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La sabiduría
en Israel
Los Sapienciales
Lo sapiencial
Ediciones Fax
Zurbano 80
Madrid
Original alemán: GERHARD VON RAD. Weisheit in Israel.
Neukirchener Verlag
© Neukirchener Verlag des Erziehungsvereins GmbH
Neukirchen-Vluyn 1970
Ediciones Fax. Madrid. España
Traducción por
José María Bemáldez Montalvo
Es propiedad
Impreso en España 1973
Printed in Spain
ISBN 84-7071-280-2 (Ediciones Fax), ISBN 3-7887-0012-2 (Neukirchener
Verlag)
Depósito legal: M. 26933.-1973
Selecciones Gráficas (Ediciones)
Paseo de la Dirección 52. Madrid 29
ACTUALIDAD BIBLICA
ginas 45 ss.
11 Naturalmente también Israel usó de la abstracción conceptual
como una ayuda para el pensamiento (justicia, temor, conocimiento,
disciplina, etc.). Aquí la cuestión es simplemente cuál fue el empleo
correcto de tales abstracciones, para qué servían y para qué no ser
vían. En términos muy generales se puede decir que se emplearon
siempre ciertos conceptos abstractos, pero que nunca llegó a envol
verlas dentro de abstracciones más amplias.
SEDES Y PORTADORES DE LA TRADICION DIDACTICA
l. LA SENTENCIA ARTÍSTICA
' H. H. Schmid, op. cit., pág. 159, nota 69, ha propuesto enten
der esta fórmula de modo excluyente -"Es bueno ... no lo es... "- y
no de manera comparativa.
Expresión del conocimiento. La sentencia 49
12
W. Preisendanz, Die Spruchform in der Lyrik des alten Goethe
und ihre Vorgeschichte seit Opitz, Heidelberger Forschungen, núme
ro 1 (1952) 13 s.
13 Las "palabras de advertencia" son mucho menos numerosas que
blos vecinos tle Israel, véase G. Sauer, Die Sprüche Agurs, 1963;
56 Introducción
11B Ejemplos: Psal 37,25.,35s; 73,2ss; Job 4,8; 5,3; Prov 7,6ss;
24,30s; Sir 31,12s.
60 Introducción
1 t"büna; Prov 2,2,3; 2,6; 3,13; 8,1; 10,23; 14,29; 15,21; 17,27;
20,5; 24,3.
bina: Prov 3,5; 9,6.
da'at: Prov 1,4; 9,10; 11,9; 13,16; 24,4,5; 30,3.
m•zimma: Prov 1,4; 3,2; 5,2; 8,12.
müsar: Prov 1,8; 3,11; 4,13; 10,17; 12,1; 13,18,24 (22,15); 15,32,
33; 23,12; 24,32.
78 La emancipación de la razón
El temor de Yahwé
es el principio de la ciencia;
temor de Dios (muchas más veces que en Prov 1 - 9): Prov 1,29;
8,13; 10,27; 14,27; 15,16,33; 16,6; 19,23; 22,4; 23,17; Job (1,1), 4,6.
1º De suyo ambas traducciones ("comienzo" o "mejor") son po
sibles. Los sentidos andan cerca. Con razón se ha indicado a pro
pósito de esto, que la idea de lo mejor va ligada a la de "comienzo"
(primicias). Véase toda la d'iscusión sobre este punto en J. Becker,
op. cit., págs. 214 s. Difícilmente podríamos deducir de resit el sig
nificado de "principio" (Prinzip) o "compendio".
11 J. Becker, op. cit., págs. 216, 229. Esta noción es de las más
peculiares de la sabiduría de Israel. La sabiduría extra-israelítica ig
nora totalmente semejante arraigo, poco menos que programático, de
la sabiduría en el temor de Dios. Véase S. Plath, op. cit:, pág. 70.
Conocimiento y temor de Dios
13 H. Frankel, op. cit., págs. 125 s., 145. W. Rüegg, Antike Geis
teswelt, 1964, págs. 464, 531. Por eso no era correcto que J. Fichtner
en el subtítulo de su conocido libro hablase de u:na "nacionalización"
de la sabiduría dentro de Israel. De modo semejante Fohrer, Einlei
tung in das AT, 1965, pág. 337.
u Prov 16,14; 19,12; 20;2; 28,15.
116 La emancipación de la razón
No despojes al débil...,
"porque Yahwé defend'erá su causa
y despojará de la vida a los despojadores".
(Prov 22,23)
No desplaces el lindero de la viuda...,
"porque su vengador es poderoso,
y defenderá su pleito contra ti".
(Prov 23,11)
Ayuda a los condenados a muerte...
Si dices: Ved, no lo sabíamos,
"¿acaso el que pesa los corazones no comprende?
¿el que vela por tu alma no lo sabe?
El da a cada hombre según sus obras".
(Prov 24,12)
No te alegres por la caída de tu enemigo...,
"no sea que lo vea Yahwé y le desagrade,
y aparte de él su ira".
(Prov 24,18)
Teme a Yahwé y al rey...,
"porque al instante se alzará su estrago,
y ¿ quién sabe el castigo
que pueden ambos dar?"
(Prov 24,22)
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer...,
"así amontonas sobre su cabeza brasas
y Yahwé te dará la recompensa".
