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CUANDO LA BIBLIA HACE REFERENCIA DE OTROS LIBROS NO CANÓNICOS

Los libros Apócrifos o Deuterocanónicos que no fueron incluidos en el canon son porque no pasaron la prueba y no hay declaraciones hechas con autoridad
como: “Así dice el Señor”, “Así está escrito” o, “La Escritura dice”, y que aun el mismo pueblo judío no los consideraba como inspirados y que por lo tanto la
iglesia primitiva tampoco los acepto en el canon como inspirados,

Usted puede decir estan en biblias catolicas. Pero: La Iglesia Católica no siempre aceptó los Apócrifos. Sin embargo, estos no fueron oficialmente aceptados
sino hasta 1546 en un concilio universal conocido como el Concilio de Trento. Esto sucedió más de un milenio y medio después de que los libros fueron
escritos y fue una reacción de venganza contra la Reforma Protestante.

Por regla general estos libros no canónicos han sido satanizados por los grupos religiosos ignorantemente, y otros con buena intención tratando de cuidar a
los neófitos. Porque algunos libros que existen aunque no inspirados si son considerados de incalculable valor histórico para el pueblo Judío. Pero el caso se
complica más cuando la misma escritura hace referencia a otros libros y escritos que ya no existen o solo hay pequeños fragmentos de estos manuscritos.

Sin embargo, quiero dejarle una pequeña lista de libros mencionados que no estan en el canón. Tengo entendido que algunos de ellos como diije existen,
otros ya no existen, otros mas son apenas fragmentos ilegibles, y otros nunca se han descubierto a la fecha:

ALGUNOS EJEMPLOS:

Éxodo 24:7 Leyeron el "Libro del Pacto".

El primero y más antiguo es el llamadoNúmeros 21:14 que esta escrito en el "Libro de las Batallas del Señor". Es el único que figura en el Pentateuco.
Parece que fue una antigua colección de poemas sobre diversas batallas de los israelitas contra sus enemigos.

También sería la fuente de algunos poemas como “La Canción del Mar” (Ex 15: 1-18), la “Canción de Miriam” (Ex 15: 21), la Canción de Moisés (Dt 32) y
la Canción de Débora (Jue 5).

3. Josué 10:13, y II Samuel 1:18 escritos en el "Libro de Jaser o el Justo". (este libro esta vigente en la actualidad)

I Samuel 10:25 habla sobre un "Libro Secreto del Profeta Samuel".

I Reyes 11:41 habla sobre el "Libro de los Hechos de Salomón".“El registro de las Crónicas del rey David” (1Cro. 27:24);

I Crónicas 29:29 hace referencia de 3 libros: los hechos del rey David, desde el principio hasta el final están registrados en el "Libro de las Crónicas del
Profeta Samuel"; el "Libro de las Crónicas del Profeta Natán"; y en el "Libro de las Crónicas del Profeta Gad". (1 Cro 29: 29);

“Las Crónicas de los Reyes de Israel” (1 Re. 14: 19); y “Las Crónicas de los Reyes de Judá” (1 Re. 14: 29).

“El Comentario del libro de los Reyes” (2 Cro. 24: 27)

“El Libro de los Hechos del Rey Uzías” (2 Cro. 26: 22)

II Crónicas 9:29 hace referencia de 3 libros donde estan registrados todos los hechos del Rey Salomón de principio a fin, "El Libro del Profeta
Natán"; el "Libro de las Profecías de Ahías Silonita"; y el "Libro del Profecías de Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat.

II Crónicas 12:15 hace referencia de 3 libros donde estan registrados todos los hechos del Rey Roboam de principio a fin, en el "Libro del Profeta
Semaías"; el "Libro del Profeta Iddo"; y el "Libro del Registro de las Familias".

II Crónicas 20:34 Todos los hechos del Rey Josafat están registrados en el "Libro del Profeta Jehú hijo de Hanani".

II Crónicas 33:18,19 Todos los hechos de Manasés y su oración a Dios, las profecías que recibió por los Profetas del Señor, sus pecados e idolatría están
escritos en el "Libro de las Palabras de los Profetas".

En la llamada historia cronista (Crónicas, Esdras y Nehemías), se nombra: “Los Hechos del vidente Samuel” (1Sam. 10:25; 1 Cro. 29: 29; 2 Cro. 9: 29)

Jeremías 51:60-64 El "Libro de las Profecías de Jeremías sobre Babilonia", mismo que ordenó que una vez se leyera se atará a una piedra y se lanzará
en medio del rio Éufrates.

“El Libro de las Memorias de las Cosas de los Tiempos” (Ester 2:23; 6:1)

“El Libro de los anales de los reyes de Media y de Persia” (Ester 10:2).

Malaquías 3:16 Todos los que temieron al Señor levantaron un "Libro de Memorias" como recordatorio de los que temen al Señor y piensan en él.

Finalmente, podemos agregar como dato temático que en los libros de Los Macabeos se mencionan los dos últimos libros perdidos de la Biblia. El primero
es “Las Memorias de Nehemías” (2 Mac. 2: 13) y “Las Cartas de los Reyes sobre las Ofrendas” (2 Mac. 2: 13). No sabemos si eran “libros” en el
sentido moderno de la palabra, o simplemente colecciones orales transmitidas de generación en generación por los israelitas.

I Corintios 5:9 una "Carta de Pablo anterior" que envió a los Corintios.

Efesios 3:3 Pablo ya había enviado un escrito breve a los de Éfeso.

Colosenses 4:16. Existe una carta que Pablo escribió a los Laodicenses, pero no esta en la Biblia. Pablo motiva a que intercambien las cartas que les envió a
los Colosenses y a los Laodicenses Solamente la leyeron los hermanos de Laodicea y los de Colosas en ese tiempo; (Colosenses 4:16) dice “Cuando esta
carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también
vosotros”, ¿Lo sabías?
Judas 1:6-9,14-15 hace alusión a 3 libros uno se llama "Las Profecías de Enóc" (Este libro existe y lo puede consultar), "Asunción de Moisés"; y
el "Testamento de los Doce Patriarcas".

¿Curioso verdad? Bueno, lo más importante es que El Señor nos ha concedido la Gracia de tener lo más importante, la evidencia del Evangelio del Reino de
Dios en nuestro amado Señor Jesucristo. Este es el Testimonio Fiel y Verdadero. Que permanece por siempre y para siempre. Aleluya.

