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103-A-2022

CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO, SAN SALVADOR, A


LAS ONCE HORAS CON QUINCE MINUTOS DEL DÍA VEINTIUNO DE
JULIO DEL AÑO DOS MIL VEINTIDÓS.

Conocemos el Recurso de Apelación, interpuesto por la Licenciada ALBA


EVELYN CORTÉZ DE ALVARENGA, quien es mayor de edad, salvadoreña,
Abogada y Notaria, del domicilio de esta Ciudad y Departamento, con Tarjeta de
Identificación de la Abogacía número -------------, actuando en su calidad de
Apoderada General Judicial con cláusula especial de la señora ---------, mayor de
edad, salvadoreña, doctora en medicina, del domicilio de esta Ciudad y
Departamento, quien ostenta la calidad de parte demandante dentro del proceso
tramitado en primera instancia. Impugnan la Sentencia Interlocutoria dictada por la
Jueza Primero de Familia Pluripersonal, Interina, de esta Ciudad, Licenciada MARÍA
ESTELA CALDERÓN DE HERNÁNDEZ, emitida a las diez horas y diez minutos
del día dieciséis de mayo del presente año, la cual consta a fs. 76 del expediente, dentro
del proceso de Declaratoria Judicial de Unión No Matrimonial, por fallecimiento,
clasificado bajo la referencia judicial N.U.E. 09161-21-FMPF-1FM2 (7) E.

Esta Cámara advierte que el presente incidente ingresó a esta Instancia el día
catorce de julio del presente año.

I) La Interlocutoria señalada ut supra, ha sido atacada en los siguientes puntos,


correspondiendo el primero a su parte argumentativa, el segundo y tercero a su parte
resolutiva: “[…]es necesario que se acredite la calidad de herederos de las personas que
comparecen como demandados en el presente proceso, puesto que la declaratoria es imperativa para
el despliegue de los efectos jurídicos y constituye un requisito elemental para el desarrollo normal de
este tipo de procesos según lo dispone el Art. 125 inc. 2º del CF y la omisión del mismo conllevaría una
transgresión al principio de legalidad y el debido proceso. […] Requiérase a la Licenciada ALBA
EVELYN CORTÉZ DE ALVARENGA , que deberá presentar a este Tribunal la
Declaratoria de Herederos realizada por cualquiera de las vías reguladas por la Ley, a efecto
de acreditar los legítimos contradictores y continuar con el trámite de Ley en el presente proceso. […]
En tal sentido, suspéndase el desarrollo del presente proceso por el término de SEIS MESES, a
efecto que se dé cumplimiento a lo requerido en el párrafo antecedente, no obstante a ello si dicho
trámite finaliza antes del vencimiento del plazo otorgado, se deberá informar a este Tribunal para
reactivar el presente expediente” [SIC].

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II.- Inconforme con lo resuelto, la Licenciada ALBA EVELYN CORTÉZ DE
ALVARENGA, mediante escrito [fs. 80/86], interpuso Recurso de Apelación, en el
que, en síntesis, argumentó lo siguiente: “[…] Que los tres puntos impugnados de la sentencia
interlocutoria le causan agravio emocional y patrimonial evidente a mi representada, obstruyéndo le
su derecho de acceso a la justicia, violándole su derecho de defensa y contradicción, además de
configurarse violencia contra la mujer en la modalidad institucional, conforme se define en el Art. 10
literal b) de la Ley Especial Integral para una vida libre de violencia para las mujeres (LEIV) […].
Agravio emocional, porque al encontrarse mi representada en una situación de viudez y pérdida
irreparable de la vida de su conviviente por más de diez años, este tipo de resoluciones que le impiden
continuar el proceso para acreditar la calidad de conviviente garantizada por el Art. 33 Cn. y que
obstaculización el goce y disfrute de sus derechos sociales-constitucionales, le generan angustia,
depresión, ansiedad y frustración, ante un sistema de justicia que actúa en contra de la debida
diligencia. Agravio patrimonial, porque cada día que pasa sin poder obtener la declaratoria judicial
de conviviente, ella está impedida de iniciar los trámites para obtener su pensión de viudez y deja de
percibirla, pensión a la cual solo ella y ningún otro pariente tiene derecho por ley, ya que ambos padres
del Dr. Carlos Danilo Colindres Uceda conocido por Carlos Danilo Uceda y por Carlos Danilo
Colindres están fallecidos y él nunca procreó hijos, tal cual ya se ha determinado en el estudio de
Trabajo Social. Además de acarrearle gastos procesales adicionales a los que ya ha realizado ”
[SIC].

La Abogada apelante, fundamentó el Recurso sobre los siguientes motivos:


“[…] MOTIVOS DEL PUNTO UNO IMPUGNADO: a) Sobre la Errónea
aplicación de un precepto legal . Para esta representación, el precepto erróneamente aplicado
por la Juzgadora es el Art. 125 Inc. 2º CF en el que fundamenta su resolución que ahora yo impugno,
ya que este precepto aplicado se refiere a la “Caducidad de la acción” en su inciso primero y a quienes
pueden iniciar la acción, en su inciso segundo, y no se refiere a los requisitos de emplazamiento a
terceros, [SIC]. Que la acción ha sido iniciada por su representada […] en su calidad de conviviente
de hecho […] para acceder a derechos sociales como su acceso a la salud y a la seguridad social, en este
caso, el derecho a una pensión de viudez. Por lo cual, lejos de paralizar el proceso, dicho artículo no le
impide a la jueza a quo continuar con el proceso, mucho menos razonar equivocadamente en base a
ese inciso segundo con respecto a la parte actora que es necesario que acredite la calidad de herederos
de las personas que comparecen como demandados en el presente proceso, puesto que la declaratoria
es imperativa para el despliegue de los efectos jurídicos y constituye un requisito elemental […]. Que
a ese respecto existe abundante Jurisprudencia que deja en claro que no es requisito imperativo de

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admisión o continuación de la demanda adjuntar la declaración de herederos cuando se desconoce
quienes lo son” [SIC].