(Prov 25,22)
remías: "Yo sé, Yahwé, que no depende del hombre su camino, que
no es del que anda enderezar su paso" (Jer 10,23). De mod'o pari
gual enseña el viejo Tobías a propósito de la vida: "Nadie puede
nada por su propia voluntad, sino que es el Señor quien da todos los
bienes" (Tb 4,19). Pero se tiene la impresión de que lo que en las
antiguas sentencias era sentido como una antinomia, es en Tobías
expresión de una sencilla piedad.
136 La emancipación de la razón
9 W. M. W. Roth, VT 18 (1968) 70 s.
Límites de la sabiduría 139
. . . El es autor de obras
grandiosas e insondables,
de maravillas sin número.
(Job 5,9)
¿Pretend'es alcanzar la realidad de Dios,
llegar a conocer los límites del Todopoderoso?
"Más alto que los cielos";
¿qué harás tú?
Más profundo que el seol;
¿qué puedes tú saber?
(Job 11,7s)
¡ Mira al hipopótamo!
Se alimenta de hierba como el buey.
Mira su fuerza en sus riñones,
en los músculos de su cuerpo su vigor.
Atiesa su cola igual que un cedro,
los nervios de sus muslos se entrelazan.
Tubos de bronce son sus vértebras,
sus huesos, como barras de hierro.
Es la primera de las obras de Dios,
'lo ha hecho dominador de sus semejantes'.
Pues las montañas le aportan madera,
y todas las fieras que retozan en ellas.
Bajo los lotos se recuesta,
en escondite de cañas y marismas.
Los lotos le recubren con su sombra,
los sauces del torrente le rodean.
Si el río va fuerte, no se inquieta,
firme está aunque un Jordán
le llegue hasta el hocico.
¿ 'Quién' podrá prenderle por los ojos,
horadarle las narices en una trampa?
(Job 40,15-24)
cluso en una época tan tardía, el arte de curar con los con
juros. El hígado y el corazón de un pez quemados sobre esen
cias sahumantes, arrojan el demonio que amenazaba a la novia
la noche de bodas (Tb 6,17; 8,2). En cambio la curación de la
ceguera del padre mediante la hiel del pez tiene un carácter
totalmente médico y ayuno de todo elemento maravilloso 118• El
tratamiento es descrito interesándose por los detalles: Tobías
extiende la hiel sobre los ojos de su padre "y cuando escocie
ron, frotó los ojos, y las escamas blancas cayeron de los ex
tremos de sus párpados" (Tb 11,12). He aquí todo un capítulo
de medicina hebraica. Por lo demás sabemos que tal terapia
estaba muy extendida en la antigüedad. Aquí es el propio
enviado celestial quien la enseña a los hombres. Luego las cu
raciones son acometidas por los hombres así instruidos. No se
excluye desde luego que este relato tenga precisamente la
intención de eliminar posibles objeciones y reservas respecto
a la terapéutica dicha. Los lectores con cultura sapiencial para
quienes fue escrito este Libro leerían inteligentemente los pa
sajes médicos y a la vez se sentirían confirmados en su convic
ción de la legitimidad de tal terapia. Un ángel la enseñó, y es
a él a quien los hombres han de agradecer esta ciencia salu
tífera.
de hacer entrar en sus planes el 'riesgo' del tiempo" (op. cit., pág. 2).
188 Materias de la enseñanza
2. EL LLAMAMIENTO
cie de suelo". Los LXX traducen la difícil palabra 'ed por "fuente",
y en cambio por "nube" en Job 36,27. El targum la traduce en Gen
2,6 por "nube".
20 Gen 13,17: "Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho,
23 G. von Rad, Theologie des AT, t. 11, 1965 ', págs. 275 ss. (tra
ducción española en Ed. Sígueme).
La creación. El llamamiento 215
3. EL EROS ESPIRITUAL
2' Véanse páginas 315 ss. No se puede decir pues que la sabiduría
esté sistematizada aquí a partir de la idea de alianza; cfr. N. Lohfink,
Das Siegeslied am Schilfmeer, 1965, págs. 204 ss.
Sir 24 no es unitario. La sección que comienza en Sir 24,23 ("Todo
esto es el Libro de la Alianza, la Ley, que Moisés nos dio... "), ha sido
añadida notoriamente a la autopresentación de la sabiduría. El estilo
en primera persona del singular se interrumpe, y ahora el que habla
es el maestro que interpreta el discurso de la sabiduría. Aquí Siráj
habla ostensiblemente a una tradición que le precede. El versículo 23
se lee como si ahora hubiese que desentrañar un discurso figurado.
25 Cfr. a propósito de este conjunto de nociones e imágenes, G.
Bostrom, Proverbiastudien, 1935, págs. 156 ss.: "Die Weisheit als
Braut"; U. Wilckens, Weisheit und Torheit, 1959, págs. 174 ss.
La creación. Eros espiritual 217
Radiante es la sabiduría,
jamás pierde su brillo.
Fácilmente la contemplan los que la aman
y la encuentran los que la buscan.
Se anticipa a darse a conocer
a los que la anhelan.
Quien por ella madrugare, no se fatigará,
que a su puerta la encontrará sentada.