Lo mismo ocurre en el Nuevo Testamento. San Pablo cita el libro “Fenómenos“, del poeta griego Arato (Hch. 17: 28). En su Carta a los Corintios (1 Cor 15,
33) menciona la famosa comedia Tais, del escritor ateniense Menandro (siglo IV a.C.). La Carta a Tito (Tt 1: 12) hace referencia a los Oráculos, del poeta
cretense Epiménides (siglo VI a.C.). Y san Lucas menciona que el gobernador Festo escribió una carta al emperador romano acusando a san Pablo de criminal
(Hch 25: 26).Sabemos que el apóstol Pablo escribió epístolas que no fueron colocadas en el canon escritural. Por ejemplo, existió una epístola anterior de
Pablo a los corintios. Aparentemente esta carta contenía instrucciones de cómo comportarse con la gente de mala voluntad. A esta epístola se la menciona en
1Corintios 5:9, en dónde leemos: “Os escribí en carta que no os mezclarais con los fornicarios“.

Otra epístola de Pablo a los efesios. Esta carta es mencionada, aparentemente en Efesios 3:3, cuando el apóstol les dice: “que, según revelación, se me
manifestó el misterio, según antes he escrito en breve“.

Existe una carta de Pablo a los laodicenses. Ésta es mencionada en Colosenses 4:16, cuando el apóstol expresa: “Y cuando hayáis leído esta epístola,
haced que sea también leída en la iglesia de Laodicea, y la que recibiréis de Laodicea, leedla también vosotros“.

En la epístola de Judas encontramos la mención al libro “Las profecías de Enoc“. Este libro profético, es citado brevemente por el hermano de nuestro
Señor cuando escribe: “De ellos también profetizó el séptimo desde Adán, Henoc, cuando dijo: “He aquí que viene el Señor con sus santas
miríadas para ejercer un juicio contra todos y convencer a todos los impíos de todas las impiedades que cometieron y de todas las crudezas
que contra El hablaron los pecadores impíos” (Jd. 1:14-15).

Ahora bien, ninguno de estos libros mencionados ha sido nunca un libro “bíblico”, que tuviera una relevancia cultural en las comunidades de creyentes, sino
literatura que los autores bíblicos conocían y citaban, porque tenía datos que les resultaban útiles o interesantes para sus obras, pero no los consideraban
inspirados por Dios. Si hubiesen creído que estos libros eran sagrados, los hubieran preservado completos y no solo la referencia fragmentada de algunas
frases o párrafos.

Por lo tanto, entendemos que cuando la Biblia cita un libro antiguo, no es para canonizarlo, ni porque reconozca en él una inspiración divina, sino simplemente
para referir una idea que en él había, y que era oportuna para los lineamientos inspirados, nada más. Otras veces lo hace para contarnos de dónde tomó el
autor el material de su obra.

En consecuencia, el hecho de que no se hayan conservado hasta hoy no significa que la Biblia esté incompleta. La Escritura, tal como la conocemos, está
completa. No le falta ninguna obra. Ella tiene el poder, la fuerza, el vigor y la energía capaz de transformar a cualquier persona. En todo caso, lo único que le
falta a la Biblia es que nosotros la leamos, creamos en ella y vivamos sus enseñanzas.
Titulos de libros considerados apócrifos por que no pasaron la prueba del canon

Libros aceptados por los Judios, los cristianos y catolicos.


Como podra ver en las siguientes pestañas estamos poniendo algunos libros que se mencionanen las escritura
alguna porcion de ellos pero que no fueron considerados en el canon de la biblia.

EL LIBRO DE YASHAR - EL OTRO GENESIS

Un ejemplo de un libro que menciona la biblia y que no fue considerado en el canon es, el libro de JASER. (El otro
génesis)
El Libro de Jaser es conocido en el judaísmo y en el hebreo como El Libro de estudio Yashar. Jaser es mencionado en la biblia
varias veces,y en el Texto bíblico hebreo, al igual que Génesis nos narra la creación del hombre, su caída, su relación en familia, la
vida de los patriarcas, hasta Moisés. En algunos versos nos amplía el texto bíblico, describiendo con más detalle algunos pasajes.

Este libro logra que el lector se introduzca en la historia y conozca así a los personajes en su tiempo y época. Este libro estaba
perdido y fue encontrado en las cuevas de Qumran en 1947, junto con Is 53 y varios otros rollos. Se lo considera un libro
histórico. Pero con la particularidad de aportar otros detalles. Los estudiosos críticos, lo señalan como un excelente libro de
consulta.

Se lo puede considerar como un libro de historia antigua. Que si bien no está dentro del grupo de libros admitidos como oficiales
(canon), seguramente ha de ser un escrito apegado a la historia real, ya que como dijimos es mencionado y citado en las
escrituras.

Este libro, no contradice en absoluto, la Torah, ni el Brit Jadashá, o sea no va en contra de la escritura bíblica. Sino que por el
contrario, aporta más detalles de algunos hechos, que permiten comprender mejor algunos pasajes y personajes. Al parecer,
judíos antiguos e incluso discípulos de Jesús, lo consideraron, como una herramienta adicional al estudio de la Torah.
Este libro fue encontrado en Qumran en 1947, junto con Isaias 53, y otros rollos. Solo deseo advertirle que considere esto como un dato Historico que
ha prevalecido hasta nuetros dias, que en algunos pasajes de la biblia se hace mencion de este libro, pero no entre en conjeturas si Dios no
permitio que estuviera en el canon el lo sabe pues esta en control de todo. Ademas el libro estaba perdido y fue encontrado en las cuevas de
Qumran en 1947.

¿DONDE SE MENCIONA ALGUNOS PASAJES DE ESTE LIBRO EN LAS ESCRITURAS?.


He aquí que está escrito en el libro de Jaser - II Samuel 1: 17-19 “Y "endechó David a Saúl y a Jonatán su hijo con esta endecha, y dijo
que debía enseñarse a los hijos de Judá. He aquí que está escrito en el libro de Jaser. ¡Ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas! ¡Cómo
han caído los valientes! "

¿No está escrito esto en el libro de Jaser? - Josué 10: 13. "Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus
enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero"

LA VERSIÓN INTERNACIONAL DICE:

Jos 10:13 El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el
sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero.

COMO LO DESCRIBE EL LIBRO DE YASHAR

Yashar 88:63-65

Y mientras los estaban golpeando, el día estaba declinando

hacia en anochecer, y Josué [Y'shúa] dijo a la vista del pueblo: Sol quédate quieto sobre Giveon, y tú luna en el valle de Ajalon, hasta que la
nación se vengue de sus enemigos. 64 Y YAHWEH escuchó a la voz de Josué [Y'shúa], y el sol se quedó quieto en el medio de los cielos, y se
quedó quieto 6 y 30 momentos, y la luna también se quedó quieta y no se apresuró para descender un día completo. 65 Y no hubo un día como
ese, antes de él o después, y YAHWEH escuchó a la voz de un hombre, porque YAHWEH peleó por Yisra'el.

