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INSTITUTO BIBLICO DE ESCUINTLA

PANORAMA DEL NUEVO TESTAMENTO


PASTOR ENOC MONTEPEQUE

INVESTIGACION SOBRE LOS LIBROS APOCRIFOS

SANDRA ANGELICA ITZOL LOPEZ


1er GRADO
FECHA DE ENTREGA 09-10-2021.
INTRODUCCION
Al realizar este trabajo he podido comprender un poco más sobre los libros
apócrifos, su importancia histórica es muy importante para poder comprender un
poco más de los hechos ocurridos durante el tiempo en que la Biblia palabra
inspirada de Dios, era escrita, en un periodo en que no hubo profecía en Israel
personas escribieron sobre los hechos ocurridos con el pueblo las batallas que se
libraron contra las naciones que los oprimían al ser conquistados aunque ya se
encontraban de regreso en su tierra, para que entandamos sucesos que en la
biblia se mencionan de manera general y que por eso a veces nos quedamos con
duda sobre algún tema o porción de la palabra.
Es necesario que a la hora de hacer esta investigación le pidamos la Guianza al
Espíritu Santo, pues hay muchos libros apócrifos que no contienen casi nada de
historia sino más bien hay en ellos engaño, herejías y otras falsas doctrinas que
en lugar de ser de edificación para el creyente más bien pueden confundirlo y
apartarlo de la verdad por eso es necesario una vida de oración, leer la palabra del
Señor constantemente, acudir a la iglesia para edificar nuestra vida espiritual a
través de la enseñanza de la palabra que nos trae conocimiento y cimienta nuestra
fe en el Señor.

¿QUE SON LOS LIBROS APOCRIFOS?


El término apócrifo significa "escondido, oculto". Proviene de la palabra griega
apokruphos. Jerónimo en el siglo IV fue el primero en denominar apócrifos a este
tipo de literatura. Este término ha sido utilizado a través de los tiempos para hacer
referencia a algunas colecciones de textos y de escritos religiosos surgidos y
emanados en contextos judíos o cristianos, que no han sido incluidos en el canon
del Tanaj judío hebreo–arameo, de la Biblia israelita Septuaginta griega, así como
tampoco de ninguna de las distintas Biblias usadas por distintos grupos de
cristianos.

¿POR QUE NO HAN SIDO INCLUIDOS EN EL CANON BIBLICO?

Porque no han cumplido con los requisitos establecidos en el canon bíblico que los
libros canónicos si cumplen al ser inspirados por Dios.
No existen citas claras, definitivas en el Nuevo Testamento de los Apócrifos por
parte de Jesús o de los apóstoles. Mientras que puede haber alusiones a los
Apócrifos en el Nuevo Testamento, no hay declaraciones autoritativas como “Así
dice el Señor”, “Como está escrito”, o “Así dicen las Escrituras”.
El proceso de canonización del AT comenzó a la par con ésta división en 3 partes
(en el 450 A.C) y terminó en el concilio de Jamnia (96 D.C), aunque la realización
de éste concilio fue más que todo de confirmación que de canonización.

Se habían presentado objeciones contra algunos libros: Ester, por ejemplo, no


contenía el nombre de Dios, y el libro de Cantar de los Cantares parecía sólo un
libro amoroso. Pero la conclusión de los debates de Jamnia fue el firme
reconocimiento de estos libros como Santa Escritura.

Existen básicamente 5 principios que se utilizaron para determinar si un libro debe


de ser incluido en el canon de la Biblia (También se aplica para el NT). Estos son:

¿Es autoritativo?: ¿Provino de la mano de Dios?

¿Es profético? ¿Fue escrito por un hombre de Dios?

¿Es auténtico? (Los Padres de la Iglesia eran partidarios de la política de “Si estás
en duda, deséchalo”).

¿Fue recibido, reunido, leído y usado?: ¿Fue aceptado por el pueblo de Dios?

¿Es dinámico? ¿Tiene el poder de Dios que transforma vidas?


Los libros apócrifos del AT, además de no aprobar estos principios, el libro Unger
´s Bible Dictionary (Moody Press, 1966) da otras razones por las cuales estos
libros fueron excluidos del canon:

Abundan en inexactitudes y presentan contextos históricos y geográficos que no


corresponde a la época a la que se hace referencia.
Carecen de los elementos distintivos que le dan a la genuina escritura su carácter
divino, tal como el poder profético, poético y el sentimiento religioso.