Pensar en ella
es la perfección de la prudencia,
y quien por ella se desvelare
pronto se verá sin cuidados.
Ella misma va por todas partes
buscando a los que son dignos de ella;
se les muestra benévola en los caminos
y les sale al encuentro
en tod'os los pensamientos.
(SabSal 6,12-16)
la crítica contra los ídolos a una fecha que se remonta a los comien
zos más tempranos de Israel. Ya Abraham captó la vanidad del culto
a las imágenes de la familia en la que él había crecido (Jubil 11,16).
Incluso su marcha de Harán, lejos de su parentela, va preparada psi
cológicamente por la oposición de Abraham al culto a las imégenes
en su familia (Jubil 12). Algo semejante ocurre en la Apocalipsis de
Abraham, mucho más moderna: Abraham ve a Teráj, su padre, ce
pillar con sus útiles de carpintero un ídolo, cuyas virutas servirán
para cocinar la comida. Y Abraham se chancea (ApAbr 1 - 6).
La polémica contra los ídolos 235
filosofía popular estoica pudo haber sido aquí más fuerte 10•
En cambio, los que adoran imágenes fabricadas por hombres,
es decir objetos inanimados, actúan de una manera incon
cebible (SabSal 13,10-19). En este contexto se intercalan re
flexiones sobre los motivos que dieron pie al artista para fa
bricar tales obras. Por un lado tenemos el ánimo de lucro
(SabSal 14,2; 15,12); por otro, posiblemente también la am
bición pudo haber coadyuvado a ello (SabSal 14,18). Es muy
interesante que el autor intente incluso plantear una etiología
del culto idolátrico. ¿No pudo haber estado su origen, por
ejemplo, en un padre que dispone que se fabrique una ima
gen de su hijo muerto y acaba por rendirle honores de divi
nidad? A partir de ahí se desarrolló un culto secreto que
acabó convirtiéndose en ordenamiento estable. O bien: ¿no
se comenzaría quizá fabricando la estatua de un soberano,
que luego acabó siendo venerada como un dios por quienes
nunca conocieron a aquel rey en persona (SabSal 14,15-17)?
Pero sea cual fuere la movilidad de su línea de pensamiento
-lo satírico pasa casi por completo a último plano, empu
jado por la reflexión seria-, el autor juzga el culto a las
1 Así por ejemplo, se dice que ante Yahwé las palabras suaves
son "puras" (tiihor, Prov 15,26), que el pecado se expía por el amor
(kzpper, Prov 16,6), que el sabio "expía", "cubre" la cólera del rey
(Prov 16,14). El verbo 'iikar -en otras partes documentado siempre
con la significación sacra! "convertir en tabú"- significa en las sen
tencias "corromper" (Prov lli17,29; 15,6,27).
242 Materias de la enseñanza
5 Véanse páginas 213 ss., 226 ss., 367 s., 375, 398 s.
6 La cuestión de las relaciones colaterales entre himno y sabidu
ría debeería ser nuevamente repensada a partir de la convincente dis
tinción propuesta por F. Crüsemann entre himnos "con imperativo"
e himnos "con participio"; cfr. F. Crüsmann, Studten zur Fonnge
schichte von Hymnus und Danklied in Israel, 1969. Se pueden ates
tiguar documentalmente los himnos participiales en parte de los Li
bros proféticos (unas veces como estilot aprovechado por los profe
tas, otras como interpolaciones). Lo encontramos también en el Li
bro de Job. Desde el punto de vista del contenido define a estos
himnos una temática constante: las maravillas de Dios en la crea
ción, su gobierno del acontecer de la naturaleza y su soberana con
figuración de los destinos humanos. Por estilo y temas, esta clase de
himnos son generales en Oriente. Podemos discernir sólo como pro
bable que tuvieran un lugar dentro del culto israelita preexílico. Más
bien hemos de abordar la gran masa de textos como un género de
terminado de poema artístico, que se cultivó en ciertos ambientes.
De aquí al empleo de este estilo hímnico en grandes poemas didác
ticos, no habría más que un paso. Y no habría entonces relación inme
diata con el mundo del culto.·
244 Materias de la enseñanza
l. EL FUNDAMENTO DE LA CONFIANZA
hace falta añadir que este oficio era delicado y estaba amena
zado por el peligro de protegerse contra la vida mediante teo
rías deducidas de ella. Como más adelante veremos es ade
más una tarea que no llegó a su fin ni alcanzó un resultado
inequívoco. Más vale no hablar a este propósito de optimismo
o de pesimismo, pues precisamente en la sabiduría sentencia!
más antigua podemos comprobar dentro de la búsqueda de un
enseñoreamiento de la contingencia, la existencia de un cono
cimiento -a veces incómodamente nítido- de los límites im
puestos a la intelección humana, y de la polivalencia de los
fenómenos.
•¡ Psal 118,18.
• Prov 4,13; 13,1; 13,24; 19,18; 23,13; 29,15,17; Sir 2; 4,17;
18,13; 23,2; 33; 34,10.
Confianza y adversidad, Experiencias dolorosas 259
15 Así también Sir 9,11: "No envidies la gloria del impío, pues no
sabes cómo será su día". "Su día", es decir aquel en que serán reve
ladas todas las cosas.
