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Liberalismo, nacionalismo, socialismo: son las palabras clave del siglo XIX.

El liberalismo es la ideología de la clase burguesa, que se beneficia de la Revolución francesa.


Pero en Alemania, en Italia, en la Europa central y oriental, gobierna la aristocracia y la unidad
nacional no se ha realizado. El movimiento liberal se confunde con el movimiento nacional.
Coexisten dos estilos de liberalismo: el liberalismo confortable (doctrina de Manchester) y el
liberalismo militante que inspira en Alemania e Italia a los derrotados.

El nacionalismo cambia de naturaleza; de liberal pasa a ser conservador y reaccionario.


Aparecen nuevos Estados en Europa y en América latina. Los más poderosos se enfrentan por
el dominio del mundo. El nacionalismo se convierte en imperialismo. La revolución industrial
transforma la faz del mundo. El socialismo deja de ser un sueño para convertirse en una
doctrina científica y en la esperanza de una clase.

El romanticismo político

Hubo diversas posiciones. En Italia, la mayoría de los románticos son liberales, mientras que en
Alemania, hasta mitad de siglo, es un conservadurismo político. En cuanto a Inglaterra, existen
vías opuestas. En Francia se distingue muchos periodos. El romanticismo francés es
sociológicamente incoherente. Los escritores románticos son de origen muy diverso. La
difusión del mismo también es muy diversa. Los románticos de 1830 toman a la burguesía
como blanco. Sin embargo, el romanticismo se aburguesa poco a poco y el liberalismo se cubre
de un idealismo que la burguesía confunde con el romanticismo.

a)Rasgos del romanticismo político

• El romanticismo político está alimentado por los recuerdos de la Revolución y del


Imperio.

• La política se convierte en el llamamiento ideal. La política recurre al poder del verbo y


se transforma en un género literario.

• Piedad hacia los humildes y atención a los problemas sociales. El romanticismo social
no excluye opciones políticas aparentemente opuestas.

• El romanticismo es una visión global del universo. Los románticos no tratan quizá tanto
de resolver los problemas como de plantearlos, de extenderlos a las dimensiones del universo
y de la historia.

b)La Historia

El romanticismo y el desenvolvimiento de los estudios históricos tiene una causa común: la


opinión de vivir una época de transición entre un pasado acabado y un futuro incierto. La
historia reciente ofrecía grandiosos cuadros, emociones poderosas. Pero la Historia ofrece
también armas para las luchas políticas, es proveedora de argumentos.

Sección primera:

El liberalismo

La historia de las ideas políticas en el siglo XIX está dominada por el progreso del liberalismo en
el conjunto del universo. Este movimiento triunfa en Europa occidental (Alemania e Italia),
Europa oriental, Extremo Oriente, las repúblicas latinoamericanas por medio de sus
Constituciones liberales.
Estados Unidos aparece como la elección del liberalismo y de la democracia. El siglo XIX es el
siglo del liberalismo.

a)Liberalismo y progreso técnico: El liberalismo es una filosofía del progreso indivisible e


irreversible; progreso técnico, progreso del bienestar, progreso intelectual y progreso moral. A
fines del siglo XIX los liberales sueñan con una era estacionaria, con un universo detenido. Es
necesario distinguir entre un liberalismo dinámico, que acepta la máquina y que favorece la
industria, (Inglaterra) y un liberalismo económicamente conservador y proteccionista.
(Francia).

b)Liberalismo y burguesía: El liberalismo es uno de los elementos originarios de la filosofía de


la burguesía. Pero en el siglo XIX, el liberalismo no coincide con la burguesía. En Francia,
permanece vinculado a la defensa de los intereses y apenas evoluciona. Inglaterra conoce
varias formas para expandir y revisar el liberalismo. El socialismo francés del siglo XIX
constituye una reacción contra el liberalismo burgués, en tanto que el socialismo inglés está
impregnado en gran medida de liberalismo.

c)Liberalismo y libertad: En el siglo XVIII se hablaba de libertad y de libertades; y el liberalismo


aparecía como la garantía de las libertades, como la doctrina de la libertad. Existen dos clases
de liberales: los que piensan que el liberalismo es uno porque la libertad humana es una; y los
que no creen en la unidad de la libertad humana y piensan que la libertad de uno puede
alienar la libertad de otros.

d)Liberalismo y liberalismos: Durante mucho tiempo el liberalismo aparece como un bloque.


