10 Claves

autoestima
para reforzar tu

valórate y muéstrate
siendo tú mismo/a

Guía
gratuita
 ¡BIENVENIDA/O!
Me alegro mucho de que
hayas decidido descargar esta
guía en la que encontrarás los
10 puntos clave para
reforzar tu autoestima,
confiar más en ti y
mostrarte a los demás que
trabajo en la consulta
psicológica.

con muchas personas

En estos años he trabajado

que están pasando por lo mismo que tú ahora, y

eso me ha permitido conocer en profundidad

los aspectos clave a la hora de fortalecer el

amor propio, la confianza y la seguridad en ti

mismo/a; para conseguir dejar de perderte

oportunidades, y vivir de forma plena y consciente

desde tu aceptación.

¿Lista/o? ¡Vamos allá!

Esta guía es para ti si...

Crees que tienes baja autoestima pero no estás

seguro/a y quieres aclarar qué incluye este
concepto y en qué puedes mejorar.

Siempre has sentido que no te quieres lo

suficiente y ésto te limita o condiciona para ser
tú mismx, desarrollar tu potencial, vivir ciertas
experiencias plenamente y ser feliz.

Te comparas negativamente con los demás, te

cuesta ver tus cualidades
y magnificas tus defectos.

Las situaciones sociales te provocan ansiedad, te

cuesta conectar con los demás y sueles sentirte
inferior.

Sientes que eres excesivamente autocríticx o

exigente contigo mismx y esto te provoca
frustración, rabia y tristeza.
 ¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?
La autoestima se define como la capacidad de
quererte, respetarte y amarte de forma estable y
duradera en el tiempo, que no depende
únicamente de tus capacidades, habilidades
puntuales, acciones concretas y cualidades.

La OMS (Organización mundial de la salud)

destaca que es un estado completo de bienestar y
que tiene en cuenta tanto el aspecto social como el
físico o el psicológico.

La autoestima constituye la base imprescindible a

partir de la cuál podemos establecer relaciones
sanas y satisfactorias con los demás y con nosotrxs
mismxs de forma auténtica.
 ¿Qué incluye la autoestima?
Por muchas definiciones que tenga la autoestima,
sigue siendo un concepto que muchas veces se
utiliza sin saber bien a qué nos estamos refiriendo.

Según la escalera de la autoestima, de Rodríguez

(1988), estos son los peldaños que hay que recorrer
para conseguir llegar a tener una autoestima
completa:

la Autoestima
la Escalera de

Autoestima - ¿Me quiero?

Autorespeto- ¿Me respeto?

Autoaceptación - ¿Me acepto?

Autoevaluación - ¿Me evalúo o me devalúo?

Autoconcepto - ¿Qué concepto tengo de mí mismo/a?

Autoconocimiento - ¿Me conozco?

Rodríguez (1988)
¿Cómo puedes saber si tienes
la autoestima baja?
La autoestima, como explicaba antes, tiene múltiples
facetas, por lo que saber si tienes la autoestima
dañada o completa no estan evidente como
podamos pensar.

Igualmente, hay una serie de situaciones que

cuando las observamos, podemos inferir que por
debajo hay una baja autoestima. Son las
siguientes:

Recibir cumplidos te es incómodo, no te los acabas de

creer o consideras que te los dicen por compromiso.

Te cuesta tomar decisiones, dudas mucho y luego quizá

te arrepientes de lo que has decidido.

Tienes baja tolerancia a los cambios, te dan miedo y te

cuesta gestionar la incertidumbre.

Te comparas mucho con los demás, sobretodo de

forma en la que sueles salir perdiendo.
No sueles reconocer tus logros y éxitos, así como tus
cualidades y puntos fuertes. Sólo ves tus limitaciones.

Te sientes herido/a fácilmente por los demás, sientes

que los demás van "en contra tuya" o que no tienen en
cuenta tus sentimientos.
Estos y otros indicadores son algunas de las conductas
o situaciones que habitualmente se pueden dar
cuando hay de fondo una baja autoestima.

Por este motivo es tan importante trabajar bien este

aspecto de nuestra mochila, porque al final la
autoestima es la base sobre la cual se establecen
nuestros pensamientos, emociones y conductas.

Aprender sobre tu autestima y cómo

reforzarla es clave para mostrarte a los demás
y conectar siendo tú mismo/a.

Esta guía no pretende sustituir un proceso psicológico

en ninguna de sus formas. De hecho, al final de ella, te
presentaré una forma en la que, si crees que lo
necesitas, puedes seguir trabajando más en
profundo tu autoestima.

