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TALLER DE DERECHO INTERNACIONAL

Docente: JORGE CRUZ

OLGA LUCIA RAMIREZ


RUBEN FRACINI OVALLE HERNANDEZ

Santiago de Cali, 03 de mayo de 2023


¿establezcan los criterios de admisibilidad y competencia para someter una
controversia ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya?

La Corte Internacional de Justicia es el principal órgano judicial de la Organización


de las Naciones Unidas (ONU). Creada en junio de 1945 por la Carta de las
Naciones Unidas, comenzó a funcionar en abril de 1946.

En esa fecha sucedió a la Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI), que


desde 1922 tenía su sede en el mismo edificio, el Palacio de la Paz en La Haya
(Holanda); la Corte Internacional de Justicia es el único de los seis órganos
principales de la ONU cuya sede no está en Nueva York.

La Corte Internacional de Justicia es la única jurisdicción universal con


competencia general, y se rige por un Estatuto que forma parte de la Carta de la
ONU.

Ámbitos de actuación y competencia de la Corte Internacional de Justicia

La Corte Internacional de Justicia tiene una doble misión, que se traduce en dos
tipos de competencia:

1. competencia contenciosa: para el arreglo de controversias jurídicas que


los Estados sometan a su consideración. Solo los Estados (ahora hay 193
en la ONU) pueden recurrir a la CIJ y ser partes en este procedimiento, que
no está permitido a personas físicas y jurídicas ni a organizaciones
internacionales. Las sentencias son vinculantes para las partes.

La competencia es contenciosa cuando la Corte por medio de su autoridad o


poder administra justicia, pronunciado de esta manera una decisión obligatoria
sobre el fondo de una controversia que le ha sido sometida, para que pueda
decidir sobre una determinada controversia es necesario que los Estados que son
partes le hayan conferido competencia o jurisdicción para ello.

La competencia contenciosa de la Corte está reglamentada en el artículo 36 de su


Estatuto. En esta disposición se indica las formas en los que los Estados pueden
manifestar su consentimiento para conferir competencia a la Corte. Estas formas
son:

a. El compromiso,
b. el tratado o convención y
c. la cláusula opcional.

El compromiso, es un acuerdo especial entre dos o más Estados por medio del
cual someten una controversia ya surgida a la Corte Internacional de Justicia,
constituye un verdadero tratado y debe ser notificado al secretario de la Corte. El
tratado o convención, es cuando en un tratado sobre solución pacífica de
controversias, los Estados contratantes convienen en que todas las controversias
o determinadas categorías de controversias que surjan entre ellos deberán ser
sometidas a la Corte Internacional de Justicia, o cuando se den controversias que
surjan con motivo de la interpretación o aplicación de dicho tratado.

La cláusula opcional o cláusula facultativa de jurisdicción obligatoria, está regulada


en el artículo 36, párrafo 2 del Estatuto de la Corte que dispone:

“Los Estados partes en el presente Estatuto podrán declarar en


cualquier momento que reconocen como obligatoria ipso facto y sin
convenio especial, respecto de cualquier otro Estado que acepte la
misma obligación, la jurisdicción de la Corte en todas las
controversias de orden jurídico que versen sobre:

a. La interpretación de un tratado;
b. Cualquier cuestión de derecho internacional;
c. La existencia de todo hecho que, si fuere establecido, constituiría
violación de una obligación internacional;
d. La naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por
el quebrantamiento de una obligación internacional.”

Las declaraciones de aceptación de la cláusula opcional pueden hacerse


incondicionalmente o bajo condición de reciprocidad por parte de varios o
determinados Estados, o por cierto tiempo. Ellas deben ser remitidas para su
depósito al secretario general de las Naciones Unidas. La práctica ha admitido que
los Estados puedan formular sus declaraciones sujetas a reservas que excluyan
de la aceptación de la competencia de la Corte ciertas categorías de
controversias.

El procedimiento ante la Corte tiene dos fases: una escrita y una oral. La fase
escrita comprende la comunicación a la Corte y a las Partes de memoria,
contramemorias, réplicas y en caso necesario dúplicas, así como de toda clase de
documentos en apoyo a las mismas. La fase oral comprende la intervención de
agentes, abogados, consejeros, testigos y peritos, en audiencias que por regla
general son públicas.

d. competencia consultiva: para la emisión de dictámenes sobre cuestiones


jurídicas planteadas por cinco órganos de la ONU y 16 organismos
especializados del sistema de las Naciones Unidas, que son los únicos que
pueden solicitarlo.

