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A. ANÁLISIS GEOGRÁFICO.
Panamá es el eslabón que une a la América del Sur con el
resto de las tierras del continente. Gracias al ingenio y
la habilidad humana es también un enlace entre los dos
grandes océanos del planeta: el Pacífico y el Atlántico.
El Canal de Panamá es una vía fluvial artificial que está
situado en una angosta llanura donde se asientan las
ciudades de Panamá, Colón y la Chorrera, exactamente desde
la localidad de Cristóbal, en la bahía de Limón, hasta la
de Balboa, en el golfo de Panamá. El canal tiene una
extensión de 64 Km. de longitud, sin tomar en cuenta los
canales que se dragaron de manera artificial para la unión
de los dos extremos. Con una profundidad mínima de
12,5 metros y un ancho mínimo de 91,5 metros.
El Canal de Panamá se constituye en la zona de control del
tráfico marítimo que une los continentes de Europa, Africa
y el Asía, de igual manera se constituye en el medio más
corto y en consecuencia económica para unir centros
importantes de producción en el continente americano.
Precisamente por estas situaciones es que los EE.UU.
inició y mantiene la administración del Canal, aún cuando
el principal oponente de los americanos se derrumbó.
Prueba clara es que durante las dos Guerras Mundiales,
este paso obligado estuvo bajo administración soberana de
los norteamericanos.
Aunque parece no ser necesario argumentar la importancia
de este paso obligado de conexión con el Caribe, Atlántico
y resto del mundo, es necesario apuntar el rol de este
magnífico canal de paso construido el año 1914. Esta obra
produjo un cambio incuestionable en el comercio
transoceánico de todos los países del planeta. (ANEXO ALFA
rutas marítimas)
B. ANÁLISIS HISTÓRICO
Los primeros exploradores de las costas americanas creyeron
que había un estrecho natural en la parte mas angosta del
continente. Al descubrirse el error, se iniciaron enseguida
planes para abrir un canal.
SUEZ
Perforado en territorio de Egipto, el canal de Suez comunica los
mares Mediterráneo y Rojo. Su longitud es de 169 kilómetros (100
millas marina) y facilitó de modo extraordinario la comunicación
marítima de Reino Unido con sus dominios y posesiones de ultra
mar, así como su aprovisionamiento de petroleo desde el Medio
Oriente. Junto con los estrechos de los Dardanelos y Gibraltar,
este canal cosntituye una de las tres cabezas de puente sobre
aquel mar. Y tiene, por consiguiente, una importancia
estratégica capital que fue revelada en las dos grandes guerras
de 1914-18 y 1939-45.
D. POSICIÓN INTERNACIONAL.
E. ANÁLISIS Y SOPORTE LEGAL DE LA PROBLEMÁTICA.
F. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
CANAL DE PANAMA
PRIMERA IDEA A CERCA DE LA APERTURA DE UN CANAL INTEROCEÁNICO.
POSICIÓN DEL CANAL EN LAS DOS GUERRAS.
Al estallar la I guerra mundial, los EE.UU. emitieron normas
referentes al canal sin imponer restricción a los barcos
mercantes, pero reglamentado el paso de buques de guerra
beligerantes y presas, al convertirse en beligerantes, los
EE.UU., la norma 15 de la proclamación promulgada por el
presidente el 23 de mayo de 1917 dispuso que “ningún buque de
guerra, barco auxiliar o barco privado, de enemigo de los EE.UU.
o aliado de tal enemigo, recibirá autorización para usar el
canal de Panamá ni las aguas territoriales de la zona del canal
para ningún propósito, salvo con aquiescencia de las autoridades
del canal y con sujeción a las reglas y directrices que pudieren
prescribir”. En la práctica, esto equivalía a la exclusión de
todos los barcos enemigos, pues no se sabe que el consentimiento
se haya dado ni una sola vez durante aquel conflicto armado.
Por el tratado que se firmó en Washington el 2 de marzo de 1936,
entre los EE.UU. y Panamá, los EE.UU. obtuvieron el derecho de
adoptar “Las medidas de prevención y defensa” que sean
necesarias en el istmo o en Panamá propiamente dicha, siempre
que “la seguridad del canal o de la República de Panamá se vean
amenazados de agresión, o por la existencia de conflagración
internacional”.
Al comenzar la II G.M., el presidente con fecha de 05 de
septiembre de 1939, emitió una proclamación “ prescribiendo
normas sobre la neutralidad del canal se mantenía según
directrices iguales en esencia a las adoptadas por los EE.UU. en
la I G.M. antes de convertirse en beligerantes. Así, cuando el
04 de noviembre de 1939, declaró ilegal que los submarinos de
estados beligerantes entrasen en los puertos o en las aguas
territoriales de los EE.UU., la zona del canal quedó
expresamente excluida.