“[…] b) Sobre la inobservancia de un precepto legal . Los preceptos legales que


corresponde aplicar en el presente caso y que consideramos que la a quo ha inobservado o dejado de
aplicar en su resolución son: el artículo 18 Inc. 2º y el Art. 126 Inc. 2º ambos de la LPF. […], que desde
la demanda se expresó que mi representada desconoce la existencia de herederos o de representantes
de la sucesión, y que el trámite de emplazar por edicto ya fue realizado en el proceso, ya fueron
publicados los edictos de ley y nadie se presentó a ejercer ningún derecho o a oponerse, en el peor de
los casos, por lo que ya se designó a la Procuradora de Familia Adscrita al Tribunal, como
representante de posibles interesados. Y, además, exigirle a la demandante que (ella) acredite la
calidad de herederos de las personas que comparecen como demandados en el presente proceso,
cuando ella los desconoce, es de cumplimiento imposible para mi representada, por estos motivos: 1º
Porque ella desconoce si hay herederos declarados o no. […] Los padres del conviviente han fallecido,
él estaba soltero y nunca tuvo hijos […]. 2º Porque tal como se dijo en la demanda, no existen bienes
ni muebles ni inmuebles adquiridos dentro de la unión, ya que el fallecido vivía en la casa propiedad
de la demandante y los muebles son de ella […]. 3º Porque mi representada, ni siquiera puede ser
considerada aun con vocación sucesoral, sino hasta la declaración judicial de su pretensión y por eso
mimo, ella ni siquiera está legitimada para preguntar o pedir informes de si alguien ha iniciado
diligencias de aceptación de herencia de su fallecido conviviente, o preguntar si éste formalizó
testamento o no […]”.

“Así que este punto impugnado, por los dos motivos indicados, le impide a la demandante el
acceso a la justicia. Lo cual debe enmendarse por la Cámara de Familia” [SIC].

“MOTIVO DEL PUNTO DOS IMPUGNADO: Inobservancia de un precepto legal.


[…]: Art. 126 incisos 1º y 3º LPF y Art. 7 literal c) LPF, […]”.

“Respecto del inciso 1º del Art. 126 LPF: Al haber fallecido el conviviente, no existe
legitimación pasiva de éste, sino de sus herederos declarados, si los hubiere y la demandante
los conociere , pero no es ese el caso, por lo que, lo que procedía […] es emplazar por edicto, para
que cualquier persona que se crea afectada en sus derechos comparezca a ejercer su defensa. Esta
exigencia procesal ya fue cumplida , ya se publicaron los edictos de ley y ninguna persona ha
presentado oposición a la pretensión de mi representada. al punto que la Jueza a quo realizó el examen
previo del proceso y convocó a la Audiencia Preliminar […] en la que dio un giro inesperado y confuso

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al proceso, alegando que debe emplazar a probables herederos, hermanos del fallecido conviviente
para no violarles su derecho de defensa y previno […] de proporcionar direcciones […]. Luego, se
cumplió por escrito con la prevención oral, proporcionando los datos que se conocían de los hermanos
del fallecido y luego, de manera sorpresiva, se recibe la resolución que hoy impugno […], que ha sido
una decisión sorpresiva, violatoria del derecho de defensa y contradicción de la
parte actora, pues esto no fue discutido ni pedido, ni conocido en la audiencia
preliminar, en donde si estuve presente y en donde pude haberme defendido de
ello. Art. 7 LPF”.

“Respecto del inciso 3º del Art. 125 LPF y del Art. 7 literal c) LPF : Ambos
artículos dan facultad a la a quo para ordenar la práctica de las pruebas para cuestiones accesorias
de la unión no matrimonial, y más contundentemente, como obligación judicial ordenar las
diligencias necesarias para establecer la verdad de los hechos controvertidos, sometidos a su
conocimiento y decisión, respetando el derecho de defensa de las partes. Por lo que, si la señora Jueza
a quo, bajo su deber de respetar derechos de terceros no consideraba suficiente el emplazamiento por
edictos, bien pudo […] ordenar de oficio […] lo siguiente: a) Librar oficio a la Sección del Notariado
o a Oficialía Mayor, a fin de que informen si el fallecido conviviente […] formalizó testamento abierto
o cerrado […] a fin de conocer quiénes serían los herederos testamentarios y los únicos
contradictorios legítimos, no a toda la familia y b) Librar oficio a Oficialía Mayor […] para que
informen si en sus registros aparecen diligencias de aceptación de herencia seguidas ante Tribunal o
Notario, iniciadas respecto de la sucesión del causante […]. Pero nunca SUSPENDER EL
PROCESO por 6 meses, ya que tales medios de prueba NO PUEDEN SER SOLICITADOS
POR LA PARTE ACTORA , por no haber sido declarada aún conviviente y, por tanto, no poder
justificar su legítimo interés o derecho legal al hacerlo, al no contar todavía con “vocación sucesoral
[…] violentándose el derecho de acceso a la justicia de mi representada, ya que luego de esos 6 meses,
ella continuaría en incumplimiento por imposibilidad legal y claudicaría en su pretensión” [SIC].

