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¿CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA?

LEER Y ESTUDIAR LAS INTRODUCCIONES


La Biblia de Jerusalén es excelente en este punto y es la que ha inspirado casi todas las ediciones posteriores de la Biblia.
Algunas personas se dedican primero a leer y estudiar todas las introducciones de cada libro y luego comienzan la lectura
del texto bíblico mismo. Es lo mejor.
LEER Y MEDITAR LA BIBLIA
Para todos nosotros nos resultará muy difícil la lectura de la Biblia, si no imposible, leerla toda desde la primera página
hasta la última. Por tanto, hay que ser prácticos.
Si es la primera vez que te acercas a la Biblia, te proponemos un itinerario de lectura:
a) Empieza con el Evangelio de San Lucas. En él podrás conocer los rasgos más atrayentes de Jesús de Nazaret, nacido de
María.
b) Continúa con el libro de los Hechos de los Apóstoles. Allí podrás ver la hermosa actividad de la Iglesia naciente.
c) Después te recomendamos volver a los Evangelios, primero Marcos, luego el de Mateo y finalmente el de Juan.
Puedes intercalar, al fin, la lectura de alguna Carta de los Apóstoles: por ejemplo, a los Corintios, los Tesalonicenses, etc.
Otra forma es tener un calendario litúrgico y leer las lecturas que corresponden al día.
LECTURA Y MEDITACIÓN DE LA BIBLIA
Después de haber leído la introducción de un libro, comienza a leer el texto mismo. No te apresures en leer todo de una
vez. Lee solamente un pasaje, o un párrafo. Lee con atención y respeto, abriendo tu corazón a lo que Dios te quiere
expresar. Subraya los textos que te impactan.
En la primera lectura de un texto, te conviene leer siempre las notas explicativas que se encuentran debajo del texto
bíblico. Estas notas explicativas y los comentarios van a clarificarte la comprensión de los textos bíblicos más difíciles. Los
cursillos bíblicos intensivos, con un buen profesor, pueden ayudar mucho, y quizás sean imprescindibles para comprender
ciertos problemas y notas técnicas.
Y ahora, ¡a comenzar!... Trata de organizar tu vida de tal manera que todos los días encuentres un momento de 5 a 10
minutos para la Biblia. Busca un lugar tranquilo. Lee sistemáticamente, no saltando de una parte a otra, ni abriendo el libro
al azar. Nunca leas la Biblia para satisfacer tu curiosidad o sólo para saber más, sino para indagar lo que Dios quiere decirte.
Pues la Biblia es la Palabra de Dios, es la carta que Él envía a sus hijos. En la Biblia no busques ciencia, sino sabiduría. No
tengas miedo de subrayar y poner anotaciones en tu Biblia. Dice san Jerónimo: «No debes retirarte al descanso nocturno
sin haber llenado tu corazón con una pequeña parte de la Palabra de Dios».
PRINCIPALES BIBLIAS CATÓLICAS
Entre las Biblias Católicas más conocidas, y más usadas hoy entre nosotros, están las siguientes:
1. La Biblia de Jerusalén: Se llama así sencillamente por haber sido preparada por un numeroso equipo internacional de
biblistas, bajo la dirección de la famosa «Escuela Bíblica de Jerusalén». Apareció primeramente en francés (1956), de la que
se sacó la primera edición española en 1967. Luego ha seguido una segunda edición española en 1975, revisada y
mejorada. Es una excelente Biblia desde el punto de vista crítico, teológico y académico, con notas explicativas.
2. La Biblia de Navarra:  Esta cuidada traducción lleva más de 25 años de trabajo. La Biblia de Navarra es un extraordinario
esfuerzo para brindar una versión con una cuidada traducción, pero también con una notable colección de notas
explicativas. La novedad de esta edición consiste en una fórmula con personalidad propia que combina unos ingredientes
adecuados (la traducción y los comentarios) en unas proporciones justas para dejar hablar a la Biblia respetando su
identidad de texto que, fiel a su tradición, sale hoy al encuentro de la gente y le sugiere respuestas a las grandes
cuestiones: ¿quién es Dios? ¿qué es el ser humano, su origen, el sentido de su vida, su destino? ¿qué es la familia, el
trabajo, la amistad?
3. La Biblia Latinoamericana: Es una Biblia de tipo popular, con vocabulario al alcance de todos. Los autores han
pretendido relacionar la Palabra con la realidad social que vive Latinoamérica. Utiliza distintos tipos de letras (aún en el
texto bíblico) para presentar, por ejemplo, las diversas tradiciones del Pentateuco.
4. Hay también muchas otras ediciones católicas de la Biblia. Entre éstas no podemos dejar de nombrar las Biblias: Casa de
la Biblia, Nacar-Colunga y la Nueva Biblia Española de Juan Mateo.
El gran valor de estas ediciones modernas de la Biblia es, sobre todo, que se basan en los textos originales (hebreo-griego),
y no en la Vulgata Latina como anteriormente se hacía. Además, en sus introducciones y comentarios recogen lo mejor de
las investigaciones bíblicas modernas.
También contamos con la Biblia de Estudio de las Sociedades Bíblicas, elaborada por biblistas católicos y evangélicos, y que
cuenta con el respaldo del CELAM para ser utilizada en América Latina.
Quien medita cada día
la sagrada ley divina
con esta meditación
a la gloria se encamina.
Quien medita cada día
las Sagradas Escrituras
verá la mano de Dios
en todas las criaturas.
Cuestionario
¿Cuál es la regla de oro para la interpretación de la Biblia? ¿Se pueden sacar frases de su contexto y darles una
interpretación personal? ¿Qué significa interpretar la Biblia dentro de la Tradición Católica? ¿Cuál es la postura
protestante? ¿En qué se basan? ¿Qué acontece al interpretar la Biblia en forma personal y sin tomar en cuenta la
Tradición? ¿Qué se espera, al respecto, del Ecumenismo?

A. ¿QUÉ ES LA BIBLIA?
1. ¿Qué es la Biblia? Se llama Biblia al conjunto de textos inspirados por Dios para conducir a los hombres al cielo. Los
libros anteriores a Jesucristo forman el llamado antiguo testamento. Los demás textos son el nuevo testamento. La
inspiración divina de la Biblia está avalada por las tradiciones judeo cristianas.
2. ¿Qué dicen los judíos respecto a la Biblia? Los judíos sólo aceptan como inspirados los libros del antiguo testamento.
3. ¿Qué dicen los protestantes respecto a la Biblia? En la teoría protestante todavía imperan los lemas de "sola scriptura" y
"libre examen", que rechazan la Tradición y Magisterio eclesiástico, para afirmar que cada uno interprete la Biblia a su
manera. Por esto han surgido numerosas divisiones en el protestantismo. Sin embargo en la práctica, los protestantes
interpretan la Biblia según la tradición de su rama religiosa, y según las explicaciones de sus dirigentes.
4. ¿Qué dicen los ortodoxos respecto a la Biblia? En general, los ortodoxos coinciden con los católicos en su visión de la
Biblia.
5. ¿Qué dicen los católicos respecto a la Biblia? Los católicos aceptan también que la Biblia es inspirada por Dios. En
cuanto a la interpretación bíblica, los católicos siguen la Tradición, y el Magisterio del Papa.
B. INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA
1. ¿La Biblia necesita interpretación? Puede suceder que alguna lectura obtenga conclusiones opuestas a lo que Dios
quiere decirnos. Por esto, conviene que además de las opiniones personales, exista una interpretación auténtica que
garantice la fidelidad al deseo divino. Entre los católicos, esta tarea la realiza el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con la
Tradición.
2. ¿Por qué los católicos gozan de esta interpretación auténtica? Porque Jesucristo lo prefirió así, como lo muestra la
misma Biblia:
Jesucristo eligió a Pedro como cabeza y pastor de su Iglesia y le dijo: "todo lo que ates sobre la tierra quedará atado en los
cielos, y todo lo que desates sobre la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). (Sin referencias a la Biblia).
Jesús confirma y mejora al antiguo testamento. Sin embargo, en sus indicaciones a los Apóstoles nunca habla de seguir la
Biblia, sino de predicarle a Él y sus enseñanzas.
Jesucristo dijo a los Apóstoles: "Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado" (Mt 28, 19-20). (Cuanto os he mandado
oralmente pues así enseñó Jesús).
Jesucristo no quiso dejar ningún texto escrito, sino que prefirió elegir a sus Apóstoles como transmisores de su doctrina con
la ayuda del Espíritu Santo. Las enseñanzas de Cristo son igual o más importantes que las contenidas en el antiguo
testamento. Y el Señor prefirió transmitirlas oralmente dando así una categoría decisiva a la Tradición y al Magisterio de la
Iglesia. Jesús no quiso escribir, prefirió dejarnos a Pedro.
3. ¿No es raro que unos hombres interpreten la palabra de Dios? No es raro, si estos hombres han recibido el mandato
divino de obrar así, enseñando a todas las gentes. Además, el Papa y los obispos mantienen -lógicamente- un exquisito
respeto hacia los textos bíblicos, estudiando bien su contenido; y al dar una interpretación actúan bajo la guía del Espíritu
Santo y del mismo Jesucristo que cuida de su Iglesia: "Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo" (Mt 28, 19-20).
4. ¿No es mejor que cada uno interprete la Biblia a su manera? Esto no es conveniente, pues con gran facilidad cada uno
puede entender lo que le parezca tomando un texto aquí o allá, sin tener en cuenta otros textos bíblicos y otras enseñanzas
de Jesucristo
5. ¿Por qué Dios ha preferido actuar así? El Señor ha querido unir la Biblia a la Tradición y al Magisterio, buscando el bien
del hombre:
La soberbia y autosuficiencia hacen mucho daño al hombre. Fue el pecado del diablo que quiso independizarse de Dios.
Nosotros no somos dioses sino criaturas, y la autonomía respecto a Dios nos destroza. Por esto, el Señor previene el orgullo
y prefiere que no sea cada uno quien se autodiseñe la Biblia.
Dios creó al hombre como ser social: "No es bueno que el hombre esté solo" (Gn 2, 18). Tampoco el hombre se autosalva,
sino que conviene a la naturaleza humana avanzar hacia el Señor con la colaboración de otros hombres. Otros hombres le
bautizan y confiesan.
6. ¿Algún ejemplo de interpretación bíblica? En el antiguo testamento se prescriben algunas normas limitadas a una época
o situación concreta. En el nuevo testamento se corrigen algunas. Otras se han modificado posteriormente. Con esto no se
actúa contra la Biblia, sino a favor de su interpretación adecuada, buscando realizar lo que Dios desea, distinguiendo lo que
debe hacerse siempre, de lo que sólo eran normas circunstanciales y transitorias.
7. ¿Un ejemplo? En el antiguo testamento estaba ordenado: lapidar a las adúlteras, no comer carne de cerdo, sacrificar dos
corderos cada día, realizar la circuncisión (esto era muy importante), etc. En el nuevo testamento, se lee como Dios insta a
Pedro a modificar algunas cosas, sobre todo el cambio tan grande de suprimir la circuncisión. Reunidos los apóstoles con
Pedro decretaron: "Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que las necesarias: abstenerse
de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la fornicación. Obraréis bien al guardaros de
estas cosas" (Hch 15, 28-29). Este texto bíblico muestra como el Señor guía a los apóstoles. Aquí, el antiguo y nuevo
testamento se oponen aparentemente, pero sigue siendo Dios quien guía a su pueblo, antes mediante Moisés, luego con
Pedro, ahora mediante el Papa. Es el estilo divino de actuar.
8. ¿La Iglesia católica prohíbe reflexionar en la Biblia? No, no. La lectura y meditación de la Biblia está muy recomendada
en la Iglesia católica, siempre que uno la lea con deseo de orar, aprender y acercarse a Dios. Sobre todo, es muy
aconsejable leer los evangelios.
C. INSPIRACIÓN DIVINA DE LA BIBLIA
1. ¿Qué significa que la Biblia es inspirada por Dios? La inspiración divina de la Biblia significa que Dios mismo es el autor
principal de estos libros, aunque utilizó para escribirlos un instrumento humano. El autor humano escribe con su estilo,
pero bajo la inspiración divina, de modo que lo escrito realmente es palabra de Dios.
2. ¿Cómo se sabe que la Biblia está inspirada por Dios? Esta inspiración se conoce por dos motivos principales:
El Señor al dirigirse a los hombres añade a sus palabras unos hechos portentosos -milagros- que testifican esas frases como
divinas. La Tradición y el Magisterio transmiten esos textos como auténticos, diferenciándolos de otros libros.
3. ¿Qué milagros ha habido? En el antiguo testamento se narran bastantes milagros, sobre todo en torno a Moisés. En el
nuevo testamento son muy conocidos y abundantes los de Jesucristo. También se recogen hechos prodigiosos de los
Apóstoles. 
