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R. 401. XLI.

01574
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio si daftos y perjuicos.

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7v,u-  . :, t

Buenos Aires, z. '<t- k 1oLre.- ck 20/.-

Visto los autos: "Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra -cl

Ejército Argentio si daños y perjuicos".

Considera:

l°) Que la Sal Ir de la Cámar Fedral de Apelacio­

nes ,de La Plat confirmó el pronuciamet de primea instac

en cuanto admitó, con fundameto en normas de dercho común, el

reclamo ihdemnzator del actor por las lesion que sufriea

mientras' cumplia con el servico miltar obligatr y elvó el

mont de la condea (conf. fs. 236/41).

2°) Que par decir en el sentido indcao, la alz­

da tomó en consideraó la doctrina de est Tribunal elabord

en diveros precdnts. Sostuv que en elos se habi establ­

cido la distncó "entr plante permant y consript y en­

tre los hecos que causn el daño, según sean actos bélicos o

no, denomiáls actos de servico y, también, varindo la so­

lución según que el daño incapte resulta menor o mayor

del 6% (. ), según la interpacó de la ley ,espcial miltar

en cuanto a que ela establc un haber de retio o una verda­

ra indemzacó" (fs. 237 vta.) Puntalizó, asimo, que un

consript era un sujeto que habi sido obligad a sometr a

un régimen no elgido, por lo que resultai razonble difern­

ciar su situacón de la de aquelos que ingresab a las filas

del Ejército en forma voluntari, actndo el régimen miltar

por convió y elción proia.

-1
Consideró, también, que en el precdnt "Aquino
(Falos: 327: 375) esta Corte habí invaldo constiual­
ment el arto 39, inc. 1°, de la ley 24.57, "con argumentos que

bien puedn utilzarse en esta caus respcto del dercho que le


cabe al actor de reclam la repación integral civl" (f s .
238). Juzgó, en defintva, que lo resulto en dicho precdnt

habí implcado un "viraj e" en el tramieno de caso par­

digmátcos de derchos. humanos que le impedía considera vigent


lo dicho en la caus "Bertino (Falos: 315:207) en el sen­
tido de que no corespndía otrga a un consript que sufrió
lesion com conseuia de la realizcón de actb de servi­
cio una indemzacó del dercho común cuando elas le hubieran
causdo una dismnucó menor del 6% par el trabjo en la vida
civl, esto es, cuando la ley miltar no prevé un haber de reti­
ro, sino un régimen indemzator espcífio que desplaz al
sitema resacito genral (doctrina reitad en Falos:

318:62; 319:260; 321:496; 324:8; 326:407).

Por esta razones, entdió que debía confirmase la

decisón de grado en cuanto habí resultado favorble al dercho

del demant de obtenr una repación con areglo al art.

13 del Código Civl.

3°) Que contra tal pronuciamet, el demano in­

terpuso el recuso extraodin, que ha sido conedi a fs.

25, por encotras en juego el alcne e interpacó de la

ley fedral 19.0 par el personal miltar y su decrtos re­

glamentrios. Esta normas establcn un sitema resacito


espcial "par el personal de alumnos y consript" que "com

conseuia de actos de servico" presnt "una dismnucó

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cl'¿Ia 
=3'Ol-_. _.
menor del 6% par el trabjo en la vida civl" (confr. arto 76,

inc. 3°, aprtdo e, según texo ley 2.51)

4°) Que la vía extraodin intead resulta for­

malent admisble dao que en autos se ha objetad la interp­

tación de una norma fedral -la ley 19.0- y la sentcia dic­

tad por el superio tribunal de la caus ha sido contrai al

dercho que el apelnt fundó en ela (art. 14, inc: 3°, de la

ley 48). En est contex y a los fines de establcr la intel­

gencia de las normas fedrals, la Corte no se encutra limta­

da por las posicne de los juecs de la caus y del recun­

te, sino que le incumbe realiz una declarión sobre el punto

disputao, según la interpacó que rectamn le otrgue

(Falos: 325:16; 326:80; 30:2981, 4713; 31:75).

5°) Que la ley 19.0 -al igual que su precdnt, la

ley 14.7- es el único estauo regulado del "personal mil­

tar" que, con caráte sitémco e integral, detrmina los der­

chos y obligacnes que origna el nacimeto de las relacions

entr las fuerzas armds y su agents, cualqier sea la si­

tuación de revista que ésto posean, así com los que acre su

desarol, extincó o situacón posteri a tal moent. De

ahí que corespnda recon que las dispocne conteidas

en su articuldo prevalcn sobre las de otrs ordenamits ge­

nerals por impero de la máxia lex special derogat lex gen­

ralis (confr. Falos: 312:94) en la media en que medi incom­

patibld entr lo que unas y otras establcn.

Ahora bien, com se desprn de los elmntos obran­

tes en las actuiones, la aplicón del refido régimen esp-

-3
cial otrga al acidento un resacimnto sutancilme in­
ferio al que ha sido admito sobre la base de los parámetos

establcido en el dercho común. Sin embargo, en el caso, dicho

sitema no ha sido impugnado constiualme.

6°) Que cabe recoda que con areglo al texo del

artículo 10 (actul 16 de la Constiucó Nacionl), tal com

fue sanciod por la Conveció Constiuye ad hoc de 1860


-recogind a su vez él texo de 1853, tribuao del prouest

por Alberdi en el artículo 97 de su proyect constiual-,

corespnd a la Corte Suprema y a los tribunales inferos de


la Nación el conimet y decisón, entr otras, de todas las

caus que versn sobre puntos regidos por la Constiucó, por

las leys de la Nación (con la resva heca en el arto 75 inc.

12) y por los trados con las nacioes extranjs.