LIBROS APOCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

A continuación, hay aquí un listado de los libros apócrifos más conocidos

1ra de Esdras (alrededor de 150 a.n.e.)


Este libro cuenta la historia de los judíos a Palestina después del exilio babilónico.
Tiene gran cantidad de material de Crónicas, Esdras y de Nehemías, pero el autor
ha añadido mucho material legendario. El asunto más interesante es la historia de
los Tres Guardias. Ellos estaban discutiendo cual era el asunto más importante del
mundo, uno dijo: "el vino", el otro " el rey" y el tercero dijo: "la mujer y la verdad".
Pusieron estas tres respuestas debajo de la almohada del Rey. Cuando este
despertó, requirió que los tres hombres defendieran sus respuestas. La decisión
unánime fue: "La verdad es grande y supremamente fuerte". A causa de que
Zorobabel fue el escritor de esa respuesta, se le permitió como recompensa
reconstruir el templo de Jerusalén.

2da de Esdras (100 D.C):


Es una obra apocalíptica que contiene siete visiones. Martín Lutero se vio tan
confundido por estas visiones que se dice arrojó el libro al Río Elba.
La parte del libro que se considera proveniente del original hebreo (capítulos III a
XIV de la versión latina) puede dividirse en siete revelaciones, a las que se ha
denominado Las siete visiones de Esdras.2 El contexto es la humillación del
pueblo elegido por Dios y el triunfo de sus adversarios. Los protagonistas
son Esdras y el arcángel Uriel.
En la primera visión, Esdras le pregunta a Dios: «¿Acaso Babilonia es mejor
que Sion?». Uriel le responde con una reflexión sobre la incapacidad humana para
comprender los planes de Dios, la transitoriedad de la situación presente y la
llegada de la recompensa de los justos «cuando se complete su número»
(Apocalipsis 6:10-11;9 1 Henoc 47:2).

Tobías
Tobías El libro de TOBÍAS fue escrito hacia el año 200 a. C. y sólo se ha
conservado en varias versiones griegas y latinas, bastante diversas unas de otras.
Como los libros de Ester y de Judit, pertenece al género de los relatos
"edificantes" o narraciones elaboradas con el fin de transmitir una enseñanza de
carácter moral y religioso.
Los protagonistas del relato son los miembros de una familia de la tribu de Neftalí,
deportada a Nínive cuando los asirios invadieron y conquistaron el territorio de
Galilea (2 Rey. 15. 29). Esta ambientación fuera de Palestina es un elemento
esencial de la narración, ya que la enseñanza contenida en el Libro está destinada
principalmente a sostener la fe de los judíos dispersos en un ambiente pagano y
casi siempre hostil. Para animarlos a mantenerse fieles al Señor, aun en medio de
las pruebas, el autor les propone un modelo ejemplar en la figura de Tobit, el
padre del joven Tobías. Lo que más se destaca a través del relato es la acción
providencial de Dios. Los hechos que a primera vista parecen casuales responden
en realidad a un designio divino -un "secreto"- que sólo al final se pone de
manifiesto (12. 11). Y por eso, la verdadera sabiduría consiste en mantener la
confianza en el Señor, incluso en las situaciones más desesperadas.

Judit (aproximadamente a mediados del segundo siglo)


JUDIT. Este Libro refleja cierta influencia de la literatura "apocalíptica", tan en
boga en esa época, según la cual las luchas del tiempo presente no son sino la
manifestación del combate librado continuamente entre las fuerzas del bien y del
mal. Nabucodonosor y Holofernes simbolizan a los eternos enemigos de Dios.
Judit –que significa "la Judía"– personifica el alma de su nación. Fiel a Dios y a su
pueblo, ella expone la vida para salvar a sus compatriotas. Otra vez nos
encontramos ante un relato didáctico, con un marco histórico completamente
imaginario, del que sólo se conservan las versiones griega y latina.
Probablemente, fue escrito en el siglo II a. C., para mantener el ánimo de la
pequeña comunidad judía que luchaba tenazmente por conservar su
independencia frente al avance helenista.
Es farisaico. La heroína de esta novela es Judit, una hermosa viuda judía. Cuando
su ciudad fue sitiada ella subió acompañada de su criada, llevando comida judía
limpia y fue hasta la carpa del general enemigo. Él quedó prendado con su belleza
y le dió un lugar en su carpa, afortunadamente el había bebido con bastante
liberalidad y se sumergió en un estupor de embriedad, Judit tomó entonces la
espada de él y le cortó la cabeza. Luego ella y su criada abandonaron el campo
llevando la cabeza de él en un bolso de provisiones. Esta fue suspendida sobre el
muro de una ciudad vecina y el ejército asirio, falto de dirigente, fue derrotado.