Estas páginas son un recopilatorio de los pilares

fundamentales e imprescindibles que debes
abordar si quieres mejorar tu forma de quererte a
ti mismo/a.

Deseo de corazón que te ayude.

Te comparto los
10 puntos clave
para reforzar

tu autoestima
 1 Identifica y expresa
tus necesidades
¿Qué necesitas?

Conocer lo que necesitas,

identificarlo, y validarlo, es el
primer paso hacia una mejor
autoestima.

Cuando validas lo que necesitas te estás dando

importancia, te estás teniendo en cuenta. Te envías el
mensaje "soy importante, mis necesidades son
importantes".

Por el contrario, si sueles priorizar siempre a los demás,

y dejas lo que quieres necesitas o deseas siempre en un
último puesto, o no pones límites, esto repercutirá
negativamente en tu autoestima.

Expresar estas necesidades, sean opiniones, deseos,

preferencias o límites, te ayudará a reforzar tu amor
propio, confianza y valor personal percibido.
 ¿Qué necesidades no satisfechas

puedes identificar en tu vida?

Haz un listado de las necesidades, preferencias, límites,
opiniones, que consideras que no estás atendiendo
plenamente en tu vida.
Luego, escriba la forma cómo les darás salida a cada una de
ellas.
Ej: Tiempo para ti, horas adecuadas de sueño, priorizarte en
determinado momento, poder decir que no...

 2 Háblate bien
La mayoría de nosotros/as, es posible que cuando nos
equivocamos o no llegamos a lo que queremos, nos
hablemos a nosotros/as mismo/as peor de cómo
hablaríamos a otra persona, aunque sea un/a
desconocido/a.

Somos mucho más críticos/as, exigentes, poco

comprensivos/as e incluso destructivos con
nosotros/as mismos/as que con los demás.

¿Por qué pasa esto? ¿Por qué nos tratamos tan mal si
somos nuestra única real compañía?

Es posible que hayas integrado en

tu diálogo interior formas de
hablarte (o frases concretas) que
provienen de la manera cómo te
trataron en tu infancia.

Quizá des por supuesto que esta es la única forma que

tienes de tratarte cuando te equivocas o no logras algo,
obviando el impacto que ese trato tiene
sobre tu autoestima y todo lo que eso implica.

Tratarte de forma poco comprensiva y compasiva te

impide tener una buena autoestima, con lo que
disminuye tu autoconfianza, autorespeto, capacidad de
poner límites, asertividad y en definitiva desarrollar todo
tu potencial.

Te propongo lo siguiente:

Anota qué te sueles decir cuándo te equivocas:

¿Qué te podrías decir de manera más respetuosa y

amorosa?
 3 Priorízate
Practica el "egoísmo sano"

¿Te ha pasado alguna vez que priorizas las necesidades /

deseos de los demás y cuándo ves que al contrario no se
da te sientes frustrado, triste e incluso con rabia?

"Los demás no hacen lo mismo por mí"

"Debería aprender a mirar por mí y punto"
"Todos miran por ellos mismos y punto"
"Nadie piensa en mí y en lo que yo necesito"

Quizá estos sean tus pensamientos en esos momentos.

Te entiendo, a mí también me ha pasado.

Por eso quiero decirte que es importante que recuerdes

que como adulto/a, quien tiene que priorizar tus
necesidades y deseos eres tú mismo/a.

Siempre de forma adecuada, evidentemente. Ni podemos

estar siempre priorizando lo que necesitan
los demás, como seguramente tampoco será viable
priorizar siempre lo nuestro.

Pero debe existir un equilibrio y una coherencia.

Cuando sientes que siempre te toca a ti ceder, y que te

cuesta ponerte en la primera opción, es porque hay una
parte de tu autoestima que está dañada y eso te impide
poner tus necesidades en primer plano.

En qué situaciones / ámbitos sientes que deberías

aprender a priorizarte?

 4 Revisa tus creencias

Las creencias son aquellas "verdades
irrefutables" que llevamos en la mochila
sobre 3 ámbitos:

- Yo mismo/a
- Los demás
- El mundo

Se generan la mayoría en nuestra infancia / adolescencia

de forma vicaria e indirecta, a través de la relación que

tenemos con nuestros padres o adultos/as de referencia.

Son inconscientes y se da por hecho que son las únicas
que puedes tener, cuando no es así.

En función de cómo nos hayan tratado, y del tipo de apego

que hayamos tenido, tendremos más creencias sanas y
flexibles, o más creencias limitantes.