OTRA MENCIÓN MAS: Los magos Janes y Jambres mencionados por el apóstol Pablo.

Creo que el apóstol Pablo tomó del libro de Jaser los nombres de los magos Janes y Jambres mencionados en 2ª Timoteo 3:8 y relacionados con
los hechos de Éxodo 7 11-12, ya que los nombres de Janes y Jambres no se mencionan en ninguna otra parte de la Biblia pero el libro de Jaser
menciona esa escena con más detalles y da los nombres de los magos.
El libro de Yashar 79:27 dice: "Y cuando ellos se habían ido Faraón envió por Bilaam y por Janes y Jambres sus hijos , y a todos los magos y
hechiceros y consejeros que pertenecían al rey, y ellos vinieron y se sentaron delante del rey."

El libro de Jaser es considerado como un libro de historia antigua que aunque no fuese escrito por inspiración divina debe ser un escrito apegado
a la historia real con tal validez que es mencionado y citado en la Biblia, pues no contradice las narraciones de la Biblia y en ocasiones expande
con algo más de detalles que permiten entender aún mejor ciertos pasajes y personajes bíblicos.

Esta edición del Libro de Jaser (Yashar) en particular es una traducción de una en hebreo que también fue traducido e imprimido al Ingles.

EL LIBRO DE ENOC
En el Nuevo Testamento, en Judas 1 : 14 – 15, Judas escribe y cita algo que Enoc dijo, eso que cita sobre una declaración profética de Enoc, no se encuentra en el Antiguo
Testamento, sin embargo se encuentra en el libro de Enoc, también conocido como 1 Enoc, Judas está citando un pasaje del libro de Enoc, por lo cual se puede concluir que Judas
le da valor a ese libro de Enoc, por lo menos al pasaje del cual está citando, además de que Judas en otra parte de su epístola tambien se refiere a otra sección del libro de Enoc.

Una herramienta adicional para un estudio bíblico de Judas, es el libro de Enoc, pues además del pasaje anteriormente citado, maneja otros conceptos que se manejan en el libro
de Enoc, además de que Judas se refiere a otro texto ó libro no incluído en la Biblia, cuando narra que el arcángel Miguel y el diablo peleaban por el cuerpo de Moisés, ya que ese
relato no se encuentra en los libros del Antiguo Testamento.

También el libro de Enoc, puede ser una herramienta adicional muy importante de estudio bíblico, al estudiar la 1era y 2a carta de Pedro, para poder entender esas dos epístolas
del apóstol Pedro.

Los apóstoles y sus lectores leían y estaban familiarizados con algunos textos y libros religiosos que consideraban importantes, (si no es que incluso sagrados), para la persona que
hoy en día quiera entender el Nuevo Testamento, es importante que lo estudie dentro del contexto de los autores del mismo, y para esto es importante que el estudiante de la Biblia
de hoy en día, conozca y por lo menos lea algunos de esos libros y textos religiosos, que los autores del Nuevo Testamento consideraban importantes, aún y cuando dichos libros,
no formen parte finalmente de la Biblia, del estudioso Bíblico de hoy en día.

El libro de Enoc, es considerado como sagrado y forma parte del canon, de los judíos etiópes (Falasha ó Beta) y de la iglesia cristiana Etíope Ortodoxa.

El libro de Enoc ó también conocido como Enoc 1, (pues tambien existe el libro 2 de Enoc y 3 de Enoc) ha sobrevivido en su totalidad en la versión Etiope, este libro también era
considerado importante (ó incluso sagrado) por la comunidad de Qumran ya que se han encontrado varias copias (fragmentos) del libro de Enoc en Arameo dentro de los rollos del
mar muerto en Qumran los versículos 14 y 15 de la epístola de Judas en los cuales se cita del libro de 1 Enoc 1 : 9 están en los rollos 4Q204 frag 1 col 1, además de que se han
encontrado fragmentos del libro de Enoc en griego y latín.

En la carta de Barnabas del segundo siglo, varios versículos de 1 Enoc 89 son citados como “Escritura” (Barnabas 16 . 5 dice: “porque la escritura dice: y cita de 1 Enoc 89 : 56,66),
además los llamados “padres apostólicos” los primeros teólogos cristianos como Ireneo y Clemente de Alejandría estaban familiarizados tambien con el libro de Enoc.
LA DIDACHE
Didaché es la primera palabra de una obra cristiana cuyo título completo es Didache ton dodeka Apostolon, descubierto por Bryennios en Constantinopla en un
manuscrito (escrito en 1056 por un notario llamado León), del que editó en 1875 la carta de Clemente, encontrándose la Didaché entre las cartas de Clemente
y las de Ignacio, que el descubridor publicó en 1883, mostrando al mismo tiempo que la obra pertenecía a la primera mitad del siglo segundo y es idéntica
con la "Enseñanza de los apóstoles" que Clemente de Alejandría, Eusebio, Atanasio y otros Padres conocían.

La obra se divide en dos o tal vez tres partes. La primera contiene preceptos de moralidad cristiana y breves instrucciones para los actos eclesiásticos
específicos que dan carácter cristiano a la Iglesia (1-10); la segunda, directrices para la vida eclesiástica (11-15) y el capítulo final (16) es una exhortación
para estar preparados para la venida del Señor.

La primera parte, a su vez, contiene, 1-6, bajo la forma de una descripción de los "dos caminos" el camino de la vida y el camino de la muerte, las leyes de
moralidad cristiana; la 7 trata con el bautismo; la 8 con el ayuno y oración diaria y la 9 y 10 con las oraciones eucarísticas. Sobre puntos específicos el
bautismo debería ser precedido por el ayuno; el Padrenuestro se da en las palabras de Mateo con ligeras alteraciones y con la doxología, debiendo decirse tres
veces cada día.

La Cena del Señor debería ser participada sólo por los bautizados, estando los "profetas" en libertad de usar, en lugar de las oraciones eucarísticas dadas,
acciones de gracias espontáneas. La segunda parte establece normas para el tratamiento de los maestros de la Palabra y de los hermanos itinerantes,
proporcionando pruebas de su carácter (11-13) y también los usos que cada congregación debería observar (14-15).

Título, destinatarios y propósito.

