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El gerundio es una forma no verbal, al igual que el infinitivo y el participio. En la oración, no adquiere
carácter verbal por sí mismo, por lo que necesita el apoyo de un verbo. Sus terminaciones son: -
ando, -iendo, -yendo
El gerundio se usa incorrectamente en los siguientes casos: Cuando se usa como adjetivo, porque
en el enunciado funciona como adverbio.
Ejemplos:
(que prohíbe)
(y saludaron)
(y murió)
(leyendo)
(cayendo)
El gerundio se usa de forma correcta:
Ejemplos:
Vi a Irene paseando con su perro.
Ejemplo:
Después del verbo estar, el gerundio expresa una acción continuada, repetida o durativa.
Ejemplo:
Cuando la acción del gerundio sucede inmediatamente a la acción del verbo. En este caso funciona
como adverbio.
Ejemplo:
El Cosismo
es uso abusivo del vocablo “cosa” en el acto comunicativo, tanto en el ámbito verbal como en el
escrito. Un uso equivalente es el que muchas personas le dan a las palabras “eso”, “algo” y “esto”,
por nombrar algunos vocablos con los que se incurre en la misma falta. El cosismo es una práctica
extendida por todo el mundo hispanoparlante, y no discrimina género ni estratos sociales. Cada vez
más y más personas lo acomodan a su léxico por mera pereza de aprender nuevas palabras. Es un
problema con amplias implicaciones educativas y sociales.
Consiste en que una persona, al comunicarse, cambia el nombre de un objeto, un ser o una acción
por la palabra “cosa”.
Hay casos en los que personas incluso añaden el grafema de género: “coso”. Es habitual que el
individuo, al usar este vocablo, señale con alguna parte de su cuerpo el objeto al que se refiere, para
reforzar su pobre discurso.
El cosismo es considerado un vicio del lenguaje. Las personas que abusan del uso de esta palabra
denotan una pobreza en el manejo de su idioma. Quien acude al cosismo descuida su banco de
memoria lingüística y empieza a perder capacidades en su proceso comunicativo.
Mientras más vocablos maneje un sujeto, su comunicación es más fluida y logra un mejor
desenvolvimiento en el medio que le rodea, pues se hace entender.
– “Fui a la cocina, abrí la nevera, y se me cayó la cosa esa”. Pudiendo decir: vaso, copa, jarro, etc.
– “Ayer estaba con María y nos pasó una cosa tremenda”. Pudiendo decir: un evento,
acontecimiento, incidente.
– “Él sabrá, allá Pedro con sus cosas”. Pudiendo decir: asuntos, cuestiones, dramas.
– “Mi hermano trajo cosas para comer”. Pudiendo decir: alimentos, insumos, o describir los alimentos
por separado.
– “Fue una cosa como del diablo”. Pudiendo decir: situación, evento, circunstancia.
– “No me cuentes esas cosas, por favor”. Pudiendo decir: eventos, situaciones, acciones.
Aprender palabras nuevas diariamente es un hábito que ayuda a mantener la mente alerta y activa.
De preferencia, se recomienda que sea por medio de un diccionario y que se aprenda, a parte del
significado, los sinónimos respectivos.
Comúnmente el cosismo ocupa espacios vacíos de la memoria lingüística del hablante. A veces este
fenómeno verbal acontece, aparte de por la imitación o la pereza, por mero desconocimiento del
objeto que se señala, su conceptualización y usos.
Una palabra nueva al día incrementa de manera significativa los nexos neuronales asociados al acto
comunicativo, evita los vacíos lingüísticos e impide que se recurra a estas muletillas.
Las preposiciones
Se conoce como preposición a la parte invariable de la oración, cuyo oficio es denotar la relación que
entre sí tienen dos o más palabras o términos.
A pesar de que se considere una parte de la oración, la preposición no tiene significado léxico ni
flexión de ningún tipo y su valor es plenamente gramatical.
Las preposiciones tienen como función relacionar o subordinar una palabra u otra, ya que pueden
indicar el destino, origen, procedencia, lugar, motivo, medio, tiempo, entre otros, según lo que
exprese en la oración. Por ejemplo, en el sintagma nominal “el ático de mi amigo” se distingue un
sintagma preposicional (de mi amigo), formado por la preposición “de”, que sirve de nexo, y el
sintagma nominal (mi amigo), que funciona como término de la preposición.
Tipo de
Preposiciones Ejemplos
preposiciones
Vengo de la iglesia.
a, de, en, entre, hacia,
De lugar Miré hacia la izquierda y
por, tras, bajo
lo vi.
Lo tomé para dejar de
De finalidad a, para
toser.
Prefiero estar con mi
De compañía con
familia.
Conduce con precaució
a, con, de, en, por, bajo, n.
De modo
según Elsa
está de supervisora.
De
a, con, de, en Átalo con las cuerdas.
instrumento
Estamos en una
De privación sin
calle sin salida.
Estoy en contra de la
De oposición contra
reforma.
Preposiciones propias:
a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin,
sobre, tras.
A este listado se pueden añadir las siguientes palabras consideradas preposiciones: excepto, salvo,
durante, vía.
Por ejemplo:
También se pueden incluir como preposiciones las palabras cuando y donde, ante un sustantivo, por
ejemplo:
Están constituidas por dos o más palabras que forman un conjunto indivisible.
Ejemplo: