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Diferendo Limítrofe del Golfo de Venezuela

El Golfo de Venezuela está ubicado al norte de Sudamérica y en su mayor proporción forma parte
de las aguas territoriales de Venezuela. La pequeña parte ubicada frente a las costas de La Guajira
colombiana ha llevado a que persista un diferendo limítrofe por la no definición de la frontera
marítima entre ambos países. La importancia del Golfo radica en el hecho de que, además de
poseer grandes cantidades de gas natural y petróleo, enlaza con el Mar Caribe al Lago de
Maracaibo, de donde se extrae gran cantidad del petróleo exportado por Venezuela.

TESIS VENEZOLANA

La posición venezolana en relación a la delimitación de aguas marinas y submarinas en el Golfo se


basa en la Línea de Prolongación de Frontera Terrestre, y en el establecimiento de la Línea Media
entre Península de la Guajira y los Monjes. Aunque se ha manejado la tesis de la “costa seca”, de
acuerdo con la cual la totalidad del Golfo estaría bajo soberanía de Venezuela tomando el
meridiano de Punta Espada como el límite, esta opción no ha sido adoptada oficialmente por el
gobierno venezolano.

TESIS COLOMBIANA

Colombia insiste en que el Archipiélago de Los Monjes, como islotes deshabitados a 20 millas
marinas de la costa colombiana, no genera plataforma continental. Su tesis presenta una división
de Línea Media entre los territorios continentales de Colombia y Venezuela, reconoce la soberanía
venezolana sobre los Monjes y los considera como un enclave venezolano dentro del mar
territorial colombiano.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Desde la disolución de la Gran Colombia, Venezuela y Nueva Granada buscan la definición de los
límites territoriales con fundamento en el uti possidetis iure, estableciendo que sus fronteras
serían las mismas que antes de la independencia de España. Para negociar esta delimitación el
presidente venezolano, José Antonio Páez, designó a su Secretario de Hacienda y Relaciones
Exteriores, Santos Michelena; mientras Francisco de Paula Santander, presidente de Colombia,
nombró a su Secretario de Interiores y Relaciones Exteriores, Lino de Pombo. Las negociaciones
comenzaron el 9 de diciembre de 1833 y culminaron el 14 de diciembre del mismo año, dando
como resultado el Tratado Michelena-Pombo que establecía la división de la Península de la
Guajira en dos partes que “Partiendo del Cabo de Chichibacoa, seguiría rectamente por las alturas
de las montañas de Oca y las cumbres de Perijá hasta encontrar el origen del río Oro; luego,
bajaría por sus aguas hasta la confluencia con el Catatumbo; seguiría por las faldas orientales de
las montañas y, pasando por los ríos Tarra y Sardinata, iría rectamente a buscar la embocadura del
río de La Grita en el Zulia; desde allí, por la curva reconocida como fronteriza, continuaría hacia la
quebrada de Don Pedro y bajaría por este río al Táchira […]”

Aprobado por el Congreso neogranadino en 1834, el Tratado Michelena-Pombo fue sometido a


consideración de una comisión legislativa venezolana, integrada por Pedro Briceño Méndez,
Manuel Felipe de Tovar y Valentín Espinal; la cual rindió un informe desfavorable a la aprobación
del tratado, alegando, entre otras consideraciones, que la línea fronteriza debía comenzar en el
Cabo de La Vela, y no en el de Chichibacoa. Las modificaciones sugeridas por el cuerpo legislativo
venezolano no encontraron eco en su par neogranadino, donde se solicitaba la aprobación del
texto original.

En 1842 se reiniciaron en Caracas las negociaciones para crear un nuevo Tratado de Amistad,
Comercio y Navegación entre ambos países, que fue firmado el 23 de julio de este mismo año. No
obstante, la resolución del problema del trazado fronterizo quedó aplazada. En 1856 Venezuela
protestó el intento de Colombia de otorgar una concesión de guano en el Archipiélago Los Monjes,
que no se concreta. El 22 de agosto de 1871 este archipiélago es incluido junto a Los Roques y La
Tortuga en el Territorio Colón, entidad que organizaba a las islas no incorporados a los estados
federales.