7°) Que en est marco constiual, la ley 27 esta­

bleció en 1862 que uno de los objets de la justica naciol es

sotenr la observanci de la Constiucó Nacionl, prescin­

dieno, al decir las caus, de toda dispocón de cualqier

de los otrs poders nacioles, que esté en opsicón con ela

(art. 3). Al año siguent, el Congres dictó la ley 48, que

prevé que: "Los tribunales y juecs nacioles en el ej ercio


de su funcioes procedán aplicndo la Constiucó com ley

suprema de la Nación, las leys que hay sanciod o sancioe

el Congres, los trados con nacioes extranj eras, las leys

particules de las provincas, las leys genrals que han re­

gido anteriom a la Nación y los princos del dercho de

gents, según lo exijan respctivamn los caso que se sujetn

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dl'¿, _ :>-. - -:=z. - _

a su conimet, en el orden de prelación que


 va establcidoH

(artículo 21) .

8°) Que con esta base normativs, la doctrina ati­

net al debr de los juecs de efctuar el examn compartiv

de las leys con la constIuó. Nacionl fue aplicd por esta


Corte des su primeos 'pronuciamets cuando -contad entr
su .
miebros . ,.-"
Con -.
un conveial consti tuyéne "
de 1853, el Doc:-
tor José Benjé3.mi GOrbstiag delinó su' facultdes par "apli-
car las leys y reglamntos tales com son, con tal que eman

de autorid competn y no sean repugnats a la Constiuc6H


(Falos: 23:7).

9°) Que en esta senda se expidó el-Tribuna en 18

respcto de lafc:utd de los magistrdo de examinr la compa.­

tiblda entr las normas inferos yla Constiucó Nacionl

con una fórmula que resulta hoy ya clásia en su jurispdenca:

"es elmnta en nuestra organizcó constiual, la atribu­

ción que tien y el debr en que se ha.ln los tribunales de

justica, de examinr las .


leys en los caso conrets .
que se

traen a su decisón, comparándls c?n el texo dé laConstiu-

ción par averigu si guardn o no confrmida con ésta, y abs-


\

tenrs de aplicrs, si las encutra en opsicón con ela,

constiuyed esta. atribucón modera uno de los fines supre­

mos y fundametls del Poder Judical naciol ¥ una de .las ma­

yores garnt-s con que :se ha entdio asegur los derchos

consigad en la Constiucó, contra los abuso posible e in­

voluntaris de lo poders públicosH•

-5
Tal atribucón -conluyó la Corte- "es un derivao
forzs de la separción de los poders constiuye y legisa­

tivo ordina" (Falos: 3:162).

Com es bien sabido, un afio antes, en el caso "Soj,

esta Corte ya habí citado la autorid del célebr precdnt


"Marbuy vs. Madison" par establcr que "una ley del congres

repugnat a la Constiucó no es ley" y par afirm que


"cuando la Constiucó Y una ley del Congres están en confli­
to, la_c:onstiuó deb regi el caso a que ambs se refin"
(Falos: 32:10). Tal atribucón encotró fundameto en un prin­
cipo fundaciol del orden constiual argentio que consi­
te en recon la supremací de la Constiucó Nacionl (art.
31), pues com exprsab Sánchez Viamonte "no exist nigú ar­
gumento válido par que un juez dej de aplicr en prime térmi­
no la Constiucó Nacionl" (Juico de ampro, en Encilopeda
Jurídica Omeba, t. XVI, pág. 197, citado en Falos: 321:60).

10) Que el requisto de que es contrl fuera efc­

tuado a peticón de parte resulta un aditmeno pretoian que

establció formalent est Tribunal en 194 en el caso "Gande­


ra Los Lagos" (Falos: 190: 142). Tal requimnto se fundó en
la advertnci de que el contrl de constiuald sin pedi­
do de parte implcarí que los juecs puedn fiscalzr por pro­

pia incatv los actos legisatvo o los decrtos de la admi­


nistracó, y que tal activd afectrí el equilbro de pode­
res. Sin embargo, frent a est argumento, se afirmó posteri­

ment que si se acept la atribucón judical de contrl consti­


ucional, care de consitea sotenr que el avnce sobre
los dos poders democrátis de la Constiucó no se produce

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 df9¿aOn _ ":J .
/ -:"F_
'

cuando media peticón de parte y sí cuando no


'- la hay (Falos:

306:, vot de los juecs Fayt y Beluscio; y 327:1, consi­

derano 4°).

Agreó el Tribunal que la declarión de incostu­

cionald de ofic tampoc "se. opne a la presunció de vali­

dez de los actos adminstrvo o de los actos estal eng­

neral, ya que dicha presunció ced cuando se contraí.u nor­

ma de jeraquí superio, lo que ocure cuando las leys se


-,"' . -_. . _ .,-_ . _ . _ . _-. _ ._- . _- -_. _ .-_ . _ ._- . - - -_ - - - - - - -

ne a la Constiucó. Ni ( . ) pued vers en ela menoscab del

dercho de defnsa de las partes, pues si así fues, debE1ría

también descalifr toda aplicón de ofic de. cualqier

norma lega no invocad por elas so pretxo de no haber podi

los intersado expdirs sobre su aplicón al caso" (Falos:

327:1, considera 4° citado).

1) Que, sin perjuico de esto argumentos, cabe

agre que tras la refoma constiual de 194 debn tenrs

eh cuenta las directvas que surgen del dercho interacol de

los derchos humanos. En el precdnt "Mazeo (FalOs":

30:248), esta Corte enfatizo que "la interpacó de la Con­

vencióAmra sobre Derchos Humanos deb guiarse por la ju­

rispudenca de la Corte Interamic de Derchos Humanos

(CIDH)" que importa "una insolaybe paut de interpacó

par los poders constiud argentios en el ámbito de su com­


petncia y¡ en conseuria, también par la Corte Suprema de

Justica de la' Nación, a los efctos de resguad las obliga­

ciones asumid por el Estado argentio en el sitema interam­

ricano de proteción de los derchos humanos" (considera 20).