La competencia consultiva, según el artículo 96 de la Carta de las Naciones


Unidas, la Corte puede emitir opiniones consultivas respecto de cualquier cuestión
jurídica, a solicitud de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas.
La opinión consultiva, a diferencia de una sentencia de la Corte, no decide con
fuerza obligatoria, un caso contencioso entre partes, solamente da respuesta a
una pregunta de carácter jurídico y esta respuesta no es vinculante.

No hay que confundir a la CIJ con otras instituciones judiciales –la mayoría
penales– con sede en La Haya y alrededores, como el Tribunal Penal
Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY, creado ad hoc por el Consejo de
Seguridad), la Corte Penal Internacional (CPI, el primero de carácter permanente y
que no pertenece al sistema de Naciones Unidas), el Tribunal Especial para
Líbano (TEL, que tiene personalidad jurídica independiente), o la Corte
Permanente de Arbitraje (CPA, institución independiente que facilita la constitución
y da soporte logístico a tribunales arbitrales).

Audiencia del "Acuerdo con el derecho internacional de la Declaración de


Independencia unilateral por las instituciones provisionales de gobierno autónomo
de Kosovo"

¿Quiénes forman la Corte Internacional de Justicia?

La Corte Internacional de Justicia está integrada por 15 magistrados, elegidos en


votaciones independientes por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de
la ONU. Su mandato es de nueve años, con posibilidad de reelección, y cada tres
años se renueva a la tercera parte. La CIJ no puede incluir a más de un nacional
de un mismo Estado, si bien los magistrados son independientes y no representan
a sus respectivos Gobiernos. Cuando un Estado parte en un asunto sometido a la
Corte Internacional de Justicia no cuente en ella con un magistrado de su
nacionalidad, podrá escoger a un magistrado especial para ese caso concreto. La
composición de la CIJ debe reflejar las grandes civilizaciones y los principales
sistemas jurídicos del mundo.

Los dos idiomas oficiales de la Corte Internacional de Justicia son el francés y el


inglés.

Controversias entre Estados: Cuándo actúa La Corte Internacional de


Justicia

La Corte Internacional de Justicia puede examinar y decidir sobre un asunto solo


si los Estados implicados han aceptado su competencia. Esto puede
materializarse por tres vías:

1. Por un acuerdo especial entre los Estados para someter su controversia a


la Corte Internacional de Justicia.

2. Por una cláusula jurisdiccional de un tratado o convención (hay más de


300) que prevea aceptar la jurisdicción de la Corte en caso de que surja
una controversia sobre la interpretación o aplicación del tratado en cuestión.
3. Por el efecto recíproco de declaraciones (hay 73 en vigor) por las que, de
conformidad con el Estatuto de la CIJ, cada Estado acepta la jurisdicción
obligatoria de la Corte en caso de diferendo con otro Estado que también
asuma tal obligación. De todos modos, parte de ellas expresan reservas
para excluir ciertas categorías de controversias.
¿Qué procedimientos contempla la CIJ?

El procedimiento seguido por la Corte Internacional de Justicia está definido en su


Estatuto y en el posterior Reglamento adoptado en 1978. Este ha sido modificado
varias veces, y la última entró en vigor el 29 de septiembre de 2005.

El procedimiento contempla una fase escrita, con intercambio de alegatos entre


las partes, y una fase oral, con audiencias en las que agentes y asesores
presentan sus apreciaciones. Todo lo escrito o dicho deberá estar disponible en
los dos idiomas oficiales de la CIJ, francés e inglés.
Concluida la fase oral, la Corte Internacional de Justicia se reúne a puerta cerrada
para deliberar, aunque su decisión final debe pronunciarse en audiencia pública.
La sentencia es definitiva e inapelable, aunque en ciertos casos puede ser objeto
de interpretación –si alguna de las partes plantea dudas sobre su alcance y
significado y así lo solicita– o revisión, que sería posible si se descubriera un
hecho desconocido para la Corte y que pudiera resultar decisivo.

Cualquier Estado que considere que la otra parte incumple un fallo de la Corte
Internacional de Justicia puede presentar el asunto al Consejo de Seguridad, que
puede hacer recomendaciones o imponer medidas para hacer efectiva la
sentencia.

El Estatuto de la Corte también prevé la incomparecencia de un Estado


demandado, ya sea porque rechaza su jurisdicción o por otro motivo, que no evita
que los procedimientos sigan su curso, aunque la Corte Internacional de Justicia
debe asegurarse de que tiene jurisdicción sobre ese asunto concreto.

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