Esta concepción del siglo XVIII, para el que la unidad del liberalismo era un dogma indiscutible.
Pero en el siglo XIX, el liberalismo se fragmenta en varias ideologías distintas:

• El liberalismo económico descansa sobre dos principios: riqueza y propiedad, se opone


al dirigismo.

• El liberalismo político se opone al despotismo: es el fundamento doctrinal del


Gobierno representativo y de la democracia parlamentaria.

• El liberalismo intelectual se caracteriza por el espíritu de tolerancia y de conciliación.

1.El liberalismo francés

El liberalismo francés del siglo XIX está marcado por crisis y revoluciones. A lo largo de su
historia, el liberalismo francés se muestra tributario del acontecimiento.

a) Liberalismo de oposición

• Bajo el imperio: el liberalismo francés adquiere sus principales caracteres, de los que
nunca se desligará. Bajo el Imperio se sitúan cerca del Poder esas dinastías liberales. La
frontera entre el Poder y la oposición no se establece fácilmente. Los principales opositores del
Imperio se adhieren al Consulado. El círculo de Coppet no tiene la misma concepción del
liberalismo que las dinastías burguesas; es un liberalismo de emigrados, cosmopolita, menos
preocupado de hacer fortuna que de estudiar la literatura y las civilizaciones. La filosofía de
Coppet es del siglo XVIII.

• Las luchas de la restauración: el liberalismo de la Restauración nace del encuentro de


algunos ideólogos cosmopolitas con una sociedad de burgueses deseosos de subir. Los
primeros proporcionan la doctrina y la indispensable justificación; los segundos, el público
dispuesto a hacer triunfar la doctrina. El liberalismo de la Restauración ofrece diferentes
caracteres: Su extremada violencia y su afición por las sociedades secretas y el liberalismo de
la Restauración es crítico, negativo.

Benjamin Constant es el principal teórico del liberalismo bajo la Restauración. Constant define
la libertad como “el pacífico goce de la independencia privada”, y expone una teoría muy
clásica del Gobierno representativo a la inglesa; responsabilidad ministerial, poder legislativo
ejercido por dos Cámaras: defensa de las libertades locales y de la libertad religiosa. El Estado
reducido a la función de cajero, subvenciona los cultos, pero no los controla. En cuanto al rey,
su autoridad debe ser neutra; planea irresponsable por encima de las agitaciones humanas;
reina pero no gobierna. La política de Constant es censitaria y burguesa: “la propiedad es la
única que proporciona el ocio indispensable para la adquisición de las luces y la rectitud del
juicio; por consiguiente, solo ella hace a los hombres capaces del ejercicio de los derechos
políticos”. Constant cree que corresponde al comercio y a la industria el “fundamentar la
libertad, mediante su acción lenta, gradual, que nada puede detener”. Constant busca una
fórmula lo suficientemente abstracta como para que sea aceptada por todos.

b)El liberalismo en el poder

• Contradicciones liberales: Se da en todos los frentes.

- Política interior: los liberales cuando llegan al Poder se conforman con rebajar el censo
electoral, se oponen a cualquier proyecto de reforma y eliminan la libertad de prensa, la
misma que defendían bajo la Restauración.

- Política exterior: son hostiles a las aventuras guerreras. Pero no excluyen el culto a
Napoleón.

- Política religiosa: se muestran a favor del anticlericalismo. Consideran a la Iglesia


católica como un poder de orden, y su anticlericalismo no excluye un deísmo más o menos
marcado.

- Política comercial: son partidarios del “laissez faire, laissez passer”. Invocan las leyes
naturales y las armonías económicas. Pero preconizan una política proteccionista cuando se
trata de defender a la economía francesa frente a la concurrencia extranjera y de mantener
precios elevados.

- Política económica: tratan de obtener del Estado el máximo de ventajas. La economía


liberal fue una economía acaparadora.

- Política social: consideran como regla general, que ni al Estado ni a los patronos
corresponde mejor la suerte del obrero. El obrero es el principal responsable de su miseria. La
moral es el supremo remedio político y social.

• El orleanismo: No dio lugar a grandes obras de doctrina, pero ha dejado su huella en la


vida política francesa. El orleanista designa primer movimiento de adhesión a Luis Felipe I de
Orleans y su línea dinástica. Es una política francesa actual del siglo XIX, partidarios de
designación de Casa de Orleans y de la Monarquía de Julio, basado en el constitucionalismo y
el liberalismo moderado.

