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CENTRO UNIVERSITARIO DEL SUR

MATERIA: ORIENTACIÓN ASESORÍA Y TUTORÍA

TEMA: ENSAYO DE LA PRIMERA UNIDAD: Más que Orientación, Asesoría y Tutoría:


Comunicación.

ALUMNA: ANDREA LETICIA BARAJAS MONTES

CUIDAD GUZMÁN, JAL, MUNICIPIO DE ZAPOTLÁN EL GRANDE

A 28 DE ABRIL DEL 2023


Hace siglos, solo quienes tenían un nivel socioeconómico mayor tenían la oportunidad de asistir a la
escuela y tener una educación formal, y solo los hijos de los acaudalados tenían acceso a clases
particulares, el resto recibía educación informal por parte de sus padres, predominando la violencia, con el
tiempo surgieron métodos y teorías para una mejor educación, se ha llegado a la conclusión que para que
el aprendizaje se de, tiene que existir una salud integral, y una de las más importantes es la emocional, por
eso, se han desarrollado como procesos metodológicos, e incluso, algunos de estos, institucionalizados, a
la orientación, asesoría y tutoría, es muy difícil hacer una delimitación y una diferenciación entre estos,
porque al leer sus definiciones pareciera que fueran exactamente lo mismo, pero, ¿en qué se diferencian
cada una de estas? ¿existirá alguna característica distintiva que ayude a identificar la una de la otra? ¿de
qué manera contribuyen a la generación de un ambiente propicio para el aprendizaje?, y, lo más
importante, si será mucha la teoría y el conocimiento, pero, ¿de qué manera se debe aplicar? ¿cuál es ese
proceso que es base para ejercer esta labor educativa?

Todas las personas, en algún momento de sus vidas han requerido pedir ayuda para poder realizar cierta
actividad, han necesitado que les aclaren dudas, y también ser acompañadas en diferentes procesos, desde
algo tan común como lo académico, hasta algo (que, en realidad es más común, pero menos visibilizado)
como la esfera emocional. Desde el principio de los tiempos han existido personas que se dedican a dar
esta clase de acompañamiento, y para no ir tan lejos, aunque muy a su manera, eran los padres los
encargados de instruir y orientar a sus hijos e hijas, reiterando una vez más, que, lo hacían muy a su
manera, pues, desde la ignorancia, posiblemente lo que más incidía era una educación y orientación desde
la violencia, en la que el papá o la mamá, según la cultura, eran las figuras de completa autoridad, no se les
podía cuestionar absolutamente nada, y ante una falta, había un castigo, esto, por supuesto que resultaba
en miedo, en falta de confianza, y, por ende, una comunicación obstruida. Por otro lado, desde siempre
han existido los privilegios según el nivel socioeconómico, pues si se revisa un poco la historia de la
orientación, asesoría y tutoría, se encontrará con que los hijos de los grandes reyes y de los más
acaudalados en tiempos de la filosofía griega, eran quienes tenían acceso, primero, a lo que hoy se conoce
como escuela o educación formal, y enseguida, a asesorías personalizadas por parte de los filósofos,
matemáticos y científicos, como Platón, Aristóteles o Sócrates, de quien viene la frase “conócete a ti
mismo” como el primer paso para poder aprender.
Con el tiempo se han ido desarrollando mas las técnicas para la educación, se han generado
investigaciones con el afán de comprender qué es lo que favorece más a cada tipo de estudiante según su
cultura y sus contextos, no siendo la violencia la indicada, sino que la orientación, la asesoría y la tutoría
algunos de los procesos necesarios, pues para que el o la estudiante puedan aprender, necesitan
encontrarse en un buen estado emocional, por tal razón, en la actualidad, el asesorar, orientar o tutorar en
el ámbito académico, no es solo “dar consejos”, sino que, de lo contrario, se habrá de seguir toda una
metodología, incluso existen modelos para cada una de estas disciplinas, por tal motivo, es preciso revisar
qué es lo que dicen algunos autores sobre sus bases conceptuales y teóricas, teniendo siempre en cuenta
que, los fines últimos de dichas disciplinas, es el desarrollo de las habilidades para la vida y para fortalecer
el aprendizaje, como la motivación, liderazgo, autoestima, autorrealización, valentía, alegrías,
comunicación, trabajo en equipo, seguridad, actitudes y valores, adaptabilidad y manejo de emociones.