D. USO DE LA BIBLIA
1. ¿Cómo se usa la Biblia? Los teólogos emplean las sagradas escrituras para sus estudios. Los católicos usamos la Biblia
para aprender y rezar, no para resolver cuestiones. Para solucionar dudas disponemos del catecismo.
2. ¿No para resolver cuestiones?  Los católicos a la hora de resolver dudas nos preguntamos más bien ¿qué dice el
catecismo sobre esto? Y obtenemos grandes ventajas: el catecismo es más claro, reúne enseñanzas más desarrolladas, y es
igual de seguro que la Biblia. Para resolver cuestiones, la Biblia reclama estudios e interpretación que no están al alcance de
cualquier aficionado. Para rezar es maravillosa.
3. ¿Errores? En torno a la Biblia, hay unos modos de razonar que conducen a equivocaciones. Suelen coincidir en la
pretensión de usar la Biblia como sistema para resolver dudas; olvidando la Tradición y el Magisterio. Veamos unos
argumentos erróneos:
"Jesucristo nunca dijo esto".- Esta frase conduce a varios errores, porque en la Biblia no aparece todo lo que el Señor dijo, y
hay cosas que debemos cumplir aunque Jesús no las mencionara. Por ejemplo, probablemente Jesucristo nunca habló del
aborto, de las drogas, del terrorismo, de las armas de destrucción masiva, del uso de anticonceptivos, etc.
En cambio, el Señor habló varias veces del primado de Pedro y de la misión de los apóstoles. Jesús no quiso decirlo todo,
sino que nos dejó al Papa como maestro y guía, que nos enseña y conduce hacia Él.
"Esto no está en la Biblia".- Otra frase que conduce a errores parecidos, porque no todo está en la Biblia. Los cristianos no
seguimos a la Biblia sino a Cristo, guiados por el Papa.
"Mira lo que dice la Biblia".- Si uno se atiene sólo a la Biblia, puede decidir que se debe lapidar a las adúlteras, que la
poligamia está permitida, y que se debe circuncidar a los familiares, animales incluidos... Dejemos a los expertos que
analicen las Escrituras y nosotros disfrutemos de su piadosa lectura. Para resolver cuestiones, usemos el catecismo -y lo
veremos lleno de citas bíblicas bien escogidas-.

BIBLIA CATÓLICA... BIBLIA COMPLETA


Respuestas para los hermanos evangélicos, pentecostales y todo el que quiera conocer la verdad.
La Biblia protestante es diferente de la católica. Mirando el índice de libros que contiene la Biblia contamos 66 libros,
mientras que la Biblia católica y la Biblia ortodoxa contienen siete libros más. En la Biblia protestante faltan 1 y 2
Macabeos, Tobías (o Tobít), Judit, Baruc, Sabiduría, y Eclesiástico (o Sirácides) conocidos como "deuterocanónicos" [1]. Los
hermanos llaman a los siete libros deuterocanónicos  "Apócrifos" que significa no inspirados, y por eso no admitidos por la
Iglesia. Pero ya vimos que sí fueron aceptados por la ella junto con el NT http://es.catholic.net/op/articulos/56845/la-
iglesia-que-establecio-el-nuevo-testamento.html.
¿Por qué la diferencia?
Vimos que fue solamente en el año 393 d.C. que los obispos se unieron con los sacerdotes y laicos para discernir cuáles
libros formarían parte del canon. La Iglesia tenía el poder de hacer eso porque Jesús le dio el poder de atar y desatar (Mt
18, 18) y prometió enviar al Espíritu Santo para la plenitud de la verdad (Jn 14, 26).
En el siglo XV Martín Lutero pensó que los primeros cristianos usaban el "canon judío de Palestina" (los libros escritos en
hebreo), un rollo de 39 libros. El rollo grande de 46 libros (en griego, idioma internacional de este tiempo), el "canon
Alejandrino" o "traducción de los Sesenta" (LXX) era aceptado por la gran mayoría de los judíos dispersos por todo el
mundo (la "diáspora"). Alejandría era el más grande e importante centro judió en el mundo de habla griega.