“MOTIVO DEL PUNTO TRES IMPUGNADO : Inobservancia de un


precepto legal: […] Para esta representación, la a quo, al haber resuelto la suspensión del
desarrollo del proceso por el término de SEIS MESES a efecto que se dé cumplimiento a lo requerido
en el párrafo que antecede, inobservó los Arts. 1 y 2 LPF. […] A haber inobservado los arts. referidos,
la a quo actúo contrario a su deber de lograr la efectividad de los derechos de las partes procesales,
en este caso los derechos legítimos de la parte actora y lejos de ello, los perjudicó paralizando el
proceso por medio año, e impidiendo que el mismo fluya conforme al debido proceso, perjudicando

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institucionalmente a la parte actora. Por lo que tal inobservancia debe enmendarse inmediatamente
por la Cámara de Familia” [SIC].

Terminó su libelo pidiendo a esta Cámara, en síntesis: “que se revoquen los tres
puntos impugnados, afirmando que la parte actora no tiene la obligación de acreditar la calidad de
herederos si los desconoce y que presentar tal documento no es imperativo, al desconocerse si hay
herederos declarados, pero que si es obligación del Juez librar los oficios respectivos a la Corte
Suprema de Justicia para que informen si el causante […] dejó testamento, en caso de haber testado,
remitan copia a fin de conocer quien o quienes serían los herederos testamentarios y únicos
contradictorios legítimos y que informen si en sus registros aparecen diligencias de aceptación de
herencia respecto de la sucesión del causante […]; que la parte actora no tiene la obligación de
presentar la declaratoria de herederos si desconoce quienes tienen calidad de tales y le es imposible
solicitar informes al respecto por no contar aún con vocación procesal para pedir, si aún no ha sido
declarada judicialmente como conviviente; que la suspensión del proceso es injustificada y es
contraria a la obligación contenida en los Arts. 1 y 2 LPF de hacer efectivos los derechos y deberes
regulados en el Código de Familia y otras leyes sobre la materia y la interpretación de las
disposiciones de esta ley deberá hacerse con el propósito de lograr la efectividad de los derechos
reconocidos en la normativa en materia de familia, en armonía con los principios generales del
derecho procesal” [SIC].

La Licenciada PATRICIA SÁNCHEZ RIVAS, Procuradora de Familia


adscrita al Tribunal A quo, NO se pronunció sobre el incidente planteado, pese
habérsele corrido traslado, tal y como consta en la resolución de fs. 92 y en el acta de
notificación de fs. 95 del expediente.

III.- Con lo expuesto, el Quid de la presente alzada se circunscribe a decidir si,


los puntos atacados del auto impugnado, son contrarios a las disposiciones legales
inobservadas y erróneamente aplicadas expuestas por la apelante, así como a los
Principios, Garantías y Derechos en materia de Familia, procediendo en ese caso a
revocar el auto en su totalidad, caso contrario, confirmar la resolución impugnada.

CONSIDERACIONES DE ESTA CÁMARA .


I. La legislación de familia, en el año 1994, constituyó un hito en la historia
jurídica del país, pues lo sustantivo se apartaba del aspecto patrimonial con que las
normas del Código Civil regulaban las relaciones familiares, ubicándose en el derecho

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social, adentrándose, además, en la oralidad de los procesos en la parte adjetiva.
Dentro de esas novedades se encontró la figura de la “Unión no Matrimonial”.
Vemos que, no obstante el tiempo transcurrido, la realidad Salvadoreña sigue
encajando en lo expresado hace casi tres décadas, lo cual traemos a cuenta a fin de
señalar que la jurisdicción de familia no puede ignorar la realidad social y el porqué
de sus instituciones que buscan la protección de los miembros de la familia, de manera
integral, con un lente de derecho social y no de derecho privado, del cual ya se ha
desligado.
El Código de Familia, en su Art. 2, establece el concepto de familia,
definiéndola como “el grupo social permanente, constituido por el matrimonio, la
unión no matrimonial y el parentesco”. Mientras que, el Art. 3 del referido Código,
establece que: “El Estado está obligado a proteger a la familia, procurando su
integración, bienestar, desarrollo social, cultural y económico ”. Importante es
hacer notar, que nuestro Código de Familia establece el Derecho a constituir una
familia, regulado en su Art. 6, el cual dispone que “ Toda persona tiene derecho a
constituir su propia familia, de conformidad con la ley ”. Mientras que el Art. 5, de
dicho cuerpo normativo, es claro al disponer que “ Los derechos establecidos por
este Código son irrenunciables, salvo las excepciones legales y los deberes que
impone, indelegables; cualquier declaración en contrario se tendrá por no
escrita”.
De las disposiciones legales abordadas, se tiene la plena certeza que la Unión no
Matrimonial es uno de los tipos o clases de familia que nuestra legislación reconoce,
teniendo la persona humana el derecho a optar por este tipo de familia, con base al
Principio de la Autonomía de la Voluntad que Constitucionalmente se configura y,
teniendo el Estado la obligación de protegerla, procurando el bienestar y desarrollo
de sus miembros.
La Unión no Matrimonial, como Institución Jurídica propia del Derecho de
Familia, se encuentra prevista y regulada en el Art. 118 Inc. 1º del Código de Familia,
el cual establece que “es la constituida por un hombre y una mujer que sin impedimento legal para
contraer matrimonio entre sí, hicieren vida en común libremente, en forma singular, contínua, estable
y notoria, por un período de uno o más años”. No obstante, los derechos derivados de este
tipo de familia nacerán a la vida jurídica hasta que exista una declaración judicial, tal
y como lo expone el Art. 123 del Código de Familia (de ahora en adelante C.Fm.). La
declaración procederá al acaecer el fallecimiento de uno de los convivientes o la
ruptura de la unión.

