MI PARTE - EXPO LORDUY

 La Ley 734 de 2002 se refiere al Código Disciplinario Único fue creada para
establecer el régimen disciplinario de los servidores públicos, estableciendo
medidas administrativas y penales para prevenir, investigar y sancionar los
actos de corrupción en el país. Esta ley también establece los deberes y
responsabilidades de los servidores públicos y establece las sanciones por
incumplimiento. En resumen, la Ley 734 de 2002 es una herramienta
importante para promover la responsabilidad y transparencia en la
administración pública y luchar contra la corrupción en Colombia.

 La Ley 1474 de 2011 en Colombia es conocida como el Estatuto

Anticorrupción, y fue creada para fortalecer los mecanismos de prevención,
investigación y sanción de actos de corrupción en el país. Esta ley incluye
medidas administrativas y penales para combatir la corrupción, y establece
la obligación de presentar declaraciones de bienes y rentas para los
servidores públicos. Asimismo, la ley crea sanciones más severas para los
delitos de corrupción y obliga a las entidades públicas a publicar
información sobre sus contratos, proyectos y presupuestos. En resumen, la
Ley 1474 de 2011 es una medida importante en la lucha contra la
corrupción en Colombia.

 La Ley 1952 de 2019 en Colombia, conocida como el Código General

Disciplinario, busca establecer un régimen disciplinario unificado para los
servidores públicos y sancionar las faltas disciplinarias. Esta ley deroga la
Ley 734 de 2002 y algunas disposiciones de la Ley 1474 de 2011. La Ley
1952 establece criterios unificados para la calificación de las faltas y la
graduación de las sanciones, y establece un sistema de control disciplinario
interno y externo. Además, esta ley promueve la transparencia y la
rendición de cuentas en la administración pública y establece una serie de
mecanismos para prevenir actos de corrupción. En resumen, la Ley 1952
de 2019 es una herramienta importante para fortalecer la cultura de la
legalidad y la ética en el servicio público en Colombia.
 PRINCIPIOS:
La Constitución colombiana consagra los principios del debido proceso, la
presunción de inocencia, la igualdad, la legalidad y la publicidad, entre otros, que
son fundamentales para el desarrollo de los procedimientos disciplinarios. El
artículo 29 de la Constitución, el cual establece las garantías procesales que
deben aplicarse en todo procedimiento sancionatorio, incluyendo los
procedimientos disciplinarios.
1- Legalidad: Los procedimientos disciplinarios deben basarse en normas
legales y respetar los derechos y garantías establecidos en la Constitución
y la ley.

2- Debido proceso: Se debe asegurar el derecho de defensa y el derecho a

un juicio imparcial, incluyendo el derecho a ser oído, presentar pruebas,
controvertir las pruebas presentadas por la contraparte y recibir una
decisión motivada.

3- Contradicción: Las partes involucradas en el procedimiento disciplinario

deben tener igualdad de oportunidades para presentar sus argumentos,
pruebas y alegatos, y deben tener acceso a la información relevante para
su defensa.

4- Imparcialidad: Las autoridades encargadas de la tramitación y decisión de

los procedimientos disciplinarios deben actuar de manera imparcial,
evitando cualquier tipo de favoritismo, discriminación o sesgo.

5- Publicidad: Los procedimientos disciplinarios deben llevarse a cabo de

manera transparente y accesible al público, salvo que se establezca
expresamente lo contrario para proteger el interés público o los derechos
fundamentales.

6- Motivación: Las decisiones adoptadas en el procedimiento disciplinario

deben estar debidamente fundamentadas, explicando las razones y criterios
utilizados para llegar a dicha decisión.

7- Celeridad: Los procedimientos disciplinarios deben desarrollarse en un

plazo razonable, evitando dilaciones injustificadas y garantizando la pronta
y oportuna resolución de los casos.

8- Proporcionalidad de las sanciones: las sanciones impuestas deben ser

proporcionales a la gravedad de la falta cometida. Se busca evitar
sanciones excesivas o desproporcionadas, garantizando que estas sean
acordes con la conducta disciplinaria reprochada.