16 Este salmo 49 ofrece grandes dificultades textuales. Todavía no
ha resuelto nadie las que plantea su versículo 11 ("Los sabios tienen
que morir, los necios y los insensatos perecen a la par"). Sobre el
salmo 49, cfr. por último G. Fohrer, Kerygma und Dogma, 14
(l 968) 256 SS.
17 Igualmente Prov 11,7: "En la muerte del malo, se esfuma su
esperanza".
18 "Quitar", "llevarse", Gen 5,24, 11 Re 2,3ss.
264 Materias de la enseñanza
que se llegaba tras la muerte son muy poco precisos, por .:!So
no podemos considerar a limine imposible esta interpretación
del salmo 49.
También el salmo 73 es un poema didáctico. Lo encabeza
una sentencia sobre la genuina bondad de Ya:hwé para con
Israel. Por un lado provoca al lector y por el otro anticipa
la meta a la que conducirán las reflexiones y experiencias del
autor. Luego, en los vv 2-17 sigue un relato en primera persona
del singular, que se convierte sin una clara solución de con
tinuidad en rezo interpelante. Esta relación de experiencias
vividas que han suscitado una reflexión y conducen a un
resultado, a una "solución", es una forma literaria específica
mente sapiencial 19• Los maestros formularon oraciones de ese
mismo tipo. También aquí es la "buena fortuna de los impíos"
(la expresión aparece en el v 3b), lo que provoca la protesta.
Por desgracia la detallada descripción de los impíos -es la
más pormenorizada que tenemos- no permite captar con más
claridad la clase de personas a las que propiamente alude.
Y también aquí se aborda el problema de la voluntad de co
nocer:
Me puse, pues, a pensar para entenderlo,
¡ ardua tarea ante mis ojos!
(Psal 73,16)
3. EL LIBRO DE JOB
'Jfl Sobre el "acalorarse", véase Prov 3,31; 23,17; 24,19; Psal 37,1;
73,3.
28 C. Westermann, op. cit., págs. 6, 15.
272 Materias de la enseñanza
29
Job 8,3; 34,10,12,3lss; 36,23.
30
Job 5,8s; 8,20s; 11,13-15; 22,21-30; 36,8-11.
Confianza y adversidad. Job 273
ria. Pero ¿de verdad que era tan por completo revolucionaria
en cuanto a su sustancia?
Toda la disensión entre Job y sus amigos estriba en la
diversa concepción que tienen de la justicia del hombre ante
Dios. El punto de partida de la argumentación de los amigos
era: ningún hombre es justo ante Dios, por eso todos tienen
que padecer 36• Como ya hemos visto, esta concepción de los
amigos no es en modo alguno específicamente "sapiencial";
era general en Israel e incluso en toda la Antigüedad. Los
hombres se ven impulsados por los sufrimientos a volverse
hacia Dios y a confesar sus pecados. Entonces Dios los acep
tará y sus relaciones con él estarán en orden. Por tanto, no
se podrá decir que los amigos no conocen ninguna justicia del
hombre ante Dios. Consistía en su conversión a Dios y en que
fueran aceptados por él.
En cambio Job dice: Yo soy justo ante Dios; él y no
yo ha perturbado la relación entre ambos. Responder a la
pregunta de cómo se ha de entender más exactamente ese
"mantenerse" Job en su "integridad" (Job 27,5), necesitaría
una investigación más detenida. Por lo pronto, Job afirma en
esta declaración que él no tiene conciencia de una falta tan
grave como para que pueda explicar la magnitud de sus pa
decimientos. También es claro que Job, con una afirmación
semejante, no quiere calificarse de totalmente impecable. La
"justicia" ante Dios, no es en absoluto un predicado resultante
de un cómputo de prestaciones morales. En definitiva era
Dios quien se la reconocía al hombre, sea por su fe, sea por
esa profesión que el hombre hace en El. Si Job afirma estar
en una relación justa con Dios, no era como resultado de
balance moral establecido ad hoc, sino que al confesarlo bus
caba refugiarse en una relación con Dios que había sido es
tablecida mucho antes de él y sobre la cual él sabía lo sufi
ciente como para querer reivindicarla para sí. También Job
sabe que con sus protestas de inocencia no está todo resuelto.
Todo depende del fallo justificador que Dios emita. Por eso
Job tenía que hacerle entrar en diálogo con él, costase lo que
costase. Es interesante ver con qué vigor vive Job todavía
Volvamos una vez más a los amigos. ¿ Qué hay que re
procharles? No se puede comprobar exegéticamente que sus
doctrinas adoleciesen de "fixismo" '1. ¿Acaso la argumenta
ción de Job 4 - 5 no se muestra elástica en su continuo cam
bio de aspectos? Quedaría entonces en pie el hecho indiscu
tible de que la experiencia hecha por Joh en forma extrema
sobre la libertad y el carácter terrible de Dios no sólo les re
sultaba extraña, sino que les resultó incomprensible. En rigor,
su falta de razón no estaba pues en las experiencias que ex
ponían, ya que eran legítimas en su debido tiempo y lugar. Su
sinrazón comenzó en la misma confrontación con las experien
cias de J oh, es decir en su incapacidad de escuchar y com
partir. Pero también es justo que, llegados a este punto, ten
gamos también en cuenta las limitaciones impuestas por la
forma de poema dialogado de la que se sirve el autor. Dicha
forma ofrecía desde luego la posibilidad de una amplia elabo
ración de las posiciones contrapuestas. Pero no daba mucho
más de sí. El género israelita de poemas dialogales descuella
notablemente en movimiento y dramatismo por encima de sus
congéneres mesopotámicos; pero sería exigirle algo que sen
cillamente cae fuera de sus posibilidades, si esperásemos de
él que entre de verdad en el pensamiento del otro, siga su
argumentación, colme sus lagunas, etc. El poeta se limitaba
a enfrentar mutuamente las posiciones, dando prioridad a la
de Job. Es claro que en la época de la composición del poema
había un enorme retraso que era preciso ganar, respecto a la
experiencia que Joh opone a las de sus amigos; es decir: a la
experiencia de un Dios escondido sub specie contraria.
