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ENSAYO DE TDC SOBRE UN TÍTULO PRESCRITO

¿Es necesaria la reproducibilidad en la

producción de conocimiento? Discuta esta

pregunta haciendo referencia a dos áreas de

conocimiento.

Código del alumno: jyg237

Cómputo de palabras: 1596


La reproducibilidad en la producción de conocimiento es la capacidad de un

experimento, investigación o análisis para repetirse con éxito con resultados

altamente similares o incluso iguales. Este concepto es importante en la producción

de conocimiento puesto que permite verificar la precisión y validez de los resultados

de los estudios, es decir, la reproducibilidad en la producción de conocimiento

contribuye a la confiabilidad de los datos. Pero, ¿es realmente necesario que los

resultados de dos o más estudios sean completamente idénticos para poder

considerarlos como conocimiento? Esto dependerá de la objetividad necesaria para

la aceptación de una información como verdadera en un área de conocimiento en

concreto. En el caso de que el área de conocimiento conceda cierta subjetividad al

investigador, o que el estudio deba ser completamente subjetivo, no será necesaria

la objetividad en la producción de conocimiento, y por tanto, la reproducibilidad no

será requisito de certeza.

La reproducibilidad en la producción de conocimiento se considera importante para

el avance en la producción de conocimiento de las ciencias naturales. Sin embargo,

no sucede lo mismo en el área de la historia en la cual se permite un grado de

subjetividad mayor. En este ensayo analizaré y compararé la necesidad de esta

característica en cada disciplina.

En la historia, el conocimiento se produce a través del análisis de la evidencia

disponible. Esto significa que los historiadores deben ser capaces de interpretar la

información de múltiples fuentes y sacar sus propias conclusiones sobre un evento o

período determinado en función de lo que analicen.

La reproducibilidad en el área de la historia puede no ser siempre posible debido a la

naturaleza de la evidencia histórica, ya que algunas fuentes pueden ya no existir o

solo proporcionar información limitada. Es por ello que, dos historiadores de épocas
distintas pueden no desarrollar la misma interpretación de los hechos. Esto sucede

con los acontecimientos acerca de la Guerra de Troya que recoge Diodoro Sículo en

su obra Bibliotheke, la cual estaba compuesta de 40 partes, pero que actualmente

sólo 15 se conservan (Lisa Cole, 2019). Es por eso que, un historiador (A) que

tuviese la oportunidad de leer aquellas obras de Sículo tendrá una perspectiva

diferente sobre la Guerra de Troya y otras cuestiones históricas, que un historiador

(B) que no ha tenido ocasión de interpretar los hechos recogidos por Sículo. En

definitiva, la propia existencia de la evidencia histórica provoca que en ocasiones la

reproducibilidad de interpretaciones no sea posible.

Siguiendo con lo anterior, algunos podrían considerar que la interpretación realizada

por A tiene más valor intelectual que aquella realizada por B, debido a la

accesibilidad a la obra de Sículo que tuvo durante su investigación. Sin embargo,

dado que la historia no es un área que necesite de la reproducibilidad en la

producción de conocimiento para la adquisición del mismo, no tendría por qué

otorgarse mayor prestigio a la investigación de A que a la de B. Es decir, la

reproducibilidad en la investigación histórica no es necesaria para su consideración

como verdadera.

Es más, aunque la evidencia histórica sea accesible, los eventos históricos son

interpretados de manera diferente y nunca pueden ser analizados objetivamente.

Las interpretaciones que los historiadores realizan de fuentes históricas para

construir una visión de los eventos pasados, está siempre condicionada por

prejuicios personales. Además, los historiadores pueden seleccionar o enfatizar

ciertos aspectos sobre otros al interpretar un evento particular que podría conducir a

un relato subjetivo.
No obstante, a pesar de que la subjetividad es inherente en el estudio de la historia,

es importante que los historiadores permanezcan conscientes de su propia

subjetividad para que puedan asegurarse de que sus interpretaciones sean precisas

y equilibradas. Es decir, la objetividad en el estudio de la historia es un ideal por el

que luchar, pero, como en el ejemplo anterior, no siempre es alcanzable.

Esto sucede con, por ejemplo, las diversas interpretaciones realizadas del

colonialismo. Mientras que, el historiador (D), originario de un país colonial, puede

tener una idea preconcebida (y generalmente positiva) acerca del colonialismo, otro

historiador (E), nativo de un país colonizado, puede presentar una perspectiva

totalmente distinta (generalmente con tendencia negativa) (Mejía Carrión, 2021). A

pesar de que la visión de uno y otro es completamente diferente por la experiencia

personal, ambos deben tratar de interpretar objetivamente. Esto significa evitar

cualquier idea preconcebida sobre personas o situaciones y asegurarse de que las

conclusiones se basen en hechos en lugar de suposiciones. Sin embargo, no

debemos olvidar que, aunque la visión de D y E difieren, ambas investigaciones son

válidas y por tanto proporcionan conocimiento aceptable.

En definitiva, si bien la reproducibilidad puede ayudar a garantizar la precisión en la

investigación, su ausencia no significa necesariamente que el conocimiento histórico

no sea confiable o sea inválido. Es más, deberá ser igualmente aceptado.