Adiciones a Ester (alrededor de 100 a.n.e.)


Ester es caso único entre los libros de AT, pues no hace mención del nombre de
Dios. Dice que Ester y Mardoqueo ayunaron, pero no se dice que hubiesen orado.
Para compensar esta falta, las Adiciones tienen largas oraciones atribuidas a
estos dos, junto con un par de cartas supuestamente escritas por Artajerjes.

Añadiduras (o Adiciones) al libro de Ester consiste de seis pasajes, con un total de


107 versículos, insertados por judíos piadosos de Egipto, en diversos lugares en la
versión griega del libro canónico de Ester, durante el siglo I a. C.
Estas añadiduras parece que fueron hechas para reforzar el impacto religioso del
libro de Ester. Como este libro canónico no contiene el nombre de Dios, se
piensa que el motivo de estas adiciones fue el deseo de añadirlo.  Pero las
añadiduras introdujeron discrepancias y contradicciones en el texto.
Incluyen un sueño de Mardoqueo en el que tuvo un presentimiento de la amenaza
que se avecinaba a los judíos, las oraciones de Mardoqueo y de Ester cuando
supieron el decreto de Amán, y una melodramática descripción de la audiencia
concedida por Asuero a Ester.
Añadiduras:
1. Sueño de Mardoqueo y descubrimiento de un complot contra el rey Artajerjes /
Asuero. Vulgata 11:2-12:6.
2. Edicto contra los judíos – Vulgata 13:1-7.
3. Oración de Mardoqueo y Ester – Vulgata 13:8-14:19.
4. Ester ante el rey – Vulgata 15:1-19.
5. El nuevo Edicto – Vulgata 16:1-24.
6. Interpretación del sueño de Mardoqueo – Vulgata 10:4-11:1.

La sabiduría de Salomón (Alrededor del 40 d.n.e.)

La mención más antigua de Sabiduría se encuentra en el Fragmento Muratoriano


(del siglo ni d. C), donde se la cuenta entre los escritos del Nuevo Testamento (!)
bajo el nombre de Sabiduría, escrita por los amigos de Salomón en su honor.
Luego, es incluido en los códices de la Septuaginta que son datados por el SIV y V
de nuestra era y también es incluido en la traducción Vulgata por Jerónimo de
Estridón.
Sabiduría, (Sabiduría de Salomón) es un tratado político-religioso que combina
conceptos teológicos del Antiguo Testamento con ideas filosóficas alejandrinas
derivadas del platonismo y del estoicismo.

Este libro apócrifo está dividido en dos secciones. La primera trata de la sabiduría
y la segunda es histórica.

El autor, que pretende ser Salomón, explica cómo, después de haber sido elegido
divinamente como rey: “Tú me elegiste como rey de tu pueblo, como juez de tus
hijos y tus hijas” (9:7), es dotado de sabiduría en respuesta a la oración: “Por eso
pedí y se me concedió la prudencia; supliqué y me vino el espíritu de Sabiduría. Y
la preferí a cetros y tronos y en nada tuve a la riqueza en comparación de ella. Ni
a la piedra más preciosa la equiparé, porque todo el oro a su lado es un puñado
de arena y barro parece la plata en su presencia. La amé más que la salud y la
hermosura y preferí tenerla a ella más que a la luz, porque la claridad que de ella
nace no conoce noche. Con ella me vinieron a la vez todos los bienes, y riquezas
incalculables en sus manos. Y yo me regocijé con todos estos bienes porque la
Sabiduría los trae, aunque ignoraba que ella fuese su madre. Con sencillez la
aprendí y sin envidia la comunico; no me guardo ocultas sus riquezas porque es
para los hombres un tesoro inagotable y los que lo adquieren se granjean la
amistad de Dios recomendados por los dones que les trae la instrucción.” (7:7-14).

