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ARTETERAPIA EN SALUD MENTAL

FEDERICO MONTIVERO
LA RIOJA
-2020-
“... La salud se basa en un cierto grado de tensión, la tensión existente entre lo que ya se ha logrado y lo que todavía
no se ha conseguido; o el vacío entre lo que se es y lo que se debería ser. Esta tensión es inherente al ser humano y
por consiguiente es indispensable al bienestar mental. No debemos, pues, dudar en desafiar al hombre a que
cumpla su sentido potencial. Sólo de este modo despertamos del estado de latencia su voluntad de significación”

Víktor Frankl: “El Hombre en Busca de Sentido”


INTRODUCCIÓN

Los planes de atención médica actuales recogen nuevas intervenciones y alternativas a los
cuidados convencionales y algunas de ellas están poco estudiadas, como lo es el uso de
distintas formas de arte como terapia complementaria a un tratamiento médico. Uno de los
campos donde más fuerza tiene es en el de la salud mental, ya que permite actuar tanto de
forma terapéutica como preventiva. La arteterapia engloba intervenciones con cualquier forma
de arte como la pintura, la fotografía, la música o el teatro. Su terreno de actuación, además
de la parte puramente asistencial, incluye el ámbito social y educativo que en muchas
ocasiones son olvidados en los cuidados de los enfermos. Una revisión de este tipo es
necesaria para guiar las intervenciones englobadas en la mejora de la comunicación no verbal
en pacientes con los que la psicoterapia tradicional a través del diálogo no es eficaz y como
herramienta de estimulación cognitiva y prevención de síntomas depresivos o ansiosos que
conllevan muchas patologías médicas. Por ello se valora su eficacia a partir de la evidencia
científica encontrada.

La Arteterapia es un tipo de terapia psicológica que utiliza el arte como herramienta de


estimulación cognitiva y desarrollo personal. La terapia con arte engloba a todas las artes sin
excepción, y las convierte en instrumento de comunicación entre el paciente y el profesional
sanitario. Por tanto, la terapia artística tiene dos usos diferenciados. Por un lado “el arte como
terapia”, trata de ser un proceso terapéutico que de modo espontáneo y creativo pueda llevar
a la realización personal y el bienestar físico, mental y emocional. Por otro lado, se presta
especial atención al producto de esa producción artística, ya que es una forma de
comunicación simbólica, no verbal, de percepciones y conflictos que quizás no sean
expresados por medio del diálogo y de esta forma pueden ser identificados y resueltos por ser
una forma nueva de terapia existe cierta necesidad de definir qué es y qué actividades agrupa
la terapia artística. La Asociación Americana de Arteterapia la define como “…una profesión
establecida en la salud mental que ocupa los procesos creativos de la realización de arte para
mejorar el bienestar físico, mental y emocional de individuos de todas las edades. Está basado
en la creencia de que el proceso creativo relacionado con la autoexpresión artística ayuda a
la gente a resolver conflictos y problemas, desarrollar habilidades sociales, controlar el
comportamiento, reducir el stress, aumentar la autoestima y la autoconciencia, y alcanzar la
introspección.”

Además, la terapia artística está recogida en el libro de diagnósticos enfermeros NANDA


International como intervención de terapia ocupacional y como intervención para potenciación
de la comunicación, y se define como la “facilitación de la comunicación por medio de dibujos
u otras formas de arte” y la musicoterapia con el objetivo de “conseguir cambios específicos
de conductas, sentimientos o fisiológicos.”

Se pueden diferenciar cuatro formas de expresión artística según el tipo de método que se
elija para realizar la terapia. En la primera, el paciente sólo participa en el momento de la
creación y la obra pasa a representarle, a representar su percepción de la realidad. Es el caso
de la pintura, la escultura, la fotografía, el cine y la escritura. Otras obras necesitan la presencia
del hombre durante todo el desarrollo; son las artes vivientes como el teatro y la danza. Otro
tipo de arte es aquél en el que el paciente da vida a objetos inanimados como pueden ser
marionetas y máscaras, y finalmente, el arte intangible que procede de las vibraciones
emitidas por el hombre, bien el canto o bien la música.