una sola de esas preguntas, él, que fue rebelde, vuelve a po
ner en cierta manera todo el mundo en las manos de ese Dios
por el que existe y que es el único que lo sostiene y conserva.
Ha retirado pues solemnemente su querella porque -esto
es evidente- ahora sabe que también su destino se halla
bien guardado en el misterio de ese Dios. Y puede sentirse
tanto más protegido por El cuanto que la interpelación de la
que fue juzgado digno no tenía en absoluto como meta única
el inculpar a Job. Es al mismo tiempo un testimonio aplas
tante de la plácida serenidad con que Dios se vuelve hacia el
mundo burlándose de todos los criterios de la racionalidad
y la economía humana, una serenidad alegre en la que está
incluido hasta el necio avestruz "a quien Dios negó toda par
ticipación en la inteligencia" (Job 39,17). ¿No hay ahí tam
bién un divino llamamiento a participar en esta alegría? '8•
Así se volvió pues Dios hacia Job, y Job le entendió al ins
tante. También aquí --como hermosamente se ha dicho- Dios
ha apostado por Job; y no se equivocó en apostar por él, pues
ganó. Que también podría haber ocurrido que Job se hubiese
cerrado a aquel llamamiento, y entonces hubiera sido Dios
el perdedor '9•
quejas y los ataques de Job, sobre todo después que Dios en su gran
discurso ha rechazado tales estallidos? ¿ Y no nos llevará también a
violencias interpretativas el pretender comprender ese sufrimiento so
bre el que Job con tanta pasión discute con sus amigos, preferente
mente (así es como lo hace el relato) a partir de la idea de una prue
ba dispuesta por Dios? En los diálogos sólo ocasionalmente expresan
los amigos una concepción de esos sufrimientos como prueba que
Dios dispuso (Job 5,17ss; 33,13ss). Job había arrojado lejos de sí una
interpretación tan positiva de sus sufrimientos.
4. EL ECLESIASTÉS
cada vez en una u otra de ellas, pero todas juegan unas con
otras inseparablemente.
64 SabSal 2,1-20.
Confianza y adversidad. Job y Eclesiastés 307
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6
Cfr. por ejemplo, Sir 6,18-33.
1 Ambos prólogos están construidos ostensiblemente según el mis
mo esquema: dibujan los contornos del objeto de la doctrina e in
dican el supuesto previo al que está ligada la adquisición del excel
so bi:en. Igual opinión en Haspecker, op. cit., pág. 103.
312 Materias de la enseñanza
8
Textos: Sir 1,26; 6,37; 10,19; 15,1,15; 19,17,20,24; 21,11;
23,27; 24,23; 26,23; 28,7; 29,1,11; 31[34],8; 32(35),1,2,7; 35[32],
15,17,23s; 37,12; 39,8; 41,8; 42,2.
La sabiduría de Jesús Siráj 313
9
J. Fichtner, Die altorientalische Weisheit in ihrer is,-jüd. Aus
pragung, 1933, y muchos otros autores. En la página 37 habla Ficht
ner de una "sabid'uría nomista".
10 O. Kaiser, Die Begründung der Sittlichkeit im Buche Jesus Sirach,
1 Hagamos ya el elogio
de los hombres piadosos,
de nuestros padres según su sucesión.
2 Gran gloria les concedió el Altísimo
y fueron grandes desde los tiempos antiguos.
3 Soberanos sobre la tierra en sus reinos,
hombres renombrados por su poderío,
consejeros por su inteligencia,
vaticinadores de oráculos en sus profecías,
4 guías de los pueblos por su inteligencia
y soberanos por su agudeza,
pensadores sabios por su instrucción
La sabiduría de Jesús Siráj 329
y compositores de proverbios
en sus incumbencias.
5 Imaginaron cánticos según las reglas,
dieron a conocer
proverbios didácticos por escrito...
7 Todos éstos fueron honrados en su generación,
objeto de gloria fueron en sus días.
8 Hubo entre ellos quienes dejaron nombre,
para que se hablara de ellos con elogio...
13 Para siempre permanece su memoria
y su gloria no se borrará.
14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz
y su nombre permanece
de generación en generación.
15 Su sabiduría comentarán las comunidades
y su elogio lo publicarán las asambleas.