En el año 70 d.C. algunos líderes judíos se reunieron para decidir otro canon, (conocido como el canon de Palestina)
quitando los siete libros, su objetivo era regresar al canon hebreo, y distinguirse así de los cristianos [2].  Pensaba que lo
que no fue escrito en hebreo no era inspirado (aunque Eclesiástico y 1 de Macabeos estaban originalmente escritos en
hebreo y Arameo. [3]) Sin embargo, la discusión entre ellos siguió por muchos años. Había mucho desacuerdo entre los
diferentes grupos y sectas judías. Los saduceos solamente confiaban en el Torá, los fariseos no podían decidir sobre Ester,
Cantares y Eclesiastés. Solamente en el segundo siglo los fariseos decidieron 39 libros [4]. El apóstol Pablo, que viajó por
todo el mundo de hablar griego, tenía que utilizar el LXX.
Cuando a san Jerónimo se le pidió que tradujera la Biblia en latín (en 382 d.C.) optó por seguir la decisión de los judíos y
rechazó los siete libros, llamándolos "apócrifos". (No sabemos por qué les llamó así). Esta decisión de Jerónimo fue
rechazada por los concilios ya mencionados Y Jerónimo aceptó la decisión del Concilio de Roma
Al fin y al cabo, los judíos expulsaron a los cristianos de la sinagoga y no les dejaron participar en la decisión sobre el canon.
Y por haber rechazado a Jesús, ¿por qué dar a ellos la autoridad sobre el canon del AT? !No somos la Iglesia fariseíca!
Martín Lutero y los demás reformadores decidieron seguir la decisión judía de basar el canon del AT sobre el idioma hebreo
y sacaron los siete libros de su Biblia. Los llamaron "apócrifos" siguiendo la idea inicial de San Jerónimo. Así comenzó la
Biblia Protestante. En el tiempo de la Reforma, Lutero (1534) introdujo la idea de calificar los varios libros del NT según lo
que él consideraba su autoridad. Otorgó un grado secundario a Hebreos, Santiago, Judas y Apocalipsis, los puso al final de
su traducción. Hizo igual con los siete libros del AT, pero no los quitó de la Biblia. Dijo que no son iguales a las Sagradas
Escrituras, pero sí son útiles y buenos para leer (Artículo VI de los 39). En 1643 el profesor John Lightfoot les llamó "apócrifa
desgraciada". En 1827 la Sociedad Británica y Extranjera de la Biblia los omitió completamente en su Biblia. Luego, otras
editoriales hicieron lo mismo.
Algunos hermanos dicen que la Iglesia católica añadió estos siete libros en el Concilio de Trento (siglo XVI), pero Lutero no
hubiera podido rechazar estos libros si ellos no hubieran estado ya en el canon [5].  Otros dicen que no se citan en el NT.
Pero, tampoco el Nuevo Testamento cita Ester, Abdías y Nahum, y sin embargo los hermanos los aceptan en su Biblia.
Los cristianos usaban el rollo grande más que el pequeño por ser escrito en griego. El griego, idioma universal de este
tiempo, era el idioma del NT. Justino Marti escribió que la Iglesia tenía un AT distinto al de los judíos. Sin embargo, por
consideración a ellos, sobre todo en las controversias, algunos representantes aislados de la Iglesia, por lo menos en la
práctica, no pusieron ya desde el principio, los siete en la misma línea con los otros 39.
Los judíos de Palestina decidieron el Canon del AT en la Ciudad de Jamnia en el año 70 d.C., rechazando los siete libros
escritos en griego (que seguían los judíos en la diáspora). Algunos hermanos se basan en Ro 3, 1-2 para decir que el
cristiano debe reconocer esta decisión judaica palestina: "¿Qué ventaja tiene pues, el judío?. Primero; ciertamente, que les
ha sido confiada la palabra de Dios" [6]. Pero en esta misma reunión judía realizaron una oración en contra de los
cristianos, y ésta circulaba por décadas. Si vamos a contar con la decisión de los judíos, años después de la muerte de Jesús
para el AT ¿por qué a la vez no aceptar esta oración anticristiana? ¿Por qué no confiar también en ellos para el canon del
NT?
Los manuscritos más antiguos del AT (por mil años) contienen los Deuterocanónicos. Salvo la ausencia de Macabeos en el
Codex vaticanus, el más antiguo texto griego del AT, TODOS LOS DEMAS manuscritos contienen los siete libros.
