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PARKINSON Y
SÍNDROMES
PARKINSONIANOS
Factores ambientales
Factores genéticos
En los últimos años se han descrito en familias con EP diferentes mutaciones en dos
genes se han asociado a EP familiar (tabla 5).
3. Clínica y diagnóstico
Manifestaciones motoras
a) Temblor
El temblor de reposo es la manifestación inicial más frecuente. Se presenta en un 79-
90% de los pacientes y en un 76-100% en series autópsicas con diagnóstico de EP
confirmado. Tiene una frecuencia de 3-6 Hz, se inicia distalmente en una extremidad,
generalmente en una mano, y en menor frecuencia en los labios, mandíbula, lengua o
en una extremidad inferior. Desaparece durante el movimiento, para reaparecer cuando
la extremidad vuelve al reposo después de un breve intervalo de tiempo sin temblor. El
clásico temblor de «contar monedas» suele desaparecer cuando el temblor avanza y se
extiende al brazo. Con el tiempo, suele extenderse a la pierna del mismo lado y, por
último, a las extremidades contralaterales. Aunque en la enfermedad avanzada el
temblor es bilateral, normalmente se mantiene asimétrico durante el curso de la
enfermedad. A menudo el temblor de las manos aumenta al caminar, por lo que puede
observarse cuando se examina la marcha del paciente. El temblor parkinsoniano
desaparece durante el sueño y empeora con el cansancio, el estrés y con la ansiedad.
b) Rigidez
La rigidez, que está presente en más del 90% de los pacientes con EP, es causada por un
incremento del tono muscular que afecta todos los grupos musculares (flexores,
extensores, músculos axiales o de extremidades). La rigidez se manifiesta como un
aumento de resistencia al movimiento pasivo de una articulación.
En la EP, esta resistencia se percibe a lo largo de todo el movimiento. En muchos
pacientes puede encontrarse una rigidez en rueda dentada que refleja un temblor
subyacente.
Este aumento de tono puede reforzarse cuando el paciente efectúa movimientos
voluntarios de la extremidad del otro lado (signo de Froment). Al igual que el temblor,
la rigidez suele ser asimétrica a lo largo de la evolución de la enfermedad, aunque en
estadios avanzados es casi siempre bilateral.
c) Acinesia
Es el signo más incapacitante de la EP. Prácticamente todos los pacientes presentan
dificultad para efectuar movimientos secuenciales y simultáneos, y son muy sensibles a
estímulos externos que pueden llegar a impedir el movimiento. Al principio afecta tan
sólo a músculos distales (micrografía), pero con el tiempo se afectan todos los grupos
musculares y causa múltiples dificultades en las actividades de la vida diaria. En la
exploración de los movimientos repetitivos rápidos, como la oposición repetida de los
dedos pulgar e índice, se observa una disminución de la amplitud y de la frecuencia del
movimiento. Los pacientes suelen referir la acinesia como dificultad para levantarse de
una silla, movilizarse en la cama y, en general, para todos los movimientos. La
hipomimia, la hipofonía, la disartria y la sialorrea son manifestaciones de la acinesia en
otras áreas musculares.
f) Alteraciones orofaríngeas
Manifestaciones no motoras
a) Deterioro cognitivo
En los estadios iniciales de la enfermedad se han encontrado déficit cognitivos leves o
moderados afectando la función visuoespacial, la atención, las funciones ejecutivas y la
fluencia verbal. Los pacientes pueden presentar un pensamiento lento, y responder
lenta pero apropiadamente (bradifrenia). Los signos de demencia, si se presentan al
inicio de la enfermedad, sugieren otras posibles etiologías distintas de la EP, como la
enfermedad de Alzheimer (EA), la enfermedad por cuerpos de Lewy difusos (EDCL), la
PSP o la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ). En estadios más avanzados de la
enfermedad, la demencia puede afectar hasta un 20-30% de los pacientes. La demencia
de la EP sigue un patrón de afección predominantemente subcortical en contraposición
a la demencia de tipo cortical, típica de la EA. Los signos de la demencia subcortical son
bradifrenia, lentitud psicomotora, depresión, ausencia de afasia, y escasa afección de la
memoria. En la práctica clínica la demencia en la EP es, en muchas ocasiones,
indistinguible de la demencia de la EA. La demencia es un grave problema en la EP y es
causa frecuente de ingreso del paciente en instituciones geriátricas.