-7
. , >{. b>-;l{" . AY., . '-";¡> iÜ';-" . o,- -jt'b ? "'ti;rcM-¥ $"» ,-'"hil -.; ."'->$ n- .  . _. _ ,_

Se advirtó también en "Mazeo que la CIDH "ha seña­

lado que es consiet de que los juecs y tribunales interos

están sujeto al impero de la ley y, por elo, están obligads

a aplicr las dispocne vigents en el ordenamit jurídi­

co. Pero cuando un Estado ha ratifcdo un trado interacol

com la Conveció American, su juecs, com parte del aprto

del Estado, también están sometid a ela, lo que les obliga a

velar porque los efctos de las dispocne de la Conveció

no se vean merados por la aplicón de leys contrais a su

objet y fin, y que des un inco caren de efctos jurídi­

cos". Concluyó que "[ e] n otras palbrs, el Poder Judical deb

ejrc una espci de 'contrl de conveiald' entr las

normas jurídicas interas que aplicn en los caso conrets y

la Conveció American sobre Derchos Humanos" (caso "Almona­

cid", del 26 de septimbr de 206, parágfo 124, considera

21) .

12) Que en diversa ocasine posteri la CIDH ha

profundiza el conept fijado en el citado precdnt "Almona­

cid". En efcto, en el caso "Trabjdoes Cesado del Congres"

precisó que los órganos del Poder Judical debn ejrc no sol

un contrl de constiuald, sino también "de conveia­

lida" ex ofic entr las normas interas y la Conveció Ame­

rican ["Caso Trabjdoes Cesado del Congres (Aguado Alfaro y

otrs) vs. Perú", del 24 de noviembr de 206, parágfo 128].

Tal criteo fue reitado algunos años más tarde, exprsado en

simlare términos, en los caso "Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña

vs. Boliva" (del l° de septimbr de 201, parágfo 20); "Go­

mes Lund y otrs ('Guerilha do Ragui') vs. Brasil" (del 24 de

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 d1'cIe cIekC2/V \.

-'.

noviembr

Flores vs.
de

México"
201,

(del
parágfo

26 de noviembr
176) y "Cabre de 201,
a parágfo
y Montiel

25) .

Recintm, el citado Tribunal ha instdo res­

pecto del contrl de conveiald ex ofic, añdieno que

en dicha tare los juecs y órganos vinculados con la admins­

tración de justica debn tenr en cuenta no solament el tra­

do, sino también la interpacó que del miso ha heco la

Corte Interamic (conf. caso "Fontevchia y D'Amico vs. Ar­

gentia" del 29 de noviembr de 201) .

La jurispdenca resñad no deja lugar a duas de

que los órganos judicales de los paíse que han ratifcdo la

Conveció American sobre Derchos Humanos están obligads a

ej erc, de ofic, el contrl de conveiald, descalif-

.cando las normas interas que se opnga a dicho trado. Resul­

tarí, pues, un contraseid aceptr que la Constiucó Nacio­

nal que, por un lado, confier rango constiual a la mencio­

nad Conveció (art. 75, inc. 2), incorpa su dispocne

al dercho intero y, por consiguet, habilt la aplicón

de la regla interpav -formulad por su intérpe auténi­

co, es decir, la Corte Interamic de Derchos Humanos- que

obliga a los tribunales nacioles a ejrc de ofic el con­

trol de conveiald, impda,. por otr lado, que eso miso

tribunales ejrzan simlar. examn con el fin de salvgurd su

supremací frent a normas locaes de menor rango.

13) Que resulta preciso puntalizr, sin embargo, que

el ejrcio del contrl de constiuald de ofic por los

magistrdo deb tenr lugar "en el marco de su respctiva

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competnias y de las regulacions procesal corespndit"
(confr. caso "Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña" y "Gómez Lund y

otrs", citados).

Desd esta persctiva, el contral normativ a car­

go del juez presuon un proces judical ajustdo a las reglas


adjetivs aplicbes entr las cuales revistn espcial relvan­
cia las que detrmina la competnia de los órganos jurisdc­
cionales y, sobre tod6, las que fijan los requisto de admis­
bilda y fundametció de las presntacio o alegcions de
las partes. Es conveit recoda, al respcto, que la desca­
lifcaón constiual de un precto normativ se encutra

supedita a que en el pleito qued palmrient demostra que

iroga a alguno de los contedis un perjuico conret en la

media en que su aplicón entrañ un desconimt o una

resticón manifesto de algun garntí, dercho, tíulo o

preogativ fundaos en la Constiucó; es justamen la acti­


vida probati de los contedis así com su planteos ar­

gumentals los que deb poner de manifesto tal situacón.

En est sentido se impone subray que cuanto mayor

sea la clarid y el suteno fáctio y jurídico que exhiban las

argumentcios de las partes, mayores serán las posibldae

de que los juecs puedan decir si el gravmen pued únicamet

remdias mediant la declarión de incostuald de la

norma que lo genra.

Com pued aprecis, el reconimt exprso de

la potesad del contrl de constiuald de ofic no sig­

nifca invaldr el conjut de reglas elabords por el Tribu-

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Qt'kaciM. ? 
, -

nal a lo largo de su actuión instucoal relativs


 a las de-

más condies, requisto y alcnes de dicho contrl.

