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Las dos ciencias de Thomas Kuhn

Por Dr. Antonio L. Cubilla- Agosto 12, 2017

El interés en conocer la manera en que se produce el conocimiento


científico es antiguo y era dominio del alto pensamiento de la lógica y
la filosofía, pero más recientemente ha bajado a tierra para basarse en
datos de la historia de la ciencia, de los grandes descubrimientos y
sobre todo de la propia actividad o quehacer diario de los científicos.
Lo que han escrito o pensado después filósofos, historiadores,
sociólogos y aficionados a mirar las actividades de la ciencia, ha
sufrido una profunda influencia de esta publicación seminal. Es notorio
que las lecturas de Kuhn por parte de los científicos difieran
considerablemente de la de los historiadores, filósofos o críticos
culturales de la actividad científica como por ejemplo Bruno Latour.

Dos tipos de ciencia: normal y paradigmática


Kuhn notó que existen dos tipos de ciencia: la que denominó ciencia
normal —le podemos agregar nosotros, la ciencia de todos los días
practicada por la mayoría de los científicos— y la ciencia
revolucionaria, que ocurre cuando se produce un cambio de
paradigma. Kuhn entendía paradigma en un sentido amplio, como un
cúmulo de ideas y métodos que cuando combinados, determinan una
nueva visión del mundo o una nueva manera de practicar la ciencia.
Los científicos que practican la ciencia normal tienden a estar de
acuerdo en la importancia de algunos problemas; eligen áreas,
niveles, técnicas de estudio que son similares. El cambio de
paradigma ocurre cuando estas visiones son radicalmente
reemplazadas por otras, pero ahora no nos ocuparemos de este
segmento de la ciencia revolucionaria sino de la ciencia de todos los
días. La ciencia normal se inicia a partir de un gran logro, un
descubrimiento que determina las bases para otros trabajo, programas
o problemas relacionados, es decir un paradigma en el sentido
estrecho.

Protociencia preparadigmatica
Los trabajos se realizan sin grandes aspiraciones, discurriendo en su
lógica racional y causal, característica de casi toda la ciencia. No
desdeñemos la importancia de estas etapas precientíficas, éstas
conforman la materia prima fundamental para que pueda ocurrir, en un
momento dado y muchas veces por accidente o serendipia, algo
importante como una nueva intuición que empieza a explicar con
mayor generalidad los fenómenos del universo, pero que sobre todo
representa un modelo a seguir para otras investigaciones. Los logros
pueden ser tan importantes que puede acumularse gran cantidad de
nuevo conocimiento y a veces eclosionar con la aparición de un nuevo
paradigma.

Un paradigma a la vez
Un concepto importante en la idea de Kuhn es que los paradigmas no
se sobreponen en el tiempo —existe un solo paradigma por vez.
Legiones de científicos en todo el mundo trabajan juntos o por
separado en un proyecto o idea, como fue el caso reciente en el
descubrimiento del Bosón de Higgs. Una vez organizado el trabajo, los
métodos, los grupos o las comunidades de científicos, en la ciencia
normal ya no se discuten los aspectos fundamentales. Esta
concentración en ir desarrollando y desbrozando distintos aspectos del
paradigma, sin cuestionamientos básicos, permite de acuerdo con
Kuhn expandir el conocimiento de una manera coherente y lógica
formando, lo que llama el desarrollo del consenso. Qué distinta es la
visión de Kuhn a la del realismo crítico de Popper, para quien la
ciencia discurre en un mundo de múltiples ideas simultáneas que
darwinianamente para sobrevivir compiten unas con otras mediante un
proceso de conjeturas y refutaciones y donde no cabe ningún dogma.

La ciencia revolucionaria
En las revoluciones científicas se nota una ruptura del orden y dogmas
de la ciencia normal, un cuestionamiento de las reglas de juego
utilizadas hasta entonces, que son seguidos de una reconstrucción
que devienen en nuevas estructuras conceptuales. En el proceso de la
formación del conocimiento científico de cada dominio entonces
existirían dos tipos de actividades secuenciales: el proceso ordenado,
lineal, disciplinado y pulcro de la ciencia normal y las rupturas
periódicas de las revoluciones. Los trabajos de la misma disciplina en
la ciencia anterior no se superponen, no son reconocibles como
relacionados
¿Cómo ocurren las revoluciones científicas?
Para Kuhn, existen dos requisitos principales para que ocurra una
revolución científica: la percepción por la mayoría de los científicos de
una crisis o estancamiento en el estado del conocimiento de la
disciplina, así como la aparición de un candidato a nuevo paradigma.
Porque la simple aparición de una idea que puede parecer ser mejor
que la otra no será suficiente para convencer a los científicos de un
cambio tan radical si no existiera previamente una crisis. Kuhn
necesita un cambio radical para poder justificar la aceptación del
nuevo paradigma por los científicos que tienden a aferrarse al
paradigma anterior de ciencia normal.