También son habituales los trastornos del sueño. Es frecuente la reducción en el sueño
de ondas lentas, múltiples despertares y disminución del sueño REM. En los pacientes
tratados con l-DOPA, la presentación de sueños vívidos y pesadillas en ocasiones pueden
preceder durante semanas o meses a una psicosis dopaminérgica.
c) Disautonomía
La presentación precoz de signos y síntomas disautonómicos es un indicador de
parkinsonismo atípico. Una de las quejas más frecuentes referidas por los pacientes son
síntomas intestinales y urinarios. El estreñimiento puede llegar a ser intenso,
complicándose en forma de megacolon o de seudoobstrucción intestinal. Se debe a una
reducción de la motilidad colónica, a consecuencia directa de la enfermedad, ya que en
el plexo mientérico se ha descrito la presencia de cuerpos de Lewy. Las alteraciones
urinarias incluyen urgencia miccional, nicturia y polaquiuria y, en las fases más
avanzadas, incontinencia.
Las alteraciones en la función sexual, con disminución de la libido e impotencia en los
varones, es una queja frecuente. Los pacientes pueden presentar hipotensión
ortostática pero, si existe, suele cursar de forma asintomática. Las manifestaciones
disautonómicas aparecen normalmente tras muchos años de evolución de la
enfermedad.
Diagnóstico
– Rigidez muscular.
• Antecedente de encefalitis.
• Signos cerebelosos.
• Exposición a MPTP
• Inicio unilateral.
• Curso progresivo.
Los elementos fundamentales para llegar a este diagnóstico clínico son una anamnesis
y una exploración neurológica detalladas. En la anamnesis, debemos resaltar como
elementos sugestivos de EP el curso lentamente progresivo de la clínica cardinal motora
(o parkinsonismo) y su distribución típicamente asimétrica.
En algunos pacientes concretos pueden ser de utilidad otros estudios específicos como
una valoración urológica (ecografía y/o estudio urodinámico) en el caso de sospecharse
una disfunción vesical, un estudio del sistema nervioso autónomo en el caso de existir
hipotensión ortostática o un estudio electromiográfico en el caso de sospecharse una
polineuropatía concomitante.
ESCALAS Y TESTS
4. Estadios
5. Tratamiento
Hay que tener en cuenta que el tratamiento variará según el estadio en el que se
encuentre el paciente. Se realiza el tratamiento de manera activa como prioridad; si no
es posible se realizará activo-asistido y si el estado del paciente no permite ninguna de
las dos opciones anteriores, el tratamiento se realizará pasivo manteniendo rangos
articulares y evitando complicaciones como las úlceras de presión. El ejercicio físico está
asociado con una serie de cambio estructurales, vasculares y neuromusculares que van
a contribuir a la mejora física y cognitiva.
La realidad virtual es otra de las opciones para el tratamiento en pacientes con la
enfermedad de Parkinson. Esta modalidad ofrece diversión a los pacientes que
promueve la adhesión al tratamiento con buenos resultados.
Sesión de entrenamiento
MOVILIDAD ARTICULAR
- Abducción de hombros
- Flexo-extensión de hombros con pica
TRABAJO ACTIVO
Para estos ejercicios, le colocaremos al paciente un lastre en cada pierna a la altura del
tercio distal de la tibia-tobillo. El peso debe ser adecuado al de cada persona. Se
recomienda 0.5kg-1kg, nunca demasiado para evitar dificultar los ejercicios.
- En decúbito supino con resistencias, extensión de rodillas con elevación
de M.I
2. Zhao N, Yang Y, Zhang L, Zhang Q, Balbuena L, Ungvari GS, et al. Quality of life in
Parkinson’s disease: A systematic review and meta-analysis of comparative
studies. CNS Neurosci Ther. 2021