14) Que, en tal sentido, cabe recal la jurisp­

dencia de esta Corte según la cual la declarión de incostu­

cionald al importa el desconimt de los efctos, par

el caso, de una norma dicta por un poder de jeraquí igual­

ment suprema, constiuye un remdio de última ratio que deb

evi tarse de ser posible mediant una interpacó del texo

lega en juego compatible con la Ley Fundametl, pues siempr

deb estar a favor de la validez de las normas (Falos:

14: 425; 147: 28 6). Además, cuando exista la posiblda de una

solución adecu del litgo, por otras razones que las consti­

tucionales comprendias en la caus, corespnd prescind de

esta últimas par su resolución (Falos: 30:129; 305:14).

En suma, la revisón judical en juego, por ser la

más delica de las funcioes suceptibl de encomdars a un

tribunal, sol es practible com razón ineludb del pronu­

ciamento que la caus requi, de maner que no deb legars

a una declarión de incostuald sino cuando elo es de

estrica necsida.

15) Que, admit en los términos precdnts la po­

tesad de los juecs de efctuar el contrl de constiual­

da aunqe no exista peticón exprsa de parte, cabe realiz en

autos el corespndit examn de la norma que establc un

régimen indemzator espcífio par el personal miltar. Á

tal efcto es necsario reita que el art. 76, inc. 3 o, ap.

c), de la mencioad ley 19.0 -texo según la ley 2.51-, le

-1
-._

recon a los consript que, com conseuia de actos de


servico, presnt "una dismnucó menor del senta y sei
por ciento par el trabjo en la vida civl", una indemzacó
única que no podrá excdr de treina y cino habers mensual

de su grado par el personal superio y subalterno.

En lo que respcta a la finald y al alcne de di­

cho artículo, esta Corte ha considera que resulta evidnt que

busca establcr un r-esacimnto, lo que se compade con lo


exprsado en la nota de elvación del proyect de la ley, según
la cual se persiguó "la suticón del retio por una adecu
indemzacó al personal de la resva incorpad y de alumnos
que sufran una dismnucó de aptiudes par la vida civl com
conseuia de actos de servico", y que elo obsta a la
aplicón de las reglas que regían la responabild genérica

(conf. caus "Bertino, Falos:315207).

16) Que con posterida al precdnt citado, el

Tribunal ha tenido oprtunida de pronuciase, en caso de re­

sarcimento de daños producis por acidents, respcto del

cuestionam con base constiual del que serían sucepti­


bles los sitema espcial de responabild que admitín li­
mitacones indemzators frent al dercho a una repación
integral derivao del princo genral alterum no laedr, si
se comprba la existnca de un menoscab sutancil a la ga­

rantí invocad por el intersado (Falos: 327:5).

17) Que a los efctos de detrmina si en la presnt

caus se produj esa vulneració, es necsario examinr, por un

lado, el alcne de los derchos constiuale involucrads

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<WÚ 8de deli.-Z;V/ '-


 -:s

y, por el otr, si los daños causdo por la


 contigea en

cuestión encutra su debia repación con la prestación única

que establc el arto 76, inc. 3°, ap. c, de la ley 19.0

En defintva, a parti de las normas y princos

constiuale en juego corespnd dilucar si quedó demos­

trado que, tras la aplicón de pauts mensurabl com las

contemplads por el citado artículo, el perjuico sufrido exc­

de, en forma manifest e intolerab, el marco de cobertua que

razonblemt cabe entdr abrcdo por el sitema espcial.

18) .Que en lo que intersa al caso, esta Corte ha di­

cho que el "princo genral" que establc el arto 19 de la

Constiucó Nacionl, según el cual se "prohíbe a los 'hombres

perjudica los derchos de un terco", se encutra "entrañ­

blemnt vinculado a la idea de repación", y que la reglamn­

tación que hace el Código Civl, en cuanto a las persona y las

responabild conseut no las arig con caráte ex­

clusivo y excluynt en el dercho privado, sino que exprsa un

princo genral que regula cualqier discplna jurídica

(conf. Falos: 308:1 y 327:5).

19) Que en cuanto a la proteción de la integrda de

la persona, esta Corte ha resulto reitadmn que cuando la

víctima resulta dismnua en su aptiudes física o psíquica

de maner permant, esta incapd deb ser objet de repa­

ración al margen de que desmpñ o no una activd productiva

pues la integrda física tien en sí misa un valor indemza­

ble y su lesión afect diverso aspecto de la personalid que

hacen al ámbito doméstic, social, cultra y deportiv, con la

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consiguet frustación del desarol pleno de la vida (Fa­
los: 308:19; 312:75 y 241; 315:284; 327:5; 329:68 y

34:76, entr muchos otrs).

20) Que, en conlusió, la adecu proteción del

dercho a la vida y a la integrda psicofía de las persona

exig que se confiera al princo alterum no laedr toda la


amplitud que éste amerit, así com evitar la fijacón de lim­
taciones en la media en que implquen "alter los derchos

reconids por la Constiucó Nacionl (art. 28).

En es entdimo, cabe sefialr que es la viola­

ción del debr de no dafir a otr lo que genra la obligacón de

repa el menoscab causdo y tal noció comprend tod perjui­


cio suceptibl .de apreción pecuniar que afect en forma
cierta a otr en su persona, en su patrimon y/o en su der­

chos o facultdes. Dicha repación no se logra si los dafios

subiten en algun media, motiv por el cual la indemzacó


deb ser integral (conf. Falos: 324:97 y argo Falos:

326:9); ni tampoc si el resacimnto -derivao de la apli­


caión de un sitema resacito espcial o product de util­

zación de facultdes discreonal de los j uecs- resulta en

valores irso o insgfcate en relación con la entida

del dafio resacibl (Falos: 314:729, considera 4°; 316:94,

considera 4°; entr otrs).

21) Que en el caso la aplicón del sitema indem­

zatori que aquí se tra condue a un resultado incompatble

con los princos y derchos a los que se ha heco refncia.