"De los 850 documentos de los que han hallado restos en Qumrán, 223 son copias de distintos libros del Antiguo
Testamento; se hallan representados casi todos los libros de la Biblia hebrea (menos Ester), y algunos deuterocanónicos
(Tobías, y Ben Sira o Eclesiástico)... Como se sabe, la actual Biblia hebrea tiene como base un manuscrito de Leningrado
copiado el año 1008 d.C., y representa el texto consonántico oficial rabínico (Texto Masorético), fijado con toda precisión
en el siglo II d. C., y transmitido sin variantes hasta nuestros días. Frente a él, los cristianos de Oriente y los occidentales no
reformados utilizaron habitualmente los libros y el texto representados por la antigua versión griega de los LXX... Al
publicarse los primeros manuscritos bíblicos de Qumrán, en concreto, dos rollos de Isaías encontrados en la cueva 1, se
encontró que estos textos -mil años más antiguos que los manuscritos medievales en que se basan las biblias hebreas y
anteriores a la unificación masorética-, eran prácticamente iguales al texto conocido". Los documentos del Qumrán, ¿qué
aportan al cristianismo, por Eulalio Fiestas Le-Ngoc en Palabra, Octubre 1994, p. 71.
"Los Padres conciliares (de Trento) sabían que los concilios africanos (Hipona, Cártago) del siglo IV habían aceptado los
libros deuterocanónicos..resulta curioso, que Trento, al aceptar un canon más largo, parece haber conservado un auténtico
recuerdo de los primeros días del cristianismo, mientras que otros grupos cristianos, en su reconocido intento de volver al
cristianismo primitivo, se decidieron por un canon judío más reducido  que, si están en lo cierto algunos investigadores
protestantes como A.C. Sundberg y J.P. Lewis, era una creación de época posterior".¡Estos investigadores protestantes
descubrieron que la Iglesia primitiva usaba el rollo grande!
Cuando los autores del NT citan algo del AT, lo citan, según la traducción griega de los Setenta, el 86% de las veces.
Algunos hermanos admiten esto pero tratan de decir que los siete libros eran "suplemento" del rollo grande, y por eso
Cristo y los apóstoles no los citaron. Pero los autores del NT no hacían esta distinción. Citar el rollo era admitir que todo ello
es inspirado. Si eran falsos, agregarlos como "suplemento" hubiera sido hacer impuro todo el rollo (y el culto en el cual se
les utilizaba). Sabemos la reverencia de lo judíos hacia las Sagradas Escrituras. Cuando Jesús entró en la sinagoga para leer
del libro (Lc 4, 6-17) hubiera sido un momento provechoso para decir que entre los libros había siete que no eran
inspirados.
Además, los siete sí son citados en la Tradición oral, como demuestran los padres apostólicos. Y son citados directa o
indirectamente en los siguientes: Mt 6, 7 alude a Eclo 7, 14. Mt 6, 14 alude a Eclo 28, 2; Ro 1, 19-32 alude a Sab de 12, 24 a
13, 9; Ef 6, 14 la idea está en Sab 5, 17-20, y Stg 1, 19 es influenciado por Eclo 5, 13. 1 P 1, 6-7 se ve en Sab 3, 5-6. Compara
Heb 1, 3 y Sab 7, 26-27 1 Co 10, 9-10 con Jud 8, 24- 25, 1 Co 6, 13 y Eclo 36, 20, etc.
Es importante recordar que los hermanos aceptan libros del AT que nunca son citados en el NT como Rut, Eclesiastés,
Cantares, y que ¡la Carta de Judas (vv. 14 y 9) cita a 1 Enoc y la "Asunción de Moisés"!
¿Por qué aceptar algunos libros, pero no todos cuando fue la misma Iglesia que decidió aceptar toda la Biblia de una vez
como la tienen los católicos?
Al fin y al cabo el debate sobre si los siete libros son apócrifos o no, es un debate sobre cómo sabemos si ellos son
inspirados. Y vimos que sin la Iglesia no podemos saber esto. El católico sabe con certeza que la Biblia es inspirada porque
la Iglesia católica dijo que lo era, la última vez en el concilio de Trento.
Martín Lutero en su Comentario sobre San Juan dijo: "Estamos obligados de admitir a los Papistas que ellos tienen la
Palabra de Dios, que la hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún conocimiento de ésta". Esta Iglesia
pronunció que TODOS los 73 libros que componen el Antiguo y Nuevo Testamento son revelación.
En 1615 el arzobispo anglicano de Cantebury proclamó una ley que llevaba un castigo de un año en la cárcel para cualquier
persona que publicara la Biblia sin los siete libros deuterocanónicos, ya que la versión original de la King James los tenía.
