicar y
que, además, por ser de naturaleza práxica, debe ella regular
normativamente de un modo racional. En eso estriba la naturaleza científica
de la Pedagogía.
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y luego existe también la Epistemología (o ciencia de la "conducción" de los
educandos), que procede de la anterior. La primera tiene por objeto la
totalidad de la realidad educativa en la que se encuentra el hombre,
mientras que la segunda se ocupa de los métodos y las técnicas de
educación. Eso mismo hace E. Krieck, aunque de otro modo: reprochando a
la Pedagogía el no haber sabido mejorar a la Humanidad, piensa que ésta
va a ser tarea de la Ciencia de la educación, que se configura bajo el influjo
del concepto de Humanidad fundado en la idea de comunidad.
Otro autor. clásico en contraponer la Ciencia de la Educación a la
Pedagogía es E. Durkheirn. La Pedagogía -dice-es normativa; pero, al no
haber normas absolutas (Durkheim es sociologista relativista), ella no puede
ser una ciencia. La ciencia -sigue diciendo-debe limitarse a "explicar" los
fenómenos y sus conexiones; y es posible una Ciencia de la educación que
estudie desinteresada y objetivamente los hechos educacionales.
Concretamente, Durkheirn (1975: 74-86) hace consistir la Ciencia de la
Educación en el estudio de la génesis y el funcionamiento de ,los sistemas
educacionales, consistiendo, pues, en una Historia de la educación o en una
Sociología de la educación.
Las Ciencias de la Educación sin Pedagogía
Según vemos, la Epistemología pedagógica ha ido evolucionando. Guy
Avanzini habla de tres etapas en esta evolución: 1 ª la Pedagogía
considerada como una ciencia clásica, de contenido humano y norma-tivo;
21 la Pedagogía como una ciencia empírica y sólo explicativa; 3ª en la
actualidad estamos en otra etapa, en que asistimos al "tránsito de la
Pedagogía a las Ciencias de la Educación", es decir, a la desaparición de la
Pedagogía como ciencia, por considerar que no hay un corpus científico
pedagógico, sino que la Pedagogía se halla, en realidad, disuelta en un
conjunto de Ciencias de la Educación, que serían las únicas que poseen
estatuto científico.
Este suceso obedece a varias causas: 1’ El hecho de que la Pedagogía ha
tenido siempre un carácter científico menos evidente, al ser un tipo de
ciencia normativa y práctica. 2ª Porque las Ciencias de la Educación han
adquirido un notable desarrollo, de modo que el estudio científico
pedagógico ha de contar con ellas. 3' Por influencia de la terminología
anglosajona, en la cual falta el término "pedagogía", ya que education tiene
un sentido amplio y abarca también la teoría de la educación; esa
nomenclatura ha penetrado en nuestros ambientes con aires de modernidad
científica, tratando de arrinconar la palabra "pedagogía" como acientífica.
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lo grave es que, con esto, se niega que exista una Ciencia de la edu-cación,
absorbida en una pluralidad de Ciencias de la Educación. El saber
pedagógico se reduciría a los principios expuestos en la Psicología de la
educación, la Economía de la educación, la Historia de la educación, la
Sociología de la educación y otras ciencias educacionales:
lo grave es que, con esto, se niega que exista una Ciencia de la educación,
absorbida en una pluralidad de Ciencias de la Educación. El saber
pedagógico se reduciría a los principios expuestos en la Psicología de la
educación, la Economía de la educación, la Historia de la educación, la
Sociología de la educación y otras ciencias educacionales:
Muchos creen que esa moda comenzó con Debesse en Francia,
donde J. Filloux dijo que la pedagogía es mera didáctica y G. Ferry (1967)
habló de "la muerte de la Pedagogía". Pero ya en Alemania apa-recieron
síntomas de ella con anterioridad (Stahler 1962: 1075).
Lo que más preocupa es la ligereza con que desde un punto de vista
epistemológico se ha procedido en esa alegre liquidación de la Pedagogía.
Los argumentos en que se ha fundado carecen de base, y sus autores
muestran incomprensibles zozobras y caen en flagrantes con-tradicciones.
Sólo una cosa explica su actitud: su personal superficiali-dad.
Debesse y Mialaret, por ejemplo, a ese respecto no se aclaran, se
confunden. Luego de haber anulado la Pedagogía como ciencia admiten,
junto a las Ciencias de la Educación, unas ciencias "pedagógicas• cuyo
conjunto es lo que muchos llamamos simplemente Pedagogía.