El libro estimula a los judíos a apoyar la sabiduría y la justicia, y muestra la


necedad del paganismo.

Su segunda mitad es un bosquejo religioso-filosófico de la historia de los tiempos


del Pentateuco. Atribuye la preservación de los siervos de Dios, desde Adán a
Moisés y más adelante, a la sabiduría (caps. 10 y 11), y muestra la locura de la
idolatría (caps. 13-15). Las historias de Israel y de Egipto son una demostración
especial de los resultados de la sabiduría por un lado y la necedad por la otra
(caps. 16-19).
La sabiduría de Salomón (Alrededor del 40 d.n.e.)
El Libro de la Sabiduría de Jesús, hijo de Sirac (en hebreo: ‫)חכמת יהושע בן סירא‬, es
uno de los deuterocanónicos sapienciales del Antiguo Testamento. Común y
familiarmente llamado Libro de Sirácida, o bien, del Sirácides (abrev. Si).

La tradición latina lo ha llamado Libro del Eclesiástico (abrev. Eclo). No debe


confundirse con el Eclesiastés, el cual es otro Libro sapiencial del Antiguo
Testamento. Tampoco debe confundirse con la expresión Libros Eclesiásticos,
usada por algunos autores para referirse a los deuterocanónicos o al conjunto de
los escritos del segundo canon que se leen en las iglesias.
Fue escrito para impedir que los judíos cayeran en el ecepticismo, materialismo e
idolatría. Como en los proverbios la sabiduría es personificada. Hay muchos
nobles sentimientos expresados en este libro.
al como el mismo nieto de Sirácides señala en el Prólogo,22 el libro se dirige a los
judíos piadosos, deseosos de regir su propia vida de acuerdo con la Ley, sin
olvidar a los paganos que deseen saber qué les espera al asumir a Dios, la fe y las
tradiciones propias de los judíos.

Sirácides intenta mantener la integridad de la fe religiosa yahvista, y poder


contribuir a la depuración y purificación de usos y costumbres, que cada vez se
iban tiñendo más de infiltraciones helenísticas.
Sirácida contiene, sobre todo, máximas éticas, por lo que se asemeja
considerablemente al Libro de los Proverbios. Se ignora si Sirácides fue el autor
original, o sólo se trató de un compilador (aunque el estilo uniforme mostrado por
el libro parece indicar lo primero). Trata temas diversos, desde sencillas reglas de
cortesía, humanidad y urbanidad, preceptos sobre el culto, superación de pruebas
y el temor del Señor, hasta las normas respecto de los deberes para con el
estado, la sociedad y el prójimo.

Baruc (alrededor de 100 d.n.e.)


Se presenta a sí mismo como siendo escrito por Baruc, el escriba Jeremías, en el
año 582 a.c. En realidad, está tratando probablemente de interpretar la
destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C El libro aconseja a los judíos que no
vuelvan a sublevarse, sino que permanezcan sumisos al emperador. A pesar de
esto, la revolución de Bar-Cochbaen contra de los romanos se llevó a cabo pronto
después, entre 132 y 135 a.c. El sexto capítulo de Baruc contiene la así llamada
"Carta de Jeremías", con su fuerte advertencia en contra de la idolatría -dirigida
probablemente a los judíos de Alejandría, Egipto.
El libro de Baruc existió primeramente como tres partes separadas e
independientes que más tarde fueron reunidas y resultaron en el libro actual.

La pieza más antigua (dos poemas, Bar. 3:9-5:9) pertenecen al siglo III a. C. Ya en
tiempos de los Macabeos, un último redactor añadió el prólogo y la parte final y
atribuyó el todo al profeta Baruc, secretario y amanuense de Jeremías, lo que
demuestra la influencia de este último en aquel tiempo y lugar.
El canto de los Tres Jóvenes Hebreos
El “Cántico de los tres jóvenes” consta de dos partes principales. La primera es
una oración atribuida a Azarías (es decir, Abed-nego) mientras caminaba en el
“horno de fuego ardiendo” (cf. Daniel 3:19-25); la segunda es un canto de
alabanza atribuido – sin base alguna – por el autor anónimo a los tres hebreos
mientras estaban en el horno, y que se parece mucho al Salmo 148.
La Oración de Izarías y el Cántico de los Tres Jóvenes, es un largo pasaje,
presente en las biblias católica y Ortodoxa, y que se ubica después del versículo
23, del capítulo 3 del Libro de Daniel. También se encuentra en la antigua
traducción de la Septuaginta. El Artículo IV, de los Treinta y Nueve Artículos de la
Iglesia de Inglaterra, lo ha catalogado como no canónico (pero, aun así, junto a
otros textos apócrifos: "La iglesia debe leerlos para ejemplo de vida e instrucción
de costumbres"). Suele ser omitido en algunas biblias protestantes, como una
edición Apócrifa.