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A nivel Constitucional, la Familia se encuentra nominada en el Art. 32 de
nuestra Constitución, dentro del cual se dispone que la familia es la base fundamental
de la sociedad y tendrá la protección del Estado. Se reconoce al matrimonio, pero
también, se reconoce la Unión no Matrimonial, dentro del Art. 33 de la Constitución,
entendiéndose que la falta de matrimonio no afectará el goce de los derechos a favor
de la familia, es decir, a nivel Constitucional se protege a la familia conformada en
Unión no Matrimonial, la cual goza de todos los derechos reconocidos a favor de la
familia.
Es de hacer notar, que la Unión no Matrimonial, es uno de los tipos de familias
que las personas tienen el derecho de formar, según su voluntad. Es un Derecho del
que se derivan otros Derechos, tales como el derecho a suceder abintestato (art. 121
C.Fm.), Régimen Patrimonial y gastos de familia (art. 119 C.Fm.), Protección a la
Vivienda (art. 120 C.Fm.), acción civil de indemnización por daño moral (art. 122
C.Fm.), Cuidado Personal y Régimen de Visitas con relación a los hijos procreados
(art. 124 ord. 4º C.Fm.); así como otros derechos de carácter social, tales como la
atención médica hospitalaria correspondiente a la Seguridad Social, Pensión por
viudez y derecho a recibir seguros de vida que el causante haya contratado. Por tanto,
su declaración judicial es de vital importancia, pues solo así se logra cumplir con lo
dispuesto en el Art. 8 del C.Fm. en relación con los Arts. 3 y 4 del C.Fm.
A nivel procesal, para que una persona pueda obtener la declaratoria de unión
no matrimonial y tener acceso a todos los derechos derivados, es necesario que inicie
la acción mediante la interposición de una demanda ante el(a) Juez(a) de Familia
respectivo. Para ello existen ciertos requisitos previstos en los Arts. 123, 124 y 125 del
C.Fm. que determinan que tal declaratoria judicial procederá por dos motivos, el
primero por la muerte de uno de los convivientes, en este caso es necesario acreditar
tal hecho con la prueba pertinente e idónea y; segundo, por la ruptura de la Unión, es
decir, por la ocurrencia de separación absoluta entre los convivientes, debe indicarse
la fecha de inicio y de finalización de la Unión, la filiación respecto de los hijos
procreados (si es que hubieren), entre otros requisitos. Asimismo, esta acción podrá
ser iniciada por cualquiera de los convivientes o sus herederos (en los casos de muerte
de uno de los convivientes, notándose que, puede darse el caso que no existan
herederos declarados ni personas interesadas en la sucesión).

Respecto al inicio del proceso, a nivel judicial, el Art. 126 de la Ley Procesal de
Familia (de ahora en adelante L.Pr.Fm.) establece dos supuestos, el primero es cuando
se conociere al demandado (para los casos en los que el conviviente aún sobrevive y

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ha ocurrido una ruptura en la relación de la pareja), en cuyo caso se le emplazará
directamente para que ejerza su derecho de defensa, garantía de audiencia y cumplir
con el debido proceso. Asimismo, en este mismo supuesto se emplazará por edicto a
quienes consideren que la sentencia les afectará en sus derechos, para que
comparezcan a ejercer su defensa. Esta disposición implica el cumplimiento de la
Garantía de Audiencia, el Derecho de Defensa y el Debido Proceso, pues podrían
existir otras personas con interés en el proceso y al darse cuenta, por medio del edicto
publicado en un periódico, tienen la posibilidad de apersonarse al proceso y hacer uso
de sus derechos.
El segundo supuesto es cuando la declaratoria se pide por el fallecimiento de uno
de los convivientes. En estos casos, primero se debe acreditar fehacientemente la
muerte o fallecimiento del conviviente con la certificación de partida de defunción
extendida por el Registro del Estado Familiar respectivo. No obstante, se debe
emplazar a los herederos del causante, pero el inciso segundo del Art. 126 L.Pr.Fm. es
claro y puntual al disponer que si se desconociere quienes son los herederos del
demandado, se manifestará esta circunstancia en la demanda y en su admisión se
ordenará el emplazamiento por edicto, para los efectos señalados en el inciso primero
de dicho Artículo.
Esta disposición es indudable para las formalidades del emplazamiento de los
demandados (herederos del causante), por tanto, existen muchos casos en los cuales
la(el) conviviente sobreviviente desconoce quiénes son los herederos o presuntos
herederos, en cuya situación el proceso no debe paralizarse o no debe denegarse la
oportunidad a la persona demandante de proseguir con su acción a fin de obtener una
Sentencia con arreglo a los principios del Derecho de Familia.