ANTECEDENTES

Desde la antigüedad las ideas de terapia y arte han ido de la mano y prueba de ello son las
observaciones de Aristóteles sobre las “mentes perturbadas o enfermizas” que decía, eran las
más creativas. En esa exploración de los límites entre locura y genialidad se continuó hasta
llegar al siglo XIX, tiempo en el cuál la psiquiatría comienza a utilizar el arte como herramienta
con objetivos en salud, sobre todo objetivos diagnósticos. Así se descubre que el arte permite
al enfermo expresar libremente su mundo interior y comienzan a surgir los primeros trabajos
en este ámbito de la mano del psiquiatra Pliny Earle, fundador de la American Psychiatric
Association, L. Forbes Winslow y Cesare Lombrosco, entre otros. Uno de los impulsores de
este tipo de arte fue Jean Dubuffet, quién en 1949 funda la compañía “L´art brut” influenciado
por la obra de Hans Prinzhorn “La producción de las imágenes en los enfermos mentales”. El
término “Art brut” es utilizado para referirse al arte sin normas ni preocupaciones, que no tiene
una finalidad estética, creado por no profesionales, normalmente pacientes psiquiátricos.

Sin embargo, el término de arteterapia no comienza a utilizarse hasta 1945, a raíz de la obra
Art versus illnes de Adrian Hill, quién posteriormente ocupará un puesto de terapeuta artístico
en un hospital psiquiátrico. Más adelante, en 1976, se creará el programa de postgrado en
Arte Terapia en la Universidad de Nueva York de la mano de la austriaca Edith Kramer, y se
oficializa el ejercicio del arteterapeuta. No será hasta finales del siglo XX, cuando esta forma
de terapia se afiance en España, gracias a las Dras. En Bellas Artes de la Universidad
Complutense de Madrid, Noemí Martínez y Marian López, quienes defienden el uso
terapéutico del arte tanto en personas con patología médica como en aquellas que tienen
problemas sociales o desean un mayor desarrollo personal.

En la actualidad el uso de la terapia con arte engloba distintas disciplinas; en el ámbito de la


psicología se entiende como un modo de acceder al mundo interior del paciente. Desde el
punto de vista técnico se hace hincapié en que este tipo de arte no necesariamente tiene una
finalidad estética, sino que lo que interesa es el proceso. En lo social es donde la arteterapia
tiene su mayor campo de acción ya que se utiliza en gran medida como herramienta de
integración social en los llamados “grupos de riesgo”. En el terreno educativo permite potenciar
habilidades quizás ya olvidadas o aprender otras nuevas, lo que supone una mejora del auto
concepto y la autonomía del paciente, así como en trastornos de hiperactividad donde lo que
se pretende es que el niño desarrolle un mayor autocontrol.

Finalmente, en el campo clínico, se podría dividir el uso de la terapia artística en dos grupos.
Por un lado, en personas con patología médica y mentalmente estables y por otro aquellas
con algún tipo de patología o síntoma de enfermedad mental. Dentro del primer grupo, donde
parece tener más fuerza esta terapia es en las secciones de pediatría de los hospitales,
cuando las estancias son largas. Se aplican por ejemplo en los hospitales madrileños del niño
Jesús o el Clínico San Carlos. En el segundo grupo se encuentran pacientes que no
necesariamente presentan una patología médica, pero que, sin embargo, muchas veces existe
y provoca síntomas añadidos como ansiedad o trastornos del estado de ánimo.

El arteterapia se define como el uso de recursos y elementos artísticos para facilitar la


expresión y reflexión de quien consulta, en compañía de un arteterapeuta capacitado. En este
tipo de terapia se prioriza siempre el proceso creativo del individuo más que al valor estético
del producto u obra final a la que se arribe. Se trata de un dispositivo que une el arte con la
psicoterapia, integrando principalmente los aportes del psicoanálisis, la psicología humanista
y la terapia gestáltica. La arteterapia puede ser implementada de dos maneras. La primera,
circunscribe el término del arteterapia a aquellas intervenciones que impliquen la utilización
de artes visuales o plásticas -pintura, grabado, modelado, diseño, máscaras, títeres-,
identificando las demás expresiones artísticas con sus respectivas modalidades terapéuticas:
musicoterapia, expresión corporal o danza movimiento terapia, escritura terapéutica, entre
otras. La segunda, cuya exponente es Rogers (1993), utiliza el término de conexión creativa
para referirse al uso articulado del conjunto de artes expresivas -escritura, pintura, movimiento,
sonido y meditación-. Esta segunda intervención, supone que una forma de arte potencia a
las demás, resultando en mayores beneficios para quien consulta.