En vista del estancamiento de las negociaciones, en 1881 Venezuela y Colombia deciden someter
la disputa limítrofe al arbitraje de Alfonso XIl, rey de España. Diez años más tarde, el 16 de marzo
de 1891, el Laudo Arbitral Español establece la frontera en la Guajira a partir del Mogote de Los
Frailes. En 1898 se designó una Comisión Mixta venezolano-colombiana para aplicar el Laudo de
1891; algunas demarcaciones geográficas no se correspondían con los accidentes del terreno por
lo que, ante la dificultad para ubicar el Mogote de Los Frailes, la Comisión, de manera inconsulta y
sin fundamentos legales, estableció la línea divisoria a partir de Castilletes. En 1916 ambos
gobiernos deciden someter la demarcación de la frontera al Arbitraje del Consejo Federal Suizo
que en 1922 confirma la frontera establecida en 1891, aceptando Castilletes como punto inicial en
la Guajira.

El 17 de diciembre de 1939 es firmado por los presidentes Eleazar López Contreras y Eduardo
Santos el Tratado de No Agresión, Conciliación, Arbitraje y Arreglo Judicial; que establece, la
voluntad de convivencia pacífica entre las dos naciones, obligándolas a no recurrir a la guerra o
agresión; y delinea las vías de resolución de conflictos y conciliación de diferencias. Meses más
tarde, el 5 de julio de 1941 es acordado el Tratado de Límites Terrestres entre Venezuela y
Colombia, por medio del cual “todas las diferencias sobre materia de límites quedan terminadas”.
El mismo es rubricado en Cúcuta por López y Santos, estableciendo como frontera legal la línea
marcada por el Laudo Suizo. De esta manera, 108.000 km² de territorio venezolano pasaron a la
soberanía de Colombia; colocando una pequeña porción de costas del Golfo de Venezuela en el
mapa colombiano; pero bajo el concepto de "costa seca", según el cual, a partir de la playa todas
las aguas continuarían bajo jurisdicción venezolana.

En 1952 durante el breve gobierno interino del presidente Roberto Urdaneta Arbeláez, ante un
reclamo de Venezuela y a instancias del canciller colombiano, Juan Uribe Holguín, fue reconocida
la soberanía de Venezuela sobre los islotes de Los Monjes, mediante la nota diplomática GM-
00542: “El gobierno de Colombia declara que no objeta la soberanía de los Estados Unidos de
Venezuela sobre el Archipiélago de Los Monjes y que en consecuencia no se opone ni tiene
objeción respecto al ejercicio de la misma o cualquier acto de reclamación alguna que formular
respecto al ejercicio de la misma o a cualquier acto de dominio de este país sobre el archipiélago
en referencia”. El 29 de noviembre de 1952, en medio de la crisis del gobierno transitorio que tres
días más tarde colocaría en el poder al teniente-coronel Marcos Pérez Jiménez, es izada por
primera vez en Los Monjes la bandera de Venezuela.

En 1958 se celebró la Convención de Ginebra donde se introduce el concepto de Plataforma


Continental y se establece que: “circunda a los continentes hasta una profundidad media de 200
m, […] lo cual representa una anchura de cerca de 90 km en promedio”. En dicha convención
Colombia solicitó delimitar sus aguas territoriales en el Golfo de Venezuela. En 1960 las Naciones
Unidas promulga el Tratado de Mar que declara nulo el concepto de “costa seca”. Desde entonces
Colombia inicia los trámites de soberanía sobre parte del Golfo de Venezuela; Sin embargo,
Venezuela no ha firmado dicho tratado y, por consiguiente, no está sujeto al mismo.

El Golfo de Venezuela es un golfo situado en la parte meridional del mar Caribe, al norte
de América del Sur entre las penínsulas de Paraguaná y de la Guajira y cuyas aguas y costas
pertenecen a Venezuela (estados de Zulia y Falcón), y a Colombia (departamento de La
Guajira). Colombia y Venezuela enfrentan desde hace años un diferendo por los límites marítimos
sobre el golfo.1 Está conectado al lago de Maracaibo a través de un canal de navegación. Cabe
destacar que se usa el archipiélago de Los Monjes como la frontera imaginaria entre el mar
Caribe y dicho cuerpo de agua.