II. Esta Cámara advierte que la demanda de Unión No Matrimonial, fue


presentada el día ocho de septiembre del año recién pasado, cuya tramitación ha sido
suspendida por el término de seis meses, lo que haría probablemente que el proceso
se dilate hasta el próximo año para su finalización pues a la fecha no se ha llevado a
cabo, ni siquiera, la Audiencia Preliminar.
Al hacer el análisis de la demanda por parte de la Jueza A quo, se realizaron una
serie de prevenciones, en auto de fecha catorce de septiembre del mismo año, las
cuales fueron debidamente evacuadas por la Licenciada CORTÉZ DE
ALVARENGA, siendo que, el día veintinueve de septiembre de ese mismo año, la
demanda fue admitida y se ordenó “de conformidad con el Art. 125 L.Pr.Fm. emplazar
por medio de edicto, mediante un aviso, que se publicará por tres veces en un diario

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de circulación nacional, con intervalos de cinco días hábiles, para que, dentro de los
quince días hábiles siguientes a su última publicación, comparezca a este juzgado a
ejercer su derecho de defensa, a quien o quienes se consideren que la declaratoria de
unión no matrimonial solicitada, les afecte en sus derechos”.
Es decir, la Juzgadora aplicó al tenor literal dicha disposición legal, pero
conforme a su papel de directora del proceso también ordenó, librar oficio a la
Oficialía Mayor de la Corte Suprema de Justicia, a fin de que informara a la Jueza A
quo sobre la existencia de diligencias de aceptación de herencia o la inexistencia de un
testamento en relación al señor -------------. De este último, consta a fs. 46 el informe
de fecha 26 de octubre del año recién pasado, expresándose que no existen diligencias
de aceptación de herencia ni testamento otorgado por el referido señor.
Sin embargo, por auto de fecha 16 de mayo del presente año, la Jueza A quo,
basada en la Jurisprudencia emitida por la Sala de lo Civil, de la Corte Suprema de
Justicia, en sentencia con referencia 252-CAF-2021, determinó que se ha sentado
criterio sobre la legitimación pasiva en los procesos de unión no matrimonial, como
requisito de procesabilidad y relacionando también lo proveído, en Corte Plena en la
resolución 137-COM-2021, se pronunció requiriendo la presentación de la
Declaratoria de Herederos realizada por cualquiera de las vías reguladas por la ley a
efecto de acreditar los legítimos contradictores y continuar con el trámite de ley.

III. Respecto a los puntos impugnados por la Abogada apelante, esta


Cámara, en reiterada Jurisprudencia, como por ejemplo en la Sentencia 3-A-2020, ha
dispuesto cuál es el criterio respecto a lo resuelto por la Jueza A quo en el auto ahora
impugnado, considerándose lo siguiente: “ Debemos de tener presente, que la Declaratoria de
Aceptación de Herederos o Declaratoria de Curador de la Herencia Yacente, la Ley Familiar en general, no
las exige como un requisito procesal de admisibilidad de la demanda de Unión No Matrimonial, mucho
menos, para determinar legítimos contradictores, ya que, puede haber muchas personas con interés
patrimonial y/o familiar en el dictado de la Sentencia Definitiva de Unión No Matrimonial, incluso los que
determina el Art. 988 C.C., pero, no estar interesadas en ser parte de la masa sucesoral del causante,
indistintamente, por la causa que sea, como puede ser, por ejemplo, para determinar únicamente la
Convivencia y la filiación de los hijos procreados dentro de una Convivencia, que no hubiera sido establecida
previamente -presunción legal de las hijas e hijos en la Convivencia (v.gr .Art. 124 Ord. 3° C.Fm.)-, donde hay
un interés familiar, del o la Conviviente Sobreviviente y de su descendencia, más no patrimonial, entre otros,
ya que la Sentencia Definitiva de Declaratoria Judicial de Unión No Matrimonial, deviene de una pretensión
familiar, alejada o no, de cualquier interés patrimonial, que se ha sustanciado en Sede Familiar hasta el
dictado de la misma, a pesar, que la Sentencia Definitiva se requiera para iniciar pretensiones patrimoniales,

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por ejemplo, Pensión Vitalicia, Acceso a la Salud por algún Seguro, Herencia, etc., pero, ésta, será valorada,
fuera de la Jurisdicción Familiar, y en las Instituciones o Tribunales pertinentes, solo para determinar al o la
Conviviente Sobreviviente declarado(a) como tal y sus descendientes procreados dentro de la Convivencia, y
por ende, no se requiere que se hayan entablado en Sede o Jurisdicción Civil hasta finalizarlas, cualquiera de
las solicitudes de Declaratoria de Aceptación de Herencia o de Declaratoria de Curador de la Herencia
Yacente para que sean declaradas”.
“Por otro lado, la pretensión de Declarar la Unión No Matrimonial, no constituye por sí misma, una
pretensión patrimonial que para sustanciarse como tal, en sede o Jurisdicción Familiar, se deba de haber
iniciado previamente las Diligencias de Aceptación de Herencia o de Curador de la Herencia Yacente, hasta
finalizarlas, como si se tratara de una prejudicialidad, en este caso civil, que hay que determinar los legítimos
contradictores -parte pasiva-, como lo establece el Juez A quo, y con ello, sea ordenado el emplazamiento de
los demandados -ya que se estaría dejando de lado, a las personas que no tienen interés patrimonial como lo
dijimos antes- y posteriormente, con la prueba, vertida en Audiencia de Sentencia, declarar la Unión No
Matrimonial entre dos personas de sexo opuesto, que sin impedimento legal para contraer matrimonio en tre
sí, hicieren vida en común libremente, en forma singular, continua, estable y notoria, por un período de uno o
más años, ya que no es un aspecto que se tenga que valorar en la Jurisdicción Familiar para que dicte la
Sentencia Definitiva, por lo tanto, sostenemos, como lo hemos hecho en precedentes, que no es requisito
Procesal de Admisión de la demanda de Unión No Matrimonial, el presentar, la Declaratoria de Aceptación
de Herencia o en todo caso, la Declaratoria de Curador de la Herencia Yacente. Crite rio, que hemos sostenido
por años y que lo adopta también, la Cámara de Familia de la Sección de Occidente, según, consta, en el
Incidente de Apelación con referencia 018-17-AH-F, en la Sentencia dictada a las doce horas, del día
dieciocho de mayo de dos mil diecisiete, donde lo afirma”-.
“Hay que recordar, que el Código Civil, en el Art. 988, establece los llamados a suceder en la herencia
intestada dejada por él o la causante, y se ha sostenido que estos son los principales que pueden tener interés
patrimonial y que por esa condición, pueden tener también, interés familiar, en el dictado de la Sentencia
Definitiva en Sede o Jurisdicción Familiar ya que al final del ordinal del mencionado artículo, se coloca, a la
“Conviviente Sobreviviente”, y para que comparezca en Sede o Jurisdicción Civil, tiene que haber sido
declarada como tal, en la Jurisdicción Familiar, por lo que, en Sede o Jurisdicción Civil, si tiene que demostrar
su calidad de “Conviviente Sobreviviente” con la Sentencia Definitiva dictada por la Jurisdicción Familiar
pero no a la inversa, ya que la ley no lo exige -como lo dijimos antes1”-.