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d"e:-? -.:
-"'

A los efctos de legar a esta conlusió


"- se deb te­

ner en cuenta el quantm real de la "indemzacó prevista en

la norma espcial, cuyo pago -en su "forma y condies"- dejó

sujeto a la reglamntció y la magnitud del daño sufrido por, el

actor.

En est sentido, es de adverti que el decrtO 829/

sol contempla daños materils y, dentro de ésto , de ad.leÍ'o


,

con la escal que fija, un aspecto de manifesto caráte par-

cial, com lo es -según conid criteo de esta Corte- el gra­


do de incapd. En el esquma de dicha reglamntció, elo
(

detrmina, a su vez, según el porcentaj de esta última, la

"cantid de habers mensual" que constiuye "la indemza­

ción". Par el caso, según lo dispueto en la ley, debn ser

consldera los corespndit al grado de cabo o cabo 2°.

Sobre esa base, según el grado de incapd reco­

nocid, al actor le corespndía, según la ley espcial y de

acuerdo con el régimen de habers vigent en la actulid $

4.32 de indemzacó (16 habers mensual de "cabo, cabo se­

gundo"; cad uno de elos, de $ 2.7, según el decrto

1305/2) .

Por otr lado corespnd tenr en cuenta que, una

. vez admito que el" acidemt que sufriea mientras cumplía con

el servico miltar -al realiz "la limpeza de una m.áquina so­

bador de pan, su mano izquerda quedó atrpd en los rodils

[ . ] produciénle su aplstmieno hast la mufieca"-, provcó

al actor una incapd del 30%, al elvar los monts fijados



en el falo de primea instac, el a qua establció una indem-

-15
'. '-.=,_"

nizacó toal de $ 150. ($ 15.0 por el daño materil y $

35.0 por el daño moral).

2) Que de lo expusto surge que el mont de la in­

demnizacó" al que se arib al aplicr los parámetos del si­


tema fijado por el régimen espcial no repa integralm el
daño sufrido por el actor, cirunsta que sí se da en la sen­

tencia apeld que se sutena en el dercho común, en el que no


sol se tien en cuenta el resacimnto del perjuico moral que
el sitema espcial no contempla, sino también otras pauts que

excdn de la mera incapd, tales com las considera por


los juecs de la caus: el daño patrimonl comprensiv del lu­
cro cesant, la pérdia de integrda física y el daño estéico,
tenido en cuenta a su vez la graved de los hecos, la inc­
dencia en los múltipes ámbitos en que el suj eto proyecta su

personalid, la condió económi-sal, el sexo, la eda,


el estado civl y la expctaiv de vida económiat útil.

23) Que lo exprsado reflja con clarid la vulnera­

ción de los derchos constiuale del acidento conside­


rando la insufcea del resacimnto que se obtien según el
sitema espcial examindo en relación con el daño que se pro­

ne repa. Se añde a elo la cirunsta de que no resulta

razonble que una norma que tien por objet subanr las conse­

cuenias de la minusvalí provcad par el trabjo en la vida


civl" preva únicamet com paut orientad par la estima­
ción del quantm indemzator el haber que percib quien sol

se desmpña en las fuerzas armds.

-16
R. 401. XLI.
01582
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio 51 daos y perjuicos.

'$ Q9¿ ¿Ia G!V

Frent a lo examindo cabe conluir que los medios

elgidos no se adecun al objetiv repado de la norma pues se

consagr una solución incompatble con los princos y derchos

que la Constiucó Nacionl ordena respta, proteg y reali­

zar en el caso conret.

24) Que el heco de que el actor, al que se le reco­

noce el dercho a reclam y obtenr la repación integral y

adecu de los daños sufrido com conseuia de un acident

ocurid en ejrcio de un acto de servico, hubies percibdo

la tarif única prevista en el art. 76, inc. 30, ap. c, de la

ley 19.0, no implca de por sí la admisón de una doble indem­

nizacó respcto del miso rubo (pérdia de la capid de

ganci o lucro cesant), pues las pauts utilzads par su

detrminacó difern sutancilme y no existn obstácul

par que el mont percibdo por dicho conept sea deucio del

que result de la aplicón de las dispocne de dercho

común.

Por elo y oída la señora Procuad Fiscal, el Tribunal

resulv: 1) declar formalent admisble el recuso extrao­

dinaro, y la incostuald en el casqdel arto 76, inc.

3 o, aprtdo c, de la ley 19.0 -según texo ley 2.51-; 2)

confirma en lo restan el pronuciamet apeldo. Costa por

-/

-17
-l/su orden en atenció a la forma en que se resulv (art. 68,
segundo párafo, del Código Procesal Civl y Comercial de la Na­
tuname, devuélas.

t!1:s ENRIQU,S. PETRACHI

f

E. RAUL ZAFRONI

jUAN CARLOS MAQUED

I ." I'iL 6iMlJOAD vo-/


POR SeCRETAltI O¿ JlRi5PUD£NCIA
CORTE SUPREMA DI: JUSTICA DE LA NACIO
ES vu,-JIA FIt:L

-18
R. 401. XLI. O 10 5 8 3
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio si daños y perjuicos.

WCd9'ek
_ .-J -:z "


-I/TO DEL SEÑOR MINSTRO DOCTR DON CARLOS S. FAYT

Considera:

1°) Que la Sal Ide la Cámar Fedral de Apelacio .


nes de La Plat confirm6 el pronuciamet de primea instac
eIl cuant.o hito lugar 'a ladfu erilé:q1. la actor habíré .
éiam.do&rjct()Ageh uhaindemzc:ÓIl. Iost.érmin
",-_ . _-'

del. dercho común .porTesIné sufrida mientras prestab el


.

'. . .:

servico miltar obligatr, de las"que deriv6 una incapd

parcil y pemant del 30% de. la toal obrea. Modifc6, .no


oJ:)stane, lo. resulto en. orden al mont de condea (;Es.
236/41) .