El 14 de enero de 1842 después de entrar los EE.UU. en m la
guerra al lado de los aliados, el presidente Roosvelt emitió una
proclamación declarando que Cristóbal y el Golfo de Panamá eran
“zonas de control marítimo” para fines de defensa y de
protección de los accesos al canal de Panamá. Esta medida se
tomó en cooperación con el gobierno de Panamá y con arreglo a
las disposiciones del Tratado de Washington del 2 de marzo de
1936, ya mencionado.
CANAL DE SUEZ
CONSECUCIONES OTORGADAS A FERNANDO DE LESSEPS
Este canal es uno de los principales interoceánicos y une al
mediterráneo con el Mar Rojo.
En 1854 Fernando de Lesseps logro obtener su primera concesión
de Mohamed Said Bajá Virrey egipcio, y formar dos años después
la compañía Universelle Du Canal Marítime de Suez con sede en
Alejandría, pero con domicilio administrativo y legal en París,
la segunda concesión obtenida por Lesseps en 1856 disponía en su
artículo 14 “que el canal y los puertos que de él dependen
estarán por siempre abiertos, en calidad de pasos neutrales a
todos los barcos mercantes que crucen desde un mar al otro sin
distingos, exclusión o preferencia de personas o nacionalidades,
mediante pago de los derechos y observancia de las normas
establecidas por la compañía.
EL TRATADO DE CONSTANTINOPLA DE 1888
Eventualmente, por el convenio Anglo-frances de 25 de octubre de
1887, se convino en un proyecto para reglamentación del canal de
Suez, proyecto que fue presentado a las Potencias, siendo
aceptado por éstas e incorporado a un Tratado que se concluyó en
Constantinopla el 29 de octubre de 1888 y suele denominarse
Convenio del Canal de Suez, el tratado lo firmaron Reino Unido,
Austria-Hungría, Francia, Alemania, Holanda, Italia, España y
Turquía, quedando abierto a la accesión de otros Estados. De
acuerdo con su preámbulo, el Tratado pensaba establecer un
sistema definido “destinado a garantizar en todo tiempo, para
toda las potencias, el libre uso del canal marítimo de Suez”.
Las clausulas del tratado en sí son las siguientes:
El canal a de ser libre y estar abierto, en guerra como en paz,
para los buques de guerra y barcos mercantes de todos los
pabellones, y nunca será bloqueado (Art. 1); no se permite
interferencia de ninguna especie en la seguridad del canal y sus
ramas, y el funcionamiento de éste no se verá expuesto a intento
alguno de obstrucción; no se permiten en el canal,
fortificaciones permanentes (Art. 2); ningún derecho de guerra
acto de hostilidad o acto encaminado a obstruir la libre
navegación en el canal se efectuará en el canal o en sus puertos
de acceso o dentro de 3 millas marinas de dicho puerto, aún
cuando Turquía fuera uno de los beligerantes. Los buques de
guerra de los beligerantes han de franquear el canal lo más
deprisa posible, y salvo en caso de apuro no se les permite
permanecer en Port Said ni en la rada o fondeadero de Suez
durante más de 24 horas; 24 horas también habrán de transcurrir
entre el paso de dos buques enemigos; los buques de guerra de
países beligerantes no se reabasteceran de vituallas ni
pertrechos en el canal ni en sus puertos de acceso, salvo en
caso de que la mediada fuere estrictamente necesaria.
Los beligerantes no podrán desembarcar ni embarcar tropas,
municiones ni otro material bélico, en el canal o en sus puertos
(Art. 4,5 y 6) no se permitirá a ningún buque de guerra
estacionarse dentro del canal pero los estados no beligerantes
tienen derecho a estacionar no más de dos buques de guerra en
los puertos de Suez y Port Said (Art.7). El canal de agua dulce
queda bajo las mismas garantías así como la propiedad de ambos
canales. El Sultán de Turquía, y el Jedive de Egipto eran
autorizados a adoptar todas las medidas necesarias para asegurar
mediante sus propias fuerzas la defensa de Egipto y el
mantenimiento del orden público (Art.10) siempre que dichas
medias no estorbacen el libre uso del canal (Art. 10).