(Sir 44,1-15)
no d'a pie para deducir cosas más concretas respecto a las relaciones
existentes entre Siráj y el helenismo. Hay muchos elementos que
abonarían la tesis de que Siráj era para su época más bien un "con
servador". Pero parece muy dudoso que se le pueda oponer el autor
de Sabiduría en calidad de "progresista" (A. Di Leila, Conservative
and progressive theology: Sirach and Wisdom, CBQ 28 [1966) 139ss).
En la Alejandría helenista las cosas eran diferentes; allí el autor de
Sabiduría podría ser juzgado quizá más como conservador (respecto
a Filón, por ejemplo).
z.1 Tras el proemio, ambicioso en su programa, la descripción de
las personalidades individuales desmerece. Siráj apenas sobrepasa los
excerpta de la literatura antigua, que deben ser leídos a la luz del
.proemio citado. Especialmente precaria resulta la imagen de los
profetas que traza Siráj, pues él los considera casi como hombres
prodigiosos solamente. Cfr. Sir 48,1-16,22-25. ¿De qué género (¿he
lenista?) pudo haber extraído Siráj su exclamación: "¡ Qué g!ori0-
so fuiste (fue)!" Sir 48,4; 50,5?
La sabiduría de Jesús Siráj 331
1 Quizá haya que aducir también Sir 42,18: " ... el Señor posee
todo saber, y ve lo venidero en tiempo lejano". Pero la traducción
no es segura.
Determinación de los tiempos 339
9 Así por ejemplo IV Esd 7,74: Dios usó paciencia con los
hombres, "pero no a causa de ellos, sino sólo por los tiempos que
él había fijado".
10 "En la economía divina rige este gran principio : todo tiene
su tiempo y todo tiene su medida... desde el punto de vista del es
pacio y desde el punto de vista del tiempo; todo tiene su día, su
hora determinada, su duración, y así también los actos escatológicos
y el final. Esto figura especialmente en el inventario de la apocalíp
tica". P. Volz, Die Eschatologie der jüdischen Gemeinde im neutes
tamentlichen Zeitalter, 1934, pág. 138.
344 Materias de la enseñanza
15 I Hen 93,ls.
348 Materias de la enseñanza
18
IV Esd 3,4-27; cfr G. Reese, Die Geschichte lsraels in der
Auffassung des frühen Judentums, tesis mecanografiada, Theol. Fak.
de Heidelberg 1967, pág. 131.
19
G. Reese, op. cit., págs� 86 y 149.
350 Materias de la enseñanza
Ciro (II Cro 36,22); sí, incluso lo ha legitimado como su Ungido para
que enseñoree el mundo (Is 45,1ss). Por vez primera surge pues
aquí de golpe dentro del campo de visión la idea de que Yahwé
inviste con el señorío mundial a un gran rey en un momento de
terminado. Nos podemos preguntar si tal idea "se prod'ujo" en aquel
tiempo. Entre la idea de los imperios que se descomponen y la doc
trina de los períodos del mundo (Hesíodo), no había originariamente
interrelación ninguna. Su mezcla en Dan 2 y 7 constituye de por
sí un problema de historia de las tradiciones.
23 Contra Ph. Vielhauer, Neutestamentliche Apokryphen, tomo 11,
1964, pág. 420. Vielhauer valora la escatología en la apocalíptica
como fundamental, mientras que considera los elementos sapienciales
como accesorios. Las apocalipsis individualmente consid'eradas pueden
producir esta impresión; pero desde la perspectiva de las tradiciones
históricas las cosas suceden probabilísimamente al contrario: lo fun
damental es lo sapiencial.
356 Materias de la enseñanza
29
Sobre este conjunto de cuestiones véase H. Brunner, Die "Wei
sen", ihre "Lehren" und "Prophezeiungen" in altiigyptischer Sicht,
ZAS 93 (1966) 29 ss. He tomado de él las citas y sugestiones que
he aducido aquí: "He sond'eado el tiempo y predije lo que iba a
venir. Era entendido en materia de mirar el porvenir, pues había
sondeado el ayer y pensado el mañana y sabía cómo vérmelas con
lo porvenir". Un preceptor de príncipes se considera a sí mismo
como "el que predice antes de que suceda, el que ve antes de que sea".
� El ensueño de la apocalipsis de las nubes en BarSir 53 es re
0
aguas blancas y negras que contenía. Por fin lanza un rayo sobre
la tierra con que la ilumina por entero. A partir de estas imágenes
oníricas cuya descripción llena once versículos, se elabora una in
terpretación que abarca toda la historia desde Adán a la venida del
Mesías (capítulos 56 - 57 = ¡ 134 versículos!). ¿No nos ensefia la des
proporción cuantitativa entre ensueño e interpretación que, como ya
habíamos aprendido tiempo ha en los sueños de Daniel, hay que
distinguir entre el uno y la otra? La visión onírica, por su esque
matismo, no ha sido calcada en absoluto sobre la historia política,
sino que procede de un elenco tradicional más antiguo, que fue
ampliado y d'etallado en ciertos aspectos antes de poder ser adapta
do a la historia precedente. Veo este detallar más la imagen, por
ejemplo, en la indicación de que el cambio entre las aguas blancas
y las negras duró doce tiempos (BarSir 53,6), pues este rasgo nos
proporciona todo el andamiaje de la interpretación.