El manuscrito tiene dos títulos: "Enseñanza de los doce apóstoles" y "Enseñanza del Señor a través de los doce apóstoles a los gentiles." Por "gentiles" se
indica los cristianos que procedían del paganismo, igual que la epístola "a los hebreos" fue dirigida a cristianos que procedían del judaísmo. Por tanto, el
documento no está dirigido a catecúmenos, pues no está adaptado para guiar a personas al cristianismo, sino a aquellos que ya son cristianos, para que
puedan aprender cómo conducir sus vidas bajo los principios del evangelio.

Transmisión e integridad.

El texto actual tiene comparativamente pocos errores, aunque la aparición del documento en recensiones posteriores ha creado sospechas sobre si está libre
de interpolaciones, como parece estarlo. Las sospechas están causadas sólo por obras derivadas citadas en fuentes patrísticas.

Lenguaje y vocabulario.

El idioma es helenista, más exactamente el idioma de la Septuaginta de los libros poéticos y de los apócrifos del Antiguo Testamento. Hay numerosos
hebraísmos, pero el griego es mejor que el de Hermas. El estilo es simple, popular y conciso, aunque tiene algo de rítmico y litúrgico. El documento contiene
2.190 palabras, de las cuales 552 son diferentes. De éstas 504 están en el Nuevo Testamento; 38 de las 48 restantes en la Septuaginta, Bernabé u otros
escritos griegos antiguos.

Fuentes; escritos bíblicos.

No hay ningún escrito primitivo cristiano conocido que, con originalidad en el arreglo y forma, combine tanta dependencia de escritos más antiguos. El autor
reconoce su dependencia, pues procura meramente exponer la enseñanza del Señor a través de los doce apóstoles, y no encuentra cabida para sus propias
ideas. Hay ocho citas expresas: dos (14:3; 16:7) son del Antiguo Testamento (Malaquías 1:11,14; Zacarías 14:5); cinco de los evangelios, introducidos por
ciertas fórmulas (8:2; 9:5; 11:3; 15:3,4) y una (1:6) de alguna desconocida "Sagrada Escritura." El Antiguo Testamento es frecuentemente mencionado en
los primeros cinco capítulos, usándose el Decálogo y la literatura sapiencial (Proverbios, Eclesiastés, Tobías). Sólo el Antiguo Testamento es "Sagrada
Escritura"; del canon del Nuevo Testamento no hay huella.

El autor en los cinco pasajes citados no extrae del evangelio escrito solo; entreteje en sus escritos referencias y citas más largas o cortas, 23 en total, de lo
que llama "el evangelio" que presupone que sus lectores conocen. Diecisiete de las 23 citas deben referirse a Mateo, pero las otras son combinaciones del
texto de Mateo y Lucas, que se parecen al texto del Diatessaron de Taciano. En las citas no hay huella del evangelio de Juan; pero el servicio eucarístico está
concebido en la línea de Juan 6 y 17, sin, sin embargo, tomar prestado nada. Las epístolas de Pablo no se citan, aunque aparecen huellas de su conocimiento.
Más importantes son ciertos parecidos con Judas y 2 Pedro. No hay huella de conocimiento de las epístolas pastorales.

Bernabé.

Sobre la muy disputada cuestión de la relación de la "Enseñanza" con la epístola de Bernabé y el pastor de Hermas es muy probable que Bernabé sea anterior
a la "Enseñanza"; 1:1-2; 2:2-7; 3:7-6:2 de la "Enseñanza" concuerdan sustancialmente, si no verbalmente, con Bernabé 18-20, pero el orden de las frases es
diferente y mientras Bernabé es confuso, en la "Enseñanza" es claro. En la descripción de los "dos caminos" la "Enseñanza" ofrece además
(a) 1:2-5 una serie de dichos evangélicos;

(b) en 1:6 un fragmento de un escrito de otra manera desconocido;

(c) en 3:1-6 una sección imitada de la literatura proverbial del Antiguo Testamento;

(d) en 2:2-3,5,6; 3:8; 4:2,8,14 una serie de adiciones a las secciones comunes a ella y a Bernabé. Por otro lado, Bernabé ofrece en los capítulos en cuestión
sólo un par de frases (19:2,3,8), una ininteligible sentencia (19:4) y algunas palabras más en 19:10. Además 16:1,3-8 de la "Enseñanza" es confesadamente
una compilación de pasajes evangélicos y Zacarías 14:5, junto con una tradición sobre el Anticristo. Sin embargo, el versículo 2 no es derivado sino que tiene
en Bernabé IV,10:9 un paralelo casi verbalmente exacto.

Si Bernabé hubiera sido posterior se habría apropiado del único verso en este pasaje que es peculiar de la "Enseñanza". De ahí que sea probable que, ya que
los demás versículos del capítulo 16 son prestados, este verso (16:2) también lo sea. Más aún (y esto parece todavía más decisivo sobre la anterioridad de
Bernabé), el autor de Bernabé está convencido de que los últimos tiempos ya han llegado (4:3,9); por otra parte, el autor de la "Enseñanza" no sostiene eso.

La decisión por tanto debe ser que el uso de la "Enseñanza" como ahora está en el manuscrito de Constantinopla es posterior a Bernabé y es o bien
dependiente de Bernabé o de materiales que ya usó Bernabé; queda excluida la posibilidad de que Bernabé copiara de la "Enseñanza" tal como existe en el
manuscrito de Constantinopla.

La anterioridad de Bernabé está defendida también por Bryennios, Hilgenfeld y Krawutzky, mientras que la prioridad de la Didaché la defienden fuertemente
Zanh, Funk, Langen, Farrar y casi todos los escritores ingleses y americanos sobre el tema. Una tercera opinión la sostienen Lightfoot, Holtzmann,
Massebieau, Lipsius, Warfield, McGiffert, de que Bernabé y el escritor de la Didaché usaron una fuente común que se ha perdido.

Hermas y los escritos judíos.

La relación entre la "Enseñanza" y Hermas es más incierta. Hay sólo dos paralelos, "Enseñanza" 1:5; cf. Mand. 2:4-6 y la muy dudosa "Enseñanza" 5;
cf. Mand. 8:4-5. Que la "Enseñanza" tuvo a Hermas como fuente no puede afirmarse satisfactoriamente en vista de las diferentes variantes de sus pasajes y
reflexiones; pero lo opuesto ciertamente queda excluido. Schaff sostiene que la Didaché es anterior al Pastor de Hermas, pues en su breve sección paralela
Hermas es probablemente una expansión de las declaraciones más simples de la Didaché.