Kuhn es un defensor de la ciencia


Es decir, como lo afirmara en trabajos posteriores, existen maneras
rigurosas de evaluar las teorías que son comunes a todos los
paradigmas. Una limitación para Kuhn es que cuando estos principios
son expresados en un sentido muy amplio, comunes a varias
disciplinas, se pierde rigor y se vuelven más vagos y menos precisos y
con menor poder para resolver problemas difíciles

La transición de la ciencia normal a la revolucionaria


La ciencia normal explicada como aquella que defiende con rigor y de
manera bastante cerrada el paradigma existente utiliza versiones muy
rigurosas para sostener las ideas. Se inicia una variabilidad en la
manera de enfocar los temas y resolver problemas y esto Kuhn lo ve
como algo positivo, porque se estaría preparando el camino para que
pueda en el momento preciso ocurrir la revolución. Cuando ocurre la
revolución, el orden se altera, se cuestionan ideas fundamentales y
aparecen las maneras nuevas de resolver los problemas creados por
la crisis, requiriéndose muchas veces de visiones gestálticas y «actos
de fe», los componentes irracionales en la creatividad científica tan
estupendamente percibidos por Poincaré y descritos por Popper y
Peter Medawar.

Las anomalías en el descubrimiento


Observar la actividad de los científicos, escuchar la historia en el
proceso de la formación del conocimiento, teorizar sobre los procesos
epistemológicos, criticar los métodos o maneras en que los científicos
pretenden arribar a sus verdades y descifrar la hermenéutica de la
investigación no son suficientes para comprender el porqué y sobre
todo el cómo se produce el descubrimiento. Esta fundamenta no
pocos de sus avances en nuevas técnicas que son altamente
específicas. Muchas veces, más que una nueva idea o teorización
para avanzar el conocimiento lo que ocurre es que adviene una
técnica que abre nuevos caminos y genera a su vez nuevas ideas o
maneras de hacer en esa inextricable simbiosis técnica-ciencia que es
emblemático de la ciencia moderna.

Ciencia normal, anomalías, crisis y cambio


El científico de todos los días explora dentro de los parámetros de la
ciencia conocida, sin violar el paradigma existente, pretendiendo
agregar conocimiento al anterior y respetando las visiones ya
aceptadas por la comunidad de científicos. Es aquí donde esta
anomalía, esta recepción de lo no esperado, se entronca con el
concepto de la serendipia, es decir del juego de la suerte y del azar,
donde de manera impensada y sin aviso previo, se le presenta al
científico alerta la solución de un gran problema. Más comúnmente lo
deshecha como un artefacto inesperado no relacionado con el proceso
que está evaluando, pretendiendo algún error técnico o haber utilizado
los métodos sin el rigor requerido. Podemos así apreciar el valor de
las anomalías: cuando se acumulan e interfieren con las explicaciones
habituales y con el uso de los métodos aceptados forman una masa
critica de problemas que inducirían a una etapa de crisis donde el
paradigma, a consecuencia de los errores repetitivamente
encontrados, es cuestionado de manera fundamental. Esta revolución
emergerá no solamente en presencia de esta crisis en la capacidad de
resolver problemas, sino que requerirá de la pérdida de fe de los
científicos y de la existencia de una nueva manera de explicar, es
decir un nuevo paradigma que reemplazaría al anterior.

Relativismo de las verdades científicas


Crucial para Kuhn y para entender el relativismo en el que los
posmodernistas lo han clasificado a pesar suyo, es que para él todo
paradigma en un momento de su existencia se enfrenta con alguna
anomalía inédita, que una vez identificada persiste y se niega a
desparecer. Se inicia de esa manera una duda de la certeza del
paradigma anterior, minando la fe hasta su desaparición y
estableciendo la durabilidad temporal de esa idea tenida por cierta, a
veces durante siglos. Pero igual que Kuhn, que niega ser relativista, él
dice literalmente que “no querríamos decir que los hechos, los datos
científicos, no existen o que no exista tal cosa como la realidad. Es
que los componentes observacional y experimental de la ciencia son
poco refutables, aún por estos intelectuales críticos o celosos del
quehacer científico como algo especial.

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