El pasaje incluye la Oración penitencial de Azarías (Abed-nego en babilonia,


véase Daniel 1:6-7), mientras que los tres jóvenes estaban en el horno de fuego;
una breve reseña de una figura que se reunió con ellos en el horno (un ángel, o
según la interpretación de algunos cristianos, una prefiguración o Teofanía, de
Jesucristo; y concluye con un himno de alabanza, el cual se canta con el estribillo
Alabadlo y ensalzarlo por los siglos, la cual se repite muchas veces nombrando
diversas características del mundo, todo al momento de darse cuenta de haber
sido rescatados del horno por Dios.

El Canto de los Tres Jóvenes es parte del conocido canon hímnico, el cual se
canta durante los maitines y otros servicios en la Iglesia Ortodoxa. Se puede
encontrar en la Iglesia de Inglaterra, en el Libro de Oración Común bajo el nombre
"Benedícite" y es uno de sus cánticos tradicionales. También es una canción
opcional para maitines y servicios litúrgicos de la Iglesia Luterana. También, en
forma de una versión abreviada o completa de la canción, aparece como el
"Cántico del Antiguo Testamento", en la liturgia de los Laudes los domingos y en
las fiestas del Oficio Divino de la Iglesia católica.

La historia de Susana
En la “Historia de Susana” se narra que dos jueces judíos vieron a una bella y
virtuosa mujer, Susana, que se bañaba en su jardín, y se enamoraron de ella.
Cuando ella rechazó sus proposiciones, ellos, en venganza, la hicieron
comparecer ante un tribunal donde la acusaron falsamente de adulterio. Susana
fue condenada a muerte; pero cuando se encaminaba al lugar de su ejecución, la
encontró Daniel, y éste pidió que se examinara de nuevo el juicio. Daniel interrogó
por separado a los dos jueces, y demostró la inocencia de Susana debido a las
contradicciones de ellos. Los dos fueron ejecutados y Daniel fue muy ensalzado.

Bel y el Dragón
La “Historia de la destrucción de Bel y el dragón” consta de dos relatos. En el
primero, como en el caso de Susana, se alaba a Daniel por haber demostrado un
engaño. Cuenta cómo él puso en evidencia que un ídolo del dios babilonio Bel
(Marduk) no comía alimento alguno como se pensaba que lo hacía. Esparció
ceniza en el piso del santuario de Bel, y demostró a la mañana siguiente – por las
huellas de pisadas en la ceniza – que los sacerdotes habían entrado en el templo
del ídolo por la noche y se habían comido el alimento dedicado al ídolo. Entonces
el rey mandó matar a los sacerdotes e hizo destruir el templo.
El segundo relato habla de la forma en que Daniel aniquiló a una serpiente
(dragón) que era adorada por los babilonios. Le dio a comer una mezcla de brea,
grasa y pelos que hizo que la serpiente reventara y muriera. Como venganza, el
pueblo de Babilonia arrojó a Daniel en un foso de leones, pero las fieras no le
hicieron daño, y el profeta Habacuc le trajo alimento, el cual fue transportado
milagrosamente por el aire, desde Judea, por un ángel. Tan impresionado quedó
el rey ante estos milagros, que liberó a Daniel y aniquiló a sus perseguidores.

Oración de Manasés (siglo segundo a.n.e.)


Fue compuesta en los tiempos de Macabeo en calidad de respuesta a la oración
de Manasés, el malvado rey de Judá. Obviamente fue sugerida por la declaración
en 2.a ce Crónicas 33:19 —"Su oración también, y fue oído y como fue oído, he
aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes"—.

