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Luis Remiro
University of Barcelona
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All content following this page was uploaded by Luis Remiro on 24 January 2018.
Introducción
1
Algunos autores se refieren a esto como “bullshit”, entre ellos Enfield (2017) y Harry Frankfurt (1986)
2
Roberts, D. “Post-truth politics” (En línea) Grint,(01/04/2010). [Consultado el 19/12/2017] Disponible en
línea en http://grist.org/article/2010-03-30-post-truth-politics/
2
posverdad” donde, justificamos alterar la realidad para librarnos de la culpa de
mentir, diseñando así ciertos grados y diferentes niveles de honestidad.
3
“…la verdad, para ser aceptada, debe encajar en nuestros marcos… Los
conceptos no son cosas que pueden cambiarse simplemente porque alguien
nos cuente un hecho. Los hechos se nos pueden mostrar, pero, para que
nosotros podamos darles sentido, tienen que encajar con lo que está ya en las
sinapsis del cerebro. De lo contrario, los hechos entran y salen
inmediatamente. No se los oye, o no se los acepta como hechos, o nos
confunden.” (Lakoff, 2004, p. 16)
Consecuencias de la posverdad
4
Explica Zarzavejos (2017):
“If we want to make good decisions, those decisions had better be based on
reality, and not on delusion, fantasy, or falsehood. Weakening the link between
evidence and decisions not only threatens the quality of policymaking, it
threatens the entire enterprise of scientific research, whose business is to find
out the facts such that we may make well-informed decisions.” (2017, p. 2)
5
los vemos en el creciente auge de movimientos y partidos populistas que han
emergido producto de una inconformidad con el actual sistema que ha generado
una relación diádica e impermeable entre los medios de comunicación y las élites
políticas, excluyendo a la ciudadanía como participante debate político. Si bien, el
internet ha probado ser una respuesta insuficiente a esta problemática (Vallès,
2010), el crecimiento de las tecnologías en especial las redes sociales, han
desarrollado exponencialmente su potencialidad. Hoy, las redes sociales se han
convertido en efectivas herramientas para la generación y reproducción de
información y contenidos, la creación de identidades y la difusión de ideas (Oliver,
2017). La globalización y en particular la digitalización ha democratizado el acceso
a la información, permitiendo a “todo el mundo” tener una postura, sobre todo. “La
paradoja es que pese al flujo incesante de noticias podemos llegar a estar más
desinformados que antes.” (Zarzavejos & Gooch, 2017). Precisamente, este
intercambio creciente y descontrolado ha creado fomentado la información, tanto
veraz como falsa. Incluso, la revista The Economist publicó un gráfico3 que muestra
que contenidos con información falsa eran más compartidos en Facebook que
publicaciones con información veraz. Este espiral de desinformación pudiera
convertirse en un fenómeno cíclico en tanto los individuos tenemos una tendencia
a tomar el contenido que más nos gusta o que está acorde a nuestras preferencias
(marcos conceptuales), por tanto, de preferir una fuente de poca calidad porque nos
agrada su contenido o nos identificamos con sus valores, tenderíamos a reproducir,
mayoritariamente, información falsa. Este sesgo de autoselección de información
pudiera también aumentar la polarización:
3
Art of the Lie, (En línea) The Economist. 10 de septiembre de 2016. [Consultado el 19/12/2017]. Disponible en:
http://www.economist.com/news/briefing/21706498-dishonestypolitics-nothing-new-manner-which-some-politicians-now-lie-and
6
contributing to a polarization of political and media blocs in turn. (Blumler,
2013)
Conclusiones
7
Bibliografía