31 Sobre estas profecías políticas ex eventu véase M. Hengel, Ju
dentum und Hellenismus, 1969, págs. 330ss.
32 Un enunciado explícitamente determinista lo encontramos en
Psal 139,16. También Hab 2,3 y Ez 2,9 pertenecen terminológica
mente a un círculo conceptual determinista, cfr. P. v. d. Osten
Sacken, Die Apokalyptik in ihrem Verhiilnis zu Prophetie und Weis
heit, 1969, págs. 48 ss. Pero ¿fueron también entendidas así? A pe
sar de su "libro celestial" la predicación de Ezequiel es extremada
mente indeterminista. Tales reminiscencias quieren decir simplemen
te que las ideas deterministas flotaban en el ambiente de Israel pro
bablemente mucho más de lo que imaginamos. Pero frente a esto
tenemos el hecho de que la predicación de los profetas no tiene re
lación ninguna con este conjunto de ideas. Entre los profetas post
exílicos pudo haberse producido un cierto cambio al respecto.
360 Materias de la enseñanza
Y el trueno de su potencia
¿quién lo podrá comprender?
(Job 26,14)
Mayores que éstas quedan ocultas muchas cosas;
que bien poco de sus obras hemos visto.
(Sir 43,32)
11
III
Aclarémonos una vez más qué era lo que los sabios ofre
cían y qué lo que no ofrecían para ayudar al hombre a auto
rrealizarse.
No se trata en absoluto de ese chispazo de divinidad cuyo
único portador es el hombre, según se viene enseñando desde
los antiguos griegos hasta nuestros días. Ni tampoco -cosa
que bien es verdad estaría más cerca de su concepción- de
la cualidad que el hombre posee de ser imagen de Dios. No
392 Reflexión final
Génesis Levítico
1 326s 21, 16ss 105
1, 31 323 378
2s 374 Deuteronomio
2, 6 209
4, 19 235
s, 24 263
28 232
10 164s 255 366
209 9, 1-6 137
13, 17 23, 2 105
14, 19 198
198 27, lSss 129
22 IS 229 237
20, 11 93
93 29, 28 372
22, 12 32 374
26, 26 346
32, 1 36
31, 10 184
67 18 198
37, Sss 39 180
11 70
41, lss 67
32 Josué
14ss
33 39 2- 10 368
42, 21 257 7, 6ss 253
SI 93
45, S 257 Jueces
so, 20 257
2,6- 3,6 369
Exodo 6-8 368
7, 2 137
1, 10 38 9, 8-15 65
17 93
21 93 I Samuel
IS, 16 198
23-25 179 3, 18 252
26 180 13s 84
19s 129 14, 38ss 253
20, 4s 237 16, 18 34
18-21 129
20 260 11 Samuel
28, 3 79
31, 3 38 79 6- I Re 2 84
6 38 79 11, 1 188
32 237 12, 1-4 66
35, 31 79 13, 3 38
35 38 79 14, 14 252
36, 1s 79 IS, 31 139
8 38 16, 10 257
410 Indice bíblico (II Sam 16,23 - Ez 28,12)
40, 5s 244
Oseas 41, 2 244
5 254
6, 1 180 49 61 72s 262-265
13, 2 230 49, 2-5 36
13 38 137 5 57
16 263
Amós 51, 8 79
3, 3-8 35 73 61 72s 262 264
5, 13 184 73, 2ss 59
3 271
Abdías 16 264
74, 2 198
8 404 78, 2 57
88, 9 269
Jonás 19 269
97, 6 211
1, 4ss 253 104, 24 202
31 290
Miqueas 105 347
2, 2 262 106 347
6, 8 117 111 73
111, 10 93
Habacuc 112 73
118, 8 244
2, 3 359 18 258
18s 231 119 72s
119, 98 79
Malaquías 127 73
128 73
3 267 135, 15-18 230 232
139 61 72s
Salmos 139, 13-18a 145
1 72s 13 198
14, 1 92 16 359
19 289 145, 10 211
19, 2 211 148 211
31, 12 269
32, 1s 244 Job
10 244
34 73 1, 1 94
34, 13s 36 111 5 268
37 61 73 262-265 21 267 290
37, l 271 22 69 268
7,9,34 261 2, 4 267
7 262 10 69 267s 290
25 58 59 4s 286
35s 58 59 4, 3s 269
38, 4s 254 6 94
412 Indice bíblico (Job 4,8- 26,14)
4, 8 59 11, 8s 100
9 285 13-15 272
10s 50 12, 7-9 212
12-17 81 17,20 139
17-21 274 13, 3 276
5 - 14 271 14s 276
5, 2 271 397 18 276
3-7 173 19 282
3 59 24 276
8s 272 14, lss 328
9 143 1 278
13 38 13 285
17-19 258 273 291 15 276
18 180 19 261
20ss 383 15 - 21 271
21,23s,26 259 15, 16 272
26 184 387 17-19 248
27 247 17 60
6, 5 161 34 173
8-10 282 16, 9-17 279
7, 1-14 278 328 9 285
14 62 12 275
8, 3 272 19 277
8-10 248 17, 10 38
8 60 18, 5-21 175
llss 161 247 7-10 50
11-13 173 16 173
11 35 19 173