Posteriormente eruditos americanos, ingleses y franceses han presentado numerosos paralelos a 1-5 de Filón, Pseudo-Fokilides, los libros sibilinos,
el Talmud y el Midrash. Si de esos capítulos se omite 1:3-6, el resto casi no tiene nada específicamente cristiano sobre ello y lo poco se puede mostrar por el
uso de otros documentos originales que son adiciones. Por tanto es una extremadamente probable conjetura que los "dos caminos" es una producción judía,
dirigida a prosélitos, derivada del Decálogo y una ampliación de sus mandamientos que, junto con el Antiguo Testamento, pasó a la Iglesia cristiana.

La posición del autor; no era ebionita.

Este punto en discusión no ha sido resuelto. La "Enseñanza" se ha contemplado como judía-cristiana anti-paulina (Sabatier), como judía-cristiana, pero no
ebionita (Schaff), como anti-paulina y saducea, herética y anticristiana (Churton), como ebionita, semi-ebionita o anti-ebionita (cf. Krawutzky, KL, iii, 1869 y
sgg.), como cristiana-helenista, como anti-montanista y anti-gnóstica (Bryennios), como montanista (Hilgenfeld y Bonet-Maury), etc. No es necesario refutar
esas ideas, pero es necesario oponerse a la noción de que el autor de la "Enseñanza" era un judío cristiano que pertenece a un círculo separado de los
cristianos gentiles y asociado en alguna manera a los judíos como nación.

Los hechos son que el autor mantiene silencio sobre la circuncisión y todos los demás ritos judíos, que en dos lugares donde los menciona llama a los judíos
"hipócritas", no habiendo una palabra sobre la observancia de la ley de Moisés; en la larga sección escatológica (16), derivada de Mateo, falta el pasaje
referente a Jerusalén, el pueblo judío y el templo, no habiendo mención de un reino glorioso en Tierra Santa, aunque el autor presupone un reino visible de
Cristo, así como lo demuestra su creencia en una doble resurrección; se usan Mateo y Lucas, o una recensión de ellos, y no el Evangelio de los Hebreos, tal
vez también las epístolas paulinas; Jesús no es llamado el Hijo, sino el Dios de David; el libro pasó al uso de la Iglesia católica.

Esas consideraciones exoneran al autor de ser ebionita. Pero algunos afirman el carácter judío-cristiano pero no anti-paulino del autor. Schaff ha exhibido el
argumento de que son nombrados sólo los doce pero no el apóstol Pablo; pero en este aspecto el autor no difiere de muchos autores cristianos ordinarios
antes del cierre del canon del Nuevo Testamento. El estilo y la fraseología son arcaicos, pero eso no es destacable en vista del origen judío del cristianismo y
el uso del Antiguo Testamento en la Septuaginta.

El autor llama a los profetas "sumos sacerdotes", pero esta era la norma entre los cristianos gentiles. Demandan las primicias para los profetas, pero eso
hicieron Pablo y la Iglesia cristiana gentil de los primeros tiempos, especialmente después de los días de Justino. Avisa contra ayunar con los judíos el lunes y
jueves, impulsando el ayuno en miércoles y viernes y llama al viernes paraskeuē, "preparación." Pero incluso si el autor hubiera puesto los ayunos en los días
de ayunos judíos esto habría sido nada más que un signo de judaísmo cristiano, como fue la práctica de los cuartodecímanos. La discusión del autor de la
semana en un sentido religioso explica el uso de los nombres judíos para los días, guardando totalmente silencio respecto al sábado. El mandato de repetir
diariamente tres veces la oración del Señor está plenamente adoptado de la costumbre judía. Además de lo que se ha dicho, debería tenerse en cuenta que no
se sabe qué horas para la oración estaban en la mente del autor, y que, incluso si pensaba en las horas judías no habría sido específicamente judío-cristiano.

El autor estima el cristianismo sustancialmente como la moralidad más elevada; es un moralista en el mejor sentido de la palabra. Consecuentemente parece
haber sido un judío cristiano. Para responder a este argumento el autor no ataca a la religión judía, como hace Bernabé, ya que como norma no ataca nadie.
No sólo subraya la prohibición (judía-cristiana) de la carne ofrecida a los ídolos, sino que establece la observancia de las leyes dietéticas judías como la
cumbre de la perfección cristiana. La prohibición de comer carne ofrecida a los ídolos era universal en las congregaciones en el imperio desde finales del siglo
tercero y en cuanto al segundo punto nadie hizo nunca tal afirmación, pues por brosis, "alimento" (6:3), se quiere decir ciertamente, no la regulación dietética
judía, sino una restricción ascética en el uso de la carne, como Schürer también mantiene.

El punto de vista del autor es el del cristianismo gentil común. Su posición es muy cercana a la del autor de la segunda epístola de Clemente; él no es un judío
cristiano, ni un seguidor de Pablo, sino un universalista, no haciendo distinción entre pueblos; en sus oraciones reconoce a Dios, creador de todas las cosas y
Padre de todos los hombres, quien les provee alimento y bebida; reconoce a Jesús, el Hijo de Dios, el Dios de David, la viña de David y el Señor que habló por
los profetas y espera su venida; también reconoce al Espíritu Santo, quien ha preparado a aquellos a quienes Dios llamó. Cree en el Antiguo Testamento y el
evangelio; reconoce el bautismo y la Cena como actos importantes; se llega ser cristiano por el bautismo y se permanece como cristiano participando de la
celebración eucarística.

Tiempo y lugar de composición.

La obra ha sido situada en todas las décadas desde el año 50 al 190 d. C. e incluso hasta el siglo cuarto. Generalmente las tres generaciones de 70-100, 100-
130, 130-160 son las más favorables. La evidencia interna no puede decidir el tiempo, porque la "Enseñanza" es confesadamente una compilación y alguna de
sus fuentes son muy antiguas.

La evidencia externa demuestra que debe ser anterior al año 165, pues Clemente de Alejandría la conocía como "Escritura." Un número de hechos negativos
tomados en conjunto muestra que debe ser anterior al año 160; no muestra huellas de un canon del Nuevo Testamento o de la autoridad de las epístolas de
Pablo; ni de una (regula fidei) o de una instrucción doctrinal regular; tampoco de un episcopado monárquico; los profetas eran los principales maestros y no
estaban sustituidos por los obispos; ni de un servicio eclesiástico estipulado, como el que Justino testifica, o de un administrador regular del bautismo,
mientras que da a la congregación autoridad para desposeer obispos y diáconos; ni de ceremonias simbólicas que acompañan al bautismo o de
la festividad anual de la Pascua, ni de la prohibición de sangre y cosas estranguladas, ni del montanismo y la caracterización de los herejes.