• El liberalismo de Tocqueville: Tocqueville no es ni un revolucionario ni un reaccionario.


Acepta servir a la monarquía de Julio, aunque juzga a los funcionarios de 1848, será ministro
de la Segunda República. Pero estas adhesiones son desinteresadas. Acepta el acontecimiento
sin dejar de criticar a los hombres, es porque cree en la continuidad del Estado; es para ser útil,
no para utilizar. Se distingue en Tocqueville el instinto y la reflexión, el corazón y la razón. Es
aristócrata de instinto, pero la reflexión le lleva a aceptar como irreversible la evolución hacia
la democracia, a adaptarse a un régimen que no le gusta: “Tengo una inclinación racional por
las instituciones democráticas, pero soy aristócrata por instinto, es decir, que desprecio y temo
a la multitud. Amo con pasión la libertad, la legalidad, el respeto de los derechos, pero no la
democracia. Este es el fondo del hombre”.

Entre sus principales obras tenemos: “La democracia en América”, la primera parte (1835),
estudia la influencia de la democracia sobre las instituciones; la segunda parte (1840), está
dedicada a la influencia de las instituciones sobre las costumbres.

La América que visita Tocqueville es la jacksoniana que vuelve a las fuentes de la democracia
jefersoniana: desconfianza frente a los privilegios y a los monopolios. Retorno a los principios
de la Declaración de Independencia, insistencia en la igualdad de derechos. Jackson cree que el
conflicto fundamental de los intereses puede ser armoniosamente conjugado. En base a estos
hechos presenciados, Tocqueville analiza la democracia norteamericana.

La obra de Tocqueville es una meditación sobre la libertad, es la obra de un moralista. Al


estudiar la sociedad americana como la Francia del antiguo régimen, busca una respuesta a
esta pregunta: ¿Cómo conciliar la libertad con la nivelación igualitaria, cómo salvar la libertad?
“La Democracia en América" procede sobre una reflexión sobre la igualdad. Los hombres
tienen una pasión ardiente, insaciable, eterna, invencible por la igualdad. La sociedad
evoluciona necesariamente hacia la igualdad, es decir, hacia la democracia, hacia el
igualamiento. Es preciso aprender a conocer la democracia para impedir que caiga, bien en la
anarquía, bien en el despotismo. El tema de la libertad domina toda la obra de Tocqueville y le
da su unidad.

Tocqueville, opuesto a Montesquieu, no cree en los cuerpos intermedios. En cuanto a la


organización de los poderes, habla poco del tema; es partidario de un sistema bicameral y se
muestra hostil al sistema presidencial, pero no tiene sino una limitada confianza en las
instituciones políticas para garantizar la libertad.

Da tres remedios contra el individualismo, “destrucción de las sociedades”:

- La descentralización administrativa, las libertades locales y provinciales.

- La creación de asociaciones de todo tipo que ayuden a formar un sustituto de la


aristocracia

- Por último, y sobre todo, las cualidades morales, el sentido de las responsabilidades, la
pasión por el bien público.
2.El liberalismo inglés

Inglaterra prosigue y acelera la transformación de su economía, opta por la industrialización.


La evolución del liberalismo inglés sigue de cerca la evolución económica de un país que elige
la expansión y que se siente fuerte para adoptar el libre cambio. El liberalismo inglés dedica un
amplio lugar a las preocupaciones económicas. El liberalismo inglés de la primera mitad del
siglo XIX no le debe nada a la Revolución francesa, se sustrae solo al utilitarismo benthamiano,
y sigue bajo la influencia de Adam Smith.

a)El utilitarismo Benthamiano

James Mill (1773 – 1836) prosigue la obra de Bentham y publica en 1820 un Ensayo sobre el
Gobierno, donde pone en relación la doctrina del Gobierno representativo con el principio de
la mayor felicidad para el mayor número. Considera que la función del Gobierno es
esencialmente negativa.

b)Del utilitarismo al liberalismo humanitario: Stuart Mill

Stuart Mill (1806 – 1873) fue educado en los principios del más rígido utilitarismo. Se interesa
por el saint-simonismo. Mientras que el utilitarismo de Bentham y de James Mill es insular y
británico, el liberalismo de Stuart Mill aspira a la universalidad. Su obra es contemporánea de
una crisis de liberalismo y constituye la mejor expresión de esta crisis. Stuart Mill formula un
liberalismo instalado de nuevo en la Historia y en la sociedad. Mientras que James Mill se
interesaba por el problema del Gobierno y le daba una solución mecánica. Stuart Mill estima
que el Gobierno no puede ser liberal si no existe una sociedad liberal.