13 60 19, 6 288
14s 247 10 261
20ss 156 272 11 285
9, 3 277 20, 4s 248
5 285 22ss 156
11s 277 23 285
12 257 27 384
13 285 28 285
16 277 29 60
21 275 21, 17 285
22s,32s 277 20 285
33 277 22 - 27 271
9, 34s 276 22, 21-30 272
10, 2 276 23, 3-5 276
3 276 10-12 276
8-11 276 24, 4 126
17 285 24, 5-12 105
18 276 25, 2-3 144 371
11, 6 109 4-6 274
7-9 288 26, 6s,14 146
7s 143 14 373
Indice bíblico (Job 27,2 - Prov 3,7) 413
4, 12 218 9, 9 297
5, 1 218 lls 294
12 296
Qohelet 13-16 294
10, 4 178
1, 3 293 14 293 301
4-7 161 11, 2 297
13 292 299 365 8 301
16-18 294 12, 1-6 68
2, 3 292 2-6 293
10 178 297 11 38
14s 293
21 178 297 Ester
22s 293
24 297 1, 13 32 358
26 79
336 Daniel
3, 1-9
1-8 182 294 337 1; 3 - 6 71
9-11 295 1, 17 32 79
10 299 19s 36
11 187 301 338 2 355 358
14 295 2, 21 79 242
16 293 23 79
17 294 28 32
18 260 4, 32 257
19 293 7 355
22 178 297 7, 13 348
4, 1 293 14 353
2 301
5, 7 293 II Crónicas
17 297
18 297 36, 22 355
6, 10 294 299 338
12 301 III Esdras
7, 14 294 296 301 3 57
15 293
24 299 Tobías
25 292
8, 6 294 1 - 3; 4 70
7 293 4, 5 331
9 293 19 135
10 293 6, 17 181
14s 296 18 338
14 293 8, 2 181
17 300 11, 12 181
9, 1 293 299 12, 7 54
2s 293 13, 1 72
6 297 14, 5 356
7-9 297 10 32
Indice bíblico (Jdt 8,25 - Sir 13,25) 419
Judit 3, 20 331
21-24 372
8, 25-27 260 31 321
9, 5s 345 4, 1-10 126 308
5 353 8 331
16 329 ll-18 311 332
12 212
Baruc 15 218 225
17-18 260 384
3,9 - 4,4 222 17 258
3, 22s 404 18 372
20-26 156 318
Bel 20 186 321
233s 23 184 321
1 - 22 321
5 238 5, 7
6, 6-17 308
7 117
Carta de Jere- 8 321
mías 9 318
lOss 234 18-33 311
33 - 37 235 26-28 224
26 218
Jesús Siráj 28 224
37 312 314
1, 1-30 311 7, 15 '333
1-10 309 17 331
4 209 32 126
9 203 209 36 335
lls 311 8, 9 248 308
13 335 9, 1-9 308
14 311 11 263 335
16 316 314 9,17 - 10,18 308
18 .Hl 10, 4,8 354
20 311 4 322
23s 187 14 '331
23 117 19 36 312
26 312 314 26 321
27 312 331 30s 162
2 258 31 114
2, 1-18 332 11, 2-4 319
1,5 258 3 156
2 321 11-12 319
3 335 26-28 335
6 261 312 12, 16 321
10 250 13, 1 160
11 321 3 154
15s 312 20 331
3, 1-16 308 23 154
17s 331 25 169
420 Indice bfblico (Sir 14,20- 36[33),15)
75 353 Hodajot
85, 2 340
lQH XV,12s 54
Testamento de
Leví
5 345 Romanos
Testamento de 1, 20 214
Asser 8, 28 384
7 345 9, 11 346
Apocalipsis de
Abraham Efesios
1-6 234
26, 5 347 5, 16 187
Regla de la
Secta Santiago
lQS III,15s 343
lQS XI,10 54 5, 11 306
INDICE SISTEMATICO
Abreviaturas ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 11
Prólogo ... ...... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 13
l. Introducción 15
Planteamiento del problema ... ... ... ... ... ... 17
Sedes y portadores de la tradición didáctica ... ... ... 31
Formas de expresión del conocimiento ... 42
l. La sentencia artística . . . ... .. . ... ... 44
2. Otras formas de poesía didáctica ... 55
Proverbios numéricos ... ... ... ... ... ... 55
El estilo autobiográfico ... ... ... ... 58
El gran poema didáctico ... ... ... ... 60
El diálogo ... ... ... ... ... ... ... ... 62
Fábula y alegoría ... ... ... ... ... ... 63
Narración didáctica ... ... . . . ... ... ... ... ... 69
Oraciones ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 71
IV. Reflexión final ... ... ... ... ... ... ... ... 363
Indices ... ... ... ... ... ... ... .. . ... ... ... .. . ... ... ... 405
Indice de temas importantes ... ... ... ... ... ... ... ... 407
Indice bíblico ... ... ... ... ... ... ... .. . ... ... ... ... ... ... 409
Indice sistemático ... .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 425
Actualidad Bíblica
* BREVIOR *
COLECCIÓN DIRIGIDA
POR ESCUELA BIBLICA, MADRID
Y POR EDICIONES FAX, MADRID