ARTETERAPIA: OBJETIVOS TERAPÉUTICOS

La expresión de arte puede ayudar a hacer puente entre el preconsciente, el inconsciente y el


consciente de un evento traumático y tensionante, facilitando la creación de una narrativa a
través de la cual la persona puede explorar el aparato topográfico. Las actividades de arte, en
este sentido, pueden ayudar a proyectar las sensaciones y los sentimientos. En el aspecto de
las sensaciones el individuo no ha desarrollado el lenguaje verbal. La terapia de arte puede
ser usada para tocar la respuesta de relajación del cuerpo. El dibujar facilita los reportes
emocionalmente cargados de varias maneras: reduce la ansiedad, ayuda al paciente a
sentirse confortable con el terapeuta, e incrementa la memoria organizando asociaciones para
narrarlas promoviendo el interno para encontrar más aspectos. Malchiodi (1997, 2001)
observó al trabajar con niños de hogares violentos que la actividad de arte tenía una influencia
suavizante e hipnótica, y que los niños traumatizados eran atraídos naturalmente a esta
actividad cuando estaban ansiosos o sufriendo de estrés postraumático. Para Schmid (2005)
las actividades artísticas también promueven la autoexpresión, la autoestima y la
vehiculización de las emociones bloqueadas aliviando el estrés. El arteterapia resulta una
herramienta fundamental para proteger y reforzar el sistema inmunológico, prevenir
enfermedades físicas y mentales y promover la salud. Además, es una actividad que genera
placer y disfrute. Estas actividades también benefician el sentido de pertenencia, las
estrategias de afrontamiento positivas, la tolerancia a situaciones conflictivas y la atribución
de sentido y significado a la vida (Schmid, 2005). Además, el arteterapia enriquece la
percepción, la memoria, y el lenguaje. Por otro lado, Schmid también agrega que las
actividades creativas promueven un envejecimiento satisfactorio al favorecer la inserción
social, el crecimiento personal, el entretenimiento, el establecimiento de nuevas redes
sociales, la reducción de la ansiedad y, el establecimiento de metas.
Algunos estudios evidencian que las actividades artísticas impactan positivamente en el
estado de ánimo y en la disminución del estrés (Covarrubias Oppliger, 2006; Lelchuk Staricoff,
s.f.). A partir de sus observaciones en pacientes clínicos, Covarrubias Oppliger señala que
estas actividades propician la resolución de conflictos, el desarrollo de habilidades
interpersonales, el manejo del estrés, el aumento de la autoestima y la introspección. De este
modo, el paciente puede lograr un mayor conocimiento e integración de sí mismo, impulsando
así cambios positivos en su estilo de vida.

Según las observaciones en ambientes hospitalarios realizadas por lelchuk Staricoff (s.f.), se
constata que las actividades artísticas posibilitan al paciente tolerar el dolor y los efectos
adversos de algunos tratamientos médicos: (a) reducen la ansiedad, la depresión y el estrés
en pacientes con cáncer; (b) mejoran la presión sanguínea y el ritmo cardíaco en pacientes
con alteraciones cardiovasculares; minimizan algunos trastornos comportamentales -como
pueden ser los trastornos de la alimentación y el sueño, las conductas disruptivas, el consumo
de drogas, que se asocian a ciertas patologías mentales; (d) estimula respuestas emocionales
y motoras en pacientes con Parkinson y; (e) favorece las habilidades sociales y disminuye la
pérdida de memoria en pacientes con Alzheimer. Aportes empírico-cuantitativos en este
grupo, algunas investigaciones indican que los recursos artísticos promueven el
establecimiento de metas nuevas y una nueva imagen corporal. Asimismo, brindan la
posibilidad de expresar emociones negativas generando un mayor sentimiento de autoeficacia
en la capacidad de sobrellevar la enfermedad (Svensk et al., 2009). Otras investigaciones
señalan que las intervenciones artísticas disminuyen los niveles de depresión, ansiedad y
sentimientos traumáticos en niños entre 8 y 11 años que padecieron un abuso sexual
(Pretorius, 2010). También se ha evidenciado que los síntomas psicológicos y físicos de
pacientes con HIV mejoran significativamente al participar en talleres de arteterapia. Estas
actividades permiten desarrollar habilidades para enfrentar los síntomas ligados al HIV al
liberar tensión y cambiar el foco de atención hacia uno más placentero (Rao et al., 2009).

Otros estudios señalan que el arteterapia propicia la atención, la concentración, la memoria,


la autoestima, la motivación, las funciones sensoriales y la organización, síntesis y
discriminación de los contenidos internos en pacientes con lesiones cerebrales. El ejercicio de
actividades creativas promueve el funcionamiento visomotor de pacientes que han padecido
un accidente cerebro-vascular y resulta efectivo para exteriorizar la angustia, el enojo, la
frustración, las tendencias depresivas, la culpa y la estigmatización social que se asocia a
pacientes que contrajeron HIV. También, se reportan resultados positivos en pacientes con
trastornos alimenticios y en niños con discapacidad (Rebollo Pratt, 2004). Por último, también
se ha evidenciado que el arteterapia contribuye al establecimiento de nuevas metas, el sentido
de control, agencia y empoderamiento personal en mujeres que padecen cáncer de mama.
Asimismo, colabora positivamente en la tramitación de experiencias de pérdida, de cambios
corporales y cuestionamientos existenciales (Svensk et al., 2009).