Oración de Manasés
De acuerdo con el registro bíblico, Manasés fue el rey más malvado de Judá (2
Reyes 21:1-18; 2 Crónicas 33:1-20). Sin embargo, cuando uno de los monarcas
asirios (tal vez Esar-hadón o Asurbanipal) lo lleva cautivo a Babilonia, reacciona y
ora a “Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus
padres” (2 Crónicas 33:12).
Esta plegaria, que lo conduce a su restauración a Judá y a su trono, es registrada
“en las actas de los reyes de Israel” (vers. 18). La Oración de Manasés apócrifa
pretende ser esa súplica recuperada. Sus 15 versículos trasuntan un espíritu de
sincera penitencia y profundo sentimiento religioso, aunque realmente no es la
oración auténtica del rey de Judá.

PRIMER LIBRO DE LOS MACABEOS


Este Libro, compuesto hacia el año 100 a. C., refiere los acontecimientos que van
desde la ascensión al trono de Antíoco IV Epífanes, en el año 175 a. C., hasta la
muerte de Simón, el último sobreviviente de los hermanos Macabeos, en el 134 a.
C. El autor es desconocido, pero sin duda se trata de un judío de Jerusalén, muy
buen conocedor de Palestina, que escribió su obra con el fin de exaltar a los
héroes de la lucha por la independencia. Los Macabeos son presentados como los
nuevos “Jueces” de Israel, suscitados por Dios para liberar a su Pueblo y restaurar
la teocracia.
La precisión y vivacidad de ciertos relatos parecen indicar que el autor recogió el
testimonio directo de algunos combatientes. Pero él también tuvo acceso a los
archivos del Templo de Jerusalén, donde se conservaban los anales de los sumos
sacerdotes y otros textos oficiales citados en el libro. Además de estas fuentes,
utilizó un documento de la corte seléucida, que le permitió reconstruir la cronología
de los hechos. Sobre esta base compuso un relato de gran valor histórico,
empleando los recursos literarios propios de la época helenística. Por eso, a
menudo exagera las cifras de los enemigos, para exaltar las hazañas de los
judíos. También pone en boca de los héroes elocuentes discursos, que destacan
la enseñanza fundamental extraída de las victorias de los Macabeos: la fe en el
Señor y la fidelidad a la Ley son una fuerza más poderosa que un gran ejército.
Con el decurso del tiempo, la lucha religiosa de los Macabeos fue cediendo a las
intrigas políticas y a las ambiciones de poder. Llevado por el entusiasmo del triunfo
y de la independencia reconquistada, el autor pasa por alto este aspecto y aun
corre el riesgo de identificar el designio de Dios con las guerras de una nación.
Eso no impide que nos presente una historia profundamente humana, donde
campean la intransigencia de la fe y la pasión por la libertad.

SEGUNDO LIBRO DE LOS MACABEOS


El segundo libro de los Macabeos no es una continuación del primero. El anterior
es una narración de la historia del pueblo judío en su lucha contra la helenización
forzada y éste ofrece una reflexión profunda sobre el Templo, la muerte de los
justos y la resurrección.
Todo indica que se escribió en griego. El autor es desconocido, pero no es el
mismo del primero. Se trata de un judío de Alejandría o de otro sitio, pero influido
por la cultura helenística. El texto es un resumen de cinco volúmenes escritos por
el historiador judío Jasón de Cirene poco después de 160 a.C. Se sabe muy poco
de él. Quien redactó la síntesis debió hacerlo hacia el 124 a.C.
Inicia con dos cartas de los judíos de Palestina a los de Egipto, que hablan sobre
la fiesta de la Dedicación del Templo. En el Prólogo, que sigue a las cartas, el
autor señala que el texto es un compendio de los cinco libros de Jasón de Cirene
(caps. 1-2). La primera parte trae el castigo al sacrílego Heliodoro, la historia de
los Sumos Sacerdotes Onías, Jasón y Menelao, el martirio de Eleázaro y de la
madre de los llamados Macabeos con sus siete hijos (caps. 3-7). El resto está
dedicado exclusivamente a Judas Macabeo, cuya historia se narra hasta la victoria
sobre Nicanor (caps. 8-15).