Otra marca parece adaptarla mejor al tiempo entre los años 80 y 120 que a 120-160, como su tratamiento de apóstoles, profetas y maestros. Pero hay que
tener cuidado para no dar fechas definidas a documentos del cristianismo primitivo, pues no se conocen todas las etapas del desarrollo del cristianismo
durante el imperio hasta el cristianismo católico en la mayoría de las provincias y en ninguna provincia el desarrollo se conoce plenamente. Habiendo puesto
los límites para la "Enseñanza" entre 70 y 160, se puede hacer la pregunta de si hay algo que demuestre que debe haber sido escrita después de que algunas
generaciones de cristianos hubieran pasado.

Con la mayor probabilidad se pueda dar una respuesta afirmativa: los apóstoles y profetas no ocupan la posición primitiva inaccesible, de ahí que se tomen las
medidas conservadoras más fuertes; el respeto por los profetas está en declive, de ahí las demanda exorbitantes sobre la Iglesia y las más severas
amenazas; el texto presente muestra en los "dos caminos" cierta disminución de las demandas evangélicas y en el apéndice al mismo hay un contraste entre
una moralidad cristiana más elevada y otra más baja; el mandato acerca de las primicias, las oraciones fijadas y los ayunos en un ambiente cristiano gentil
son indicaciones de un tiempo posterior; el mandato de que obispos y diáconos ministren a las congregaciones "el ministerio de los profetas y maestros" que
por tanto no los desprecia, no puede aplicarse al primitivo estado de cosas; la regulación del ayuno antes del bautismo; la sección escatológica final no tiene
el brillo que tienen las oraciones trasmitidas por el autor y falta una descripción del glorioso reino de Cristo sobre la tierra.

Esas observaciones son fortalecidas al notar el uso de Mateo, y tal vez también de Lucas, en una forma comparativamente tardía; igualmente por la relación
de la "Enseñanza" con Bernabé, que probablemente pertenece al tiempo de Adriano (antes de Bar Kokba). Todas esas consideraciones muestran que el escrito
no puede con certeza ser anterior al año 120 o anterior al 100 con alguna probabilidad, sino que los límites probables son 127 y 160 y dentro de esos límites
las fechas más antiguas están en la mayor parte de los casos más libres de dificultad que las posteriores.

Tomado en conjunto, el "tiempo de Adriano" tiene la mayor probabilidad en su favor. El lugar de composición fue probablemente Egipto, como los testimonios
externos y la fuente parecen probar. Los argumentos para Siria, derivados de la mención del pan "sobre las colinas" (9:4) y de la adopción de la "Enseñanza"
con las "Constituciones Apostólicas" no son decisivos, pues la mención ocurre en una oración copiada lo más probable por el autor, teniendo el falsificador sirio
a su alcance la biblioteca de Eusebio.

Historia del documento.

Un libro llamado "Los dos caminos" fue compuesto por los judíos en el primer siglo o tal vez antes, para la instrucción de los prosélitos. Comprendía lo que se
encuentra en la "Enseñanza", 1:1-3; 2:2-5:2, que pasó a la Iglesia cristiana y fue usado como una alocución en el bautismo. El autor de la carta de Bernabé
incorporó este escrito en el suyo sin conocerlo como "Enseñanza de los apóstoles."

Otro cristiano desconocido hizo de las instrucciones judías una "Enseñanza de los (doce) apóstoles" y añadió 7-16. Esta edición se ha perdido. La presente, la
Didaché del manuscrito de Constantinopla, la contiene, para dar un colorido evangélico al original judío, capítulos 1:3-2:1, por la que el tono de los "dos
caminos" quedó totalmente cambiado. Este pasaje al ser una interpolación significa que la forma original de la "Enseñanza" cristiana se puede situar
considerablemente antes que la presente recensión.

Testigos.

Antes de Clemente de Alejandría no se puede demostrar un uso directo de la "Enseñanza". Por otro lado, Clemente lo emplea en varios lugares y en uno
(Stromata, i. 20= "Enseñanza" 3:5) lo llama "Escritura", contándolo entre los escritos sagrados. Evidencia de su uso se halla en Orígenes (Hom. vi. in lib.
Jud.; De principiis, iii. 2,7) quien también lo llamó "Sagrada Escritura", pero la cita puede haber sido tomada de la epístola de Bernabé. Eusebio (Hist. eccl.,
III. xxv) es el primero en mencionar el libro por nombre, "la denominada Enseñanza de los apóstoles" y la coloca entre los antilegomena. Atanasio (Epistola
festalis, xxxix, del año 367) menciona la "Enseñanza, llamada de los apóstoles" entre los libros que no son canónicos, pero útiles para la instrucción de
los catecúmenos. Rufino repite esta declaración de Atanasio (Comment. in Sym. Apost., xxxvi-xxxviii), pero en lugar de "Enseñanza, así llamada, de los
apóstoles" pone "los dos caminos" o "el juicio de Pedro" o "según Pedro" para la "Enseñanza de los apóstoles." Jerónimo (De vir. ill., i) igualmente menciona
"el juicio de Pedro" entre los cinco libros apócrifos atribuidos a ese apóstol. La última mención de la "Enseñanza de los apóstoles" hasta donde llega nuestro
conocimiento actual, la hizo en el siglo noveno por Nicéforo, quien habla del libro entre los apócrifos del Nuevo Testamento, consistente de 200 líneas. El
manuscrito descubierto por Bryennios cuenta 203.

Importancia de la obra.

Desde el capítulo siete hasta el final cada sección de la "Enseñanza" es una fuente de primer rango para los puntos que cubre: bautismo, ayunos, oraciones,
eucaristía, apóstoles, profetas, maestros, domingo, episcopado y diaconado. Pero su mayor importancia yace en el hecho de que proporciona un magnífico
entendimiento de la organización de las primitivas iglesias cristianas, donde radica el interés del cristianismo antiguo y cómo fue en asuntos literarios
heredero del judaísmo.

CONTENIDO DEL LIBRO


CRISTIANISMO PRIMITIVO DIDACHÉ
«Enseñanza del Señor a las naciones por medio de los doce apóstoles»

los «Dos caminos» Enseñanza del Señor transmitida a las naciones por los Doce Apóstoles.

CAPÍTULO 1 Los dos caminos

1 Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos. El camino de la vida
2 El camino de la vida es éste: «Ama en primer lugar a Dios que te ha creado, y en segundo lugar a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que
se haga contigo, no lo hagas a otro.» La perfección evangélica
3 Esta es la enseñanza de este discurso: «Bendecid a los que os maldicen y rogad por vuestros enemigos, y ayunad por los que os persiguen. Porque ¿qué
méritos hay en que améis a los que os aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Vosotros amad a los que os odian, y no tengáis enemigo.»
4 Apártate de los deseos carnales. Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele la izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él
durante una milla, acompáñale dos. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo reclames, pues tampoco puedes.