Las creencias sanas son aquellas que nos permiten

enfrentarnos al mundo con autoconfianza, conociendo
nuestros derechos (y los de los demás), pudiendo poner
límites, ser asertivos/as y asumir riesgos necesarios.
Algunos ejemplos:

"Soy digna/o de amor", "Soy suficiente"

"No me gusta pero puedo equivocarme, soy humano/a"
"No necesito gustar a todo el mundo"
"Mis necesidades son importantes"

Las creencias rígidas o limitantes en cambio te

mantienen en ideas prefijadas que no te ayudan a tener
confianza en ti ni mostrarte a los demás.
No te permiten poner límites porque no das importancia a
tus necesidades.
Pueden ser consecuencia de heridas emocionales o
situaciones traumáticas.

Generan malestar emocional y psicológico, no te ayudan a

conseguir tus objetivos ni desarrollar tu potencial.

Algunos ejemplos:

"No soy suficiente", "Todo el mundo me abandona"

"Si me rechazan es que merezco el rechazo"
"Mis necesidades no son importantes"
"Debo ser siempre adecuado/a y no puedo equivocarme"
 5 Pon límites
Antes hemos quedado que era
importante dar priorizad (a veces) a tus
necesidades. Cuando esto lo tienes
claro, se hace imprescindible poner
límites a los demás.

Poner límites es uno de los puntos clave más

importantes, ya que sin ellos es muy difícil tener una
buena autoestima, relaciones sanas con los demás y
en definitiva, bienestar emocional.

Es posible que no pongas límites por el miedo a que la

otra persona se aleje, te rechaze, e incluso te abandone.

Y eso te lleva a ceder, priorizar al otro/a, aliviando

momentáneamente esa culpa.
Pero en breve llega la sensación amarga de haberte
fallado a ti misma/o de nuevo.

Poner límites no implica ser borde, ni maleducado/a, ni

grosero/a. Ni tampoco significa distancia física, ni hacer
sentir mal a la otra persona.
Hay muchas creencias limitantes que entran en juego
a la hora de poner límites. Si no trabajas esas
creencias para hacerlas más flexibles y sanas, te
seguirá siendo difícil priorizarte.

Para poner límites de forma sana y adulta/a debes

aprender a ser asertivo/a, expresar aquello que
necesitas y quieres de forma clara y explícita, pero
también empática.

¿En qué situaciones / ámbitos sientes que

deberías aprender a poner límites?

 6 Sé asertivo/a
La asertividad es la capacidad de

comunicar tus necesidades,

deseos, opinión o límites de

manera clara, explícita y

empática.

Por eso quiero decirte que es importante que recuerdes

que ni los demás te leen la mente, ni nadie tiene
obligación de priorizarte si tú no te comunicas ni lo
expresas.

Ser más o menos asertivos es algo que, en gran medida,

aprendemos en nuestra infancia y adolescencia, en
relación a los modelos que tenemos.

Si nuestros padres han sido comunicativamente más

pasivos o agresivos que asertivos, es probable que
nosotros también nos expresemos así, y que además,
para nosotros/as eso sea lo normal.

Pero tengo buenas noticias. Las habilidades sociales

(entre ellas, la asertividad) se pueden aprender a base de
práctica, tengas la edad que tengas.
 Aprender a expresar tus opiniones, deseos,
necesidades o poner límites, es imprescindible para
crear relaciones sanas, flexibles y adultas.

Empieza por identificar aquello que quieres decir, y a

partir de ahí, observa también los pensamientos que
aparecen.
Estos pensamientos, ¿te crean culpa? ¿Vergüenza?
Identifica la emoción.

A partir de este punto podrás empezar a tomar

consciencia de qué creencias te limitan a poder expresar
lo que necesitas, y poder así transformar tu forma de
comunicarte.

Existen varias técnicas asertivas, muy asequibles de ser

aprendidas, que te ayudarán a poner estructura en lo que
quieres transmitir a los demás y te aportarán seguridad.

Ser más asertivo/a te aportará seguridad, tranquilidad y

libertad, te lo aseguro.
 7 Practica el autocuidado
¿Te tienes suficiente en cuenta?
Autocuidado es de esas otras
palabras que están de moda y que de
alguna forma han "pervetido" su
significado.

Creo que hay mucho hablado de la importancia del

autocuidado, pero poco sobre cómo aplicarlo a tu vida.

Seguro que ya sabes lo que es el autocuidado, aunque no lo

practiques. Por si acaso, te lo recuerdo.

Para mí el autocuidado es atender tus necesidades o

deseos, que te aportan bienestar, y que te hacen sentir
vista e importante para ti misma/o.

