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La administración es el proceso que busca darle un uso más eficiente a los

recursos, mediante la planificación, organización, ejecución y control de los mismos,


para alcanzar las metas de una organización.
En la administración se conjugan elementos de ciencia, arte y técnica . Posee propiedad
de las ciencias sociales, como por ejemplo la aplicación de un método científicamente
estudiado. De igual manera, la creatividad y la intuición asignan a la administración
atributos propios de las artes y sólo mediante su aplicación práctica, se aprende el
oficio y la técnica administrativa.

La administración como ciencia

La administración se cataloga como ciencia por su definición, es decir, un


conjunto organizado de conocimientos sobre la administración, de índole universal y
basada en una teoría que se refiere a verdades generales.
No obstante, la administración es considerada la más inexacta de las ciencias sociales ,
porque entre otras variables, no puede determinar con precisión el comportamiento del
factor humano sobre el cual actúa, a diferencia de las ciencias exactas que sí permiten
hacer cálculos del todo precisos; como por ejemplo, la ley de gravitación universal en
física.

De cualquier modo, la administración cumple con características propias de las


ciencias sociales, como la observación y el método científico que le permiten encontrar
las distintas variables, así como la aplicación de técnicas, principios y teorías que
conforman los hechos administrativos y que permiten el crecimiento y desarrollo de las
organizaciones, alcanzando sus objetivos, mediante el seguimiento de una metodología
diseñada para ello.

 La administración como un arte

La administración es considerada un arte porque una parte importante de su


aplicación tiene que ver con el uso de cualidades propias de las artes como la
inventiva, la creatividad y la intuición. El único medio para diseñar una estrategia
vanguardista, ante contratiempos frecuentes, en una empresa u organización es el uso
de la creatividad. La visión de la administración como arte refiere que la capacidad de
gestión supone el uso de cualidades innatas como la intuición, el ingenio natural y la
personalidad. Estos atributos son imposibles de enseñar, y están asociados a la
capacidad de liderazgo del administrador, cuyas habilidades se pueden desarrollar,
pero no adquirir.
La administración, en su visión artística, implica tres aspectos fundamentales:

 La invención, más que la simple adecuación a técnicas y procedimientos.


 La práctica constante, más que la aplicación de fórmulas elementales.
 La aplicación de la inteligencia en la experiencia, más que la simple
comprensión.
 

La administración como técnica

La noción de la administración como técnica se basa en dos puntos de vista. El


primero de ellos observa a la administración como una función de las organizaciones,
centrada en la ejecución de un proceso continuo. La segunda perspectiva, visualiza a la
administración como un método que solo se aprende, de forma adecuada, a través de la
experiencia directa.

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 La administración, ciencia, arte y técnica

La administración contiene elementos de ciencia, arte y técnica, no es


exclusivamente una de ellas, sino más bien una conjunción de las tres. En principio, se
observa que posee propiedades de las ciencias sociales como la aplicación de un método
científicamente estudiado, por ejemplo.

Así mismo, en ella se encuentran atributos propios de las artes como la creatividad y
la intuición, por mencionar algunos. Además, solo a través de su aplicación práctica se
aprende el oficio y la técnica administrativa.
La administración como ciencia

Para Frederick W. Taylor la administración científica consistía fundamentalmente


en ciertos principios generales amplios, una cierta filosofía que puede ser aplicada en
muchas formas; y cualquier descripción de lo que un individuo o conjunto de individuos
considera como el mejor mecanismo para aplicar estos generales.

Más que una ciencia como tal, la administración puede ser entendida como una
disciplina académica o un campo de estudio representado en un conjunto
de teorías y principios cuya implementación no brinda absoluta certeza sobre los resultados
que se obtendrán, ya que, entre otras variables, no puede predecir con exactitud el
comportamiento del componente humano sobre el cual actúa; a diferencia de las ciencias
exactas, cuyas leyes universales (la ley de la gravedad en la física, por ejemplo) sí permiten
hacer cálculos totalmente precisos, de ahí su denominación.

Sin embargo, cumple con características propias de las ciencias sociales. Mediante
la observación y el método científico pretende encontrar las distintas variables, técnicas,
principios y teorías que conforman los hechos administrativos (los relativos a la
organización, su objeto de estudio) y que les permiten a las organizaciones crecer,
desarrollarse y alcanzar sus objetivos consistentemente como resultado de la aplicación de
un proceso científicamente estudiado y aplicado siguiendo una metodología diseñada para
ello.

La administración es una ciencia, cuyo campo de estudio lo constituye el


comportamiento de la organización. Su conocimiento y el empleo de las técnicas
administrativas permiten la conducción de los grupos formales hacia la consecución de los
objetivos previstos, en un ambiente en que todas las personas, trabajando juntas, aporten
sus mayores esfuerzos de acuerdo con acciones preestablecidas.
La administración como un arte

La administración se ha definido como el arte de conseguir resultados a través del


esfuerzo de terceras personas. Se ha dicho, además, que alguna fracción indeterminada de
su aplicación se corresponde con atributos propios de las artes como la inventiva,
la creatividad y la intuición.

La imagen de la administración como arte implica que la capacidad de gestión es


cuestión de intuición, ingenio natural y personalidad. Administrar implica esas cualidades
indefinibles y, por tanto, imposibles de enseñar, asociadas con la idea de liderazgo,
cuyas habilidades se pueden desarrollar, pero no adquirir. Esta postura asume que el artista
(administrador) posee talentos innatos.

Analizando esta posición, se comprende que no es conveniente catalogar la


administración únicamente como arte, ya que el resultado de las artes es una obra que se
dirige a los sentidos con el propósito de generar una reacción, una emoción o hasta un
sentimiento en quien la aprecia o vivencia y este no es el propósito de la administración,
como se verá más adelante.

La administración como arte implica inventiva más que mera conformidad, práctica
más que simples fórmulas, sabiduría más que puro conocimiento. Observar a un
administrador efectivo en acción es como ver a un artista trabajando. (Shaw et al., p. 195)

La administración como técnica

Como técnica la administración es apreciada desde dos ópticas. La primera la


observa como una función organizacional consistente en la ejecución de un proceso
continuo. La segunda la advierte como una práctica que solo se aprende adecuadamente a
través de la experiencia.
Conclusión

La administración es ciencia, arte y técnica. La administración es una ciencia que


estudia las organizaciones y su comportamiento. También es un arte que implica
creatividad, práctica y pericia. Además, es una técnica desarrollada a través del proceso
administrativo. Por último, es considerada como un oficio práctico que se aprende mediante
el trabajo, no es posible ser un buen administrador sin experimentar la labor en el día a día.
Bibliografía

 Dansby, Robert L. y Sovak, Karel. Principles of management, 2020.


 Drucker, Peter Ferdinand. Management. Revised Edition. Harper Collins, 2008.
 Mintzberg, Henry. Managing. Berret-Koehler, 2009.
 Mintzberg, Henry. Simply Managing. Berret-Koehler, 2013.
 Paniagua, Carlos Germán. Principales escuelas del pensamiento administrativo.
EUNED, 2005.
 Shaw, Douglas; Schneier, Craig E.; Beatty, Richard W.; y Baird, Larry S.
Performance, Measurement, Management, and Appraisal Sourcebook. HRD Press,
1995.

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