Iniciando por la orientación, existen muchas definiciones y explicaciones acerca de lo que es y debería
hacer, sin embargo, Martín, (2016), hace una revisión de los autores más significativos y concluye que se
trata de un proceso de asesorar sobre opciones y alternativas, capacitar para el propio aprendizaje, y dar
una psicoeducación en la que se le ayudará al alumno/a para la solución de problemáticas, la toma de
decisiones adecuadas no solo en el ámbito académico, sino que también en lo personal, y con esto, generar
un buen desarrollo de la personalidad que favorezca el aprendizaje. Por lo tanto, la orientación es un
proceso sistemático, pues nada de lo que se pretenda llamar orientación puede ir sin fundamentar el qué, el
cómo, el por qué y el para qué así como los resultados de lo que se hace, todo debe tener una explicación,
de manera que finalmente la orientación va a fungir como una guía y acompañamiento que tomará en
cuenta todos los aspectos de la vida de quien la recibe, y terminará por ayudar integralmente y potenciar
las habilidades del individuo.

O sorpresa cuando tratan de definir asesoría, porque se hace prácticamente lo mismo, en lo único que se
diferencia es que, hay un tipo de asesorías en las que quien da la asesoría tiene expertiz en el tema, y
quienes la reciben tienen una duda específica en ese tema, por lo que quien asesora guía en la elaboración
de ese trabajo, se podría dar en el ámbito académico, o incluso, un profesional de la psicología educativa
podría dar asesorías a docentes y padres de familia acerca de determinados temas. Sin embargo, quien
asesora, al igual que quien orienta, se preocupará por el bienestar integral y el autoconocimiento de sus
estudiantes o asesorados/as, pues, una vez más, es la manera en la que es posible que puedan tener digerir
la información y poner manos a la obra. Por otro lado, la tutoría es algo más holístico e integral, es
institucionalizada y por lo tanto es obligatoria, puede tratar diversos temas, todo depende de lo que el
grupo necesite, por lo tanto, dentro de una tutoría puede haber asesoría y pueda haber orientación, el tutor
o la tutora como responsables del grupo y de la integración de este, tendrán que estar al pendiente de lo
que sus estudiantes requieran; información acerca de sus derechos y obligaciones institucionales, becas o
intercambios, incluso dudas acerca de un tema en específico (Sánchez, 1984; Fernández, 1991; García
1991; Gómez, García & Alonso, 1991 & Alonso, 1991).

Con lo anterior, se podrá entender que el hecho de que se desarrollen este tipo de prácticas dentro de las
instituciones es de suma importancia, si a algo se ha llegado a concluir en las sesiones de Orientación,
Asesoría y Tutoría en el Centro Universitario del Sur de Sánchez (2023), es que es muy difícil delimitar en
donde inicia uno y termina otro, porque los tres procesos son interdependientes y van de la mano, quien se
dedique a esta práctica debe contar con grandes destrezas para poder identificar las necesidades, se
requiere, como dirían en lenguaje coloquial, de un gran corazón para llevar a cabo esta práctica, es
necesaria la sensibilidad, la empatía, y sobre todo, una actitud crítica, el saber escuchar lo que le confían y
saber qué hacer con esa información, es ir desde algo tan simple, como averiguar si el estudiante de
primaria tiene las posibilidades de desayunar todos los días antes de irse a la escuela, y de que si no es así
se consigan los medios, hasta algo tan académico, como motivar y asesorar a quien tiene las capacidades
para que pueda desarrollar un gran proyecto, y finalmente, es lograr crear un equilibrio para el aprendizaje
y para la vida, puesto que la escuela, no es más que una preparación para la vida laboral, por lo tanto, es
ayudar a que todos y todas las y los estudiantes tengan las condiciones óptimas para el aprendizaje y para
la planeación y logro de metas y objetivos, y aquí se vuelve a donde se inició con alguna de las
definiciones, es una guía.