Eso para cada persona puede significar cosas diferentes:

- Hacer ejercicio
- Comer sano
- Cuidarte físicamente (manicura, cremas, masajes...)
- Ir al médico cuando lo necesitas.
- Permitirte descansar cuando tu cuerpo lo precisa.
- Flexibilizar ciertas cosas para no estresarte.
- Priorizarte en algunos momentos.
- ....
Ahora te pregunto a ti.
¿Qué es para ti autocuidarte? (En concreto)
¿Crees que te auto-cuidas lo suficiente?

 8 Clarifica tu criterio
Este punto clave es quizá uno de los
que me parecen más fáciles de decir
pero difíciles de hacer. Me explico.

Como he dicho antes, una de las cosas que pueden

provocar la falta de autoestima es sentirnos en
indecisión constante. Nunca sabemos qué decisión es la
mejor, nos cuesta asumir riesgos, tememos equivocarnos
y eso nos mantiene en la duda continuada, generando
malestar.

Eso claramente puede ser porque dudamos de nuestra

propia valía o capacidades, pero también porque no
tenemos bien clarificado nuestro criterio propio.

Cuando digo criterio propio me refiero a aquello que

pensamos, a qué significado tiene para nosotros
alguna situación, conducta o comportamiento de otra
persona.
A veces nos hacemos de plastilina para poder encajar,
de forma inconsciente, y vamos cambiando nuestra
opinión de las cosas según en la situación en la que
nos encontremos. Y eso te va desconectando de tu
propio criterio, de tu propia forma de ver las cosas.

Cuando llevas tiempo haciéndote de "plastilina", llega un

momento en el que no recuerdas tu forma original.

Es como si te transformaras en un camaleón, que va

cambiando su criterio para adaptarse a lo que cree que
los demás esperan de él/ella, hasta llegar a un punto en
el que no recuerdas tu color real.

Deja espacio para trabajar de forma consciente tu

manera natural de dar significado a aquello que te
rodea, y así poco a poco irá apareciendo tu criterio y lo
podrás ir clarificando.

Por último, recuerda que el criterio sano nunca es

rígido, inflexible o absolutista. Está bien a veces no
tener una opinión concreta de algo, y lo sano es
reconocérselo a uno/a mismo/a sin sentirnos mal por
ello.
 9 Pierde el miedo al error
Errar es humano, reconocerlo es de sabios

Todos nos equivocamos. En mayor o

menor medida, pero todos lo hacemos.

Me parece imposible la idea de vivir

de forma "plena" y no meter la pata
de vez en cuando.

Incluso si pensarámos en la idea de vivir sin salir casi de

casa, ni hablar con nadie, ni hacer casi nada... incluso así, me

parece imposible no hacer algo que no sea lo "ideal" o lo

mejor que podríamos haber hecho o dicho.

No podemos controlarlo todo, es imposible. Vamos

aprendiendo a vivir conforme vamos viviendo, a modo de
ensayo y error. Eso es así y para poder sentirnos bien
debemos aceptarlo.

El problema es cuando llevas en la mochila creencias

limitantes que definen el error como algo catastófico y
que debe evitarse a toda costa.
Digo problema porque eso te hará entrar en un espiral de
miedos, dudas, autoexigencias y anticipaciones negativas
para evitar equivocarte que seguro te llevarán al malestar
y la baja autoestima.

Tampoco se trata de ir por la vida sin responsabilidad y

tropezando 50 veces con la misma piedra... se trata de
entender que, igual que los niños cuando aprenden a
andar, equivocarnos y caernos forma parte de la vida.
Y que si le tenemos miedo, acabaremos teniendo
miedo a la vida misma.

El error es sólo un paso más para llegar adónde quieres ir.

Sea tu objetivo, conseguir o aprender algo, o ser de una
forma concreta.

Equivocarte es humano, no es evitable. Lo que sí

depende de ti es la manera como gestionas ese error.

La próxima vez que "te equivoques", observa lo que te

dices, y piensa qué le dirías a alguien que quieres mucho
en esa misma situación. Entonces practica el decirte a ti
mismo/a esas palabras, de forma reforzante, amorosa y
maternante.
 10 Atrévete a mostrarte
Tus creencias sólo cambian
cuando las pones en jaque - mate.
Este último punto clave para la
autoestima tiene que ver con las
dificultades sociales que suelen tener
las personas que tienen la autoestima
dañada.

