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Norma: es una regla que se debe seguir o a la que se deben ajustar las conductas, tareas o
actividades( carácter más general). Preceptos es cada una de las instrucciones o reglas que se
dan o establecen para el conocimiento o manejo de un arte o facultad ( carácter más analítico y
específico) .
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Está fundada sobre teorías tomadas de diversos campos científicos y
filosóficos.
¿Es una teoría práctica? Es una ciencia?. La respuesta depende del concepto
de ciencia que se asuma y de la concepción que se tenga acerca de la relación
que se entablan entre teoría y práctica. Cuando nos alejamos de las
concepciones positivistas de la ciencia, cuando aceptamos que en una ciencia
pueden coexistir diferentes teorías, cuando éstas cuentan con evidencia fáctica
y desarrollan nuestra capacidad para interpretar e intervenir en los procesos
relacionados con la enseñanza, cuando aceptamos que la ciencia no es
naturalmente desinteresada, cuando entendemos que las cuestiones
relacionadas con la práctica no son ajenas a la ciencia, este concepto de
ciencia puede ser aplicable a la didáctica. Pero no toda disciplina es científica
ni toda teoría tiene las características que se demanda al conocimiento
científico. El conocimiento es científico cuando es un pensamiento fundado,
cuando es integral y no acepta incoherencia. Su carácter científico exige
comprobación de las teorías y la posesión de una base empírica. De acuerdo
con nuestra concepto de ciencia, el conocimiento, el interés y la intervención en
la práctica, así como la pluralidad teórica y el carácter normativo pueden
conjugarse sin contravenir principios epistemológicos. Afirmamos por ende que
la Didáctica es, o puede ser una ciencia. La ubicamos en el campo de las Cs
Sociales. Ya que tiene por objeto de conocimiento la enseñanza, que es una
acción social con un propósito propio, la orientación hacia la producción de
aprendizajes significativos.
Las teorías de los docentes ( creencias que tienen efecto sobre la enseñanza)
comprenden concepciones acerca de cómo se enseña y cómo se aprende, así
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como los principios que sustentan las decisiones acerca de variadas cuestiones
como la relación entre la enseñanza y las modalidades de evaluación de los
aprendizajes que eligen y cómo se visualizan las posibilidades de aprendizaje
de cada alumno, las funciones que como docentes deben cumplir y las
misiones que la escuela tiene como resultado de su compromiso con la
sociedad y con cada individuo.
Candia
Enseñar no supone una tarea de lectura de la realidad , ni de descripción, ni
de explicación sino una acción que implica intervención. Lo que acontece en el
aula es parte de la didáctica, como también los fundamentos que subyacen en
ese acontecer. En función de ello, podemos arribar a una primera definición: la
didáctica no sólo es teoría de la enseñanza, también es práctica de la
enseñanza. Asimismo el que enseña debe responder, qué enseñamos, cómo lo
enseñamos, qué debemos enseñar, qué debe ser y hacer la escuela ... en
consecuencia la didáctica no se circunscribe sólo a lo que acontece en el aula,
de manera aislada, sino que está enmarcado en un contexto institucional e
histórico, político y social.
En tanto disciplina de naturaleza pedagógica , y con gran proyección práctica ,
la didáctica está ligada a problemas concretos de la vida en las aulas. Se
constituye en una disciplina que intenta servir de marco para comprender e
interpretar, como así también para dar respuestas a problemas prácticos que
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atañen a los procesos de enseñanza y de aprendizaje y al desarrollo
profesional de los docentes. Rivilla y Mata remarcan dos componentes claves
de la didáctica, un saber formalizado y una práctica reflexiva.
Feldman plantea que la didáctica es una disciplina orientada hacia el campo
práctico de la enseñanza que produce una gama variable de conocimientos y
que abarca principios teóricos, modelos comprensivos, reglas prácticas,
métodos y estrategias articuladas de distinta índole.
La didáctica, en tanto disciplina práctica que se ocupa de la enseñanza, tiene
una doble dimensión. Por un lado podemos hablar de la dimensión teórica, que
permite comprender e interpretar la situación de enseñanza en toda su
complejidad , desde un conjunto de conceptualizaciones tales como educación,
aprendizaje, enseñanza, contenido, etc. Esta dimensión que es interpretativa y
descriptiva, está en pleno desarrollo y constituye como plantea Edith Litwin,
parte de la agenda de la nueva didáctica en un intento de superar el
reduccionismo al campo instrumental o práctico que históricamente tuvo esta
discplina.
Por otro lado, encontramos una dimensión práctica, que enuncia un conjunto
de prescripciones y normas que orientan el cómo: cómo enseñar ciertos
contenidos, cómo rastrear las ideas previas, cómo formular una pregunta, cómo
plantear un problema, etc. Esta dimensión normativa ha sido la más
desarrollada , dado que fue constitutiva de la didáctica en su origen. La
articulación de las dos dimensiones daría lugar a lo que podemos llamar praxis,
en tanto acción- reflexión. Supone tomar decisiones sobre la enseñanza desde
la reflexión teórica, no desde el azar, la práctica irreflexiva y el espontaneísmo.
No se puede dejar de considerar la dimensión ética de esta disciplina, dado
que las decisiones y acciones del docente están atravesadas por valores.
Por su parte Feldman amplía esta relación teoría- práctica desde otra óptica.
Los docentes mediatizan y “construyen” ( Pope 1988) la realidad educativa
sobre la base de las teorías de que disponen y crean interpretaciones
significativas y actúan de acuerdo con esas significaciones. En palabras de
Pozo( 1989) la acción del maestro está determinada por sus representaciones.
Este par teoría- práctica en el contexto educativo supone considerar la relación
entre el pensamiento y la acción, entre el decir y el hacer, la relación entre las
intenciones y la realidad , entre concepción y ejecución. Rivilla y Mata
completan esta idea al plantear que la didáctica ha de devolver al maestro su
capacidad reflexivo – transformadora y comprender la amplitud y complejidad
de las decisiones y opciones docentes en contextos institucionales.
En una época donde priman los discursos eficientistas, donde las editoriales
marcan líneas de trabajo resulta clave que los docentes puedan tomar
decisiones sobre qué y cómo enseñar desde un posicionamiento sólido. Su
capacidad de decisión y de acción será mayor en la medida que tenga un
bagaje de conocimientos que les posibilite discernir entre las diferentes
propuestas, optar por las que considere convenientes o producir otras
alternativas.