Otro precedente a tomar en consideración sobre los puntos impugnados por la


apelante, es la Sentencia 59/A/FM/118CF/SOY/2022-4, emitida por la Cámara

1 Cámara de Familia de la Sección del Centro, Sentencia 3-A-2020, 15 de enero 2020, p. 8 y 9.

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Especializada de la Niñez y Adolescencia de San Salvador con fecha 28 de junio del
presente año dos mil veintidós, en el cual dicha Cámara ha dicho que 2:
“[..] la Jueza se ha apartado de lo dispuesto en dicha disposición (Art. 126 C.Fm.), justificando su
actuar en una interpretación aislada de la sentencia pronunciada por la Sala de lo Civil de la Corte Suprema
de Justicia […], en el sentido de haber entendido que la única forma de entablar un proceso de declaratoria
judicial de unión no matrimonial cuando uno de los convivientes ha fallecido, es que el demandado o
demandados ostenten la calidad de herederos declarados y que a falta de dicho atributo, no es posible
continuar con el proceso, razón por la cual, la jueza de primera instancia decidió declarar la improponibilidad
de la demanda […]. La anterior interpretación, a juicio de esta Cámara es errada, y además de constituir una
inobservancia de lo dispuesto en los Arts. 123 C. F. y 126 de la LPF, tal y como lo manifiesta el apelante,
igualmente se encuentra alejada de la naturaleza y los principios del derecho de familia, los cuales buscan
apartarse de interpretaciones literales, ritualistas o restrictivas y así potencializar los derechos de los
justiciables, tal y como lo exigen los Arts. 8 y 9 CF. […] Esto se afirma, en primer lugar, porque el sentido en
que la Jueza ha interpretado la jurisprudencia emanada de la Sala Casacional, implica cargar al demandante
el cumplimiento de un requisito de admisibilidad extra, que no tiene asidero legal por no encontrarse
configurado de esa manera dentro de la normativa de familia y que incluso llega a contradecirla [...].
“[…] A su vez, exigir ese tipo de requisitos crearía el riesgo de imposibilitar el goce del derecho que el
conviviente sobreviviente tiene a que se le reconozca legalmente como tal […], si en el plazo de tres años aún
no se han declarado herederos definitivos, entonces ya no sería posible entablar un proceso de unión no
matrimonial, por haber caducado el plazo, imposibilitando con ello, el goce de otros derechos que se generan
como resultado de la convivencia, materializándose en un obstáculo para el derecho de acceso a la justicia del
conviviente sobreviviente […]”.
“[…] El proceso de unión no matrimonial es autónomo, y de acuerdo al principio de legalidad, solo
está supeditado al cumplimiento de los requisitos de procesabilidad que prev iamente han sido configurados y
determinados por el legislador, y en efecto, la declaratoria de heredero no es uno de ellos […]”.
“[…] La interpretación realizada por la Juzgadora no es la correcta en la medida que tendría como
consecuencia que, en estos casos, el derecho de acceso a la justicia del demandante estaría supeditado a la
voluntad de la parte demandada, haciendo ilusorio su sustanciación. Es decir, podría entablarse la demanda
si la o las otras personas con vocación sucesoral no siguen las diligencias respectivas para aceptar herencia
hasta obtener la calidad de herederos definitivos, lo cual, además de la vulneración al derecho antes
mencionado, generaría inseguridad jurídica en el demandante […]”.

“[…] En tercer lugar, tampoco es correcta la interpretación […] al contemplar que la legitimación
pasiva en este tipo de procesos está dada únicamente a quien tenga el título de heredero definitivo, y que fuera

2 Cámara Especializada de la Niñez y Adolescencia, Sentencia 59/A/FM/118CF/SOY/2022-4, p. 10-12.

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de ello, no es posible la configuración de parte demandada, inobservando con ello lo dispuesto en el Art. 126
Inc. 2º de la LPF […] [SIC]”.