La limosna

5 A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre quiere que se dé a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este
mandamiento; pues este es inocente. ¡Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que dar
cuenta de por qué recibió y para qué: puesto en prisión, será examinado sobre lo que hizo, y no saldrá hasta que no devuelva el último centavo. 6 También
está dicho acerca de esto: «¡Que tu limosna sude en tus manos hasta que sepas a quién la das!»

CAPÍTULO 2 El segundo mandamiento

1 He aquí el segundo mandamiento de la doctrina:


2 No mates, no adulteres, no corrompas a los menores, no forniques, no robes, no practiques la magia o la hechicería, no mates al hijo por aborto, ni quites la
vida al recién nacido.
3 No codicies los bienes del prójimo, no perjures, no des falso testimonio. No calumnies ni guardes rencor.
4 No seas doble de mente o de lengua, pues el doblez es lazo de muerte.
5 Tu palabra no será mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por la obra.
6 No seas avaro, ni ladrón, ni hipócrita, ni malvado, ni soberbio. No trames planes malvados contra su prójimo.
7 No odies a nadie, sino que a unos los convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma.

CAPÍTULO 3 Apártate del mal

1 Hijo mío, huye de todo lo que es malo y de todo lo que se le parezca.


2 No te dejes arrastrar por la ira, pues la ira lleva al asesinato; no tengas celos, ni seas pendenciero, ni irascible; pues de todas estas pasiones se engendran
los asesinatos.
3 Hijo mío, no te dejes inducir por los deseos carnales, pues la carne lleva a la fornicación; no seas un hablador sucio, ni de mirar provocativo, pues de todas
estas cosas nacen los adulterios.
4 Hijo mío, no consultes a los agoreros pues eso lleva a la idolatría; ni hechiceros ni astrólogo, ni ocultista, ni quieras contemplar tales cosas. De todas ellas
se engendra la idolatría.
5 Hijo mío, no te hagas mentiroso; pues la mentira lleva al hurto; ni codicioso de dinero ni de vanagloria; de todas estas cosas se originan los hurtos.
6 Hijo mío, no te hagas murmurador, pues eso lleva a la blasfemia, ni egoísta ni mal intencionado; porque de todas estas cosas se engendran blasfemias. Haz
el bien
7 Hazte, por el contrario, manso, porque los mansos heredarán la tierra,
8 hazte paciente, y compasivo, y sencillo, y pacífico, y bueno, y temeroso en todo momento de las palabras que has oído.
9 No se junte tu alma con los soberbios, sino que andarás con los justos y humildes.
10 Los sucesos que te sobrevengan los aceptarás como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por disposición de Dios.

CAPÍTULO 4 Deberes para con la comunidad cristiana

1 Hijo mío, de aquel que te explica la Palabra de Dios te acordarás de día y de noche, y lo honrarás como al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del
Señor, allí está el Señor.
2 Buscarás cada día los rostros de los santos, para hallar descanso en sus palabras.
3 No provocarás facciones, sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción de personas para reprender las faltas.
4 No andarás indeciso pensando si resultará o no.
5 No seas de los que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar.
6 Si adquieres algo por el trabajo de tus manos, da de ello como rescate de tus pecados.
7 No vaciles en dar, ni murmures mientras das, pues has de saber quién es el que recompensa tu limosna.
8 No rechazarás al indigente, de todo lo tuyo harás partícipe a tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; porque si en lo eterno son copartícipes, ¿cuánto
más en lo temporal?

Deberes para con la familia

9 No retirarás tu mano de tu hijo ni de tu hija, sino que desde su infancia les enseñarás el temor de Dios.
10 No mandarás con aspereza a tu esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer a Dios que está sobre unos y
otros; pues él no vendrá a escoger personas por su apariencia, sino a llamar a cuantos el Espíritu haya preparado.
11 Vosotros, los esclavos, someteos a vuestros señores como a imagen de Dios con reverencia y temor. Deber del cristiano
12 Aborrecerás toda hipocresía y cuanto desagrada al Señor.
13 No abandones los mandamientos de Dios, sino que cumplirás cuanto has recibido, sin añadir ni quitar un punto. Confesión de los pecados
14 En las reuniones confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia. Este es el camino de la vida.

CAPÍTULO 5 El camino de muerte

1 El camino de la muerte es éste: ante todo, es malo y lleno de maldición: homicidios, adulterios, concupiscencias, fornicaciones, robos, idolatrías, magias,
envenenamientos, rapiñas, falsos testimonios, hipocresías, dobleces, fraudes, soberbia, maldad, egoísmo, codicia, deshonestidad en el hablar, celos, descaro,
altanería, jactancia. Quiénes lo siguen
2 Perseguidores de los buenos, aborrecedores de la verdad, amadores de la mentira, desconocedores de los castigos de la justicia, sin afecto por lo bueno y lo
justo, despiertos no para el bien sino para el mal; alejados de toda mansedumbre y paciencia, amantes de la vanidad, buscadores de recompensas, que no se
compadecen de los pobres, no se ocupan de los afligidos, no reconocen a su creador, asesinos de sus hijos, corruptores de la obra de Dios por el aborto, ellos
rechazan a los indigentes, y los oprimen más en su aflicción, patrocinadores de los ricos, jueces injustos de los pobres errando en todas las cosas. Hijos,
¡alejaos de tales personas!

CAPÍTULO 6 Preceptos y consejos

1 Cuida de que nadie te aparte de este camino de la doctrina, porque te enseña en contra de Dios.
2 Si puedes llevar todo el yugo del Señor, serás perfecto. Pero si no lo puedes llevar todo, haz lo que puedas.
3 En cuanto a la comida, lleva la que puedas; pero de lo sacrificado a los ídolos, guárdate mucho; pues es una adoración a dioses muertos.

CAPÍTULO 7 El bautismo

1 En lo que se refiere al bautismo, bautizad de este modo: Dichas con anterioridad todas estas cosas, bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu
Santo, en agua viva.
2 Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, hazlo con caliente.
3 Si no tienes ni una ni otra, derrama agua tres veces sobre la cabeza, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
4 Antes del bautismo, el bautizado y el que bautiza deben ayunar previamente, y todos los que puedan. Pero al bautizando le ordenarás que ayune uno o dos
días antes.