Ahora bien, todo se ve muy bonito, y si realmente fuera así en todas las escuelas de México, en otra
situación se encontraría el país, sin embargo, es algo difícil, ya que para lograrlo se requiere del apoyo de
la familia y de la escuela, y en muchas ocasiones, debido a cuestiones culturales, es imposible que la
familia apoye, o que lo tome en serio, por eso otra de las labores es el análisis de contextos y la
psicoeducación, pero, si las personas no atienden indicaciones, de qué manera se haría, la respuesta está en
un proceso muy importante, la comunicación, no hace falta detenerse a explicar en qué consiste, para tener
más información Carbajo-López, (2004); Castro, Peña, & Ochoa, (2017) & López, (2008) lo dejan más
que claro, solo basta con mencionar que comunicación, habla y lenguaje, no son lo mismo, la capacidad
del habla la tiene quien pueda emitir sonidos con la boca, la del lenguaje, quien se pueda comunicar
mediante un sistema de palabras, símbolos y señas, y, la comunicación, involucra a las dos anteriores y a
cualquier expresión corporal, artística y/o emocional, un gesto, un abrazo, la forma de vestir, el tono de la
voz, la distancia entre las personas (proxemia), todo es comunicación, y de esta depende ganarse la
confianza de las y los agentes educativos para poder llegar a una práctica con resultados favorables, y no
solo se trata de la confianza, sino que también de la forma de dar las indicaciones y sugerencias y de poder
interpretar las señales de las y los demás, por lo tanto, más que la teoría, es importante y es una necesidad
que mientras se estudia, se desarrolle la comunicación como competencia, para que al memento de ejercer
se pula y se haga de una manera tan natural y respetuosa que ahora sea ya una habilidad que permita
siempre obtener los resultados esperados.

La educación es de suma importancia, es la preparación para la vida, es el desarrollar habilidades, pero no


cualquiera tiene el acceso ni el don de transmitirla, por lo tanto, es importante estar en constante
actualización acerca de los temas de orientación, asesoría y tutoría, para así contar con todo el
conocimiento teórico en el abordaje de grupos y de estudiantes de manera individual, sin olvidar lo más
importante, la comunicación oportuna con todos sus elementos, de esto depende el ya mencionado
abordaje, pues si bien es cierto que lo primero que se hace es analizar contextos e identificar necesidades,
es imposible que se lleve a cabo si no se saben detectar las señales comunicativas.

Referencias

Martín Cala, M. (2016). La orientación educativa. Su papel preventivo en la formación y desarrollo de la


personalidad de los educandos. Revista Electrónica EduSol, 10(30).

Sánchez, S. (1984). La tutoría en los centros docentes. Madrid: Escuela Española.

Fernández, P. (1991). La función tutoría Madrid: CASTALIA/MEC.

García, A. (1991). Experiencia sobre mejora del autoconcepto en el aula. MEC: Dirección General de
Renovación Pedagógica.

Gómez, C., A. García y P. Alonso (1991). Programa de técnicas de trabajo intelectual. Procedimientos
para aprender a aprender. Madrid: E.O.S.

Alonso, (1991). Motivación y aprendizaje en el aula. Cómo enseñar a pensar. Madrid: Santilíana, Aula
XXI.

Carbajo-López, F. (2004). La comunicación entre el profesor-tutor y los alumnos. Reflexiones sobre la


tutoría en los centros estatales españoles.

Castro, G., Peña, Y., & Ochoa, M. (2017). Orientación y comunicación. Retos y vínculo necesario en la
labor del profesional de pedagogía psicología. Revista Boletín Redipe, 6(5), 42
51. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6132733.pdf
López, J. (2008). Construir la relación de asesoramiento. Un enfoque institucional basado en la
comunicación. Revista Del Currículum Y Formación Del Profesorado, 12(1), 1–28.
https://Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=56717073015

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