Hermano, imaginemos que un cristiano solamente tiene el Evangelio de Marcos, le faltaría mucho en su conocimiento de
Jesucristo, no sabría nada de su infancia, porque esto se encuentra solamente en Lucas y Mateo; nada del Padre Nuestro
(no está en Marcos), la parábola del hijo pródigo, la boda de Caná, etc. Si un hermano tuviera solamente una hoja de la
Biblia, ¿podría pensar que sabe toda la revelación de Dios?
Sin la Biblia católica un hermano difícilmente sabría toda la revelación de Dios sobre los difuntos y el purgatorio (2 Mac 12,
45; Sab 3, 5-6), sobre el alma (Sab 3,1), el buen uso del vino (Eclo 31, 25-27), María, la madre de Jesús (Jdt 13, 18-20), la
intercesión de los Santos para nosotros (2 Mac 15,13-14) y muchas otras cosas. ¿Por qué no pedir a Dios luz sobre este
asunto importante?
¿Qué dijo la Iglesia primitiva?
Entre los padres de la Iglesia Clemente cita a Judit, Tobías y Ester. En su Carta al los Corintios (27, 5). Cita Sab. 12, 12.
Didajé cita Eclo 4, 31 (en 4, 5) y Sab12, 5 (en 5, 2).
Carta de Bernabé cita a Sab 2, 12 (en 6, 7).
Policarpo, en su Carta a los Filipenses (10:2) cita a Tobías 4, 10.
También los siete libros "deuterocanónicos" ofrecieron a los antiguos artistas cristianos materia para decorar las
catacumbas.
Los eruditos hablan
Del libro Evangelio y tradición de Israel. Matthieu Collin & Pierre Lenhardt, EVD, España, 1991.
"Los Hechos hacen decir también a Pablo: Nada he hecho contra nuestro pueblo o contra las reglas recibidas de nuestros
padres" (Hch 28, 17). Aquí se ve claramente que se trata, ya no en primer lugar de la escritura -la torá escrita-, sino de la
forma de vivir transmitida por los padres, que es exactamente la Torá oral de los fariseos. Además, Flavio Josefo utiliza la
misma expresión que los Hechos: "formación estricta", para hablar del estudio fariseo de la ley (p. 11).
Bajo el título Torá escrita y Torá oral: "El primer anécdota destaca el hecho de que la Escritura no puede prescindir de un
mínimo de oralidad. Para que se entienda la palabra de Dios, hay que leerla, y por tanto, ante todo, aprender a leer. La
lectura supone el aprendizaje del alfabeto con un maestro digno de confianza. Para acceder a la palabra de Dios escrita, se
necesita un maestro autorizado, lo cual permite concluir que la Torá escrita se transmite por la Torá oral. ¿Cómo podría un
maestro conducir a la palabra de Dios escrita, si su palabra oral, por elemental que fuese, no fuera el comienzo de la
palabra de Dios? Por otra parte, ¿Puede concebirse que la palabra de Dios escrita, cuando es recibida y transmitida
oralmente, pueda dejar de ser palabra de Dios? Además, hay que reconocer que la Torá oral precede a la Torá escrita en la
enseñanza, lo mismo que la precedió en el momento de la revelación del Sinaí, donde Dios habló a Moisés antes de escribir
sus mandamientos en las tablas de piedra.... Notémoslo aquí: La expresión "toda la Torá" significa para un fariseo la Torá
escrita y la Torá oral (cf. Pablo en Gál 5, 14)" (p. 18).
La necesidad de la interpretación y traducción autorizada.
"La coherencia de la Torá consiste en enseñar ella misma que no puede recibirse como palabra de Dios más que en la
tradición controlada y autorizada que transmiten los sabios (p. 19).
"Los sabios reunidos en Yabné no hicieron más que confirmar la Torá oral de los fariseos. A más tardar en el año 100 d. C.,
es evidente que se enseña en Israel que hay una Torá bajo dos formas: la Torá escrita y la Torá oral (p. 29).
"El punto de partida es la recepción: la Torá no es obra de los hombres, sino que Moisés la transmitió después de recibirla
de Dios. Es la Torá en toda su amplitud la que aquí se transmite, y es la Torá oral la que evidentemente tiene aquí la
prioridad, ya que depende de la legitimidad de la sucesión de los maestros" (p. 29). Jesús siguió la misma línea cuando
implementó la regla de la Sucesión Apostólica.