Es muy común que tener baja autoestima correlacione con

dificultades a la hora de relacionarnos con los demás.
Como he comentado, la autoestima está estrechamente

ligada a la asertividad, que es la capacidad de comunicarnos

de forma sana y adulta.

Es por ello, que quería dejar para el último punto, el de

atreverte a mostrarte a los demás, y me explico a qué me
refiero.

Muchas veces, cuando te sientes mal contigo mismo/a,

con poca autoconfianza, tiendes a mantenerte en un
segundo plano, sin mostrarte. Eso lo que provoca es que
se refuerzan tus creencias limitantes, creando un círculo
del dolor en el que cada vez te cuesta más salir de esa
situación.
 Es por ello que, aunque trabajes a nivel emocional y
psicológico tus creencias, pensamientos y emociones; si
no pasas a la acción nunca verás los resultados.

Tus creencias limitantes necesitan que las pongas en

posición de jaque - mate para que se esfumen como si se
tratara de un número de magia (aunque no siempre es así).

Por ejemplo, si te cuesta poner límites porque en la mochila

llevas la creencia de que eres "abandonable" y que los
demás te rechazarán, hasta que no te atrevas a ir poniendo
límites (de forma asertiva y empática, aprendiendo las
técnicas), esa creencia no irá desapareciendo.

Porque para desaparecer, la creencia necesita del

momento en el que esperes que los demás te "rechacen"

pero eso no suceda. Es entonces cuando se puede dar la
redefinición profunda de esas creencias. Cuando las
sometemos a esos "tests de estrés" como si de Ikea se
tratara.

Esos "experimentos" no son posibles sin mostrarte, sin

tomar el compromiso de ser protagonista de tu vida y tomar
las riendas de lo que ocurre a tu alrededor.

Te animo a ello la próxima vez en la que sientas que es la

ocasión.
Los 10 PUNTOS CLAVE para
reforzar tu autoestima

1- Identifica y expresa tus

necesidades

2- Háblate bien

3- Priorízate

4- Revisa tus creencias

5- Pon límites

6- Sé asertivo/a

7- Practica el autocuidado

8- Clarifica tu criterio

9- Pierde el miedo al error

10- Atrévete a mostrarte

¿Cuáles de estos 10 puntos claves

estás poniendo en práctica?

Estos 10 puntos clave no siempre son tan fáciles de
reconocer y menos de cambiar si no visualizas qué
alternativas tienes para dejar de sentir las
consecuencias de tener poca autoestima, sin
confianza en ti mismo/a y con dificultades para
mostrarte a los demás.

Es posible que ahora estés pensando en lo fáciles

que pueden parecer estas claves y lo complicado

que es ponerlas en práctica.

Tienes razón, no es fácil: nadie nos enseñó a cultivar

el amor propio y a trabajar en nuestra autoestima de
forma consciente, para poder así tener
autoconfianza, valorarte a ti y a tus logros lo
suficiente para poder mostrarte a los demás siendo
tú mismo/a sin miedo al rechazo.
 Quizás te estás preguntando:

¿Y ahora qué hago?

¿Cómo sigo?
¿Cuál es mi próximo paso?

Tranquilo/a que existen

caminos de salida.

Hoy tienes la oportunidad de empezar a

caminar hacia crear y fortalecer tu amor

propio, aumentar tu autoconfianza, confiar en

tu punto de vista y conseguir tus objetivos con

una autoestima reforzada.

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demás, sintiendo paz contigx mismx.

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 Y antes de despedirme,
me presento:
¡Hola! Soy Mireia Masip, soy
Psicóloga Sanitaria Col. 18766 y
te entiendo porque pasé por lo
mismo que tú. Viví durante
mucho tiempo sufriendo las
consecuencias de tener baja
autoestima, sin tener ayuda,
sintiéndome frustrada y triste.
Durante tiempo pensé que nunca encontraría

hasta que con ayuda
solución a lo que me pasaba,
encontré estrategias que me llevaron a mejorar mi
amor propio, gestionar mis emociones y creer en
mí, sintiéndome más segura y confiada conmigo
misma y los demás.

Gracias a lo que viví he desarrollado un programa

exclusivo basado en los tratamientos con
evidencia científica para personas con ansiedad
social, con el cual he ayudado a decenas de ellas a
sentirse más cómodas, seguras y libres en sus
relaciones sociales, recuperando el control de su día
a día y viviendo la vida que quieren y merecen.
 ¡GRACIAS!
Deseo que esta guía haya sido de tu interés y
te ayude a acercarte al cambio que mereces.

Me encantará conocerte y que podamos

trabajar juntos/as hacia estos objetivos.

¡Un abrazo!

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