IV. Esta Cámara, es del criterio que la idea principal de lo dispuesto en el Art.
126 Inc. 2º L.Pr.Fm., es estipular distintas formas que permitan determinar quién o
quienes tendrán la calidad de demandados dentro de un proceso de unión no
matrimonial, debiendo instaurarse el proceso en primer lugar en contra de los
herederos definitivos del conviviente fallecido, y sólo cuando no existan herederos
definitivos o si se desconociere quienes son, se procederá a emplazar por edicto a todo
el que tenga interés y que la eventual sentencia le pueda perjudicar.
La idea de tal interpretación es no volver nugatorio el derecho que tiene el(a)
conviviente sobreviviente a obtener la declaratoria judicial de su unión no
matrimonial, mereciendo la tutela judicial efectiva en un derecho que, tanto la
Constitución como el Código de Familia reconocen y que es obligación del Estado
proteger y cumplir, asimismo, la protección del derecho de defensa de quien ostente
o crea que ostenta la calidad de legítimo contradictor.
Por tal motivo consideramos, que el requerimiento hecho por la Jueza A quo a
la apelante, se encuentra fuera del alcance legal de la señora demandante y su
apoderada, porque como consta en el informe emitido por Oficialía Mayor, ya citado,
no existen diligencias de aceptación de herencia, las cuales deben iniciarse
precisamente por aquellas personas que ostentan vocación hereditaria, ni existe
testamento otorgado por el señor ------------, por lo que tal requerimiento, no resulta
lógico, pues pide a la parte actora presente una documentación de la que ya tiene
noticia de su inexistencia y que no puede ser promovida por la demandante, pues las
mismas, dependen de personas ajenas, quienes en base al Principio de la Autonomía
de la Voluntad, pueden o no aceptar la herencia dejada a su muerte por parte del
causante, por lo que, no habría forma entonces de darle cumplimiento a lo requerido
de ninguna manera por la A quo.

V. Otro precedente Jurisprudencial aplicable a este tipo de incidentes, es la


Sentencia emitida por la Corte Suprema de Justicia en el conflicto de competencia
137-COM-2021, relacionada anteriormente, en la cual se ha establecido que: “[…] en
cumplimiento de lo dispuesto en el Art. 126 LPF, la legitimación pasiva en casos como el presente, está
determinada en primer lugar por aquellos que en la demanda se acredite la calidad de herederos del causante;

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y, en segundo lugar, de una manera general y abstracta, por todos aquellos a quienes pudiere afectarles la
eventual sentencia que se pronuncie (siempre y cuando se desconozca a los herederos del causante) 3”.

Es por ello que, consideramos que en los casos donde la parte demandante
afirme que desconoce si hay herederos declarados del causante o en su defecto,
confirme que no existen herederos y que no se procrearon hijos en común y que los
padres del causante estén fallecidos, lo que corresponde es que el(a) Juez(a) admita
la demanda (si esta reúne los demás requisitos) y aplique lo dispuesto en el inc. 2º del
Art. 126 de la Ley Procesal de Familia, tal y como lo hizo la Jueza A quo, en el auto de
admisión de la demanda, a fs. 38 del expediente, en el que, además de librar el edicto
de emplazamiento todas aquellas personas a quienes consideren que la declaratoria
de unión no matrimonial les afectará en sus derechos, ordenó librar oficio a Oficialía
Mayor de la Corte Suprema de Justicia para conocer si se han tramitado diligencias
de aceptación de herencia de la sucesión del causante o si existe testamento dejado
por el causante.
Todo ello nos lleva a la conclusión que el requerimiento hecho por la Jueza A
quo, a la ahora apelante, es indebido. No se puede condicionar o requerir que la señora
demandante o su Apoderada presenten una Declaratoria de Herederos cuando dicho
trámite consta que no se ha iniciado por ninguna de las vías legales correspondientes,
además de cuando no existen hijos o los padres del causante estén fallecidos;
asimismo, en el caso de la existencia de hermanos o hermanas del causante, no está en
potestad de la parte actora el iniciar tales diligencias, pues dentro de lo regulado en
los Arts. 1162 y 1163 del Código Civil, en ese mismo orden establecen que:
“El solicitante manifestará los nombres y residencia actual de las otras personas, que por la ley o el
testamento, puedan tener derechos en la sucesión como herederos y que sean conocidas”; […]
“Si los solicitantes probaren su calidad de herederos […] ”. Ante lo cual advertimos que, si la
solicitante fuera la señora demandante, esta última no puede probar su calidad de
heredera del causante en la Jurisdicción Civil, sino hasta que obtenga la Sentencia
estimatoria de un(a) Juez(a) de Familia que la declare como conviviente del causante
o que declare la existencia de la Unión No Matrimonial, situación que genera
inseguridad jurídica y obstaculización de los Derechos de la Familia, reconocidos, no
solo por el Código de Familia y la Constitución, sino por los Tratados Internacionales
a los cuales El Salvador está suscrito, tales como la Convención Americana sobre
Derechos Humanos “Pacto de San José” (Arts. 17, 24 y 25); Protocolo Adicional a la