Contra esadci.6n, la deman&á irt.eplso' 'el redU-


',- ,- -

so extraodin de fs. 24/6vta., conedi a fs. 25, por


encotras en juego el alcne e infetprác6 de la ley fedé­
ral 19.0 par el. Persohal Mitar . .
y súdecrto reglamt.-'
rios, done se establcuI iégIne irdeuÚzáo al margeIld
las normas de dercho común, tlpar elpérsón'a de a luno s
conript6s" . qué comriselntTadb.Óv<:>"p­
ent "uria d.£snl1rcio meno); defsrita ysel'pó£cInto par
el trabjo en la vida civl" (conf.art 76, inc 3°, ap. ,

según texo ley 2.51)


'iJ ":

2°) Que par así decir" elaquo conside.r61a dóc


trina de est . Tribunal elabord. en diyersopE:!cnt. Ex­
pres6 quenélos se;. habí establcido, la distncó "entr

plante permant y consript y entr los hecos que causn

el daño según sean actos bélicos o no, denomiáls actos de


servico y, también, varindo la solución según que el daño in-

-19
- -

capi tane resulta menor o mayor del 6% [ . ] , según la inter­


pretación de la ley espcial miltar en cuanto a que ela esta­

blec un haber de retio o una verda indemzacó" (fs. 237


vta.) Remarcó, además, que un consript es un sujeto que re­
sultó obligad a sometr a un régimen que no eligó, por lo
que podía resulta razonble distngur esta situacón de aque­
los que ingresa a las filas del Ejército voluntarime,

sometiénd al régimn miltar por convió y elción pro-

pia.

Tuvo en cuenta, asimo, que en la caus "Aquino,

Isacio" (Falos: 327:5) esta Corte habí declaro la inval­


dez constiual del arto 39, inc. 1° de la ley 24.57, "con
argumentos que bien puedn utilzarse en esta caus respcto del
dercho que le cabe al actor de reclam la repación integral
civl" (fs. 238). Entedió, en suma, que alí se habí configu­
rado un "viraje en el tramieno de caso pardigmátcos de
derchos humanos que le impedía considera vigent lo dispueto
en la caus "Bertino (Falos: 315:207), en la que se habí
establcido que no corespndía "otrga a un consript que ha
sufrido lesion com conseuia de la realizcón de actos de
servico, una indemzacó del dercho común cuando elas le
hubiesn causdo una dismnucó menor del senta y sei por
ciento par el trabjo en la vida civl, esto es, cuando la ley

miltar no prevé un haber de retio sino un régimen indemzato­


rio espcífio que desplaz al sitema resacito del dercho

común (doctrina reitad en Falos: 318:62; 319:260, 2689;

321:496; 324:8; 326:407)".

-20
R. 401. XLI. O 1 058 4
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio sI daftos y perjuicos.

dt'¿Ia \ _

Sobre tales base, confirmó el pronuciamet


"- ante­

rio que habí heco lugar a la repación del daño ocasind

al actor según el arto 13 del Código Civl.

3°) Que corespnd destimar los agrvios expusto

por la deman frent a los fundametos que contie esta

última conlusió. Elo es así, toda vez que la afirmcón según

la ual los regímns espcífio aplicbes a los miebros de

las Fuerzas Armads son excluynts del sitema genérico de res­

ponsabild previsto en el Código Civl, ya no pued manters

a la luz de la nueva doctrina aludi por el aguo.

En efcto, com tuvo oprtunida de señalr esta Cor­

te en el ya aludio precdnt de Falos: 327:5, el arto 19

de la Constiucó Nacionl establc com princo genral la

prohibcón dirga a los hombres de perjudica los derchos de

un terco: alterum no laedr, entrañblm vinculado a la

idea de repación.

En est sentido -com se señaló en el caso recién re-

fernciado-, la jurispdenca del Tribunal cuenta con numeros

antecds que han profundiza la razón de ser de los alcn­

ces repados integrals que establcn las mencioads normas

del Código Civl. Elas, com ha sido visto, exprsan el también

citado "princo genral" enuciado en la Constiucó. El "va­

lor de la vida human no resulta aprecibl con criteos exclu­

sivament económis. Tal conepió materils deb cedr

frent a una comprensió integral de los valores materils y

espirtual, unidos inescdblmt en la vida human y a cu­

ya repación deb, al menos, tendr la justica. No se tra,

-21
., _ ._-"'

pues, de medir en términos monetaris la exclusiva capid


económia de las víctimas, lo que vendría a instaur una suert

de justica distrbuva de las indemzacos según el capitl


de aquéls o según su capid de produci biens económis
con el trabjo. Resulta incuestoabl que en tales aspecto no

se agot la signfcaó de la vida de las persona, pues las


manifestco del espíritu que no son suceptibl de media
económia integra también aquel valor vi tal de los hombres"
(Falos: 29:48, considera 16; asimo: Falos: 30:82,
considera 2°; 310: 2103, considera 10, Y 312: 1597, entr

muchos otrs)

En esta línea de ideas, la Corte también tien juzga­

do, dentro del antedicho contex del Código Civl y con exprsa

refncia a un infortu labor, que la repación también


habrá de comprend, de habers produci, el "daño moral". Más
aún; la "incapd deb ser objet de repación, al margen de
lo que pueda corespnd por el menoscab de [la] activd

productiva y por el daño moral, pues la integrda física en sí

misa tien un valor indemzabl" (Falos: 308:19).

4°) Que los citados precdnts, por lo demás, se co­

respond, de maner implícta pero inocultabe, con los prin­


cipos humanístico que, inserto en la Constiucó Nacionl,

han nutrido la jurispdenca constiual de est Tribunal,

tal com se evidncó en el citado falo "Aquino.