Para Bentham el Gobierno liberal era bueno no porque fuera liberal, sino porque era eficaz.
Por el contrario, la libertad es para Stuart Mill un bien en sí mismo, independientemente del
principio de la mayor felicidad, y un bien no solo individual, sino también social. Critica el
capitalismo. Cree que la función del Estado liberal no es puramente negativa, que debe tratar
de realizar las condiciones de la libertad.

Sus ideas políticas están expresadas en sus obras “La libertad” (1859) y en las “Consideraciones
sobre el Gobierno representativo” (1860 – 1861). En la primera defiende “la mayor dispersión
del Poder compatible con la acción útil del Poder”, en la segunda, precisa sus ideas donde
distingue dos funciones: una función de control que corresponde al Parlamento, y la función
legislativa. Stuart Mill considera que esta última función no le corresponde al Parlamento y
que debe ser atribuida a una Comisión legislativa.

La filosofía política de Stuart Mill, es pues, una mezcla de idealismo y de avaricia, de kantismo y
de utilitarismo, de generosidad y de estrechez de miras. Expresa adecuadamente las
vacilaciones de una sociedad en pleno periodo de transición.

c)La Doctrina de Manchester

Esta doctrina tiene como uno de sus máximos exponentes a Richard Cobden (1804 – 1865). Su
idea maestra es el libre comercio: comprar lo menos caro posible, vender lo más caro posible.
Presenta, como remedio, una medida conforme con los intereses de clase que representa.
Afirma que el Gobierno, en un país industrial, tiene poca importancia. Admira a Estados Unidos
y preconiza la propiedad, la eficacia, una estricta economía. Quiere cultivar en el trabajador
inglés el gusto por la independencia, el respeto de sí mismo, la ambición de llegar, el deseo de
acumular. Como señala Crane Brinton, el pensamiento de este destructor de utopías cae en la
utopía cuando se trata de cuestiones sociales. En materia de relaciones internacionales
Cobden es partidario de la paz y de la no intervención. Es hostil a la guerra de Crimea, a las
aventuras de ultramar. Con el triunfo del libre cambio y con el fracaso del cartismo termina
una época del liberalismo inglés. La era victoriana comienza.

3.Del nacionalismo revolucionario al nacionalismo liberal

a)Nacionalismo económico y nacionalismo romántico:

Mazzini (1805 – 1872) es uno de los mejores representantes de este nacionalismo liberal y
romántico. El pensamiento de Mazzini es profundamente idealista y religioso. Se opone en
todos los puntos a Bentham, cuyo utilitarismo le repugna. Mazzini cree en el progreso, en la
humanidad, en la fusión de clases, en la fraternidad humana, en la eminente dignidad del
pueblo. No cree ni en la lucha de clases, ni en los antagonismos entre naciones, ni en la
influencia de la economía sobre la política. Su obra está en absoluta contradicción con la de
Marx. Para él, “Religión y política son inseparables. Sin religión, la ciencia política no puede
crear más que despotismo o anarquía." Mazzini pertenece a la era del romanticismo. La
revolución de 1848 constituye su suprema esperanza y su suprema derrota. Tras el fracaso de
la revolución Mazzini se sobrevive a sí mismo.

b)El nacionalismo francés: Cuando Michelet (1798 – 1874) habla de nación piensa en Francia,
en su patria. Su obra es un himno a Francia. Cree en su misión, la considera como una persona:
"... la nación no es una colección de seres diversos, es un ser organizado; más aún: una
persona moral; un admirable misterio se hace evidente: la gran alma de Francia". La nación es,
por consiguiente, inviolable: "Matar a un hombre es un crimen. Pero ¿qué es matar a una
nación? ¿Cómo calificar este enorme crimen?". Michelet, como muchos de sus
contemporáneos, cuenta con el sentimiento nacional para fundar la paz y la concordia
universales. Contrariamente a Voltaire -que oponía la patria, al universo-, opina que: "La patria
es la iniciación necesaria para la patria universal". Considera que la patria está basada en la
amistad: "La patria, la gran amistad...".

Michelet asocia estrechamente nación y libertad, nación y revolución; según él, Francia es la
nación revolucionaria por excelencia: "Ante Europa, Francia, sabedlo, no tendrá nunca más
que un nombre inexpiable, que es su verdadero nombre eterno, la Revolución".

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