3 Corte Suprema de Justicia, Sentencia 137-COM-2021, 07 de abril de 2022, p. 7.

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Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador” (Arts. 2 y 15); Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Art. 10); Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Art. 23).
Siendo que, en muchas ocasiones, la parte actora desconoce quién o quiénes
son todas las personas que por ley puedan tener derechos en la sucesión como
herederos, en esa línea entran todos los nominados en el Art. 988 del Código Civil,
teniendo como consecuencia que nominarse a toda la familia del causante,
hermanos(as), sobrinos(as), tíos(as), primos hermanos(as), etc. Lo que conllevaría a
que la parte actora tenga que pedirle a uno de ellos que inicie, siga y termine las
diligencias de aceptación de herencia, adjuntar certificación de la declaratoria de
herederos o en su caso del nombramiento del curador de la herencia yacente, para
luego entablar la Litis en su contra.
Convirtiéndose, tal circunstancia, en obstáculo para el acceso a la justicia de
los miembros de la familia en los casos de Unión no Matrimonial, pues se supedita la
sustanciación del proceso y el derecho de la parte actora, de probar su convivencia en
Audiencia de Sentencia, a que los hermanos del causante o demás parientes con
vocación sucesoral (art. 988 C.C.) tengan la voluntad o no de aceptar herencia,
cuando ellos ni siquiera han sido parte de la relación de convivencia, no tendrían
interés particular en la convivencia familiar entre la parte actora y el causante, así
como, similarmente ocurre, dentro de la familia matrimonial los demás parientes no
tienen injerencia en los asuntos familiares y patrimoniales.
En el presente caso, los hermanos del causante, que se han determinado por
requerimiento de la A quo, pueden ser emplazados para integrar un litisconsorcio y en
caso de desconocerse su paradero corresponde la regla establecida en el Art. 126 inc.
2º L.Pr.Fm.
El requerimiento impugnado de la A quo, no ha sido suficientemente
entendible, por su forma de redacción podría reñir contra el Principio Constitucional
de la Autonomía de la Voluntad, no se debe obligar o condicionar a una persona que
no tiene legitimación para iniciar un proceso a presentar una declaratoria de
herederos, en todo caso, la A quo debió ser más precisa en brindar una solución en el
caso de que no existiera tal declaratoria de herederos, pues el Estado está en la
obligación de proteger los derechos de los miembros de la Familia, incluida la familia
constituida por la Unión no Matrimonial, para la efectivización de sus Derechos.

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VI. Consideramos que, el lineamiento o conminación realizado por la Sala de
lo Civil de la Corte Suprema de Justicia a los Jueces de Familia, ha sido dado en el
sentido de expresar claramente en la demanda si existen tales herederos declarados
conforme a la ley y no solo señalar la presunción de que algunas personas ostentan tal
calidad, aplicando el Art. 988 C.C. De ahí que el trámite seguido, hasta el momento de
dictar la resolución impugnada, era y es el correcto. Asimismo, el acceso a la justicia
debe ser pronto y sin obstáculos ritualistas, como la interpretación realizada a los
lineamientos casacionales, cuya validez no desmeritamos, pero que deben ser
obedecidos contextualizando en el caso concreto su aplicación, pues se han
presentado las certificaciones de las partidas de defunción de los padres del causante,
existe información que no ha habido aceptación de su herencia, que no ha dejado
testamento y que no tuvo descendencia, además de manera correcta se ha ordenado
Estudio Social para ilustrar la relación de la señora demandante con el causante.
En palabras de Cristina Errázuriz, “Se reafirma el principio de que nadie puede ser
objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada o en la de su familia, de esta manera
queda consagrado, a nivel Regional, el derecho que todo ser humano tiene de fundar una familia sin
que el Estado ni entidad alguna puedan intervenir arbitrariamente en esa decisión 4”.
El derecho a la constitución y a la protección de la familia constituye un
derecho complejo, estrechamente relacionado con otros asuntos esenciales de
derechos humanos y vinculado estrechamente con el derecho a la igualdad y a la no
discriminación. En primer lugar, la constitución de la familia es un derecho de libre y
pleno consentimiento por parte de las personas, que no puede ser restringido
mediante la normativa nacional y que no puede fundarse en prácticas culturales que
legitiman la coacción o la violencia 5.
Es importante hacer ver a la Juez A quo, lo que establece el Art. 2 L.Pr.Fm. en
cuanto a la forma de interpretar las disposiciones de dicha Ley, lo cual debe hacerse,
siempre, con el propósito de lograr la efectividad de los derechos reconocidos por la
normativa en materia de familia, en armonía con los principios generales del derecho
procesal.

Por las razones expuestas y con fundamento en los Arts. 2, 3, 8, 11, 32 y 33 de la


Constitución; Arts. 2, 3, 4, 5, 8, 9, 118, 123 y 124 del Código de Familia; Arts. 2, 3 lit. b),
7 lit. i), 42, 126, 153 lit. b), 158 y 161 L.Pr.Fm. Arts. 17, 24 y 25 de la Convención

4Errázuriz T. Cristina, “Sobre la Protección Internacional de la Familia”, Revista Chilena de Derecho, Vol. 21 No 2, 1994, p
369.
5Badilla, Ana Elena. "El derecho a constitución y la protección de la familia en la normativa y la jurisprudencia
del Sistema Interamericano de Derechos Humanos." Editorial Porvenir, San José (1996), p 118.

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Americana sobre Derechos Humanos; Art. 23 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos; Arts. 2 y 15 del Protocolo Adicional a la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales
“Protocolo de San Salvador” y; Art. 10 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, ésta Cámara en nombre de la Republica
RESUELVE: I) REVÓCASE la Sentencia Interlocutoria, emitida a las diez horas y
diez minutos del día dieciséis de mayo del presente año por la Jueza Primero de
Familia Pluripersonal, Interina, de San Salvador, que resolvió requerir a la Licenciada
ALBA EVELYN CORTÉZ DE ALVARENGA presentar la Declaratoria de
Herederos y a la vez suspender el proceso por el término de seis meses, por no estar
apegada a derecho, debiendo la Juez A quo continuar con el trámite de dicho proceso
conforme lo dispone el Art. 126 L.Pr.Fm. Devuélvanse los autos al Tribunal remitente
con certificación de este decisorio. NOTIFÍQUESE.

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