Sin embargo, mientras en la historia la reproducibilidad no es del todo necesaria, en

las ciencias naturales es un criterio de certeza. Por lo que, el área de las ciencias

naturales exige la objetividad en el estudio del conocimiento, es decir, es

imprescindible eliminar el sesgo personal de la investigación científica. Lo que

implica utilizar procedimientos estandarizados. Se debe realizar un análisis

cuidadoso de los datos para sacar conclusiones sin ninguna influencia subjetiva.
Además, en la disciplina de las ciencias naturales, un ensayo debe ser reproducido y

aceptado por la comunidad científica para poder ser considerado como conocimiento

(esto se conoce como revisión por pares) (Gorla, 2021). Esto significa que un

ensayo no es completamente válido hasta que ha sido evaluado y revisado por

expertos para garantizar su validez y credibilidad. Los expertos que comprende la

comunidad científica en un campo determinado son los encargados de estudiar los

datos presentados en el ensayo para confirmar o refutar las conclusiones del autor e

identificar posibles errores u omisiones.

En pocas palabras, en el área de las ciencias naturales, los resultados de un estudio

no pueden llamarse conocimiento auténtico si no son reproducibles. “La

reproducibilidad es la clave de la justificación y certeza en las ciencias naturales”

(Segal, 2023). Observamos por tanto, la diferencia existente entre ciencias naturales

e historia, puesto que mientras que, como hemos visto, la historia acepta la

subjetividad, aunque trata de evitarla, las ciencias naturales simplemente no la

toleran y necesitan que un conocimiento sea totalmente objetivo, esto es, que puede

ser reproducido. Si una información o datos no se pueden reproducir, entonces no se

puede considerar conocimiento auténtico ya que no se puede confirmar su exactitud

y fiabilidad.

El problema de las ciencias naturales es que es imposible reproducir un experimento

con total exactitud. Esto se debe a que todos los experimentos están sujetos a

numerosas variables, como la ubicación geográfica, el material utilizado y las

condiciones ambientales, entre otros factores. Por lo tanto, es improbable que dos

experimentos diferentes produzcan resultados exactamente idénticos incluso si se

realiza el mismo procedimiento. Por lo que podríamos decir que, debido a que la

reproducibilidad es inalcanzable, no podemos por tanto denegar aquel conocimiento


que no haya sido reproducido, puesto que ningún conocimiento puede ser

reproducido con total identidad. No obstante, a pesar de esta desventaja, las

investigaciones científicas replicadas deben dar como resultado una interpretación lo

más idéntica posible.

Sin embargo, cuando hablamos de reproducibilidad en las ciencias naturales no sólo

nos referimos a la repetición de un estudio, sino también a la reiteración de las

conclusiones extraídas por dos científicos que examinan la misma teoría aunque con

experimentos completamente distintos. Este es el caso de Galileo Galilei y David

Scott (Gargantilla, 2018). El primero formuló la teoría de que los objetos caen con la

misma aceleración, y que la diferencia entre la caída de un martillo y una pluma es la

resistencia que ofrecen al aire. Para demostrar dicho experimento mental, Galileo

dejó caer dos esferas de la misma forma pero de distinta masa, para demostrar que

a pesar de la diferencia de masa las dos esferas caen al mismo tiempo, y así

sucedió. Años más tarde, el astronauta David Scott realizó una versión del

experimento en la Luna. Este dejó caer una pluma y un martillo, y debido a la falta

de aire que existe en la Luna, ambas cayeron al mismo tiempo, pudiendo así

demostrar que la teoría desarrollada por Galileo era cierta, puesto que, nadie había

podido realizar el experimento que Scott llevó a cabo. En definitiva, con este ejemplo

se muestra que la reproducibilidad en la producción de conocimiento en el área de

las ciencias naturales, prueba la certeza del mismo conocimiento.

Siguiendo con lo anterior, alguien podría argumentar que realmente el conocimiento

fué desarrollado por Galileo, y la reproducción del experimento por David Scott no

era necesaria, sino que fue una simple validación. No obstante, a pesar de que la

prueba lunar realizada por Scott no fuese indispensable, pues la teoría era cierta,

esta permitió que la teoría desarrollada por Galileo fuese completamente aceptada.
Pues, Galileo nunca llegó a demostrar que los objetos descienden distintamente

debido al razonamiento que experimentan con el aire durante la caída, cosa que fué

demostrada por Scott. Y por tanto, en el supuesto de que Scott, ni nadie después de

él, hubiese realizado dicho experimento, la teoría de Galileo no podría ser

considerada como certeza.

En conclusión, la necesidad de la reproducibilidad en la producción de conocimiento

difiere dependiendo del área de conocimiento de la que se trate. La aceptación de

subjetividad en la interpretaciones históricas demuestran que la reproducibilidad no

es necesaria en el área de la historia. Mientras que, la objetividad buscada en el

área de las ciencias naturales, provoca intrínsecamente la necesidad de que la

producción de conocimiento pueda ser reproducido para su aceptación como

verdad.
Referencia y bibliografía

Gargantilla, P. (12 de septiembre de 2018). El experimento de Galileo en la torre de

Pisa. ABC Ciencia. https://www.abc.es/ciencia/abci-experimento-lunar-razon-galileo

-galilei-201807120940_noticia.html

Gorla, D. (Abril 2021). Reproducibilidad y replicabilidad en la investigación en

ciencias naturales: ¿Hay una crisis?. Instituto de Diversidad y Ecología Animal. pp:

65 - 70

Lisa Cole, N. (8 de marzo de 2017). ¿Quiénes fueron los grandes historiadores de la

antigua Grecia?. Greenlane. https://www.greelane.com/es/humanidades/historia

-y-cultura/figures-and-events-in-ancient-history-4133333

Mejía Carrión, W. (2021). Algunos pros y contras del colonialismo. Anthropology and

practice. https://anthropologyandpractice.com/ciencias-sociales/algunos-pros-y-

contras-del-colonialismo/

Segal, N. (2023). Tangent: On Twins [Audio podcast]. Recuperado de Revisionist

History

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