En prime lugar, el relativo a que el "hombre es ej e

y centro de tod el sitema jurídico y en tano fin en sí miso


-más alá de su naturlez trascend- su persona es invola-

-2
R. 401. XLI. 0158
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio sI daños y perjuicos.

<¡5'tnk df'¿Ia=_\ _

ble y constiuye valor fundametl con respcto al cual los res­

tanes valores tien siempr caráte instrumeal" ("Campodó­

nico de Beviacqu", Falos: 32:9).

En tal sentido, no deb perds de vista que no está

ahor en juego la proteción de la integrda patrimonl, esto

es, un valor instrumeal, sino de otr fundametl: la protec­

ció de la involabd física, psíquica y moral del ind vi­

duo.

Por otr lado, esta Corte reconió la aplicón del

arto 21, inc . .2, de la Conveció American sobre Derchos Huma­

nos: "nigua persona pued ser privad de su biens, excpto

mediant el pago de indemzacó justa", a reclamos fundaos en

violacnes al dercho a la vida, dano así a dichos biens un

alcne que transcied la eSfra de lo patrimonl ("Ohariz,

Falos: 326:0t.

5°) Que la aplicón del régimen indemzator es­

tablecido en la ley 19.0 par el personal miltar al que se

afer la deman condue a un resultado incompatble con los

princos enuciados en los considera anterios. Elo es

manifesto, toda vez que, contraime a lo que ocure con el

civl, el sitema de la ley 19.0 se aprt de la conepió

repado integral, pues no admite indemzacó por nigú

otr daño que no sea la pérdia de la capid de gancis de

la persona afectd, la cual, a su vez, resulta conmesurabl de

maner expo1iatr.

-23
En efcto, si por acso se admites que una dismnu­

ción menor del 6% par el trabjo en la vida civl -en el sub

examin, del 30%- pued entdrs repad con el pago de "die­

cisé vecs el importe del haber mensual del grado de cabo o

cabo segundo" (conf. ley 19.0, arto 76, inc. 3°, ap. c y de­
creto 829/, arto 5° ap. 1.b), debría recons que los de­
rechos constiuale en juego así entdios constiuye
enuciados huecos, a sr lenados de cualqier mod por el Esta­

do. Elo es así en la media en que el importe que resulta de

esa tarifcón se traduce en la suma de $ 4.32, de confrmida


con lo establcido en el decrto 926/1 (texo según decrto

1305/2), en cuyo Anexo 1 se fija com haber mensual de cabo

el importe de $ 2.7, base refncial par el caso del cons-

cripto.

De ahí que, aun en el supeto de que el actor hubie­

ra percibdo la suma refida, resulta impertn el argumento

de la deman según el cual la aplicón del dercho común al

caso "nos levarí a aceptr una doble indemzac6 a favor de

quiens se encutra alcnzdos por el régimen miltar en des­

medro de los ciudanos que no lo están" (fs. 245). Elo es así


toda vez que, aun en esa hipótes, la suma presuntam perci­

bida siempr podrá ser deucia de aquelo que corespnda en

términos constiuale a una indemzacó justa frent al

menoscab sufrido por el agent.

De lo contrai, habrí que recon que nuestra

Constiucó Nacionl no repsnta sino un promis conjut

de sabio consej y de ilusor derchos, cuya defincó que­

darí librad a la buena voluntad del Estado: se estarí negado

-24
R. 401. XLI. O 1 O 586
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio si daños y perjuicos.

 8¿1a'QAí
,.

 -:z

así

ralizndo
la digna

en conseúia
del hombre

aquelo
com imperatvo

que prougnab
categ6ri Séneca -símbol
desnatu-

de la filosía est6íca- en una epístola dirga a Lucilo: "el

hombre deb ser algo sagrd()p el hombre" (horn res sacr


homin) .

6°} Que, aun cuando tod lo anterio resulta sufi­

cient par destimar el planteo de la deman, cabe pondera

si la norma miltar supera eÍ tes de razonbild en términos

de adecuión y proción entr el medio conteid en la norma

(la repación tarifd) y el fin a presva (la tuela del re-


sarcimento de la persona afectd) . 'Es evidnt, en esta línea

de razonmiet, que la exigüda del importe que resulta de la

aplicón de las normas infracost tucionales resñad en el

considera anterio, pulveriza el crédito indemzator, pri­

vando a est último de su conteid inmaet.

Tod lo anterio relativz el valor del plexo norma

ti vo que el Estado invoca. Elo, en la media en que -luego de

la refoma establcid por la ley 24.9- el servico miltar ya

no constiuye una carg pública identfca con la obligacón

de "armse en defnsa de la patri y de esta Constiucó", a

la luz de lb establcido en el art.21 de la Constiucó Nacio­

nal. En tales condies, reclamos que, com el presnt, se

rigen por el sitenadl ya deroga "servico miltar obligat­

rio", ya no reptsna par el Estado una responabild pa­

trimonal desprocina o de magnitudes signfcatv por su

proyeción a otrs caso.

-25
i.! -.;r: - . -:>1" t'-€&r¡T -'1* fu

7°} Que, en virtud de tod lo exprsado, corespnd

declar la invaldez constiual del régimen indemzator

miltar cuya aplicón pretnd la deman, pues cerna de

mod intolerab derchos de raigmbe constiual com los

resñado en los considera 3° y 4° de est pronuciamet.