El arteterapia y la participación en actividades creativas generan múltiples efectos positivos


que favorecen el bienestar psicológico. La revisión realizada en este trabajo, reúne distintas
evidencias que sostienen esta idea. En este sentido, el arteterapia resulta un dispositivo que
promueve el crecimiento personal en todas sus dimensiones: emocional, cognitivo, social y
físico. Tal como se ha observado, el arteterapia puede ser aplicado en diferentes contextos
siendo un recurso flexible capaz de ser utilizado a nivel grupal como individual, en contextos
escolares, hospitalarios, o en la clínica privada. A pesar de ello, algunos ambientes y/o
pacientes pueden ser más beneficiados al implementar este tipo de trabajo. En el ámbito
hospitalario y clínico, el arteterapia puede favorecer el adoptar una actitud creativa frente al
envejecimiento y la muerte, disminuyendo las vivencias de tristeza y depresión y
contribuyendo en el establecimiento de un sentido de vida, en pacientes que están
atravesando la tercera edad.

También los pacientes graves pueden resultar muy favorecidos al utilizar este tipo de terapias.
Tal como se ha señalado, el uso de materiales y la posibilidad de ser a través del hacer,
permite que los pacientes se pongan a prueba y materialicen -a través del uso de materiales
y del propio cuerpo-, sus problemáticas cotidianas. Habilita, además, un espacio para el juego
que promueve la discriminación entre la fantasía y la realidad, además de habilitar la risa y
otras emociones positivas. En estos casos, siempre es conveniente el abordaje
multidisciplinario para lograr mejores resultados.

CONCLUSION

Con mi poca experiencia, puedo expresar que: El Arte Terapia tiene la particularidad de ser
un lenguaje universal no Invasivo. Lenguaje Universal, porque cualquier persona lo puede
ocupar para comunicarse, sin importar sus características personales, ni edad, género, cultura
o ideología. No Invasivo, porque penetra en el alma de manera casi imperceptible y desde allí
aflora un contenido subyacente, con la evidencia de las flores que adornan el césped. El Arte
Terapia es posible cuando interactúan simultáneamente sus elementos participantes: alumno,
proceso terapéutico y terapeuta.
PROPUESTAS DEL TALLER DE ARTETERAPIA PARA APLICAR EN EL SERVICIO DE SALUD
MENTAL DEL HOSPITAL DE LA MADRE Y EL NIÑO.

El taller de artererapia se puede aplicar en todos los niveles de prevención de salud. Como para
recordar estos:

La prevención primaria: Evita la adquisición de la enfermedad (vacunación, eliminación y control de


riesgos ambientales, educación sanitaria, etc.).

La prevención secundaria: Va encaminada a detectar la enfermedad en estadios precoces en los


que el establecimiento de medidas adecuadas puede impedir su progresión.

La prevención terciaria: Comprende aquellas medidas dirigidas al tratamiento y a la rehabilitación de


una enfermedad para ralentizar su progresión y, con ello la aparición o el agravamiento de
complicaciones e invalidadez e intentando mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Propuestas específicas para los distintos niveles de prevención:

Propuestas para la prevención primaria:

- Estimulación temprana.
- Capacitaciones a los centros de salud periféricos para la detección y prevención de conductas
suicidas, maltrato infantil, abuso sexual infantil, adicciones etc.

Propuestas para la prevención secundaria:

 El taller abocado a los pacientes el área de internación puede ayudar a:

- Detección de conductas suicidas en pacientes internados mediante el taller.


- Identificación de niños víctimas de abuso sexual infantil.
- Niños que sufren violencia doméstica.
- Detectar precozmente pacientes con trastornos psiquiátricos.
- Gestionar las emociones del paciente.

•El taller abocado a los pacientes internados en el servicio de salud mental puede ayudar a:

- Confianza.
- Autoestima.
- Superación.
- Superar trauma.
- Fobias.
- Trastornos de conducta.
- Trastornos del ánimo.
- Problemas de adicciones.

Propuestas para la prevención terciaria:

- Rehabilitación neuromuscular.
- Mejorar la calidad emocional del paciente terminal.
- Rehabilitación sensorial.
- Rehabilitación en trastornos de conducta.
- Rehabilitación de estrés postraumático.
- Rehabilitación de adicciones.

PSIQUIATRIA

PEDIATRIA PSICOLOGIA

TERAPIA
ARTETERAPIA
OCUPACIONAL

PSICOPEDAGOGIA

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