CAPÍTULO 8 El ayuno

1 No ayunéis juntamente con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Ayunad el día cuarto y el de la preparación que es el sexto.
La oración
2 Tampoco ores como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, orad así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre,
venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy nuestro pan cotidiano; perdónanos nuestra deuda como nosotros hemos
perdonado a nuestros deudores, no nos induzcas en tentación, sino líbranos del maligno, porque tuyo es el poder y la gloria por todos los siglos.
3 Ora así tres veces al día.

CAPÍTULO 9 La acción de gracias

1 Acerca de la acción de gracias, dad gracias de esta manera:


2 Primero sobre la copa: Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer a nosotros por medio de Jesús, tu
siervo. A ti la gloria por los siglos.
3 Y después del partimiento (del pan) decid: Te damos gracias, ¡Padre nuestro!, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús tu
siervo. ¡A ti la gloria por los siglos!
4 De la misma manera que este pan, que partimos, estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu iglesia de los confines de la
tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.
5 Que nadie coma ni beba de esta acción de gracias, sino los bautizados en el nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No deis lo santo a los perros.

CAPÍTULO 10

1 Cuando estéis saciados, dad gracias de la manera siguiente:


2 Te damos gracias, ¡Padre santo!, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestro corazón, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado
a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.
3 Tú, ¡Señor todopoderoso!, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran
gracias. Mas a nosotros nos hiciste el don de un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo.
4 Ante todo te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.
5 Acuérdate, Señor, de tu iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que
le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.
6 Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo es, que se arrepienta. Maranatha. Amén.
7 A los profetas, dejadles dar gracias cuanto quieran.

CAPÍTULO 11 Fidelidad a la doctrina

1 Quienquiera, pues, que venga a vosotros y os enseñe todas las cosas que se han dicho antes, recibidlo.
2 Pero si el mismo maestro, extraviado, os enseña otra doctrina para que os dividáis, no le prestéis oído; si, en cambio, os enseña para que aumentéis la
justicia y el conocimiento del Señor, recibidlo como al mismo Señor. El apóstol itinerante
3 Con los apóstoles y profetas, obrad de la siguiente manera, de acuerdo con la enseñanza evangélica:
4 todo apóstol que venga a vosotros, recibidlo como al Señor.
5 No se detendrá sino un solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es un falso profeta.
6 Cuando el apóstol se vaya no tome nada consigo, si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta. Apóstoles y profetas. No
juzgar al profeta
7 No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu. Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado.
8 Aun así, no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En efecto, por el modo de vida se distinguirá el verdadero
profeta del falso.

Otros signos de discernimiento

9 Todo profeta que ordene poner la mesa en espíritu, no come de ella; en caso contrario, es un falso profeta.
10 Todo profeta que predica la verdad, si no cumple lo que enseña es un falso profeta.
11 Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en el misterio de la iglesia en el mundo, si no enseña a hacer lo que él hace, no lo juzguen, pues su
juicio está en Dios. Así lo hicieron también los antiguos profetas.
12 Pero al que dice en espíritu: Dame dinero, o cualquier otra cosa, no le prestéis oído. En cambio, si dice que se dé a los necesitados, nadie lo juzgue.

CAPÍTULO 12 Peregrinos y vagos

1 A todo el que viniere en nombre del Señor, recibidlo. Luego, con el discernimiento que tenéis, examinadlo para conocerlo por su derecha y por su izquierda.
2 Al que pasa de camino ayudadlo en lo que podáis: pero no se quedará con vosotros sino dos o tres días, si fuere necesario.
3 Si quiere quedarse entre vosotros, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento.
4 Si no tiene oficio, proveed según la prudencia, de modo que no viva entre ustedes cristiano alguno ocioso.
5 Si no quiere aceptar esto, se trata de un traficante de Cristo: tened cuidado con tales personas.

CAPÍTULO 13 Sustento de profetas y maestros

1 Todo auténtico profeta que quiera residir entre vosotros es digno de su sustento.
2 Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como trabajador, su sustento.
3 Por tanto, tomaréis siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las daréis como primicias a los profetas, pues
ellos son sus sumos sacerdotes.
4 Si no tenéis profeta, dádselas a los pobres.
5 Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato.
6 Si abres una jarra de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas. 7 De tu dinero, de tu vestido y de todas tus posesiones, toma las primicias,
según te pareciere, y dalas conforme al mandato.

CAPÍTULO 14 La celebración del día del Señor

1 En el día del Señor reuníos y partid el pan, y dad gracias, después de haber confesado vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro.
2 Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con vosotros hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado su sacrificio.

3 Este es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y tiempo se me ofrece un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es
admirable entre las naciones».

CAPÍTULO 15 Elección de obispos y diáconos

1 Elegid obispos y diáconos dignos del Señor, que sean hombres humildes, no amantes del dinero, veraces y bien probados, porque también ellos os sirven a
vosotros como profetas y maestros.
2 No los menospreciéis, puesto que tienen entre vosotros el mismo honor que los profetas y maestros. Corrección fraternal
3 Amonestaos unos a otros, según los preceptos del Evangelio, en paz y no con ira. Que nadie hable al que pecare contra su prójimo, y no se le tenga ninguna
consideración entre vosotros, hasta que se arrepienta. El evangelio, norma de vida
4 Las oraciones que hagáis, las limosnas que deis y todo cuanto hagáis, hacedlo según los preceptos dados en el Evangelio de nuestro Señor.

CAPÍTULO 16 Fin de los tiempos

1 Velad por vuestra vida; procurando que estén ceñidos vuestros lomos y vuestras lámparas encendidas, y estad dispuestos, porque no sabéis la hora en que
vendrá el Señor.
2 Reuníos a menudo para buscar lo que convenga a vuestras almas, porque de nada os servirá el tiempo que habéis profesado la fe, si no fuereis hallados
perfectos el último día.
3 Porque en los últimos tiempos abundarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se transformarán en lobos, y el amor se cambiará en odio.
4 Habiendo aumentado la iniquidad, crecerá el odio de unos contra otros, se perseguirán mutuamente y se entregarán unos a otros.
5 Entonces es cuando el Seductor del mundo hará su aparición y titulándose el Hijo de Dios, hará señales y prodigios; la tierra le será entregada y cometerá
tales maldades como no han sido vistas desde el principio. Los humanos serán sometidos a la prueba del fuego; muchos perecerán escandalizados; pero los
que perseverarán en la fe, serán salvos de esta maldición.
6 Entonces aparecerán las señales de la verdad. Primeramente será desplegada la señal en el cielo, después la de la trompeta, y en tercer lugar la
resurrección de los muertos, según se ha dicho:
7 “El Señor vendrá con todos sus santos”
8 ¡Entonces el mundo verá al Señor viniendo en las nubes del cielo!

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