No obsta a la conlusió antedich la cirunsta

según la cual el actor no impugnó las normas cuya incostu­

nalid est Tribunal declar. En efcto, ya des el año 1984,

esta Corte ha señaldo que en la admisón de la facultd de de­

clar la incostuald de ofic no pued vers la crea­

ción de un desquilbro de poders a favor del Judical y en

mengua de los otrs dos, ya que si la atribucón en sí no es ne­

gad, care de consitea sotenr que el avnce sobre los

otrs poders no se produce cuando media peticón de parte y si

cuando no la hay; tampoc se opne a aquél la presunció de

validez de los actos adminstrvo, o de los actos estal

en genral, ya que dicha presunció ced cuando contraí una

norma de jeraquí superio, lo que ocure en las leys que se

opne a la Constiucó; ni, por último, pued vers en ela

menoscab del dercho de defnsa de las partes, pues si así fue­

se debría también descalifr toda aplicón de ofic de

cualqier norma lega no invocad por elas so pretxo de no

haber podi los intersado expdirs sobre su aplicón en el

caso (vot de los juecs Carlos S. Fayt y Augsto César Belus­

cio en la caus "Juzgado de Instrució Miltar N° 50 de Rosa­

rio", Falos: 306:).

Mas aun, el su cripta descalifó toda interpacó

descontxualiz del arto 2° de la ley 27, el que exig com

-26
R. 401. XLI.
01587
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio sI daftos y perjuicos.

 cl1'de dek Q/fí

requisto jurisdconal la existnca de una "caus o "caso


en conret. Elo en nad se relacion con el planteo de incos­

tiuconald que pudiera impetra la parte u omitr hacerlo;


verifcado el problema constiual, aun ante la inactvd
de la parte, jamás podría arguments la inexstca de "cau­
sa" o "caso, en los 'términos de la citad norma. Refurza esa

conlusió el proi arto 3° de la citad ley, al establcr co­


mo fin último de la justica naciol "la opservanci de la
Constiucó Nacionl, prescindo, al decir las caus, de
toda dispocón de cualqier de los otrs poders nacioles,
que esté en opsicón con ela" (conf. "Peyrú, Osvaldo", Falos:
310:4, disenca del juez Carlos S. Fayt).

Este criteo, entocs minorta, fue repoduci

en numerosa caus, luego delinao en "MilI de Perya" (Fa­

los: 324:19) y finalmet adopt por la mayorí del Tribu­


nal en "Banco Comercial de Finazs S.A" (Falos: 327:1).

8°} Que, por último, es del caso destacr que el Tri­


bunal ha revisado en numerosa oprtu.nidaes su proia doctrina
sobre la base de admitr, con elvado conept, que la autorid
de los precdnts deb cedr ante la comprbaión del ero o
de la in¿oveca de las decison anteriom recaíds
(Falos: 16:20; 167:2; 178:25; 183:409; 192:4; 216:9;
293: 50, entr otrs), por lo que es pertin abndor los
criteos establcido por el su cripta en las caus "Gunther
(Falos: 308:1), "Valenzu (Falos: 315:7), "Bertino­
ti" (Falos 315:2ü7), "Mengual (Falos: 318:95), entr
otrs.

-27
-
t p-' 'si- - .-_" .  s' ;"H. . ,>'fu" '7 f Jln.'- - ;'.¡f- 'i. "'d '.-" " H-'¡" .

Estar a lo que se ha decio previamnt es un prin­


cipo básico de recta judicatr y de necsida de certza en la
aplicón de la ley. No obstane, esta regla condue a soluci­
nes injusta cuando su aplicón mecánia prescind de elmn­
tos relvants com los apuntdos ut supra con el consiguet
menoscab de los derchos constiuale en juego. De tal
suert, no cabe sino conluir que la indemzacó fijad por el
a qua cumple adecumnt con la finald repatoi que pro­
ven las normas de dercho común, en consai con los princ­
pios de orden superio implcados.

Por elo, oída la señora Procuad Fiscal, se declar


admisble el recuso extraodin Y se confirma la sentcia
apeld. Con costa en el orden causdo, ateno a la maner en
que se resulv la caus (art. 68, segundo párafo, del Código
Procesal Civl y Comercial de la Nación). Notifíques Y devuél-

vase.

r. "A filL CliIHF13AD


I'OA seCRETA . u¡; JuRISPUDENCA
CORTt SUPRtlIA [;1: .Jlo'\"i Di: LA NACIO

018-/

:,i  •. FA"f
ES COPIA FIEL

 ",- T£:;if
-28
F
R. 401. XLI.
0158
Rodriguez Perya, Jorge Luis y otra el Ejército
Argentio sI daftos y perjuicos.

 g9'¿ ¿k QÁÍaceMz,

-/DENCIA DEL SEÑOR MINSTRO DOCTR DON ENRIQU SANTIGO


PETRACHI

Considera:

Que esta Corte comparte . yhace suyo los fundametos

y conlusie del.,ictamn .la señora Pr:ocuad fisc(l que


antecd y al que cabe remits por razonésde brevda:

Por elo, y de confrmida con lo dictamno, se declar


procednt el recuso extraodin y se revoca la sentcia
apeld. Con costa. Vuelvan los autos al tribunal de origen a
fin de que, por quien corespnda, se dicte un huevo pronucia­
miento con areglo al presnt. Notifíques y, oprtuname,
remítas.

:2

ENRIQU S. PETRACHI

- -

ES COPIA FIEL

&1 COPIA PI\. C!RT"IAD


POR SECRLli'\f . , l:O juRiSPUDENCIA
COfl. _ .:urtkl" ve '¡Ui:-lu\ 01: LA NACIO

-29
Recurso extraodin interpuso por el Ejército Argentio,. repsntado por
el Dr. Norbet Daniel Teisra.

Trasldo contesad por Jorge Luis Rodríguez Perya, repsntado por el Dr.
Emilo Fernado Garcet.

Tribunal de origen: Cámar Fedral de Apelacions de La Plat, Sal I.

Tribunal que intervo con anteriod: Juzgado Fedral de 1° Instaci nO 2,


Secrtaí nO 5 de La Plat.

-30

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