Diferendo limítrofe[editar]

Artículo principal: Frontera entre Colombia y Venezuela

Prácticamente desde la separación de la Gran Colombia ha existido un diferendo limítrofe


entre Venezuela y Colombia por el desplazamiento de la línea limítrofe en tierra firme y la
consecuente no delimitación de las aguas territoriales y submarinas que le corresponderían
respectivamente a cada país sobre la península de la Guajira. Cada una de las partes ha recurrido a
diferentes documentos y versiones sobre la historia colonial para justificar sus respectivas
pretensiones sobre la extensión marítima a delimitar.16

Se considera que el golfo de Venezuela posee una gran importancia estratégica por la existencia
de petróleo en el mismo como una de las razones que motivan la disputa entre las partes en
tiempos modernos.

Tesis colombiana[editar]

Colombia insiste en que el archipiélago de Los Monjes, como islotes deshabitados a 20 millas
marinas de la costa colombiana, no constituye plataforma continental. La tesis colombiana
presenta una división de línea media entre los territorios continentales de Colombia y Venezuela y
establece que los Monjes se encuentran dentro del mar territorial colombiano.

Tesis venezolana[editar]

La tesis venezolana parte de la línea de prolongación de frontera terrestre —favorable a


Venezuela respecto a la perpendicular de la costa que implica la línea media entre territorios
continentales—, además del establecimiento de la línea media entre la península de la Guajira y
el Archipiélago de los Monjes. Entre algunos comentaristas venezolanos ha surgido la tesis de
la costa seca, de acuerdo con la cual la totalidad del Golfo de Venezuela sería soberanía del país
homónimo y Colombia no tendría jurisdicción alguna sobre las aguas del golfo, delimitando áreas
marinas y submarinas con Venezuela en base al reconocimiento de los derechos que genera para
Venezuela el reconocimiento del mar territorial y plataforma continental que genera el
Archipiélago de Los Monjes

Crisis de la corbeta Caldas[editar]

Véase también: Crisis de la Corbeta Caldas

Fotografía tomada por la NASA del golfo de Venezuela y la península de la Guajira.

En la época contemporánea, el punto cúspide de tensión en la cuestión del diferendo ocurrió en


agosto de 1987 cuando la corbeta colombiana Caldas ingresó al sur del paralelo de Castilletes en
aguas interiores venezolanas. Esto provocó que el presidente venezolano Jaime Lusinchi ordenara
una fuerte movilización de las fuerzas armadas con la intención de disuadir la incursión
colombiana.
En un principio la corbeta, para entonces ya acompañada de dos submarinos y un helicóptero
colombiano, se rehusó a abandonar la zona y se consideraba inminente el inicio de hostilidades
por parte de alguno de los dos bandos. Paralelamente se habían activado las vías diplomáticas
bilaterales para tratar de impedir un desenlace bélico. Finalmente la crisis terminó cuando el
presidente colombiano Virgilio Barco ordenó la retirada de la corbeta. Este suceso se conoce como
la «crisis de la Corbeta Caldas».

A partir de ese momento las discusiones para avanzar en la solución definitiva del diferendo se
han mantenido congeladas por mutuo acuerdo entre los dos países. Una comisión binacional se ha
venido reuniendo cada cierto tiempo para tratar los asuntos limítrofes y algunos aspectos del
diferendo, sin modificar sustancialmente el statu quo.

Conflictos bélicos [editar]

El golfo fue escenario de varios acontecimientos durante la Segunda Guerra Mundial.

En junio de 1940 el aviso francés Barfleur penetra al interior del Golfo de Venezuela persiguiendo
al mercante de pabellón italiano Alabama. El Barfleur hace varios disparos sobre el Alabama y lo
obliga a encallar en la Barra del Lago de Maracaibo. Días después se repite el mismo incidente con
el carguero, también italiano, Dentice.

Como consecuencia del ataque a Pearl Harbor, Venezuela rompe relaciones con las potencias del
Eje en diciembre de 1941. A raíz de ello, el 16 de febrero de 1942,
los tanqueros venezolanos Monagas y Tía Juana son torpedeados y hundidos
por submarinos del Tercer Reich en aguas del golfo, tras lo cual, el gobierno del presidente Isaías
Medina Angarita, aunque sin declarar la guerra, pasa a cooperar con el esfuerzo aliado de manera
más estrecha, autorizando incluso el uso temporal de bases militares venezolanas por el Ejército y
la Armada de los Estados Unidos, así como garantizando el suministro de combustible a dichas
fuerzas.

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