Debesse rechaza el término “pedagogía" porque dice que es
equívoco, limitativo y vago. Equivoco por cuanto se refiere a una realidad
múltiple ( lo que la educación tiene de arte, ciencia, técnica y normas); a lo
cual respondemos que, por eso, la Pedagogía no es equívoca, sine
simplemente "compleja". Limitativo porque alude sólo a la educación en la
familia, la escuela y la infancia; pero también es objeto suyo la educación
permanente y de adultos. Y "pedagogía" es un término vago porque debe
referirse a muchos dominios (psicológico, sociológico, histórico, ... ); pero
esos dominios -como vamos a ver- no son de la Pedagogía, sino más bien
de las Ciencias de la Educación: la Pedagogía se distingue de ellas y posee
un solo ámbito muy concreto.
Los argumentos negadores de la sustantividad de la Pedagogía
vienen a resumirse en este de Dearden cuando dice (Woods 1977: 8): "En
realidad no sé qué es exactamente un 'pedagogo' o qué clase de experto o
de autoridad debe ser. Sé lo que es un filósofo de la educación o un
psicopedagogo o un sicopedagogo, pero no ·sé con seguridad lo que un
puro pedagogo puede ser". Puede que no lo sepa, pero será por su
ignorancia: nosotros podríamos explicárselo.
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La Pedagogía con las Ciencias de la Educación
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Observaciones al árbol de la Ciencia de la Educación
4. Hay más ramas que fas aquí Indicadas, tanto de Pedagogías especiales
(Pedagogía Axiológica, Pedagogía Institucional -con la Organización
Escolar y la Dirección de centros-, Orientación Educativa, Pedagogía
Religiosa, Pedagogía Cosmovisional, Pedagogía Medioambiental o
Ecológica, etc.)"como de Ciencias de la Educación (Política de fa
Educación, legislación Escolar, etc.).
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lias completamente diferentes, tanto por su objeto de estudio como por su carácter
epistemológico, pues la primera es ciencia de los hechos (o fenómenos)
educacionales, mientras que la segunda es ciencia del acto educativo (o acción de
educar), pudiendo ambas describirse así:
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Aparte de las Ciencias de la Educación (que aportan los datos para sentar
una teoría de la educación), el currículo de estudios pedagógicos debe
centrarse, sobre todo, en la Pedagogía. Ahora bien, ésta es compleja,
comprendiendo una multitud de ramas y especialidades: son las ciencias
pedagógicas (distintas -por lo visto- de las Ciencias de la Educación). Son
ellas las que de un modo directo contribuyen a la formación del pedagogo.
El no comprender la diferencia que hay entre Pedagogía y Ciencias de la
Educación, ni la relación exacta de estas con aquella, ha hecho que en la
confección de planes de estudios pedagógicos se hayan cometido, a veces,
errores y fallos notables.
A guisa de ejemplo, mencionaremos tan sólo un caso. En la Universidad
española se ha confundido, durante muchos años, la Sociología de la
Educación con la Pedagogía Social: como ambas disciplinas tienen dos
elementos análogos (lo educativo/pedagógico y lo sociológico/social), a un
análisis superficial le parecen ya lo mismo. Con lo cual ocurrió que, cuando
en el plan de estudios había una de ambas disciplinas, no había la otra. Y
así, en los años 50 y 60 (en que se estudiaba "Pedagogía"), había
"Pedagogía Social", pero no "Sociología de la Educación". Cuando a finales
de los '60 los estudios pedagógicos quisieron tomar aires de científicos, y
las Facultades se llamaron de "Ciencias de la Educación", se substituyó la
Pedagogía Social por la Sociología de la Educación. Y hemos tenido que
llegar a finales de los '80 para percatamos de que ambas disciplinas no son
lo mismo, no son intercambiables: cada una tiene su identidad propia, y
ambas son muy importantes, de modo que lo adecuado es que las dos
estén en el plan de estudios. Ahora estamos promocionando la Pedagogía
Social (como actividad pedagógica del Trabajo Social), pero no por eso
renunciamos a informamos de los aspectos sociales de la educación
(mediante la Sociología de la Educación).
Tras toda la anterior confrontación epistemológica entre los conceptos de
Pedagogía y de Ciencias de la Educación, estamos ya en disposición de
poder responder a la pregunta que encabeza el presente estudio, sobre si
los estudios relativos a la educación son de "Pedagogía" o de "Ciencias de
la Educación". Respondemos que pueden y deben ser lo uno y lo otro, pero
sin confundir lo uno con lo otro. Y recordando que lo propio del pedagogo
es la Pedagogía, más que las Ciencias de la Educación. Por eso - contra
Debesse, Mialaret y todos "los charlatanes de la nueva Pedagogía" (en
expresión de L. Morín 1973)- propugnamos el restablecimiento del prestigio
y uso de la expresión "Pedagogía" como nombre de una gloriosa ciencia y
de las instituciones que la cultivan y enseñan.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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