 
"Según el modelo de la tradición farisea, Torá oral viva, la tradición apostólica no sustituye nunca al maestro que
permanece en medio de los suyos y es el único "transmisor" del evangelio de Dios. Lo mismo que los maestros fariseos
hablan en "la cátedra de Moisés" (Mt 23,2), es decir, con su autoridad propia, también los "apóstoles" hablan en nombre
de Cristo Jesús, con su autoridad propia: por medio de su Espíritu es como él sigue garantizando la auténtica fidelidad de la
tradición y de la cadena apostólica de los Discípulos dentro de las comunidades reunidas en su nombre y estructuradas en
torno a los sucesores auténticos de sus "apóstoles" (p. 35).
Analizando al primer historiador cristiano -Eusebio de Cesarea (Hist. Eccl.)- donde él habla de Policarpo, los autores dicen:
"Se reconoce ya desde el principio el vocabulario de la tradición: "esas opiniones no las han transmitido...", pero lo más
significativo es lo que se dice de la enseñanza de Policarpo. Efectivamente, Ireneo indica que Policarpo refería al mismo
tiempo los hechos y las obras del Señor transmitidos por los testigos oculares de la vida de Jesús y sus enseñanzas
transmitidas de memoria; Policarpo lo recibió todo esto y lo enseñaba en conformidad con las escrituras, que son aquí
evidentemente las Escrituras en sentido estricto, la Torá escrita; Ireneo observa que a su vez también él memorizó esa
tradición en su corazón y no en un cuaderno, rumiándola sin cesar.
"Ireneo insistirá más tarde en la sucesión legítima de los "predicadores del evangelio", que son los obispos en cada una de
las Iglesias de Dios repartidas por todo el mundo.... A este orden es al que dan su asentimiento muchos pueblos bárbaros
que creen en Cristo: Poseen la salvación, escrita por el Espíritu sin papel y sin tinta en sus corazones, y guardan
escrupulosamente la antigua tradición, creyendo en un solo Dios,... Los que sin letras han abrazado esta fe son bárbaros en
cuanto al lenguaje... Gracias a la antigua tradición de los apóstoles, rechazan hasta el pensamiento de cualquier invención
mentirosa de los herejes (Ireneo Adv. haer., III, 4,1-2)" (pp. 45- 46).
_______________________________
Notas:
[1] Deutero quiere decir "segundo" y no "falso". "Deuterocanónico" es el segundo cánon: los libros aceptados después de
otros. El NT también tienen libros "deuterocanónicos" , o sea que, fueron aceptados por los católicos, por ejemplo 1 y 2
Pedro, Hebreos. Estos no fueron universalmente reconocidos al principio.
[2] Nuevos hallazgos arqueológicos, incluso los rollos del Mar Muerto, Qumrán, indican que había otras listas de libros
aceptados como inspirados (canons) además de éstos. Los judíos no explícitamente definieron el canon hasta el segundo
siglo después de Cristo. Ver "Apocrypha" por Robert Dentan The Oxford Companion to the Bible, New York: Oxford Univ
Press, 1993, p. 37.
[3] Archaeology and the Bible, Edwin Yamauchi. The Oxford Companion to the Bible, p. 53. También Hall y LLoyd, p. 153.
[4] Ver los argumentos del Rabí Aquiba en la Misna "Yadaím".
[6] Martín Lutero argumentó que el historiador Josefo no reconoció los siete libros, pero no es cierto. Sí reconoció el libro
de Judit, algo que los hermanos no siempre mencionan en sus argumentos en contra de los siete libros. Además, Josefo no
era cristiano para basarse en él como norma.
[7] Otro libro, cuyo autor es anónimo, cita el año 1547 como la fecha en que la Iglesia añadió los siete libros. Un católico
Investiga el Evangelio y Halla la Verdad de la Vida, (p. 8) Pero de igual manera es después de Lutero.
Este mismo libro se contradice al decir que la Iglesia no tenía los siete libros en su Biblia hasta el siglo XVI, y a la vez dice
que los siete libros estaban incluidos en la Biblia Vulgata de San Jerónimo (del Siglo IV). Por ser en latín, (idioma de la
Iglesia), en el occidente se usó esta Biblia hasta el siglo actual.
[8] Canonicidad por James Turro y Raymond Brown en Comentario Bíblico San Jerónimo, Ediciones Cristiandad, 1972, 1990,
p. 70.

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