LIBROS APOCRIFOS DEL NUEVO TESTAMENTO

Libros apócrifos del Nuevo Testamento. El término apócrifo significa "escondido,


oculto". Proviene de la palabra griega apokruphos. Jerónimo en el siglo IV fue el
primero en denominar apócrifos a este tipo de literatura. Este término ha sido
utilizado a través de los tiempos para hacer referencia a algunas colecciones de
textos y de escritos religiosos sagrados surgidos y emanados en contextos judíos
o cristianos, que no han sido incluidos en el canon del Tanaj judío hebreo–arameo,
de La Biblia israelita Septuaginta griega, así como tampoco de ninguna de las
distintas Biblias usadas por distintos grupos de cristianos.

Estos son algunos de los más conocidos

Evangelio de Tomás
El Evangelio de Tomás tal vez haya sido escrito en el siglo ii por un gnóstico, y en
el siglo II corregido de los errores por un católico. Es mencionado por Orígenes,
San Hipólito, San Ireneo, San Efrén. Describe los milagros de Jesús niño desde
los cinco hasta los ocho años.

El Evangelio de Nicodemo

llamado también Actas de Pilatos, se compone de dos partes, que en un principio


formaron dos obras independientes: Actas de Pilatos (c.1-16) y Descenso de
Jesús a los infiernos (c.17-27). La primera parte habla de la causa de la condena a
muerte de Jesús y de su resurrección. Probablemente esta parte fue escrita en el
siglo IV por un cristiano que quería confutar las actas de Pilatos propagadas por
los paganos en tiempo de Diocleciano. Sin embargo, tenemos los testimonios de
San Justino, Tertuliano y de San Epifanio, que nos hablan de actas de Pilatos. Tal
vez sean otros escritos, o bien la forma-más antigua de las Actas de Pilatos, que,
como ya dejamos dicho, tal como nos han llegado parecen del siglo IV

Evangelio de Juan
Fue encontrado el año 1942 en la Biblioteca Ambrosiana de Milán en un
manuscrito arábigo. El texto árabe, escrito el año 1342 d.C., se dice que fue
traducido del texto siríaco, que no ha llegado hasta nosotros. Parece que las
cosas que se dicen de Cristo en dicho apócrifo proceden de una pluma que
escribe guiada por fin recto.
Evangelio de Pedro
Fue escrito en griego en Siria hacia el año 150 d.C. Su autor debió de ser un
doceta que emplea los evangelios canónicos, pero añadiendo muchas cosas
fabulosas. Eusebio afirma que Serapión, obispo de Antioquía (hacia el año 200),
había permitido la lectura de este apócrifo a los fieles de la parroquia de Rhosos,
pero que, cuando Serapión leyó el libro más tarde y vio que contenía herejías de
carácter docético, prohibió su lectura. Es mencionado por Orígenes 108. En el año
1886 fue encontrado en Akmin, ciudad del alto Egipto, un códice del siglo VIII-XII,
que contiene el mayor fragmento hasta ahora conocido de este evangelio, o sea la
mayor parte de la historia de la pasión y resurrección de Cristo.
CONCLUSION

Esta investigación ha sido de mucha bendición y ayuda para mí porque he podido


darme cuenta que la no todos los libros apócrifos tienen una importancia histórica,
algunos son utilizados para trasgiversar la verdadera doctrina bíblica dejada por
Jesús a sus discípulos y a todos nosotros, en nuestras iglesias deberían realizarse
enseñanzas sobre estos libros y mostrar a los jóvenes, adultos y a la congregación
en general la importancia de estos libros por su riqueza histórica y ayudarles a
diferenciar las falsas doctrinas y herejías que hay en ellos para que cuando se
presente la oportunidad y alguien les quiera engañar con lo que se enseña en otras
denominaciones que si usan los libros apócrifos como parte de la biblia.
Como miembros del cuerpo de Cristo necesitamos ser conocedores de la palabra
del Señor y orientar a nuestros jóvenes y niños para que no sean desviados del
camino correcto, hoy en día hay tantas falsas doctrinas en el mundo y muchas de
ellas ya han entrado a las iglesias para confundir a las personas y nosotros somos
los encargados de llevar la palabra de verdad a todas las personas que aun no han
sido alcanzadas.
En conclusión debemos estudiar estos libros para comprender el contexto histórico
de los hechos que se encuentran narrados en la biblia, con la ayuda del Espíritu
Santo, y poder discernir entre la verdadera doctrina que hemos recibido.

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