En conferencia de 1885 y también al firmar el Tratado de 1888,
Inglaterra hizo ciertas reservas que concernían a su derecho a
utilizar el canal para guardar su posición en Egipto mientras
ocupace este país. Francia, que al principio se había negado a
rectificar el convenio, aceptó eventualmente esta postura en
virtud de la declaración Anglo-francesa del 8 de abril de 1904,
que surgió como resultado la aplicación inmediata del Tratado de
1888.
REGIMEN ESPECIAL DEL CANAL DE SUEZ
Deducese que el canal de suez no esta neutralizado en el
verdadero sentido del vocablo, dado que la neutralidad no admite
el paso de fuerzas beligerantes a través de un territorio y, por
tanto, no se hubiera permitido a buques de guerra beligerante
atravesar libremente el canal. Está sujeto, eso sí, a un régimen
particular con el fin de librarlo de todo acto de hostilidad
dentro de sus aguas, y de protegerlo contra todo daño y toda
tentativa dentro de cerrarlo con detrimento de la navegación
mundial. Este reglamento es obligatorio para las potencias que
participaron en el convenio de 1888. Pero creemos que la forma
es la misma para Estados que no son partes del Convenio de 1888,
de acuerdo con los principios de Derecho Internacional que
proclaman la completa libertad de navegación en estrechos que
comuniquen con dos mares abiertos.
NACIONALIZACIÓN DEL CANAL POR EGIPTO.
Sobrevinieron los acontecimientos críticos en julio de 1956, al
retirar los EE.UU. su apoyo para la construcción de una gran
presa en Assuán, obra que en conjunción con el Reino Unido y el
Banco Mundial se había propuesto llevar a cabo.
Egipto tomó represalias inmediatamente, promulgando una ley por
la que se nacionalizaba la compañía del canal marítimo de Suez y
se transferían al Estado egipcio todos sus fondos derechos y
obligaciones.
RESOLUCIÓN DE LAS NN.UU.
El asunto fue sometido poco después al Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas que por unanimidad adoptó el 13 de octubre
de 1956 una resolución que fijaba 6 principios para negociar un
arreglo de la disputa, sobre la base principal de la igualdad de
derechos de tránsito a través del canal como disponía el
Convenio de Constantinopla de 1888.
Aunque estos principios fueron aceptados por Egipto, no dio
resultado alguno para ponerlos en práctica. Israel invadió el
territorio egipcio de la península de Sinaí el 29 de octubre de
1956, y al día siguiente los EE.UU. presentaban una Resolución
al Consejo de Seguridad pidiendo un alto en el fuego y la
retirada de las fuerzas israelitas. Mientras se debatía dicha
Resolución, Gran Bretaña y Francia, actuando concertadamente,
enviaron un ultimátum de 12 horas a Israel y a Egipto, exigiendo
que cesacen las operaciones bélicas y se aceptase la ocupación
Anlgo-francesa de posiciones claves en Port Said, Ismalia y
Suez, medida que se ejecutó en seguida.
EGIPTO DENUNCIA EL ACUERDO ANGLO-EGIPCIO DE 1954
Por decreto presidencial aprobado el primero de enero de 1957,
el gobierno egipcio nacionalizó el canal de Suez. En efecto el
Articulo 1 de dicho decreto reza así: “es un hecho que el
gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña y Norte de Irlanda, al
ejecutar el ataque contra territorio egipcio con participación
de fuerzas francesas e israelitas, y al intentar invadir la zona
del Canal de Suez el 31 de octubre de 1956, ha actuado sobre la
premisa de que el acuerdo que había concertado con el gobierno
de la República de Egipto el 19 de octubre de 1954 no existía.
Queda sentado, por tanto, que el acuerdo dejó de existir al
realizarse dicho ataque, con efectos desde la fecha en que este
sobrevino.
DECLARACIÓN EGIPCIA DE 1957
Por ulterior declaración, fechada el 24 de abril de 1957, Egipto
decía que de acuerdo con el Convenio de Constantinopla de 1888 y
con la carta de las NN.UU., sigue siendo política inalterable y
firme propósito del gobierno de Egipto respetar los términos y
el espíritu del Convenio de Constantinopla de 1888 y los
derechos de obligaciones que de él emanan. El gobierno de Egipto
continuará respetándolos, observándolos y poniéndolos en
practica (Art.1). “el gobierno de Egipto esta más especialmente
decidido a proporcionar y mantener libre e interrumpida
navegación para todas las naciones dentro de los límites y según
las disposiciones del convenio de Constantinopla de 1888
(Art.3). Es de esperar que estas solemnes declaraciones egipcias
se cumplan estrictamente en lo futuro.
ANEXO